El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1°: Derogase el artículo 4° de la Ley 26657 de Salud Mental.

Artículo 2°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

El objeto del presente proyecto consiste en la derogación del artículo 4 de la Ley 2657 de Salud Mental, el cual se refiere a que las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental.

En primer lugar, es de fundamental importancia puntualizar que todo ser humano es un ente capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones, es decir, goza de autonomía personal. Por consiguiente, ello implica que tiene ante sí un proyecto de vida y que se encuentra habilitado para tomar decisiones.

Tal pensamiento, trasladado al campo de la medicina, permite configurar el principio bioético de la autonomía del paciente. De esta manera, podemos mencionar que el hombre ha de ser respetado en su dignidad como tal, y por ende, no han de imponérsele tratamientos médicos que él no autoriza.

Por otro lado, encontramos otro principio de la bioética al que se denomina principio de beneficencia, el cual consiste en que la terapia propuesta implica el bien de la persona interesada, es decir, del paciente o enfermo. No obstante, este último ha de tener la posibilidad de elegir entre las distintas opciones existentes para el mejoramiento de su salud.

A su vez, otra norma que recepta los principios a los que venimos haciendo referencia, está dada por el artículo 19 inc. 3 de la Ley 17132- Norma para el ejercicio de la Medicina, Odontología y actividades de colaboración-: “Los profesionales que ejerzan la Medicina están, sin perjuicio de lo que establezcan las demás disposiciones legales vigentes, obligados a: 3) Respetar la voluntad del paciente en cuanto sea negativa a tratarse o internarse, salvo los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causa de accidentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones mutilantes se solicitará la conformidad por escrito del enfermo salvo cuando la inconsciencia o alienación o la gravedad del caso no admitiera dilaciones. En los casos de incapacidad, los profesionales requerirán la conformidad del representante del incapaz”.

La medicina tiene como objetivo postergar la muerte, prevenir o reducir los padecimientos y las deformidades, curar las enfermedades, ampliar las capacidades biológicas y psicológicas y ocuparse de los sufrimientos de las personas.

Hay un requisito que es fundamental en el ámbito de la medicina; que es la capacidad. En éste imprescindible requisito es que basamos la solicitud de la derogación del art. 4 de la Ley 26657- de Salud Mental- debido a que la persona que adolece de adicciones carece de ella.

Asimismo, éste artículo establece que “las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental. Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en su relación con los servicios de salud”. De ahí, que si el tratamiento no es consentido por el paciente, el mismo puede negarse a la internación.

En el caso de los adictos esto sería un despropósito ya que al considerar al consumidor como un sujeto de derecho que si no quiere internarse, no lo hace, no se estaría resguardando adecuadamente su dignidad, salud y su derecho a reinsertarse a la sociedad. De esta manera, el principio de la autonomía de la decisión tiene como punto de inflexión la capacidad que posea el individuo para tomar decisiones y en el caso de los adictos la misma se encuentra interrumpida.

Sin embargo, la inquietud que me llevó a realizar el presente proyecto es lo trasmitido por las llamadas Madres del Paco, las cuales se unieron por el dolor y la experiencia, por la necesidad de hacer algo por sus hijos, los chicos, tanto propios como ajenos, que veían pasar una y otra vez por su barrio, cada vez más deteriorados, más ajenos a este mundo.

“Si a la vida, no al paco”, rezaba una de las pancartas que las Madres contra el Paco alzaron en una de sus primeras marchas. Así empezaron, apostando a un futuro distinto, a una juventud sana con promesa de destino y sin bajar los brazos.

Jorge Lavorato, experto en adicciones, manifestó que en el país mueren siete jóvenes por día por adicción a las drogas.

También conocida como la “droga del exterminio”, el paco es una pasta base de cocaína, marihuana y otras drogas inhalantes, que comenzó siendo mezcla con yeso. Hoy en día, el nombre no se refiere a ningún estupefaciente específico ya que las mezclas son diversas. Sin embargo, lo que tienen en común todas es el uso de distintos solventes, por lo general de uso industrial.

El efecto principal de esta sustancia es provocar lentitud en la sinopsis- el proceso neuronal por el que pensamos y conectamos ideas, pensamientos, emociones- hasta anularlo.

La red de madres contra el paco y por la vida, tienen como objetivos: lograr que el Estado otorgue respuestas inmediatas a la demanda de las familias afectadas y que estas respuestas estén vinculadas con las problemáticas que vienen asociadas, tales como: el alcoholismo, la pobreza, el hambre, subsidiar proyectos educativos, laborales, culturales y deportivos que promuevan y garanticen la inserción de estos jóvenes en la sociedad; que el arte, la danza, la creatividad y el deporte los devuelvan a la vida; entre otras.

Actualmente el pacto está instalado en diversos ambientes, ya que invade tanto a sectores marginales como a sectores profesionales, jóvenes y adultos, perjudicando a toda clase social, aunque siempre el más débil- aquél que quizás carezca de formación o no tenga posibilidades materiales de acceder a un tratamiento- será el más afectado. Incluso, es considerado una de las consecuencias de la delincuencia.

Es sumamente difícil ver una salida cuando en la vida cotidiana no hay opciones, cuando el hambre aniquila todo pensamiento, toda emoción y devasta el sistema inmunológico. Los chicos se deterioran cada vez más y es más difícil que vean la posibilidad de salir.

El presente proyecto, intenta ser un disparador para poner fin a este flagelo y para crear conciencia que aquellos individuos atacados por el paco no se encuentran en condiciones de ser tratados como seres hábiles de tomar decisiones y por prácticas comunes aplicables a enfermos mentalmente, que ataca sin hacer distinción alguna, a nuestros niños y jóvenes; resultando un desenlace fatal para las vidas de cada uno de ellos.

Asimismo, el Estado Nacional, se encuentra impotente frente a este azote que impide el normal desarrollo y crecimiento de incipientes argentinos, que a partir del inicio en el consumo de la pasta base, su vida tiene "fecha de vencimiento"; no alcanza a más de un par de años. Por lo que nos encontramos frente a un grave proceso que va en contra de la naturaleza misma, poniendo fin a las vidas de numerosos argentinos de toda una generación, con todas las consecuencias que trae aparejado dicha catástrofe.

El Estado no puede ser ajeno a la percepción de indefensión por parte de las víctimas, como de los familiares de las mismas, cuando no encuentran programas que contengan a los consumidores de la pasta base, como tampoco planes de seguridad que repriman a organizaciones criminales que elaboran y comercializan la pasta base, comúnmente denominada "paco".

Además, aquel escenario que presentaba a la República Argentina como un "país de tránsito" del mercado de la droga, ha cambiado para transformarse en un país, elaborador y exportador de drogas. Es decir, se ha convertido en un protagonista dentro del delito global del narcotráfico.

No es casual, que nuestro país se vaya convirtiendo en un país productor de drogas, y esto es como consecuencia del poco control que se ejerce -por ejemplo- para con los fabricantes de los precursores químicos que son usados en aquellas "cocinas" para la elaboración de cocaína y otras drogas.

Entiéndase que los precursores no son sustancias químicas muy especiales, sino que pueden actuar como sintetizadores sustancias tan comunes como el querosén o el alcohol metílico.

Dado que los precursores no son sustancias químicas muy especiales, sino que pueden actuar como sintetizadores sustancias tan comunes como el querosén o el alcohol metílico, no cabe duda alguna que el Gobierno Nacional debe desarrollar y poner en marcha programas y planes, en la prevención

y represión del consumo de la pasta base/"paco" en particular en este caso, y en general del delito de narcotráfico.

Es por ello, que es importante la puesta en marcha de políticas estatales para lograr que la vida de miles de argentinos no se encuentre sesgada en la plenitud de sus días. De esta manera, ante el grave problema que nos aqueja, es nuestra responsabilidad como legisladores escuchar la necesidad de la gente y tener una ley que proteja a todos los miembros de la sociedad; teniendo en cuenta y respetando su situación personal, y que ante la posibilidad de tener un tratamiento por la dolencia que los aqueja exista un familiar que se haga responsable y tome decisiones al respecto.

Por todo lo expuesto, es que vengo a solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.