La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declarar de interés el DIA INTERNACIONAL DE LA ERRADICACION DE LA POBREZA a conmemorarse el 17 de octubre de cada año.

Señor presidente:

…” En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza. Los Principios Rectores que aquí se exponen se basan en la premisa de que erradicar la extrema pobreza es no solo un deber moral, sino también una obligación jurídica en el marco de la normativa internacional de derechos humanos vigente” (…). Tal y como asegura el prefacio de Los Principios Rectores sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos de Naciones Unidas. La pobreza no es solo una cuestión económica sino también el no poder satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas de una vida digna. Si por “vida digna” comprendemos el bienestar resuelto de lo primordial en la cotidianeidad, lo contrario es la nulidad de la decencia y la integridad.

En consecuencia, la pobreza es un verdugo mundial que no reconoce fronteras de ningún signo. Las personas bajo su yugo enfrentan a diario las privaciones más variadas. La historia de la humanidad ha practicado soluciones de diversa índole para llevarla a su fin y el enemigo más infranqueable son las acciones y omisiones de los estados y otros agentes económicos. Se ha sostenido que, muy a pesar de ello, no es inevitable erradicar la pobreza; existen medios para disminuirla con solo un ingrediente inteligente: coherencia en las políticas públicas nacionales e internacionales. La armonía en la complejidad de las soluciones podría ser un remedio real a los millones de personas que son absorbidas por la estructura de la escasez.

La FAO (Organización de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) ha determinado acertadamente que la pobreza no puede ser erradicada sin que se abarquen las profundas desigualdades en los ingresos y las oportunidades económicas entre y dentro de los países, entre las zonas rurales y urbanas, entre hombres y mujeres. Para reducir estas desigualdades habrá que comenzar con mejorar el acceso de los pobres a los recursos productivos, los servicios básicos y la protección social. Básicamente la implementación de objetivos de desarrollo sostenible.

Es hora de hablar con la palabra justa y reclamar que el trato debe ser justo porque como argentinos tenemos el mismo derecho a ello. El día internacional para la Erradicación de la pobreza debe ser observado cada año con el propósito de promover mayor conciencia sobre las necesidades, en particular en los países en desarrollo porque significa, precisamente, una de las prioridades del desarrollo.

Por todo lo expresado solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.