La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara de Diputados la celebración denominada como “El Reino de la Amistad” que se festeja cada 20 de octubre en la ciudad bonaerense de Chascomús.

Señor presidente:

En la ciudad de Chascomús, mucho antes de que el hombre llegara a la luna, un grupo de amigos decidió homenajear a uno de los vínculos más afectivo que tienen las personas, con el Día de la Amistad el 20 de octubre de 1946.

Esta ciudad y sus vecinos instauraron un “reino”, con autoridades y protocolos: con un rey, duques, ministros, embajadores, cortesanos, plebeyos y una asamblea. Todo como excusa para celebrar en pos de la amistad.

La historia del evento data de 1945, cuando un grupo de amigos decidió homenajear al vínculo de la amistad, se reunía en un tradicional bar “El National Bar”, donde surgió por Ángel Canatella, él era un conocidísimo vecino y bromista con muchos amigos, que, en tono de broma, pero “en serio” corono rey al propietario de aquel café, Manuel Costela, al que le dieron el nombre de Manuel I. Pronto esta idea se hizo muy popular en la localidad, tanto que llegó a construirse un Castillo para la celebración de un festejo que además de reivindicar a los amigos, hace lo mismo con el sentido del humor, utilizando sus propias reglas que transforma a la ciudad por un día en “El Reino de la Amistad”.

Las fiestas comenzaban con la llegada del rey del centro de la ciudad hacia el castillo donde era recibido con cañonazos para dar comienzo a la función de gala, grandes bailes y humoradas que duraron 5 años en la consideración pública de la ciudad. Si bien en un principio fue considerado un festejo donde sólo participaba un sector, este se fue ampliando con el correr del tiempo.

Después de 40 años, los actuales impulsores de volver a la vida del reino de la amistad, habitantes de Chascomús y amigos entre sí que frecuentaban otro bar tradicional de la zona, el bar Chiqui pensaron en hacer un tributo a ese reino y comenzaron a constituirlo con aquel formato del 20 de octubre de 1946 y designaron un nuevo rey, el dueño del bar Chiqui, Julio Cesar Medley, al que le dieron el nombre de Julio I.

Aunque en la actualidad se encuentre deteriorado, el castillo sigue siendo un lugar de encuentro para esta utopía, donde por un día cada año se festeja de manera peculiar el nexo que hace que las diferencias se borren entre las risas, los afectos y la concordancia entre los “plebeyos y aristócratas” de turno, dando así el valor y la importancia en términos de amistad como signo de igualdad.

Por tales motivos y en virtud de lo expuesto, solicito a mis pares, me acompañen con la aprobación del presente proyecto.