El Senado y Cámara de Diputados...

DIRECTIVA DE POLÍTICA DE DEFENSA NACIONAL. INCORPORACIÓN

Artículo 1°: Incorpórese a la Directiva de Política de Defensa Nacional y a cada una de las actualizaciones subsiguientes de la misma, la Directiva de Obtención de Medios para la Defensa la cual constará en un documento que contemple el presupuesto necesario con el fin de garantizar el financiamiento contribuyente a cumplir con las previsiones estratégicas y organizativas emanadas de la Directiva de Política de Defensa Nacional.

Artículo 2°: Facúltese al Poder Ejecutivo Nacional a reestructurar, modificar o reasignar las partidas presupuestarias que resulten necesarias para dar cumplimiento presupuestario efectivo a la Directiva de Política de Defensa Nacional.

Artículo 3°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

De acuerdo con lo prescripto en la legislación nacional vigente referida a la Defensa Nacional y sumado a las disposiciones doctrinarias militares conjuntas, le corresponde al Nivel Estratégico Nacional el empleo de todos los factores del potencial nacional contribuyendo al desarrollo del Instrumento militar para su empleo efectivo y disuasivo (Ley 23554, artículo 2°). En él, se ejerce la conducción del Estado a cargo del Presidente de la Nación, asistido por sus Ministros, Secretarios de Estado, el Jefe del Estado Mayor Conjunto y los Jefes de Estados Mayores Generales de las Fuerzas Armadas.

El Presidente de la Nación, según lo establece la Constitución Nacional en el artículo 99, inciso 14): “Dispone de las fuerzas armadas, y corre con su organización y distribución según las necesidades de la Nación”.

En tal sentido, en su carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, será responsable de la conducción del Instrumento Militar durante tiempos de paz, ante situaciones de crisis y durante la guerra, lo cual incluye, entre otras acciones:

1. Durante tiempos de paz

a. Tomar decisiones programáticas: capacidades de las fuerzas militares, preparación para el combate, número, tipo y grado de desarrollo de armamento.

b. Determinar su despliegue: dónde y cómo se asentarán o desplegarán.

c. Fijar el nivel de actividad: tareas a desarrollar para contribuir al logro de los objetivos o intereses nacionales.

d. Orientar el planeamiento y supervisar la acción del Instrumento Militar en el cumplimiento de misiones de principales y/o subsidiarias.

e. Disponer la vigilancia de los escenarios pasibles de evolucionar hacia situaciones de crisis, mediante la dirección y control de las acciones concurrentes y la aprobación de planes de contingencia.

2. Durante las crisis

a. Fijar objetivos estratégicos militares que contribuyan a alcanzar los objetivos políticos en juego.

b. Graduar la ejecución de acciones para el control de escaladas.

3. Durante la guerra

a. Asegurar que, mediante el empleo de las fuerzas militares, se obtengan los objetivos políticos perseguidos.

Con el objeto de llevar a cabo, desde el máximo nivel de conducción estratégica, una secuencia de instrucciones explícitas para cada ámbito involucrado en la Defensa Nacional, que asegure un adecuado nivel de coherencia estratégica, este proceso tiene su inicio por medio de la promulgación de la Directiva de Política de Defensa Nacional que emitirá cuadrienalmente el Presidente de la Nación, a propuesta del Ministerio de Defensa, a partir de la cual el Estado Mayor Conjunto, formulará el Planeamiento Estratégico Militar, correspondiente, sin perjuicio de las actualizaciones o adecuaciones que pudiera demandar la coyuntura estratégica o la necesidad de imponer nuevos objetivos al Instrumento Militar.

Este documento, de carácter sectorial, explicitará los lineamientos centrales de la política de defensa nacional y de la política militar, determinando los criterios y parámetros que orientarán la organización, el funcionamiento, la planificación, el empleo y la administración de los recursos humanos y materiales de las Fuerzas Armadas de manera sistémica y coherente, en el marco de la política del Estado Nacional.

Básicamente, la Directiva de Política de Defensa Nacional contiene:

• Diagnóstico y apreciación del escenario de defensa y seguridad global y regional, que identificará y analizará de manera precisa, las tendencias, riesgos y amenazas actuales a los intereses nacionales y, de ser factible, las eventuales para el mediano y largo plazo.

• Concepción y posicionamiento estratégico nacional en materia de defensa y los lineamientos centrales de la política de defensa nacional, con la descripción general de las acciones destinadas a prevenir o enfrentar los riesgos y amenazas oportunamente identificados y analizados.

• Determinación, establecimiento y/o actualización de los parámetros y criterios que deberán orientar y dirigir el accionar de las Fuerzas Armadas respecto de su estructuración y desarrollo orgánico funcional, doctrina, adiestramiento, planeamiento estratégico, despliegue, capacitación de personal y planificación, administración y empleo de recursos humanos y materiales disponibles, como así también a las tareas de modernización, recuperación y eventual adquisición de materiales.

Para el cumplimiento de la Directiva de Política de Defensa Nacional, es indispensable que en ella se incorpore el presupuesto necesario a fin de garantizar el financiamiento contribuyente a cumplir con las previsiones estratégicas y organizativas emanadas de dicha Directiva, situación la cual permitirá cumplir y operacionalizar en medios militares los intereses vitales y estratégicos que la nación persigue. Mas, no se puede soslayar el hecho que es una responsabilidad indelegable del Estado Nacional.

Asimismo, tal como se detalla en el cuadro que sigue, se pueden observar el Gasto Militar en series de datos devengados en el periodo comprendido entre 1994-2016. En dicho periodo los gastos en adquisiciones (incisos 4-4 y 4-3) oscilan entre un 1.5% a 3% del Gasto Militar. Para lo cual estos niveles de gastos no contribuyen a generar capacidad operativa genuina, dado que no contemplan las actualizaciones de material, el mantenimiento de performace relativa, y aumentos crecientes de costos por envejecimiento de material. Situación la cual, se observa en la columna de operaciones y mantenimiento donde a medida que envejece el capital bélico se observa un crecimiento directamente proporcional en dicho inciso, a excepción de los últimos años que bajo debido a que mucho material por su nivel de obsolescencia no ha operado con mucha frecuencia.

En este sentido, según relevamientos de datos a nivel mundial y regional muestran que los países con capacidad operativa genuina guardan una relación constante de Gasto Militar entre un 60%-40%, donde el 60 % es destinado a Gastos el Personal y dentro del 40 % entre un 15%-25% en adquisiciones y dejando la última porción del gasto para operaciones y mantenimiento. Si seguimos esta relación la República Argentina dista mucho de dichas proporciones de gasto.

Finalmente, cabe destacar que la cuestión central gira en torno a que si el Estado define un horizonte estratégico cuya operacionalización se traduce en misiones para el instrumento militar, es lógico como correlato de dicha previsión contemple el esfuerzo económico que conlleva dicho horizonte. En caso contrario, los planes no se pueden materializar.

Por los motivos antes expuestos, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto de Ley.