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PROYECTO DE TP


Expediente 2497-D-2017
Sumario: RECONOCIMIENTO A MARIA REMEDIOS DEL VALLE COMO "LA MADRE DE LA PATRIA".
Fecha: 12/05/2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 47
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


RENOCIMIENTO A MARIA REMEDIOS DEL VALLE COMO “LA MADRE DE LA PATRIA”
ARTICULO 1° — Reconocimiento. El Honorable Congreso de la Nación reconoce a María Remedios del Valle como "La Madre de la Patria".
ARTICULO 2° — Monumento. Se dispone erigir un monumento en homenaje a María Remedios del Valle, mujer afroargentina que luchó en las guerras de la independencia de nuestra Nación, a quién el General Belgrano nombró Capitana y ha merecido el mote de “Madre de la Patria”.
ARTICULO 3° — Lugar de emplazamiento. La autoridad de aplicación realizará las gestiones pertinentes y convocará en forma directa a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, para que evalúe y apruebe el emplazamiento del Monumento en la Plaza de Mayo, conforme Ley Nº 12.665. En el eventual caso de no ser posible el emplazamiento en dicho sitio, motivo de la denegatoria de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, la autoridad de aplicación convocará al jurado establecido en el Artículo 6º de la presente Ley a fin de proponer, evaluar y decidir un nuevo sitio de emplazamiento.
ARTICULO 4° — Placas. El Monumento deberá tener dos placas distintivas con las siguientes leyendas:
"María Remedios del Valle - Madre de la Patria.
Nacida en esta Ciudad entre los años 1766 y 1767, María Remedios fue una mujer negra que combatió como un soldado más durante la guerra de la Independencia, arriesgando su vida por la libertad de nuestra Patria. Belgrano no pudo más que rendirse ante la evidencia de su valor y la nombró "Capitana del Ejército", recibiendo el mote de "Madre de la Patria" por parte de la soldadesca.
María Remedios del Valle es una olvidada de la historia. Este Monumento la rescata de ese olvido y le rinde el homenaje que esta Patria le debe, a ella y a toda la comunidad Afrodescendiente de nuestra Nación."
"En un frío invierno de 1827, el General Juan José Viamonte, héroe de la Independencia, caminaba por la Plaza de la Recova, la actual Plaza de Mayo, cuando ‘La Capitana’ extendió su mano. Viamonte se detuvo sorprendido: la cara de esa mujer negra, canosa y vieja le resultaba familiar. Le preguntó su nombre. ‘María Remedios del Valle’, respondió. Viamonte hizo un silencio y luego gritó: `¡Pero si es la Madre de la Patria!´, ‘Es La Capitana!!, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína’ explicó a sus acompañantes. Conmovido, decidió ampararla y siendo diputado en la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, el 11 de octubre de 1827 presentó un proyecto para resarcir el injusto abandono en que se encontraba y otorgarle una pensión que reconociera los servicios prestados a la patria. Sin embargo, María Remedios no llegó a cobrar un solo peso, muriendo en la pobreza económica".
ARTICULO 5° — Concurso Público. Se encargará la realización del monumento a un/a artista que será propuesto/a por las Organizaciones de la Sociedad Civil que tengan como misión velar por la defensa de los derechos de las personas afrodescendientes. A tal fin, las organizaciones serán convocadas públicamente por la autoridad de aplicación conforme lo establezca la reglamentación. Cada organización podrá proponer como máximo dos artistas.
ARTICULO 6° — Jurado. El jurado encargado de la elección del/la artista se conformará por cinco (5) personas pertenecientes a Organizaciones de la Sociedad Civil que tengan como misión velar por la defensa de los derechos de las personas afrodescendientes. La composición del Jurado estará a cargo del Ministerio de Cultura de la Nación o el organismo que eventualmente lo reemplace en el futuro. El mismo ejercerá sus funciones con carácter honorario y su funcionamiento lo determinará la reglamentación.
ARTICULO 7° — Presupuesto. El costo total del monumento, incluyendo todas las etapas hasta el emplazamiento, y de la biografía establecida en el Artículo 8º, se imputarán a la partida presupuestaria correspondiente al Ministerio de Cultura de la Nación para el Ejercicio 2016.
ARTICULO 8° — Biografía. La autoridad de aplicación realizará una biografía de la vida y obra de María Remedios del Valle, la cual deberá ser aprobada por el Jurado establecido en el Artículo 6º de la presente Ley. Posterior a ello, publicará la misma y distribuirá ejemplares que deberán ser incorporados como material pedagógico en los establecimientos de educación oficial.
ARTICULO 9° — Inauguración. El monumento deberá inaugurarse el 25 de julio de año 2019, en el marco del "Día de las Mujeres Afrodescendientes". En tal fecha, la autoridad de aplicación publicará a su vez la biografía establecida en el Artículo 8º.
ARTICULO 10° — Autoridad de Aplicación. El Ministerio de Cultura de la Nación o el organismo que eventualmente la reemplace en el futuro, será la Autoridad de aplicación de la presente Ley.
ARTICULO 11° — Reglamentación. La reglamentación pertinente deberá realizarse dentro de los 60 días de promulgada la presente Ley, y el concurso establecido deberá llevarse a cabo dentro de los 90 días de dictada dicha reglamentación.
ARTICULO 12° — De forma. Comuníquese al PODER EJECUTIVO NACIONAL.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Introducción
A lo largo de toda la historia argentina, la visibilidad de los/as afrodescendientes fue erosionada desde varios frentes. La historia nacional se escribía prescindiendo de la presencia africana y afroargentina, y los censos nacionales postulaban que el pueblo argentino ya era “casi blanco”. La sociedad argentina, y los discursos que la construyeron, fueron pródigos en exclusiones.
Se hace necesario comenzar esta fundamentación desterrando el mito de la desaparición de los negros y las negras de nuestro país, para sacar a flote la historia de una comunidad oprimida e invisibilizada, que ha realizado fundamentales aportes a la conformación de la Nación Argentina.
A través de este Proyecto de Ley se busca rescatar del olvido a María Remedios del Valle, una mujer negra y argentina, que combatió como un soldado más durante la guerra de la Independencia, arriesgando su vida por la libertad de nuestra Patria. Mujer que Belgrano nombró "Capitana del Ejército" y recibió el mote de "Madre de la Patria" por parte de la soldadesca. Otorgarle este reconocimiento no es más que darle a ella y a toda la comunidad afroargentina sólo una ínfima parte de aquella reparación histórica que este Estado les adeuda.
La “Madre de la Patria”
María Remedios del Valle, de raíces africanas, nació en esta ciudad porteña, entonces Capital del Virreinato del Río de la Plata, entre el año 1766 y 1767 .
Las primeras líneas de su heroica pero olvidada historia, se empezaron a escribir cuando María Remedios participó en el Cuerpo de Andaluces, que defendió la Ciudad en las Invasiones Inglesas. “Durante la campaña de Barracas, asistió y guardó las mochilas para aligerar su marcha en los Corrales de Miserere”, escibió el comandante de ese cuerpo de combate.
Producida la Revolución de Mayo en 1810, se organiza la primera expedición auxiliadora al Alto Perú, que luego se denominaría “Ejército del Norte”, y es el 6 de julio de 1810 cuando María Remedios del Valle se incorpora a ella, bajo el mando de Ortiz de Campo, junto con su marido y sus dos hijos, quienes no sobrevivirían a la Campaña. A pesar de la enorme pérdida, ella continuó atendiendo a los heridos de las primeras líneas del Ejército. Así también animó y alentó a los soldados en el fragor del combate.
Se halló en todos los hechos de armas en que se encontró aquel Ejército, habiendo marchado en la división del comandante Bernardo de Anzoátegui, con la cual llegó hasta la villa de Potosí en diciembre de 1810. Estuvo en el denominado "Desastre del Desaguadero", el 20 de junio de 1811 y en el retroceso que siguió a esta derrota. María Remedios marchó al frente con la división de Anzoátegui y siguió después desde Potosí, a las órdenes del Teniente Coronel Bolaños, hasta llegar a Jujuy.
“Fue parte del ejército compuesto por 1500 hombres, cuyas dos terceras partes formaban parte de la caballería –de los cuales sólo 600 poseían armas de fuego– y que contaba con apenas diez piezas de artillería. Esta escasez de fuerzas no le impidió protagonizar hechos gloriosos de nuestra historia, como el decisivo Éxodo Jujeño, que determinó el fin del avance de las tropas enemigas, y las victorias en las batallas de Tucumán y Salta. Durante las vísperas de la Batalla de Tucumán, Del Valle se presentó ante Belgrano para solicitarle que le permitiera atender a los heridos de las primeras líneas de combate. Belgrano, siempre reacio a la participación femenina en sus tropas, le negó el permiso. Pero esa mujer era empecinada. Durante la contienda, se filtró entre las líneas de retaguardia y llegó al centro de la conflagración, donde asistió y alentó a los soldados a batir al enemigo. La soldadesca, que era consciente del rol histórico que cumplía en esa lucha denodada contra los realistas, comenzó a llamarla la “Madre de la Patria”. Belgrano no pudo más que rendirse ante la evidencia de su valor y la nombró Capitana de su ejército. […]”
María Remedios fue una de las célebres “Niñas de Ayohúma”. En ésta batalla, que significó una terrible derrota para las fuerzas patrióticas conducidas por Belgrano en 1813, peleó a la par de sus compañeros. Los españoles apresaron a 500 soldados, entre los que se encontraba “La Capitana”. “ […] Los realistas se encarnizaron con Del Valle: fue sometida a nueve días de azotes públicos. Una medida ejemplificadora: la saña sólo se explica como una decisión de sus captores para que su actitud no cundiera: a las mujeres les estaba vedado el arte de la guerra; a las negras, el espíritu de la heroicidad. Pudo escapar y regresó a las escuadras belgranenses. (…) Continuó empuñando las armas y ayudando a los heridos en los hospitales de campaña. Nunca perdió el mote de ‘Madre de la Patria’ entre la soldadesca y seguía con la fiebre de los fanáticos los derroteros de la bandera celeste y blanca. [...]”
María Remedios estuvo siete veces "en capilla", es decir, a punto de ser fusilada. A lo largo de su carrera militar recibió seis heridas graves de bala. Finalizada la guerra, Del Valle regresó a la Ciudad de Buenos Aires, donde, como muchos otros héroes/heroínas nacionales, fue olvidada. María Remedios, sumida en la pobreza, tuvo que mendigar para subsistir. Relata el escritor, historiador y jurisconsulto salteño Carlos Ibarguren (1877-1956), que María Remedios vivía en un rancho en la zona de quintas, en las afueras de la ciudad, y frecuentaba los atrios de las iglesias de San Francisco, Santo Domingo y San Ignacio, así como la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) ofreciendo pasteles y tortas fritas, o mendigando, lo que junto a las sobras que recibía de los conventos le permitía sobrevivir. Se hacía llamar “la Capitana” y solía mostrar las cicatrices de los brazos y relatar que las había recibido en la Guerra de la Independencia, consiguiendo solo que quienes la oían pensaran que estaba loca o senil.
“En la recova de la plaza de la Victoria o en el atrio de San Francisco, de San Ignacio o de Santo Domingo, veíase arrebujada en un manto de bayetón oscuro a una vieja mendiga, conocida en el barrio con el apodo de “La Capitana”, su figura era familiar a los vecinos: encorvada y magra, diríase la imagen mísera de la senectud con su tez terrosa y arrugada, su boca hundida sin dientes y sus ojos empañados.
Con voz débil ofrecía en venta a los transeúntes pasteles, tortas fritas o fruta que llevaba en una batea; a veces imploraba, por el amor de Dios, una limosna […] Aterida de frío en invierno, chapaleando barro bajo la lluvia o sofocada por el sol de enero, recorría el mismo trayecto cotidiano en procura de su pan. Era cliente de los conventos donde comía la sobra y los desperdicios que le daban” .
En octubre de 1826, María Remedios, a través del Diputado Manuel Rico, presentó un pedido para que se reconociera, mediante una pensión, los servicios prestados a la Patria y la pérdida de su esposo e hijos. En su fundamentación, el Diputado expuso:
“Doña María Remedios del Valle, capitana de Ejército, a V.S. debidamente expone: que desde el primer grito de la Revolución tiene el honor de haber sostenido la justa causa de la Independencia, de una de aquellas maneras que suelen servir de admiración a la Historia de los Pueblos: Si Señor Inspector, aunque aparezca envanecida presuntuosamente la que representa, ella no exagera a la Patria sus servicios, sino a que se refiere con su acostumbrado natural carácter lo que ha padecido por contribuir al logro de la independencia de su patrio suelo que felizmente disfruta. Si los primeros opresores del suelo americano aún miran con un terror respetuoso los nombres de Caupolicán y Galvarino, los disputadores de nuestros derechos por someternos al estrecho círculo de esclavitud en que nos sumergieron sus padres, quizá recordarán el nombre de la Capitana patriota María de los Remedios para admirar su firmeza de alma, su amor patrio y su obstinación en la salvación y libertad american. (…).[María Remedios], quien por alimentar a los jefes, oficiales y tropas que se hallaban prisioneros por los realistas, por conservarlos, aliviarlos y aún proporcionarles la fuga a muchos, fue sentenciada por los caudillos enemigos Pezuela, Ramírez y Tacón, a ser azotada públicamente por nueve días con quien por conducir correspondencia e influir a tomar las armas contra los opresores americanos, y batídose con ellos, ha estado siete veces en capilla: con quien por su arrojo, denuedo y resolución con las armas en la mano, y sin ellas, ha recibido seis heridas de bala, todas graves: con quien ha perdido en campaña disputando la salvación de su Patria su hijo propio, otro adoptivo y su esposo!!!: con quien mientras fue útil logró verse enrolada en el Estado Mayor del Ejército Auxiliar del Perú como capitana; con sueldo, según se daba a los demás asistentes y demás consideraciones de su vida a su empleo. Ya no es útil y ha quedado abandonada sin subsistencia, sin salud, sin amparo y mendigando. La que representa ha hecho toda la campaña del Alto Perú; ella tiene un derecho a la gratitud argentina, y es ahora que lo reclama por su infelicidad. Manuel Rico, Buenos Aires, 23 de octubre de 1826. (…) Doña María Remedios del Valle […] suplica que previo derechos e informes, sea ajustada y satisfecha y se le otorgue la recompensa que se crea justa a su mérito, si su color no le hace indigna al derecho que le otorga al mérito y a las virtudes” .
El 24 de marzo de 1827, el Ministro de Guerra de la Nación, General Francisco Fernández de la Cruz, rechazó el pedido recomendando dirigirse a la Legislatura Provincial ya que no estaba “en las facultades del Gobierno conceder gracia alguna que importe erogación al Erario.”
En un frío invierno de 1827, “el General Juan José Viamonte, héroe de la Independencia, caminaba por la Plaza de la Recova, la actual Plaza de Mayo, cuando ‘La Capitana’ extendió su mano. Viamonte se detuvo sorprendido: la cara de esa mujer negra, canosa y vieja le resultaba familiar. Le preguntó su nombre. ‘María Remedios del Valle’, respondió la anciana. Viamonte hizo un silencio y luego gritó: “¡Pero si es la Madre de la Patria!”. “[…] ‘Es , la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína’ explicó a sus acompañantes. Conmovido, decidió ampararla y, diputado en la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, el 11 de octubre de 1827 presentó un proyecto para resarcir el injusto abandono en que se encontraba y otorgarle una pensión que reconociera los servicios prestados a la patria. […]”
Recién nueve meses después se trataría aquella propuesta, en la sesión del 18 de julio de 1828. Según el Diario de Sesiones n°115 de la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, al abrirse el tratamiento el Diputado Marcelo Gamboa solicitó documentos que acreditaran el merecimiento de la pensión. Ante este pedido Viamonte argumentó:
“Yo no hubiera tomado la palabra porque me cuesta mucho trabajo hablar, si no hubiese visto que se echan de menos documentos y datos. Yo conocí a esta mujer en el Alto Perú y la reconozco ahora aquí, cuando vive pidiendo limosna. Esta mujer es realmente una benemérita. Ella ha seguido al Ejército de la Patria desde el año 1810. Es conocida desde el primer general hasta el último oficial en todo el Ejército. Es bien digna de ser atendida: presenta su cuerpo lleno de heridas de balas y lleno, además, de cicatrices de azotes recibidos de los españoles. No se la debe dejar pedir limosna [...] Después de haber dicho esto, creo que no habrá necesidad de más documentos.”
Agregó: “La que representa es singular mujer en su patriotismo. Ella ha seguido al Ejército del Perú en todo el tiempo que tuve el mando en él: salió de ésta con las tropas que abrieron los cimientos a la independencia del país: fue natural conocerla, como debe serlo, por cuantos hayan servido en el Perú: la dejé en Jujuy después del contraste del Ejército sobre el Desaguadero. Infiero las calamidades que ha sufrido, pues manifiesta las heridas que ha recibido; no puede negársele un respeto patriótico. Es lo menos que puedo decir sobre la desgraciada María de los Remedios, que mendiga su subsistencia.”
Sostuvo asimismo: “Desde el año 1810 hasta 1814, que me hallé en el Ejército del Perú, siempre fueron relevantes los servicios de esta benemérita mujer, así en la asistencia de los heridos y enfermos, como en las guerrillas” .
Tomás de Anchorena, ante la resistencia de algunos Diputados, expresó indignado:
“Yo me hallaba de secretario del general Belgrano cuando esta mujer estaba en el ejército, y no había acción en la que ella pudiera tomar parte que no la tomase, y en unos términos que podía ponerse en competencia con el soldado más valiente; era la admiración del General, de los oficiales y de todos cuantos acompañaban al ejército. Ella en medio de ese valor tenía una virtud a toda prueba y presentaré un hecho que la manifiesta: El General Belgrano, creo que ha sido el general más riguroso, no permitió que siguiese ninguna mujer al ejercito; y esta María Remedios del Valle era la única que tenía facultad para seguirlo [….] Ella era el paño de lágrimas, sin el menor interés de jefes y oficiales. Yo los he oído a todos a voz pública, hacer elogios de esta mujer por esa oficiosidad y caridad con que cuidaba a los hombres en la desgracia y miseria en que quedaban después de una acción de guerra: sin piernas unos, y otros sin brazos, sin tener auxilios ni recursos para remediar sus dolencias. De esta clase era esta mujer. Si no me engaño el General Belgrano le dio el título de Capitán del Ejército. No tengo presente si fue en el Tucumán o en Salta, que después de esa sangrienta acción en que entre muertos y heridos quedaron 700 hombres sobre el campo, oí al mismo Belgrano ponderar la oficiosidad y el esmero de esta mujer en asistir a todos los heridos que ella podía socorrer […] Una mujer tan singular como esta entre nosotros debe ser el objeto de la admiración de cada ciudadano, y a donde quiera que vaya debía ser recibida en brazos y auxiliada con preferencia a una general; porque véase cuanto se realza el mérito de esta mujer en su misma clase respecto a otra superior, porque precisamente esta misma calidad es la que más la recomienda” .
Luego de un arduo e intenso debate, la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires decidió otorgarle “el sueldo correspondiente al grado de capitán de infantería, que se le abonará desde el 15 de marzo de 1827 en que inició su solicitud ante el Gobierno”. A pedido del diputado por la ciudad Ceferino Lagos se votó crear una comisión que “componga una biografía de esta mujer y se mande a imprimir y publicar en los periódicos, que se haga un monumento y que la comisión presente el diseño de él y el presupuesto” .
Finalmente la Sala se expidió en una escueta resolución: “Julio 18 de 1928. Acordado: Se concede a la suplicante el sueldo de capitán de infantería, que se le abonará desde el 15 de marzo de 1827 […]. Lahitte, secretario”. Esta pensión sólo consistía en treinta pesos mensuales, a razón de un peso por día en una Ciudad en donde la libra de aceite rondaba $ 1,45, la de carne $ 2 y la de yerba $ 0,70 .
Sin embargo, María Remedios murió en la pobreza, sin cobrar un solo peso, sin monumento ni biografía que cuente su historia.
“[…] Muchas veces se debatió sobre a quién le correspondía el título de 'Padre de la Patria', si a Belgrano o a José de San Martín. Sin embargo, ninguna corriente se detuvo a analizar qué mujer podía detentar el rol de 'Madre de la Patria'. Qué figura femenina podía ostentar las virtudes del valor, la abnegación, el patriotismo y haber formado parte de un proyecto político de liberación en los tempranos años de la Argentina. […] María Remedios del Valle reúne los antecedentes necesarios para ser honrada con ese título. Como tantos otros héroes nacionales, posee una característica que los iguala: es una olvidada. Fue eliminada de la memoria historiográfica y del registro del imaginario popular. Además, era negra y pobre. Rasgos que ciertos arquitectos del relato de la patria quisieran extraviar.”
El motivo que lleva a elegir a la Plaza de Mayo como el lugar en donde emplazar el monumento en homenaje a María Remedios del Valle, es que es un lugar significativo y central en la historia de su vida. Es allí en donde ha pasado sus últimos días, mendigando para subsistir, con la esperanza tal vez de recibir algún día la tan esperada retribución por los servicios prestados a la Patria. Retribución que nunca llegó. Y como consecuencia de la invisibilización de su historia, fenómeno que del que ha sido víctima toda la comunidad afrodescendiente a lo largo de toda la historia argentina, es que se establece colocar una placa que relate en forma breve su historia.
Por todos los motivos expuesto, y porque es necesario llevar adelante acciones tendientes a reivindicar a la comunidad afrodescendiente de nuestro país, es que solicitamos la aprobación de este Proyecto de Ley .
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
DE PONTI, LUCILA MARIA SANTA FE PERONISMO PARA LA VICTORIA
GROSSO, LEONARDO BUENOS AIRES PERONISMO PARA LA VICTORIA
HORNE, SILVIA RENEE RIO NEGRO PERONISMO PARA LA VICTORIA
FERREYRA, ARACELI CORRIENTES PERONISMO PARA LA VICTORIA
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 1694-D-19