PROYECTO DE TP


Expediente 2461-D-2018
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LA DECISION DEL GOBIERNO ARGENTINO DE ABANDONAR TEMPORALMENTE LA UNION DE NACIONES SURAMERICANAS.
Fecha: 26/04/2018
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 37
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Expresar su más profunda preocupación por la decisión del gobierno argentino de abandonar temporalmente la Unión de Naciones Suramericanas; reiterar su compromiso con todos los procesos de integración a nivel sudamericano, latinoamericano y caribeño, tanto por razones históricas, culturales y geográficas, como también por el interés estratégico de dicha integra-ción; e instar a que los representantes del gobierno argentino continúen participando en las distintas instancias de la UNASUR que se convoquen desde la Presidencia Pro Tempore.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El pasado 20 de abril del corriente año Argentina junto a otros cinco países de la región anunciaron su decisión de suspender su participación en la Unasur, la organización creada una década atrás para inte-grar a los doce países del continente.
En una carta dirigida al canciller de Bolivia, a cargo de la presidencia pro témpore, los seis países renun-ciantes expresaron su “extrema disconformidad” por la situación que atraviesa el organismo que no pudo designar a un nuevo secretario general que reemplace al colombiano Ernesto Samper por falta de consenso, con las consecuencias de desorden administrativo que puede generar eso.
“Los países firmantes han decidido no participar en las distintas instancias de Unasur a partir de la fe-cha hasta tanto no se produzcan resultados concretos en el curso de las próximas semanas que garan-ticen el funcionamiento adecuado de la organización. Al mismo tiempo, los países analizarán posibles cursos de acción”, fue el llamativo tono de ultimátum que utilizaron en el escrito los gobiernos de Ar-gentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay. De paso, cuestionaron “los objetivos de la Unasur, su estructura y métodos de trabajo, incluido su mecanismo de toma de decisiones”, se anuncia en dicha carta.
El canciller boliviano, Fernando Huanacuni, confirmó la recepción de la carta cuando llegó a Quito, justamente para asumir en el nuevo cargo en la moderna sede de la Unasur “Néstor Kirchner”, que tiene una estatua del ex presidente argentino en su entrada. Huanacuni adelantó que buscará organizar una cumbre urgente de los cancilleres sudamericanos para la designación del nuevo secretario general y reivindicó el diálogo como instrumento para encontrar una solución a la crisis. Con todo, reconoció que hoy el equilibrio en la región viró hacia otras direcciones. “El grupo llamado de Lima y la Alianza del Pacífico han cobrado una fuerza muy importante. Eso es evidente”, agregó.
El origen de la Unasur se remonta a 2004, cuando por impulso del entonces presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y el ex presidente argentino Eduardo Duhalde se reunió en la altura de Cusco –de hecho, Duhalde se apunó– la Comunidad Sudamericana de Naciones. Aunque no fue hasta 2008 que se lanzó formalmente la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que todavía tardó un tiempo más en ser aprobada por los Parlamentos de los países integrantes. Una de sus características principales fue que las decisiones debían tomarse por consenso, es decir, con el acuerdo de sus doce miembros, una reserva que tomaron países como Colombia y Chile que no querían quedar supeditados a la amplia ma-yoría que en aquel entonces tenían los gobiernos progresistas.
De movida, con el impulso que le dieron Lula, Cristina Kirchner, Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Mo-rales, principalmente, se mostró como un organismo activo y con mucho más contenido político que lo habitual en las instituciones regionales. Su primera intervención de importancia fue cuando se reunió de urgencia para expresar su apoyo institucional a Evo Morales y enviar una misión a Bolivia para investi-gar la matanza de campesinos en Pando. A partir de ahí se volvió una costumbre la convocatoria a cumbres de urgencia para discutir las crisis políticas en la región: ocurriría con el motín policial que en-frentó a Rafael Correa en Ecuador y el golpe legislativo que derrocó a Fernando Lugo en Paraguay. Lo novedoso fue lograr la solución de conflictos de manera autónoma, sin intervención de Estados Uni-dos, como fue habitual durante el siglo pasado.
Néstor Kirchner surgió como fuerte candidato para ser el primer secretario ejecutivo del organismo, pero su nombramiento llevó tiempo debido al veto del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, enoja-do con él por el conflicto de las pasteras. Finalmente, Kirchner resultaría electo en mayo 2010, apenas cinco meses antes de su muerte. Le alcanzó para encabezar una exitosa tarea de mediación entre los gobiernos de Venezuela y Colombia, en una crisis bilateral por la actuación de las FARC. Justamente, como parte de ese acuerdo, a su muerte lo sucederían en la secretaría primero un venezolano –Alí Ro-dríguez– y luego una colombiana –María Holguín–.
El fallecimiento de Hugo Chávez –un gran impulsor de imaginativas iniciativas “sureñas” como el Gaso-ducto del Sur, el Banco del Sur y hasta el Tren del Sur– resultó otro golpe para el bloque, que fue per-diendo dinamismo. La llegada de Mauricio Macri y de Michel Temer a las presidencias de Argentina y de Brasil terminó por enfriar definitivamente su funcionamiento. El impulso, por ahora con escasos resul-tados, es para los bloques que apuntan a los negocios con el mundo desarrollado como la Alianza del Pacífico o el Tratado de Libre Comercio Mercosur-Unión Europea.
En la reciente Cumbre de las Américas, en Perú, los actuales mandatarios de la región buscaron mostrar una postal del nuevo orden, en el que Estados Unidos es un aliado y Venezuela un enemigo. Les falló Donald Trump, ocupado en bombardear Siria. Como coletazo, seis países suscribieron la carta de sus-pensión de membresía de la Unasur el día que Bolivia, otro país del eje bolivariano, asumía la conduc-ción.
La presidencia pro témpore previa a la de Bolivia la ocupó Argentina que hizo poco y nada por avanzar en la organización del organismo, algo que fue puesto como motivo principal de la deserción del sexte-to. En estos meses, el único nombre que se echó al ruedo como posible reemplazante de Samper en la secretaría ejecutiva fue el del ex senador y actual embajador argentino en Chile, José Octavio Bordón, pero no tuvo consenso de parte de los países bolivarianos.
Un anticipo de lo que se venía fue que ante la exorbitancia de la detención de Lula por supuesta corrup-ción por un departamento que nunca ocupó, la Unasur se haya mantenido en absoluto silencio. Justo tratándose de Lula, el principal impulsor de la constitución del bloque y quien gestó algunos de sus acuerdos más importantes como el firmado con la Liga Arabe y con Africa. También la constitución del Consejo de Defensa Suramericano, una iniciativa que aspiraba a enterrar definitivamente la desconfian-za que alguna vez existió entre los países de la región en materia de seguridad y equipamiento militar.
Como tantos otros avances regionales UNASUR a partir de esta resolución pueden quedar perdidos.
Consideramos que es de fundamental importancia que el Congreso Nacional tenga una protagónica intervención en relación a la participación de nuestro país en foros multilaterales, en especial cuando se trate de organismos regionales en los cuales dicha participación haya sido aprobada por ley del Con-greso Nacional.
Es por todo lo expuesto que solicito a mis colegas que me acompañen en la aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA CIUDAD de BUENOS AIRES LIBRES DEL SUR
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Comisión
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