La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación el día 07 de mayo del 2019, fecha en la que se conmemora el “Centenario del Nacimiento de María Eva Duarte de Perón”.

Señor presidente:

Consideramos necesario declarar expresamente nuestro homenaje a la Señora María Eva Duarte de Perón, al conmemorarse el día 07 de mayo de 2019, el centenario de su natalicio.

María Eva Duarte nació en Los Toldos, pueblo de la Provincia de Buenos Aires, el 07 de mayo de 1919; la hija menor de Juana Ibarguren y Juan Duarte, su familia estaba constituida por tres hermanas mujeres y un hermano, Juan Duarte, que era la debilidad de Evita.

A los 15 años Evita decide viajar a Buenos Aires a iniciar su carrera artística por la cual sentía vocación e impulso juvenil. Durante 10 años trabajó en la radio, el cine y el teatro, siendo parte de prestigiosas compañías de la época. En 1944 fue elegida presidenta de la Asociación Radial Argentina, grupo gremial y solidario de trabajadores radiales del que había sido una de sus fundadores en 1943.

Su vida, sin embargo, habría de cambiar definitivamente el 22 de enero de 1944, cuando en un festival artístico realizado en el Luna Park, conoció al entonces Coronel Juan Domingo Perón.

En su Libro “LA RAZÓN DE MI VIDA”, ella cuenta cómo fue ese encuentro, al que define como su “…día más maravilloso…”. De ese momento tan decisivo para su historia dijo: “… me puse a su lado. Quizás eso le llamó la atención y cuando pudo escucharme, atiné a decirle, con mi mejor palabra: Sí es como usted dice, la causa del Pueblo, su propia causa, por muy lejos que haya que ir en el sacrificio, no dejaré de estar a su lado hasta desfallecer…”. Los acontecimientos que se sucedieron años más tarde, desafortunadamente harían realidad ese presagio de entrega total, hasta su propia vida.

Desde aquel 22 de enero en que tuvo lugar el decisivo encuentro, la pareja jamás pudo separarse. Respecto a ese primer encuentro se han narrado múltiples historias, así como de los años anteriores de la vida de Evita y sobre su relación con Perón. Teniendo en cuenta la estructura

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netamente conservadora y su visión maniquea del mundo que caracterizaban a las clases dominantes en la Argentina, es posible comprender por qué se han urdido tantas calumnias a su alrededor.

Perón era un Coronel que conducía la Secretaria de Trabajo y Previsión y, desde allí, había realizado grandes trasformaciones sociales de la elevado de las condiciones de los derechos legales de los trabajadores, hasta ese momento dictadas por las patronales para su propio beneficio con la complicidad de los gobiernos de turno.

El 17 de octubre de 1945,luego del discurso del General Juan Domingo Perón, Evita dijo: “Es el pueblo trabajador, es el pueblo humilde de la patria, que aquí y en todo el país está de pie y lo seguirá a Perón, el líder del pueblo, el líder de la humanidad, porque ha levantado la bandera de redención y de justicia de las masas trabajadoras; lo seguirá contra la opresión de los traidores de adentro y de afuera, que en la oscuridad de la noche quieren dejar el veneno de sus víboras en el alma y en el cuerpo de Perón, que es el alma y el cuerpo de la patria. No lo conseguirán, porque aquí estamos los hombres y las mujeres del pueblo, mi General, para custodiar vuestros sueños y para vigilar vuestra vida, porque es la vida de la patria, porque es la vida de las futuras generaciones, que no nos perdonarían jamás que no hubiéramos cuidado a un hombre de los quilates del General Perón, que acunó los sueños de todos los argentinos, en especial del pueblo trabajador.

El 22 de octubre de 1945, contrajeron matrimonio Perón y Evita, en el Registro Civil de la cuidad de Junín y el matrimonio religioso se consagró, dos días después en la Iglesia de San Francisco, en la Cuidad de la Plata. De ahí en adelante Evita acompaño a Perón, no ya como la decorativa figura de la simple esposa del candidato sino actuando a su par, y antes de finalizar el año participo en su primera gira electoral en la que visitaron Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Santa Fe, entre otras.

Primera dama de los argentinos desde el año 1946, en tan solo siete años de vida pública rompió con todos los precedentes históricos y definió una modalidad política no vista hasta entonces. Comenzaba así su apasionada lucha contra la pobreza, las injustas

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que como tantas otras enseñanzas aún nos motiva y nos impulsa: “…donde hay una necesidad hay un derecho…”

Formalmente ese instrumento social que necesitaba Evita nació el 8 de julio de 1948, por el decreto 20.564/48, otorgándosele personería jurídica a su nombre FUNDACION MARIA EVA DUARTE de PERON. Luego por el decreto 20.468 del 25 de septiembre de 1950 paso a llamarse FUNDACION EVA PERON, nombre que conservó hasta después del siniestro golpe militar de 1955. A partir de su oficialización el 8 de julio de 1948 y debido a su incontenible crecimiento por la descomunal tarea desarrollada, Evita traslado sus oficinas y la estructura operativa de la Fundación para atender a la gente y sus necesidades a las oficinas del Consejo Deliberante, donde había funcionado la antigua Secretaria de Trabajo. El 5 de diciembre de 1949, en el desarrollo del Primer Congreso Americano de Medicina del Trabajo, explicó en su discurso para que fue creada la Fundación Eva Perón, “…la Fundación fue creada para cubrir lagunas en la organización nacional, porque en todo el país donde se realiza una obra, siempre hay lagunas que cubrir y para ello se debe estar pronto para realizar una acción rápida, directa y eficaz…”.

El 8 de octubre de 1944 se sanciono el Estatuto del Peón Rural (Ley N° 28.169). En noviembre de 1944 Perón se adelantó a la recepción del Estatuto diciendo “yo sé que el Estatuto del Peón ha sido, es y será resistido, pero sé también que ha sido, es y será indispensable establecerlo. Por medio del decreto-ley 33302/1945 y ratificado por la ley 12921, del 21 de diciembre de 1946, se tenía por objeto permitir que los sectores más humildes, los trabajadores, pudieran acceder a un sueldo anual complementario, Justicia Social y sobre todo de recuperación de la confianza de millones de argentinos en el poder que gobernaba, ya que ganaban su sustento con el esfuerzo cotidiano.

En el año 1947 fue ratificado por el General Juan Domingo Perón; también ese año, se creó la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (FATRE), antecedente de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE)

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El deporte fue otra de las líneas del trabajo social de la Fundación que a partir de 1948 patrocino los Campeonatos Infantiles de Fútbol y que con el tiempo terminaron denominándose Campeonatos Infantiles Evita, que se desarrollaban paralelamente con los Campeonatos Juveniles Juan Perón.

En el año 1951 Evita desde La Fundación Eva Perón, les donó a la Confederación General del Trabajo (CGT) el edificio, sede de Azopardo 802, ya entonces consolidada como la casa de los trabajadores sindicalizados y peronistas.

El 11 de noviembre de 1951 cuando Juan Domingo Perón lograba la reelección. El voto femenino era un reclamo histórico de los movimientos feministas, que exigían la igualdad de derechos, deberes y oportunidades entre las mujeres y los hombres.

La ley llevó el número 13.010, estableciendo que “las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos…”. El 23 de septiembre, Perón y su Ministro Ángel Borlenghi firmaron el decreto de promulgación; cuatro años más tarde, las mujeres votaban por primera vez.

Discurso de Evita a las mujeres respecto a la ley que daba derecho a al sufragio femenino: “Mujeres de mi patria: recibo en este instante de manos del gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo entre vosotras con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria. Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas. Por eso hay en ella crispación de indignación, sombra de ataques amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales. Y eso último se traduce en la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional.”

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Junto a ella trabajaron valiosas mujeres como por ejemplo Nélida de Miguel, en la noble y loable tarea de las censistas, acercándose al pueblo, tomando datos sobre su salud, educación, trabajo a fines de ocuparse de elevar la calidad de vida de todos.

El amor a los necesitados, brindarle su corazón al pobre, el dejar jirones de su vida en una lucha sin cuartel por redimir a los marginados, el abrir sus brazos cual laica redentora para que los niños y los ancianos fueran a ella, le hizo ganar el corazón de Dios.

Mujer inalcanzable, y con un incondicional amor a su pueblo, a sus cabecitas negras a sus descamisados. Y así lo logro, desde su profundo compromiso existencial, le dijo a Perón antes de morir, “Perón no te olvides de los trabajadores”.

Porque desde sus mensajes y el ejemplar recuerdo de su lucha por la dignidad de las personas, por la Justicia Social en la amplia y abarcativa concepción que significa, que no era la culposa beneficencia para engañar al hambriento o impulsarlo a la resignación de la injusticia, nos convoca permanentemente.

Por todo lo expuesto, es que solicito el acompañamiento de mis pares al presente proyecto.