La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a la decisión del gobierno argentino de abandonar la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), medida que fue formalizada con la denuncia de su Tratado Constitutivo, concretada por medio de una comunicación dirigida a la República del Ecuador en su calidad de Depositario y de una nota detallada al Presidente Pro Tempore del organismo, el Canciller del Estado Plurinacional de Bolivia.

Señor presidente:

De acuerdo con la información para la prensa N° 145/19 publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, el gobierno de nuestro país denunció el 12 de abril de 2019 el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), a través de una comunicación dirigida a la República del Ecuador en su calidad de Depositario y de una nota detallada al Presidente Pro Tempore de este organismo regional, el canciller del Estado Plurinacional de Bolivia, Diego Pary Rodríguez.

Según informa nuestra cancillería, la decisión “fue tomada en el marco de la crisis que aqueja a ese Organismo, manifestada en la acefalía de la Secretaría General por más de dos años, así como una agenda con alto contenido ideológico y muy alejada de sus objetivos iniciales y el desorden administrativo que prevaleció en la organización los últimos tiempos”. Asimismo, la comunicación oficial señala que el “diagnóstico sobre la situación de la UNASUR es compartido por varios países de la región, algunos de los cuales, tal el caso de Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, también tomaron la decisión de retirarse de la Unión”. Para concluir, en una manifestación de verdadero cinismo político e intelectual, la cartera que comanda Jorge Faurie informa que el gobierno de Macri, al adoptar esta decisión, “ratificó su vocación y voluntad integracionista” (https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/la-argentina-se-retira-de-la-unasur)

La decisión había sido anticipada en 2018, cuando nuestro país suspendió su participación en la UNASUR, pero el pasado 22 de marzo tomó verdadera densidad cuando los mandatarios de los gobiernos conservadores de la región se reunieron en Santiago de Chile para crear el Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR). Este espacio regional, creado por iniciativa de los presidentes de Colombia y de Chile, Iván Duque y Sebastián Piñera, se inscribe en un alineamiento automático y acrítico con la Casa Blanca, cuyo principal objetivo es el cambio de eje geopolítico en línea con la creciente confrontación del gobierno de Donald Trump con la República Popular China. En lo estrictamente referido a la región suramericana, la meta inmediata de PROSUR –según se desprende de las declaraciones y acciones de los funcionarios de los gobiernos que lo componen– pareciera ser la búsqueda del derrocamiento del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, a cargo del presidente Nicolás Maduro.

Con la salida de la UNASUR, el gobierno argentino fuerza la interpretación legal y técnica de un acuerdo suscripto entre Estados, que fue ratificado por los Parlamentos de todos los países miembro. Debe recordarse que la Argentina aprobó el Tratado Constitutivo del organismo por unanimidad el 10 de junio de 2010, por lo que el Poder Ejecutivo debería haber consultado al Congreso de la Nación a los efectos de obtener una ley que le permitiese denunciar dicho tratado alcanzado entre Estados soberanos.

En este contexto, la decisión de abandonar la UNASUR, además de expresar una subordinación automática con Washington, exhibe una deliberada decisión de debilitar tanto el MERCOSUR como el PARLASUR. Asimismo, la política exterior impulsada por el gobierno de Macri desde su asunción en diciembre de 2015 ha abonado sistemáticamente la destrucción de la UNASUR, organismo que se ha probado de enorme valor para la distensión subregional en conflictos como la ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela en 2010, la crisis política en Bolivia en 2008 o el intento de golpe de Estado en Ecuador en 2010, entre otras intervenciones (https://www.telesurtv.net/news/Unasur-en-la-resolucion-de-conflictos-20150306-0003.html).

El desplome de la UNASUR es el resultado natural de un conjunto de iniciativas que la han llevado a su actual defunción. Entre otras tantas decisiones y acciones del gobierno argentino que han conducido a esta situación, cabe señalar: i) el impulso al denominado Grupo de Lima en agosto de 2017 con el fin de aislar al gobierno de Maduro en Venezuela; ii) la ineficiente presidencia pro témpore ocupada entre abril de 2017 y abril 2018, periodo en que el gobierno argentino no fue capaz de citar una sola cumbre de primeros mandatarios, de ministros de Relaciones Exteriores o de ministros de Defensa; y iii) la decisión de suspender la participación en el bloque justo en el momento en que la presidencia pro témpore era asumida por Bolivia.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación de este proyecto de declaración.