La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través del Organismo que corresponda, informe sobre el recorte presupuestario a las Universidades Nacionales dictaminado ante el Consejo Interuniversitario Nacional:

1. Explicitar el destino de los $3.000.000.000 millones (tres mil millones de pesos) quitados de la partida de Universidades Nacionales aprobada en el marco del Presupuesto Nacional vigente para el 2018;

2. Especificar las obras de infraestructura vigentes en todas las Universidades Nacionales;

3. Especificar todos los procesos de licitación para obras de infraestructura realizados por todas las UUNN, y cuáles de ellos no serán adjudicados;

4. Especificar que implicancia tiene este recorte sobre el presupuesto de cada una de las UUNN;

5. Especificar qué monto se recortará sobre las UUNN de la Planilla B de la Ley de Presupuesto Nacional 2018 y cómo se afrontará la diferencia;

6. Informar la posibilidad de establecer un plan de emergencia por parte del Poder Ejecutivo Nacional para que todas las UUNN puedan desarrollar su vida académica normalmente;

7. Informar el impacto del recorte sobre los salarios de las/os docentes, investigadores y trabajadores no docentes.

Señor presidente:

En el marco del último plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) realizado en la provincia de Jujuy en este 2018, los rectores de las universidades nacionales eligieron como titular del cuerpo al radical Hugo Juri, quien se desempeña actualmente como rector de la Universidad de Córdoba. Él mismo fue ministro de Educación de Fernando de la Rúa entre 2000 y 2001.

En la jornada se hicieron presentes el Ministro de Educación y la Secretaria de Políticas Universitarias, Dany Tavela, quien anunció un recorte de $3000.000.000 (tres mil millones de pesos). La secretaria destaco que “este es un año muy especial para el sistema universitario” y que “el cambio y los avances no dependen solo de lo que decida esta secretaría, sino también de este cuerpo” (haciendo alusión al cónclave del CIN); según ella, “la mirada del sistema debiese estar en la planificación con la consideración de sus heterogeneidades y diferencias, porque las universidades deben protagonizar el cambio”.

Alrededor del 90% del presupuesto de las universidades es salario, por lo que tenemos la certeza que este enorme ajuste que planifica el gobierno nacional va a recaer sobre áreas delicadas para que los/as estudiantes puedan desarrollar sus actividades académicas: servicios, becas estudiantiles, comedores, y programas especiales. A lo largo y ancho de nuestro país todas las universidades nacionales se encuentran remodelando su infraestructura y terminando pliegos edilicios, como el Comedor Aérea Salud de la UNR (especificar) y el edificio único de la Facultad de Ciencias Sociales y el comedor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. El anuncio de la secretaria de políticas universitarias, invitó a los rectores a suspender las obras de infraestructura. Nos preguntamos entonces: en el año del Centenario de la Reforma Universitaria ¿no es contradictorio realizar un ajuste tan fuerte a comienzos de ciclo sobre la educación en general y la universidad pública en particular?

Este ajuste en las UUNN viene acompañado de un fortísimo aumento de servicios y pasajes a partir de Abril/Mayo que van a sufrir estudiantes y familias en nuestro país: el Gas aumenta un 40% (para el 2018 se espera un aumento de un 80% final); el Agua aumenta un 36% (un 67% final en el 2018 para los que eran beneficiarios); y un aumento del 12% en transporte (finalizando el año en un 50% más). El Estado Nacional debería preocuparse por el ingreso, la permanencia y el egreso de los/as estudiantes universitarios, pero al contrario realiza un ajuste económico dificultando su acceso, y una paralización de obras reduciendo al bienestar estudiantil y el desarrollo académico.

En el presupuesto aprobado por el Congreso Nacional para el año 2018, se estimaba un 15,7% de inflación; pero la misma ya alcanzó dichas cifras y según datos estadísticos puede alcanzar un 25%. La ley de presupuesto destina un 0.84% del PBI a universidades, pero con valores reales tomando en cuenta el aumento inflacionario, se reduciría en un 0.77%. De acuerdo al PBI 2017 el presupuesto a las UUNN era de 0.81% del producto, valor similar al 2016. El proyecto de Ley de Presupuesto 2018 destina 0.77% del PBI. En dos años entonces se produce un ajuste real de -11% con respecto al 2015. Siguiendo con el análisis del presupuesto aprobado, el menor incremento asignado de las partidas es para las Universidades Nacionales incorporadas en una planilla B: Rafaela (-0.2%); General San Martín (8.7%), Noreste (9.9%), Del Oeste (13.5%); Tres de Febrero (14%), Río Negro (19.8%). Volemos a insistir en este sentido, debiendo preguntar ¿hay universidades de primera y universidades de segunda? ¿cómo impacta este recorte de tres mil millones sobre estas UUNN ubicadas en la Planilla B de la Ley de Presupuesto? Siguiendo este ajuste que realiza el gobierno nacional sobre la educación superior, podemos ver cómo está el campo de Ciencia y Técnica: realizando una comparación entre 2017 y 2018 la partida de esta área tomando en cuenta la inflación estipulada por el presupuesto (15.7%) la reducción es de un 7%; el CONICET redujo en un 50% el número de nuevos investigadores y en un 20% el número de becarios.

Debido a los anuncios realizados en el CIN, las y los trabajadores universitarios realizaran un paro nacional el 10 y el 11 de abril. Según los sindicatos que aglutinan a las y los docentes (CONADU y CONADUH) este ajuste va a reacaer principalmente sobre salarios e infraestructura, afectando profundamente el funcionamiento de las Universidades. Las y los estudiantes, ¿van a poder realizar sus tareas y estudios correctamente no teniendo finalizadas las obras para el bienestar y el desarrollo académico? Con pocas semanas de cursada transcurridas, de los 100 mil millones de pesos presupuestados para el 2018, el gobierno ya recortó 3 mil millones de pesos.

En la historia argentina, la educación superior siempre fue una variable de ajuste económico. Hacia el final de su mandato, el presidente Carlos Menem intentó realizar un recorte presupuestario de 1300 millones de pesos, de los cuales 280 correspondían al área de Educación (principalmente en el nivel superior). Luego el ministro de Economía Ricardo López Murphy volvió a insistir y anunciaba un recorte de 361 millones de dólares, el equivalente al 20% del presupuesto universitario del año 2001. Dicha definición política económica generó la renuncia de los ministros de Economía y Educación (Hugo Juri). Luego, el ministro Domingo Cavallo, llevó adelante un ajuste en todas las áreas del Estado del 13% (incluyendo la universidad).

Entendemos muy importante construir una sociedad más justa, más inclusiva, y con una educación democrática y de calidad, y que para ellos las universidades nacionales no pueden ser la principal variable de ajuste. En el marco del Centenario de la Reforma Universitaria, nuestro país tiene que volcarse a la ciencia y la tecnología, a aumentar el nivel de egresos de la universidad, y a que todos y todas puedan acceder y permanecer durante sus años de estudio. Dicho modelo no coincide con Universidades Nacionales que posean obras de infraestructura sin realizar, y con presupuestos que no permiten el normal funcionamiento de la educación superior.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.