La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Destacar la importante labor realizada por el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología Forense para la identificación de 90 soldados argentinos sepultados como “NN” en las Islas Malvinas.

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Señor presidente:

Desde 1982 cada 2 de abril evoca un sentimiento común que abraza a los argentinos y argentinas, como es recordar el inicio de la Guerra de las Malvinas, en la cual 649 hombres de nuestro país perdieron su vida. Es entonces una fecha que nos lleva a la reflexión en distintos momentos: hacia el pasado, recordando las causas que nos provocaron esa empresa tan llena de violencia y horror; hacia futuro, se presenta como una oportunidad propicia para repensar las estrategias diplomáticas para continuar con el siempre firme reclamo respecto a la legítima e imprescriptible soberanía del país sobre las Islas Malvinas, Georgia y Sándwich del Sur.

36 años pasaron desde el desembarco argentino en las Islas, y en el tiempo presente es necesario reconstituir algunos vínculos que las hostilidades de la guerra fueron desmembrando. Es cuestión de ir sanando esas heridas que aún hoy permanecen abiertas para dejar de lado el pasado y así poder mirar el futuro y construir puentes que hermanen a las naciones que se vieron enfrentadas.

En el Cementerio de Darwin descansan eternamente esos militares argentinos que sirvieron al país durante el conflicto militar. Diseñado por el militar inglés Geoffrey CARDOSO, en él se encuentran enterrados 123 cuerpos, sepultados en febrero de 1983 en un verdadero gesto humanitario. Y es que, en definitiva, la sinrazón que la guerra plantea termina cediendo espacio ante el sentimiento puro, íntimo y profundo de humanidad que nos define como personas.

Aun yaciendo con sepultura y honores, un aspecto subsistió sin resolverse respecto al destino de esos soldados: al no contar con chapa identificatoria no pudo certificarse su identidad, y así en sus tumbas rezaron durante años la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.

La reconciliación exige concluir con los frentes que permanecen abiertos desde el pasado. Cerrar un duelo para los familiares de los argentinos fallecidos en batalla interpela a un costado profundamente íntimo y personal, ligado a su espiritualidad y a su propia biografía familiar, por lo que se convierte en una verdadera carga ética para el Estado.

Con eso en mente, el gobierno nacional sostuvo encuentros diplomáticos con su par británico para dar una solución definitiva al tema, en la idea de que se trata de una enorme causa humanitaria de impacto internacional. Así fue que en diciembre de 2016, luego de intensas negociaciones, se concluyó el acuerdo que permitió que representantes de la Cruz Roja y el Equipo Argentino de Antropología Forense exhumaran las tumbas no identificadas en el Cementerio de Darwin a fin de designar a quienes en ellas descansan en paz.

La labor no resultó fácil como producto del paso del tiempo. No obstante ello, el profesionalismo y la dedicación a su tarea por parte de los representantes de la Cruz Roja y del Equipo Argentino de Antropología Forense permitieron reconocer la identidad de 90 de los 123 cuerpos enterrados. Por tal motivo, el 26 de marzo de 2018 sus familiares pudieron asistir a una emotiva ceremonia en las Islas, en la que finalmente pudieron despedir a sus seres queridos.

Así, a más de tres décadas, el Estado argentino logra cerrar una deuda con sus héroes de Malvinas y con sus familiares, honrando esos cuerpos que permanecían enterrados como NN. La relevancia de la tarea exige ser destacada, en cuanto es una muestra concreta de la voluntad argentina de no olvidar a quienes dieron su vida por ella.

Por lo expresado, queda así fundamentado el presente proyecto y a consideración de los diputados y las diputadas para su sanción.