La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declarar de interés el libro "En el nombre de Ana", escrito por Beatriz Schiffino y Sabrina Gullino, perteneciente a la colección “Historias Reveladas” del colectivo editorial santafesino Aguara, por ser una historia ejemplar en la conquista de derechos.

Señor presidente:

El presente proyecto de declaración se enmarca en un contexto de vulnerabilidad e injusticia para las mujeres argentinas, sobre el cual nosotras y nosotros trabajamos para lograr un país más justo, más solidario y más humano, donde el Estado construya las herramientas y las políticas públicas necesarias para salir de este callejón.

Historias Reveladas es una serie de historietas que narra las experiencias de vida atravesadas por graves vulneraciones a los derechos humanos. Es una publicación del colectivo editorial santafesino Aguará. Recopila hechos reales del litoral argentino y es una herramienta para jóvenes de nuestro país, resaltando la importancia del acceso a los derechos y las graves consecuencias que tiene su no implementación en la vida cotidiana. Los narrados, son casos de violencia médica y policial con fines fatales y situación de discriminación por identidad de género u orientación sexual.

Lo distinto de esta compilación es su lugar ilustrativo, a través de dibujos e imágenes para que llegue con mayor facilidad y entendimiento a nuestras y nuestros jóvenes. Las viñetas se comprometen en la realidad concreta de todos los días que atraviesan principalmente las mujeres, reivindican la lucha colectiva, y da muestra de la diversidad de los cuerpos. Es un recurso pedagógico muy fuerte que sirve para avanzar en el proceso de deconstrucción de roles, cuerpos y figuras.

En el marco de estas historias, se presenta “En el nombre de Ana”. Este título que queremos destacar cuenta la historia de Ana María Acevedo, una joven de la localidad de Vera, provincia de Santa Fe, que falleció en el año 2007 en el hospital Iturraspe por la negativa de los médicos al tratamiento necesario para curarse de cáncer. Con la duda de que se encontraba embarazada, los médicos decidieron no hacerle quimioterapia para preservar la salud del feto. Esta decisión médica generó el avance de la enfermedad y el sufrimiento de Ana.

La mamá de Ana, se llama Norma Cuevas. Ella por sus propios medios solicitó la realización de un aborto terapéutico (interrupción voluntaria del embarazo prevista en el código penal cuando corre riesgo la vida de la madre). Los profesionales, se negaron. Unos días después, el bebé falleció. Al poco tiempo, también Ana. Ellos la habían sometido a una cesárea anticipada; concluyendo también, que los otros tres hijos de Ana se quedaron sin madre.

¿Qué narra este libro entonces, de forma pedagógica exigiendo justicia? La historia y el derrotero de Norma Cuevas, el intento para salvar a su querida hija, y cómo hoy en día continúa con muchísimo esfuerzo y dolor, batallando doce años después para exigir justicia.

Las palabras de Sabrina Gullino y Beatriz Schiffino, redactoras son contundentes para responder nuestro interrogante. “Uno toma una historia, pero después es tomado por esa historia y ahí también se modifica bastante la propia identidad. Cuando tuve que ilustrar la historia de Ana María Acevedo y Norma Cuevas, eso fue un poco como sentir el aullido inolvidable de esa persona que ha vivido una injusticia", dice Sabrina. Beatriz remarca que en todas las situaciones que abordaron aparece la búsqueda de la verdad y de la justicia: “todas tienen en común la conquista y la lucha por los derechos. Las y los protagonistas de estas historias, así lo han hecho, entonces son como modelos para reflexionar sobre estas problemáticas sociales contemporáneas que tienen que ver con la vulneración de derechos".

Norma fue protagonista en el debate que se dio durante el año 2018 en el Congreso Nacional. Con un coraje enorme, pudo tomar la palabra y le conto a todos y todas las diputadas su historia de lucha, y la de su hija. Resaltamos algunas reflexiones que quedaran en nuestras memorias.

“Yo peleé para que le saquen el embarazo y poder seguir con el tratamiento, pero no lo quisieron hacer. Yo les decía que ella no era sola, ella tenía tres hijitos para criar y los hijos la están esperando. (…) A los seis meses del embarazo le sacaron la criatura que vivió 24 horas y ella a los catorce días falleció. Desde que le hicieron la cesárea hasta que falleció no hubo ningún doctor que la haya atendido, la abandonaron de todo.”

“Yo pido que se haga justicia por mi hija y que se haga el aborto legal para que a ninguna otra mujer le pase lo que le pasó a mi hija. Ni una. Que no sufra como sufrimos mi hija y yo. Los médicos me dijeron que yo me iba a ir del hospital Iturraspe con dos vidas, y me fui sin ninguna. Yo quería que mi hija viviera, que pudiera criar a sus tres hijos.” “Yo lo que pido es que den una oportunidad a las mujeres para vivir, que no dejen tantos chicos que sufran sin madre.”

Con la frente bien en alto sabiendo que su lucha es ejemplo para miles de mujeres que luchan, se organizan, y discuten en todos los ámbitos el derecho por el aborto legal en nuestro país, decía: “Nunca leí, pero ahora voy a leer”. Desempolvó y leyó un hermoso poema: “Si por haber nacido hembra me condenan, como si fuera delito mi pobreza, mi nombre es Ana. Si por ser mujer me condenan como si fuese pecado en esta tierra, mi nombre es Ana. Si por haberme hecho madre me condenan los hombres que tienen en sus manos tantas ausencias, mi nombre es Ana. Más castigo lleva el hombre en su conciencia por haber matado sin piedad tanta inocencia. Si mi delito fue ser pobre, ser madre o ser mujer, ¿de qué vientre nació quién me condena? Mi nombre es Ana”.

Nadie en nuestro país puede arrogarse el derecho de imponer su moral o sus creencias por sobre el cuerpo, la salud y la vida de las mujeres. El aborto es una decisión de la persona. El relato, la historia y el poema de Ana y Norma, son un ejemplo para seguir construyendo un país más justo con más derechos.

Este es un caso emblemático en la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito para el movimiento de mujeres y toda la sociedad argentina. Los médicos y las autoridades del Hospital Iturraspe se negaron arbitraria e ilegalmente a realizarle un aborto terapéutico y a brindarle al mismo tiempo el tratamiento oncológico que estaba indicado para el cáncer que tenía en la mandíbula, poniendo sus creencias religiosas por delante del cumplimiento del derecho que tenía a interrumpir ese embarazo. Ana María, como Norma, era muy pobre. Tenía 19 años y tres hijos, hoy con 9, 10 y 12 años, quienes recuerdan a su mamá solo a través de fotos.

Con este proyecto no queremos entrar en cuestiones judiciales e investigativas que se dieron y llegaron a un puerto. Sino simplemente hacer valer la lucha de Norma, que este Congreso en su conjunto la tenga en consideración, y que a través de este libro cientos y miles de jóvenes de nuestro país puedan estudiar de forma pedagógica, puedan encaminarse en un proceso de construcción de un país con el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, de una sociedad mejor, de un Estado garante, y de políticas públicas efectivas.

Y sobre todas las cosas, que la historia de Ana signifique una revalorización de la lucha de las mujeres, resignifique los cuerpos, y derrumbe injusticias y moldes.

Por lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en esta iniciativa y se apruebe el presente proyecto.