La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por la beatificación de monseñor Enrique Angelelli y sus hermanos mártires riojanos los padres Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera, asesinados entre el 18 de julio y el 4 de agosto de 1976 en el marco del terrorismo de Estado, la cual se celebrará el 27 de abril de 2019 en la Ciudad de La Rioja, Provincia de La Rioja.

Señor presidente:

El 17 de octubre de 2018 el papa Francisco dispuso que el rito de beatificación de Enrique Ángel Angelelli Carletti, obispo de La Rioja, Gabriel Longueville, sacerdote diocesano, Carlos de Dios Murias, sacerdote profeso en la Orden de los Frailes Menores Conventuales, y Wenceslao Pedernera, trabajador rural y padre de familia, tenga lugar en la ciudad de La Rioja el 27 de abril de 2019. De esta manera la Iglesia Católica reconocerá oficialmente el martirio de los cuatro religiosos, lo cual representa el paso previo para su canonización.

Monseñor Angelelli y sus compañeros formaban parte de un proyecto pastoral comprometido con la construcción de una sociedad justa, democrática e igualitaria. Su célebre frase “con un oído en el pueblo y otro en el evangelio” sintetiza su vocación de servicio. Este compromiso les valió la calumnia y la persecución de sectores de la élite riojana molestos por la denuncia de la Iglesia Católica a los atropellos a los derechos de los campesinos y obreros.

El 18 de julio de 1976 en Chamical secuestraron y asesinaron a los sacerdotes Gabriel Longueville y Fray Carlos Murias. Pocos días después el dirigente campesino Wenceslao Pedernera fue ametrallado en la puerta de su casa familiar. El 4 de agosto de 1976, en la soledad de la ruta riojana a la altura de Punta de los Llanos, un auto blanco interceptó la marcha de la camioneta del obispo Angelelli que iba acompañado del sacerdote Arturo Pinto, provocando su vuelco fatal.

Luego de largos años de impunidad, en 2014 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja consideró en su sentencia que Angelelli falleció víctima de "una acción premeditada" y "ejecutada en el marco del terrorismo de Estado", siendo Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella condenados a la máxima pena con prisión efectiva.

“Enrique Angelelli, pastor de tierra adentro, molestó y molesta a los poderosos. Su palabra sencilla y sincera, nacida del Evangelio, preocupaba y preocupa a quienes quieren disciplinar a la Iglesia de Jesucristo para que responda a sus intereses y tranquilice sus conciencias, de quienes entonces pretendieron acallar la voz del pastor y ahora ensucian su memoria y buscan paralizar las energías de una Iglesia en salida, dispuesta a caminar con paso firme, sin negar sus errores y fragilidades, para llegar a todos los hombres y mujeres, especialmente los más pobres y excluidos”, con estas palabras el Monseñor Marcelo Colombo, entonces Obispo de La Rioja, defendía el proceso canónico establecido para la verificación de las virtudes y la muerte martirial del prelado riojano.

El entonces cardenal Jorge Bergoglio sostuvo años atrás que “Angelelli fue un mártir de la Iglesia al dar la propia vida por sus ovejas". Y ya convertido en Papa Francisco recordó ante jóvenes franceses un retiro espiritual de 1973 en el que Angelelli le aconsejó: “Una oreja para escuchar la palabra de Dios y una para escuchar al pueblo", frase que describe en toda su dimensión al “Obispo de los Pobres”.

La decisión de la Iglesia Católica de reconocer el martirio de Enrique Angelelli, Gabriel Longueville, Carlos de Dios Murias y Wenceslao Pedernera como asesinatos por odio a la fe y promover el avance de su beatificación es un hecho de suma trascendencia para nuestro país y nuestra democracia. A 42 años de su entrega, queremos reconocer en el testimonio de estos cuatro religiosos a los hombres y mujeres que en las horas más oscuras son consecuentes con sus convicciones, defienden a los débiles y se comprometen con el prójimo sin medir consecuencias.

Por todo lo expuesto invito a mis colegas diputados a acompañar el presente proyecto de resolución.