La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la medalla de oro obtenida por la judoca Paula Belén Pareto en el Grand Slam de Judo llevado a cabo en la ciudad de Ekaterimburgo, Rusia, en marzo de 2019.

Señor presidente:

El proyecto que aquí presento tiene por objetivo que esta Honorable Cámara exprese el merecido reconocimiento a la judoca Paula Belén Pareto por la obtención de la medalla de oro en el torneo Grand Slam llevado a cabo en la ciudad de Ekaterimburgo, Rusia, en marzo de 2019.

Hablar de Pareto a esta instancia es hacer referencia a una deportista que se encuentra escribiendo capítulos gloriosos en la historia del deporte nacional del alto rendimiento. Sin embargo, su carrera trasciende nuestras fronteras. También es reconocida mundialmente por sus destacadas participaciones en los eventos más importantes del planeta, lo que la ha llevado a pertenecer al selecto grupo de judocas elite en su categoría de -48 kilos.

Precisamente, sus últimas hazañas alcanzadas este mismo año dejan en evidencia, por sí solas, la jerarquía internacional de esta deportista. Tras subirse en varias ocasiones al podio a lo largo del 2018, año en que obtuvo, entre varios logros, la medalla de bronce en el Mundial de Judo Bakú 2018 y el primer puesto en el Grand Prix de Cancún, comenzó el 2019 con nuevas victorias. El pasado 15 de marzo, Pareto venció a la española Julia Figueroa en la final alcanzando el objetivo máximo.

Con este nuevo logro, Pareto se ubica en la sexta posición del ranking olímpico, camino a Tokio 2020, la única representante del continente entre las 20 primeras judocas del mundo.

Desde su primer acercamiento al judo, con tan solo nueve años, Paula ha obtenido un importante número de logros. Se convirtió en la primera deportista argentina que ganó dos medallas olímpicas en disciplinas individuales, y particularmente, fue la primera mujer argentina en ser campeona olímpica.

Humilde y con mucha entrega, Pareto combina el perfil de una experimentada deportista de alto rendimiento con una especial sensibilidad social y profesional como médica que la mantiene permanentemente conectada a la realidad de su país. Por lo que, cada vez que pisa el “tatami”, nombre que lleva el área de competición del judo, la “peque” se convierte en una legítima embajadora de Argentina.

Por estas razones, solicito a mis pares el acompañamiento del proyecto que aquí presento.