Período:127 Reunion:7 Fecha:5/08/2009 HOMENAJES


SR. PRESIDENTE(FELLNER) Conforme a lo resuelto en la Comisión de Labor Parlamentaria, corresponde pasar al término de los homenajes.



SR. PRESIDENTE(FELLNER) Para un homenaje a la memoria de la ex senadora nacional, doña Selva Judit Forstmann, en virtud de lo dispuesto en los proyectos de resolución contenidos en los expedientes 1671-d-2009, de la señora diputada Gutiérrez y 1609-d-2009, del señor diputado Morante, tiene la palabra la señora diputada por Santa Cruz.

SRA. GUTIERREZ, GRACIELA BEATRIZ (SANTA CRUZ): Señor presidente: hoy, es un deber rendir homenaje a quien en vida fuera la senadora nacional Selva Judit Forstmann.
Judit fue un ejemplo de militancia y un espejo de la buena política. Empezó en su ciudad, Caleta Olivia, a la que amaba, y fue proyectando todo su accionar político hacia lo provincial, lo nacional y lo internacional.
Llegó a la ciudad de Caleta Olivia en 1973. Ahí empezó su camino de militancia y de participación en el Partido Justicialista. En 1987, se desempeñó como directora de Cultura de su ciudad; en 1991, fue electa concejal para representar a su ciudad en el Honorable Concejo Deliberante, y en 1993 pasó a desempeñarse como diputada provincial, siendo reelecta en tres oportunidades en ese cargo, representando a los santacruceños en la Cámara de Diputados de la provincia desde ese año hasta 2007, cuando ocupó su banca en el Senado de la Nación para representar fervientemente los intereses de Santa Cruz.
En el año 2008, en México, fue electa presidenta de la Confederación Parlamentaria de las Américas, la COPA, que es un organismo internacional, el único que integra lo local, lo provincial y lo nacional y agrupa a los Congresos y Asambleas Parlamentarias, tanto locales como nacionales.
Creo que en los objetivos de la COPA se ven claramente reflejados las metas y los ideales de Judit, y por eso fue nombrada, para orgullo de todos los argentinos, presidenta de esa organización.
Quiero compartir hoy con ustedes, muy brevemente, la mención de tres de los tantos proyectos que presentó en su larga vida política, que creo que fueron simple y llanamente significativos.
En primer término, debo recordar el de nuestra bandera provincial, la bandera de Santa Cruz. Hoy vemos con orgullo la insignia de nuestra provincia, la bandera que nos representa, pero lo que tal vez no sabemos es que fue gracias al esfuerzo y la dedicación de Judit que hoy podemos sentir con orgullo la bandera de Santa Cruz.
En segundo lugar, menciono su proyecto sobre obstructores de vínculos. Desde su banca como legisladora provincial de Santa Cruz, Judit impulsó el proyecto -hoy convertido en ley en nuestra provincia- para la creación del Registro Nacional de Obstructores de Vínculos de los hijos con su progenitor no conviviente y/o familia extendida.
El objetivo claro de esta ley provincial es que los hijos no se conviertan en "trofeos" de parejas divorciadas, subrayando fuertemente la importancia de la familia para el crecimiento y formación de los niños.
Sin duda las convicciones, la fuerza y la entereza de Judit han sido tanto para mí como para muchos un ejemplo, y por eso -entre otras cosas- presenté un proyecto similar en esta Cámara para que se apruebe a nivel nacional. Al igual que ella, estoy convencida de que es importante volver a ubicar a la familia como primera institución fuerte para la construcción de valores y normas.
Por último, la creación de los pueblos Tucu Tucu y Concoví, fue un presagio porque esa fue la zona que la vio por última vez. Resulta el sueño inconcluso de Judit, que solía repetir con pasión estas palabras: "Quienes tenemos la suerte de conocer esta región estamos convencidos de que tan hermoso lugar es el indicado para desarrollar un asentamiento poblacional orientado al ecoturismo y al agro, junto a una correcta explotación sustentable de los recursos naturales existentes, especialmente el circuito turístico lacustre".
Además de rescatar la belleza natural y amplias posibilidades económicas de la zona, Forstmann tuvo una visión estratégica, ya que presentó el proyecto destacando la necesidad de crear los pueblos Tucu Tucu y Concoví para lograr la ocupación efectiva de un territorio prácticamente sin pobladores estables, en una zona estratégica de frontera y, de esta manera, seguir pensando en un país inclusivo, poblado y con trabajo digno para cada uno de sus habitantes.
Indudablemente, Judit ha dejado una huella muy grande en todas las personas que la conocimos, y sé que no hablo sólo por mí. Con sus actos, su inmensa generosidad y su predisposición a ayudar a cualquiera que le golpeara la puerta -incluso a aquellos que no lo hacían- supimos que hay distintas formas de hacer política y que la amistad en la política se puede lograr si se dejan de lado los intereses personales y mezquinos, para aprender a construir en conjunto y a poner el hombro a quien lo necesita.
Señor presidente: solicito que guardemos un minuto de silencio para recordarla eternamente.


SR. PRESIDENTE(FELLNER) Si hay asentimiento, así se hará.


- Asentimiento.

- Puestos de pie los señores diputados y el público asistente a las galerías guardan un minuto de silencio en homenaje a la memoria de la senadora nacional, doña Selva Judit Forstmann.

SR. PRESIDENTE(FELLNER) Con las palabras vertidas por los señores diputados, queda rendido el homenaje a la memoria de la ex senadora nacional, doña Selva Judit Forstmann.



SR. PRESIDENTE(FELLNER) Para un homenaje tiene la palabra la señora diputada por Tucumán.


SRA. CASTALDO, NORAH SUSANA (TUCUMAN): Señor presidente: ésta, mi primera actuación ante esta Honorable Cámara, implica para mí un doble desafío: por un lado, la obligación de representar al pueblo de mi provincia, Tucumán, en este momento desafiante, lleno de turbulencias en lo institucional, en lo económico, en lo político y en lo social, para lo cual debo poner toda mi vocación, capacidad y trabajo.
Pero, por otro lado, siento la honda necesidad de rendir homenaje a quien sucedo en esta banca: el doctor José Ignacio García Hamilton, mi amigo "Coché", ese tucumano apasionado por el estudio, por la investigación y la historia, a través de la cual pudo encontrar los vértices de nuestra Nación.
Esos vértices tienen nombre propio: el de Alberdi y el de Sarmiento. Por un lado, el estudio de la obra del lúcido tucumano que sentó las bases de nuestra Constitución y, por el otro, la premura y el afán de Domingo Faustino Sarmiento por acelerar el futuro.
García Hamilton entendió muy bien esas personalidades -aparentemente contrapuestas- y sus distintas metodologías para llevar adelante esa acción, las que, en definitiva, tenían un norte común.
Por eso, lamentamos doblemente su partida. Supo plasmar muy bien esa aparente dicotomía que se traducía en una multiplicación de esos ideales, que de alguna manera han llegado a todos los argentinos a través de la historia.
Los tucumanos sentimos una gran pena, que seguramente compartimos con muchos de los miembros de la Cámara y otros argentinos. Se trata de una tristeza que no se aleja, que sigue presente y que seguramente el tiempo nos ayudará a mitigar, pero en este momento debemos esconder y guardar, tal vez por pudor o vergüenza, sobre todo para que las acciones y los proyectos puedan ser plasmados; quizás también para que los sueños puedan ser cumplidos. Ese dolor ya forma parte de nuestra historia provinciana, que es lo mismo que decir que pertenece a nuestra identidad.
Por eso, mi labor en la Cámara seguramente se va a encauzar en el mismo rumbo de quienes creemos que desentrañando nuestra historia y escudriñando en ella podremos encontrar los caminos que nos conduzcan a la Nación que nos merecemos.
Mi ánimo se irrita cuando observo que las generaciones argentinas no logran consensuar sus posturas. Al norte lo veo cada vez más postergado, con algunos pueblos casi agonizantes por la falta de políticas serias, firmes y de largo plazo, que permitan no sólo contenerlos sino incluirlos.
Estoy cansada de ver a los gobiernos sucesivos que se empantanan en las urgencias inmediatas, en los parches y en las soluciones de coyuntura que, en definitiva, no hacen más que postergar ese desarrollo que se diluye en el tiempo.
Creo que en este momento hemos ingresado en una coyuntura fundamental de nuestra historia. De nuestro quehacer dependerá el futuro. El bicentenario nos aguarda; casi diría que nos observa.
Al bicentenario, los tucumanos y la provincia de Tucumán, que es la cuna de la independencia, debemos agregar otra responsabilidad mayor: el 29 de agosto de 2010 es el bicentenario del nacimiento del hombre que plasmó la estructura institucional de la Nación, el doctor Juan Bautista Alberdi.
Es nuestro deber y honor honrar a esa personalidad, a quien tanto admiró, leyó y estudió José Ignacio, sabiéndolo plasmar en sus libros, en sus conferencias y en ese diálogo con los amigos, que presentaba la calidez, casi diría, de un rezo laico.
Por todo ello, rindo homenaje a José Ignacio, ese republicano que abrevó en Alberdi sus magníficas enseñanzas. (Aplausos.)


SR. PRESIDENTE(FELLNER) Tiene la palabra el señor diputado por Tucumán.


SR. DATO, ALFREDO CARLOS (TUCUMAN): Señor presidente: agradezco a la Cámara y al bloque la posibilidad que me han dado de rendir homenaje no sólo a quien ha sido integrante de este cuerpo, sino también a un comprovinciano y compañero en la Comisión de Asuntos Constitucionales. Últimamente había mantenido con él una frecuencia en el trato propia de los amigos.
Conocí a García Hamilton por los años setenta, cuando alimentaba su vocación política y periodística con un nulo criterio empresario. Provenía de una familia vinculada con la prensa gráfica y se le ocurrió fundar un diario, que se llamaba "El Pueblo".
En ese tiempo veinteañero me pareció que el ejercicio de la pluma era una buena posibilidad, lo que le planteé personalmente. Me dijo que llevara una nota escrita al diario como una suerte de examen de ingreso. Ni yo llevé la nota ni el diario subsistió. Lo que había sido creado para tener una plataforma de ideas, en un momento comenzó a vislumbrarse como un debate del que todavía tenemos algunos nubarrones.
Diez años después -previamente este debate le costó estar preso durante seis meses, recordemos aquí con claridad que en la gestión de su liberación intervinieron el doctor Nicasio Sánchez Toranzo y el mismo Ricardo Balbín-, García Hamilton debió venir a Buenos Aires por razones de seguridad.
Lo vi diez años después, en los 80, por una cuestión profesional, y se incorporó a la política formalmente en 1991, siendo candidato a vicegobernador del doctor Rubén Chebaia, candidatura que era testimonial por la fuerte polarización entre Ortega y Bussi en ese momento.
Luego del año 1991, competimos en 2007 en las elecciones que nos trajeron a estas bancas, e hizo resurgir al radicalismo en Tucumán, que precisamente el 28 de junio próximo pasado sacó los mismos votos que en su momento García Hamilton fue capaz de aportar a la "causa partidaria", como la llamaba.
Debemos recordar que García Hamilton era un intelectual devenido a la política. En realidad, no es un problema de la política sino de los intelectuales que no quieren dedicarse a la política. En este sentido, podemos destacar que escribió varias biografías: una de Alberdi y otra de Bolívar. En el primer caso, como su mamá era de apellido Aráoz, lo mismo que la mamá de Alberdi, se decía que era un descendiente. Por su parte, la biografía de don José de San Martín produjo un escándalo nacional.
Hay dos libros en los que expresa una manera de ver las cosas, que probablemente no compartíamos: Los orígenes de nuestra cultura autoritaria, uno de sus primeros libros, y Por qué crecen los países, el último que escribió.
Si bien -repito- tenía una visión que no compartíamos, debemos rescatar lo siguiente: teniendo la posibilidad de una vida acomodada en Tucumán por su procedencia y condiciones familiares, optó por la política, el estudio y la familia. Recordemos que murió teniendo seis hijos; nosotros sabemos lo difícil que es compatibilizar todas estas cuestiones.
La última vez, en la Comisión de Asuntos Constitucionales, me dijo que creía que podía llevar adelante su enfermedad. El médico que lo atendía contó una intimidad: dijo que las perspectivas de curarse eran inmensas. Creo que a él también lo sorprendió la muerte. A nosotros la muerte nos apena como así también que esta Cámara se haya privado de un aporte lúcido en un gran debate que nos debemos todos los argentinos acerca del modelo de país que queremos. (Aplausos.)


SR. PRESIDENTE(FELLNER) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. PINEDO, FEDERICO (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Señor presidente: la muerte de José Ignacio García Hamilton es una de esas muertes que deja un hueco difícil de llenar en nuestra sociedad.
García Hamilton no era una persona más. Es verdad que ninguno de nosotros somos una persona más; pero él era un individuo que ocupaba mucho espacio en los lugares donde se desempeñaba y en la consideración de quienes lo conocíamos.


- Ocupa la Presidencia la señora vicepresidenta 1ª de la Honorable Cámara, doña Patricia Vaca Narvaja.

SR. PINEDO, FEDERICO (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Muchas veces, cuando dudábamos ante cierta situación o en el momento de tener que fijar una posición, encontrábamos en García Hamilton una guía; en él encontrábamos una opinión independiente, una postura inteligente y una actitud que ponía de manifiesto lo que para mí eran sus dos características principales.
En primer lugar, ejercía una defensa irrestricta de la libertad personal, tanto de la propia como de la de cada uno de los demás seres humanos. Él abonaba la concepción de que todos los seres humanos son iguales y, por lo tanto, tienen los mismos derechos y dignidad. García Hamilton sostenía que no se podía oprimir esa dignidad ni acotar esa libertad que nos da la condición de seres humanos, porque sin libertad seríamos animales. Esta visión del ser humano se sintetiza en la idea de la tolerancia por el pensamiento de los demás.
García Hamilton festejaba que compartiéramos actividades con su bloque, sobre todo teniendo en cuenta que teníamos otra pertenencia y otro origen ideológico.
Podíamos defender otras ideas, pero él celebraba el hecho de la convivencia y de la discusión, el hecho de pensar distinto y el de pelearnos -aunque en lo personal, esto último nunca me sucedió-. Probablemente, ésta sea la enseñanza más importante que nos dejó. Digo esto porque la tolerancia implica ponernos en la hipótesis de que el otro tiene razón; la tolerancia es respetar al otro del mismo modo en el que nos respetamos a nosotros mismos; la tolerancia es poner en crisis o en duda nuestros propios pensamientos. Esto supone darse cuenta de la limitación de la inteligencia y de la capacidad que tenemos para percibir la realidad, no solamente con la razón sino también con los sentimientos y el corazón.
Creo que la palabra que más identifica la vida de José Ignacio junto a nosotros en esta Cámara de Diputados es "respeto", respeto por las libertades personales y tolerancia. También deberíamos remarcar otra palabra que no es muy usual en estos tiempos, pero que sin duda lo identifica: "patriotismo". José Ignacio era un patriota tucumano; un patriota argentino. Como tal privilegió la filiación de nuestra patria como defensora de la independencia de los pueblos y de las libertades personales.
Como argentino consideró -creo que con justeza- que no hay una sola forma ni un solo pensamiento para ser patriota. Con seguridad el patriotismo es la conjunción de los pensamientos de todos en un momento determinado, pero también de los pensamientos de nuestros padres y el espacio que debemos dejar para que disientan los pensamientos de nuestros hijos.
Gracias, García Hamilton, por haber trabajado con nosotros durante estos años. Gracias por habernos iluminado. Gracias por el ejemplo de tolerancia. Gracias por la defensa de la libertad, valiente y a veces solitaria. Gracias por la bonhomía y gracias por tu argentinismo. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.


SRA. SATRAGNO, LIDIA ELSA (BUENOS AIRES): Señora presidenta: yo que durante más de medio siglo he manejado mi vida con palabras, hoy tengo una pelota en la garganta porque extraño a José Ignacio García Hamilton. Cuando alguien viene de otro medio donde se le ha conocido -no importa que haya hecho campañas difíciles, no importa que haya estado en la función pública- y está demasiado identificado -o identificada, en mi caso- con otras labores, cuando entra por primera vez a un recinto como el de esta Cámara de Diputados y se encuentra con cientos de personas, sabe que encontrará colegas y adversarios o competidores.
El primer día que entré a esta Cámara tenía aquí a mi amigo; por eso hoy no extraño al diputado ni al historiador sino a mi amigo, con el que compartimos tantos años de reflexiones. Él me ayudó a madurar en muchas cosas, me abrió la cabeza con respecto a otras y me acompañó hablando para cientos de miles de personas sobre la historia argentina con esa solvencia que él tenía; yo a lo mejor recibía las felicitaciones simplemente por haber convocado al que más sabía.
Cuando hoy entré al recinto y miré para allá, me dije: "¡La pucha, Pinky! ¡Cómo lo vas a extrañar!", porque se me fue mi amigo, señora presidenta. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. LORENZO BOROCOTO, EDUARDO (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Señora presidenta: la vinculación que tuve con García Hamilton fue muy escasa; simplemente fue periodística ya que le hice algunas notas. Pero de todos modos me interesa hacer una reflexión.
Habiendo pasado por acá y habiendo conocido un poco la historia de este recinto, sé que son muchas las veces en las que estas butacas visten a quienes se sientan en ellas y pocas las veces en que quienes se sientan en ellas las visten. El caso de García Hamilton fue un ejemplo de esto último, y no me interesa saber ni de qué partido era ni cuáles eran sus ideas.
Siempre alguien que escribe, piensa; siempre alguien que escribe, puede; y siempre alguien que escribe le entrega algo a los demás: a los que fuimos contemporáneos y a los que van a venir. En una oportunidad, después de una nota que yo le hice, me escribió en uno de sus libros una dedicatoria realmente muy agradable y muy amable. Sé que una persona así, vale; puede equivocarse o no, pero lo que más me interesa es que siempre en estas butacas se sienten quienes valen. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.


SR. AGUAD, OSCAR RAUL (CORDOBA): Señora presidenta: en nombre del bloque de la Unión Cívica Radical y en el mío propio despedimos a este gran y dilecto amigo que fue José Ignacio García Hamilton.
Agradezco a todos los señores diputados que le han rendido homenaje en esta Cámara.
Cada uno defiende la patria desde la trinchera donde se encuentra, y José Ignacio García Hamilton ocupó varias trincheras, ya que fue periodista, historiador y diputado de la Nación. Dedicó su vida al estudio. Fue un intelectual que honró a su país y a su provincia.
Como diputado de la Nación tuve la oportunidad de disfrutar de su inteligencia aguda y de su capacidad para reflexionar. Compartimos horas de tertulias y de enseñanzas, porque José Ignacio hablaba como un maestro y la verdad es que a todos los que lo escuchábamos nos enseñaba.
Cuando comenzó el conflicto del campo todo nuestro bloque estaba reunido en una jornada de reflexión en San Pedro, provincia de Buenos Aires. El conflicto ya llevaba unos días y él me dijo: "Aguad: la presidenta no tiene idea de lo que es una rebelión fiscal. Si ella supiera de historia advertiría que las rebeliones fiscales terminan muy mal para los gobiernos." Seguimos todo ese proceso y él siempre incorporaba un dato de la historia a este conflicto con el campo.
Cuando concluyó la noche de la resolución 125 él me dijo -lo recuerdo con toda exactitud-: "Aguad: la Argentina empieza a escribir otra historia".
Él me hablaba de la necesidad de los argentinos de encontrar un camino entre todos y de acordar el país que queremos -alguien ya lo señaló-. Él me dijo: "Esta crisis nacional termina con un gran acuerdo nacional, por fuera o por dentro del gobierno; lo dirán los tiempos."
Estoy convencido de que aquellas enseñanzas de García Hamilton forman parte de esta realidad que vivimos todos los días, no solamente de la necesidad del acuerdo y de la unidad nacional. Esta crisis termina con un acuerdo, y así empieza una nueva historia del país.
Somos muchos los que tenemos el optimismo de dejar atrás la decadencia de años de cometer los mismos errores. En los últimos cuarenta años incorporamos dieciséis millones de pobres al país: algo estamos haciendo mal. Esto no puede seguir de esta manera. En el año 70 los argentinos éramos veinte millones y había un millón de pobres, es decir, el 5 por ciento de la población. Cuarenta años después somos el doble: 40 millones de habitantes, y hay 40 por ciento de pobres. Multiplicamos por dieciséis a nuestros indigentes.
Espero que aquellas enseñanzas y reflexiones de José Ignacio García Hamilton se concreten en la realidad. Ese va a ser nuestro mejor homenaje.
Adiós, amigo. Gracias por tu paso por esta Cámara. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.


SRA. AUGSBURGER, SILVIA (SANTA FE): Señora presidenta: el bloque del Partido Socialista adhiere al homenaje que la Cámara rinde a José Ignacio García Hamilton. También nosotros tenemos la convicción de que su figura prestigió y prestigia el espacio de la política y de esta Cámara de Diputados. Por ello, en el mismo sentido en que se han expresado otros señores diputados, queremos adherir a las manifestaciones de reconocimiento a su figura y de dolor frente a su fallecimiento. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. IGLESIAS, FERNANDO (CIUDAD DE BUENOS AIRES): Señora presidenta: en nombre del bloque de la Coalición Cívica quiero adherir al homenaje que está rindiendo la Honorable Cámara.
A título personal me gustaría hacer una muy breve consideración. Creo que José Ignacio, con quien tuve el gusto de compartir muchas actividades como periodista y escritor y después en el trabajo en la Cámara de Diputados, encarnaba una de las dos almas del radicalismo, partido que tiene un alma más liberal y un alma más socialdemócrata.
Creo que él rescataba lo mejor de la herencia liberal de Alberdi y que nos dio una lección acerca del significado de esta palabra tan desgastada en la historia argentina. Es un término asociado, lamentablemente, con el apoyo a las dictaduras, y vuelto a una vigencia espuria en la expresión neoliberal durante los años 90, pero que en la tradición misma de la fundación de nuestro país encarnaba la defensa de la libertad que, como nuestro Himno Nacional lo dice tres veces, es un grito sagrado. En mi opinión, ese era el valor más fuerte que siempre defendió García Hamilton, quien merece un homenaje especial porque fue un hombre que defendió sus convicciones en tiempos en que no era fácil. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Con las palabras vertidas por los señores diputados queda rendido el homenaje de la Honorable Cámara a la memoria del ex diputado nacional, doctor José Ignacio García Hamilton.



SR. PRESIDENTE(FELLNER) Para rendir homenaje al secretario general de la CGT de Santiago del Estero, don Carlos Oscar Corvalán, tiene la palabra la señora diputada por Santiago del Estero.


SRA. LUNA DE MARCOS, ANA ZULEMA (SANTIAGO DEL ESTERO): Señor presidente: espero que la emoción me permita pronunciar estas palabras, porque tras sobrellevar con verdadera entereza una prolongada y cruel enfermedad ayer falleció en su ciudad natal, nuestro querida Santiago del Estero, el que hasta entonces fuera por 22 años secretario general de la delegación Santiago del Estero de la Confederación General del Trabajo.
El bloque del Frente Cívico por Santiago del Estero quiere recordar a don Carlos Oscar Corvalán, quien con sus apenas 58 años de edad y su lucha constante por las reivindicaciones del pueblo trabajador se había convertido en un verdadero líder del movimiento obrero santiagueño, con proyección nacional.
Algunos de los presentes conocieron a don Carlos Oscar Corvalán, que en la actualidad ocupaba los cargos de secretario general de la CGT, secretario adjunto del gremio mercantil y delegado nacional ante la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios.
También incursionó en la política y ocupó una banca en la Cámara de Diputados provincial en representación de la rama gremial del Partido Justicialista.
Cabe destacar el trabajo en el ámbito gremial y a nivel político de nuestro gran compañero. En estos momentos era miembro destacado de la Mesa de Diálogo y Trabajo provincial. El gobierno del Frente Cívico por Santiago del Estero, encabezado por el gobernador Gerardo Zamora, decretó asueto administrativo a partir de las 12 del día de la fecha -lo están velando en este momento- con motivo de su fallecimiento, como un homenaje a su persona, pero al mismo tiempo para permitir la participación de los integrantes de los distintos gremios, porque las regionales de la CGT en Santiago del Estero nos mantenemos unidas, no hay divisiones y esto lo supo conseguir nuestro compañero Carlos Corvalán.
Asimismo, logró mantener un diálogo permanente con un gobierno que no tenía el mismo color político, poniendo a todos los gremios de Santiago del Estero a disposición del señor gobernador en una mesa de diálogo y trabajo, de la cual provengo, pues ocupo esta banca en representación de la Confederación General del Trabajo.
Sus restos son velados en la sede de la casona declarada monumento histórico -lo que permitió a Corvalán renovar sus estructuras y convertirla en una amplia, hermosa y cómoda sede- donde nosotros, los gremialistas, los políticos y todos los compañeros que quieran acompañar en este momento al compañero Corvalán para decirle su último adiós, puedan hacerlo.
Es por ello que agradezco a todos los miembros de esta Cámara de Diputados que me hayan permitido realizar este homenaje, con el acompañamiento pleno de los integrantes del bloque Frente Cívico por Santiago. Asimismo, solicito la adhesión unánime al homenaje a este humilde y valeroso luchador, un gran santiagueño, que fue Carlos Oscar Corvalán. (Aplausos.)


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Tiene la palabra el señor diputado por Chaco.


SR. MORANTE, ANTONIO ARNALDO MARIA (CHACO): Señora presidenta: teniendo en cuenta lo extenso de la labor que tenemos para el día de hoy, solicito se inserten en el Diario de Sesiones los textos de los discursos correspondientes a los homenajes a la recientemente fallecida senadora nacional, doña Selva Judit Forstmann, en virtud del proyecto de resolución contenido en el expediente 1609-d-2009, a don Arturo Jauretche, en virtud del de resolución contenido en el expediente 2469-d-2009, y a don Raúl Scalabrini Ortiz, conforme al proyecto de resolución contenido en el expediente 2828-d-2009.
Asimismo, el homenaje al doctor Carlos Saavedra Lamas, de acuerdo con el proyecto de resolución contenido en el expediente 2301-d-2009, que fuera aprobado por esta Cámara el 20 de mayo próximo pasado.


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Oportunamente, la Honorable Cámara autorizará las inserciones solicitadas y a solicitar por los señores diputados en el curso de la presente sesión.



SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Para un homenaje al escritor y docente don Roberto Leydet, tiene la palabra la señora diputada por Santa Cruz, en virtud de lo dispuesto en el proyecto de resolución de su autoría contenido en el expediente 1778-d-2009.


SRA. GUTIERREZ, GRACIELA BEATRIZ (SANTA CRUZ): Señora presidenta: de la misma manera que lo ha hecho el diputado que me antecedió en el uso de la palabra, solicito la inserción del texto del discurso que pensaba pronunciar en homenaje a este escritor y docente santacruceño por su aporte a la cultura nacional.


SRA. PRESIDENTA(VACA NARVAJA) Oportunamente, la Honorable Cámara autorizará las inserciones solicitadas y a solicitar por los señores diputados en el curso de la presente sesión.
La Presidencia solicita al cuerpo guardar un minuto de silencio en memoria de todos los homenajeados en esta sesión.

- Puestos de pie, los señores diputados y el público asistente a las galerías guardan un minuto de silencio.

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