Período:123 Reunion:23 Fecha:07/09/2005 ENTRADA Y SALIDA DE TROPAS


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) En consideración en general.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


SR. VILLAVERDE, JORGE ANTONIO (BUENOS AIRES): Señor presidente: solicito la inserción del texto del discurso que pensaba realizar.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES): Señor presidente: voy a aprovechar la oportunidad que me da de hablar para efectuarle una pregunta al señor miembro informante.
He leído atentamente todos los anexos de este proyecto que autoriza el ingreso de tropas extranjeras en el país. Sin embargo, en ninguno de ellos encontré referencia alguna a una noticia que dio el diario "La Nación" el lunes 25 de julio. En la nota se manifiesta que por la presencia de George W. Bush en la Argentina se pudo saber que en Mar del Plata habrá agentes de la CIA y del FBI, helicópteros de combate, aviones, buques de guerra, lanchas anfibias y tal vez submarinos.
Desde mi punto de vista, el comentario del diario significa el ingreso de tropas extranjeras en nuestro país. Por eso, deseaba que el señor miembro informante me explicara si esto es así. También deseaba que me explicaran en el marco de qué ley estas tropas van a ingresar al país, ya que no se ha previsto en el proyecto que estamos debatiendo. Si forman parte del ceremonial que acompañará al presidente Bush, me parece una distorsión de la ley 25.880. También desearía saber si las tropas van a tener inmunidad o no.
Espero la respuesta a lo largo de este debate, porque es importante que los argentinos sepamos si el presidente Bush vendrá acompañado de estas tropas o no.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.

SR. ZAMORA, LUIS FERNANDO (CAP FEDERAL): Señor presidente: en nombre del bloque Autodeterminación y Libertad he firmado en disidencia total este dictamen en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. En consecuencia, adelanto mi voto negativo.
La primera cuestión es importante para fundamentar mi voto: el apuro existente para saltear el plazo que establece el artículo 113 del reglamento. Hubo necesidad de votar dos veces un apartamiento del reglamento -la semana pasada y ésta- para poder debatir el tema.
En muchas oportunidades hemos expresado que la ley 25.880 que aprobaron los bloques mayoritarios de esta Cámara -nosotros la votamos en contra, pero está vigente-, regula el trámite para autorizar el ingreso de tropas extranjeras y el egreso de tropas de la Argentina para intervenir en operativos. Esa ley intentó reglamentar el inciso 28 del artículo 75 de la Constitución Nacional, que habla de las facultades del Congreso de la Nación.
Una vez más estamos ante una ley que no se cumple en esta Cámara de Diputados. Mucho menos se cumple la Constitución, ya que si no se respeta la letra de una norma, menos se lo hará con la que ustedes llaman Ley Fundamental.

- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 2° de la Honorable Cámara, don Fortunato Rafael Cambareri.

SR. ZAMORA, LUIS FERNANDO (CAP FEDERAL): Señor presidente: la ley 25.880 establece el marco del proyecto que hoy debatimos, fijando una obligación para el Poder Ejecutivo nacional de enviar con tiempo suficiente a este Congreso de la Nación los proyectos de ley que propicien el ingreso o egreso de tropas en nuestro país. El objetivo que se persigue consiste en que el Congreso pueda debatirlos como corresponde.
En consecuencia, la primera violación que se comete es contra el reglamento. La mayoría de los señores diputados presentes no tienen el Orden del Día en sus manos. En realidad, nadie lo tiene, a pesar de que ha transcurrido una semana. Se podría haber impreso con las disidencias correspondientes. Además, se viola la ley 25.880, que es muy clara en su artículo 5° cuando dice: "En los casos de ejercitaciones combinadas..." -todos estos operativos sometidos a debate encuadran en este artículo 5°- "...el Poder Ejecutivo enviará al Congreso el proyecto de ley en la primera semana de marzo de cada año, que incluirá un programa de ejercitaciones que cubra un año corrido desde el 1° de septiembre del mismo."
Quería solicitarle a usted, señor presidente, si puede instar a los señores diputados a que guarden silencio, y que los que quieren hablar lo hagan fuera del recinto.

SR. PRESIDENTE(CAMBARERI) La Presidencia solicita a los señores diputados que guarden silencio a fin de que se pueda escuchar al orador.


SR. ZAMORA, LUIS FERNANDO (CAP FEDERAL): Es evidente que no hay ningún interés en escuchar una voz diferente, porque si lo hubiera se respetarían los tiempos en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto y en el recinto para conocer opiniones distintas. Todo este apuro indica que es mucho más prioritario acceder a los reclamos de los Estados Unidos, con cuyas fuerzas armadas se van a realizar muchos de estos operativos, que escuchar opiniones que puedan abrir un debate en la población.
Reitero que hay una doble violación de los deberes de funcionario público. La ley 25.880 impone una exigencia al Poder Ejecutivo nacional que éste ha violado. El proyecto ingresó a la Cámara de Diputados el 25 de junio cuando por ley el Poder Ejecutivo está obligado a remitirlo en marzo. Esto significa que el presidente de la Nación, el jefe de Gabinete, el canciller y el ministro de Defensa han incurrido en el delito de violación de los deberes de funcionario público.
Pareciera que cometer un delito es algo formal. He realizado denuncias en la Justicia Federal y seguramente los jueces consultarían primero con Kirchner para ver qué hacen, y habrán consultado con Duhalde o de la Rúa en sus gobiernos, pues todos ellos incurrieron en este delito.
Pero también hay un problema de fondo. Para los bloques de las mayorías presentes, para la dirigencia política y para el gobierno no es un problema de envergadura que entren y salgan tropas del país. Por eso, la mayoría de los presentes no escucha, y tampoco quieren escuchar a la población; más bien quieren ocultárselo y aprobar esto rápido, violando las leyes y la Constitución Nacional.
Nos parece nefasto que se sigan realizando prácticas militares porque ello no tiene justificación pública alguna; sí, privada, pero la ocultan. Por supuesto que todos los que aprueban esto y el gobierno tienen justificaciones para acceder a los reclamos norteamericanos y fortalecer el rol de las fuerzas armadas en el continente, pero públicamente no se animan a sostenerlo, por eso hacen todo esto rapidísimo.
Repito, y espero una respuesta del miembro informante de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto: se violó el artículo 5° de la ley que ustedes votaron porque esto debió haber ingresado a este cuerpo en marzo.
Además, hay otra violación porque el proyecto cubre el período entre el 1° de septiembre de este año hasta el 1° de septiembre del próximo. Ahora bien, hay una violación del Congreso porque esto ingresó en junio, cuando ya el tiempo era poco o nada para considerar un proyecto de esta envergadura, pero encima el bloque Justicialista impidió la realización de reuniones de comisión y de sesiones en este recinto durante este período.
El propio bloque del presidente, el bloque Justicialista, saboteó la posibilidad de que hubiera debate en las comisiones y de que se difundiera esta iniciativa a la población, que era lo que más nos hubiera interesado hacer y que hemos hecho en esta semana con las pocas posibilidades que hemos tenido.
En el fondo, con la ley 25.880 no se avanzó como se dice; en definitiva, estamos igual. Ustedes saben que hay un operativo que la Presidencia acaba de anunciar que ha tenido que ser suspendido. Sospecho que será así. No sé si estará bien informado el presidente de la Cámara, quizá no fue suspendido -empezaba el 3 de septiembre- porque como el Poder Ejecutivo miente a todo el pueblo argentino, también puede mentir al presidente de la Cámara de Diputados.
Suponiendo que fue suspendido, lo cierto es que prácticamente esto ya es una nueva formalidad. Antes no se pedía autorización, o se la pedía cuando ya se había realizado el operativo, y después el Congreso ratificaba o no; esto último no importaba. Tengo todas las pruebas, las que denuncié ante la Justicia, y lo he señalado acá muchas veces.
Ahora pasa más o menos lo mismo: hay una ley pero la violan y no importa nada; no importa que se viole la ley. Les recuerdo que es una ley que votaron todos ustedes y no yo; pero ustedes no defienden ni las leyes que votan.
Es decir que la conducta de Kirchner, con ley o sin ley, es exactamente la misma que la que tenían Duhalde, de la Rúa, etcétera, que realizaban estos operativos sin cumplir con el inciso 28 del artículo 75 de la Constitución Nacional.
Pero lo más grave no es que no se debata acá sino las consecuencias de eso: que se le oculta a la población. Esto es lo más grave, es decir, el carácter antidemocrático del espacio que reivindican como el más democrático, que es este Parlamento. A través del ocultamiento que hacen en el Parlamento y del tratamiento sigiloso, rápido y casi clandestino le están ocultando a la población un tema de esta magnitud.
Por ejemplo, me gustaría que el canciller Bielsa defendiera en campaña electoral la utilidad para el país de realizar operativos con un genocida; perdón, no con un genocida sino con el titular del Estado terrorista número uno del mundo, que ahora habla de los pobres de Nueva Orleans. ¡Si eran pobres! ¿Qué quieren? ¿Qué el Estado se ocupe de ellos? Lo único que se le ocurrió ante el huracán "Katrina" fue mandar represión, porque lo único que conoce es mandar represión; en su momento envió represión a Irak y ahora a Nueva Orléans.
El apuro acá se debe a que hay un reclamo de los Estados Unidos -esto es evidente-, y se cumple con tal de no quedar mal. De modo que las relaciones carnales continúan, simplemente que ahora no se llaman así, el actual canciller no se llama Di Tella y el actual presidente no se llama Menem. Ahora, el presidente se llama Kirchner y el canciller se llama Bielsa, pero la alineación política con los Estados Unidos continúa igual.
Haber postergado este debate no importaba para realizar el operativo. Eso no es así, porque Kirchner ya lo ha hecho sin cumplir con este paso obligatorio por el Parlamento; lo ha hecho porque no quiere crear ningún nudo de discordia con el presidente Bush, que muchas veces ha dicho que lo considera uno de los mejores socios de los Estados Unidos.
Ahora voy a hablar del problema más de fondo que se ve detrás de todo esto. Muchas veces desde Autodeterminación y Libertad he insistido públicamente en que se conozcan las razones y los objetivos de estos operativos. Tanto el gobierno como los bloques más numerosos de esta Cámara avalan estos operativos realizados con fuerzas armadas de otros países, especialmente de los Estados Unidos, pero no explican para qué se hacen. Es imposible lograr una respuesta que no sea rutinaria, formal y superficial acerca de cómo se beneficia el país con el hecho de que las fuerzas armadas se instruyan y aprendan de las fuerzas armadas norteamericanas, que allí donde van secuestran personas, torturan y asesinan. Ya tenemos antecedentes.
Por supuesto, los anexos aclaran el número de efectivos, los pertrechos, los costos, quiénes los financian, la fecha; y el objetivo que se señala es una fórmula repetida. No sé si ustedes han leído los anexos -quizás muchos no los leyeron-, pero si lo hacen van a ver que hay una fórmula repetida; ya voy a señalar las diferencias entre unos y otros porque es algo muy interesante.
Hay fórmulas repetidas en cuanto al objetivo, ya que en todos los casos se dice que los operativos son para garantizar la paz, conocerse, cooperar y eventualmente formar parte de una fuerza multinacional; y alguno que otro habla de formar parte de la fuerza de las Naciones Unidas.
¿Para qué se entrenan las fuerzas del país? ¿Para enfrentar a quién? ¿Cuál es la hipótesis de conflicto que tiene hoy la Argentina? ¿Con los países limítrofes? No. La mayoría de los operativos son con países limítrofes. Nadie se entrenaría con un país limítrofe con el que tiene una hipótesis de conflicto o piensa que la va a tener. ¿Se imaginan? Todos van a conocer los mecanismos, los secretos, las mismas prácticas y entrenamientos recibidos de los mismos instructores: los norteamericanos. Además, los mismos proyectos dicen que son para cooperar regionalmente. O sea que se descarta la hipótesis de conflicto. Entonces, ¿para qué se entrenan?
Veamos lo que dice el proyecto. Está el operativo "Halcón 2006", que es sólo con Estados Unidos; el "Unitas Anfibio 2006", con la Armada de Estados Unidos; el "Cabañas", con Estados Unidos, Paraguay y otros. Este último es el que hubiera empezado el 3 de septiembre, pero no sabemos si se hizo.
El "Unitas 47" del 2005, que se hace en la zona atlántica con Estados Unidos y que fue bilateral al comienzo y ahora es multilateral; el "Panamax 2006", también con Estados Unidos y el otro "Unitas 47" fase Pacífico para el 2006. Estos ejercicios invocan la fórmula de asegurar la paz y la cooperación, explicando cuáles son sus objetivos.
El "Halcón 2006" y el "Cabañas" incluyen la eventualidad de formar parte de una fuerza multinacional con las Naciones Unidas. En este caso, tendríamos que preguntarnos para qué tipo de operativos y ordenados por qué organismo regional. Dado que están incluidos los Estados Unidos, cabe pensar que será cuando a ellos se les ocurra, porque no está mencionado ningún organismo multilateral, ni la OEA ni las Naciones Unidas. Esto se da en los casos del "Halcón 2006" y del "Cabañas", pero no en los otros. Entonces, ¿para qué son los otros ejercicios en los que figura Estados Unidos? Para conocerse; esto es una superficialidad. ¿Para qué se entrena un militar, para enfrentar a quién?
El "Ceibo 2005" es para coaliciones regionales; no se habla de Naciones Unidas, de cooperación, de mejoramiento ni de mejor instrucción. ¿De qué coaliciones regionales estamos hablando? Se supone que son las coaliciones en toda América. Esto es algo que obviamente va a decidir Estados Unidos. Se imaginan que ningún país va a decidir un operativo de coalición regional obligando a Estados Unidos a concurrir.
Después están los otros operativos que no dicen ni una cosa ni la otra. El "Unitas Anfibio" -ya hablé de los "Unitas" en el Atlántico y en el Pacífico- es para contribuir a incrementar el nivel de interoperabilidad de los participantes. Aquí ya no hay nada: ni cooperación regional ni Naciones Unidas ni fuerzas regionales. Creo que es una irresponsabilidad votar esta iniciativa, entre otras cosas, porque el "Unitas" es con los Estados Unidos, es decir, con Bush, Rumsfeld, Wolfowitz, Condoleezza Rice.
El "Cabañas" -que ya mencioné- incluye cooperación regional y mantener la seguridad hemisférica. Ustedes están votando mantener la seguridad hemisférica con los Estados Unidos; es decir, la mirada que tiene ese país del tema. Si hay algo que no ha hecho Kirchner -según un artículo publicado en el diario "Clarín" o en "La Nación" del día de hoy, no lo recuerdo con exactitud- es mencionar a Bush en algún comentario crítico. Se ha cuidado mucho de hacer eso, dice el artículo.
Si bien se nombra a las Naciones Unidas, el concepto de seguridad nacional remite a Onganía, a Videla, a la doctrina de los Estados Unidos, a la Escuela de las Américas y al Plan Cóndor. Ya sabemos lo que es seguridad para Bush.
¿Dónde está el mandato que tienen estos supuestos representantes del pueblo reunidos aquí y en el Senado para considerar que seguridad hemisférica es la mirada que tiene Estados Unidos sobre esa temática?
El "Unitas 47" fase Atlántico menciona una fuerza multinacional, pero no dice Naciones Unidas; de modo que será aquella que determine Estados Unidos. Entonces, hay que preguntarse por qué en algunos ejercicios se menciona y en otros no. Allí se habla de paz y de seguridad.
En el "Panamax 2006", con Estados Unidos y Chile, se habla de lo mismo, pero no se menciona en ningún momento que es para mantener la paz. Este ejercicio es sumamente importante porque sirve para el control del canal. Se habla de fomentar la confianza mutua, la cooperación militar internacional, la integración de las fuerzas armadas de los continentes y la formación de una fuerza multinacional. No se refiere a mantener o defender la paz como objetivo. ¿Por qué no la menciona y en otros ejercicios, sí? Creo que aquí no hay nada casual. Todo esto está escrito porel ministro Pampuro con los Estados Mayores, y en combinación con las Fuerzas Armadas norteamericanas. En verdad no se les escapa una palabra.
Otros directamente no traen ningún objetivo. No cumplen tampoco con la ley 25.880, ni siquiera la formalidad de algo, como el "Fraterno 24" que es con Brasil o el de "Integración", con Chile. No menciona objetivos. En fin; una frase al pasar que ni siquiera es informal.
Por otra parte, por lo que dice el mensaje, a través de Bielsa, Pampuro, Fernández y Kirchner, se observa que no se menciona ninguno de estos objetivos. Entonces, se contradice con todo lo que se dice en los anuncios.
Se habla del objetivo de perfeccionar y cooperar, es decir perfeccionamiento, cooperación e integración entre las Fuerzas Armadas, profundizando la confianza mutua. Y resulta que el país va a gastar 20 millones de pesos para profundizar la confianza mutua.
Me pregunto cuál es la confianza mutua. ¿O hay que alimentar la desconfianza? ¿Cómo se va a alentar el hecho de tener confianza en el presidente Bush y en las Fuerzas Armadas? Yo quiero que alguien aquí se pare y diga que sí quiere fomentar que el país, el pueblo argentino, tenga cada vez mayor confianza en lo que van a hacer las Fuerzas Armadas norteamericanas en el mundo.
Además se contradice con todo lo otro que leí antes de cada uno de los anexos. No olvidemos que estamos en un marco mundial con una potencia que le ha declarado la guerra a la humanidad, como lo señalé recién -me refiero a los Estados Unidos-, con la doctrina de la "guerra preventiva", que ni siquiera respeta la Carta de las Naciones Unidas, que ellos mismos aprobaron y ayudaron a redactar, votaron y defienden.
Debemos recalcar que son sus normas, no las nuestras porque para nosotros -lo dije aquí varias veces- las Naciones Unidas es una cueva de bandidos, donde todo lo que se resuelve tiene que ver con los intereses de pocos, buscando cómo perjudicar a muchos.
Pero son las normas que ellos votan y Estados Unidos ni siquiera respeta la Carta de las Naciones Unidas, como lo vimos claramente en la guerra ilegal que le declaró a Irak, para no irnos demasiado lejos. Incluso el propio secretario de las Naciones Unidas dijo que la guerra y la ocupación de Irak era ilegal porque violentaba la Carta de las Naciones Unidas. Me refiero al tema de la defensa propia y a la intervención del Consejo de Seguridad. Cuando interviene dicho Consejo no puede invocarse ningún motivo de defensa propia ni de urgencia, etcétera, porque, lo reitero, está interviniendo el Consejo de Seguridad.
No quiero abundar demasiado pero ustedes saben que Estados Unidos está desconociendo gran parte de las convenciones internacionales. No ha ratificado el Convenio de la Corte Penal Internacional, tampoco el Protocolo de Kyoto y otros. No sólo no los ratifica sino que firma contratos o convenios de inmunidad. Ya lleva firmados más de cincuenta convenios con más de cincuenta países para que por si acaso descubren a algunos de sus criminales que andan pululando por el mundo y algún juzgado los detiene, no sean enviados a la Corte Penal Internacional acusados de esos delitos que en su gran mayoría son de lesa humanidad.
Por lo tanto se garantizan estos convenios de inmunidad. Es decir, ¿para qué se instruyen? Estados Unidos está tirando bombas de napalm en Irak, algo que ya está comprobado, pues ha sido materia de denuncia pública, y también ha sido considerado por las organizaciones de derechos humanos más importantes del mundo y, a su vez, por las organizaciones políticas. Están hechas las denuncias en los ámbitos internacionales, aunque, claro, eso lo controla Estados Unidos.
Entonces, ¿quieren que se formen en eso los militares de este país, que ya no necesitan mucha más formación para reprimir a todo aquel que se le ponga adelante si le dan la orden de hacerlo, dentro de los propios pueblos, como lo sabemos cuando se transformaron en fuerzas de ocupación durante la dictadura militar?
¿El Operativo Cóndor es la cooperación de la que hablan? Está la que muestra la historia, no hubo otra. En defensa de la democracia, no hubo otra. No hubo cooperación internacional para defender al pueblo argentino o al chileno de las dictaduras de Pinochet o de Videla. Así que en defensa de la democracia no la hubo. Sí la hubo para apoyar a las dictaduras que trasgredían la democracia.
Las hipótesis de conflicto son de Estados Unidos porque a las otras ya me referí. En cuanto a los gobiernos del área que apoyan, en realidad, las hipótesis de conflicto son las protestas de los pueblos. Esas son las hipótesis de conflicto.
Si ustedes analizan la convocatoria que se está discutiendo en este momento en el gobierno en cuanto al lema que tendrá la Cumbre de las Américas, se verá que ya se acordó que sea contra la pobreza y en defensa de la gobernabilidad democrática. Lo de la pobreza va a ser una frase demagógica de campaña. En vez de poner "Pensá en Patricia", ponen lo de la pobreza en la Cumbre de las Américas o algún eslogan de esos que están tan de moda en la campaña electoral.
Hablan como objetivo de defender la gobernabilidad democrática. Ya no dicen que es para defender la democracia sino para defender la gobernabilidad democrática. Esto significa defender gobiernos.
¿Y quién amenaza a los gobiernos si no hay conspiraciones ni golpes militares? A Gutiérrez lo echó el pueblo ecuatoriano, a de la Rúa, el pueblo argentino y a Mesa y a Sánchez de Lozada el pueblo boliviano.
La gobernabilidad democrática es el acuerdo de las instituciones que defienden intereses empresarios o los intereses de Estados Unidos en cada una de las regiones contra la protesta y el hartazgo de los pueblos.
En la Cumbre de las Américas se va a discutir cómo se hace más formal la tarea sucia que llevó a cabo el gobierno de Kirchner en Bolivia, junto con el enviado de Lula, representando los intereses de Estados Unidos -que no podía ejercer esa tarea por el desprestigio que tiene entre las fuerzas sociales en aquel país- para ver cómo podía sostener a Sánchez de Lozada hasta tanto hubiera alguna fórmula de transición institucional -cosa que lograron-, y luego cómo sostener a Mesa cuando el pueblo boliviano exigía su renuncia. Eso es lo que quieren discutir.
Y quieren discutir eso porque la gobernabilidad la piensan defender a sangre y fuego contra los pueblos. La preocupación de los gobernantes rechazados por sus pueblos es ver cómo cierran filas, y para ello ejercitan e instruyen ejércitos.
Eso es lo que ocurrió en Paraguay. Estados Unidos ha logrado un acuerdo de inmunidad en Paraguay que ha tenido cierta repercusión, pero que es mucho más grave que toda la repercusión que ha tenido. Los defensores de estas posiciones del gobierno, miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, me han dicho que la Argentina tiene una posición de dura confrontación con Estados Unidos por el tema de la Corte Penal Internacional. Pero eso es falso; no hay ninguna dura confrontación.
En caso de creer en la Corte Penal Internacional -lo cual es discutible y sería materia para otro debate-, habría dura confrontación si dijeran que no se hacen operativos con ningún país que firme contratos de inmunidad para eludir ser juzgados.
A Estados Unidos no le importa que la Argentina adhiera a la Corte Penal Internacional cuando ellos no lo hacen, ni que incluso haga críticas en algún foro multilateral, si después realiza ejercicios con sus tropas, e incluso con las tropas paraguayas. Algunos de estos proyectos incluyen tropas paraguayas que dan inmunidad a los Estados Unidos.
Es así que estos convenios de inmunidad crecen porque no tienen sanción política. Y los que dicen confrontarlos y combatirlos terminan siendo cómplices porque hacen operativos con fuerzas comprendidas en estos pactos inmorales de inmunidad. Es como decir que se acepta la inmunidad porque se reconoce que se han cometido crímenes y se seguirán cometiendo. Nadie pide inmunidad si tiene una trayectoria ética y democrática o si va a luchar por defender una trayectoria de ese tipo.
Lo ocurrido en Paraguay es gravísimo. Además, en Mariscal Estigarribia hay una base militar de los norteamericanos prevista para varios miles de soldados; ya se han instalado varios centenares. Esa base está muy próxima a Bolivia; no se eligió Paraguay porque sí. La gran preocupación actual de Bush es Bolivia porque ve que allí hay un pueblo que lucha por autodeterminarse. Si hay alguien que odia la autodeterminación y la democracia es el presidente Bush, pero con la complicidad de todos los gobiernos del área, quizás porque ven afeitar las barbas de su vecino.
También podríamos analizar las declaraciones de Rumsfeld -que luego acercaré a los taquígrafos para su inserción en el Diario de Sesiones- en las que se refiere claramente a las características de esa base, y señala para qué se hace, refiriéndose al problema de Bolivia.
Hubo lamentables y repudiables declaraciones de parte de Pampuro, quien según "Clarín" estimó que la decisión del Paraguay de dar inmunidad a las tropas de Estados Unidos no tendrá repercusiones en la región. Pactos de inmunidad de inmorales no tendrán repercusión. Esto muestra la sensibilidad ética de Pampuro. Obviamente, si como diputado -cuando estaba acá en la Cámara- cobraba sobresueldos, su ética es como la del presidente, que muestra sus manos limpias y exige que le señalen un caso de corrupción. He denunciado a Pampuro y no sólo sigue en el ministerio sino que además es candidato.


SR. PRESIDENTE(CAMBARERI) Si me permite, señor diputado, le recuerdo que restan dos minutos del tiempo del que dispone para hacer uso de la palabra.


SR. ZAMORA, LUIS FERNANDO (CAP FEDERAL): Voy a finalizar.
Denuncio el tema de Haití porque me parece de enorme importancia. Algunos proyectos de operativos para aprobar hoy aluden a que se trata de preparar fuerzas multinacionales al estilo de la MINUSTAH. Existen denuncias gravísimas relativas a la acción de la MINUSTAH, de la que participan fuerzas argentinas.
La MINUSTAH (Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití), atacó una barriada de Puerto Príncipe -capital de Haití- en busca de lo que denominan "bandidos". En la acción asesinaron entre 23 y 50 personas, muchos de ellos niños, mujeres, trabajadores que concurrían a realizar sus labores. Para el teniente general brasileño Augusto Heleno, la operación fue "un éxito".
Hay muchas denuncias de este tipo. Por ejemplo, una organización de activistas estadounidense acusó a las Fuerzas de Paz en Haití de haber matado a civiles desarmados, en un operativo en un barrio pobre de Puerto Príncipe. Este hecho, desmentido por los Cascos Azules, lo denuncia la BBC, no cualquier agencia internacional.
Pérez Esquivel dispone de un informe muy preciso relativo a las numerosas denuncias que recibieron las organizaciones de derechos humanos que visitaron Haití. No sólo se cometen violaciones en el sentido general de la palabra, sino que se viola a mujeres y hombres haitianos por parte de los Cascos Azules. Repito que se trata de denuncias de la BBC y no de agencias desconocidas. Varias de esas denuncias están presentadas ante las Naciones Unidas, y fueron convalidadas por la comisión que integró Pérez Esquivel.
Haití es un muy buen ejemplo: servil consecuencia del reclamo de Estados Unidos, que dijo: "Déjennos tranquilos en Irak, por primera vez hagan ustedes el trabajo sucio que nosotros hacemos habitualmente. Vamos a seguir dirigiéndolos y orientándolos -haciendo lo que nosotros queremos-, pero esta vez el trabajo háganlo ustedes."
Es la primera vez que un gobierno argentino -en este caso el de Kirchner- acepta no ya acompañar fuerzas norteamericanas -eso ya lo hizo Menem- sino reemplazarlas en la tarea sucia. En definitiva, estamos discutiendo para qué se entrenan. Acá está la respuesta. Como dije, para reprimir protestas populares y la autodeterminación de un pueblo, en el caso de Haití.
Louis Joinet es uno de los relatores más prestigiosos de la Naciones Unidas; cuando la Comisión de Derechos Humanos de ese organismo necesita un compendio de las normas vigentes y su interpretación, justamente recurre a él. Louis Joinet expuso que la situación haitiana es crítica y que las fuerzas de la ONU se mueven con total impunidad. Esto lo dice Louis Joinet; averigüen quién es. Amnistía Internacional también denunció los abusos.
Lo que se intenta aprobar significa instruir a bestias feroces para que hagan lo que Estados Unidos hace en Irak, en Afganistán y en otros tantos lugares del mundo. Está secuestrando gente. Jueces italianos ordenaron la detención de agentes de la CIA porque ésta secuestra a aquel que considera tiene algo que ver ya no con el terrorismo sino con el fundamentalismo religioso. Lo secuestra y lo lleva a Guantánamo, a algún campo de concentración en algún lugar del mundo.
Están instruyendo a las fuerzas militares para hacer estas cosas. No se trata de una denuncia general sino de lo que está pasando en Haití. ¿No valdría la pena debatir con el pueblo argentino para saber si está de acuerdo en que el país se comprometa en esta guerra que Estados Unidos ha declarado a la humanidad?
Por todas estas razones, y otras que agregaré -se trata de citas cuya inserción solicito en el Diario de Sesiones-, nuestro bloque de Autodeterminación y Libertad votará en contra de este proyecto, con profunda indignación y repudio.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.


SRA. WALSH, PATRICIA (CAP FEDERAL): Señor presidente: en este momento hay ochenta señores diputados en sus bancas. Evidentemente, este es un tema que no le interesa a la mayoría de este cuerpo.
Por alguna intervención que tuvo lugar a comienzos de este debate ha quedado en evidencia que hay que aprobar este proyecto, que existe una urgencia y necesidad en tal sentido. Pero lo que no hay en este recinto -lo digo por la presencia de tan pocos diputados- es absolutamente ningún interés en discutir seriamente la cuestión de los operativos militares conjuntos y de su historia.
Cuando se discutió en este recinto esta denominada ley marco que permite -aun violándola, como ya se señalara- presentar un plan anual de estas características, que comienza en septiembre de este año y termina el año que viene, yo ocupaba mi banca y me expresé señalando que a mi juicio se trataba -y se sigue tratando- de una ley inconstitucional.
No es un detalle secundario que, cuando asumen su mandato, a los diputados nacionales se les entrega gratuitamente un ejemplar de la Constitución Nacional. Esto sucederá el próximo 10 de diciembre. A esta altura de los hechos, ya deberíamos darles ese ejemplar con algunas marcas incluidas, para explicarles por ejemplo que tal artículo no siempre se cumple, porque en realidad lo violamos todo el tiempo.
Cuando se debatió esta norma que hoy permite hacer estas cosas, yo dije desde mi banca que era anticonstitucional, porque precisamente se trata de la delegación de facultades que competen al Congreso de la Nación. Me refiero a la discusión sobre el ingreso y egreso de tropas extranjeras y de las propias, si salen del país. Esta facultad compete al Congreso de la Nación. Mediante esta ley estamos practicando la delegación de facultades.
Resulta claro que las cuestiones que se deciden de este modo -ahora con setenta y cinco diputados sentados en sus bancas- no tienen legitimidad política, por más que pretendan tenerla. Todo aquel que no está en este recinto participa incluso de esta sesión en la que se aprueba un plan anual. Entonces, aquel que el 10 de diciembre se vaya porque la Cámara se renovó, habrá tomado una decisión por todos aquellos que ingresen ese día. Espero que a los nuevos diputados no les parezca nada bien los operativos "Unitas", "Anfibios" o "Fraternos", que son nombres de fantasía que se ponen para ocultar lo que en verdad son: operativos militares conjuntos mediante los cuales se enseña a nuestras tropas, a nuestros soldados, a reprimir en cualquier hipótesis de conflicto interno.
¿O acaso nosotros no tenemos memoria de lo que ha significado este intercambio, a propósito de la experiencia en nuestros pueblos y en nuestras fuerzas armadas en relación con las dictaduras militares? ¿No sabemos lo que representó la Operación Cóndor? ¿Cuáles son las experiencias que se intercambian? ¿Cuál es el aprendizaje que se obtiene compartiendo durante días estas operaciones militares conjuntas? ¿Qué se les cuenta y enseña a nuestros soldados y a nuestras tropas?
Fijémonos qué es lo que les pueden enseñar. Entre los diecisiete operativos aquí detallados, incluso con un lenguaje que no dice nada acerca de su verdadero contenido, con fórmulas que sirven tanto para unos como para otros, ya que sólo se cambia el nombre de los países y la fecha porque el contenido informativo es nulo, nos encontramos con un dato que no es menor: durante el año 2003 no se hizo el Operativo "UNITAS Anfibio". Tengamos en cuenta que dentro de estos diecisiete operativos militares conjuntos estamos aprobando uno que es anfibio. ¿Por qué en 2003 no se hizo el operativo anfibio? Porque la Armada de los Estados Unidos y sus medios anfibios estaban abocados a tareas de mayor prioridad. Así surge del propio proyecto, en la página 27 del Anexo IX. ¿Cuál era la prioridad de la Armada y de los anfibios de los Estados Unidos en 2003? Irak. Por eso no se realizó el operativo.
Entonces, no resulta extraño suponer que lo que afirmo desde esta banca va a ocurrir. Se intercambian experiencias que tienen que ver con la formación, con el aprendizaje y con la instrucción. Si esa experiencia es la que se obtuvo -está claro que es así- con la invasión y ocupación de Irak y con la práctica del genocidio en ese país, esto es a lo que algunos pocos le decimos que no, aunque seamos pocos los diputados que lo expresamos.
Todo este proyecto es cipayo. De nada sirve que comprendamos la historia de cada uno de estos operativos, por qué se hicieron en el pasado y por qué pretenden hacerlos ahora. ¿Con qué objetivo se hacen?
Queda en claro que estas experiencias, estos aprendizajes y estos intercambios siempre tienen el predominio de lo que representan las fuerzas armadas de Norteamérica, más allá de que participen directamente o no en tal o cual operativo militar conjunto. Digo esto porque ellas tienen injerencia en el conjunto del plan y de las operaciones, en sus contenidos y objetivos.
Evidentemente, no queremos hacernos ninguna pregunta. El hecho de que el miembro informante no haya brindado su informe y que las bancas permanezcan vacías nos da a entender que esto se aprueba nada más que porque es orden de George Bush. Por eso considero que un voto por el sí es un voto cipayo, que ni siquiera argumenta, defiende, pregunta ni contesta, pero que atará con su resultado a la otra mitad de la Cámara que ingrese el 10 de diciembre del corriente año.
Hace un rato hubo en este recinto un momento importante aunque haya pasado muy rápidamente. Dos diputados nacionales -quien les habla y Luis Zamora- intentábamos discutir la presencia de George W. Bush en nuestro país, que está absolutamente relacionada con el tema que estamos debatiendo. Porque decir que uno no quiere porque es argentino, porque defiende la soberanía, porque le parece que ha servido para las peores consecuencias, que las tropas argentinas se instruyan y aprendan algo de las tropas que integran las fuerzas armadas norteamericanas, tiene algún sentido sobre todo en vísperas de que venga al país, a pesar de la oposición de la enorme mayoría del pueblo argentino, el mayor genocida del planeta, que es George W. Bush.
A pesar de que en esta Cámara no haya voluntad política suficiente para declararlo persona no grata o para proponer que no pise el país, la enorme mayoría del pueblo argentino lo va a repudiar y tomará nota -si se entera- que en este recinto ni siquiera se abrió el debate para debatir quién es George W. Bush, hijo de Bush, el hijo de aquel otro Bush que también desató la guerra en el planeta.
Que no queramos hablar de Irak, de cuál es la responsabilidad de estas fuerzas armadas norteamericanas, de la administración de George W. Bush, que no queramos reflexionar sobre las cuestiones que se vinculan con la militarización en América latina y en nuestro territorio nacional, es una vergüenza.
Algunos que hacen campañas electorales por estas horas, por estos días, tendrían que decir: "Yo cuando se habla de soberanía me levanto y me voy, cuando se habla de independencia me levanto y me voy, y cuando se habla de George Bush me levanto y me voy." Mientras tanto otros diputados nacionales estamos diciendo "persona no grata", que lo es -más allá de que este recinto no lo vote- para la enorme mayoría del pueblo argentino, y esto a mí me parece suficiente.


SR. PRESIDENTE(CAMBARERI) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. TINNIRELLO, CARLOS ALBERTO (CAP FEDERAL): Señor presidente: en muchas oportunidades he pensado que participar de los debates de este Congreso sobre los intereses de la población y la posibilidad de la participación de la población de todos los problemas que se traten aquí, de acuerdo con mi óptica no tiene mucho sentido. Pero creo que en este caso tengo hasta dudas de si al intervenir no soy parte de esta teatralización que se ha montado, de este circo si se quiere que se ha montado, para poder decir que se ha tratado la participación de las fuerzas militares argentinas en operativos con fuerzas de otros países y que se ha resuelto algo.
En realidad un tema que es absolutamente importante ni siquiera se considera en este recinto, al punto -como se dijo- que ni siquiera un miembro informante se ha esforzado, y le pongo comillas inmensas, en tratar de dar alguna justificación, quizá porque no exista racionalidad en este tipo de proyectos.
Adelanto que el bloque Red de Encuentro Social votará negativamente, porque estamos convencidos de que no es cierto lo que se dice en algunos de los proyectos que se han presentado.
Por ejemplo, cuando se habla de los objetivos, se dice que las fuerzas armadas cumplirían una eficaz estrategia disuasiva, estrictamente defensiva del territorio y de los recursos propios. Más adelante se manifiesta que la idea que se persigue consiste en salvaguardar las vidas humanas en el mar, contribuyendo al control y defensa del ambiente marítimo. Sólo he tomado esta parte de los proyectos presentados, porque en realidad no tengo ganas de extenderme para luego tener que pelearme con la Presidencia para que me conceda más minutos para hablar.
En realidad, no tiene sentido alguno tratar de justificar desde este lugar lo que a todas luces constituye una gran mentira. Desde 1993 se han realizado 135 operativos militares. En cincuenta y siete participamos con Brasil, en cincuenta y seis con Estados Unidos, y allí vamos con otros países latinoamericanos.
Se habla de defensa del medio ambiente, del control de la contaminación, de la defensa del territorio y los recursos. Esto no es cierto. Ha ocurrido todo lo contrario. La población reconoce absolutamente que nuestros recursos han sido totalmente diezmados: el agua ha sido contaminada con los emprendimientos mineros que están avanzando en forma estrepitosa sobre nuestra cordillera, lo que significa comprometer el agua como recurso estratégico. Esto se produce en el momento en que otros países tratan de apoderarse del agua porque saben que ese recurso tiene un valor elevado, llegando al punto de condicionar la vida de las personas. Quien tenga ese recurso tendrá en sus manos el control de la humanidad.


- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, don Eduardo Oscar Camaño.

SR. TINNIRELLO, CARLOS ALBERTO (CAP FEDERAL): Señor presidente: también podemos decir que en Irak las fuerzas que debían sostener la paz y la seguridad -Estados Unidos, Gran Bretaña y compañía, o sea, sus cómplices mafiosos, genocidas y terroristas- volcaron sobre la sociedad iraquí, entre otras cosas, más de dos mil toneladas de material radioactivo contenido en las bombas que arrojaron.
Entonces, ¿cómo pueden hablar de cuidar el medio ambiente? Se trata de una mentira pura. ¿Por qué hablan de proteger la vida? Otra mentira pura. La idea que persiguen -esto es absolutamente claro y definitivo- consiste en tener las mejores relaciones con las fuerzas militares de la región para hacer lo que ya hicieron en complicidad con los responsables de la dictadura militar. Lo que desean es imponer al pueblo argentino uno de los asesinatos más impresionantes que se hayan producido en la región.
Eso ha sido reconocido en los documentos de la CIA, de los que surgió que Estados Unidos ha sido gestor, planificador e ideólogo de toda esa campaña ofensiva contra la población latinoamericana que luchaba por sus derechos, su vida, sus recursos naturales y su dignidad.
Es exactamente lo que pasó en Bolivia. Cuando el pueblo boliviano salió a la calle a defender el gas, uno de sus recursos naturales estratégicos, el gobierno argentino a través del canciller Bielsa declaró que se ponía a disposición del gobierno de Mesa para conservar o defender las instituciones en la medida en que el gobierno lo necesitara. Es decir que si había que bombardear, bombardeábamos. Evidentemente esa es la política, que se refleja en materia de educación, salud, deuda externa, recursos naturales, etcétera. Esa es la política: lo que no se puede saquear a través de los gobiernos democráticos que son funcionales se saquea por medio de la invasión y la ofensiva militar, como en Irak. Todavía están buscando los armamentos de destrucción masiva que supuestamente justificaban la invasión. Se monta mentira tras mentira para justificar la dominación del mundo.
Para estos entrenamientos se utilizarán como mínimo -lo declarado- veintiún millones y un poco más de pesos.
En Paraguay se otorga tal impunidad a las fuerzas militares estadounidenses que de hecho se les permite establecer bases militares permanentes, porque son trece los operativos que se realizarán desde ahora hasta fin de 2006, un operativo cada mes y diez días aproximadamente, o sea, no se van más de Paraguay. Tienen las bases militares para controlar desde allí la zona, esencialmente el acuífero guaraní y los pueblos movilizados, como el boliviano, y también el argentino, que cada vez resiste más esta ofensiva.
Esa es la política, y por eso no se discute el tema. ¿Qué interés hay? Ahora lo importante es la campaña electoral, a ver cuántos votos se logran o se pierden con un discurso peor. Así nos encontramos con la feroz pelea entre los dos aparatos del peronismo que están en la lucha política, entre comillas, hasta después de las elecciones, para lograr votos y después llegar al acuerdo. Es la historia de siempre, la historia sin fin.
Y por el otro lado exactamente lo mismo: acuerdos, desacuerdos, todo en el marco de la campaña electoral que hoy se manifiesta cada vez más patéticamente porque no les importa absolutamente nada lo que está pasando en el país. No les importa lo que pasa en la región. No les importa que hay 96 millones de personas en América latina que viven con menos de un dólar por día. No les importa que hay más de mil millones de habitantes en el mundo que viven en la extrema pobreza. No les importa que se gaste más de un billón de dólares mientras se sigue muriendo la gente de hambre. No les importa. Quieren acordar con Bush y quieren que vengan. Desgraciadamente para algunos, parece que no viene. ¿Qué van a hacer ahora? ¿Van a poner una estatua de Bush para rendirle honores en Mar del Plata? ¿Eso es lo que importa?


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Vaya redondeando su exposición, señor diputado.


SR. TINNIRELLO, CARLOS ALBERTO (CAP FEDERAL): ¿Les importa recibir al máximo genocida o máximo terrorista del mundo? ¿Eso les importa? ¿Les importa denunciar como terroristas a los trabajadores del Garrahan? ¿Eso es lo que les importa?
Entonces, desde Red de Encuentro Social reitero que nos parece que este Parlamento es el lugar donde se sigue votando en forma permanente todo lo que nos dictan los intereses de los grandes capitales nacionales y extranjeros. Desde allí nos imponen las políticas, siempre discutidas con el Fondo Monetario Internacional, con Bush y compañía.
Como todo el mundo lo reconoce, el gran acuerdo o el gran feeling entre Kirchner y Bush tiene nombre y apellido, y es el petróleo. Este es el feeling. Pasamos de la época de la entrega de nuestras empresas públicas a la entrega absoluta de nuestros recursos naturales. Y también están entregando la educación con las leyes de educación que se van votando. Justamente hoy presenciamos en la puerta del Congreso una movilización de estudiantes y docentes para repudiar la ley de educación técnica y que el Congreso no avance en esa ley. Y vamos a votar la ley de financiamiento, todo en el marco de lo dictado por los organismos internacionales, con el ministro Filmus a la cabeza de esa política. Todo parte de lo mismo: destruir la educación y la cultura, educar para el sometimiento.
Ya en el año 1974, en un documento que Kissinger le presenta a Nixon le dice: "Tengamos una política de control de los recursos naturales en los países en desarrollo de América Latina controlando el crecimiento demográfico, porque el crecimiento que hoy tiene Estados Unidos necesita de esos recursos naturales, y cuanto más habitantes haya en esos países, más problemas vamos a tener para poder utilizarlos nosotros".


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) La Presidencia reitera al señor diputado que vaya redondeando su exposición.


SR. TINNIRELLO, CARLOS ALBERTO (CAP FEDERAL): Ya termino, señor presidente. Eso está documentado, y nosotros seguimos en ese camino.
Por eso, creo que no hay más alternativa para la población que la siguiente: que a través de su propio accionar decida realmente qué es lo que debemos hacer. Es evidente que de este Congreso no salen las soluciones; nunca salieron, nunca hubo expectativas. La población cada vez tiene menos expectativas en este Congreso y por eso hay cada vez menos expectativas en las elecciones. El tomar la palabra no alcanza; el decidir está, como la propuesta siguiente, y el accionar de la población será el que determine el camino futuro de nuestro país.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.


SRA. MAFFEI, MARTA OLINDA (BUENOS AIRES): Señor presidente: brevemente voy a explicar las razones por las cuales el ARI va a votar en contra del proyecto de ley de entrada y salida de tropas del territorio nacional.
Además de lo exiguo del tiempo en que esta propuesta ha sido presentada, comparto con el señor diputado Cafiero la expresión alrededor de la ausencia del ingreso de tropas norteamericanas, portaaviones, y su radicación en la ciudad de Mar del Plata. Respecto de esta última, realmente parece una ciudad militarizada, donde las tropas no solamente controlan el movimiento ciudadano sino que dirigen la obra pública en la provincia de Buenos Aires, particularmente en la localidad de Mar del Plata.
En realidad, de los dieciséis anexos que contiene la norma, una de las claves más complejas radica en seis de estos anexos. Los anexos números 4, 8 y 11 son parte de los operativos "Unitas Atlántico", "Unitas Pacífico" y "Unitas Anfibio". Recuerdo que este operativo tiene como objetivo formar defensiva y ofensivamente las tropas en Latinoamérica en operaciones y misiones de carácter internacional.
Efectivamente, estos ejercicios que tienen como objetivos declarados realizar experiencias de formación para nuestras tropas, sean las de la Armada, el Ejército o la Aeronáutica, tienen como finalidad promover la amistad, la cooperación militar, el entendimiento y la confianza mutua entre las tropas intervinientes.
En estos seis operativos interviene el ejército de los Estados Unidos. Lo último que quisiéramos para nuestro país es despertar confianza mutua entre nuestro ejército y el de los Estados Unidos, que es el responsable de la instrucción de la tropa nacional en la comisión del peor genocidio que hubo en la República Argentina. Si en la Argentina hubo un genocidio fue en la Escuela de Panamá bajo las órdenes del gobierno y el ejército de los Estados Unidos, que realizó la instrucción de las tropas que terminaron siendo criminales en América Latina.
Todos estos operativos, como el "Panamax", fueron realizados por Estados Unidos. Este ejercicio tiene como objetivo el control del tránsito en el Canal de Panamá, que supuestamente fue entregado a la soberanía de dicho país, y debe seguir siendo controlado por las tropas de Estados Unidos con el auxilio de las tropas argentinas.
Tampoco estamos de acuerdo con el operativo "Cabañas". No hay ningún mérito en las acciones de paz que realizamos ni tampoco ninguna garantía en las acciones de paz controladas por las Naciones Unidas. Si miramos el resultado de las acciones de paz realizadas en Haití y el rotundo fracaso de la presencia de las tropas latinoamericanas en ese país, no tenemos nada de qué enorgullecernos. Me refiero a la presencia de tropas argentinas comandadas por las Naciones Unidas en Haití.
Por lo tanto, no queremos propiciar confianza mutua en tropas de los Estados Unidos que en cada oportunidad que se acercan a América Latina o que aparecen en la OEA, o en cualquier organismo multilateral, tienen como único objetivo incluir cláusulas que intentan dar su interpretación a la seguridad de América Latina, y la posibilidad de intervenir. Los gobiernos de América Latina no saben cómo sacarse de encima las cláusulas intervensionistas que formula el gobierno de los Estados Unidos.
Por lo expuesto, vamos a rechazar esta iniciativa y ratificamos que no sólo no queremos operativos conjuntos con Estados Unidos, sino tampoco ejercicios en los que participen sus tropas que terminan radicándose en Paraguay, Colombia, Brasil y en nuestro propio suelo, controlando las riquezas naturales, los acuíferos y la biodiversidad, y diagramando las distintas formas de sometimiento de nuestro pueblo.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.


SR. ESAIN, DANIEL (MENDOZA): Señor presidente: voy a ser muy breve, porque tengo intención de insertar mi discurso.
Simplemente, deseo señalar que en el año 2001, cuando no formaba parte de este Congreso de la Nación, advertí en los diarios cómo algunos legisladores nacionales veneraban un sistema político porque habían ido al Parlamento norteamericano a juntar documentación, que después trajeron finalmente a este Congreso y se armó una comisión investigadora.
De tal manera que hay organizaciones o dirigentes políticos que cuando interpretan determinados hechos de la vida política internacional y los pueden usufructuar hablan bien de determinadas cosas, y después en otro momento hacen exactamente lo contrario.
Estas son las contradicciones que tiene la política argentina. Quiero señalar también que hemos escuchado una serie de argumentos fosforescentes que por abajo ocultan la verdadera discusión que pretenden dar: si es necesario o no tener fuerzas armadas.
¿Por qué no centran el debate en esta cuestión? Hay muy pocas excepciones y yo no recuerdo en la historia universal de la humanidad algún pueblo que no haya tenido fuerzas armadas.
Si la cuestión es discutir este tema me parece bien, pero discutamos entonces la esencia del problema que se plantea bajo argumentos fosforescentes, es decir si queremos tener o no fuerzas armadas, que es la cuestión que están planteando.
Modestamente creo que hay que tener fuerzas armadas pero me gustaría que estos argumentos los digamos de cara a la sociedad.
En otro orden de cosas, cuando se observan los fondos que se emplean para estos operativos, que en general son con pueblos latinoamericanos -en contextos políticos de paz, de armonía y de integración- se advierte por ejemplo que le cuesta al Estado argentino 66 mil pesos uno de esos operativos, otro le cuesta 292 mil pesos, y en total son menos de 20 millones de pesos para tener un mínimo ejercicio de una fuerza militar.
Por otra parte, cuando se recurre a la Constitución, se encuentra que entre las facultades que tiene el Congreso, los constituyentes han previsto que existan fuerzas armadas, dándole a este Congreso de la Nación la facultad de autorizar el ingreso o el egreso, que es lo que estamos discutiendo.
Señor presidente: voy a insertar parte del discurso que pensaba pronunciar y simplemente voy a concluir mis palabras con lo siguiente, si realmente se quiere discutir si nuestro país debe tener fuerzas armadas o no, armemos el debate al respecto pero no tomemos un proyecto puntual y concreto que tiene que ver con las relaciones exteriores argentinas para bastardearlo de esta forma.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. LOZANO, CLAUDIO (CAP FEDERAL): Señor presidente: ...


SR. MACALUSE, EDUARDO GABRIEL (BUENOS AIRES): ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con la venia de la Presidencia?


SR. LOZANO, CLAUDIO (CAP FEDERAL): Sí, señor diputado.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Para una interrupción, tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


SR. MACALUSE, EDUARDO GABRIEL (BUENOS AIRES): Señor presidente: en agradecimiento al señor diputado Lozano voy a intentar ser muy breve. Está absolutamente claro que hay una diferencia entre el Congreso norteamericano y las fuerzas armadas de ese país.
Nosotros aplaudimos el hecho de que el congreso norteamericano haya investigado a quienes lavaban dinero permitiendo que ese dinero lavado fuera al narcotráfico, deteriorara a las juventudes de países emergentes como los nuestros, y financiara el contrabando de armas. Esa investigación llevada a cabo luego en la Argentina permitió denunciar al propio presidente Bush, como denunció la diputada Carrió cuando hizo la presentación del informe, como cómplice de ese lavado no sólo en la Argentina sino en los Estados Unidos; porque muchos de los bancos que lavaban acá tenían su sede en los Estados Unidos y estaban siendo investigados.
Lamentablemente, eso no tuvo un correlato en la Justicia, pero la investigación que se comenzó en el Congreso de los Estados Unidos era una investigación genuina, y es consecuente y concordante con lo que estamos diciendo ahora.
Nosotros denunciamos a Bush por la complicidad con el lavado y también lo denunciamos porque es su ejército el que está avasallando la soberanía de muchísimos países. Y eso tiene que ver con cuestiones económicas e ideológicas
Quiero aclarar esto porque el problema no consiste en no tener fuerzas armadas. La respuesta está en la historia argentina. Queremos que haya fuerzas armadas como las que diseñó San Martín, como las del general Mosconi o las del general Perón. No queremos fuerzas armadas entrenadas en West Point para que después vengan a someter a pueblos como el argentino, el nicaragüense o los centroamericanos, que padecieron la formación de sus fuerzas armadas en la academia de West Point.
Voy a citar solamente en forma textual los objetivos del "Operativo Cabañas 2001", y quiero que me digan cuál es el objetivo de armonía, conocimiento y confraternidad de los pueblos.
Se dice que el propósito del "Operativo Cabañas 2001" apunta al entrenamiento de las fuerzas armadas de la región en un campo de batalla compuesto por civiles, organizaciones no gubernamentales y agresores potenciales.
La textualidad de lo que acabo de leer me exime de mayores comentarios, expresándose así claramente los objetivos de los que quieren entrenar a nuestras fuerzas armadas. Nosotros las queremos para la liberación y para la soberanía nacional, no para que apunten sus armas a los civiles, a las organizaciones no gubernamentales o a lo que interpreten otros gobiernos sobre lo que son potenciales agresores.
Agradezco al señor diputado Lozano la interrupción que me ha concedido.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Continúa en el uso de la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. LOZANO, CLAUDIO (CAP FEDERAL): No hay nada que agradecer.
Quiero hacer dos consultas al miembro informante, que no informó. En primer lugar, ratifico la consulta hecha por el señor diputado Cafiero, y que acabara de plantear la señora diputada Maffei, para saber en qué momento el Parlamento argentino discutirá el ingreso de tropas que van a ocupar Mar del Plata por la presencia de Bush en la Cumbre de las Américas. Si éste no es el momento en que se discutirá este tema, ¿cuándo de debatirá esta cuestión?
En segundo término, deseo consultar si no se pueden votar por separado los anexos incluidos en el actual proyecto. La verdad es que en términos políticos uno podría mirar de manera diferente los operativos conjuntos de fuerzas armadas de la región latinoamericana y aquellos en los que efectivamente está clara la presencia y la conducción de los Estados Unidos de Norteamérica.
Más allá de las consultas, quiero adelantar -en tanto no haya cambios- mi voto negativo para este proyecto. Hay dos argumentos en los que se asienta esta postura.
En primer lugar, el hecho de que estamos incumpliendo la norma que este Congreso votó. En segundo lugar, estamos incumpliendo la norma que el mismo gobierno envió a este Parlamento, en cuanto al momento en que debería plantearse el plan de ingreso o egreso de tropas.
Digo que se está incumpliendo la norma porque me parece que no tiene mucho sentido que sigamos dando rienda suelta a esta suerte de vaciamiento parlamentario que nos lleva hasta un lugar de cuasi caricatura en el que debatimos qué van a hacer las tropas cuando éstas comienzan el operativo antes de que nosotros lo discutamos.
En este sentido me parece que es prácticamente una falta de respeto al Parlamento nacional el modo en que todo esto se ha planteado. Esa es la primera razón por la que no voy a acompañar este proyecto.
En segundo lugar, no comparto los operativos conjuntos con las tropas de los Estados Unidos de Norteamérica. Francamente parece inaceptable que a un país que ha dinamitado y luego subordinado a los organismos multilaterales y que ha instalado una lógica de unilateralismo brutal a nivel mundial, tengamos que acompañarlo en operativos de esta naturaleza.
Parece absurdo que nosotros acompañemos a quienes son el punto de sostén de la tesis de la doctrina preventiva, tal como la formula Estados Unidos. También es absurdo que en el marco de un gobierno que propicia el apoyo y el respaldo a la doctrina de los derechos humanos planteemos operativos conjuntos con fuerzas armadas que promueven procesos de terrorismo de Estado y genocidio.
Por otro lado, el planteo que realizara la propia República Argentina para la Cumbre de las Américas, ubicando en el debate el tema del empleo, la pobreza y la gobernabilidad de la democracia en la región, está siendo bastardeado y cuestionado por el propio Estados Unidos, que incluso realiza operativos en nuestras fronteras ubicando militares en el Paraguay o denunciando la existencia de células terroristas para colocar como único tema de discusión en la próxima cumbre la cuestión de la seguridad y el terrorismo, a fin de promover el proceso de militarización regional. En consecuencia, parece un sinsentido que estemos discutiendo operativos conjuntos con las tropas de Estados Unidos. En el contexto actual, esta es una verdadera afrenta a la humanidad y una contribución graciosa y gratuita a los signos de barbarie que presenta el mundo actual.
Por las razones expuestas, adelanto mi voto negativo.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Si me permite, señor diputado, la Presidencia recuerda que los ejercicios no iban a comenzar el día 1° sino que empezarían el 9. Ya he formulado esta aclaración al enunciar el asunto, aunque seguramente el señor diputado no se encontraba presente en ese momento.


SR. LOZANO, CLAUDIO (CAP FEDERAL): Estaba al tanto de esa cuestión, señor presidente; de todas formas, se preveía que los ejercicios comenzaran antes.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. ARGUELLO, JORGE MARTIN ARTURO (CAP FEDERAL): Señor presidente: en primer lugar, aclaro que no concederé interrupciones, aunque formularé algunas aclaraciones a los señores diputados Zamora, Lozano y Maffei.
En principio me referiré a algo que ya todos conocemos. Por imperio del artículo 75 de la Constitución el ingreso y egreso de tropas nacionales o extranjeras al país debe contar con la aprobación del Congreso.
En los dos años que llevo en esta Cámara -aunque leyendo las versiones taquigráficas advierto que ha sucedido durante décadas-, en reiteradas oportunidades se ha dicho en este recinto que históricamente la Cámara de Diputados aprobaba el egreso de tropas nacionales luego que éstas regresaban al país, y autorizaba el ingreso de tropas extranjeras después de que ellas entraban a la Argentina, realizaban sus operaciones y se marchaban.
Algún ministro de Defensa dijo en la comisión pertinente que se había creado un hábito en lo relativo al incumplimiento de ese artículo de la Constitución Nacional. Incluso, hace algunos años esta cuestión fue señalada por el señor diputado Zamora en este recinto.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Si me permite, señor diputado, la Presidencia desea saber si usted tiene algún inconveniente en que a continuación ceda el uso de la palabra a dos legisladores que no han tenido oportunidad de expresar su opinión. Luego usted cerraría el debate en nombre del bloque Justicialista.


SR. ARGUELLO, JORGE MARTIN ARTURO (CAP FEDERAL): No tengo inconvenientes, señor presidente.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.


SR. DI POLLINA, EDUARDO ALFREDO (SANTA FE): Señor presidente: adelanto el voto negativo del bloque del Partido Socialista. Por otro lado, solicito la inserción en el Diario de Sesiones de nuestra posición política respecto del asunto en debate.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.


SRA. CASTRO, ALICIA AMALIA (BUENOS AIRES): Señor presidente: no era mi intención interrumpir al señor diputado Argüello, pero seguramente no se advirtió que yo había solicitado el uso de la palabra. Voy a fundamentar muy brevemente mi posición.
Coincido con el señor diputado Lozano en cuanto a que se facilitaría el trámite si pudiéramos separar los operativos, por un lado, con los ejércitos de los pueblos hermanos de Sudamérica, y por el otro, con el de los Estados Unidos de Norteamérica, que en este momento tiene un gobierno que practica terrorismo de Estado y viola todas las normas internacionales de la paz y de la guerra.
Nosotros no estamos en contra de la profesionalización de nuestras fuerzas armadas, pero exigimos la democratización de éstas. Sabemos que el objetivo indisimulado, explícito y proclamado del gobierno del presidente Bush es la militarización y el control geopolítico, político y económico de nuestra región. Se trata lisa y llanamente del viejo y peludo imperialismo, en un formato tan crudo como el del siglo XIX. Se trata simplemente de dominar regiones con medidas financieras como las que ha exigido el Fondo Monetario Internacional a la Argentina en la relación obscena entre acreedor poderoso y deudor insolvente, y a través de acciones armadas como la invasión a Irak.
No me voy a extender sobre la histórica relación de dominación de los gobiernos de Estados Unidos. Ya Simón Bolívar decía: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para sembrar de miserias a América Latina", mientras que hoy tenemos la más cruda y palpable realidad de que efectivamente el pueblo argentino está en contra de la presencia del presidente Bush en nuestro país, de las medidas propuestas y de las operaciones conjuntas de nuestros ejércitos.
Este es un momento interesante para que podamos reflexionar hacia el futuro, porque creo que hemos llegado al límite, y la democracia representativa es obsoleta. La democracia representativa y delegativa está en su límite; ha perdido toda eficacia.
Estimados colegas: seguramente cada uno votará según su mejor saber y entender y a su conciencia, pero este proyecto no tiene nada que ver con lo que desea la mayoría del pueblo argentino. Podríamos hacer una consulta popular vinculante o no vinculante a fin de enterarnos de que estamos votando algo que el pueblo argentino no quiere, es decir, operaciones conjuntas con ejércitos antidemocráticos que han participado en todos los golpes de Estado sangrientos en América Latina: en Chile, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Argentina.
Por eso, creo que es oportuna la sugerencia del señor diputado Lozano, y la pongo a consideración de la presidencia de la comisión, para que separemos las operaciones con el ejército de los Estados Unidos de aquellas realizadas con ejércitos de pueblos hermanos de Sudamérica.
El "Plan Patriota", en Colombia, es un plan de militarización y dominación. La instalación en Paraguay de los marines con inmunidad fue votada por el Congreso de ese país claramente en contra del pueblo paraguayo. Yo he estado allí hace poco y puedo dar fe de esto.
Las declaraciones del presidente Bush, de Rumsfeld y de Condoleezza Rice provocan una tensión política constante. ¡Qué horror! Esta última es mujer, es negra y encima es ese personaje siniestro que habla en contra de todas las democracias de América del Sur y que termina fundamentando a líderes pseudoreligiosos que amenazan con asesinar al presidente Chávez, electo y sostenido democráticamente por su pueblo. Es esta tensión la que nosotros rechazamos en nombre del pueblo argentino.
El 12 de julio presentamos junto con los señores diputados Lozano, Rivas, Polino, Roselli y Cafiero el primer proyecto que se opuso a la presencia de Bush en la Argentina, señalando que en el actual entramado geopolítico mundial no es posible ignorar ni ocultar los terribles riesgos que afrontan los pueblos cuyos gobiernos han apoyado la ofensiva bélica del presidente Bush. En este contexto, entendemos que la visita del mandatario norteamericano se opone a los deseos de paz de la enorme mayoría de nuestros compatriotas y representa una amenaza concreta a la luz de los acontecimientos sucedidos en Madrid y Londres.
Prometí ser breve, y voy a cumplir. Estamos en contra de operaciones conjuntas con el ejército de Estados Unidos de América.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.


SR. ARGUELLO, JORGE MARTIN ARTURO (CAP FEDERAL): Señor presidente: permítame apelar a través suyo a los presidentes de bloque, para que los señores diputados vayan bajando al recinto. Además, les recuerdo que tenemos pendiente de tratamiento los proyectos cuya consideración hemos acordado. Mientras tanto, voy a completar la presentación de esta iniciativa.
Durante décadas el Congreso de la Nación ha destacado -las versiones taquigráficas dan testimonio de ello- el incumplimiento del artículo 75 de la Constitución Nacional en lo que se refiere a la necesidad de que se autorice ex ante la salida de las tropas nacionales o el ingreso de tropas extranjeras al territorio de la República.
Esto llevó a alguna señora diputada de la oposición, en algún debate realizado hace no muchos años, a afirmar que existía por parte del gobierno -en realidad, habrá querido decir "de los sucesivos gobiernos de los distintos signos políticos que administraron la República"- una política de blanqueo. La verdad es que tenía razón. La política de blanqueo consiste, después de verificado el hecho, en dar los pasos que eran necesarios previamente para que eventualmente se pudiera producir el operativo. Así, la política de blanqueo se verificaba votando, después del regreso de las tropas nacionales, la autorización de su salida, y después del ingreso de las tropas extranjeras, la autorización para entrar al territorio de la Nación.
Oportunamente, el Congreso de la Nación sancionó la ley 25.880, que es la que hoy nos convoca a este recinto a votar todo el plan de operaciones militares que habrá de llevarse adelante a partir del 1° de septiembre de este año hasta el 31 de agosto del año próximo. Es la segunda vez que el Congreso aplica esta ley aprobada por una clara mayoría de este cuerpo.
Por otro lado, cabe señalar que esa norma nos coloca en un estadio completamente distinto del que se verificó en las décadas que precedieron a estos dos años en lo que se refiere al abordaje por parte de este Parlamento del tema del ingreso y egreso de tropas. Diría que por primera vez en la historia de nuestro Congreso se está cumpliendo del modo más perfecto y acabado con lo que prescribe el artículo 75 de la Constitución Nacional; esto es, en tiempo y forma.
Reitero que en tiempo y forma el Congreso de la Nación recibe del Poder Ejecutivo el proyecto de ley sobre la previsión anual de todas las operaciones militares que habrán de llevarse a cabo en el curso del año que va del 1° de septiembre al 31 de agosto.
En ese sentido, cabe señalar que algunos señores diputados preopinantes han incurrido en un error, porque confunden la fecha de ingreso del proyecto a esta Cámara -que cuenta con sanción del Senado- con la fecha de ingreso al Parlamento, que es la que se establece en la ley 25.880.
Por lo tanto, no es correcto afirmar que el Poder Ejecutivo incumplió lo prescripto en dicha norma, porque el proyecto ingresó en junio. El Congreso no es la Cámara de Diputados; el Congreso está integrado por dos Cámaras. Por eso, les recuerdo que la iniciativa que rubricó el presidente de la República ingresó al Parlamento en marzo, dando cumplimiento así a lo prescripto en la ley 25.880, que en su artículo 5° establece a ese mes como fecha de ingreso de la iniciativa.
Por otra parte, se ha planteado alguna preocupación en torno de una eventual invasión del ejército de los Estados Unidos en el sentido de que venga acompañando o escoltando al presidente Bush en oportunidad de la realización de la Cumbre de las Américas, en la ciudad de Mar del Plata, en noviembre de este año. Justamente, la ley que sabiamente aprobó este cuerpo en su momento nos brinda la respuesta a esta inquietud, cuando señala que en el caso de cualquier otra actividadno contemplada taxativamente en los artículos 5° y 6° ni en las modificaciones al programa de ejercitaciones -que es el que estamos por votar dentro de unos instantes-, el Poder Ejecutivo enviará el proyecto de ley respectivo con una anticipación no menor a cuatro meses de la fecha prevista de iniciación de la actividad.
Quiero decir que el gobierno argentino no tiene de ninguna manera noticia de que se vaya a producir un desembarco de los marines bastardilla en las playas de Mar del Plata. De manera tal que el Poder Ejecutivo no ha mandado el proyecto pidiendo autorización para que dicho desembarco se verifique, porque esa afirmación es prácticamente una cuestión -hasta que no exista una prueba de que es verdad- de fantasía.
En segundo lugar, supongamos que en el período de cuatro meses anterior a la realización de la Cumbre de las Américas en el mes de noviembre, el gobierno argentino se anoticiara de que efectivamente van a ingresar fuerzas militares regulares de algún otro país, no solamente de los Estados Unidos; podrían ser las fuerzas armadas paraguayas, venezolanas o de la República de Costa Rica. En ese supuesto, el artículo 8° de la sabia ley que hemos votado en su momento nos da la respuesta y nos aclara la duda que nos pueda generar ese hecho, y nos dice: "En el caso de circunstancias excepcionales que impidan el cumplimiento de los plazos establecidos en los artículos 5°, 6° y 7°...", -recuerdan que son los cuatro meses necesarios de antelación para pedir la autorización para este tipo de movimientos cuando no hubieren sido planteados dentro del plan calendario anual que se inicia el 1° de septiembre y termina el 31 de agosto del año siguiente- "... el Poder Ejecutivo enviará el proyecto de ley con la mayor antelación posible, indicando expresamente las razones de la urgencia.
Así como yo afirmo que es ridículo sostener que el gobierno del presidente Kirchner está siguiendo los lineamientos que le marcan las fuerzas armadas de los Estados Unidos, o que está mandando a los soldados argentinos a realizar operaciones militares para que se les lave la cabeza y de esa manera puedan atentar contra la democracia en nuestro país y construir al sojuzgamiento de los sectores populares, de la misma manera digo que no tengo ninguna duda de que si se previera el ingreso a nuestro país de fuerzas militares regulares de cualquier nacionalidad y el Poder Ejecutivo estuviera de acuerdo con ello, inmediatamente -tal como lo prescribe el artículo 8°, que dice textualmente, reitero, "con la mayor antelación posible"- notificará a través de un proyecto de ley que enviará al Congreso de ese hecho nuevo no contemplado al momento de enviar el proyecto que contempla la totalidad de las operaciones, a efectos de pedir la autorización correspondiente.
Entonces, lo que nunca pasaba antes está pasando ahora en el Congreso de la Nación. Y esto es porque este Congreso votó una ley, la 25.880, que nos coloca definitivamente en un estadio diferente al que este Congreso venía teniendo en las últimas décadas.
El proyecto que estamos considerando, que ya tiene sanción de la Cámara de Senadores de la Nación, cumple claramente con la totalidad de los requisitos que prescribe la ley 25.880. Esto quiere decir que ingresó en tiempo y forma, y con esto queda aclarada la objeción que fue formulada en este recinto varias veces por distintos señores diputados.
Por otro lado, cumple -tengo aquí una planilla, que seguramente tendrán todos ustedes, que forma parte del anexo del proyecto que estamos considerando- con lo prescripto por la 25.880, es decir que define claramente el tipo de actividad. El proyecto, a través de su denominación, a través del acuerdo que le da origen y a través de los fundamentos, define claramente los motivos que justifican que el Poder Ejecutivo nos plantee la necesidad de aprobar esta autorización.
Por otro lado, se ocupa de todos los aspectos vinculados a la configuración de la actividad, esto es, establece el lugar donde se va a realizar la operación militar, el inicio, la duración, los participantes, la cantidad de efectivos y el tipo de inmunidad que habrán de tener las fuerzas.
Está de más aclarar que no existe la concesión de ningún tipo de inmunidades por parte de la República Argentina a ningún soldado, hombre o mujer, de ninguna fuerza militar con la que la Argentina vaya a coparticipar en el desarrollo de las operaciones militares. Además, quiero aclarar a algunos de los señores diputado preopinantes, cuyos nombres no recuerdo, que si no existen operaciones militares conjuntas con el ejército de los Estados Unidos en nuestro territorio nacional -esto ocurrió con el gobierno anterior, con el anterior del anterior, y así podría seguir agregando la palabra "anterior"-, es porque existió una decisión política de no conceder a las tropas norteamericanas ningún tipo de inmunidad. Por esa razón no se efectúan ejercicios militares en ningún punto del territorio nacional.
Doy por contestada la totalidad de las preguntas y aclarados todos los errores que se han vertido en los discursos de los señores diputados preopinantes.
Voy a concluir mi exposición reafirmando un concepto: el Congreso de la República va a recuperar en términos prácticos, con la votación que vamos a realizar en un momento, una de las potestades que le fuera conferida por la Constitución Nacional y desoída a lo largo de décadas. (Aplausos)


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Se va a votar en general el proyecto de ley en revisión.


- Resulta afirmativa.

SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) En consideración en particular el artículo 1°.
Se va a votar.

- Resulta afirmativa.

- El artículo 2° es de forma.

SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Queda definitivamente sancionado el proyecto de ley.
Se comunicará al Poder Ejecutivo y se dará aviso al Honorable Senado.



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