Período:122 Reunion:13 Fecha:16/06/2004 HOMENAJES


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Para un homenaje tiene la palabra el señor diputado por Salta.


SR. LOVAGLIO SARAVIA, ANTONIO (SALTA): Señor presidente: en estos tiempos difíciles que vivimos los argentinos, volver la vista atrás, al tiempo germinal de nuestra patria, es reencontrarnos con nuestra voluntad de ser una nación.
Recorrer las sendas perdidas es sentir el espíritu de nuestra tierra, es vivificarnos con la raíz señera de la epopeya gaucha, con don Martín Miguel de Güemes, el caudillo de la sangre irrefrenable, conductor de la tierra en armas y encarnación de los humildes. Él fue la columna vertebral de la patria, el forjador de la integración regional, un puntal inquebrantable de la patria grande: nuestra Sudamérica.
Su muerte en Salta, en 1821, rodeado por su ejército de milicias gauchas, es símbolo imperecedero de su mandato de futuro: ¡Morir por la patria es gloria!
El grito que sacaron del pecho nuestros gauchos en la quebrada de La Horqueta, sobre la piedra más antigua de nuestra geografía, es un eco profundo de la nacionalidad, es el llanto colectivo que no cesa, al decir de Joaquín Castellanos.
Oficiales y gauchos juraron ante su espada, en su presencia agónica, rechazar la postrera invasión, y lo cumplieron. Güemes, como el Cid Campeador, venció después de muerto.
Hoy, en una nueva guerra de recursos, cuando el pueblo busca encontrarse con su destino, Güemes es parte de esta búsqueda, de esta certidumbre, de nuestras creencias más profundas.
Nuestro poeta nacional José Hernández supo ver en Güemes su importancia como forjador de la conciencia nacional.
El Martín Fierro lleva el nombre "Martín" por Martín Güemes, el más gaucho de los guerreros de la independencia, como podemos apreciar en los recuerdos de la hija de José Hernández transcriptos en la obra Güemes documentado, escrita por el doctor Luis Güemes Ramos Mejía.
Hoy, como ayer, su nombre recorre nuestra tierra y regresa aquí, a Buenos Aires, escenario de sus primeras hazañas, de su defensa de la frontera atlántica ante el invasor inglés.
La toma del buque "Justina", en la zona de Retiro, es un hecho paradigmático de nuestra historia. Fue un combate de gesta, con viento marino. Aquí, en el río de la Plata, sucedió lo imposible: Güemes lo hizo posible.
Suipacha, primera victoria de las armas de la revolución, lo tiene como protagonista fundamental. Fue borrado del parte de batalla. Era la primera pero no la última vez que las envidias y las intrigas obstruirían su camino.
Cumplió con su palabra: las fuerzas realistas fueron completamente derrotadas y el camino al Alto Perú se abrió nuevamente por la fuerza vivificante de su brazo incorruptible.
Siete invasiones realistas fueron rechazadas desde 1816 a 1821. Una y otra vez entraron los realistas y una y otra vez se retiraron.
Un 17 de junio una bala traidora pone fin a su vida. Un complot regional impidió que avanzara sobre el Alto Perú -actualmente Bolivia- a fin de cumplir con el plan sanmartiniano: llegar a Lima, centro del poder español en América, y constituir los Estados Unidos de la América del Sur.
Como Güemes en el parte de Suipacha, el Norte argentino es olvidado y exige una reparación histórica. Sin Güemes nuestra independencia no hubiera sido posible. Sin el Norte nuestro país pierde la base de su matriz cultural, de su razón de ser, de su destino en Sudamérica.
Salta no es frontera: es el centro de un vasto espacio geocultural de integración regional. El actual problema energético, nuestra integración histórica con Tarija y Tupiza, nuestro pasado y presente, nos constituyen
en una zona bisagra con el Sur boliviano y el Norte chileno. Nuestra epopeya gaucha nos une con lazos de sangre a la república hermana de Bolivia. Se ha demostrado que Güemes fue un precursor del federalismo argentino. Él apostó por un federalismo republicano, de equilibrios, de cooperación y de integración. El suyo fue, como bien dice el profesor Carlos Romero Sosa, un "federalismo constructivo".
Cuando la autoridad nacional tendió a disolverse, y en lo que se considera el primer acto de autonomía política de nuestra incipiente e inorgánica democracia del siglo XIX, el Cabildo de Salta eligió a Güemes como gobernador. Fue el primer gobernador argentino electo en ejercicio de una autonomía local negada durante la administración española y postergada en su aplicación por los primeros gobiernos patrios. Güemes fue de este modo, quien inauguró nuestro federalismo de hecho.
Desde nuestra pertenencia, desde nuestra tierra salteña, traigo la palabra autorizada del general Güemes, comunicada al director supremo Alvarez Thomas en 1815, para decirles: "Suplico igualmente con toda la efusión de un corazón penetrado de dolor y sentimiento de los males causados con esta revolución, que no sé si lo podremos parangonar con los bienes futuros que lisonjean la esperanza, separe de su lado y consejo, todo hombre interesado, ambicioso, soberbio, egoísta y desnaturalizado que no debe mezclar su influjo e intervención en las obras máximas de desinterés, de honor y de gloria, porque verdaderamente, si lo precioso del oro queremos entreverar con la escoria e inmundicia del vil interés, si una provincia trata de cobrar sus auxilios, la otra sus empréstitos y empeños, aquella sus servicios y cuál sus perjuicios, la Constitución y edificio político que emprendemos vendría a reducirse a un concurso de acreedores o pleito de particiones y mejoras de tercio y quinto, y los fundadores de la patria, sus libertadores y reformadores del antiguo gobierno, haríamos únicamente el papel de hombres pueriles, ridículos y farsantes de comedia."
Por todo esto y mucho más evoco al general Martín Miguel de Güemes, gobernador de la Intendencia de Salta, general en jefe del Ejército de Observación sobre el Perú, único general de la independencia que muere por bala enemiga, junto al libertador general don José de San Martín y al creador de nuestra bandera, general Manuel Belgrano, como uno de los pilares de nuestra libertad e independencia espiritual y material.
Desde el fondo de nuestra historia Güemes nos señala: "...al pueblo que quiere ser libre, no hay poder humano que lo sujete."
Nada más, señor presidente, y para mayor información consultar en la página web.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Salta.


SR. SOSA, CARLOS ALBERTO (SALTA): Señor presidente: en nombre del interbloque Federal adhiero a las palabras pronunciadas por el amigo diputado salteño, doctor Lovaglio.
También quiero comentar que los salteños nos sentimos orgullosos de haber tenido un héroe como Güemes, quien en épocas difíciles, en las que había que transitar a caballo y pelear con lanzas y boleadoras, le puso el pecho a nuestra patria.
Ojalá todos aprendamos de lo que hizo Güemes y sigamos su ejemplo, en lugar de poner a veces en primer lugar el dinero y la fama en vez de luchar por nuestra patria.
Por eso, pido a todos que mañana recordemos a nuestro héroe gaucho Martín Miguel de Güemes.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Corrientes.


SR. PERIE, HUGO HORACIO (CORRIENTES): Señor presidente: solamente quiero poner de manifiesto cierto disgusto que me causa el comportamiento
impropio que algunos señores legisladores manifiestan mientras la Cámara rinde homenaje a héroes de nuestra nacionalidad, que lucharon en condiciones de tanto sufrimiento. Digo esto porque durante el tributo que se rindió a Güemes algunos han exhibido un comportamiento que no es digno, y esto debería darnos un poco de vergüenza, sobre todo si tenemos en cuenta que seguramente hay jóvenes mirando esta sesión por televisión.
Pediría al señor presidente de la Cámara -que tan bien la conduce- que recomiende a los señores diputados que durante los homenajes conserven cierta cordura y que no estén "pasilleando" o hablando por celular o con pinturas de labios o peinecitos, porque con ello damos un mal ejemplo. (Aplausos.)


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


SR. UBALDINI, SAUL (BUENOS AIRES): Señor presidente: desgraciadamente este es un día triste de recordación. Pediría a todos los componentes de la Cámara que guardáramos un minuto de silencio por los trabajadores fallecidos en Río Turbio, elevando a la vez nuestras plegarias a Dios para que los mineros que se hallan atrapados sean rescatados con vida.
Por otro lado, hoy se cumple un nuevo aniversario de la matanza del 16 de junio de 1955, ocurrida trágicamente en la plaza de Mayo. Deseo recordar ese hecho para que nunca más suceda algo así en nuestra patria.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) Tiene la palabra el señor diputado por Catamarca.


SR. PERNASETTI, HORACIO FRANCISCO (CATAMARCA): Señor presidente: adherimos a la necesidad de que la Cámara guarde un minuto de silencio en memoria de los trabajadores mineros fallecidos en Río Turbio. Al mismo tiempo, solicito autorización del cuerpo para que se proceda a la inserción del discurso que en relación con este tema pensaba realizar el señor diputado Alfredo Martínez, por la provincia de Santa Cruz, quien no está presente.
Por otro lado, dejo planteada la necesidad de que la Cámara analice en comisión lo ocurrido en Río Turbio a fin de que estos hechos no vuelvan a repetirse en los lugares de trabajo en las minas argentinas.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) La Presidencia desea dejar constancia de que el homenaje rendido a los trabajadores fallecidos en Río Turbio iba a ser planteado desde este sitial, sobre todo para que no quedara descolocado el señor diputado Alfredo Martínez. Además, nadie solicitó que ese homenaje se rindiera en segundo término.
Tiene la palabra el señor diputado por San Luis.


SR. RODRIGUEZ SAA, ADOLFO (SAN LUIS): Señor presidente: en nombre del bloque Provincias Unidas adherimos al homenaje al general Martín Miguel de Güemes; al minuto de silencio en memoria de los trabajadores fallecidos en Río Turbio, que ha sido solicitado por el señor diputado Ubaldini pero que en realidad en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria se acordó que lo propusiera el presidente de la Cámara, y al homenaje a los mártires de la masacre del 16 de junio de 1955 en la plaza de Mayo.


SR. PRESIDENTE(CAMAÑO) La Presidencia invita a los señores diputados y al público asistente a ponerse de pie y guardar un minuto de silencio en homenaje a la memoria del general don Martín Miguel de Güemes, de los caídos el 16 de junio de 1955 y de los mineros muertos en Río Turbio.

- Puestos de pie, los señores diputados y el público asistente a las galerías guardan un minuto de silencio.

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