Período:119 Reunion:8 Fecha:18/04/2001 PROGRAMA NACIONAL DE SALUD SEXUAL Y PROCREACION RESPONSABLE
MODIFICACION DE LA LEY REGULATORIA DEL EJERCICIO DE LA MEDICINA
(CONTINUACIÓN)
SR. PRESIDENTE(BALTER)
Continúa la consideración de los dictámenes sobre Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y modificación de la ley regulatoria del ejercicio de la medicina.
Tiene la palabra la señora diputada por Río Negro.
SRA. MILESI, MARTA SILVIA (RIO NEGRO):
Señor presidente, señores legisladores: hoy estamos tratando de saldar desde este recinto una de las deudas más antiguas que existen con las mujeres y los hombres de la Argentina, porque no podemos hablar de derechos humanos en este país si no hacemos referencia a los derechos sexuales.
- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, doctor Juan Pablo Cafiero.
SRA. MILESI, MARTA SILVIA (RIO NEGRO):
Me referiré concretamente a tres puntos, que creo son los más importantes de esta iniciativa y que tienen que ver, respectivamente, con las diferencias, la hipocresía y la libertad. Hablo de las diferencias porque hay quienes nos acusan -aquí también se lo ha escuchado- de que estamos abriendo la puerta al aborto. Muy equivocados están aquellos que dicen esto, porque todos los que nos encontramos aquí estamos a favor de la vida. No hay ninguna mujer en la Argentina que pueda estar a favor del aborto, ni siquiera aquellas que se los hacen. Pero lo que sí es cierto -como dijo nuestro miembro informante- es que las mujeres se mueren de abortos sépticos: el 43 por ciento de las muertes maternas obedecen a esta causa. Hay 500 mil abortos por año, y estamos hablando de subregistros, de los que quedan inscriptos en los hospitales públicos por alguna lesión o por los casos en que se produce la muerte.
Quiero compartir con los señores diputados algo que se publicó en el periódico "El Ciudadano" el 3 de marzo. El hecho no ocurrió en mi provincia ni en las provincias del norte sino muy cerquita, en Máximo Paz. El artículo decía lo siguiente: "Luisa Estela Saucedo, de veintinueve años, falleció en el hospital municipal presumiblemente a causa de un aborto que se practicó en su domicilio o en alguna casa particular. A pesar de que se murió, se murió con su secreto, porque no dijo que había sido un aborto, pero sí fue el diagnóstico definitivo."
Esa mujer era la mamá de Evelín, la niña de Máximo Paz que sufre serios trastornos pulmonares y que el año pasado recibió una mochila de oxígeno. Además, dejó a tres hijos. Esta es nuestra realidad. Por eso es que tenemos algunos indicadores, que son números -y que quiero compartir con los señores legisladores-, pero para aquellos a quienes solamente interesan los números y no estos temas creo que también tienen que escucharlos.
Hay quince mil mujeres que padecen secuelas permanentes en su salud por causas de embarazo, parto o puerperio; quinientas mil mujeres que mueren anualmente por causas relacionadas con embarazo, parto o puerperio; treinta y seis menores de un año fallecen por día y 13 mil en un año, y, lo que es más terrible, la tasa de mortalidad infantil infantil es del 19,1 por mil. Siempre señalé que éste es un indicador mentiroso porque existen bolsones en el Chaco, como bien dijo la señora diputada Carrió, y en las provincias del Noroeste, donde la mencionada cifra aumenta. Además, esta cifra se duplica en menores que han sido paridos por mujeres que tienen seis hijos o más y es cuatro veces mayor en las madres que no cumplieron con su escolaridad.
¿Cómo nos vienen a decir que estamos a favor de métodos de esterilización? Para que esto ocurra en la Argentina tiene que haber políticas públicas que así lo avalen, y mientras estemos en una democracia jamás habrá políticas públicas que avalen métodos de esterilización.
Las complicaciones del aborto constituyen una de las primeras causas de muerte materna. A aquellos economistas que sólo tienen en cuenta los números debo decir que esos 500.000 abortos implican un gasto de 52 millones de pesos anuales, y que si no hubiéramos invertido y realizado tareas de promoción y prevención, estaríamos gastando 32 millones más. Quiero compartir con ustedes lo que decía el doctor Mahler en Nairobi: "La mortalidad materna ha sido una tragedia descuidada y se ha descuidado porque los que sufren son personas ignoradas, con menor influencia sobre cómo se emplean los recursos nacionales. Son pobres y, por encima, son mujeres." Además, como decía la juventud del 18, los dolores que quedan son las libertades que faltan. Y de esto estamos hablando precisamente. No se puede hablar de libertad en la Argentina si nosotras, las mujeres, no podemos decidir con quién, cómo y cuántos hijos vamos a tener.
Aclaro que la píldora anticonceptiva apareció en nuestro país en los años sesenta. Esto significa que desde hace más de treinta años hay mujeres que toman anticonceptivos, mientras que otras no pueden acceder a estos planes en hospitales públicos. Esta es la mayor de las hipocresías, y esta norma nos permitirá terminar con ella.
Aquí también se habló de la política poblacional. Estamos de acuerdo con que hay que trabajar para implementar políticas públicas y poblacionales, pero lo que no vamos a permitir las mujeres es que a partir de nuestro cuerpo se nos tenga que decir cuántos hijos debemos tener, porque la tasa de natalidad está regulada para las mujeres que pueden cuidarse. Las mujeres pobres no pueden decidir. Por eso, esta es una norma de igualdad de oportunidades; no es una ley para la muerte sino una ley para la vida.
Para seguir con otro tema que me interesa, voy a señalar algunos números. Nuestro país tiene un gasto en salud de 650 pesos por habitante y por año, y un producto bruto interno anual de 7.978 pesos por habitante, datos que no se correlacionan con los indicadores de mortalidad infantil y materna porque en materia de inversión en salud nuestro país está en el puesto número treinta y cuatro, pero cuando se analizan los resultados y la eficacia nos ubicamos en el puesto setenta y cuatro.
No podemos hablar aquí de disminuir la mortalidad materno-infantil si no trabajamos en una norma como ésta, cuyo objetivo fundamental es regular la disminución de la mortalidad infantil a partir de un programa de salud sexual y procreación responsable. Quiero hacer una diferencia entre salud sexual y salud reproductiva, porque la reproducción es sólo una parte del sexo. Nosotras las mujeres no queremos ser utilizadas como incubadoras vivientes, como fueron las mujeres del proceso a quienes mataron y les sacaron a sus hijos para venderlos. Nosotras no estamos dispuestas a eso, y por ello estamos trabajando para que este proyecto hoy se convierta en ley.
Por otro lado, quiero señalar que esto también va dirigido a los adolescentes, que constituyen una población vulnerable, porque aunque nuestras propias hijas y nietas tienen acceso a este tipo de servicios, los adolescentes que hoy concurren a los hospitales públicos no pueden acceder a este programa.
En el mes de enero del año pasado salió publicado en el diario Clarín que la mamá del primer bebé nacido en la Argentina en el año 2000 tenía 16 años y no tenía compañero. Su madre no pudo acompañarla en el parto porque debió quedarse cuidando a sus otros cinco hijos.
El 28,74 por ciento de los partos producidos en el Chaco corresponden a mujeres menores de 19 años. Es la tasa más alta de embarazos adolescentes. Por eso creemos que el acceso de los menores a la salud sexual y reproductiva es una cuestión que está por encima de cualquier interpretación de la patria potestad.
Para finalizar, quiero citar una frase de Borges que dice así: "Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida: sólo de momentos. No te pierdas el ahora."
Entonces, les digo a las mujeres y varones de la Argentina: no nos perdamos el ahora, porque no vaya a ser que dentro de 25 años tengamos que pedir perdón por las mujeres que se murieron de abortos sépticos en la Argentina. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por Misiones.
SR. VALDOVINOS, ARNALDO PASTOR (MISIONES):
Señor presidente: como autor de uno de los proyectos tengo derecho a exponer durante diez minutos, que voy a destinar a referirme al tema más polémico, solicitando la inserción de mi exposición en lo que respecta a la modificación de la ley 17.132, sobre objeción de conciencia.
Es un hecho de comprobación cotidiana la progresiva y acelerada acción de los conocimientos y la tecnología que nos enfrenta a la toma de decisiones con gran incidencia sobre la vida humana y su futuro, a situaciones que por lo menos teóricamente buscan garantizar una constante optimización de la calidad de vida basada en el primordial derecho de vivir en forma digna, con salud y en armonía con el medio ambiente social.
Es indudable que muchas de las insatisfacciones y el deterioro de la calidad de vida y de la convivencia social de las personas tienen que ver con la injusta distribución de la riqueza, la cual es generada por todos los ciudadanos pero, generalmente, aprovechada por unos pocos. Muchas veces esa riqueza se genera en una feroz agresión al medio ambiente, con graves repercusiones no sólo sobre los elementos naturales, sino también sobre los grupos poblacionales, que resultan afectados por estos deshumanizados métodos de explotación económica. Es aquí donde el Estado, una vez más, debe actuar enérgicamente para garantizar a través de la educación y, en su caso, la asistencia activa, una protección de los grupos vulnerables que además suelen ser los más desamparados.
La temática de la sexualidad y de la procreación es, justamente, uno de los campos en los cuales se hace necesaria la acción del Estado. Esta es la intención de esta norma, que propicia una mayor presencia y actividad del Estado en defensa de ese grupo especialmente vulnerable, como es el de las madres presentes o futuras -esencialmente las adolescentes- para que a través de ellas, se proteja el fruto de su vientre.
Es indudable que la tarea esencial del Estado es generar las condiciones para que el ciudadano, al constituir su familia, cuente con un trabajo digno, un techo donde cobijarse con los suyos y la seguridad de que tanto su salud como la de sus hijos esté atendida en forma óptima. Lo mismo en lo que hace a su bienestar, alimentación, vestimenta y recreación. Lo importante es que una justicia social auténtica no se base en dádivas graciosas de los gobernantes de turno, sino en una realidad custodiada en forma responsable mediante el manejo honesto y solidario del poder delegado.
También es cierto que la legislación debe tender a implementar los mecanismos para que ciertas acciones puntuales deban ser realizadas y sostenidas por el Estado. En ese sentido, hay que dar al ciudadano el derecho de demandar en caso de incumplimiento, y a ello se refiere esta norma de salud sexual y procreación responsable.
El acto de la procreación se erige en uno de los más íntimos y debiera ser uno de los más responsables, conscientes y libres de los seres humanos. No obstante, debemos admitir la enorme incidencia de los embarazos casuales, no conscientes ni libremente admitidos, que suceden generalmente involucrando a adolescentes, motivados por la ignorancia o por la falta de información adecuada para el manejo o la asunción de su pujante y temperamental sexualidad, donde la pobreza suele agregar el agravante de la promiscuidad.
La falta de información adecuada no sólo conduce al embarazo indeseado, sino también a una solución inadecuada del problema, que es el aborto, con la destrucción de una nueva vida y -por las condiciones en que generalmente se efectúa- el grave riesgo en que se coloca a la madre.
Entre un 19 y un 25 por ciento de las madres en nuestro país son menores de diecinueve años, con límites hasta este momento conocidos de nueve años y una gran franja entre los doce y catorce años.
Aquí ya se dijo que son más de quinientos mil los abortos anuales, refiriéndose fundamentalmente a los abortos clandestinos, es decir, aquellos que son controlados a través de los legrados que se concretan o de las muertes que se producen.
Una mujer argentina muere por día como consecuencia de la mala atención de su embarazo, de su falta de información y, por supuesto también, de los abortos. Son cifras estremecedoras por la falta de un plan serio de salud sexual y procreación responsable. Pero esta ley no contempla solamente la prevención del embarazo no deseado y, por ende, la disminución de las prácticas abortivas. En la Argentina el 30 por ciento de los hogares tiene por jefe de familia a mujeres de entre veinte y treinta años, con un alto porcentaje de complicaciones durante el embarazo, por no ser tratadas en forma adecuada. Los abortos muchas veces terminan en la muerte de esas mujeres, dejando huérfanos a dos, tres o más hijos.
Este programa permite, aunque no aparezca en el discurso interesado de algunos, la posibilidad de que una mujer reclame información y asistencia para que, en el caso de la aparente imposibilidad de embarazarse y tener un hijo, contar con la información necesaria y la respectiva asistencia del Estado para acceder a su maternidad.
De este tema no se habló en ninguna parte, pero la norma habilita que eso sea posible y que los métodos que habilitan la posibilidad de ser madre estén no sólo al alcance de los grupos más pobres, sino también de los integrantes de la clase media, ya que en estos momentos sólo son accesibles a los grupos de mayor poder económico.
No es necesario insistir más en este programa después de todo lo que se ha dicho aquí, pero podemos agregar que está enfocado a prevenir y a tratar las enfermedades, no sólo las infecciosas, sino también las de tipo neoplásicas.
Debemos recordar que el cáncer de cuello uterino, uno de los cánceres más frecuentes en los lugares más pobres de nuestro país, fundamentalmente reconoce como causa a la promiscuidad y al acceso desinformado a una sexualidad precoz.
Este no es un programa que tienda a limitar la procreación, sino que simplemente trata de que sea responsable, y que sea fruto -como dijimos al principio- de uno de los actos más íntimos, responsables, conscientes y libres que pueda ejercer el ser humano.
Por supuesto que se contempla también la patria potestad y las objeciones y advertencias que desde la sociedad, instituciones religiosas y médicas, se han hecho para poder asegurar la libertad de opción, tanto de las ciudadanas y ciudadanos, como de los trabajadores de la salud. También están preservados los intereses de las instituciones educativas y sanitarias, en relación con este tema y sus convicciones. Esa posibilidad está contemplada en el otro dictamen, contenido en el Orden del Día N° 1.000, de objeción de conciencia, que será sancionado también hoy, de acuerdo con los compromisos asumidos.
Debe tenerse en cuenta que la inquietud de la sociedad llevó a un largo debate de más de cinco años en las distintas comisiones que se ocuparon de esta cuestión. Ellas fueron plasmando este consenso tan especial, como una respuesta a lo que nos exigía la sociedad.
Termino recordando una frase del Martín Fierro: "Esto no es para mal de ninguno, sino para bien de todos." (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. ESPINOLA, BARBARA INES (BUENOS AIRES):
Señor presidente: hoy estamos reunidos, de una vez por todas, para proteger a las mujeres y parejas de este país, que quieren tener una familia fuerte, con vínculos sanos, porque han podido planificar la cantidad de hijos que desean tener, y cuándo los quieren tener.
La creación de un Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable requiere resaltar entonces la cuestión de la ciudadanía y del ejercicio de los derechos sociales, incluyendo, por supuesto, el derecho a la salud.
Corresponde destacar que este proyecto en particular está destinado a resolver un problema de salud pública, provocado por la fuerte y persistente desigualdad. Este programa posibilita al Estado democrático -y lo desafía a la vez- cumplir con su rol indelegable: el de velar por la igualdad ante la ley, diseñando y ejecutando políticas públicas destinadas a aumentar la equidad social.
La falta de una política de salud integral y universal, cuya planificación implique garantizar el acceso de mujeres y hombres a una sexualidad y parentalidad segura y saludable, ha provocado que nuestro país registre una tasa de mortalidad materna de 38 por cien mil nacidos vivos, que nos ubica a la zaga de muchos otros países que suponemos más subdesarrollados que el nuestro. También nos coloca en una tasa de natalidad del 2,4 en sectores medios y altos, y del 4,8 en sectores populares. A su vez, la totalidad de niños nacidos vivos corresponde al 20 por ciento de madres adolescentes de entre 14 y 19 años.
Los datos desvelan una realidad: la población en edad fértil en nuestro país solamente dispone de consejería y prestación médica sobre anticoncepción, si puede pagarle al profesional y comprar en las farmacias el medicamento o elemento que más se ajuste a sus necesidades, evidenciándose de esta manera el acceso diferenciado por pertenencia a diferentes clases sociales.
La desigualdad también tiene un registro geográfico: mientras que en la ciudad de Buenos Aires la tasa de mortalidad materna es de 3 por cien mil nacidos vivos, en el Chaco es de 130 por cien mil nacidos vivos, y en Jujuy es de 131 por cien mil nacidos vivos. Pero esta situación de injusticia se ha profundizado tanto que la desigualdad golpea también por franjas etáreas, incrementándose la incidencia del embarazo adolescente.
Estas cifras no las cito caprichosamente: lo hago porque nos muestran la profunda y prolongada postergación a la que, en materia de salud sexual y derecho a decidir cuándo y cuántos hijos concebir, son sometidas las mujeres y las parejas en nuestro país por un Estado que ignora los derechos de los ciudadanos y omite cumplir con sus obligaciones.
Desde la política pública se hace necesario revisar la desigual distribución del poder y los recursos requeridos para el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
Entre los seis principales problemas reconocidos por la Organización Mundial de la Salud que afectan la salud de la mujer a nivel mundial podemos mencionar la nutrición, la salud reproductiva, los riesgos relacionados con el medio ambiente y el trabajo, las enfermedades no transmisibles, la salud mental y la violencia contra la mujer. De esta manera la salud reproductiva es definida de la siguiente manera: "Salud sexual reproductiva es tener relaciones sexuales gratificantes y enriquecedoras, sin coerción y sin temor de infección ni de un embarazo no deseado; poder regular su fertilidad sin riesgo de efectos secundarios desagradables o peligrosos; tener un embarazo y partos seguros y criar hijos saludables".
La temática de salud y los derechos sexuales y reproductivos involucra al menos tres aspectos: los derechos, ya que al tener rango constitucional su violación afecta en forma directa el ejercicio de la ciudadanía; la salud pública, en cuanto es responsabilidad indelegable del Estado; y lo social, planteado en términos de igualdad de oportunidades y, necesariamente, encarado desde una perspectiva multidimensional.
Los derechos del hombre son construidos históricamente, nacidos en ciertas circunstancias, caracterizados por luchas en defensa de nuevas libertades contra viejos poderes y nacidos de modo gradual. En ese sentido, los derechos del hombre deben ser encarados como fruto de un proceso de civilización que es histórico, mutable, en el cual tales derechos pueden ser ampliados o reducidos.
Los derechos sexuales y reproductivos difieren de otros derechos humanos como la libertad, pues están contenidos en el derecho a la vida. Presenta diferencias de los derechos protegidos por ley, como el derecho a la libertad de expresión, pues éste es impuesto a la sociedad por la no interferencia. Al contrario, el derecho a la salud sexual y la procreación responsable, al ser legalizado, crea obligaciones sociales.
Es importante rescatar la relación entre la política y lo público como formas de solución, y la negociación frente a los desafíos que las sociedades contemporáneas presentan. Desde allí se torna necesaria la construcción de identidades a partir del espacio público donde efectivamente los derechos pueden ser reivindicados y afirmados. Por lo tanto, la cuestión de la salud sexual y la procreación responsable apunta a nuevos desafíos emergentes para consolidar el derecho a la salud.
Entonces, es necesario un liderazgo nacional valiente que tenga la sabiduría de reconocer la comunidad de intereses que unen a los hombres de todas las ideologías y también al poder para insistir en que los antiguos estereotipos deben ser descartados por el bien común.
Estas palabras que había escrito antes del debate merecen ser completadas con dos temas que ya han sido analizados en el recinto. Cuando hablamos de los derechos personalísimos, que son aquellos en los que se amparó la jueza que protegió a las mujeres de Villa Regina y les permitió acceder a la ligadura de trompas, es importante que nosotros podamos ver que una salud sexual integral debe contemplar en este momento los dos aspectos: tanto la ligadura tubaria como la anticoncepción. La contracepción garantiza a las mujeres pobres, que ya no quieren ni pueden concebir por la multiparidad, la posibilidad de no enfrentarse al riesgo de embarazo de la anticoncepción.
Estas mujeres pobres de Villa Regina, que fueron a la Justicia para que fuesen respetados sus derechos personalísimos, deben tener voz en este recinto. Ellas también participaron del Encuentro Nacional de Mujeres que se celebró en Paraná, y ante miles y miles de mujeres expusieron sus necesidades, y explicaron cómo las convirtieron en un derecho y cómo luego ese derecho fue transformado por la legislación en la posibilidad de acceder a la ligadura de trompas en el marco del sistema de salud de su provincia.
Seguramente esas mujeres no están complotadas con la planificación internacional del control de la natalidad. Ellas simplemente quieren vivir seguras con los hijos que tienen y pretenden ver crecer a esos hijos y también a sus nietos, y futuros embarazos pondrían en riesgo su salud. En lo personal he decidido votar por la afirmativa el proyecto de ley en consideración -en el que he trabajado durante un año y medio- para que esa posibilidad se concrete.
Considero absolutamente fundamental que en nuestro país las mujeres puedan acceder a la anticoncepción y a las prestaciones correspondientes en los sistemas público, de obras sociales y privado.
Todavía queda pendiente analizar el modo de garantizar a las mujeres pobres la posibilidad de que puedan decidir sobre su propio cuerpo, pues si bien me declaro feminista creo que eso no alcanza para defender los derechos sexuales y reproductivos. Estos deben ser defendidos por toda la sociedad porque constituyen un bien de todos nosotros. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. DI LEO, MARTA ISABEL (BUENOS AIRES):
Señor presidente: estoy absolutamente convencida de que hoy los diputados de la Nación, que seguramente en una amplia mayoría aprobaremos este proyecto de ley, estamos realizando un valioso aporte en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Ello sólo será posible si promovemos la responsabilidad compartida entre mujeres y hombres desde una nueva concepción de ciudadanía y un nuevo contrato social basado en la plena e igualitaria participación de las mujeres y los hombres en la vida social, política, económica y cultural del país.
Cualquier avance en el camino para lograr una real igualdad de oportunidades hombre-mujer y en la equiparación de sus derechos implica encarar con decisión un tema tan central y prioritario en la vida humana como el de la salud, entendiéndola no solamente como la ausencia de la enfermedad sino como el bienestar integral de la persona.
Por otra parte, la salud de una comunidad es el fiel reflejo de la política sanitaria llevada a cabo por su gobierno, y su grado de desarrollo estará indicando la prioridad que dicho Estado asigna a la salud de todos los miembros de su comunidad.
Para lograr la igualdad en el pleno ejercicio del derecho que tienen hombres y mujeres de gozar de la salud en su sentido más amplio, debemos atacar los condicionamientos económicos, culturales y sociales que atentan contra ello y atender al primero de los derechos humanos fundamentales que es el de una vida digna sin discriminaciones. Esto se obtiene no siendo hipócritas, enfrentando la realidad y educando. Por eso, muy importante es el factor educación en todo este tema de prevención respecto de la salud sexual y reproductiva.
Ello implica un nuevo enfoque de género -esta última palabra no tiene que asustarnos- en el tratamiento de todas las cuestiones relacionadas con el sexo y la capacidad reproductiva de la mujer. Se trata de un nuevo enfoque que tiende a eliminar el desigual tratamiento que históricamente ha tenido la mujer y que aún tiene, aunque en menores proporciones, en el campo de la salud. Eso se traduce en graves problemas de desnutrición en la infancia y en la adolescencia, en embarazos prematuros, en las muertes por abortos realizados en precarias condiciones, en maternidades ejercidas precozmente y en soledad, y en los graves problemas de salud mental derivados de la violencia a la que muchas mujeres son sometidas, que se manifiesta de distintas maneras y que suele quedar impune ante la negación sistemática de las denuncias al respecto por parte de quien debería no sólo considerarlas sino también resolverlas.
No sería justo decir que nada se ha hecho en relación con el tratamiento de estas cuestiones en el transcurso de estos años.
En el tema que hoy nos convoca -salud sexual y procreación responsable-, trece provincias argentinas tienen leyes que establecen programas al respecto.
Es importante destacar la gran labor que desarrolla el Consejo Nacional de la Mujer, organismo responsable del cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, que como todos sabemos tiene rango constitucional.
El Consejo Nacional de la Mujer está desarrollando una tarea encomiable mediante el Plan Federal de la Mujer con el objetivo de establecer institucionalmente las áreas Mujer de todo el país a partir de actividades de capacitación, asistencia técnica y operativas, indispensables para el diseño de políticas públicas relacionadas con la mujer.
- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 2° de la Honorable Cámara, don Eduardo Oscar Camaño.
SRA. DI LEO, MARTA ISABEL (BUENOS AIRES):
También es importante el trabajo realizado por legisladores del actual período y del anterior para lograr esta iniciativa que seguramente hoy vamos a sancionar.
Si conseguimos la sanción de este proyecto de ley habremos cumplido con una de las promesas reiteradamente formulada: asegurar para toda la población, sin discriminación alguna, un alto nivel de salud que le permita ejercer con responsabilidad sus derechos sexuales y reproductivos. La implementación de este programa va a permitir que la población se informe sobre aquellos aspectos que desee y en el momento que decida, referentes a su vida sexual y reproductiva. Es importante que rescatemos esto.
No se trata de imponer absolutamente nada, sino de informar. A mi entender, en esto reside una de las mayores virtudes de este proyecto. Es indudable que a partir del conocimiento el ser humano puede optar y, consecuentemente, ser libre, pues sin la posibilidad de elegir no se puede hablar de un ejercicio pleno de la libertad.
Los objetivos de este programa son claros y precisos. Uno de ellos tiende a posibilitar el acceso de todos los integrantes de la población, pero principalmente de aquellos sectores que han quedado excluidos de la posibilidad de acceder a la educación y a la salud. En este sentido, estoy de acuerdo con quienes sostienen que esta iniciativa no solamente apunta a los sectores más pobres de la economía sino también a aquellos sectores de clase media que paulatinamente se han empobrecido gracias a los gobiernos que privilegiaron otro tipo de políticas y no las públicas.
Este programa también apunta a brindar una información veraz y completa a quienes así lo soliciten, para que puedan gozar plenamente de su sexualidad y actuar responsablemente en la comunicación de la vida.
Nadie pretende, ni está en el ánimo de ninguno de los integrantes de las comisiones que han tratado este proyecto, interrumpir la vida que ya se ha anunciado. Por el contrario, la puesta en marcha de este programa permitirá a mujeres y hombres actuar preventivamente y decidir libre y responsablemente cuándo y cuántos hijos quieren tener, para de ese modo evitar tener que apelar a prácticas abortivas, que por lo general son efectuadas en la clandestinidad, como única salida a situaciones no deseadas, con las implicancias físicas y psíquicas que ello acarrea, especialmente para la mujer, que siempre arriesga su vida y que, en muchos casos, la pierde.
Por otro lado, quiero rescatar la importancia de este proyecto al incorporar al Programa Médico Obligatorio, así como al Nomenclador Nacional de Prácticas Médicas y al Nomenclador Farmacológico, todas estas prácticas que garantizan la posibilidad de informarse y asistirse convenientemente.
Además, los servicios de salud del sistema público, de la seguridad social y de los sistemas privados los deberán incorporar a sus coberturas en igualdad de condiciones con sus otras prestaciones. Cabe aclarar que el gasto que demande el cumplimiento de este programa para el sector público estará contemplado en el presupuesto general de la administración pública.
En definitiva, se trata de un proyecto que respeta el pluralismo social, religioso y cultural de nuestra sociedad, a la vez que contempla las necesidades insatisfechas y nunca resueltas de una gran parte de la población, garantizando en consecuencia la realización de la libertad y la justicia. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra la señora diputada por Santa Cruz.
SRA. DRISALDI, MARIA RITA (SANTA CRUZ):
Señor presidente: me pregunto con bastante desazón y con algo de estupor sobre la razón y oportunidad del proyecto que estamos considerando. Digo esto por varias razones. Hace apenas unos días hubo en este recinto una gran convulsión y una gran actividad por el proyecto de ley remitido por el Poder Ejecutivo ante la situación de estancamiento de la economía y el desfase de las cuentas públicas.
Cabe recordar que desde el gobierno nacional se intenta restringir los gastos, ordenarlos y optimizar su aplicación. La gravedad de la situación hizo que el Congreso Nacional sesionara en forma maratónica. ¿A qué se debió esa situación? En mi opinión lo podemos sintetizar en tres palabras: "no hay plata". El Estado nacional tiene serias dificultades para afrontar sus obligaciones. Me pregunto si, en tales condiciones, resulta oportuno sancionar un proyecto de ley que crea un programa de salud reproductiva, de procreación responsable, o como lo quieran denominar, que obliga a los Estados nacional y provinciales a suministrar en forma gratuita anticonceptivos en los hospitales públicos, y a las obras sociales, con alicaídas arcas, a hacer otro tanto.
En este recinto todos sabemos lo que sucede con el peregrinaje exhaustivo que hacen los pacientes oncológicos para poder recibir su tratamiento, o con las angustias que afectan a los pacientes que deben afrontar una cirugía en un hospital público hasta que reúnen el dinero necesario para comprar los descartables.
También conocemos las manifestaciones que nos han hecho llegar las agrupaciones que nuclean a los enfermos de HIV porque su tratamiento no tiene continuidad y la droga necesaria no llega a los hospitales.
No le veo sentido de la oportunidad a este proyecto. Antes de tratar esta iniciativa habría que hacer otras cosas en salud y en asistencia a los pobres.
Antes de recetar pastillitas y colocar dispositivos intrauterinos, se debería luchar contra otros flagelos, como la droga, la violencia familiar o la violación e incesto que sufren las niñas.
Una de las prácticas que se perdió en este país es el reconocimiento físico de todos los ciudadanos. Esto se hacía cuando estaba vigente la ley del servicio militar obligatorio, que tenía muchos aspectos negativos pero que por lo menos tenía uno positivo.
Ese reconocimiento médico nos mostraba la situación del 50 por ciento de la población -estaban excluidas las mujeres-, y sobre la base de ello se elaboraban estadísticas de salud que permitían hacer campañas de vacunación efectivas y erradicar hasta cierto punto la tuberculosis, que ahora está en aumento.
Este proyecto -por eso adelanto mi voto en contra- tiene algunos vicios que quisiera señalar. En primer lugar, se dice que brinda acceso gratuito a las mujeres de bajos recursos. Esto es una mentira porque al país le va a costar. Lo pagamos entre todos, y si no tenemos plata la vamos a pedir prestada. Para estas cosas siempre hay plata.
Adviértase el caso de Taiwán, que debido a las presiones internacionales instauró un verdadero programa de control de la población que incluía algunas cuestiones mucho más cruentas y duras de las que aquí se prevén y que serían inaceptables en la Argentina, tales como la esterilización y el aborto compulsivo.
Cuando los programas surtieron efecto y Taiwán bajó el índice de reposición poblacional, los organismos internacionales le transformaron estos créditos en otros no reintegrables: lisos y llanos subsidios.
En otros lugares del mundo también se han instrumentado campañas de esterilización y de control de la natalidad sin siquiera preguntar a los países afectados si estaban de acuerdo.
Un caso denunciado oportunamente en las conferencias internacionales sobre el tema es el de la leche que contenía anovulatorios distribuida en los países de África. Nadie le dijo a los africanos que esa leche iba a bajar el índice de nacimientos; pero necesitaban la leche.
Hay muchas otras cosas que señalar. Hay que decir también que se experimentó -se usaron recursos de las Naciones Unidas- añadiendo sustancias a la vacuna contra el tétano que producían la pérdida de los embarazos o la esterilidad en las mujeres.
Esos programas de vacunación contra el tétano se aplicaron a las mujeres de entre doce y cuarenta y cuatro años; es decir, a las mujeres fértiles. Los hombres que vivían en el campo, a pesar de que también se lastiman, aparentemente no sufrían de tétano.
Tampoco nos olvidemos de Perú -alguien lo mencionó-, pero la verdad es que el fantasma de la superpoblación que tanto objetan las organizaciones que están a favor del control de la natalidad no existe. Obsérvese lo que ocurre en los países europeos. Suecia, España, Italia, Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Rusia y Canadá son países -si se quiere- desarrollados que han bajado tanto sus índices de crecimiento que ahora la preocupación es no perder población. Creo que esto se debe a que los pobres son cada vez más y por eso algunas organizaciones tienen que hacer este control.
La renta mundial se distribuye de la siguiente manera: el 80 por ciento, entre el 20 por ciento de la población, y el 20 por ciento, en el resto. Por lo tanto, frente a la gente pobre, que tendría dificultades para criar a sus hijos, dicen: "Ayudémosla para que no los tengan." Esta es la verdadera exclusión. Se piensa que una familia pobre no podrá dar una buena alimentación ni salud ni educación. Por eso, el que nazca en una familia pobre no tendrá posibilidad -o tendrá muy pocas- de estar incluido. Así es como se piensa en evitar que nazcan estos niños pobres, porque para el resto de las personas será muy oneroso mantenerlos y suplir sus carencias.
En esta deshumanizada época nos estamos olvidando de que en realidad ningún ser humano puede ser excluido de la humanidad. Debería ser prioridad para el Estado procurar excelencia en salud y no parches; debería ser prioridad la atención de los niños para un pleno desarrollo de sus potencialidades. Pero para esto debemos pensar muy en serio en la igualdad de oportunidades.
El Estado nacional o provincial se hará cargo de comprar los anticonceptivos que prevé el proyecto. Esto significa que alguien venderá y otro -en este caso, el Estado- pagará. Si las provincias no cumplen el programa, no tendrán fondos.
Pienso que está bien todo lo que se dice respecto de la educación, pero sinceramente no creo que se aplique en estas cosas. Digo esto porque la educación y la formación llevan tiempo, y la inmediatez y las dificultades que a veces tienen los médicos en los hospitales públicos para brindar información, educar y hacer los controles verdaderos los llevan a buscar soluciones fáciles y rápidas: la pastilla, el DIU o cualquier otro método. Tampoco les darán mucha importancia a los métodos naturales ni van a informar sobre esto porque para eso se necesita tiempo y formar gente.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Señora diputada: su tiempo se ha agotado. Le ruego que redondee su exposición.
SRA. DRISALDI, MARIA RITA (SANTA CRUZ):
Le pido un poco más de tiempo, señor presidente. Casi nunca hablo en el recinto y quisiera decir algunas cosas más. No me parece...
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Para eso deberíamos modificar el reglamento y contemplar la situación de los señores diputados que nunca hablan.
SRA. DRISALDI, MARIA RITA (SANTA CRUZ):
No sería mala idea.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Por favor, señora diputada, le pido que redondee su concepto.
SRA. DRISALDI, MARIA RITA (SANTA CRUZ):
¿Quién pagará los daños que produzcan los anticonceptivos en los cuerpos de las mujeres? Decir que los métodos anticonceptivos que se inyectan, introducen o ingieren son inocuos no es cierto: siempre producen una alteración, siempre tienen una consecuencia, a veces menor y a veces mayor.
¿Los Estados provinciales y el Estado nacional tendrán también los métodos y fondos necesarios para curar a las mujeres que utilizan estos sistemas?
Frente a la posición feminista de que tenemos un derecho sobre nuestros cuerpos, quiero decir que también sobre los cuerpos de las mujeres, y de las mujeres pobres, se van a cargar todos estos elementos.
Hablamos de prevenir enfermedades de transmisión sexual. Para esto también son necesarias la educación, la información y la formación. La sexualidad humana es uno de los aspectos más íntimos en la vida de cada persona porque obedece al derecho indelegable de transmitir la vida, pero está presente en la constitución de los lazos familiares, en la responsabilidad de los hijos y en la constitución de las parejas estables que pueden alcanzar la felicidad de compartir una vida con sus vicisitudes y alegrías.
Por eso hay que educar en valores. No es suministrando una pildorita o entregando un DIU como vamos a construir una escala de valores compatible con el desarrollo armónico individual y la necesidad de crecimiento del país.
El informe Kissinger, que alguien mencionó, trata sobre las implicancias del crecimiento de la población mundial para los Estados Unidos y sus intereses ultramarinos. La idea es que conviene contener el crecimiento de la población pobre, porque el nuevo conflicto que avizoraba Kissinger en 1974 era el conflicto Norte-Sur, ricos y pobres. Por lo tanto, es conveniente controlar el crecimiento de estas poblaciones, ¿para qué? Para que no usen los recursos naturales que en estos países están casi intactos. Los recursos naturales hay que preservarlos para las generaciones futuras, pero ¿para cuáles generaciones futuras? Las generaciones que nazcan ya incluidas y no las que puedan nacer en la pobreza.
Como ésta es la hora de los economistas, quiero citar textualmente el pensamiento del premio Nobel de Economía, doctor Gary Stanley Becker. Dijo lo siguiente: "Dentro de la moderna literatura intelectual, de la literatura feminista, de la literatura malthusianista, se ha expresado una gran preocupación por esta dimensión del capital humano: la población. Y se dice que la población, si aumenta demasiado, destruirá el medio ambiente, reducirá la capacidad de alimentar a las personas, destruirá el nivel de vida de este capital humano. Lo mismo se ha dicho en conferencias de las Naciones Unidas, en publicaciones importantes y en muchos otros escritos de intelectuales y de los medios de comunicación social.
"El hecho es..."
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
La Presidencia sugiere a la señora diputada que vaya finalizando su exposición.
SRA. DRISALDI, MARIA RITA (SANTA CRUZ):
Enseguida concluyo, señor presidente.
Decía el premio Nobel: "El hecho es, y voy a comenzar con esto, que la realidad es muy distinta: no existe ningún tipo de evidencia que demuestre que el gran crecimiento de la población afecte al progreso económico y social y al progreso ambiental. Voy a citarles algunos números de esto: uno de los períodos de más rápido crecimiento de la población en el mundo fue de 1950 a la fecha, cuando nuestra población creció de 2.500 millones a más de 5.000 millones. Pues bien, resulta ser el período de crecimiento en el ingreso per cápita más alto que se haya registrado en la historia.
"No estoy hablando únicamente del mundo rico, del desarrollado; hablo del mundo en general. De hecho, el crecimiento en el ingreso fue más rápido en las partes menos desarrolladas del planeta que en las partes más desarrolladas."
Por eso sostengo que nuestro país, con recursos naturales casi intactos y treinta y cinco millones de habitantes, debería desarrollar políticas natalistas en lugar de políticas antinatalistas. Es decir, políticas que protejan a la madre y al niño, que permitan alcanzar un salario familiar digno, y un Estado promotor y presencial que proteja a la madre que desea tener un hijo y a la mujer embarazada que se encuentra sola y decide hacer un aborto. Es imprescindible que haya un Estado presencial que no abandone a las personas y que no se reduzcan los índices de crecimiento vegetativo porque ello no le haría bien al país.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.
SR. ZAPATA MERCADER, JORGE (MENDOZA):
Señor presidente: en nombre del bloque Demócrata de Mendoza adelanto el voto afirmativo al proyecto de ley en consideración. Entiendo que se preservan principios que nosotros sustentamos, como aquel de que somos contrarios al aborto y respetamos fundamentalmente a la familia y a la patria potestad que se está ejerciendo. También respetamos las creencias religiosas y formas confesionales que existen en relación con este tema.
He escuchado muchísimos discursos de tipo feminista. Sin duda, compartimos la preocupación, pero creo que éste no es un proyecto de ley feminista, sino más bien podríamos decir que es unisex, en el sentido de que se protege a ambos sexos por igual.
Aquí no se ha mencionado para nada al varón. Se ha nombrado a la incubadora viviente, a la mucamita a quien le hicieron un hijo, y se citaron diversas situaciones que muchas veces son reales. Al respecto, no hay duda de que en el Chaco se viven situaciones primitivas a raíz de la pobreza. Sin embargo, creo que la causa que nos obliga hoy a sancionar esta iniciativa no sólo tiene que ver con educar en el sentido de informar ante la ignorancia que tienen especialmente los adolescentes y las clases más bajas de la sociedad sobre la sexualidad y la procreación.
Considero que es un tanto arcaico este principio de protección de la mujer ignorante que es abusada o violada por el varón con un criterio machista, y abandonada luego con el fruto de ese acto sexual.
Como decía, es importante la educación, pero no tanto en cuanto a la información, sino en lo que respecta a la formación moral, que fundamentalmente compete a la familia. En este sentido, debemos admitir que la familia argentina está en crisis porque hay matrimonios que se deshacen y parejas que conviven y alternan. A esto se agrega el hecho de que la virginidad hoy ya no es un valor a resguardar y, por lo tanto, no hay duda de que colocamos en una situación vulnerable a nuestros hijos e hijas adolescentes.
En muchos años de docencia universitaria y secundaria recibí la genuina angustia de adolescentes varones que venían a consultarme y me decían: "mi novia quedó embarazada", "mi vecina me buscó", "me inició tal o cual mujer". Estos eran varones realmente vulnerables, también por ignorancia. Puedo ver la sonrisa de la diputada Carrió, pero no cabe duda que desde que se descubrió el ADN la situación de las mujeres ha mejorado en cuanto a la determinación de la paternidad. Muchos de esos jóvenes me decían: "Es cierto, me buscó mi vecina, pero ella no era ninguna santita, no era virgen; no sé de quién es el hijo". He escuchado muchos de estos casos en los que se dudaba de quién era ese hijo. El consejo que siempre di fue que antes que nada averiguaran si les pertenecía, mediante el método del ADN. Jamás aconsejé el aborto ni el matrimonio irresponsable pero sí, por supuesto, hacerse cargo cuando correspondiera, ante una paternidad no deseada.
Esos chicos también deben ser protegidos con información. Esa formación moral que comprende tanto a varones como a mujeres tiene como principio no hacer daño a nadie, ni a la pareja ni a ese hijo no deseado. El ritmo de vida actual, la publicidad, la televisión y el cine, llevan frecuentemente a que la gente se despreocupe de sus hijos, que muchas veces se crían solos porque sus madres tienen que salir a trabajar. Esos hijos son los que hoy padecen no sólo los problemas de la procreación -muchos conocen bastante lo que deben hacer para no procrear-, sino sobre todo los efectos de una vida promiscua que, por supuesto, trae aparejados todos los males de la salud que hoy soporta la sociedad moderna a raíz de una mala sexualidad.
De manera que consideramos que la ley evidentemente constituye un paso adelante. No va a ser la panacea, porque no va al fondo de la cuestión en el sentido de mejorar la vida familiar.
Muchas veces, los hijos no conviven con sus padres biológicos, o en realidad no saben quiénes son. Se han dado casos de estadísticas en los Estados Unidos que dicen que más del 10 por ciento de los hijos no conviven con su padre biológico o no son del padre que los registró.
Todo hace a una vida promiscua, el tema de las familias extendidas, los chicos que el fin de semana van a vivir con otra pareja que a su vez tiene hijos de otra pareja, y todo eso hace un menjunje que provoca que muchas veces esos niños estén realmente en riesgo.
Muchas veces se habló de incesto y también de las parejas de la madre o del padre que han inducido a situaciones de tal naturaleza. De manera que, fundamentalmente, esta norma tiende a informar, pero más que nada a educar, debiéndose aclarar que cuando se habla de educar es en el sentido de inculcar reglas de moral.
Todos sabemos que la moral es un conjunto de costumbres de una sociedad en un momento dado y en un lugar dado, pero la moral pública como principio permanente de no causar daño a nadie exige que los adolescentes en especial prevean que si van a tener un hijo sin poder mantenerlo, educarlo, vigilarlo o lo que fuera, están haciendo un mal. Esto es lo que tiene que enseñarse tanto en la familia como en la escuela y, como hemos dicho, es deber de toda la sociedad. Por los motivos citados, vamos a apoyar este proyecto de ley. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra la señora diputada por Entre Ríos.
SRA. GARCIA DE CANO, MARIA ISABEL (ENTRE RIOS):
Señor presidente: dado lo avanzado de la hora, quiero simplemente señalar como autora de un proyecto relativo a este Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, que solicito la inserción del texto del discurso que pensaba pronunciar, aclarando que los diputados que me han precedido en el uso de la palabra han sido muy explícitos en la exposición de las razones que han esgrimido.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra la señora diputada por Entre Ríos.
SRA. BEVACQUA, ADRIANA NORMA (ENTRE RIOS):
Señor presidente: en esta oportunidad, voy a hablar como médica, teniendo en cuenta la circunstancia de que el hecho de ser legisladora me permitió participar en la elaboración de este proyecto de ley que ya lleva tanto tiempo dando vueltas en el Congreso y que realmente se merece la sociedad argentina.
Durante muchos años me he desempeñado en el Hospital Muñiz, en el sector de enfermedades infecciosas y en terapia intensiva, por lo que he visto morir a muchas mujeres por abortos sépticos o mal realizados.
Voy a ser muy breve y a señalar que esta norma viene a remediar una situación de inequidad. Los argentinos tenemos que dejar de ser hipócritas y debemos darnos cuenta de que este programa que queremos poner en marcha debe llegar a mujeres que hoy en nuestro país utilizan metodologías para no quedar embarazadas o para elegir en qué momento quedar embarazadas.
Esta situación no se da en los hospitales públicos, porque en ellos las mujeres no tienen acceso a la información ni a muchas otras cosas.
Hay proyectos, como el de la muerte digna, que en este momento se está analizando en la subcomisión de Bioética de la Comisión de Acción Social y Salud Pública. Hace pocos días, la prensa nos informó de lo ocurrido en Holanda con la sanción de la ley de eutanasia, que seguramente nosotros no compartimos porque no estamos de acuerdo con ese tipo de cosas.
Pero hay otro concepto que es realmente importante y que hay que tener en cuenta. No es el de la eutanasia, sino el de la nacrotanasia, según el cual abortos en manos inexpertas provocan que las mujeres lleguen muertas a los hospitales y muchas veces no podemos o no tenemos elementos a mano para subsanar esa situación.
De modo tal que insisto en que esta iniciativa viene a crear una situación de equidad respecto de aquellas mujeres que no tienen acceso a los servicios para la salud.
Por otro lado, entiendo que en este proyecto están contempladas muchas cuestiones educativas y otras de prevención. No se trata simplemente de la prevención del embarazo. Estamos hablando de enfermedades de transmisión sexual y de la problemática del VIH/sida, que hoy está llevando a muchas mujeres y niños a la muerte, debido a que las mujeres -a veces con embarazos no deseados- están infectadas, y transmiten a sus bebés esa enfermedad, sin siquiera tener la posibilidad de hacer el tratamiento que corresponde para que esto no ocurra. Ni hablar de la problemática del cáncer de mama y de su prevención en las mujeres.
Todo esto tiene que ver con una cuestión de política sanitaria. Por eso me congratulo y adelanto mi voto afirmativo en general para este proyecto de ley, porque va a solucionar una cuestión de inequidad.
Finalmente, solicito permiso a la comisión para efectuar una propuesta referida al inciso e) del artículo 2° que dice así: "Contribuir a la prevención y detección precoz de enfermedades de transmisión sexual, de VIH/sida y patologías génito-mamarias." Mi propuesta puede parecer menor, pero no lo es: colocar "VIH" en letras minúsculas, para dar respuesta a un pedido formulado por personas que padecen esa enfermedad. (Aplausos.)
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Con mucho gusto haremos lugar al pedido de la señora diputada, cuando lleguemos a la consideración en particular.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
La Presidencia informa que existe un compromiso de votar en general estos dos proyectos de ley entre las 21 y 21 y 30. Sería importante entonces que los asistentes de bloque se pongan a trabajar, de manera tal de lograr quórum a esa hora, para votar ambas iniciativas.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. BARBAGELATA, MARIA ELENA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: quiero expresar la alegría de los socialistas por estar tratando esta noche estos proyectos de ley.
Comenzamos el siglo XXI considerando un tema fundamental para la dignidad y los derechos humanos de las mujeres: el de la salud reproductiva.
Es verdad que no se trata solamente de un tema vinculado con las mujeres, porque involucra a toda la sociedad, y está profundamente enraizado en los derechos humanos.
Se trata de un tema de salud pública, porque importa la muerte de mujeres. Quiero ser muy gráfica con las estadísticas que han dado quienes me precedieron en el uso de la palabra. Por eso, voy a hacer una referencia diaria: se mueren quinientas mujeres por año, lo que significa que diariamente dejan de existir 1,4 mujeres por día. O sea que mientras estamos tratando este proyecto de ley, más de una mujer ha fallecido por razones de maternidad. Además, cuarenta y dos mujeres por día sufren otros problemas de salud, como puede ser el caso de diversas discapacidades. Todo esto tiene que ver exclusivamente con la maternidad.
También existe un subregistro que indica que la mortalidad materna se incrementa en un 50 por ciento. Si pensamos en estos números, en seis días podríamos completar las bancas de esta Cámara con mujeres que sufren lesiones solamente por intentar ser madres.
Creo que el debate que hoy estamos llevando a cabo es de una dimensión y de una profundidad tal que pone a este Parlamento a la altura de las necesidades concretas de la gente de todo el país para solucionar sus problemas, porque esta situación afecta a las mujeres y a la sociedad en su conjunto. Además, la mayor tasa de mortalidad se registra cuando las mujeres tienen cuarenta años. Estas mujeres han tenido varios hijos, y sus hogares, hijos y familias se van a quedar sin una madre que además era sana. Esto es grave porque debemos señalar que el 80 por ciento de estas muertes y enfermedades por causas de maternidad son evitables.
Entonces, no podemos mirar para otro lado: no puedo entender cuando se plantea que esta no es la oportunidad de tratar un proyecto de ley de programa de salud reproductiva, que es preventivo y va a evitar muertes. Esta es la oportunidad de tratarla.
Los socialistas Alfredo Palacios, Juan B. Justo, Mario Bravo y Del Valle Iberlucea han luchado desde esta Cámara y desde el Senado por los derechos civiles y políticos de las mujeres, al igual que Alicia Moreau de Justo -lamentablemente desde afuera del Parlamento. Hemos estado discutiendo durante el curso del siglo pasado si teníamos el derecho a ser ciudadanas de primera, a disponer y a decidir con autonomía. Nosotras arrancamos el siglo pasado sin poder ser siquiera testigos en un juicio y tuvimos que terminarlo reformando el Código Penal para poder tener un acceso más igualitario a la consideración de la dignidad humana y a la tutela de nuestros derechos.
Entonces, que hoy estemos tratando esta iniciativa es realmente un paso muy importante, porque también estamos debatiendo la salud de nuestra juventud. La maternidad adolescente está en crecimiento y la tasa de natalidad está aumentando en todo el país: creo que con un plan de salud reproductiva esto puede encauzarse correctamente. Estamos hablando de niñas y de jóvenes de doce y trece años que después son echadas de las escuelas, que no pueden conseguir trabajo y, además, biológicamente arrastran graves problemas y secuelas por haber quedado embarazadas.
Este debate es muy profundo y serio. Me alegro que lo estemos llevando a cabo y pido el voto afirmativo para la totalidad de la iniciativa a fin de que le demos sanción inmediata. Voy a pedir la inserción de algunos datos y cuadros que se refieren a investigaciones muy serias realizadas en nuestro país.
Quiero manifestar que es posible erradicar estas muertes si hay voluntad política de hacerlo. En la ciudad de Rosario, habiéndose llevado adelante el plan de salud reproductiva integral desde hace más de cinco años, se ha constatado que durante un año no ha habido una sola muerte relacionada con la maternidad. Este es un logro de los planes de salud reproductiva, y nuestra responsabilidad como legisladores nacionales es impulsar que dichos planes se implementen a lo largo y ancho del país, donde haya discriminación territorial, de género o de clase, tal como han señalado muy bien los diputados preopinantes.
Por lo tanto, apoyo calurosamente la sanción de este proyecto de ley. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra el señor diputado por Entre Ríos.
SR. BUSTI, JORGE PEDRO (ENTRE RIOS):
Señor presidente: para tomar una decisión con respecto a este proyecto de ley lo primero que traté de buscar en su texto es qué posición tomaba con respecto al crecimiento vertiginoso de la población que se registra en nuestro país y en el mundo.
Traté de ver si en el texto de esta iniciativa existía la consideración del control de la natalidad o el falso argumento de la falta de espacio y de recursos para mantener el crecimiento de la población, que es real.
De acuerdo con datos recogidos por las Naciones Unidas, en 1900 existían en el mundo 1.300 millones de habitantes, y en la actualidad solamente China posee esa cantidad. En 1950, existían en el mundo 3.600 millones de habitantes; hoy, en el 2001, hay 6.100 millones, y está previsto que para el 2050 habrá 9.200 millones.
En la actualidad, se registran en el mundo 77 millones de nacimientos por año, y por supuesto la esperanza de vida es distinta en los países desarrollados que en aquellos en vías de desarrollo. En la República Argentina, que hoy tiene aproximadamente treinta y siete millones de habitantes, se prevé que en el 2050 habrá cincuenta y cuatro millones.
Yo coincido con Jonas Rabinovich, un urbanista de las Naciones Unidas cuya obra estuve leyendo, en el sentido de que en realidad los problemas del mundo no se originan por la falta de espacio y recursos. Los problemas surgen porque existen trescientos millonarios que controlan el 45 por ciento de la riqueza del mundo, los gobiernos del mundo gastan 780 billones de dólares en armamento, en el mercado de las drogas se gastan 480 billones de dólares, y en Europa y los Estados Unidos se gastan 150 mil millones de dólares por año en bebidas alcohólicas y cigarrillos. Frente a esto cabe mencionar que bastarían 6 mil millones de dólares para educar y formar a los niños desprotegidos del mundo. Esto significa que la superpoblación no es sólo una cuestión de exceso de habitantes y falta de recursos. Para orientar el problema en el futuro habrá que fomentar la solidaridad, tornar más eficiente la gestión en las áreas urbanas, y en particular se deberá trabajar para mejorar la calidad de vida de la gente.
Este proyecto de ley crea un programa nacional de salud; por lo tanto, no es de control de la natalidad.
Me preocupé por determinar si esta iniciativa combate las inequidades sociales porque realmente me conmovieron dos noticias que la semana pasada se publicaron en los diarios de mi provincia. Una de ellas se refería a la detención de una adolescente de dieciséis años que ingresó al hospital materno-infantil de Paraná con una hemorragia, y ante las evidencias confesó que había tenido un parto en su casa, luego del cual tiró a un pozo al recién nacido, que murió. Ese episodio me conmovió por la desesperación de una madre que había tenido un embarazo no deseado y que pensaba que no podría alimentar a su hijo.
Ese mismo día, también se publicó en todos los medios nacionales que en Miami una famosa conductora de televisión de cincuenta años había logrado quedar embarazada por medio de un costosísimo tratamiento, y lo exhibía con alegría. Estas son contradicciones de una misma sociedad: por un lado, una adolescente de dieciséis años desesperada, y por el otro, una conductora de televisión que a los cincuenta años consiguió embarazarse luego de un costoso tratamiento.
En mi opinión, constituye una prioridad nacional cuidar a la madre y al niño y trabajar en un programa nacional que se convierta en una cuestión de Estado, con el objeto de que no mueran las madres embarazadas pero tampoco los niños recién nacidos.
Asimismo, me preocupé por conocer las opiniones de todas las iglesias monoteístas -no sólo la mía, la Católica-, las asociaciones civiles y las agrupaciones de padres. Esta es una cuestión moral y de conciencia, y en ese sentido, creo que esto ha sido contemplado en el proyecto de ley en consideración -lo ha propiciado la señora presidenta de la comisión- pues los métodos a los que se alude son en todos los casos transitorios, reversibles y no abortivos. En segundo lugar, que siempre se dé información e intervención a los padres y/o tutores, como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por la ley 23.849. En tercer término, que se especifique el derecho a la objeción de conciencia para los profesionales y agentes sanitarios. En cuarto lugar, que se respeten los principios y el ideario propio de cada una de las instituciones sanitarias y educativas confesionales y no confesionales de gestión privada.
Dado que se cumple con esas observaciones, y teniendo en cuenta que estamos en presencia de una ley que tiende a fomentar la vida, que debe tener su imputación presupuestaria para no caer en letra muerta, que habrá un convenio con todas las provincias, vacunas para los chicos recién nacidos y un trabajo del gobierno nacional y de todas las provincias, adelanto que votaré afirmativamente en general. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra el señor diputado por Entre Ríos.
SR. SOÑEZ, FEDERICO ROMAN (ENTRE RIOS):
Señor presidente: afortunadamente los discursos que venimos escuchando en general ratifican el apoyo al proyecto de ley en tratamiento, que es producto de un arduo trabajo de consenso de más de un año y medio. Sin embargo, hemos tenido que escuchar algunas exposiciones francamente desopilantes, como la que ha vertido el diputado de Fuerza Republicana que me citó junto con el Papa y un árabe que conducía un tren siniestrado en Europa, haciendo una relación que la mayoría francamente no termino de entender.
Lo cierto es que está claro que este proyecto de ley no tiene ningún tipo de relación con una política natalista o antinatalista, y los argumentos que por allí se pretendan traer para impedir su sanción no se pueden sustentar, excepto que al mismo tiempo se diga que es buena la desinformación y la carencia de servicios de salud como los que se proponen, para que el país crezca en su población. Como esto es un disparate evidente, ese y otros argumentos caen y es muy difícil sostenerlos.
Por otra parte, para tranquilidad de aquellos que remiten a la familia, a la moral, entiendo que es clarísimo que la iniciativa en tratamiento no será una ley que regulará el goce sexual de la República Argentina. Esto no se puede hacer por una ley. Los dispositivos de discurso que constituyen los sujetos sexuados, las distintas formas en que los argentinos asumen su sexualidad, no son ni favorecidas ni impedidas por esta ley.
Todas aquellas objeciones que plantean que la existencia de servicios como los que propone la ley favorece la promiscuidad o determinado tipo de sexualidad, olvidan o desconocen que los puntos nodales o principales, a raíz de los cuales una persona asume su sexualidad, no están en juego en este proyecto y son absolutamente previos al momento en que un adolescente o un adulto hace una consulta a este servicio. Es decir que este proyecto de ley no promueve ni prohíbe la promiscuidad, ni el fetichismo, ni la perversión, ni la neurosis, ni ningún tipo de psicología humana que ya no esté formada en la textura de la sociedad en que vivimos.
Por otro lado, el proyecto respeta profundamente el hecho de que cada uno pueda sostener en su vida privada una moral general y comprensiva, que es abarcativa de la relación con su sexualidad, sobre la cual el Estado no puede decir nada, porque compete a una cuestión personalísima de cada uno de los ciudadanos. Con esta iniciativa el Estado no se entromete en la vida de las personas ni de las familias.
Además, los problemas de crisis de valores y de las familias -que realmente existen- no devienen como consecuencia de la presentación de un proyecto de esta naturaleza. Son otras las razones y las circunstancias que producen determinado tipo de realidad familiar, personal o sexual.
En definitiva, esta propuesta no se entromete en la moral de cada uno, pero sí lo hace con la moral de los argentinos, porque tiene que ver con una posición ética de nuestra sociedad. Creo que a la mayoría de los argentinos nos resulta insoportable, nos repugna y no aguantamos los índices y las realidades dramáticas que se trajeron a colación en este debate. Es inmoral no hacer nada frente a la cantidad de mujeres que mueren por abortos provocados. Es inmoral no hacer nada frente a la cantidad de madres niñas que crecen en cantidad en la Argentina porque, como consecuencia de ello, también aumenta el porcentaje de mortalidad infantil.
Este proyecto es respetuoso de las creencias y de los valores de todos los ciudadanos. Asimismo, se hace cargo de una ética para no ocultar, para no tapar y para no continuar con la hipocresía de negar lo que realmente existe.
Creemos que es importante que exista la posibilidad de acceder a servicios de información, de orientación y a métodos anticonceptivos que permitan a cada una de las parejas y de las mujeres decidir libremente, sin coerción y sin coacción, cuándo, cuántos y cómo tener a sus hijos. Este es un avance importante para la legislación nacional y para las políticas activas del Estado, porque tiende a garantizar la igualdad. En este sentido, aquí se ha expresado hasta el hartazgo que las mujeres o las parejas de determinado sector social que tienen acceso en forma privada a estos servicios no son las que sufren las consecuencias de su ausencia.
Estamos frente a una iniciativa que es producto del consenso, que no contempla todo lo que algunos quisiéramos, pero que ayuda a que el sistema de salud pública de la Argentina se haga cargo de esta realidad. En mi opinión, no tiene sentido contraponer prioridades. Es obvio que el Banco Nacional de Drogas Oncológicas tiene que estar bien provisto para asegurar este tipo de medicación a quienes la necesitan; es obvio que todos los que padecen VIH/sida deben tener asegurada la provisión de medicamentos. No se pueden contraponer estas cosas y preguntar por qué se destinan recursos del Estado a este programa.
Cabe aclarar que en el proyecto de ley no se enumeran los métodos anticonceptivos. Simplemente se remite a aquellos que están aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica. Y este ente federal no aprobó ningún método anticonceptivo de carácter abortivo. No es verdad que en la Argentina se haya aprobado la píldora del día después. Existe una que se llama Inmediat, de laboratorios Gador, que por otra parte no se comercializa.
No agitemos fantasmas y tampoco traigamos el debate sobre el aborto a esta ley, porque es una cuestión absolutamente ajena a su texto.
En el debate en particular propondremos algunas modificaciones pero desde ya adelanto -obviamente, como autor de uno de los proyectos- mi voto positivo. Además, quiero expresar -porque así me lo han pedido- que los diputados integrantes del Frente por el Cambio también votarán afirmativamente. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.
SR. LAFALLA, ARTURO PEDRO (MENDOZA):
Señor presidente: en la provincia de Mendoza tuve oportunidad de promulgar una ley con un texto muy similar al que estamos tratando, lo cual importaba estar de acuerdo con él. Lo más importante es que a fines de 1996 la pusimos en práctica. Esto demuestra cuál es mi opinión y cuál será mi voto.
Haré un primer comentario para quienes, como yo, consideran que éste será un buen programa. Si las provincias no logran -como lo hizo Mendoza, entre otras- dictar su ley, disponer de los recursos y poner en funcionamiento el programa, corremos el riesgo de que esta norma sea mucho más declarativa que de ejecución verdadera.
Deseo hacer una última consideración, un poquito más larga. Está lejos de mi ánimo menoscabar los principios de aquellos que los exponen con convicción. Hago llegar mi más profundo respeto -aunque puedo disentir- a quien defiende principios y -repito- los expone con convicción, como muchos de los señores diputados que han hecho uso de la palabra antes que yo.
Pero lo cierto es que estamos tratando este proyecto, y el programa que en él se propone, como consecuencia de un fracaso: el fracaso de la lucha contra la pobreza, porque esta ley no es para todos. No es cierto que sea para todos. Este programa es para los pobres de la Argentina.
Digo esto porque ustedes, como yo, como los señores periodistas, como los empleados de este nivel que nos estamos escuchando, pertenecemos a un sector de ingresos que utiliza masiva e indiscriminadamente todos estos medios que propone la ciencia médica.
No estoy haciendo una acusación; simplemente estoy describiendo los resultados numéricos. Analicen el índice de natalidad de los dos niveles de mayores ingresos y compárenlo con el de los tres últimos.
Fíjense dónde se producen estadísticamente los hechos que con dramatismo y verdad muchos de ustedes han traído a nuestra reflexión. Vean dónde ocurren y advertirán que no suceden en nuestras casas, ni con nuestros hijos, hermanos o vecinos. Son hechos que les ocurren a otros, que les ocurren a los pobres.
Por eso digo que este programa es consecuencia de un fracaso: es para los pobres.
Quiero decir también que nada está más lejos de mi ánimo que negar la discusión de los valores y de los principios, pero sostengo que no es lo que está en juego al votar este proyecto y el programa que en él se propone. Lo que aquí está en juego es cubrir una necesidad, una falencia.
Nosotros tenemos acceso y utilizamos estos recursos que brinda la ciencia médica, y si hay alguna excepción, en todo caso es la que confirma la regla de los números. Entonces, si nosotros usamos esos recursos, hay un principio que hace que vote favorablemente este proyecto. De lo contrario díganme por qué no puede tener estos recursos el resto de la sociedad. Este es un principio de la democracia: el de igualdad de oportunidades.
Si algo estuviera mal, si alguno de los métodos o técnicas que esta ley permite contraviniera alguno de los principios de los que soy profundamente respetuoso, para actuar con autoridad moral como sector, sin hipocresía, y poder cuestionar dichas técnicas o métodos, tendríamos que poder demostrar que no los usamos. Sin embargo, sostengo que sí los usamos. Si no, que los señores diputados me expliquen en qué familia que conozcan hay una chica de doce, trece o quince años con tres hijos de diferentes padres. Quisiera que un solo diputado aquí presente me cuente una historia de ésas, y que la conozca de quien haya sufrido y llorado. No la conocen porque no existe, no por los principios, porque tenemos los recursos para usar esas técnicas. Esta es la verdad, y no digo que esté bien; sólo digo lo que es.
Una de las cosas que nos trae descrédito -a mí y a todos los señores diputados- es que hablamos como si no formáramos parte del sistema. Para hacerlo hay que tener autoridad moral. Yo, como sector social, no tengo autoridad moral para condenar a nadie que use alguno de estos métodos. Por eso voy a votar esta iniciativa por la afirmativa. Y me animo a encarar la discusión cuando tenga esa autoridad moral que yo sostengo -como integrante de un sector social- que no tenemos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES):
Señor presidente: a esta altura del debate se podría señalar que quizás lo que se dice políticamente correcto no sea oponerse a esta iniciativa, pero yo me voy a oponer por una razón de principios o de defensa de determinados valores. Sé que se hace difícil defenderlos en estas circunstancias, pero mi posición obedece a que está en juego un valor fundamental: un derecho humano principalísimo que es el derecho a la vida, concretamente el derecho a la vida de la persona o del niño por nacer.
Este proyecto de salud sexual y procreación responsable no se condice ni conjuga con el derecho fundamental que acabo de mencionar, y lo voy a demostrar.
Hay una confusión de conceptos y no existen ideas claras ni objetivos centrales para instrumentar una política en este campo tan sensible y vital para el hombre, la mujer y la familia argentina. Tampoco son claros los diagnósticos de la situación que con este proyecto de ley se pretende corregir, a punto tal que la señora diputada miembro informante de la comisión no supo siquiera distinguir si eran 500 mil abortos por año o 500 mil nacimientos los que se producen en nuestro país. Lo único que me parece que va a quedar de todo esto en concreto es que seguramente se podrán repartir anticonceptivos en las barriadas pobres. Esto para muchos podrá ser una bandera de justicia social. ¡En qué nivel han quedado los sueños de la justicia social para considerar esto como una bandera de equidad! No hay claridad para nada.
El hecho de hablar de la salud sexual y no de la salud en general habla por sí solo de una posición ideológica. Quisiera que en este debate se abordara, en primer lugar, la situación en general de la salud porque, como bien se dijo anteriormente, nos encontramos en el puesto treinta y cuatro en el mundo a nivel de gasto, pero en el setenta a nivel de salud poblacional.
Coincido con muchos que afirman que es una ingenuidad pensar que este proyecto va a mejorar la salud reproductiva y a disminuir los abortos en la Argentina. Albert Einstein decía que hacer lo mismo y esperar resultados distintos es una locura. Creo que estamos repitiendo lo mismo que hicieron otros países hace veinte o veinticinco años, cuando empezó el fenómeno de la revolución sexual. También hay otros fenómenos, como la revolución tecnológica o la comunicacional, pero frente a este fenómeno la reacción fue fomentar el uso y provisión de todo tipo de anticonceptivos, legalizándose el aborto para los casos de embarazos no deseados. Los resultados son totalmente pobres. Las estadísticas muestran que la actividad sexual de los jóvenes aumenta, y lo mismo ocurre con los embarazos no buscados y las enfermedades de transmisión sexual. Entonces, ¿por qué hacer lo mismo y esperar resultados distintos? ¿Por qué no tener en cuenta que hay otras ideas en el mundo, que hay ideas que se basan en otros programas, fundamentalmente en la educación, en la valoración de la persona, en la cultura de la vida?
Seamos honestos; en el primer mundo existe una gran disputa entre los pro choice y los pro life, los que están a favor de que la mujer continúe o no con un embarazo y los que están a favor de la vida y de esa persona por nacer.
¿Quieren que les diga la verdad? Aquí se habló de consenso, pero creo que se ha buscado una porción de cada una de estas corrientes. Han hecho un eclecticismo que ha dado como resultado un proyecto híbrido. Se trata de una iniciativa tibia, una mezcla confusa, y en estos temas debemos ser muy claros. Hoy se habló del Evangelio. Para mí, el pensamiento más fuerte del Evangelio es que a los tibios Dios los vomita. Sinceramente éste es un proyecto que me da ganas de vomitar, y voy a demostrar por qué. Su articulado resulta por momentos poco claro, si lo leemos con detenimiento evitando caer en esta suerte de fundamentalismo en el que ya han caído algunos diputados preopinantes.
Para darnos cuenta de qué es lo que estamos por votar, voy a leer textualmente el inciso a) del artículo 2°. Dice que será objetivo de este programa "alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable con el fin de que pueda adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia".
A continuación voy a leerles cómo una clínica de abortos de los Estados Unidos promociona sus servicios. Dice así: "Tomando sus propias decisiones... El convertirse en padres es una decisión muy importante que afectará el resto de su vida. Es esencial el tomar sus propias decisiones. Nadie tiene el derecho de decirle lo que usted tiene que hacer. Si usted o alguien a quien usted conoce está embarazada, sería buena idea el hablar acerca de ello con alguien de su confianza. Hable con su confidente, o sus padres, algún maestro, pariente, o comuníquese con nosotros en la clínica. Entonces, escuche a su propio corazón. Una vez que haya tomado su decisión, confíe en usted misma por haber tomado una buena decisión. El aborto es el derecho de toda mujer."
Se advierte entonces una similitud de lenguaje y de conceptos entre un aviso de una clínica de abortos y el inciso a) del artículo 2° de este proyecto de ley. Por ello, si se agregara "decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia en defensa de la vida" serían más claras las ideas.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
El señor diputado Corchuelo Blasco le está solicitando una interrupción. ¿Se la concede?
SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES):
Prefiero concluir con mi exposición, señor presidente.
Creo que aquí se está eludiendo el tema del aborto. Voy a explicar cuál es la cultura del aborto. La misma clínica describe el procedimiento del aborto en los siguientes términos: "Durante un aborto, el producto se remueve del útero." Más adelante agrega: "El aborto por medicamento: cuando se tiene menos de seis semanas. Existen varios medicamentos para ese propósito. La clínica utiliza metotrexato. Una inyección que inhibe el crecimiento del embarazo y al paso de dos a seis semanas se desecha el producto." No voy a leerles los procedimientos de succión por aspiración y de dilatación y evacuación porque me dan asco. Esta es la cultura de la muerte de la que estamos hablando: desechar "el producto" cuando en realidad se trata de una persona por nacer.
Por otra parte, en este contrabando de ideas hay una expresión que me molesta terriblemente: "prevenir embarazos no deseados". No se habla de la vida; esto es una intolerancia mayúscula. Hay que pensar en cambiar esta terminología y hablar de "embarazos no previstos o no buscados". Según la sabiduría popular el niño que viene al mundo "es un regalo".
La señora diputada Carrió fue muy clara al referirse al inciso g) que dice: "Potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y procreación responsable". "Potenciar" aquí se traduce del verbo inglés to empower.
Lamento tener que decir a la diputada Carrió -por quien tengo un gran respeto- que su alocución referida a la opresión de la mujer por el hombre no es un invento suyo, sino que surgió en los años 60, y es la línea de pensamiento de lo que se conoce como feminismo extremo. Tiene su raíz en Sulamita Firestone, quien en su libro La dialéctica del sexo expone la agenda que las feministas de género han seguido durante los últimos treinta años. Lo que dijo la señora diputada está en este libro, pero lamentablemente tiene toda una derivación que voy a tener que referenciar.
Sulamita toma el marxismo clásico adaptándolo a las relaciones entre géneros -acá quedaron algunos marxistas que nos podrán explicar en qué quedó el marxismo- y sostiene que la familia debe desaparecer ya que es la causa de toda opresión. De acuerdo con este análisis, los niños experimentan en la familia ese dualismo de clase: ven que el padre, que es el opresor, se beneficia de su madre, que es la oprimida, y la clase de los hijos es la realmente oprimida. Una vez que los hijos aprendan la lección, la repetirán siempre porque están socialmente condicionados.
¿Cómo puede la mujer liberarse de la opresión? Aquí debo aclarar que la señora diputada insinuó inclusive la opresión. De acuerdo con Sulamita, se requiere una revolución sexual; se requiere de un absoluto control femenino de los medios de reproducción y una liberación sexual total. Esta implica el derecho absoluto para participar en la actividad sexual, independientemente de la edad, género, estado o relación familiar. El control absoluto de su reproducción incluye el derecho a abortar durante cualquier momento de su embarazo. Todo reconocimiento público o privado de las diferencias entre hombre y mujer serían abolidas y se mantendría un lenguaje neutral sobre género. La falta de habilidad de las feministas para erradicar las diferencias naturales entre hombres y mujeres no les ha llevado a reformular su ideología sino que las ha motivado a tomar medidas más drásticas, y afirman que las personas deberían poder elegir su sexo. Bajo este análisis, el tipo travesti representaría al verdadero individuo liberado.
Por lo tanto, hay que tener cuidado con estos razonamientos que pueden contrabandearnos ideas que son extrañas a nuestra legislación y a nuestras creencias, que se basan en la igualdad de derechos y de dignidad tanto de la mujer como del hombre.
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
La Presidencia informa al señor diputado que su tiempo se ha agotado.
SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES):
Discúlpeme que me exceda, señor presidente, pero la señora diputada preopinante se refirió a un tema que me pareció importante responder.
En los debates previos de este proyecto de ley he propuesto la incorporación de los derechos del niño por nacer. Debemos pensar que no es un producto sino una persona, un ser humano que tiene derecho a la vida, a la salud y a tener una madre en condiciones de poder criarlo.
No puedo entender cómo la señora diputada Barbagelata habla de las quinientas madres que se mueren por año y no menciona los quinientos niños por nacer que también se mueren; si alguien dice que se producen 500 mil abortos, debería decir también que hay 500 mil niños que se mueren. (Aplausos.) O sea que estamos hablando de mil quinientos niños que se matan por día. ¿Es posible que alguien pueda manifestar esto y no obrar en consecuencia? ¿Es posible que estemos pensando en un programa, que una señora diputada y otros repitieran estas cifras y que nadie lo analice o que nadie se ponga a pensar en cuál es el problema de quinientos mil argentinos que mueren?
Aquí el tema es la vida. También se habló del lobby de la Iglesia. Por lo menos ese lobby de la Iglesia consiguió que cambiaran el artículo y pusieran "no abortivos, reversibles y transitorios". Entonces a veces los lobbies son buenos, como en otros casos son malos. En este caso son buenos, porque era una ley que, si hubiera quedado redactada en su texto original, permitía el aborto.
También se habló del feminismo y del machismo; asimismo, de la pobreza y de la riqueza. ¡Por favor, diputados! Creer que con esta norma se va a solucionar el problema de la pobreza en la Argentina es demasiado ingenuo.
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES):
¡Por favor, señores diputados! Estas son consecuencias de la pobreza y, recién cuando este Parlamento empiece a legislar a favor de los más pobres, sí se podría tener esa catadura moral de la que hablaba el señor diputado Lafalla.
Me pregunto si tiene sentido decir que esta es una ley absolutamente antiabortista, y resulta que al mismo tiempo se pretende votar una ley sobre objeción de conciencia para evitar que profesionales médicos la apliquen. Es un contrasentido.
¿Tiene sentido eximir a efectores confesionales de una ley que no es supuestamente antiabortista? Reitero que es un contrasentido.
Para terminar, quiero preguntar a quienes se han llenado la boca defendiendo la vida, dónde está la palabra vida en el proyecto. Quiero que alguno la encuentre. No existe. No se menciona la palabra vida en ninguna parte de este proyecto.
Por eso adelanto mi voto negativo y voy a pedir que la votación sea nominal. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAMAÑO)
Tiene la palabra el señor diputado por Neuquén.
SR. PELAEZ, VICTOR (NEUQUEN):
Señor presidente: voy a adelantar el voto positivo a esta norma, pero previamente voy a dar los fundamentos. He recibido, como todo el mundo, objeciones y reparos a esta iniciativa. Incluso tengo una carta del obispo de Neuquén, en que señala sus reparos.
Estos reparos los hemos visto en solicitadas, también en panfletos y de distintas formas. Uno de los primeros reparos que se efectúa es la objeción de conciencia. Esta es una cosa excepcional que se puede dar en un hospital de campaña que tenga un único obstreta o un único ginecólogo. ¿Pero qué puede hacer este ginecólogo? Enseñarle a las mujeres los métodos naturales, los métodos permitidos por la Iglesia, Ogino-Knauss, Billings, temperatura basal. De paso estaría haciendo una gran cosa, es decir, educación sexual, ya que estaría enseñando temas de fisiología: cómo funciona un ovario, cómo se produce la ovulación, es decir, la concepción. Quiere decir que no hay ninguna objeción de conciencia.
Si el médico tiene métodos para enseñar, quiere decir que no está obligado a dar los métodos que le vulneran o que le pueden martirizar su conciencia. De modo que la objeción de conciencia la dejamos a un lado, porque el médico tiene recursos, que son los métodos naturales aprobados por la Iglesia.
También se dice que esta norma es abortiva. Incluso lo ha manifestado recién el señor diputado cuando habló de la pastilla que va a venir al día siguiente, de la que todavía no se habla; sobre todo, se refiere al DIU.
Reitero que dicen que esto es abortivo. Pero escuchemos lo que dijo aquí -y esto no es pasar un aviso político- el doctor Arturo Alfonsín, que nada tiene que ver con Raúl Alfonsín. Se trata de un distinguido ginecólogo y obstetra del Hospital Británico. Dijo que antes el DIU era abortivo, porque impedía la implantación del embrión, pero hoy los dispositivos están preparados con cobre, y su función es inmovilizar el espermatozoide, para evitar la fecundación.
Eso también lo dijo el doctor Nicholson en la Comisión de Acción Social y Salud Pública. Se trata de palabras mayores. Recuerdo que jocosamente manifestó que quizás lo del cobre fue uno de los mejores inventos chilenos. Los chilenos contaban con ese material, y por eso empezaron a hacer el DIU con cobre, viendo que los resultados eran mucho más efectivos.
También se ha hablado del daño que producen los métodos anticonceptivos. Hubo dos diputados que se refirieron al tema. ¿Esto es obligatorio para todas las mujeres? Por supuesto que no; las que tengan miedo por algún posible daño no tienen por qué usarlo. Es voluntario; nadie obliga a nada. De modo que el asunto del daño, lo dejamos de lado.
Después se ha hablado de la patria potestad, que es algo muy importante. Indudablemente que la patria potestad es el poder que tienen los padres sobre los hijos no emancipados. Esto es lo que dice el diccionario de la Real Academia Española.
Pero las cosas han cambiado, porque en la Constitución de 1994, en el inciso 22 del artículo 75, se dio rango constitucional a la Convención sobre los Derechos del Niño. Esto es de un enorme valor, porque el niño tiene derecho a informarse y expresarse.
Bidart Campos dijo una cosa muy importante cuando sostuvo que "mientras los hijos son menores de edad sus progenitores ejercen sobre ellos la patria potestad. A pesar de ello, no obstante la minoridad, cuando un hijo tiene discernimiento titulariza derechos". No hay que esperar a la emancipación, sino al discernimiento.
Es decir que a los chicos no los podemos jorobar más con el tema del repollo y la cigüeña. El chico tiene derecho a informarse como corresponde: existe un espermatozoide y un óvulo; al primero lo produce el testículo y al otro el ovario, y cuando se juntan dan lugar a lo que luego será un chico. De lo que se trata es de dar al menor el derecho que tiene de informarse.
Con respecto al tema de la patria potestad debo manifestar que son dichosos aquellos niños que tienen un padre con poder. Y para ellos no estamos legislando, sino para quienes no tienen un progenitor con poder. Estamos legislando para los chicos abandonados.
Es un lujo y un privilegio para los menores tener a una persona con poder natural por encima de ellos. Pero hay chicos que no lo tienen, y para ellos estamos legislando.
¿Cuál es el otro argumento que se utiliza en contra de esta iniciativa? Por ejemplo, se sostiene que no va a aumentar la población. Y el arzobispo de La Plata sostiene que el proyecto de ley se subordina a los propósitos de organismos internacionales que representan los intereses de países dominantes, que procuran cegar las fuentes de vida y limitar el crecimiento biológico de los pueblos que luchan por su desarrollo. También agregó el arzobispo que aceptar esa intención en nuestra despoblada Argentina equivale al suicidio. Esta expresión, en boca de un arzobispo, asusta. Si incentivamos este aumento de población vamos a tener brazos, como dijo algún señor diputado anteriormente.
Emulando al diputado Baglini, elaboré un teorema vinculado con la mayor población: a mayor pobreza y menor educación, más hijos, porque los hijos están donde está la pobreza.
Quiero transmitirles mi experiencia personal: muchos han dicho que son católicos. A mí, a los tres meses, me bautizaron y me enrolaron en la Iglesia Católica, de la que fui un leal soldado altamente disciplinado. Cumplí con todos los mandamientos y sacramentos; el único que me falta es la extremaunción, y no tengo apuro en recibirla (Risas.)
Debido a mi lealtad, cuando me casé y llegó el momento de procrear responsablemente, ¿qué hice? Yo soy católico y me debo a lo que dice la Iglesia, es decir, a los métodos naturales. ¿Qué método podía elegir? No existía el Billings ni la temperatura basal; sólo el Ogino-Knauss. Entonces, mi método anticonceptivo era el almanaque: por eso tengo ocho hijos. (Aplausos) Entonces, a mí no me vengan a contar todo lo católico que son los otros; yo les cuento lo católico que soy yo.
Lógicamente, esa fue una procreación responsable porque, gracias a Dios y a una madre extraordinaria, pude criar y educar a todos mis hijos. La procreación responsable es la capacidad de criar y educar: al inicio de su existencia el niño es lábil y vulnerable, hay que darle de comer, vestirlo, tomarle la temperatura y vacunarlo. Hay que educarlo, transmitirle conocimientos, tradiciones, cultura y buenos modales. Yo lo pude hacer en los años 50 y 60, pero ahora, en la actualidad, no sé si podría hacerlo.
Pero ¿cuál es la realidad argentina? De cien nacimientos, quince corresponden a madres menores y adolescentes. En el Chaco de la diputada Carrió, esta cifra asciende a veinticinco, es decir, la cuarta parte de los nacimientos, y estamos hablando de niñas.
Pero en la Capital Federal el índice es del 6,4 por ciento porque el producto bruto y la cantidad de dinero que se maneja aquí es muy superior al de las provincias periféricas, casi diez veces mayor. Además, las chicas de quince a diecinueve años tienen una vida sexual activa y el 86 por ciento usa métodos anticonceptivos que las chaqueñas no utilizan.
- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, doctor Juan Pablo Cafiero.
SR. PELAEZ, VICTOR (NEUQUEN):
Cabe preguntar sin embargo qué sucede en Ciudad Oculta. Allí las mujeres tienen entre ocho y diez hijos cada una. ¿Cuál es el destino de estas madres con diez hijos, que deben salir a trabajar y no pueden criarlos ni brindarles alimentación, cuidado, ropa, educación, etcétera? Guste o no, uno de los destinos es el aborto.
La cifra reportada por los hospitales es de 500 mil abortos, algunos espontáneos y otros provocados en curso, que por la hemorragia y la infección requieren intervención médica. Lo cierto es que se registran 500 mil abortos sobre 700 mil nacimientos, o sea, el 71 por ciento.
Cabe aclarar que esa cifra corresponde a los abortos informados por los hospitales públicos, no a los clandestinos, porque hay gente que aun en la clandestinidad hace bien los abortos. En consecuencia, esos casos no llegan a los hospitales, pero los clandestinos son muchos, tantos como estos que acabo de mencionar. Por esa razón, sobre un total de trescientas muertes maternas, noventa y cuatro -o sea, el 32 por ciento- se producen por abortos.
El otro destino es la calle. Se suele decir: "Yo me hice en la universidad de la calle". En verdad, no sé si la universidad de la calle es buena o mala, pero para un chico es pésima, aunque muchos se forman allí. ¿Qué encuentran en ella? La delincuencia. El 30 por ciento de la población carcelaria de la provincia de Buenos Aires menor de veinticinco años proviene de la calle.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia advierte al señor diputado por Neuquén que ha concluido su término.
SR. PELAEZ, VICTOR (NEUQUEN):
Ya finalizo mi exposición, señor presidente.
El índice de analfabetismo en el país es del 2,9 por ciento y en la Capital -el primer mundo- del 0,7 por ciento, pero en Formosa es del 8 por ciento, y hay vicio, enfermedades, etcétera.
Por otra parte, la mortalidad infantil, que en el país es del 19 por mil, en la Capital asciende al 12 por mil y en Formosa al 30 por mil. Ese es el producto que tienen esas pobres chicas: no pueden criar ni educar a sus hijos porque mueren.
Se pide que aumente la población pero no que esto se logre por medio de las mujeres de la Recoleta o del Patio Bullrich, donde me gusta ir a tomar un café. Observando a las mujeres que allí pasean, les veo el DIU... (Risas.) Desde luego van sin chicos o a lo sumo con uno. Además, el 86 por ciento de las chicas usa métodos anticonceptivos, y el más común es el DIU.
Son despiadados con los pobres, señor presidente. ¡Qué mal tratan a los pobres! No dudo del DIU en las mujeres de la Recoleta y el Patio Bullrich. ¿Sabe por qué?
Porque tienen dinero. Primero van al médico, éste las manda a comprar un DIU y pagan por esa visita; después pagan por el DIU, y cuando el médico lo coloca, pagan nuevamente. Esto los pobres no pueden hacerlo.
Lo más triste de eso, mi querido presidente, es que para Palermo Chico, Recoleta, Barrio Norte o el Patio Bullrich eso no es pacaminoso. Es pecaminoso para Ciudad Oculta. Esto es lo más desgraciado de todo. De modo que estamos legislando para Ciudad Oculta y no para el Patio Bullrich. (Aplausos prolongados. Varios señores diputados rodean y felicitan al orador.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Catamarca.
SRA. COLOMBO, MARIA TERESITA (CATAMARCA):
Señor presidente: la exposición del señor diputado Peláez ha tenido una sencillez y una sabiduría extraordinarias. Luego de su discurso, va a costarme mucho hacer uso de la palabra.
Deseo señalar que apoyo el proyecto de ley con las modificaciones que introdujo la Comisión de Salud y Acción Social pese a considerarlas innecesarias porque no estamos en presencia de una ley abortiva; no lo fue antes de tales modificaciones ni tampoco lo es ahora.
Sin embargo estamos planteando este debate desde un eje equivocado, porque en realidad todos estamos defendiendo la vida y casualmente por eso tratamos de sancionar este proyecto de ley. La discusión no debe girar en torno de la penalización o no del aborto sino encauzarse hacia la obligación que tiene el Estado de brindar el acceso igualitario a servicios integrales y universales de salud a los hombres y mujeres que viven en nuestro país.
Ese es el aspecto fundamental del proyecto de ley. No es cierto que todas las mujeres y hombres en todos los lugares de la Argentina siempre tienen acceso -como acaba de decir el doctor Peláez- a servicios integrales e igualitarios de salud reproductiva y sexual. Yo también soy médica y he atendido pacientes en terapia intensiva afectadas de septicemia por aborto séptico, muchas de las cuales murieron.
Si superponemos los mapas de los indicadores sociales y sanitarios más lacerantes de las regiones del NOA, el NEA o el Conurbano Bonaerense, advertiremos que estos indicadores coinciden con la distribución de los hogares numerosos encabezados por mujeres o madres adolescentes.
Por lo tanto, considero que este proyecto de ley viene a introducir un instrumento para que desde el Estado se garantice la igualdad de acceso a servicios integrales de salud. Las connotaciones morales, religiosas o éticas quedan reservadas a la conciencia de los beneficiarios del programa.
Los métodos y elementos anticonceptivos y la información sobre su uso y administración serán brindados por los servicios de salud en el subsistema público de salud de nuestro país a demanda de los beneficiarios.
En honor a la brevedad, solicito la inserción del resto de mi discurso en el Diario de Sesiones. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
SR. ALLENDE IRIARTE, ALBERTO GONZALO (CAP FEDERAL):
Señor presidente: en primer lugar voy a decir unas breves palabras sin pretender polemizar con el diputado Di Cola. Deseo fervientemente que su pronóstico no se cumpla. No quiero que desaparezca el Congreso sino que lo perfeccionemos y hagamos más transparente. Por otro lado, no creo que no hayamos dado una lección de madurez. En estos días se ha escuchado la crítica de que el país Vega
está prácticamente en manos de un señor que obtuvo el 10 por ciento de los votos, lo cual no es cierto. El país está en manos de un gobierno de unidad popular, que es producto de una manifestación de madurez de toda la clase política. Además, no lo eligieron porque haya obtenido el 10 por ciento de los votos sino porque creyeron que ante esta emergencia era el técnico adecuado para llevar adelante a la Argentina.
Aclaro que no quiero que desaparezca el centenario partido radical, como tampoco quiero que desaparezca el centenario partido al cual pertenezco, porque con las diferencias que tuvimos en la primera mitad del siglo XX radicales y conservadores, ayudados por los socialistas, hicimos que la Argentina estuviera entre los diez primeros países del mundo. Además, había una movilidad tal que nos llevó a tener el índice de alfabetización más alto de América. Así fue como los inmigrantes venían a estas tierras sin saber leer ni escribir, y después de una generación sus hijos llegaban a ocupar la Presidencia de la República.
Lo que acabo de señalar es una manifestación de deseo, por lo que ahora me voy a limitar al tema en consideración.
Creo que el proyecto que estamos tratando es de avanzada, moderno y producto del consenso. En el texto se contemplaron los intereses de todas las partes. En este sentido, debo manifestar que recibí -al igual que el señor diputado Díaz Colodrero- una serie de sugerencias respecto de los puntos que el obispo de Goya quería que se contemplaran en esta propuesta. También recibí las sugerencias que nos acercó la Iglesia. Todos esos puntos fueron contemplados, porque este es un proyecto moderno que defiende la vida.
Por otro lado, a lo largo del debate he escuchado todos los discursos, muchos de los cuales me gustaron y otros no. Escuché con atención las exposiciones de las señoras diputadas Giannettasio, Martínez, Guevara y Ferrero; fueron discursos sensatos en los que explicaron por qué tenemos que votar afirmativamente esta iniciativa. Pero también escuché otros discursos que debo calificar de barricada, porque estaban destinados a ganar votos en el futuro. Sinceramente estos últimos no me gustaron, a pesar de que me convencieron aun más de que debemos aprobar el proyecto en consideración.
Por estas razones los diputados del bloque del Partido Demócrata, que integramos el bloque de Acción por la República, vamos a votar favorablemente en general el proyecto de ley en tratamiento.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GONZALEZ, MARIA AMERICA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: adelanto que en honor a la brevedad voy a pedir la inserción de mi discurso. Pero previamente quiero agradecer a esta Honorable Cámara y a los diputados que integran las comisiones que intervinieron en el análisis de este proyecto la oportunidad que me dan hoy de aprobar esta iniciativa que constituye una apuesta a la vida. También deseo agradecer la participación de muchas señoras trabajadoras, algunas menos anónimas que otras, que se encuentran acompañándonos en este recinto y que con su información, perseverancia, trabajo y -repito- su apuesta a la vida están presentes aquí para ser testigos de que en este Congreso de la Nación muchas veces apostamos al cierre de cuentas, muchas veces apostamos a balances de una y otra moneda y muchas veces apostamos a rebajas salariales para que pueda salir adelante el país. En este momento estamos tratando de aprobar un proyecto que no trata sobre la muerte.
Desgraciadamente hemos tenido que ser testigos del discurso de un brillante diputado, a quien respeto mucho -lamentablemente Mario Cafiero no se encuentra en este momento en el recinto- en el que señala que lo único que ve en el proyecto es la muerte.
Esta es una iniciativa en la que muchos hombres y mujeres hemos trabajado y tras cuya aprobación hemos perseverado, y él no puede leer lo más sencillo, que es la palabra vida. Porque acá estamos hablando de la protección de la salud, de la protección de la mujer y la protección de la familia, que es el seno del amor.
Por otra parte quiero decir a este diputado de la provincia de Tucumán -linda provincia, en manos de ese vil tirano- que quizá él no sepa que las mujeres no somos gallinas ponedoras y que no respondemos a ninguna política poblacional. Este tipo de política hay que hacerla desde otro ministerio y no desde los ovarios de la mujer. Las mujeres somos libres y queremos constituir una familia libre.
A las chicas que no tienen educación y que no pueden ser libres, las mujeres y los hombres de este Congreso les vamos a empezar a dar una oportunidad, que deberá ir acompañada de una educación. Pero no somos gallinas ponedoras; la política poblacional la discutimos en otro proyecto. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
El señor diputado Courel ha solicitado una inserción. Han sido anotados todos los legisladores que han solicitado inserciones.
Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
SR. ABELLA, MIGUEL A (CORDOBA):
Señor presidente: en aras de evitar repeticiones innecesarias, haré llegar a la Presidencia un escrito que hemos confeccionado con el señor diputado Courel en el que ponemos de manifiesto algunas objeciones al presente proyecto.
Si el señor presidente acepta esta tesitura, así procederé.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En su momento la Honorable Cámara se pronunciará acerca de las inserciones solicitadas.
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. BORDENAVE, MARCELA ANTONIA (BUENOS AIRES):
Señor presidente: en primer término deseo manifestar mi voto afirmativo a este proyecto.
Esta es una iniciativa sobre la que hemos trabajado durante mucho tiempo en el Congreso con integrantes del Encuentro de Mujeres y con representantes de organizaciones no gubernamentales. Este es un segundo intento para ver si realmente el proyecto puede ser aprobado.
Voy a solicitar la inserción de mi discurso, pero me permitiré señalar dos cuestiones. En primer lugar, con esta ley intentamos cumplir un poco con nuestra sociedad -un poquito nada más-, con los sectores pobres, aquellos que son los más vulnerables, los que desgraciadamente más sufren el problema de no contar con una ley de este tipo.
En segundo lugar quiero señalar que también terminamos en cierta forma con la hipocresía de nuestra sociedad, la hipocresía que consiste en esconder la basura debajo de la alfombra y no querer ver la realidad de nuestras mujeres y nuestras niñas, de los embarazos no deseados o precoces y de los 500 mil abortos clandestinos que comprobamos que son reales, porque luego esas madres tienen que concurrir a los hospitales públicos.
Por otra parte, quiero señalar que este proyecto consiste, simplemente, en reconocer derechos humanos personalísimos, que son aquellos que tiene cualquier ser humano. Son derechos de carácter indelegable e inescindible y que se relacionan directamente con la persona.
El Estado y la legislación deben garantizar estos derechos. El primer derecho que tiene cualquier ser humano
es el derecho a la información.
Tal como señaló la señora diputada María América González, el objetivo de este proyecto es la vida. Se trata de que esos 500 mil abortos que se realizan por año sean desterrados de nuestra sociedad. Es decir que con esta iniciativa no sólo reconocemos el derecho de todo ciudadano argentino a estar informado, sino que también ayudamos a que no se tenga que recurrir al aborto por no tener educación, ni información, ni los métodos, ni los recursos para comprarlos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. MARTINEZ, SILVIA VIRGINIA (BUENOS AIRES):
Señor presidente: en honor a la decisión adoptada por consenso por la Honorable Cámara a fin de tener quórum para la votación, solicito la inserción de mi discurso en el Diario de Sesiones, pero no obstante aclararé algunos conceptos.
Soy médica ginecóloga y obstetra. Me he pasado la vida ejerciendo el privilegio de asistir en la llegada al mundo de nuevos seres, actividad que aún desarrollo. Hace mucho tiempo que me preocupan los problemas que pienso que son los que preocupan a todos los señores diputados o a la gran mayoría de ellos.
Me duele -como a todos- la mortalidad infantil y la mortalidad materna en nuestro país. Me duelen las muertes de las mujeres ocurridas por abortos sépticos y las de aquéllas que han decidido seguir adelante con su embarazo a pesar de la pobreza y de la deficiente atención sanitaria que reciben. Me duele que los niños mueran en el seno materno o inmediatamente después de haber nacido, y me duele -y esto es lo que viene a resolver el proyecto en consideración- que todos los hombres y mujeres de este país no tengan los mismos derechos ni igualdad de oportunidades.
Hoy estamos saldando la igualdad de oportunidades en el sentido de poder decidir libre y responsablemente la conformación de la propia familia. Esta no es una ley natalista ni antinatalista, porque si así fuera tal vez estaríamos cometiendo un error político imperdonable al pensar que aquellas personas a las que vamos a otorgar un derecho e igualdad de oportunidades son la variable de ajuste para que haya más o menos habitantes en este país. Quiero aclarar que no son variables de ajuste para nada.
Ahora bien, para que esas personas tengan la misma oportunidad que tenemos todos -como dijo el señor diputado Lafalla- de decidir la conformación de la propia familia, hay que avanzar más y en realidad hay que construir una verdadera justicia social en el país.
La verdad es que la Argentina tiene muy bajos índices de natalidad, pero no porque la cultura de la mayoría de nuestra gente sea tener pocos hijos sino porque la pobreza no les permite tener más, ya sea porque se mueren en el parto o en el primer año de vida o porque, como ocurre efectivamente, la mayoría de las mujeres que mueren por abortos sépticos son mayores de cuarenta años, con familias constituidas y con varios hijos. No fue el poder disponer libremente de su cuerpo lo que las decidió a interrumpir su embarazo: las decidió la pobreza.
Por eso creo que la Cámara también tiene que avanzar en el camino de la justicia social; si no estaríamos de alguna manera convalidando una política antinatalista, que es la realidad social que hoy vive la Argentina.
Para terminar, como decía Juan Pablo II, no se trata de evitar que lleguen invitados al banquete de la vida, se trata de distribuir mejor los alimentos para que todos podamos disfrutar de él. Creo que éste es el compromiso que debe asumir esta Honorable Cámara luego de este paso importantísimo que hoy estamos dando, para que todos tengan en nuestro país los mismos derechos e igualdad de oportunidades. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por el Chubut.
SR. CORCHUELO BLASCO, JOSE MANUEL (CHUBUT):
Señor presidente: creo que ésta ha sido una larga y fructífera jornada para la Argentina.
Simplemente deseo informar que el año pasado esta Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley de los señores diputados García de Cano, Zuccardi, Alarcón y quien habla, sobre formación y educación en los colegios argentinos en materia de salud sexual y procreación responsable. Esta iniciativa se encuentra en el Senado. Ojalá no le pase a esa ni a esta lo que le ocurrió en 1995 a aquel proyecto que se aprobó en este recinto -con sus galerías colmadas fundamentalmente de mujeres- pero que nunca se convirtió en ley.
Algunos dirán que esta historia comenzó en 1995. No olvidaré nunca la participación de las señoras diputadas Carca -de la UCR-, Maidana -de Salta-, Guzmán -de Jujuy-, Durrieu -del justicialismo-, Fernández Meijide -del Frepaso-, y de Dolores Domínguez y Graciela Camaño, que luego se convirtieron en diputadas. Esta época la vivimos de cerca con la señora diputada Silvia Martínez y sabemos que el tema data de tiempo atrás.
Quiero señalar a mis estimados colegas algunas consideraciones. En 1974 -para no remontarme a años anteriores- la Argentina reconoce como uno de sus más prestigiosos y serios pediatras al extinto doctor Carlos Gianantonio. Esta personalidad fue convocada por el gobierno nacional en dicho año para elaborar un programa de salud materno-infantil. Ya han pasado más de veintiséis años desde que se aprobó dicho programa, y hoy estamos tratando de sancionar una norma que brinde mayor justicia social y permita disminuir la vulnerabilidad.
En aquella época Gianantonio sostenía que había que favorecer procesos de normas y líneas de investigación operativa referidas a grupos de juventud. Asimismo, que era necesario focalizar este programa materno-infantil en áreas estructuralmente más pobres y capacitar a los equipos de salud perinatal en procreación responsable. También sostenía que debían implementarse servicios de articulación entre los sectores educativos, laborales y judiciales para atender a los adolescentes y crear talleres de trabajo sobre la fecundidad de los adolescentes, su salud sexual y la procreación responsable.
En 1992 -como muchos recordarán- la Argentina se comprometió con el programa mundial de acción en favor de la madre y el niño. En ese programa estaban contemplados algunos aspectos de aquel elaborado por Gianantonio. Después llegamos a 1995 y ahora estamos en el año 2001 considerando este tema. Es bueno que las cosas se discutan antes de decidir si deben ser rechazadas. Lo grave es que se rechacen sin haber sido discutidas; y esto es lo que sucedió en el Senado.
Durante toda la tarde hemos escuchado hablar de cuántos jóvenes, mujeres, niños y embriones mueren por irresponsabilidad nuestra. Creo que esta historia se puede corregir y debió haberse corregido. ¿Pero saben por qué no se lo hace? Porque son muertes silenciosas. Las muertes silenciosas no hieren el alma, no horadan la piel. En cambio, cuando sucede lo que decía la diputada Milesi al leer el documento referido a esa chica que falleció después del aborto, en ese caso sí duele.
Los 2.000 o 4.500 abortos que mencionaba la diputada Guevara, cuyas consecuencias son tratadas en el Muñiz o en la Maternidad Sardá, son los números grandes, son muertes silenciosas. Y cuando se producen muertes silenciosas la Argentina se da el lujo de desoír lo que nos dijo Gianantonio en 1974, a lo que nos comprometimos como país, lo que hicimos en 1995. Si la Argentina se da el lujo de desoír lo que aprobemos hoy, ojalá el nuevo Senado tenga la oportunidad de discutirlo, y ojalá el actual Senado reivindique esa historia discutiéndolo y aprobándolo junto con la ley de educación sexual en los colegios.
Voy a avanzar rápidamente. Iba a mencionar cifras de todo orden, pero no voy a repetir lo que ya fue dicho.
¿Somos conscientes de que en la Argentina el 30 por ciento de las familias tienen a mujeres como jefas de hogar? ¿Somos conscientes de que en nuestro país se mueren no ya 200 mujeres por año -porque hay subregistros- debido a los abortos, sino entre 300 y 400? Según las estadísticas, el 30 por ciento de esas mujeres son jefas de familia. ¿Cuántos chicos se quedaron huérfanos? ¿Cuántas familias se destrozaron, algunas con mujeres como jefa de hogar, y otras no?
Anteriormente planteé una cuestión de privilegio a raíz de los manifestado por el señor diputado por Tucumán. ¿Cómo nos va decir que trabajar en esta ley siguiendo los lineamientos de Gianantonio de 1974 significa jugar a favor de la muerte? ¡Está loco! Que me plantee ahora él una cuestión de privilegio.
Quiero decir algunas originalidades que sirvan para el futuro. Normas similares fueron dictadas por el gobierno de Córdoba, en 1996, cuando estaba gobernada por el radicalismo; por el Chaco, en 1996, también bajo el radicalismo; por la provincia de Chubut, en 1999, bajo el radicalismo, al igual que la Ciudad de Buenos Aires, hace más de quince años; por la provincia de La Pampa cuando gobernaban los justicialistas; por Mendoza, en 1996, bajo signo justicialista; por Neuquén, cuando gobernaba el Movimiento Popular Neuquino; por Jujuy, en 1999, bajo signo justicialista; por Río Negro, en 1996, cuando estaban los radicales; por Misiones, en 1998, cuando estaban los justicialistas; en 1999, en Buenos Aires, cuando estaban los justicialistas, en 2001 en La Rioja, estando los justicialistas, y en 2000 en Tierra del Fuego, cuando estaban los justicialistas. Hago honor a estos gobernadores y a estos legisladores de todas las bancadas, a los intendentes, a los concejales y a los pueblos que se dan la oportunidad de tener leyes para proteger la vida.
Ojalá esta ley que aprobemos, sirva también para la toma de conciencia de las provincias que todavía no cuentan con normas similares, porque ellas se van a poder adherir a partir de un programa nacional. El programa nacional puede llegar también a estas mismas provincias para ayudarlas a financiar este programa de la vida.
¿Pero de qué estamos hablando cuando escuchamos en este recinto atacarnos entre nosotros con equívocos? Respeto los equívocos, pero no respeto las malas intenciones; hablo de equívocos porque deben haber estado muy equivocados los movimientos federales de las provincias, y los radicales y los peronistas de las provincias, y las intendencias, para haber aprobado este régimen en la Argentina hace ya varios años.
Ellos le han hecho honor a Gianantonio; le han hecho honor a la vida y a la responsabilidad de trabajar con legislación que tienda a hacer disminuir, como dijimos toda la tarde, las vulnerabilidades de los más humildes, de los más desprotegidos, de aquellos que no sienten sobre sus espaldas la equidad del Estado, la aplicación de la justicia social que hoy ya es materia común en todos los que planteamos un país distinto y que vaya para adelante.
Esto buscan las leyes, y como hay también un tema que habla de este aspecto de discriminación en positivo, quiero señalar que aquí se habló poco -sólo lo hizo un legislador- sobre el aspecto de la paternidad.
Aquí se focalizó demasiado la cuestión en el tema de la mujer, y yo respeto ese camino, porque evidentemente los 500 a 800 mil abortos anuales en la Argentina los sufren las mujeres, que no tienen ganas de hacerse un aborto y la realidad es que algo las lleva a eso.
Mucho tiene que ver la contención de la mujer en nuestros chicos que se nos mueren. ¿Saben ustedes la cantidad de chicos que no morirían por año si se aplicase este programa? Y ni que hablar si se hubiera planteado la cuestión desde el momento en que lo planteó Gianantonio, en 1974. Entre novecientos y mil doscientos chicos no morirían antes de cumplir el año si se aplicara este programa. Eso lo dice el doctor Vinocur, actual director nacional Materno-Infanto-Juvenil del Ministerio de Salud. Pero lo decía ya Gianantonio en 1974.
¿Cuántas muertes evitables se ha dado el lujo de tener la Argentina? Y aquí no sólo hay que citar el caso del Chaco, ya que hay muchas otras provincias que superan la media de mortalidad infantil.
¿Saben también que hay mayor mortalidad infantil entre los hijos de las madres adolescentes, tal como lo señaló una señora diputada, además de las madres pobres, humildes, vulnerables?
Esta es una ley de la equidad. Y concluyo porque está todo dicho por los distintos señores diputados. Mi amigo, el señor diputado Mario Cafiero, al terminar su alocución hizo una pregunta a la Cámara, y blandiendo el proyecto, quiso saber dónde estaba la palabra vida.
El señor diputado Cafiero sabe el afecto que le tengo, pero también sabe que mi responsabilidad ante los ciudadanos es mayor. Y tengo que reconocer que él se equivocó demasiado queriendo confundir a la Cámara con el relato de una serie de historias, cuando refiriéndose a diversas clínicas de los Estados Unidos y a sus fundamentos para justificar los abortos, pretendió aplicar esos fundamentos a este proyecto.
En medicina, y lo saben los médicos que van a entender mis argumentos -el señor diputado Peláez también-, los médicos tenemos una frase que solemos utilizar, que dice que lo isomórfico no es isogénico. Esto se me ocurrió cuando escuché a Mario. ¿Qué significa? Que lo que parece igual no lo es. Puede haber cuadros iguales, pero las causas pueden ser diferentes. Tenemos muchos cuadros de enfermedades que son iguales; sin embargo, las causas son distintas.
Entonces, no puede mezclar las cosas mi amigo Mario, y no nombro su apellido para que no se dé por aludido y pida la palabra. No se pueden mezclar los fundamentos serios y responsables de la libertad, que se reclama desde hace tantos años por parte de la gente y por los principios de Gianantonio; es decir, no se pueden mezclar los fundamentos basados en la vida con los que algunos utilizan para fundamentar la muerte de los abortos.
Y si se trata de buscar dónde está en este proyecto la palabra vida, la voy a mostrar. Está en la salud, como señalaba recién la señora diputada Graciela Camaño. Está en la salud, Mario, porque si no hay vida, no hay salud. Pero no sólo ahí está, sino en toda la ley. (Aplausos.)
Está en los que van a vivir. Si lográramos que haya un aborto menos, carajo, ahí estará la vida y la salud. (Aplausos.)
¿Saben dónde está? En los que van a vivir más dignamente, ejerciendo sus derechos democráticos, hombres y mujeres jóvenes y no tan jóvenes.
¿Saben dónde más está la palabra "vida"? En lo que dijo Cristo...
- Manifestaciones en el palco bandeja.
SR. CORCHUELO BLASCO, JOSE MANUEL (CHUBUT):
Me parece extraño que haya gente que abuchee las palabras de Cristo, quien dijo: "Dejad que los niños vengan a mí.". Pero que vengan vivos y no muertos por abortos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
SR. FARIZANO, JUAN CARLOS (CAP FEDERAL):
Señor presidente...
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia le comunica al señor diputado por la Capital que los señores diputados Mario Cafiero y Nofal le están solicitando una interrupción. ¿La concede?
SR. FARIZANO, JUAN CARLOS (CAP FEDERAL):
Si son breves, sí.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Para una interrupción tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES):
Señor presidente: quiero ser claro en lo que dije. Manifesté que no estaba la palabra "vida" en el proyecto. Eso es literalmente cierto, porque no figura en el texto como tampoco figura ninguna referencia al derecho a la vida de la persona por nacer. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Para una interrupción tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. NOFAL, MARIA BEATRIZ (CAP FEDERAL):
Señor presidente: yo había solicitado la inserción de mi discurso en el Diario de Sesiones, pero me parecía importante efectuar una aclaración porque se han producido modificaciones importantes que se han enunciado con respecto al artículo 4°, y con el ahora denominado 6°.
Quería aclarar que los derechos de patria potestad y los derechos del niño garantizan debidamente la participación de los padres, tutores o personas responsables de los menores de dieciocho años para el caso de suministros de anticonceptivos. Eso antes no figuraba en el articulado, y se podían suministrar anticonceptivos sin la debida información de los padres, tutores o responsables de los menores.
En consecuencia, solicito la debida aclaración, porque en función de ello podría llegar a cambiar el contenido de la inserción que iba a solicitar.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En el debate en particular se le dará la debida información, señora diputada.
Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
SR. FARIZANO, JUAN CARLOS (CAP FEDERAL):
Señor presidente: en primer lugar quiero manifestar que estamos ante un proyecto de ley que va a implicar un salto muy importante en los criterios de modernización de la sociedad argentina.
Eso va a significar que no solamente va a tener impacto sobre cuestiones específicas que tratará la norma en su articulado, sino que va a beneficiar al conjunto de la sociedad argentina, mejorando la calidad de vida de los habitantes de este país y permitiendo que formen parte del discurso común cosas que hasta hoy parecían imposibles de discutir en la sociedad.
En segundo lugar, la futura norma no va a tener efectos automáticos al día siguiente de su promulgación. Va a poner en marcha cosas en las que todos vamos a tener que trabajar para garantizar que se cumplan.
Este Congreso va a tener que ser custodio del cumplimiento de muchas de las pautas que están establecidas aquí para que esto no se transforme en una ley de carácter testimonial y sea letra muerta. No es suficiente con que esta iniciativa la vote el Senado, tal como decía el señor diputado Corchuelo Blasco, porque hace falta que exista una voluntad colectiva del gobierno para desarrollar las acciones que estamos proponiendo y definiendo.
También es cierto que en muchos aspectos están cubiertos la mayoría de los sectores sociales que tienen cierto poder adquisitivo, y la orientación de esta iniciativa apunta a equilibrar y a hacer equitativas algunas de sus pautas. De esta manera, tiende a beneficiar a los sectores excluidos, es decir, a los que tienen menos condiciones de acceder por cuenta propia a los recursos de la educación y la salud que esta ley propone.
Con respecto al problema de la mortalidad materna -aquí ya se ha hablado este tema y no quisiera volver atrás-, existe una tríada de mayor riesgo. En primer lugar, la edad adolescente, que aquí se ha mencionado en reiteradas ocasiones.
El segundo elemento de esta tríada de factor de riesgo es la multiparidad, y es muy importante. Las mujeres que han tenido muchos hijos tienen mayor riesgo de contraer enfermedades o de tener secuelas. Si combinamos esta situación con el tercer factor, que es la pobreza, realmente estamos ante una mezcla explosiva.
Se ha dicho aquí con razón que esta iniciativa no está en condiciones de atacar la pobreza, pero sabemos que las adolescentes no solamente corren mayores riesgos de muerte o de contraer enfermedades por maternidad sino que la mortalidad infantil en las madres adolescentes asciende al doble de la media nacional, que la mortalidad infantil de las multíparas alcanza al triple de la media nacional y que la mortalidad infantil de las mujeres que tienen falta de educación y de formación es cuatro veces mayor a la media nacional. Si a eso le agregamos el riesgo de la pobreza, tenemos que generar algunas condiciones para que la maternidad adolescente o la multiparidad se vinculen con la pobreza por lo menos en mejores condiciones, aunque tarde en desaparecer.
Otra cosa que me interesa resaltar es que este proyecto de ley es de carácter fundamentalmente preventivo, y estamos hablando de dos cosas: por un lado, la iniciativa intenta evitar que se produzcan enfermedades, muertes o situaciones de lesión existencial. Esto significa prevención. El otro aspecto de la prevención es el de tratar de evitar que la sociedad deba utilizar recursos en la curación de enfermedades que justamente podrían haberse destinado a prevenirlas.
Algunas cuestiones no han sido consideradas como principales, como por ejemplo el artículo 4° del proyecto, que pasaría a ser 5° de aprobarse la propuesta formulada por la señora miembro informante, y que en mi opinión es muy importante.
El mencionado artículo expresa que los ministerios de Salud, de Educación y de Desarrollo Social y Medio Ambiente tendrán a su cargo la capacitación de educadores, trabajadores sociales y demás operadores comunitarios, a fin de formar agentes de comunicación con los sectores de mayor riesgo. Esta disposición involucra la obligación del Estado de generar un mecanismo de comunicación con los factores de riesgo. De este modo se están generando oídos y brazos del Estado para hacernos cargo de los problemas pendientes.
Como parte de la conducción del Estado, todos nosotros tenemos una deuda pendiente con la sociedad, con quienes están en situación de minusvalía. Es verdad que no podemos resolver de golpe todos los problemas, pero lo que sí debemos hacer es comenzar a vincularnos con ellos. En ese sentido considero que este artículo es de fundamental importancia.
Algunos discursos me parecieron razonables y esperables, como por ejemplo, la exposición del señor diputado del bloque de Fuerza Republicana ...
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
A fin de evitar interrupciones, diríjase a la Presidencia, señor diputado.
SR. FARIZANO, JUAN CARLOS (CAP FEDERAL):
Estoy dirigiéndome a usted, señor presidente.
Como decía, el representante de Fuerza Republicana pronunció un discurso esperable, por lo que considero inútil abundar en respuestas a algunos de los conceptos que expresó.
En verdad me conmocionó la señora diputada Drisaldi cuando preguntó por qué nos ocupamos de estas cosas cuando el país tiene problemas económicos tan urgentes. Hubiera esperado que ese discurso lo pronunciara un miembro de la bancada que mencioné anteriormente, no un integrante del bloque Justicialista.
Por otra parte, debo señalar que me han generado mucha confusión las palabras del señor diputado Mario Cafiero, por quien siento un gran respeto -no estoy formulando una crítica personal-, pues en mi opinión abordó un tema que hoy no está en discusión. Considero que no se acercó al debate en cuestión, y siento decir que me pareció que tenía un auditorio distinto del que hoy se encuentra aquí reunido.
Para finalizar, señor presidente, la seguridad de que esta noche se sancionará el proyecto de ley en consideración hace que me sienta honrado de ser diputado nacional. (Aplausos.)
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Señora diputada Drisaldi: esta Presidencia entiende que no ha habido alusiones de tipo personal. Al igual que en otras oportunidades, la Presidencia habilita la posibilidad de contestar cuando, a raíz de un intercambio de opiniones, algún diputado aludido queda en desventaja. El señor diputado Farizano ha cerrado el debate y debemos pasar a votar.
Se va a votar en un solo acto en general y en particular el dictamen de comisión contenido en el Orden del Día N° 1.000, sobre modificación de la ley 17.132, regulatoria del ejercicio de la medicina y actividades del arte de curar.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Queda sancionado el proyecto de ley.
Se comunicará al Honorable Senado.
Se va a votar en general el dictamen contenido en el Orden del Día N° 1.147, sobre Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
- Resulta afirmativa. (Aplausos.)
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración en particular el artículo 1°.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente...
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Señores diputados: como indica el reglamento, la Cámara ha pasado a considerar en particular el proyecto de ley aprobado en general.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: me ha otorgado el uso de la palabra para considerar en particular las modificaciones que fueron propuestas, pero veo muchas manos levantadas...
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Si la señora diputada no formula objeciones, concederemos las interrupciones en el orden en que han sido pedidas.
Tiene la palabra el señor diputado por San Juan.
SR. DE SANCTIS, GUILLERMO HORACIO (SAN JUAN):
Señor presidente: he sido respetuoso del extenso debate que se ha desarrollado; pero la votación fue tan veloz -como corresponde luego de muchas horas de discusión- que no nos permitió dejar constancia de nuestro voto respecto del dictamen sobre salud sexual y procreación responsable. Por lo tanto, dejo constancia de que he votado por la negativa. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Queda constancia de su voto, señor diputado.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
SR. CAFIERO, MARIO ALEJANDRO (BUENOS AIRES):
Señor presidente: solicito exactamente lo mismo, y aclaro que usted omitió requerir el asentimiento de la Cámara al pedido de votación nominal que oportunamente formulé. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Señor diputado: los pedidos de votación nominal deben estar apoyados para que así se proceda, y ese apoyo no se dio.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por San Juan.
SR. MORENO RAMIREZ, ARTURO (SAN JUAN):
Señor presidente: solicito que quede constancia de que he votado negativamente este proyecto en general por una cuestión de principios -aclaro que he seguido el desarrollo del debate durante toda la sesión-, pero fundamentalmente porque defiendo el derecho a la vida desde la concepción. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Santa Cruz.
SRA. DRISALDI, MARIA RITA (SANTA CRUZ):
Señor presidente: pido disculpas si me enojé en algún momento. Dejo constancia de mi voto negativo, y lamento no haber podido contestar al señor diputado Farizano, quien parece que en su resumen ha hecho una evaluación de los discursos de los señores diputados. Por lo menos lo conmocioné, aunque no me haya aprobado.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. CASTELLANI, CARLOS ALBERTO (SANTA FE):
Señor presidente: solicito la inserción de mi discurso en el Diario de Sesiones y adelanto mi voto negativo al proyecto en tratamiento. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia aclara al señor diputado por Santa Fe que su pedido de inserción ya estaba registrado.
Tiene la palabra el señor diputado por Tucumán.
SR. LIX KLETT, ROBERTO IGNACIO (TUCUMAN):
Señor presidente: quiero dejar constancia del voto negativo de los tres integrantes del bloque del Partido Fuerza Republicana.
Por otro lado deseo señalar que me siento dolido por el hecho de que usted no me haya otorgado el uso de la palabra cuando se la solicité porque, como muchos señores diputados hicieron alusión a mi discurso, tenía derecho a contestarles, sobre todo a los que se han burlado de las madres multíparas, al tratarlas como "gallinas ponedoras". Me duele que a las madres que dignifican la maternidad se las trate de esa manera. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por San Juan.
SR. CONCA, JULIO CESAR (SAN JUAN):
Señor presidente: quiero dejar constancia de que me voy a abstener de votar el proyecto en tratamiento.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. OBEID, JORGE ALBERTO (SANTA FE):
Señor presidente: deseo dejar constancia de mi voto afirmativo al dictamen contenido en el Orden del Día 1.000 sobre objeción de conciencia, y de mi voto negativo al dictamen contenido en el Orden del Día 1.147, relativo al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.
SRA. ALARCON, MARIA DEL CARMEN (SANTA FE):
Señor presidente: al igual que el señor diputado preopinante, quiero dejar constancia de mi voto afirmativo al proyecto relativo al tema de objeción de conciencia, y de mi voto negativo al proyecto por el que se crea el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por La Pampa.
SR. BALADRON, MANUEL JUSTO (LA PAMPA):
Señor presidente: solicito la inserción de mi discurso en el Diario de Sesiones y adelanto mi voto afirmativo a los dictámenes contenidos en los Ordenes del Día 1.000 y 1.147.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia aclara al señor diputado por La Pampa que su pedido de inserción ya estaba registrado.
Tiene la palabra la señora diputada por Tucumán.
SRA. RIVAS, OLIJELA DEL VALLE (TUCUMAN):
Señor presidente: dejo asentado mi voto negativo al dictamen contenido en el Orden del Día 1.147, y mi voto afirmativo al dictamen del Orden del Día 1.000.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Misiones.
SRA. PALOU, MARTA (MISIONES):
Señor presidente: deseo dejar constancia de mi voto afirmativo al dictamen contenido en el Orden del Día 1.000 y de mi voto negativo al dictamen que figura en el Orden del Día 1.147.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se van a votar las inserciones solicitadas por los señores diputados en el curso de esta sesión.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Quedan autorizadas las inserciones solicitadas.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: deseo adelantar cuáles son las modificaciones que vamos a proponer al proyecto en consideración.
Con respecto al artículo 1º, el texto se mantiene tal como figura en el proyecto original...
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En ese caso, señora diputada, la Presidencia sugiere someter a votación el artículo 1º.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Estoy de acuerdo, señor presidente.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se va a votar el artículo 1º.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 2º.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: propongo que la expresión "VIH/sida" que figura en el inciso e) del artículo 2º conste en minúsculas, y que en lugar de decir: "patologías genito-mamarias", señale: "patologías genital y mamarias", ya que esto es abarcativo de ambos sexos.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
SR. ALBRISI, CESAR ALFREDO (CORDOBA):
Señor presidente: quiero proponer una modificación al inciso f) del artículo en tratamiento. Se trata de que el Estado tenga las mayores posibilidades para que esta ley sea de cumplimiento posible.
Proponemos que en la redacción del inciso f), en lugar de "Garantizar a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable" se coloque "Facilitar a la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable."
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
¿La comisión acepta la propuesta formulada?
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: solicito al señor diputado que vuelva a plantear su propuesta.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se propone cambiar la palabra "garantizar" por "facilitar".
SR. ALBRISI, CESAR ALFREDO (CORDOBA):
Señor presidente: con este proyecto estamos creando enormes responsabilidades para el Estado y es indispensable que éste tenga la capacidad de resolverlas positivamente.
No es la primera vez que voy a votar una iniciativa de esta naturaleza y he visto incumplimientos flagrantes.
En ese sentido propongo que, cuando se le pida al Estado que mediante el programa preste un servicio a la población, se diga que facilite en lugar de que garantice el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable. Es decir que le quede al Estado la posibilidad de administrar según su leal saber y entender y sus medios.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
¿La comisión acepta la propuesta formulada?
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: se ha desarrollado un largo trabajo sobre este proyecto en consulta con otras bancadas. La comisión no acepta la propuesta formulada.
En este artículo 2°, en síntesis, se proponen como modificaciones "hiv/sida", con minúscula, y "genital y mamaria" en el inciso e).
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se va a votar el artículo 2°, con las modificaciones propuestas por la comisión.
SR. DRAGAN, MARCELO LUIS (T DEL FUEGO):
Señor presidente: deseo dejar constancia de que el interbloque de Acción por la República ha votado negativamente el artículo 2°. Entendimos que existía un acuerdo para cambiar la palabra "garantizar" por la de "facilitar" y, al no ser esto así, la totalidad de los integrantes de nuestro bloque ha votado por la negativa, más allá de aquellos que lo han hecho por razones de conciencia.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 3°.
Tiene la palabra el señor diputado por Entre Ríos.
SR. SOÑEZ, FEDERICO ROMAN (ENTRE RIOS):
Señor presidente: simplemente deseo dejar constancia del sentido de mi voto en la votación en general. Me he pronunciado negativamente en el caso del dictamen contenido en el Orden del Día N° 1.000 y voté por la afirmativa el proyecto sobre Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Continuamos con el tratamiento en particular.
Tiene la palabra la señora miembro informante.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: se mantiene la redacción del artículo 3° tal cual se encuentra impresa en el Orden del Día.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se va a votar el artículo 3°.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 4°.
Tiene la palabra la señora miembro informante.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Vamos a incorporar un nuevo artículo que llevará el número 4°, lo que significa el corrimiento de la numeración de los siguientes artículos.
La redacción del nuevo artículo 4° que se propone es la siguiente: "La presente ley se inscribe en el marco del ejercicio de los derechos y obligaciones que hacen a la patria potestad. En todos los casos se considerará primordial la satisfacción del interés superior del niño en el pleno goce de sus derechos y garantías consagradas en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, ley 23.849."
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se va a votar el nuevo artículo, que será el 4°.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
A raíz del artículo que acaba de agregarse, se solicita se autorice a la Presidencia a modificar el orden correlativo de los números de los artículos de este proyecto.
No formulándose objeciones, se procederá en la forma indicada.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. NOFAL, MARIA BEATRIZ (CAP FEDERAL):
Señor presidente: en realidad quería hacer una pregunta referida al artículo que acabamos de votar pero, dado que la Cámara ya se pronunció y no me dieron el uso de la palabra, la voy a hacer en el marco del artículo 6°.
Como diputada quiero que quede debidamente aclarado si la intención de los legisladores es garantizar la participación de los padres, tutores o responsables en el caso de los menores de edad para la prescripción o suministro de anticonceptivos. No quiero que quede librada a interpretación la intención del cuerpo.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Usted estaba anotada para referirse al artículo 4°, o sea que no es que no se le haya dado el uso de la palabra sino que lo que se trató fue un nuevo artículo, por lo cual el anterior artículo 4° es el que se va a considerar a continuación. Por eso, su participación es pertinente.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: me parece que la señora diputada Nofal se está refiriendo a algo que nos llevaría al artículo 6°, así que pienso que la explicación habría que dársela en oportunidad de tratarse dicho artículo.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. GIANNETTASIO, GRACIELA MARIA (BUENOS AIRES):
Señor presidente: entiendo que la señora diputada Nofal se refería concretamente al artículo 4° y, en el caso concreto de los menores, al ejercicio de la patria potestad y al interés superior del niño según la Convención Internacional de los Derechos del Niño y las reservas de la Argentina en el artículo 24.
Cuando muchas de las leyes provinciales y de la ciudad incluyeron la fórmula "población en general" al referirse a los beneficiarios, generaron diversas interpretaciones que motivaron presentaciones legales. En este sentido, tenemos el consenso de todos los bloques y también el parecer del doctor Bidart Campos, volcado en un comentario aparecido en la columna de opinión de la publicación "La Ley" en septiembre de 2000. Allí dice que la expresión "población en general" es suficiente tratándose de una norma de carácter local como es ésta. Por eso se legisla en las provincias, en la ciudad y en el orden nacional sin hacer mención al ejercicio de la patria potestad porque ésta se encuentra en una norma de fondo, como es el Código Civil, y el Estado no puede sino acompañar en su cumplimiento.
De todos modos, como la Convención también tiene una reserva efectuada por la Argentina en el artículo 24 -que la señora diputada conoce-, y para evitar que vuelvan a presentarse recursos judiciales que sometan a interpretación este supuesto, la comisión en su conjunto consideró conveniente incluir el ejercicio pleno de un derecho que todos los padres tienen, que es el de la patria potestad, la superior vigencia de los intereses del niño y la garantía de sus derechos, porque así lo consigna la Convención, que es derecho supranacional. Y tampoco podría modificarse por una norma de carácter local la reserva efectuada por la Argentina, razón por la cual está incluido el número de la ley que aprueba la Convención de los Derechos del Niño.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.
SR. LAFALLA, ARTURO PEDRO (MENDOZA):
Señor presidente: en el mismo sentido y para tranquilidad de muchos que plantearon esta inquietud quiero decir que la solución que dio la señora diputada Giannettasio es la adoptada por una ley de la provincia de Mendoza. Entonces, la respuesta a la señora diputada Nofal es que sí, que con este texto está garantizada la consulta y el ejercicio del derecho de la patria potestad.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. ESPINOLA, BARBARA INES (BUENOS AIRES):
Señor presidente: es oportuno aclarar que la Convención Internacional por los Derechos del Niño, además de la reserva argentina, establece el principio de autonomía progresiva en su artículo 5°. Me parece que esto también debe quedar contemplado.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señor diputada por Buenos Aires.
SRA. DI LEO, MARTA ISABEL (BUENOS AIRES):
Señor presidente: seré muy breve. Simplemente quiero aclarar que lo que debemos lograr es un juego armónico entre los deberes y derechos de parte de los padres y el deber que tiene el Estado de ir en auxilio de aquellos que no tienen la posibilidad del acompañamiento de los padres. Por suerte, algunos niños tienen esa posibilidad, pero otros no la tienen. Entonces, pienso que esta norma da la posibilidad absolutamente a todos. Esto debe dar tranquilidad a la señora diputada Nofal.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: la comisión considera que ha sido suficientemente aclarada la inquietud de la señora diputada Nofal. Tengo entendido que el artículo 4° ya ha sido votado. De manera que, si el señor presidente no opina lo contrario, deberíamos pasar a considerar el siguiente.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Lo que acaba de votar la Cámara es el texto que se propuso como nuevo artículo 4°.
Por lo tanto, corresponde considerar a continuación el artículo 4° del dictamen, ahora 5°.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: la única modificación que propone la comisión es que la expresión "VIH/sida" figure escrita toda con minúsculas.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Con la modificación propuesta por la comisión, se va a votar.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 5°, que pasa a ser 6°.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: en el inciso a) del mencionado artículo la comisión propone las siguientes modificaciones: que la expresión "VIH/sida" figure escrita con minúsculas, y que donde dice "cáncer génito-mamario" diga "cáncer genital y mamario".
Por otro lado, la comisión propone que en el inciso b) del mismo artículo, luego de la expresión "...suministrar los métodos y elementos anticonceptivos que deberán ser de carácter reversible,..." se agregue "...no abortivos y transitorios..."
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
SR. POLINO, HECTOR TEODORO (CAP FEDERAL):
Señor presidente: advierto que en el inciso b) del artículo 5° se ha deslizado un error de redacción. Donde dice "el ANMAT" debe decir "la ANMAT", porque se trata de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: la comisión acepta la modificación propuesta por el señor diputado por la Capital.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Con las modificaciones propuestas y aceptadas por la comisión, se va a votar.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 6°, que pasa a ser 7°.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Señor presidente: la comisión no tiene modificaciones que sugerir para este artículo.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. NOFAL, MARIA BEATRIZ (CAP FEDERAL):
Señor presidente: quiero dejar constancia de que el derecho a elegir no debe ser asimilado ni confundido con políticas de ayuda para el desarrollo formuladas por los países desarrollados para controlar la natalidad de los países en vías de desarrollo denominados emergentes.
Rechazo ese tipo de políticas asistenciales para el desarrollo y espero que de ninguna manera, bajo el auspicio de esta ley, recibamos dicha ayuda en los municipios y zonas más pobres del país. Eso no es derecho a elegir sino a imponer.
Como esto todavía se enseña y practica en las universidades más prestigiosas del mundo, quiero decir que estoy en contra de la política de control de la natalidad que proponen los países poderosos como ayuda al desarrollo. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. GIANNETTASIO, GRACIELA MARIA (BUENOS AIRES):
Señor presidente: creo que conviene aclarar que el artículo 6° del proyecto original, que es el que estamos considerando, pasaría a ser el 7° porque se incorporó un nuevo artículo 4°. Es decir que luego de votar este artículo deberíamos pasar a considerar el artículo 8°.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia aclara que lo que corresponde votar es el artículo 6° del Orden del Día que tienen los señores diputados sobre sus bancas.
Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
SR. DRAGAN, MARCELO LUIS (T DEL FUEGO):
Creo que a esta altura deberíamos autorizar a la Presidencia a ordenar el texto para que no se produzcan este tipo de cuestiones. Entonces, si la Presidencia somete a votación la moción para que quede autorizada a ordenar el texto, podremos seguir votando de aquí en adelante.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia está autorizada. Cuando utilicé alguna otra expresión lo hice al sólo efecto didáctico, como para que se sepa exactamente cómo se vota y en qué orden.
Se va a votar el artículo 6° del dictamen que pasa a ser 7°.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 7° del dictamen, que pasa a ser 8°.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
El artículo 7°, ahora 8°, no tiene modificaciones, señor presidente.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se va a votar.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
Luego del artículo 7° que, para los que tienen el texto ordenado, es el artículo 8°, se incorporan dos artículos. El que continúa dice así: "Las instituciones educativas públicas de gestión privada, confesionales o no, darán cumplimiento a la presente norma en el marco de sus convicciones."
El artículo siguiente dice así: "Las instituciones privadas de carácter confesional que brindan por sí o por terceros servicios de salud podrán, con fundamento en sus convicciones, exceptuarse del cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 6° nuevo, inciso b), de la presente ley".
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se van a votar los dos artículos cuyo texto acaba de dar lectura la señora diputada por la Capital, que serán el 9° y el 10.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
La Presidencia procederá a efectuar el ordenamiento de los artículos de acuerdo con las modificaciones introducidas en el texto del dictamen.
Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
SR. POLINO, HECTOR TEODORO (CAP FEDERAL):
Señor presidente: quiero dejar constancia de que los diputados del socialismo Democrático nos oponemos a estos dos últimos artículos.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
En consideración el artículo 8° del dictamen, que pasa a ser el 11.
Tiene la palabra la señora diputada por la Capital.
SRA. GUEVARA, CRISTINA (CAP FEDERAL):
El artículo no tiene modificaciones.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Se va a votar.
- Sin modificaciones se votan y aprueban los artículos 9° y 10 -ahora 12 y 13- del dictamen.
- El artículo 11 -ahora 14- es de forma.
SR. PRESIDENTE(CAFIERO J.P.)
Queda sancionado el proyecto de ley.
Se comunicará al Honorable Senado. (Aplausos prolongados.)