Período:119 Reunion:8 Fecha:18/04/2001 CUESTIÓN DE PRIVILEGIO
SR. DI COLA, EDUARDO ROMAN (CORDOBA):
Pido la palabra para formular una cuestión de privilegio.
SR. PRESIDENTE(PASCUAL)
Para una cuestión de privilegio tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
SR. DI COLA, EDUARDO ROMAN (CORDOBA):
Señor presidente: en realidad deseo expresar una preocupación que termina recayendo -probablemente con algún grado de injusticia- en la persona de quien preside esta Honorable Cámara.
Al respecto, debo remarcar que esta es la primera sesión que tenemos en abril, en una etapa en la que, si algo tiene que caracterizar a quienes hemos asumido esta actividad es, justamente, el debate y la discusión. Entonces, planteo esta cuestión de privilegio porque por múltiples causas que no son adjudicables a una sola persona -posiblemente haya doscientos cincuenta y sieteavas partes de corresponsabilidad en cada uno de nosotros- la Cámara no está funcionando en la medida que, a mi entender, exigen las circunstancias.
No estamos diciendo que no hubo sesión por falta de quórum; este es un instrumento válido en la vida parlamentaria y una herramienta importante para forzar la búsqueda de consensos. Simplemente no hubo sesión porque la Cámara no fue convocada.
Por allí se ha dicho que eso se debió a la falta de dictámenes. Si esa es una de las razones que se están argumentando, quiero señalar que no la comparto, porque en lo que a mí respecta en cada reunión de comisión en la que me tocó participar siempre hemos despachado distintos proyectos. Al respecto, debo rescatar el trabajo que viene llevando a cabo la Comisión de Legislación General -presidida por un legislador que no pertenece a mi partido sino al oficialismo:el señor diputado Dumón-, porque cada vez que nos reunimos -lo hacemos semanalmente- se despachan proyectos sobre los temas más diversos, algunos de los cuales tienen un interés nacional, otros regional y otros local. En definitiva, son temas que preocupan cuanto menos a algún señor diputado y que pasan a engrosar una lista de proyectos que, seguramente, quedan en algún lugar para ser tratados cuando alguien lo disponga.
Pero aun suponiendo que no tuviésemos dictámenes para tratar, podríamos acordar distintos temas para discutirlos en una sesión, sin que ello signifique un debate caótico ni mucho menos. Creo que a través de las autoridades de los bloques y de la propia Cámara se podría habilitar el tratamiento de aquellas cuestiones que interesan a los señores diputados. Esos asuntos no deben ser pocos, si pensamos que en cada sesión el término para formular mociones de preferencia o de tratamiento sobre tablas resulta insuficiente. Además, no siempre esos asuntos expresan una oposición; son inquietudes que los diputados manifiestan a partir de lo que perciben en la comunidad.
Aun cuando no discutiéramos ningún proyecto -en este momento no lo estoy haciendo- creo que igualmente estaría cumpliendo con una de las obligaciones que tengo como legislador, porque esta Honorable Cámara no está sólo para debatir sobre distintas leyes.
Reparen en la etapa histórica que estamos viviendo. No quiero generar el debate ni la polémica; mucho menos quiero hacer uso de chicanas. Pero adviertan que podemos estar asistiendo a la etapa final de un partido centenario, como es el radicalismo.
Además, estamos asistiendo a una etapa en la que el justicialismo se parece más a una confederación de partidos provinciales que a una fuerza nacional con coherencia para asumir un importante rol protagónico en el futuro.
Por su parte, el Frepaso, como fuerza con voluntad de transformación, por lo menos -para ser prudente- está ostensiblemente debilitado.
Desde el Estado, el poder que se manifiesta está expresado en la persona de quien paradójicamente en las últimas elecciones...
- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. DI COLA, EDUARDO ROMAN (CORDOBA):
Señor presidente: así no puedo continuar.
SR. PRESIDENTE(PASCUAL)
Ocurre que los señores diputados no entienden cuál es el privilegio que se ha visto afectado.
SR. DI COLA, EDUARDO ROMAN (CORDOBA):
Si me hubieran permitido continuar, ya habría finalizado.
El Poder Ejecutivo está expresado hoy -así lo tenemos entendido en la República Argentina- por quien obtuvo el 10 por ciento de los votos en las últimas elecciones, en el marco de una profunda crisis económica por la cual tienen responsabilidad los que estuvieron antes de ayer, ayer y los que están hoy. No quiero generar un debate en este sentido.
¿Cuál es la actitud hacia la cual propendemos? ¿Cerrar el Congreso y clausurar el debate? Digo esto desde una posición autocrítica, asumiendo lo que me pueda corresponder.
Esta es la misma tendencia -no es la misma actitud- que se aprecia en la etapa de mayor profundidad de una crisis, que es cuando se quiebran las instituciones. Allí es cuando aparecen los que dicen venir en nombre de la Nación -a quienes tristemente recordamos- y los que tienden a clausurar el debate o buscan que lo clausuren.
Hoy más que nunca debemos asumir nuestra responsabilidad. El debate tiene que estar instalado en este recinto. No debe haber miércoles en el que en este recinto no se genere una discusión. En última instancia es preferible la chicana y la protesta -tanto de ustedes como de nosotros- antes que el silencio, porque ese es el motivo por el que más nos castiga la gente en este momento.
A partir del debate y la discusión es como vamos a generar las ideas y las propuestas que, como todos sabemos, no son lineales en cada una de las fuerzas políticas. Todos tenemos diferencias y allí radica el desafío.
Quizá actúe con cierta injusticia, pero no hablo en contra de su persona, señor presidente; me dirijo a usted en razón de su investidura al frente de esta Cámara.
Por lo señalado, de alguna manera me siento afectado en mi derecho de poder decir lo que pienso. Quizá a alguien le pueda parecer ridícula esta postura, pero yo no lo considero así y tengo derecho a expresarlo.
Llamo a la reflexión a quienes integran esta Cámara, especialmente a quienes son presidentes de bloque o de las distintas comisiones, para que entre todos hagamos el esfuerzo de no caer en la tentación de silenciar el debate en los momentos de crisis, en lugar de profundizarlo y llevarlo adelante.(Aplausos.)
SR. PRESIDENTE(PASCUAL)
Señor diputado: ¿usted solicita que la cuestión de privilegio que acaba de plantear pase a la Comisión de Asuntos Constitucionales?
SR. DI COLA, EDUARDO ROMAN (CORDOBA):
Sí, señor presidente.
SR. PRESIDENTE(PASCUAL)
Se va a votar si la cuestión de privilegio pasa a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
SR. PRESIDENTE(PASCUAL)
La cuestión planteada pasará a la Comisión de Asuntos Constitucionales.