Expresar su beneplácito por el evento “Un llamado global para proteger la libertad religiosa” organizada en el marco de la 74° Asamblea General de las Naciones Unidas que se desarrolló en Nueva York el 23 de septiembre del 2019.

Señor presidente:

El 23 de septiembre del 2019, en el marco el marco de la 74° Asamblea General de las Naciones Unidas, se desarrolló un evento denominado “Un llamado global para proteger la libertad religiosa”, donde se reunieron altos mandatarios de estados preocupados por los constantes ataques en el mundo contra personas judías y cristianas como lo fueron los recientes ataques en Muslim Community, en Nueva Zelanda; los ataques con bombas contra iglesias cristianas en el este de Sri Lanka y la masacre en la sinagoga en Pittsburgh ( Pennsylviana, EE.UU), las Naciones Unidas hicieron un llamado a los 193 estados miembros, a las organizaciones y líderes religiosos y otros sectores para explorar acciones para prevenir los ataques contra las instituciones religiosas

También participo el Secretario General de la ONU, António Gutiérrez en su discurso manifestó “Es totalmente inaceptable en el siglo XXI que las personas enfrenten discriminación e intimidación por sus creencias. La persecución de las minorías religiosas es completamente intolerable. El alcance total de sus derechos humanos está garantizado, y los Estados tienen la obligación de implementar políticas que garanticen el respeto de sus identidades y que se sientan plenamente parte de la sociedad en su conjunto. (…) Me rompe el corazón ver a un número creciente de personas humilladas, acosadas y atacadas públicamente simplemente por su religión o creencias. Judíos han sido asesinados en sinagogas, sus lápidas desfiguradas con esvásticas; musulmanes abatidos a tiros en mezquitas, sus sitios religiosos destrozados; cristianos asesinados en oración, sus iglesias incendiadas. Y en muchos puntos críticos de todo el mundo, comunidades enteras han sido atacadas debido a su fe, incluso en lugares donde esas comunidades han existido durante siglos, si no milenios. (…) Debemos hacer todo lo posible para evitar la limpieza religiosa de las sociedades. (…) Las Naciones Unidas están intensificando la acción a través de dos nuevas iniciativas que he lanzado en las últimas semanas. Primero, a través de una estrategia sobre el discurso de odio para coordinar los esfuerzos en todo el sistema de las Naciones Unidas, abordando las causas fundamentales y haciendo que nuestra respuesta sea más efectiva contra el discurso de odio. Segundo, un plan de acción para que las Naciones Unidas participen plenamente en los esfuerzos para apoyar y salvaguardar los sitios religiosos y garantizar la seguridad de los lugares de culto. Los lugares sagrados deben ser lugares de culto, no lugares de guerra. En conjunto, estos esfuerzos buscan abordar algunos de los desafíos más apremiantes que enfrenta nuestro mundo hoy. Tenemos la responsabilidad colectiva de erradicar el antisemitismo, el odio anti musulmán, la persecución de los cristianos y otros grupos religiosos, y todas las formas de racismo, xenofobia, discriminación e incitación a la violencia. El odio es una amenaza para todos, por lo que debe ser un trabajo para todos.”

La libertad religiosa está consagrada en el artículo 18 de la Declaración de los Derechos Humanos que dice “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en lo público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”, tratado que fue incorporado en la reforma constitucional del año 1994, con jerarquía constitucional, en el artículo 75 inc 22, derechos constitucionales que nuestro estado está obligado a proteger y a garantizar su protección.

El derecho a la libertad de religión debe ser siempre garantizado y protegido, el mismo es inherente a cada ser humano que posee una creencia siendo la misma sus convicciones más íntimas.

En estos últimos tiempos organizaciones y referentes de distintos ámbitos sociales, académicos, políticos y medios de comunicación, quieren imponer ideologías que atentan contra las convicciones más íntimas y la libertad de conciencia de las personas que profesan una fe, avasallando sus derechos y discriminándolos.

La libertad religiosa, es mucho más amplia que la protección de la libertad de culto y de las instituciones religiosas, para aquellos que profesan una fe esta conforma su cosmovisión y una expresión de la vida misma la cual permea e influencia en la transmisión de valores en el aspecto personal, familiar, laboral, social y formativo.

Es por ello que no se puede permitir el avasallamiento y discriminación que se evidencia a través del discurso y acciones de ciertos sectores antirreligiosos, dado que incitan al odio y atenta contra la libertad religiosa y de conciencia de millones de ciudadanos que forman parte de los grupos religiosos y comunidades de fe.

Debemos apelar al respeto, la tolerancia y la convivencia; y generar los mecanismos necesarios para que el reconocimiento de ciertos derechos que desde algunos sectores se plantean en el debate público no se traduzcan luego en el cercenamiento de las libertades personales, religiosas y de conciencia.

Por los motivos expuestos es que solicitamos a esta Cámara de Diputados la aprobación del presente proyecto de resolución.