Reprobar los conceptos vertidos por Ministro de Educación y Deportes de la Nación en el Casa/Museo de Anna Frank en Amsterdam el día 28 de marzo, referidas a las causas de la muerte de Anna Frank, que banalizan el genocidio perpetrado por el régimen nazi y sus aliados antes y durante la Segunda Guerra Mundial.

Señor presidente:

Según Esteban Bullrich, Anna Frank, la joven fallecida a causa de fiebre tifoidea en el campo de concentración de Bergen Belsen en marzo de 1945, no cumplió sus sueños por culpa de “una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia”. Desde la llegada al poder de Adolf Hitler, la “dirigencia” a la que refiere el ministro fue la que promovió la intolerancia, el belicismo, el odio y el exterminio de los que consideraban inferiores y de los que pensaban distinto, no el “mundo”.

Con sus expresiones, el ministro de Educación de la Nación incurre en la banalización del genocidio perpetrado antes y durante la Segunda Guerra Mundial por el gobierno nazi y sus aliados.

La Leyes de Núremberg, la Anexión de Austria, la Crisis de los Sudetes, los decretos de Noche y Niebla, y la Noche de los Cristales Rotos no son meros fracasos en la búsqueda de la unión, sino que son parte de un plan sistemático de negación y persecución al pueblo judío, a los disidentes políticos, además de un intento expansionista por parte de un Estado que generó a la postre un conflicto bélico de proporciones nunca antes vistas.

A las preocupantes declaraciones se suman la gravedad de que quien las pronuncia es quien está a cargo de la Educación en nuestro país. La memoria histórica del Holocausto no puede estar en manos de banalizadores que equiparan las acciones de una tiranía bestial, supremacista y despiadada con gobiernos incapaces de producir una unión nacional, en tiempos donde la tan mentada “grieta” se utiliza para subsumir las diferencias ideologías que existen en la población argentina.

Anna Frank no murió por culpa de la desunión y la no promoción de la tolerancia, sino por las acciones de gobiernos que llevaron el odio a lo diferente a límites nunca antes vistos, incluso planteando por primera vez en la historia la necesidad de asesinar y borrar de la faz de la tierra a un pueblo utilizando los métodos más eficaces, generando una maquinaria del terror que se llevó la vida de millones de

judíos, así como de gitanos, testigos de Jehová, disidentes, homosexuales, enfermos mentales, entre otros.

Consecuentemente la Federación Internacional de Derechos Humanos, rechazó la atribución del martirio de Anna Frank, por el ministro de Educación argentino, a la "desunión" y sin mencionar la barbarie nazi.

Por todo ello, es necesario reprobar las declaraciones del Ministro Bullrich, ya que su liviana postura frente al mayor genocidio del siglo XX es una ofensa a la memoria y a todos aquellos que sufrieron y sufren en carne propia los totalitarismos y la persecución por el sólo hecho de ser distinto.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la sanción del presente Proyecto de Resolución.