Expresar preocupación por la situación general del sistema de salud pública de la provincia de Corrientes y, en particular, la actualidad salarial de los profesionales de la salud.

Señor presidente:

La salud pública de mi provincia está siendo atravesada por una crisis de inusitadas proporciones.

Es una crisis estructural de todo el sistema de salud correntino, como consecuencia de años de abandono, desidia y postergación de inversiones. Las prioridades para el gobierno provincial se han enfocado, evidentemente, en otras cuestiones. La desatención del sistema de salud, claramente una de las áreas más sensible para todo el pueblo correntino, y particularmente para los sectores más humildes y con mayores necesidades, no admite más demoras.

Los profesionales de la salud, en su mayoría, perciben una remuneración básica de mil novecientos setenta pesos ($1970), con la actual economía que degrada y desmorona los sueldos día a día, percibir la cantidad mencionada como sueldo básico, condiciona la actividad y el funcionamiento de los nosocomios.

La falta de inversión no solo afecta a los haberes de los médicos, sino que es más profunda, como ya he mencionado, e implica a todo el sistema público de salud, haciendo que la provincia incumpla con normas constitucionales y leyes que prevén derechos por los cuales el estado debe velar, o ser tutor de los mismos.

La sordera de un estado provincial que ignora a los trabajadores de la salud, también desoye los gritos de los más necesitados que no tienen donde atender a sus abuelos, ni a sus hijos.

Esto no es más que una fotografía de la realidad política de la provincia de Corrientes, que desde hace algún tiempo solo está enfocada en proyectos políticos personales, con la sola intención de perpetrarse en el poder, aún a costo de la vida de miles de correntinos que no pueden acceder a una medicina privada y deben conformarse con la buena voluntad de los médicos que, con su esfuerzo personal, llevan adelante la gestión de la salud a nivel provincial.

Una vez más, los intereses, mezquinos, de algunos dirigentes que tienen la obligación de gobernar y gestionar para el pueblo, por mandato de este; se anteponen a los de la comunidad en su conjunto, en claro detrimento del mejoramiento de la calidad de vida y, sin dudas, de modo artero, traicionando la voluntad de todos aquellos correntinos que les confiaron el futuro de Corrientes.

Por las razones expuestas, invito a mis pares a acompañar la presente iniciativa.