Declarar su preocupación ante los despidos producidos por la falta de continuidad del proyecto ATUCHA 3, que han dejado sin trabajo a seiscientos (600) obreros de la construcción del polo Zarate-Campana Provincia de Buenos Aires.

Señor presidente:

Unos seiscientos trabajadores del complejo nuclear Atucha III, fueron despedidos hace unos días, por las empresas contratistas, que atendían las obras civiles del complejo.

Los trabajadores son contratados de las empresas Vialco SA, Masuero Carmini, DHL, Indigo, Ociba y Dezacor, se reunieron en el sindicato para adoptar distintas medidas gremiales. Los trabajadores son afiliados al gremio Unión de Empleados de la Construcción y Afines de la República Argentina (UECARA) y reclamaron con cortes de la rotonda vial del complejo Zárate-Brazo Largo.

La paralización de las obras y del proyecto de Atucha III afecta a estos trabajadores a quienes, el nuevo Gobierno Nacional, les prometió la continuidad del plan nuclear, que cuenta con financiamiento de Canadá, China, Rusia y Francia.

En el contexto en que se dan estos despidos, suspensión de la obra pública, será muy difícil que los obreros afectados puedan reinsertarse en otras obras que demanden la cantidad de trabajadores como la de Atucha III, las consecuencias de estos despidos para el polo Zarate-Campana serán gravísimas en cuanto a sus repercusiones socioeconómicas, drama que ya hemos vivido en los años 90.

En el marco recesivo en el que se encuentra la construcción, los despidos condenan a los trabajadores afectados a la desocupación y todos sus males, hecho que se produce por una decisión política del nuevo gobierno, que se opone al plan energético diseñado y proyectado por el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner ,( para sostener la demanda energética a futuro), lo que habla a las claras del nuevo diseño de país que propone el gobierno macrista.

La crisis internacional supone que los gobiernos adopten medidas sobre sus economías y la obra pública es una buena respuesta a esa crisis, desactivar los proyectos como el de Atucha III es arrojar nafta a un incendio que se llama desocupación y recesión.

Expresamos entonces nuestra preocupación por esta situación que aqueja a los trabajadores involucrados y que arroja dudas sobre la política energética del nuevo gobierno.