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LEGISLACION GENERAL

Comisión Permanente

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Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO

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Reunión del día 03/12/2020

- 114PLENARIO IVE_2DA PARTE_3-12-2020 TT

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los tres días del mes de diciembre de 2020, a la hora 15 y 14, comienza el plenario de las comisiones de Legislación Penal, de Mujeres y Diversidad y de Acción Social y Salud Pública, llevada a cabo bajo el formato de videoconferencia.
SRA. PRESIDENTA MOREAU Buenas tardes a todos y a todas. Agradezco a los expositores por acompañarnos, así como a los señores legisladores y a las señoras legisladoras por seguir participando del debate.

Les cuento que estamos esperando la realización de una nueva reunión de presidentes de bloque para acordar que la firma del dictamen sea el día 9 y la sesión el día 10. A lo largo del día de hoy vamos a establecer la metodología de trabajo, entendiendo que muchos diputados quieren estar presentes y que, al mismo tiempo, muchos de ellos no lo pueden hacer por cuestiones de salud o de edad. Si bien está vigente el DISPO -y ya no el ASPO- y el coronavirus sigue dando vueltas, la intención es que la totalidad de los integrantes de esta Cámara pueda participar en este debate, no solo con la palabra sino también con el voto.

El presidente de la Cámara ha dispuesto que los bloques le lleven un esquema de opciones que garanticen eso para que, en la medida de lo posible, se pueda llegar a un acuerdo.



SRA. BRAWER ¿Me permite decir algo, señora presidenta?

SRA. PRESIDENTA MOREAU Sí, adelante.

SRA. BRAWER Teniendo en cuenta que estos dos días de trabajo fueron muy fecundos y respetuosos, quisiera comentar que está pasando algo muy grave en las redes sociales, donde la expositora Guadalupe Batallán acaba de decirle -voy a ser literal- "vieja chota" a la doctora Nelly Minyersky, mientras que se refirió a los doctores Gil Lavedra y Gil Domínguez de esta manera: "Son la misma mierda pero con distinto olor".

Les pido por favor a los, las y les diputades que la han invitado que le digan a la expositora que borre esos tuits de las redes, ya que todos y todas nos hemos comprometido a llevar adelante un debate serio, sin este nivel bajísimo de agresión.



SRA. PRESIDENTA MOREAU Esperemos que ese planteo lo hagan no solo quienes la han invitado sino la totalidad de la comisión, es decir, también quienes no la invitamos. Me comprometo a pedirle a la Dirección de Informática de la Cámara que, si se verifica una falta de respeto explícita hacia los legisladores, no cuelgue la exposición en la página web.

Les recuerdo que más tarde vamos a abrir el debate entre los legisladores. Vamos a arrancar ahora con el doctor Roberto Botta, médico del Servicio de Obstetricia del Hospital Cosme Argerich desde hace cuarenta años y profesor de Obstetricia en la Universidad de El Salvador.



SR. BOTTA En primer lugar, agradezco a los diputados y a las diputadas de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación por la oportunidad que me han dado para expresarme.

Voy a tratar de formular algunos conceptos rápidamente. El primero -que ya se ha reiterado varias veces pero que vale la pena reafirmar- es que la vida, como todos sabemos, comienza en el momento de la fecundación por la unión del óvulo y el espermatozoide. Esta es una verdad biológica que ha sido constatada científicamente.

Como decía el genetista y pediatra Jérôme Lejeune, que fue quien descubrió la trisomía 21, en la fecundación se forma un ser del género humano, es decir, un ser humano. Este tiene una carga cromosómica única, con una secuencia de ADN absolutamente distinta a la de sus padres, que se mantendrá hasta después del nacimiento. Si dejamos desarrollar esa célula, normalmente llegará a ser un hombre y no otra cosa.

Los médicos -en mi caso, los obstetras- hace muchos años que hablamos en congresos y jornadas del "segundo paciente". Como persona, esta célula tiene el más grande de todos los derechos del individuo: el derecho a la vida. Igual que otros derechos fundamentales, este derecho es por naturaleza absoluto e inherente a la esencia del ser humano. Ni la autonomía ni la autogestión de la madre -no se menciona al padre- puede ser más determinante que el hecho de que ese ser es él mismo.

Si la madre pudiese decidir sobre el derecho a la vida de su hijo, podríamos estar avalando el poder del más fuerte sobre el más débil. Esto ya ha ocurrido en otros tiempos. Podría hacernos volver a hechos aberrantes de la historia de la humanidad y resultar en futuras violaciones a los derechos humanos.

Si bien para mí es absolutamente inaceptable practicar el aborto en cualquier edad gestacional, quiero detenerme en este punto, puesto que resulta contradictorio que no se precise un límite máximo permitido si el objetivo es preservar la salud de la madre.

Como plantea el proyecto de ley, solo después de las catorce semanas deberían invocarse las causales de violación, riesgo de vida o salud integral de la madre. Antes de esa causal, se haría simplemente con el consentimiento o deseo de la madre. Pero el aborto no está exento de riesgos para la salud de la madre, que son tanto psíquicos como físicos. Por lo tanto, esa causal debería poder ser invocada por un límite máximo permitido de edad gestacional.

Más allá del primer trimestre del embarazo, tal como figura en el ILE -que es el protocolo de interrupción legal del embarazo-, al avanzar la gestación hay más fracasos en el tratamiento farmacológico. Los riesgos maternos pueden aumentar, como así también las dificultades técnicas y las complicaciones, tanto inmediatas como mediatas, pudiendo llegar a veces a comprometer el futuro obstétrico de la madre. Además, en muchos casos podría coincidir con los límites de la viabilidad fetal, viendo la disyuntiva de que a medida de que progresa y baja el límite de aceptabilidad -o de perinatología- de esos chiquitos prematuros para hacerlos vivir, se plantea la grave posibilidad de que no se le den los recursos adecuados.

Otro justificativo que se da para el aborto es la mayor morbimortalidad materna en el aborto clandestino, pero eso no es exclusiva de esa práctica, pues el daño también es inherente al propio procedimiento de la interrupción intempestiva y artificial del embarazo.

El aborto no es la solución. Todos compartimos y queremos lo mejor para todas nuestras mujeres. Deberíamos aumentar el esfuerzo en la educación sexual, no solo como instrucción o información del uso de anticonceptivos, sino como formación del amor humano, que no se limite a la genitalidad, ya que tiene componentes superiores.

Es fundamental insistir en la enseñanza de un profundo respeto por las leyes naturales y asumir que la vida humana tiene la misma dignidad cualquiera sea la edad, independientemente de si se trata de un embrión, de un feto, de un niño en pleno desarrollo, de una persona adulta o de una senil. En todo caso, hay que profundizar la correcta planificación familiar, mejorar las leyes de adopción, etcétera.

No quiero extenderme mucho porque dicen que lo bueno, si es breve, es dos veces bueno. Como obstetra, he tenido el privilegio de atender a dos pacientes al mismo tiempo durante cuarenta años. Es la única especialidad que nos da esa ventaja. En ese sentido, no tengo dudas de que proteger la vida de la persona por nacer es la mejor forma de cuidar y preservar la salud integral de esa madre.

Nuevamente les agradezco profundamente la atención que me han brindado en esta oportunidad.

SR. PRESIDENTE YEDLIN Tiene la palabra la señora diputada Polledo.

SRA. PRESIDENTA POLLEDO A continuación vamos a escuchar a Patricia Rosemberg.



SRA. ROSEMBERG Buenas tardes a todas y todos los diputados y al resto de los oradores. Les agradezco la posibilidad que me dan de participar en este plenario.

Soy médica egresada de la UBA, magíster en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud, y durante cinco años fui la directora de la Maternidad Estela de Carlotto en el municipio de Moreno de la provincia de Buenos Aires. Actualmente soy docente e investigadora de la Universidad Nacional de Lanús.

¿Por qué les cuento todo esto? Porque quiero dividir mi exposición en dos partes. En primer lugar, voy a hablar de la mirada del equipo de salud hacia las mujeres; en segundo término, esa mirada va a estar dirigida hacia nosotros mismos, quienes trabajamos en los equipos de salud.

A lo largo de los veinticuatro años que soy médica me ha tocado asistir a compañeras mujeres en distintas situaciones vinculadas con sus embarazos. Habiendo trabajado durante muchos años en atención primaria en un centro de salud, he asistido a mujeres que llegaban desesperadas para interrumpir su embarazo o luego de haberlo interrumpido, a veces acompañadas por el curandero de turno. Me ha tocado asistir -tanto a mí como a muchas otras médicas y médicos que trabajamos en centros de salud- a personas que llegaban en situación de infección y con riesgos de vida, que debíamos internar.

Las estadísticas ya las hemos compartido todos. No voy a reiterar lo que otros colegas ya dijeron: que el aborto es la principal causa aislada de muerte materna. No voy a reiterar la gravedad de lo que significa en costos de vida que se hayan muerto más de 3.050 mujeres desde el regreso de la democracia hasta hoy por causas vinculadas con el aborto. Más bien les quiero contar la realidad de lo que vivimos en los centros de salud y en los hospitales y quiénes son las personas que se acercan.

En estos días estuve escuchando hablar sobre la estigmatización de las mujeres pobres que se acercan a abortar a los centros de salud y a los hospitales. A nosotros nos tocó acompañar mucho esta situación en la Maternidad Estela de Carlotto, que es una institución que se ha sustentado en el respeto por las decisiones, por el embarazo y por el parto, por el acompañamiento digno y por el respeto por la decisión de aquella mujer que elige abortar después de haber tenido opciones.

Cuando una mujer o una persona con capacidad de gestar llega a un centro de salud o a un hospital y refiere que está embarazada y quiere interrumpir el embarazo, de inmediato le ofrecemos todas las opciones. A lo largo de estos veinticuatro años nunca me ha tocado acompañar a una mujer que haya decidido abortar con alegría. Tampoco existe equipo de salud alguno que decida acompañar a una mujer con alegría, sea esta del estrato social que fuere.

En este sentido, quiero desestigmatizar la pobreza y sus relaciones con el deseo y el número de hijos. Esto les pasa también a las mujeres de clase media, que a veces se acercan a las maternidades o a los centros de salud porque saben que son lugares donde se las va a atender de forma más integral, sin prejuicios, sin discriminaciones y sin que prime el peso económico.

Cuando la mujer llega a la consulta que está vinculada con su salud sexual, se le ofrecen opciones. Se le dice que si ella decide interrumpir el embarazo, hay algunas causales legales para hacerlo, y luego se le dan opciones. Se le dice también que si ella decide seguir con su embarazo va a tener un equipo de salud para acompañarla, aun si ella manifiesta algún riesgo para su salud o su vida. También se le informa sobre la posibilidad de que continúe con su embarazo y luego recurra a la adopción.

Todo eso es lo que ofrecemos. Nosotros no estamos comprometidos con la idea de que las mujeres aborten, sino con la idea de que las mujeres puedan defender la vida y la salud y puedan elegir con la libertad de contar con todas las opciones disponibles. Por eso también me parece tan importante que la ley de la interrupción voluntaria del embarazo venga acompañada por la ley de los mil días. Estamos protegiendo a las mujeres en todas sus situaciones de elección.

¿Qué es lo que sucede cuando recibimos a una mujer? Son muchas las mujeres las que vienen a nosotros, y reitero que nunca me ha tocado ver a una que lo hiciera con alegría. Vienen con angustias, desesperaciones y dudas. Vienen solas o acompañadas. Es el sistema de salud público y privado -pero sobre todo el público- el que tiene que garantizar que una mujer en situación de aborto no quede con secuelas. Porque a lo largo de los veinticuatro años también me ha tocado ver cómo incluso los propios colegas de este mismo sistema de salud realizaron legrados sin anestesia, por ejemplo, con el objetivo de culpabilizar y estigmatizar a la paciente. Esto es frecuente. Por eso también es tan necesario sacar al aborto de la clandestinidad.

Me ha tocado ver situaciones que parecían interrogatorios policiales, donde se sometía a la mujer a preguntas como "qué hiciste", "qué no hiciste", "decime qué te pusiste" o "decime qué no te pusiste". También me ha tocado acompañar a mujeres que vinieron desesperadas con un perejil y en condiciones de infección.

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Le queda un minuto, doctora Rosemberg.

SRA. ROSEMBERG Perfecto. Voy a tomar el último minuto para decir por qué para nosotros, los médicos, es necesaria la interrupción voluntaria del embarazo y no nos alcanza con la interrupción legal del embarazo.

A lo largo de estos años todos fuimos cambiando nuestra cabeza. Los funcionarios deben garantizar la salud de las personas que acuden al sistema de salud dándoles la posibilidad de que elijan con toda la información sobre la mesa.

Muchos y muchas de nosotras necesitamos la interrupción voluntaria del embarazo para poder reformular nuestras prácticas. A lo largo de todo este tiempo nos dimos cuenta de que cada vez hay más médicos y médicas que queremos acompañar y asistir situaciones de aborto. Necesitamos formarnos para eso. Queremos sacarnos de nuestras espaldas el peso de lo que tiene que ver con las causales. Nos tenemos que correr del protagonismo de la decisión, porque la decisión es de la mujer. Lo que nosotros tenemos que garantizar es que se haga de forma segura. La idea es que, si la mujer elige ser madre el día de mañana, no tenga secuelas físicas ni sicológicas. Para eso necesitamos que el sistema de salud cuente con los recursos necesarios que nos permitan reformular nuestras prácticas.

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Es el turno del doctor Marcelo Riera, que es médico y exministro de Salud de San Luis.

Tiene la palabra el doctor Riera.

SRA. RIERA Buenas tardes.

Agradezco a los diputados y diputadas por permitirme participar de este espacio, en especial a usted, diputada Polledo, y a quienes integran la mesa de la organización.

Antes que nada, quisiera pedirles a los organizadores que por favor me permitan compartir la pantalla.

Quiero ser lo más breve posible. Sé del factor tiempo y del reglamento. Permítanme colocar algunas imágenes a modo ilustrativo, de acuerdo con las pautas del ordenamiento que se ha previsto para cada uno de los expositores.



Quería avanzar un poco en el concepto en sí, desde el proceso que habla de lo que uno interpreta desde el afán médico, de la mirada anatómica del desarrollo, como le decimos a esta mirada embriológica. Pensé en subtitular esto desde el concepto de la célula germinal de cada uno de los progenitores hasta lo que entendemos que somos los que estamos participando aquí, un adulto resultante.

En primera instancia, interpreto que somos la resultante de un proceso que se inicia desde el concepto de célula germinal de cada progenitor hasta la etapa adulta; pero también, como bien lo decía uno de mis colegas que me antecedió, está ya demostrado científicamente que el inicio del proceso y de la vida nace puntualmente desde la fecundación y concluye con la muerte. En esto es clara la ciencia cuando se expide, justamente, desde la formación biologista.

Por otro lado, y no es un hecho menor, la etapa prenatal concentra los mayores cambios que se suscitan -o que se suscitarán- a lo largo del crecimiento y desarrollo de este ser y, a su vez, permite justamente que se extiendan más allá de nacimiento, reafirmando el concepto de proceso y permitiendo una horizontalidad y el mismo concepto de transversalidad, ampliando a lo que es la biología en sí misma e incorporando el concepto de biología del desarrollo.

Estos importantes cambios, que muchas veces los podemos encontrar técnicamente con el concepto de metamórficos, tratan de explicar las modificaciones que va sufriendo el embrión durante el desarrollo normal y que permiten nada más y nada menos que el reconocimiento de especie.

Este período prefetal o metamórfico, al cual hacía referencia, donde estos cambios se van suscitando de forma ordenada y al mismo tiempo de manera suscitada en virtud del proceso de tiempo es lo que permite que el embrión se acerque cada vez más al aspecto al cual pertenece su especie.

Los conocimientos actuales sobre el neoconcebido, en lo que respecta a la primera fase demostrada como existencia, que es el cigoto, han dado certezas en la actualidad para comenzar a hablar y definir que se trata de un nuevo ser humano. Es un nuevo ser humano, diverso y distinto de sus padres, de sus progenitores, ya que, incluso, posee desde el momento de la concepción un genoma que le es propio y que es propio del ser humano.

Entonces, el neoconcebido es un sujeto irrepetible de la especie humana, que está caracterizado por la individualidad como concepto en sí y que va a conservar también su impronta de identidad a medida que transcurra el proceso de tiempo. Este proceso tiene lugar al realizarse los cambios necesarios y las modificaciones que incluso proseguirán en el ámbito de los ciclos vitales. Bajo ese control, que tiene autonomía desde el minuto uno, se permite que este proceso no solo esté coordinado, sino al mismo tiempo ordenado para lograr la resultante final, que es, justamente, toda persona.

Este proceso al cual hacía referencia, cuando lo miramos en sí, lo analizamos y también lo cuantificamos, entendemos que es un proceso y no un fenómeno. ¿Por qué? Porque lo dividimos en tres estadíos.

El primero es conocido como el período del desarrollo precoz, que va desde la fecundación hasta la tercera semana. Allí tenemos marcados tres fases o tiempos: la segmentación, la implantación y la gastrulación, que ya voy a mostrar en imagen.

El segundo estadío es el período embrionario, que va desde esta tercera semana a la octava o novena semana, dependiendo justamente de la literatura. En esto es muy interesante el crecimiento y la maduración de la función de los órganos.

Finalmente, el período fetal va de la semana 12 hasta la culminación del embarazo, donde vemos la organogénesis más importante de los sistemas corporales.

Estas son las imágenes a las cuales hago referencia en esta presentación.

Quiero concluir justamente con dos aspectos importantes. El primero es el de la vulnerabilidad, marcar lo cuantificable y la probabilidad de intervención de un problema. ¿Sabemos cuál es el problema, cuál es el análisis, las medidas, qué intervenciones y si estas son aplicables?

El segundo concepto es el de la evitabilidad. Son dos conceptos muy importantes en el marco sanitario tomados del principio embriológico, donde los programas y las intervenciones deben conducir siempre a evitar complicaciones, secuelas, incapacidades e incluso la muerte.

Creo que estos conceptos sustentados en el análisis sanitario permiten más que nada menos entender lo que decía Robert Spaemann: que el ser de la persona es la vida de un hombre, y por ello persona es el hombre y no una cualidad del hombre.

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Tiene la palabra Marina Femenía.

SRA. FEMENÍA Quiero agradecer la oportunidad histórica de estar en este momento en el Congreso de mi país desde la provincia de Mendoza.

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA ... debatir esto tan importante para todas las mujeres y las disidencias.

Me presento: soy Marina Femenía, soy hija de una mujer que decidió ser madre de cuatro mujeres y un varón. Soy la segunda generación de mujeres en mi familia que pudo estudiar en la universidad pública. Mis abuelas, como tantas miles de mujeres, fueron condicionadas al siempre denostado trabajo doméstico, dedicando su vida al cuidado de su...

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA Tengo deseos de maternar pero después de...

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA ... no he podido lograrlo. Mi postura gira en torno a la reivindicación de la vida, pero una vida libre, auténticamente asumida, una trayectoria vital, donde el Estado no nos confine a la biología, donde la maternidad sea el producto de un deseo autónomo e individual.

Considero que la manera en que se plantea esta discusión no es la correcta, no se trata de...

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA ... antinomias, no es un tema religioso o moral, y tiene que quedar en claro que esto es una problemática de salud pública.

Las prácticas de abortos clandestinos e inseguros en nuestro país son la consecuencia de múltiples situaciones donde...

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA ... fundamentales para (inaudible) de una sociedad.

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA ... insistimos en que el debate sobre interrupción legal del embarazo es un debate de salud pública. El proyecto sobre el cual estamos debatiendo intenta subsanar una enorme deuda en este sentido.

Se interrumpe el audio.
SRA. FEMENÍA. ... derechos, aún persisten numerosas situaciones en las cuales nuestros derechos se ven vulnerados cotidianamente.

En Mendoza, por ejemplo, la aplicación de la ley sexual...

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Perdón que te interrumpa, pero te estamos escuchando mal. Si te parece, pasamos otro expositor y nuestra mesa de ayuda se comunica con vos a ver si podemos mejorar la conexión.

Entonces, Marina, vamos a pedirle a la gente de Informática que se comunique con vos y vamos a pasar a otro expositor porque te estábamos escuchando mal.

Ahora invitamos a Luis Ernesto Pedernera Reyna, que es presidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, presidente de la Reunión de Presidentes de Órganos de Tratados de Naciones Unidas.

SR. PEDERNERA REYNA Gracias a los diputados y diputadas que me dan la oportunidad de participar con una breve exposición en este debate tan importante para la sociedad Argentina, pero en especial para las niñas y las adolescentes.

El Comité de Derechos del Niño, voy a aclarar, es el órgano que controla la aplicación del Tratado, y en ese mandato hemos examinado por última vez al Estado argentino en el año 2018. El Comité le ha reiterado en dos ocasiones, en 2010 y en 2018, la necesidad de avanzar en políticas de interrupción voluntaria del embarazo y despenalización del aborto, que hasta ahora el Estado argentino no ha atendido. Cuando digo "el Estado", hablo del Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

Me gustaría hacer algunas precisiones previas. En la sociedad argentina existe el mito de que tienen una reserva en la Convención sobre el momento de la concepción. Y digo "mito", porque la única reserva que tiene el Estado argentino a la Convención de los Derechos del Niño es al artículo 21, sobre adopciones internacionales y algunos párrafos específicos. La interpretación que hace el Estado argentino corresponde al artículo 24 y el Comité, en el año 2018, le ha pedido que la levante por considerarla obsoleta.

La interpretación que hacen algunos actores de la sociedad argentina sobre la reserva en cuanto al momento de la concepción es una interpretación que hacen a título del Estado argentino. No tiene ningún efecto vinculante con nuestro comité, porque para la convención "niño" es toda persona o ser humano menor de 18 años. En la Convención, para nada ingresa "en el momento de la concepción".

Aclaro que, para la Convención, "niño" es toda persona menor de 18 años; por lo tanto, esa cuestión que el Estado argentino dice que considera una reserva es una declaración unilateral que no tiene ningún efecto vinculante con la Convención y con el Órgano del Tratado.

En sus estándares sobre el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva para niños, niñas y adolescentes, el Comité tiene una posición clara y para nada contradictoria. La hemos reiterado en estos últimos tres años a Ecuador, Guatemala, la Argentina y El Salvador, que debe ser uno de los Estados que tienen la legislación más regresiva en materia de salud sexual y reproductiva.

Para mayor profundización sobre los estándares del comité, me permito remitir a los señores y señoras diputadas a la Observación General Número 20 del Comité de los Derechos del Niño sobre derechos del niño y adolescencia. Ahí están claros los estándares del Comité en materia de servicios de salud sexual y reproductiva para personas menores de 18 años.

Como decía, en el año 2018 el Comité dialogó con el Estado argentino, y en el diálogo aparecieron un montón de problemas que luego el Comité condensó en un par de recomendaciones.

En primer lugar, aparecen los problemas que presentan las personas menores de 18 años para acceder a servicios de atención en materia de salud sexual y reproductiva.

Sin dilaciones, quiero remarcar que son terribles los testimonios que en el Comité hemos recibido de niñas violadas, abusadas sexualmente, que han sido obligadas a parir por diferentes cuestiones. Pero lo que más preocupa son las dilaciones de un sistema de justicia que no llega a tiempo para atender los tiempos de la infancia.

La segunda cuestión es la falta de educación en el ámbito de la salud sexual y reproductiva. Si se quiere atender una política seria en materia de salud sexual y reproductiva es necesario que la educación trascienda lo meramente biológico y sea una materia obligatoria en todo el ciclo escolar.

La tercera cuestión que preocupó al Comité es la elevada incidencia del embarazo adolescente y, concomitantemente atado a ese punto, las muertes de niñas y adolescentes por embarazos mal controlados, no deseados, producto de violaciones.

Por último, encontramos el ineficiente, por no decir inexistente, acceso para las adolescentes y los adolescentes a servicios para la anticoncepción y la planificación familiar.

En ese sentido, las recomendaciones del Comité, que están en el párrafo 32 del documento de conclusiones y observaciones que aprobamos en el Comité del año 2018, han establecido tres cuestiones claras.

En primer lugar, garantizar la educación sobre salud sexual y reproductiva de manera integral, holística y que forme parte obligatoria de la currícula durante todo el tiempo escolar de los niños, de las niñas y las adolescentes en la Argentina.

La segunda cuestión es que se garantice el acceso de las adolescentes a los servicios de aborto sin riesgos y de atención posterior al aborto, asegurándose que la opinión de las adolescentes sea tomada debidamente en cuenta.

Por último, se debe asegurar que las adolescentes y los adolescentes dispongan de información sobre métodos de planificación familiar y anticonceptivos en formatos accesibles, adaptados a su edad y confidenciales, y también en lengua de los pueblos originarios.

De avanzar la legislación argentina en esta materia, estarían dando un gran paso de adecuación de la normativa a los estándares que el Comité le ha exigido al Estado argentino. Espero que los niños sean el centro de estas decisiones y que el Parlamento esté a la altura de las circunstancias.

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Vamos a escuchar al último orador de esta primera parte, Jorge Sennewald, que es pastor principal de la Iglesia Cristiana El Encuentro, ex vicepresidente y actual director de Relaciones Gubernamentales de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina.

SR. SENNEWALD Muchas gracias a los diputados por esta invitación a exponer en un ámbito tan honorable como este. Para quienes defendemos las dos vidas humanas, este día es realmente histórico, trascendente.

Luego de leer este proyecto de ley, para mí mal llamado de regulación de la interrupción del embarazo, quisiera expresar mi sentir.

Creo que este proyecto, en primer lugar, es inoportuno. En el año de mayor crisis sanitaria del mundo y, en particular, de nuestro país, que ha dejado muchos muertos entre nuestros ciudadanos, sumado a las consecuencias económicas y sociales que son realmente tristes, es impensado que se presente un proyecto como este, que sabemos de antemano que será motivo de una gran división entre los argentinos, que deberíamos estar más unidos que nunca para atravesar esta difícil situación.

El señor presidente dice que es una promesa de campaña. Hubo otras promesas que lamentablemente no pudo cumplir por las circunstancias que nos tocó atravesar por el COVID-19, pero hubo una promesa de máxima que ilusionó a muchos: "Vengo a terminar con la grieta". Señor presidente: la promesa de ser un factor de reconciliación contrasta enormemente con la decisión de presentar este proyecto.

En segundo lugar, al mismo tiempo, creo que es imprudente, ya que ha provocado y provocará manifestaciones multitudinarias presenciales en todo el país -como ya se ha visto este pasado fin de semana-, lo que nos expondrá a un mayor contagio por COVID-19.

Si alguien pensaba que veíamos este atropello por televisión, se equivoca. Señores diputados: somos buenos, pero no insensibles; somos pacificadores, pero estamos preocupados.

En tercer lugar, es de una insensatez sorprendente, ya que hace dos años un proyecto casi igual a este fue debatido y rechazado por los señores senadores.

En cuarto lugar, y a pesar de no ser un especialista, se trata de un proyecto que no...

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Perdón, le pido que apague la cámara porque no se escucha muy bien. Tal vez mejore el audio sin el video.

SR. SENNEWALD Bien. Como decía, en cuarto lugar, a pesar de no ser un especialista, veo un proyecto que no armoniza con nuestro Código Civil ni con nuestra Constitución ni con los tratados internacionales de rango constitucional que son provida. Dejo el estudio más profundo de la cuestión legal para los especialistas.

Como ciudadano, por su parte, creo que es muy poco serio que se trate un tema tan caro a nuestras convicciones en forma express, en tres días e ignorando a una abrumadora mayoría celeste.

Dicho esto, en cuanto a lo central del proyecto, quisiera dejar aclarados algunos aspectos fundamentales.

El aborto mata. Más allá de la convicción de que la vida se inicia con la concepción -tal como está científicamente demostrado-, aunque queramos darle vuelta a la cuestión, nadie puede negar que el aborto siempre es la interrupción de una vida.

La explicación que escuché -y solo me refiero a lo expuesto en este ámbito- respecto a que un bebé es un fenómeno -más allá de que ha sido demostrado que la vida comienza con la concepción, como he dicho-, que solo su madre es una persona y que es el mundo el que considera que el bebé no lo es -y estaríamos frente al mayor genocidio de la historia- me hace pensar que, entonces, debiéramos pedirle a Dios que tenga compasión por la humanidad.

Estamos en serios problemas: el hecho de que el Estado ayude a provocar la muerte de un ser humano siempre tendrá consecuencias para la Nación toda.

La mayoría celeste -abrumadora en todo el país- le dice "no" al aborto.

En 2018 hubo 650.000 personas concentradas en el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires y en 117 ciudades se acompañó esa convocatoria que hicimos en la Ciudad.

El sábado pasado, como consecuencia de la pandemia y de las recomendaciones sanitarias, la mayoría celeste decidió manifestarse espontáneamente en todo el país, y hubo manifestaciones en 528 ciudades de todos los rincones de nuestra patria. Hagan números, señores diputados: nunca la mayoría celeste que le dice "no" a este proyecto será inferior a los 2 millones de ciudadanos.

Es evidente que esta es la lucha entre una gran mayoría federal celeste, que crece cada día más, y una minoría verde circunscripta a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a una pequeña parte del Gran Buenos Aires.

Querer convertir este proyecto en parte de la defensa de los derechos de la mujer es ofensivo y hasta discriminador, ya que, en nuestro caso, cientos de miles de mujeres de nuestras iglesias acompañan las luchas de la mujer contra la violencia de género, la inequidad salarial, los abusos y las violaciones, pero le dicen "no" al aborto. Está más que claro que tampoco es un tema de salud pública, ya que el embarazo no es una enfermedad.

Cuidar la salud es precisamente no matar. No podemos resolver una muerte con otra muerte y, mucho menos, desde el Estado, señores diputados.

Debemos atacar seriamente el aborto; debemos evitar que se adopte como una política de prevención, quitando indefinidamente una y otra vez -si fuera necesario- la vida de un bebé, como propone este proyecto. Lleven a la práctica los sabios discursos que han hecho en el debate de 2018 y les aseguro que las cifras del aborto van a disminuir.

Quiero decirles algo desde lo profundo de mi corazón. En 2018, la imprudencia de presentar un proyecto casi igual a este logró despertar un gigante dormido: una mayoría celeste, que está creciendo y protagonizando esta lucha que no vamos a abandonar.

Llevo una vida asistiendo a adolescentes y a mujeres que transitan embarazos no esperados. Nunca una mujer en privado me dijo que había sido una buena decisión abortar; por el contrario, siempre me dijeron: "Daría cualquier cosa por volver el tiempo atrás y no matar a mi bebé". Muchas han sido las mujeres que nos han agradecido por ayudarlas y acompañarlas a gestar en sus vientres esas vidas que hoy nos presentan en sus brazos o tomadas de su mano.

Por último, cada vez que participo de este tipo de debates, me dicen "A Dios dejalo de lado". Quiero que sepan que no se me puede pedir algo más absurdo, ya que hace más de treinta años que dedico mi vida a Dios, sirviendo al prójimo. Así que me despediré hablándoles de Dios.

Dios es el único que puede decidir entre la vida y la muerte. Él no se mete con sus decisiones políticas, económicas y sociales, señores legisladores. Por favor, no se metan en el terreno de Dios. Sé que el "Dios y la patria os lo demanden" es muy menospreciado, pero estoy convencido de que, si avanzan con este proyecto de ley, la gran mayoría celeste -a lo largo y a lo ancho de este bendito país- no se va a olvidar el día de mañana de este agravio y, sobre todo, de que el Dios soberano, fuente de toda razón y justicia -como reza la Constitución- que recompensa a cada uno según sus obras, les pedirá cuentas de lo que han hecho en el lugar que él y solo él les ha permitido ocupar. Muchas gracias. Que Dios los bendiga.

SRA. PRESIDENTA POLLEDO Muchas gracias.

Ahora pasamos a las preguntas.

SR. PRESIDENTE YEDLIN Buenas tardes a todas. Voy a formular las preguntas que tengo para Patricia Rosemberg, quien luego tendrá 5 minutos para responder.

De la diputada Macín: Según su experiencia médica, ¿usted considera que la penalización y criminalización social afectan psicológicamente a la mujer que decide abortar?

De la diputada Rosso: dada su profesión, ¿podría decirnos científicamente cuál es la diferencia entre realizar un aborto en la semana doce, catorce o dieciséis de gestación? ¿Considera que deberíamos mantener la semana catorce en el proyecto? ¿Corren más riesgo las gestantes de la semana catorce que las de la semana doce?

De la diputada Macha: ¿por qué considera, según su experiencia en la Maternidad de Moreno Estela de Carlotto, que la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo permite o facilita a todos los trabajadores de la salud reflexionar sobre sus propias prácticas? ¿Considera que aún hay factores en la formación de profesionales de la salud que omiten un abordaje integral sobre los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos?

De la diputada Brawer: ¿qué trabajo de sensibilización cree que se puede hacer con los profesionales de la salud que no logran empatizar con estas mujeres que acuden a pedir ayuda?

De la diputada Estévez: ¿qué impacto tiene la clandestinidad del aborto sobre la salud mental de las mujeres y personas con capacidad de gestar que deciden abortar?

De la diputada Rosso: usted hizo referencia a que, de aprobarse este proyecto, deberían reformularse sus prácticas médicas. ¿Podría explicarnos a qué se refiere? ¿Considera que debemos trabajar en una legalización al respecto y en otras iniciativas tendientes a sensibilizar sobre la interrupción legal del embarazo?

Por último, de la diputada Vessvessian: según su experiencia y criterio profesional, ¿cómo se tendría que abordar la formación de los profesionales del equipo de salud que intervendrían en la aplicación de la interrupción voluntaria del embarazo? ¿Cuáles serían los puntos fundamentales para la conformación de equipos de acompañamiento antes, durante y después de la aplicación de la interrupción voluntaria de embarazos en mujeres y personas gestantes?

Y, por último, ¿cuáles son los principales obstáculos en el abordaje territorial con respecto a la implementación de la interrupción legal del embarazo? ¿Considera que pueden ser los mismos a la hora de la aplicación de la interrupción voluntaria del embarazo?

Tiene la palabra, doctora. Feliz día.

SRA. ROSEMBERG Gracias. Fui anotando las preguntas. Voy a tratar de responder lo que más pueda.

En cuanto a las consecuencias de la penalización y la criminalización del aborto, son dos básicamente.

La primera es que la consulta es más tardía. Una mujer que cree que corre riesgo de ser penalizada -porque tiene la experiencia por haber sido penalizada o criminalizada- ve al sistema de salud como un posible lugar de penalización y recurre más tarde. Entonces, a lo mejor acude al sistema de salud en la semana más tardía en lugar de hacerlo en la semana más temprana, cuando se supo embarazada y decidió interrumpir su embarazo.

En cuanto a la semana doce, catorce o dieciséis, la Organización Mundial de la Salud establece -en el Manual de práctica clínica para el cuidado del aborto seguro- cuáles son los procedimientos a seguir según las semanas de edad gestacional, y vemos una diferencia entre el procedimiento a seguir en el primer trimestre del embarazo, hasta la semana 13 -ambulatorio, sea con misoprostol o con la aspiración manual intrauterina-, y el recomendado para después de la semana 13. Si bien el procedimiento es el mismo, cambian las dosis y, a veces, se requiere la internación. Esto claramente es un cambio. Es necesario que la ley nos dé a los médicos esas condiciones de seguridad.

Con respecto a las prácticas en la Maternidad de Moreno Estela de Carlotto, puedo decir que la formación de los equipos de salud -no solamente de los médicos, de los enfermeros o de los obstetras- es muy parcializada; se ve biológicamente un cuerpo, sin tener una mirada más integral. De aquí que yo haya dicho que, en cierto modo, la norma exigiría una reformulación de nuestras prácticas.

Los equipos que abordan la salud sexual, en el marco de la interrupción o de la continuidad del embarazo, necesariamente tienen que ser interdisciplinarios; debe haber un médico, un enfermero, un trabajador social y un psicólogo que acompañen como equipo, no para que todos individualmente asistan a la mujer, sino para que haya un replanteo de cuáles son las prácticas más seguras, qué es lo que la mujer necesita. Ese es el abordaje que necesitamos cambiar y formar.

Durante los cinco años que estuve en la maternidad -después me tocó acompañar la formación de equipos para la salud sexual en el Municipio de San Martín-, he visto cómo los médicos cambiamos nuestra mirada cuando comprendemos que debemos asegurar derechos -de interrupción o de continuidad del embarazo, de parto respetado-.

Debemos corrernos del protagonismo y hacer lo que nuestra profesión -y aprovecho que es nuestro día- nos ampara a hacer: en primer término y siempre, acompañar a las personas; luego -cuando fuera posible-, curar, asegurando el cumplimiento de los estándares de calidad que la evidencia médica sugiere.

Y eso es lo que necesitamos para transformar las prácticas.

Después de haberse rechazado en 2008 el proyecto sobre interrupción voluntaria del embarazo, llegó a atenderse a la institución una mujer del Conurbano Bonaerense. Déjenme contarles en un minuto el caso.

Era una mujer de 35 años que tenía dos hijos y que no le había contado absolutamente a nadie que estaba embarazada porque sentía que no iban a poder entenderla o acompañarla. Después del rechazo de la ley, entendió que estaba más sola que antes de que la iniciativa se hubiera presentado.

Se realizó una práctica con perejil. Yo hacía 15 o 20 años que no veía una situación de sepsis similar. Luego de haberse efectuado en la clandestinidad una práctica absolutamente innecesaria y sin haberle podido contar a nadie de su familia qué le sucedía, llegó al hospital en un estadio terminal y murió en la cama de una institución donde había un sistema de salud preparado para acompañar la interrupción legal.

Traigo esto a colación para que señalar cuáles son los obstáculos. No es lo mismo salir de la clandestinidad que necesitar rever las causales, y es lo que propone la ley hasta la semana 14 de interrupción del embarazo.

Este caso -como muchos otros- se los quiero contar en primera persona. Me tocó acompañar al hermano en la desesperación de no saber todo lo que había pasado su hermana, que había padecido durante una semana antes de morir.

Entonces, por supuesto que es muy distinto tener un protocolo de interrupción legal que una ley de interrupción voluntaria del embarazo. Y también es muy distinto para nosotros porque nos obliga a formarnos.

También he visto servicios en los que solo un médico podía ejercer una práctica...

SR. PRESIDENTE YEDLIN Perdón, Patricia. Te agradecemos muchísimo, pero el resto de las respuestas las vas a tener que enviar por correo electrónico debido al tiempo que tenemos para continuar con las preguntas formuladas a los otros expositores.

Has sido muy clara. Muchísimas gracias.

SRA. PRESIDENTA MOREAU No lo saludé por el día del médico al doctor Yedlin ni al resto de los médicos presentes. Felicitaciones.

Tengo una pregunta de la diputada Ascarate para Roberto Votta: Usted habló de aborto en un tiempo que coincide con la viabilidad. ¿Puede ampliar al respecto?

Otra pregunta para el doctor Votta, de la diputada de Rezinovsky. Recientemente se le preguntó a la doctora Oizerovich cuántas células eran necesarias para considerar que estábamos frente a un individuo de la especie humana, y la doctora dijo que no correspondía a su especialidad esa información. Visto que usted es su colega, ¿podría contestarnos cuántas células se requieren para considerar que estamos frente a un nuevo individuo de la especie humana?

SR. VOTTA En primer lugar, con respecto a la primera pregunta que me formulan, cabe señalar que el término "viabilidad" refiere al momento en que el recién nacido tiene posibilidades de desarrollarse y sobrevivir. Hoy el límite de viabilidad está en las 23, 24 semanas con una buena neonatología, pero hay casos en Japón, por ejemplo, en los que las mejores técnicas que van surgiendo han permitido que los bebés recién nacidos tengan buenas posibilidades de sobrevida aún en semanas anteriores. A eso refiere la "viabilidad".

Si en la norma que se propone no hay un límite en la edad gestacional -lo que ha pasado-, podría darse el caso de que nazcan bebés de 20 semanas y que el neonatólogo tuviera que dejarlos morir cuando podría asistirlos, lo cual sería tremendo.

Por otro lado, en cuanto a la cantidad de células necesarias para poder decir que estamos ante un ser humano, cabe decir que la primera célula que se produce con la unión del óvulo y el espermatozoide ya tiene todas las cualidades genéticas del individuo que van a desarrollarse progresivamente; si esas cualidades no estuvieran en un comienzo, el individuo no podría desarrollarse.

Hay una experiencia -de 1985- de fertilización in vitro que hicieron Ahuja, Smith y Tucker que evidencia que fue suficiente transferir -solamente 16 horas después de la fecundación- una sola célula para desarrollar toda la carga genética del individuo y no varias de un óvulo fertilizado ya dividido. Entonces, la respuesta es que con una sola célula ya se está ante un ser humano.

Como tengo cinco minutos, quisiera responder una pregunta que hicieron respecto de las doce o catorce semanas -por lo que vi en el chat, era una pregunta para cualquiera de nosotros-.

Para quienes defendemos la vida, una interrupción es una interrupción en cualquier momento del embarazo. Ahora, médicamente, a medida que avanza el embarazo es más difícil que las técnicas farmacológicas tengan éxito. Desgraciadamente, como obstetra muchas veces me ha tocado acompañar a mujeres que, durante el segundo trimestre, han tenido la desgracia de tener un feto muerto debido a una interrupción espontánea.

Puedo decir que es el momento más difícil para evacuar el útero. Hemos empezado con las técnicas farmacológicas y debimos terminar a veces hasta en microcesáreas que después comprometen o pueden provocar roturas uterinas en embarazos ulteriores y, en algunos casos, hemorragias e histerectomías -lo que es peor-.

Quizás la diferencia viene entre las doce y las catorce semanas para dar más posibilidades al diagnóstico prenatal. Ya, a las doce semanas y con las técnicas correctas actuales de ADN o de probabilidad de diagnóstico de cromosompatías especialmente, uno podría diagnosticar, por ejemplo, un Síndrome de Down. ¿Cuál es el objeto de las doce o catorce semanas? ¿Eso quiere decir que si uno tuviera un Síndrome de Down tiene el derecho a interrumpir un embarazo? Eso sería un aborto eugenésico. El doctor Jerome Lejeune decía, muy sabiamente, lo siguiente: "Diagnosticamos la enfermedad, no podemos curarla. Entonces, matamos al paciente." Muchas gracias.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Aclaro que la pregunta no era para todos. Figura de esa manera en el chat. Muchas gracias, doctor.

SR. VOTTA De nada, señora presidenta.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Hay una pregunta de la señora diputada Dina Rezinovsky para Jorge Sennewald. Dice así: "¿Podría hacer un comentario acerca de los programas de acompañamiento a las mujeres con embarazos vulnerables desde las iglesias evangélicas?"

SR. SENNEWALD Tenemos programas de acompañamiento...



SRA. PRESIDENTA GAILLARD Le pido, por favor, si puede apagar la cámara a fin de que se le escuche mejor.

SR. SENNEWALD Decía que tenemos programas de acompañamiento desde la concepción, el embarazo, el nacimiento y, si fuera necesario, hasta los 18 años, con acompañamiento económico y social para las mamás con menores recursos.

Un dato importante que podemos darles es que nosotros creemos que el aborto es negativo en todos los sentidos y que nadie puede celebrarlo. Cuando se rechazó la ley en el año 2018, desde la Alianza de Iglesias Evangélicas de Argentina les dijimos a todas las personas de nuestras iglesias que no había nada que festejar porque el aborto seguía vigente en la Argentina. Sí teníamos que determinar opciones, que no eran solamente aborto sí o aborto no, sino qué hacemos para que no haya más abortos.

Desde el año 2018 hasta la fecha, se han creado más de 200 organizaciones y redes de acompañamiento de embarazos no deseados para las personas que así lo requieran. Eso es lo que tenemos que hacer: prevención y tarea, es decir, trabajar y acompañar. Eso es lo que va a hacer la diferencia y no decidir sobre si vive o no un ser humano.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Tengo preguntas para el doctor Marcelo Riera. La primera de ellas es de la diputada Lucila Masin. Dice así: "¿Qué le diría a una persona con capacidad de gestar frente a una consulta para efectuar una práctica de aborto reconociendo como eje central los derechos de los pacientes?".

La segunda pregunta es de la señora diputada Victoria Rosso. Dice así: "¿Podría profundizar los conceptos vulnerabilidad y evitabilidad?

La tercera pregunta es de la señora diputada Lidia Ascarate y dice así: "Usted define el proceso clasificando en desarrollo precoz, desarrollo embrionario y desarrollo fetal. ¿Puede aclarar las particularidades en cada uno de estos períodos?".

SR. RIERA Le pediría, si fuera tan amable, si puede repetirme la primera pregunta, que no alcancé a escucharla bien.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Dice así: "¿Qué le diría a una persona con capacidad de gestar frente a una consulta para efectuar una práctica de aborto reconociendo como eje central los derechos de los pacientes?"

SR. RIERA En primera instancia, me plantaría justamente en la parte final de la pregunta, es decir, en reconocer los derechos que los pacientes tienen, al igual que cada uno de los profesionales de salud que aquí estamos y que han participado días atrás.

En segundo lugar, buscaría asesorar en torno al contexto e implicancias que lleva a cada paciente a la toma de decisiones. Y esto lo hemos visto en el marco de esta pandemia cada vez que un paciente llega a nuestra consulta. Generalmente, el paciente llega con una información preformada, adquirida y muchas veces, poco clara. La búsqueda sistemática a través de redes sociales e Internet permiten, incluso, distorsionar información científica y clara.

Podríamos resumir que los pacientes terminan tomando decisiones sin haber tenido muchas veces el asesoramiento y la consulta previa. Desde la base del respeto y como un profesional de la salud no sólo brindaría los derechos como corresponde, sino que al mismo tiempo asesoraría en base a la necesidad que este paciente tenga.

En relación con la segunda pregunta formulada por la señora diputada Rosso -si mal no recuerdo-, creo que los dos conceptos, principalmente el de vulnerabilidad y el de evitabilidad se encuentran enmarcados -nada más y nada menos- en el desarrollo de la salud pública. Yo lo coloqué en el marco de este proceso de desarrollo embrionario ya que en la vulnerabilidad lo que se busca principalmente es cuantificar el problema, es decir, no sólo mirarlo cualitativamente, sino cuantitativamente.

Esa mirada permite analizar cuál es la probabilidad que tengo de intervenir. Esa probabilidad de intervención sobre un determinado problema -lo podríamos colocar en torno al problema del aborto o en cualquier otra circunstancia vinculada con las políticas de salud- nos debe hacer analizar las medidas -o no- relativas a la intervención que pretendo hacer.

Además, necesito ese miramiento claro, con la facilidad de analizar a posteriori si esto verdaderamente es aplicable. Y aquí vienen cuestiones que están vinculadas a indicadores de proceso y también a indicadores de impacto. En el proyecto no se contemplan estas inquietudes que forman la base de la política de salud.

Por otro lado, en el ámbito sanitario y más específicamente en el de la salud pública, nosotros hablamos, en el contexto de hechos vitales, cuántos de estos hechos podrían haberse evitado. Hablamos de la evitabilidad, incluso, cuando analizamos la mortalidad como uno de los indicadores.

Lo más importante a destacar es que un programa, un plan o un proyecto -en el marco de una instrumentación de medida- conduce a lo que yo voy a evitar, es decir, a que existan complicaciones -morbilidad-, secuelas -morbilidad-, incapacidades -morbilidad- y finalmente, la muerte. Concretamente, la muerte es lo que uno busca siempre evitar.

Entendemos que en este proceso muchas de estas situaciones que deben priorizar la evitabilidad terminan con complicaciones, secuelas, incapacidades y carga de enfermedad, las cuales indudablemente podrían ser evitadas.

Finalmente, la última pregunta hace referencia al proceso y no al fenómeno, tal como está titulada la filmina. Con respecto a la consulta de la señora diputada sobre los períodos puedo decir lo siguiente. El primero, es el período de desarrollo precoz, el segundo es el período embrionario y el tercero el fetal. Se trata de períodos científicamente demostrados a través de los distintos embriólogos y de la embriología en sí.

En el primero -el de la fecundación en la tercera semana-, lo que se produce es la segmentación, la implantación y la gastrulación. Este es un fenómeno que se da en un proceso corto de tiempo. En el período embrionario hay un crecimiento. Lo más importante es el crecimiento y la maduración funcional de los órganos y de los sistemas. Imaginen que a la cuarta semana podemos ver el corazón latir. Eso está demostrado. A las ocho semanas tenemos, nada más y nada menos, que las cuatro cavidades cardíacas en formación. Finalmente, el período fetal, que va desde las doce semanas, aunque algunos hablan de un período anterior. Es un período muy importante de la organogénesis vinculado con la formación de los órganos y sistemas corporales. Esa es la división de los tres períodos y el componente que cada uno de ellos tiene.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Ahora le voy a ceder la presidencia a la señora vicepresidenta de la Comisión de Legislación Penal, diputada Marcela Campagnoli. Como verán somos muy democráticos. La presidenta es verde y la vicepresidenta es celeste. Aquí estamos dando el debate en un marco de mucho respeto y así venimos transcurriendo estos tres días.

Tal como dijo la señora presidenta de la Comisión de Legislación General, luego de los expositores vamos a tener la palabra de los diputados que integran las comisiones y de otros legisladores que quieran comenzar con las intervenciones que van a continuar en el día de mañana a partir de la hora once.

Le cedo el uso de la palabra a la señora vicepresidenta de la Comisión de Legislación Penal, Marcela Campagnoli.

-Ocupa la Presidencia, la señora vicepresidenta 1ª de la Comisión de Legislación Penal, diputada Marcela Campagnoli.
SRA. PRESIDENTA CAMPAGNOLI Hay preguntas para el señor Luis Pedernera Reyna. Dicen así: "¿Puede desarrollar las razones por las cuales el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo cumple con los estándares del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones unidas?"

"¿Qué evidencia tiene el comité sobre los países que han regulado el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en la mejora de salud de las adolescentes y la disminución en la mortalidad materna? ¿Cuál es la respuesta del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas a las afirmaciones que se han vertido que las observaciones del comité no son vinculantes o soft law?".

"Atento a lo dispuesto por el doctor Votta, en el caso de que la persona realice el parto de un feto a la semana veinticuatro, pero existiese la viabilidad del desarrollo fuera del seno materno y la persona gestante no lo desease, ¿considera que el Estado debería velar por el desarrollo del mismo?"

"En su trabajo, en el ámbito internacional de los derechos humanos, ¿conoce algún caso en donde los tribunales internacionales declararon leyes regulatorias de aborto contrarias a los tratados de derechos humanos?"

"¿Qué podría decir sobre qué recomienda el Comité de los Derechos del Niño para la Argentina en lo que refiere a resolver problemas en el área de educación sexual de niños, niñas y adolescentes?"

"Usted señaló que la Convención de los Derechos del Niño -que en nuestro país tiene jerarquía constitucional- no es óbice ni obstáculo para avanzar en la legalización y despenalización del aborto, sino que por el contrario hacerlo permitiría adecuarse a ella al contar con un marco normativo que realmente proteja y defienda los derechos de las niñas y adolescentes. ¿Considera que es así?" "¿Puede ampliar respecto a los testimonios que escucharon de niñas y adolescentes a quienes se les negó el acceso a esos derechos?"

"¿Qué puede decir respecto al principio del derecho a ser oído de niñas y adolescentes y al ejercicio de la capacidad progresiva, también receptado en nuestro ordenamiento interno?"

"¿Cuál es el sentido que la convención tenga un órgano de monitoreo o un comité, el cual usted integra? ¿Cuál es su misión?"

"¿Qué le diría usted a aquellos profesionales de la salud que se niegan a realizar la interrupción legal del embarazo en niñas obligando a pasar su niñez maternando?"

"¿Considera usted de acuerdo a lo expuesto por el comité en los diferentes informes, que la Argentina tiene uno de los sistemas legislativos alrededor de los derechos sexuales de niños, niñas y adolescentes más regresivos de la región?"

"¿Cuál fue la respuesta de nuestro Estado nacional ante las recomendaciones que el comité realizó en materia de educación sexual y derechos sexuales? ¿Cómo ve usted el presente y el futuro de niños, niñas y adolescentes en esta esfera si no se sanciona la ley que analizamos hoy?".

Tiene cinco minutos para contestar. Lo que no llegue a contestar será vía mail. Muchas gracias.

SR. PEDERNERA REYNA Voy a atender las cuestiones que me parecen más relevantes.

La primera consulta tiene que ver con por qué el comité coloca el tema de la salud sexual y reproductiva, la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo y la despenalización del aborto como temas prioritarios y por qué la ley argentina avanza en ese terreno. En primer lugar, porque el comité coloca las cuestiones en su justo término. ¿Qué significa esto? Ubicarlas en el derecho a la salud, en la garantía que debe generar el Estado para mejorar el acceso a los servicios de salud de calidad para que, entre otras cosas, no se mueran niñas y adolescentes. Entonces, el comité lo coloca como un tema principal -y lo van a ver en el documento de conclusiones y recomendaciones- y como una cuestión prioritaria de garantía y acceso al derecho a la salud.

Además, tiene que dejar de ser un tema tabú, oscuro y criminalizador. Ya hemos experimentado como sociedades qué ocurre cuando el tema es tabú, oscuro y criminalizado. Entonces, los países que avanzan en esos terrenos lo colocan como un derecho y una garantía que se le impone a los Estados en lo relativo al acceso al servicio de atención de la salud y con calidad.

¿Cuál es el rol que tenemos nosotros? La Convención crea un órgano de monitoreo del tratado compuesto por 18 expertos independientes, que somos elegidos en la Asamblea de Estados parte. La Convención es el órgano que tiene el mayor número de ratificaciones en el ámbito de Naciones Unidas -196 estados- y lo que hacemos es medir los progresos en la implementación de la convención.

Para nosotros no es agradable repetirle permanentemente al Estado, como ocurrió con el caso argentino en los años 2010 y 2018, que le dijimos que tenía una deuda con la agenda de los derechos del niño. Nuestra recomendación del 2010 no se cumple y la del 2018 fracasó en un primer intento. Nosotros medimos progreso. Pero, a su vez, el comité es, dentro de los órganos de tratado, el que tiene el mecanismo de peticiones más nuevo, que data de cinco años. Por ese mecanismo, cualquier niño de un Estado que ha aceptado la competencia para atender en denuncias por violaciones a los derechos del niño puede presentarse y plantear una queja. Estamos recibiendo peticiones por temas de criminalización por abortos, presentadas por las propias niñas.

Entonces, nuestras resoluciones se hacen en base al principio de pacta sunt servanda o de buena fe. Yo no obligué al Estado argentino a ratificar la convención. Yo no participé en la elaboración de la convención. Fueron los Estados quienes la elaboraron, voluntariamente la ratificaron y se han sometido a los órganos que crean los tratados. Bajo el principio de buena fe deberían someterse a las decisiones que emanan de los órganos del tratado.

Nosotros no tenemos una policía internacional que vaya al Estado argentino a decirle que tiene que cumplir con las decisiones del comité. Se espera que los Estados den el paso bajo el principio de la buena fe en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales.

¿Qué ha pasado en los Estados que han hecho reformas en sus legislaciones y tienen servicio de atención de salud integrales de calidad y que toman en cuenta entre muchas otras cosas la interrupción voluntaria del embarazo? La calidad de vida de niñas y adolescentes ha mejorado sustancialmente. Se han evitado muertes, pero a su vez no se las ha criminalizado, no se las ha perseguido y no se les ha hecho vivir el calvario que tienen que soportar luego de haber practicado un aborto en la clandestinidad.

¿Cuáles son los testimonios que vimos? El que más nos impactó ha sido el de una niña wichi, violada y abusada en un territorio ancestral. Estaba jugando con unas amigas, y los hijos de unos caudillos de esa zona la persiguieron, la capturaron y la violaron, y como producto de esa violación se produjo un embarazo.

El sistema de Justicia nunca habilitó la posibilidad de un aborto terapéutico, algo que la legislación argentina sí permite. Pero lo más grave es que hasta el día de hoy no hay ningún enjuiciado por ese acto bárbaro con esa niña. Entonces, es necesario tener en cuenta esos testimonios.

Yo me he reunido con niñas de diferentes regiones, incluso de la Argentina, que han dado testimonios desgarradores, y esto ocurre porque seguimos manteniendo el aborto criminalizado y en la oscuridad.

SRA. CAMPAGNOLI Doctor Pedernera Reyna: ya pasaron cinco minutos. Le solicitamos que redondee su exposición. Usted también puede enviar sus respuestas por email.

SR. PEDERNERA REYNA Gracias. Por último, en cuanto al derecho a ser escuchado, el comité le ha dicho en su recomendación al Estado argentino que todo esto tiene que hacerse con la voz y la opinión de las involucradas.

La Convención sobre los Derechos del Niño es revolucionaria en su artículo 12, porque dice que es un derecho de los niños, de las niñas y de los adolescentes el ser escuchados y que su opinión sea tomada en cuenta. Se trata simplemente de eso, de la posibilidad de participar en los procesos en los que, hasta el momento, prácticamente en todo el mundo los niños siguen quedando a un lado.

Creo que si seguimos a este paso la Argentina mejorará sustancialmente la calidad de vida de las niñas; eso lo marca la evidencia internacional. De este modo, ellas podrán contar con información clara -lo que impedirá la criminalización y el oscurantismo en torno de la penalización del aborto-, y hará que las niñas y las adolescentes que hoy tienen que sufrir calvarios puedan vivir infancias dignas de ser vividas. Gracias.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Muchas gracias a los señores expositores que han sido parte de esta primera tanda.

Quiero informar algo que olvidé mencionar más temprano, y es que ha ingresado el proyecto de ley contenido en el expediente 6457-d-2020, de la señora diputada Vigo y otros, que fue girado a estas cuatro comisiones. De manera que también lo tendremos a la vista. Esto debí haberlo dicho al comienzo de la reunión, cuando enumeramos todos los expedientes que están a la vista.

También quiero aprovechar este momento para agradecer a los secretarios de las comisiones de Legislación General, Guillermo Triantafilo; de Acción Social y Salud Pública, Diana Diane; de Mujeres y Diversidad, Analía Costa, y de Legislación Penal, Luis Cerri. Todos ellos nos están asistiendo en forma permanente.

Del mismo modo, quiero agradecer a los asesores de los señores diputados Campagnoli, Gaillard, Polledo, Yedlin y Macha, y por supuesto también a mis asesores, quienes se encuentran aquí con nosotros. Hago extensivo el agradecimiento a los trabajadores del Congreso, especialmente a los de las áreas de Informática y Sistemas, Seguridad, Fotografía y Taquígrafos, quienes durante todo el día están sosteniendo este debate.

La verdad es que muchas veces se habla de nosotros y es denostado el trabajo que hacemos los diputados, pero también es muy importante que se reconozca, al igual que la tarea que desarrollan todos los trabajadores de esta casa que nos están acompañando. La verdad es que sin ellos sería muy difícil, casi diría imposible, que esto salga más o menos bien. Así que quiero pedir un aplauso para ellos también. Me alegra mucho que estén acá y que lo hagan, además, en un clima de muy buena onda y muy buena convivencia en el trabajo. (Aplausos.)

Retomando la lista de oradores, quiero aclarar que la señora Marina Femenía, abogada y legisladora del Parlasur, quien nos está haciendo un video e iba a hacer uso de la palabra, tuvo problemas de conexión. Por lo tanto, daremos la palabra a Soledad Bustos, subsecretaria de Atención Primaria del Municipio de Quilmes.

SRA. BUSTOS Buenas tardes a todos y a todas. Muchas gracias por dejarme participar.

Voy a exponer brevemente desde mi humilde lugar de trabajadora de la salud pública, que se formó y trabaja en los barrios populares del conurbano bonaerense.

Hoy tengo alguna responsabilidad en la gestión de la atención primaria en la Secretaría de Salud del Municipio de Quilmes, donde fuimos testigos de las crecientes demandas de interrupciones legales del embarazo. Estas fueron aumentando en las peores épocas de la pandemia -es decir, cuando hubo una mayor cantidad de contagios de COVID 19-, y nos vimos en la necesidad de hacer esfuerzos tremendos para poder responder a estas demandas, sabiendo que las mujeres que no pueden acceder a esta práctica corren riesgo de vida o de salud.

Creo que hoy la discusión no se limita a decir "aborto sí" o "aborto no". La persona gestante que decide abortar, lo hace como puede y según las condiciones en que se encuentra. Me parece que lo central de esta discusión tiene que ser si queremos un aborto legal o si defendemos un aborto clandestino. En este sentido, entendemos que se trata de un problema de salud pública y que el Estado debe garantizar siempre el derecho a la salud.

Como les dije, soy subsecretaria de Atención Primaria del Municipio de Quilmes, municipio conducido por nuestra querida intendenta Mayra Mendoza, quien desde el 10 de diciembre de 2019 tiene la voluntad de garantizar derechos y estar presente para resolver cada uno de los problemas de los quilmeños y las quilmeñas, con perspectiva de género y orgullosamente feminista.

Desde nuestra Secretaría de Salud, también articulando con otros sectores del municipio y con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, durante este primer año de gestión, y aun en plena pandemia, con lo que eso implicó, hemos incrementado el acceso a los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos.

Además, hemos quintuplicado la capacidad instalada para la resolución de interrupciones legales del embarazo con equipos interdisciplinarios. Tanto en el primero como en el segundo nivel de atención, se han acompañado, en el período de marzo a octubre de 2020, más de 230 situaciones de interrupción legal del embarazo. Un 75 por ciento de estas interrupciones se dieron durante el primer trimestre, es decir que fueron de manera ambulatoria, y más del 90 por ciento tuvo su alta con el método anticonceptivo elegido de manera informada.

También hemos sumado en el distrito la posibilidad de realizar AMEU, la aspiración manual endouterina, tanto en el primero como en el segundo nivel de atención, como alternativa al procedimiento medicamentoso. Asimismo, en el Hospital Municipal de Solano comenzamos a realizar vasectomías y ligaduras tubarias. Por otra parte, se intensificó la colocación y el acceso a los métodos anticonceptivos, al igual que el apoyo a las mujeres y a las personas gestantes que deciden continuar sus embarazos.

La sociedad hoy está pidiendo que la maternidad sea deseada o no sea, y defendemos la idea de que las niñas tienen que ser niñas, no madres. Pero este acceso a la salud integral no puede ser un mero privilegio de municipios o provincias que tengan gobernantes con perspectiva garantista, sino un derecho humano que nuestro Estado debe garantizar de una vez y para siempre.

Acceder a una interrupción legal del embarazo en condiciones seguras no puede depender del código postal de la mujer o persona gestante. No estamos dirimiendo una cuestión metafísica, sino un problema de salud de todos y cada uno de los argentinos y argentinas que habitan nuestra patria. Queremos que se respete lo que cada uno piense individualmente pero, sobre todo, que prevalezca la protección de la salud de las mujeres y de las personas gestantes que deciden interrumpir sus embarazos, para que no mueran en el intento. Tenemos que lograr que estas cosas no dependan de la voluntad de un gobierno, sino que sean realmente derechos definitivamente conquistados por el pueblo.

Por tal motivo, diputadas y diputados, resulta indispensable que se apruebe el proyecto de regulación de interrupción voluntaria del embarazo que propone el Poder Ejecutivo, que de alguna manera interpreta la histórica lucha colectiva de las mujeres de nuestro pueblo y que busca garantizar el derecho al acceso al aborto legal, seguro, gratuito y voluntario.

Esta ley debe ser un punto de partida, ya no de un sujeto individual, sino de un sujeto colectivo, comprendiendo que lo que no regula el Estado lo regula el mercado, y poniendo énfasis en una lógica equitativa, con un sistema de salud que responda a los problemas reales de la población que tiene que cuidar.

Claro que nada de esto sería posible sin una ciudadanía que empodera sus derechos, sin una comunidad organizada, participando activamente en la construcción de las políticas públicas, informada, solidaria y responsable de su autocuidado, con un rol fundamental de los trabajadores y las trabajadoras de la salud.

Debemos garantizar de manera articulada tanto el acceso a información confiable a través de la ESI -la Ley de Educación Sexual Integral- y a los métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados, como también el acceso al aborto legal, seguro, gratuito y voluntario para no morir, de manera amorosa y sin juicios individuales.

Aprovecho para desearles un feliz día a todos y a todas mis colegas médicos y médicas, que no somos ni jueces ni dioses, sino personas cuyo mayor servicio es cuidar a nuestra comunidad, a nuestra población a cargo, y garantizar estos y otros derechos.

Por supuesto que deseo que los legisladores comprendan que fueron elegidos para representar la voluntad del pueblo que los votó. La gran responsabilidad que tienen es interpretar la demanda de esta marea verde, que va a seguir adelante exigiendo la aprobación de esta ley y de todas aquellas que mejoren la vida de las mujeres y de las disidencias, y que hagan a nuestro pueblo un poco más justo. Muchas gracias.

SRA. PRESIDENTE MOREAU Muchas gracias, doctora, por su exposición y por el respeto del tiempo.

Tiene la palabra Analía Pastore, abogada especialista en Derecho de Familia, académica con especialización en Derecho de Familia, de la UCA.

SRA. PASTORE Muchas gracias, señora presidenta. Agradezco la invitación a exponer ante las comisiones parlamentarias que tratan el proyecto de legitimación del aborto enviado por el Poder Ejecutivo.

En la primera parte de mi exposición intentaré mostrar que la consagración de un derecho a abortar con la amplitud que se prevé en el artículo 4º proyectado generará en el ordenamiento jurídico vigente un cúmulo de contradicciones normativas, atentatorio del principio de coherencia receptado por el artículo 2º del Código Civil y Comercial de la Nación. Me limitaré para ello a contrastar la norma proyectada con el Código Civil y Comercial y señalar solo algunas de esas inconsistencias. En la segunda parte de mi intervención me referiré al artículo 7º del Plan de los 1000 Días y al artículo 8º del proyecto de legitimación del aborto.

El punto de partida es la afirmación de la insoslayable inconstitucionalidad ínsita en este proyecto, por desconocer que todo ser humano es persona y tiene el derecho intrínseco e inviolable a la vida desde la concepción, que todas las personas son iguales ante la ley y que, en caso de conflicto, debe prevalecer el interés del niño por nacer, aspectos sobre los que no me extenderé en esta oportunidad por haber sido ya tratados por reconocidos juristas constitucionalistas que me han precedido en las jornadas previas.

Primera contradicción. Luego de que el artículo 19 del Código Civil y Comercial establece que la existencia de la persona humana comienza con la concepción, en el inciso a) del artículo 24 se incluye a la persona por nacer entre las incapaces de ejercicio, resultando representadas por sus padres, de conformidad con lo que dispone el inciso a) del artículo 101.

No es posible que una de las personas a quien la ley atribuye la responsabilidad de ejercer por representación los derechos de la persona por nacer sea al mismo tiempo quien tendrá el derecho absoluto a decidir sobre la vida de su representado. Eso generaría un evidente conflicto de intereses entre la madre y su hijo por nacer, privilegiando a la persona gestante y dejando en situación de extrema indefensión y sin representación alguna al niño en gestación.

Segunda contradicción. El inciso a) del artículo 109 del Código Civil y Comercial dispone la designación de un tutor especial cuando exista conflicto de intereses entre los representados y sus representantes, y el artículo 111 impone a los parientes obligados a prestar alimentos al niño y a los funcionarios públicos que en ejercicio de su cargo tengan conocimiento de cualquier hecho que dé lugar a la necesidad de la tutela, el deber de denunciar cuando el menor carezca de referente adulto que lo proteja, bajo pena de resultar responsables de los daños y perjuicios que su omisión de denunciar le ocasionan al niño.

La norma proyectada desactiva totalmente este mecanismo tutelar en pos del derecho absoluto de la madre a interrumpir el embarazo, vulnerando de este modo, además, el principio del interés superior del niño.

Tercera contradicción. El artículo 574 del Código Civil y Comercial permite que el padre reconozca a su hijo por nacer. En la Ciudad de Buenos Aires, la inscripción registral de este reconocimiento se encuentra prevista en la disposición general del Registro Civil número 18/2018. No es posible entonces que el padre pueda reconocer a su hijo por nacer, pero le esté vedado resguardar la vida del niño. Se producirá aquí una nueva colisión entre el derecho-deber del padre, y el derecho absoluto de la madre a interrumpir el embarazo.

Cuarta contradicción. El artículo 665 del Código Civil y Comercial le reconoce al hijo por nacer derecho alimentario, el que la mujer embarazada puede reclamar al progenitor presunto con la prueba sumaria de la filiación alegada. Esta norma es consistente con el inciso a) del artículo 661, que legitima a la madre para demandar al otro progenitor la prestación alimentaria en representación del hijo.

La fuente de esta obligación alimentaria es la responsabilidad parental, cuya titularidad se sustenta en el vínculo filial. El ejercicio de este deber-derecho parental se hallaría condicionado por el derecho absoluto de la madre a abortar.

Séptima contradicción. Según lo normado por el artículo 646 del Código Civil y Comercial, uno de los deberes parentales es el cuidado del hijo considerando sus necesidades específicas, según las características psicofísicas, aptitudes y desarrollo madurativo. El artículo 647, por su parte, prohíbe el castigo corporal en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños. ¿Cómo se compatibilizaría este marco protectorio del niño con el derecho absoluto de la madre a interrumpir el embarazo?

Octava contradicción. El artículo 561 del Código Civil y Comercial dispone que el consentimiento previo, informado y libre que determina la filiación en los casos de técnicas de reproducción humana asistida es libremente revocable mientras no se haya producido en la persona la concepción o la implantación del embrión. Sin embargo, el artículo 4º de la norma proyectada atribuye exclusivamente a la persona gestante la facultad unilateral de revocar tal consentimiento, interrumpiendo el embarazo en momento posterior. Adviértase, además, que en este supuesto el sistema de salud habrá cubierto los costos de los procedimientos de reproducción humana asistida y del aborto.

Por último, ¿han advertido, señoras y señores diputados, que la nueva redacción que el artículo 7º del Plan de los 1000 Días propone al artículo 14 quater de la ley 24.174 extiende la percepción de la Asignación por Embarazo para Protección Social hasta completar la cantidad de meses que hubiese durado su embarazo? Esto significa que la persona gestante podría comenzar a percibir esta asignación desde la decimosegunda semana de gestación, ejercer el derecho absoluto a abortar en alguna de las dos semanas subsiguientes, y continuar gozando de la asignación durante todo el tiempo restante que habría durado el embarazo si no hubiera sido interrumpido.

Por otra parte, ¿se han dado cuenta de que el artículo 8º proyectado deja a las niñas embarazadas víctimas de abuso sexual en estado de absoluta desprotección, y que habilita a que sea el propio abusador quien las acompañe a realizar el aborto? Como la denuncia puede resultar muchas veces un obstáculo para el acceso al derecho a abortar -según dice el mensaje del Poder Ejecutivo-, se legisla que no puede ser exigida la denuncia judicial en los casos de violación, porque la mayoría de los delitos sexuales son perpetrados por alguien del entorno más cercano a la mujer, niña o adolescente. Eso perpetúa el delito y le da la espalda a este flagelo que clama el cielo.

Trabajemos en leyes que reconozcan derechos sin que ello implique vulnerar otros. La ley no obliga a la mujer que no lo desea a ser madre. Siempre se halla abierta la posibilidad de decidir que el hijo sea adoptado. Aunemos esfuerzos para generar recursos alternativos, como reconocerle validez y eficacia a la decisión anticipada de que el hijo sea adoptado, condicionada a su ratificación posterior al nacimiento. Estos proyectos legislativos no pueden ser nuestra mejor versión de una sociedad más justa y equitativa. Nos merecemos mucho más.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Aclaro que el proyecto llamado de los mil días no está en tratamiento en esta comisión. Sugiero que cualquier modificación o sugerencia se la haga llegar al diputado Yedlin, presidente de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, o a su vicepresidenta, la señora diputada Polledo.

Tiene la palabra Edith Martiarena, miembro de la Organización de Mujeres Indígenas de Tartagal.

SRA. MARTIARENA Mi nombre es Edith Martiarena, soy comunicadora y activista guaraní de la ciudad de Tartagal, del norte de Salta. Vengo de una zona también atravesada por las desigualdades sociales y pertenezco a un pueblo originario...

SRA. PRESIDENTA MOREAU Se corta el sonido. Te sugiero que apagues la cámara.

SRA. MARTIARENA Les decía que hablo desde este lugar. Me es imposible no pensar desde el lugar en donde nací, me crié y sigo viviendo.

Vengo a hablar de por qué es importante que esta ley de interrupción voluntaria del embarazo sea sancionada y que se reconozcan también nuestros derechos a decidir sobre nuestras maternidades.

En el lugar donde vivo, la mayoría de las personas gestantes también estamos muy empobrecidas y vivimos en condiciones de exclusión y marginalidad, y sentimos en nuestro cuerpo lo que es vivir estas desigualdades por ser mujeres.

La mujer que soy y de las que hablo hoy en día sufrimos en carne propia todas estas desigualdades de la pobreza y somos directamente condenadas a padecer en nuestro cuerpo todas estas violencias reproductivas que nos obligan a ser madres forzosamente. ¡Cuántas niñas violadas y cuántas mujeres violadas hay en las comunidades indígenas! ¡Cuántas mujeres no pueden decidir sobre su libertad reproductiva! Sus cuerpos son obligados a maternar sin que sea un deseo propio. ¡Cuántas de nuestras mujeres también mueren en esta clandestinidad por hacerse estos abortos clandestinos!

Creemos que esta ley viene a darnos libertad, a fortalecernos y a ofrecernos igualdades, la posibilidad de ejercer la libertad sobre nuestros cuerpos y no morir en el intento. Existe desigualdad en el sistema sanitario, hay hipocresía al señalar a una mujer por haberse hecho supuestamente un aborto, y nos desechan a la calle, como sucedió, por ejemplo, el año pasado con una adolescente de una comunidad toba, en nuestra ciudad. Un médico prácticamente la dejó desangrar en la vereda del hospital, acusándola de haberse hecho un aborto, cuando las pruebas después demostraron que no y a pesar de que la chica también decía que no había sido un aborto. Sin embargo, la dejaron desangrarse en la puerta del hospital de la ciudad de Tartagal.

Señoras y señores diputados: eso es discriminación, y sufrimos una doble discriminación, por ser mujeres y por ser indígenas. Queremos que esto cambie; no queremos seguir siendo acusadas y señaladas. Tampoco queremos seguir ocultando los abortos, porque eso significa seguir avalando la clandestinidad a la que se nos obliga a recurrir a las mujeres y a las personas gestantes empobrecidas. Esto es seguir criminalizándonos.

Esta ley nos permite avanzar hacia la igualdad y el reconocimiento de nuestra libertad y de poder recurrir a un aborto seguro en caso de que así nosotras lo decidamos. Esta ley no busca hacer obligatorio el aborto, como nos quieren hacer creer, y como muchos también inventan para convencernos. Esta ley reconoce una posibilidad y un derecho a no ser discriminadas, maltratadas ni criminalizadas por decidir hacernos un aborto en las condiciones que la ley fija. Esta ley reconoce nuestro derecho a decidir. Por eso también, señores y señoras diputadas, tienen que escucharnos y tienen que reconocer una problemática que tiene una profunda desigualdad, y tender a que todos seamos en el sistema sanitario y en esta sociedad. Nuestras maternidades deben ser deseadas y queridas.

Por todo esto, desde el norte de la provincia de Salta, y por muchas de mis hermanas que también estarán detrás de mí, sumo mi voz a que esta ley sea sancionada, porque nos pone a las mujeres de los sectores populares en condiciones de mayor igualdad y en un lugar de no morir para evitar quedar con secuelas por no tener medios económicos para interrumpir un embarazo, porque -queramos o no- las ricas también abortan, en lugares seguros, y muchas veces con los mismos médicos que después nos discriminan a nosotras en los hospitales públicos. Esta ley pone fin a la hipocresía, a la discriminación y al cinismo.

Por eso, las mujeres originarias decimos: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la doctora en Medicina, profesora de Embriología e investigadora del Conicet, doctora Laura Vargas.

SRA. VARGAS Hoy, jueves 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad y Día del Médico, agradezco la oportunidad de exponer ante las comisiones parlamentarias que tratan el proyecto de legislación del aborto presentado por el Poder Ejecutivo. Agradezco la oportunidad de exponer fundamentos científicos que, como tales, tienen demostración experimental.

Como profesora de Embriología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, en la provincia de Mendoza, tengo la obligación de aportar información basada sobre evidencia ante mis alumnos de primer año, que serán médicos. En este momento tengo la obligación de aportarles esa información a ustedes, señores legisladores.

En 2018, mi exposición ante esta Cámara se limitó a aportar los datos científicos que permiten afirmar, primero, que en el proceso de la fecundación se origina un ser viviente de la especie humana; segundo, que el embrión humano es un organismo y no solamente un conjunto de células, y, tercero, que el término concepción biológicamente corresponde al proceso de fecundación.

Mi objetivo esta tarde es expresar con claridad que el embrión humano no es un fenómeno, sino que el embrión humano es un nuevo ser humano en desarrollo; es decir que es un nuevo individuo de la especie humana, en su primera etapa de vida.

La embriología humana es la disciplina que estudia el desarrollo del ser humano durante la vida prenatal. Antes del nacimiento, el desarrollo de todo ser humano abarca dos etapas: la embrionaria y la fetal. La etapa embrionaria comprende las ocho primeras semanas de desarrollo de cualquier ser humano, mientras que la etapa fetal comprende las treinta semanas posteriores.

Es verdad que el embrión humano, en su primer día de desarrollo, está formado por una célula, por dos células llamadas blastómeras en el segundo día, y por miles de células cuando está terminando la octava semana de desarrollo. Pero afirmar que el embrión humano es solamente un conjunto de células es una verdad a medias o, mejor dicho, un error, porque la genética, la epigenética y la biología molecular nos demuestran que el embrión humano es un organismo, es decir, un ser viviente compuesto por partes capaces de realizar ciertas funciones coordinadas, según la definición dada por el Diccionario Enciclopédico de Medicina de León Braier. Es decir que el embrión humano está formado por células, de la misma manera que cada uno de los presentes estamos formados por un conjunto de células que constituyen un organismo llamado ser humano.

El cigoto, que es el nombre específico que recibe el embrión unicelular, no es solamente una célula viva, como es una neurona, un espermatozoide o un ovocito. El cigoto es un organismo unicelular, y no reconocerlo implica una falencia en los conocimientos embriológicos.

Es fundamental marcar la diferencia entre un organismo inclusive unicelular, como el cigoto, y un conjunto de células. Un organismo es un ser autónomo que tiene la capacidad de autorregularse y en el que las células que lo conforman actúan de forma interdependiente y coordinada en función del todo.

Si evaluamos en función del tiempo un conjunto de células, como por ejemplo, las células de nuestra piel, observaremos que hoy, mañana y pasado siguen y seguirán siendo solamente células de la piel, mientras que si observamos en función del tiempo un embrión humano -que es un organismo humano-, veremos que sigue desarrollándose conforme al genoma propio, que es mucho más que la suma del genoma materno y paterno, y que luego llegará a la etapa de feto, neonato, niño y adulto.

Otro aspecto que debemos aclarar es que, para poder desarrollarnos en nuestra vida prenatal, los seres humanos necesitamos que exista la placenta, que es un órgano formado por tejidos maternos y embrionarios. Pero debe quedar en claro que el embrión humano no es un órgano o casi un órgano de la mujer, como sostienen las personas alejadas de la embriología, lo cual se demuestra fácilmente haciendo un estudio genético.

Tengamos presente que en la etapa embrionaria y fetal necesitamos un ambiente adecuado para desarrollarnos, de la misma manera que necesitamos de un ambiente adecuado para vivir y desarrollarnos. Pero es fundamental mencionar que la dependencia de la madre no anula la autonomía biológica del embrión humano como individuo. Es más, la capacidad de autorregulación del embrión humano queda demostrada de manera rotunda en el hecho de que el desarrollo de ese nuevo ser humano ocurre de manera similar en dos ambientes tan distintos como es la trompa uterina, en una fecundación en vivo, o un recipiente de plástico, en una fecundación in vitro.

A nuestros alumnos de Medicina les enseñamos que debemos ser honestos con nuestros pacientes y brindarles de manera clara y precisa toda la información respecto de su condición de salud o enfermedad. Si ocultamos información, los pacientes no son libres ni responsables de las decisiones que toman y somos cómplices del paternalismo médico.

Debemos ser honestos con nuestros pacientes y explicarles a las mujeres gestantes que el embrión es un ser humano y no un conjunto de células. Debemos ser honestos con nuestros pacientes y mostrarles las ecografías obstétricas y dejarles oír los latidos cardíacos embrionarios o fetales para que tomen conocimiento de la realidad.

Debemos ser honestos intelectualmente como profesionales: cuando hablamos de un embrión y de un feto humano estamos hablando de un ser humano en una etapa de máxima vulnerabilidad y, como tal, merece todo nuestro cuidado.

Esto es lo que dice la embriología humana y lo que nos enseñan en Obstetricia. Cuando atendemos a una mujer embarazada, tenemos a nuestro lado a dos pacientes: la madre y la persona por nacer. Nuestro deber como médicos es respetar y cuidar a los dos.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la doctora Mariela Bielski, directora Ejecutiva de Amnistía Internacional de Argentina.

SRA. PRESIDENTA MOREAU A continuación, leeré tres preguntas dirigidas a la doctora Soledad Bustos.

La diputada Mara Brawer pregunta lo siguiente: "¿Qué trabajo de sensibilización se está haciendo en los equipos de salud del Municipio de Quilmes para acompañar a las mujeres que buscan ayuda?"

Pregunta de la diputada Gabriela Estévez: "¿Cómo y cuánto presiona la ilegalidad de la interrupción voluntaria del embarazo en sistemas de salud de municipios como el suyo?"

Por último, la pregunta de la diputada Paola Vessvessian dice así: "¿Cuál es la receptividad por parte de las personas gestantes con respecto a la información anticonceptiva que se les brinda luego de realizarse un procedimiento de ILE?"

Tiene la palabra la doctora Bustos.

SRA. BUSTOS En relación con la pregunta de la diputada Brawer acerca de la sensibilización, se hicieron campañas de capacitación para todos los equipos de salud sobre cuestiones vinculadas con una salud feminista, con perspectiva de derechos y enfoque de género. Además, hay equipos interdisciplinarios especializados en el abordaje de la temática de la interrupción legal del embarazo.

En este momento tenemos diez centros de salud de atención primaria que garantizan esa práctica; están distribuidos en los barrios populares de Quilmes y, además, el Hospital Materno Infantil "Dr. Eduardo Oller", municipal, que se encuentra en la localidad de Solano.

Sobre la ilegalidad, quiero decir que en realidad nuestro mayor problema no ese sino la penalización del aborto porque, obviamente, -como expusieron anteriormente- esto genera bastante temor en las mujeres y en las personas gestantes que no desean continuar con sus embarazos. Este miedo a ser penadas en general termina produciendo que se retrasen los períodos de resolución y la primera consulta al sistema de salud.

En cuanto a la receptividad de la anticoncepción postaborto, la verdad es que es muy buena. Muchas veces se hacen consejerías individuales, o incluso grupales, en las que se charla sobre todos los métodos que garantiza el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Tenemos a disposición todos estos métodos anticonceptivos y siempre se busca que la mujer o la persona gestante tome de manera informada la decisión del anticonceptivo que quiera. Es por ello que el municipio tiene estos indicadores de calidad de anticoncepción postaborto.

SR. PRESIDENTE YEDLIN La diputada Gabriela Estévez formula la siguiente pregunta a Edith Martearena: "¿Qué obstáculos encuentran las mujeres originarias para acceder a los servicios públicos de salud sexual y reproductiva? ¿Cómo impactan esos obstáculos en la decisión de las mujeres originarias de abortar en condiciones inseguras?"



SRA. MARTEARENA En primer lugar, nuestro sistema de salud no está pensado desde la interculturalidad.

Hablaré particularmente de la zona en la que vivo, en donde también padezco violencia. Hemos tenido muchos actos discriminatorios. Estas deficiencias también se dan en el sistema de salud; por ejemplo, no se hablan otros idiomas cuando en nuestra zona tenemos siete pueblos originarios asentados históricamente. Entonces, el hecho de que no se hablen las distintas lenguas ya es un acto discriminatorio en virtud del contexto de nuestra provincia.

La violencia también se percibe de parte de muchos actores de la salud, quienes discriminan a quienes somos de pueblos indígenas y, sobre todo, a las mujeres. Todo esto también se traduce en un fuerte miedo y en tratar de prácticamente no ir al hospital. Inclusive, en esta pandemia no hemos asistido al sistema de salud cuando algún integrante de los pueblos originarios sufrió alguna afección. En virtud de este miedo, todo el proceso del embarazo generalmente también se da por fuera del sistema de salud.

El hospital de nuestra ciudad es bastante hostil. Los abortos siempre se harán por fuera del sistema de salud debido a todas estas implicancias. Se buscan distintas maneras para abortar sabiendo que en el hospital lo único que se encuentra es el rechazo y la discriminación.

Por supuesto, todo esto refleja los riesgos a los que nos exponemos como mujeres indígenas. A pesar de ello, seguimos en la lucha.

SR. PRESIDENTE YEDLIN Acaba de llegar la siguiente pregunta para usted: "Hemos escuchado a expositores referirse a la campaña del aborto como una campaña de burguesas y de discriminación a las mujeres de bajos recursos. ¿Cuál es su opinión frente a este tipo de afirmaciones? ¿Considera que es una forma de invisibilizar los abortos clandestinos que se realizan en los sectores más vulnerables?"

SRA. MARTEARENA Sí, todas esas afirmaciones siguen discriminando a las mujeres de bajos recursos. Los abortos se siguen haciendo, no es que se dejan de hacer. Intentan invisibilizarnos también. Mujeres ricas o en una posición bien remunerada se siguen practicando abortos, por lo que estamos en una situación de desigualdad.

Entonces, mi respuesta es que sí, que esa afirmación es una forma de invisibilizar los abortos clandestinos que se siguen realizando, tanto en sectores vulnerables como en la alta sociedad.



SRA. PRESIDENTA YEDLIN Muchas gracias, Edith.

A continuación, la presidenta de la Comisión de Legislación Penal leerá una pregunta.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD La siguiente pregunta es de la diputada Paola Vessvessian para Laura Vargas: "¿Puede profundizar sobre la situación y el trato que reciben las mujeres y personas gestantes que deciden recurrir a la interrupción del embarazo en las zonas vulnerables de su provincia? ¿Cuáles obstáculos se les presentan a la hora de llevarla a cabo?"

SRA. VARGAS Soy investigadora del Conicet y profesora de embriología. Como creo que uno tiene que hablar poco de lo que sabe y nada de lo que no conoce en profundidad. No soy obstetra, pienso que sería bueno que esa pregunta se la realizaran a alguien que esté en un centro de salud. Desconozco esa realidad.

Sé que lamentablemente se están realizando ILE en nuestra provincia, pero no puedo responder esa pregunta.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Muchas gracias, Laura.

Tiene la palabra la diputada Campagnoli, quien leerá preguntas dirigidas a los expositores.

SRA. CAMPAGNOLI Señora presidenta: las siguientes preguntas son para Mariela Bielski.

"¿Cuál es la respuesta de Amnistía Internacional a las afirmaciones vertidas respecto de que las observaciones de comités no son vinculantes sino que son soft law?"

Asimismo, "Luego de un parto o aborto, no sé cómo se le dice,..." -dice la diputada Victoria Rosso- "...realizado en la semana 24, si hubiese viabilidad de desarrollo del niño y la persona gestante no lo desea, ¿considera que el Estado debería velar por su desarrollo?"

"¿Considera que la interrupción voluntaria del embarazo o los métodos anticonceptivos son los que reducen los embarazos no deseados?"

"Usted sostuvo que el derecho a la salud está contemplado en el derecho internacional, ¿cree que la legalización del derecho al aborto contribuiría a mejorar de manera integral el derecho a la salud en Argentina? ¿Qué recomendaciones, en caso de tenerlas, hace una organización como Amnistía Internacional sobre el uso del misoprostol para la realización de abortos?"

Por último, "¿Considera Amnistía Internacional que hubo efectos negativos en el cumplimiento de la interrupción legal del embarazo tras el intento de legalización del aborto en 2018?"

Estas son todas las preguntas, señora presidenta.

SRA. BIELSKI Como dispongo de cinco minutos, comenzaré respondiendo la pregunta acerca de si son vinculantes las decisiones de los órganos internacionales de derechos humanos. Pienso que se debatió bastante estos días sobre esta cuestión.

Si no me alcanza el tiempo para contestar todas las preguntas, prometo enviar luego las respuestas por escrito.

Quiero ser clara y desasnar todo el debate que tuvo lugar estos días.

Desde la vuelta de la democracia en 1983, Argentina fue pionera en el desarrollo y la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos, algo que se formalizó con la reforma constitucional de 1994 al afirmarse en el artículo 75, inciso 22 que los tratados tienen jerarquía constitucional.

¿Qué significa esto? Que al aplicar los pactos internacionales debe seguirse tanto la letra de los tratados como también las interpretaciones que los órganos encargados brinden a través de sus decisiones, recomendaciones y observaciones. Así lo entendió nuestra propia Corte Suprema, de forma constante, en su jurisprudencia, especialmente en el famoso caso "Giroldi".

Hay una lectura confusa de lo que implica ratificar un tratado internacional y comprometerse a cumplir con las obligaciones de derechos humanos. Son tratados internacionales ratificados por este Congreso, es decir, leyes que nosotros mismos adoptamos.

Lejos de delegar o resignar soberanía, cuando la Argentina aprueba un tratado -que, a su vez, crea un organismo de monitoreo y seguimiento-, lo hace de forma voluntaria y democrática, en un acto federal complejo que incluye la participación tanto del Poder Ejecutivo como de este mismo Congreso. Al hacerlo, nuestro país se compromete frente a la comunidad internacional a respetar y garantizar los derechos de las personas que habitan su territorio.

Cuando el Congreso aprueba un tratado, el propio Estado -en ejercicio de la soberanía- está reconociendo democráticamente su autoridad y se compromete a rendir cuentas ante los organismos de seguimiento y monitoreo.

Cuando la Argentina rinde cuentas, por ejemplo, ante el Comité de Derechos Humanos, el Comité de los Derechos del Niño o el CEDAW, está participando voluntariamente de este diálogo interactivo y, por ende, de las disposiciones que emanan de este ejercicio.

En ese sentido, tanto las decisiones de los órganos internacionales como todas sus recomendaciones y observaciones forman parte de un corpus iuris dinámico, cuya evolución se va construyendo y adecuando dinámicamente año a año; no es algo estático. Entonces, en cuanto a las condiciones de su vigencia, se incorpora la interpretación de los pactos y convenciones que se va actualizando en el ejercicio interpretativo y jurisprudencial que hacen los órganos encargados de dicha tarea.

Como dijo el presidente de la Comisión de los Derechos del Niño, esto fue voluntad de nuestro país y en virtud de nuestra buena fe debemos atenernos a los órganos de esos tratados y presentar año a año el examen periódico universal y el informe sombra ante el comité contra la eliminación de la discriminación, el Comité de los Derechos del Niño, etcétera.

Todos los años nuestro Estado hace esto voluntariamente porque nos comprometimos constitucionalmente en ese sentido. Si no hubiéramos querido que esto sucediera, no lo hubiéramos incorporado a la Constitución Nacional ni luego hubiéramos incorporado tratados por medio de leyes de este Congreso. Me parece importante dejar en claro que ésta fue la voluntad democrática de nuestro país.

A continuación, me referiré a la pregunta sobre si Amnistía Internacional reconoce que los Estados pueden regular el acceso al aborto, lo que incluye el establecimiento de límites gestacionales. En primer lugar, cualquiera de estos límites respecto al período de gestación debe estar sujeto al escrutinio de derechos humanos y no debe dar lugar a discriminación o violaciones de derechos humanos.

Es importante tener en cuenta que los abortos en etapas avanzadas del embarazo son relativamente poco habituales. Por ejemplo, en Inglaterra y Gales solo el 8 por ciento de los abortos se llevan a cabo después de la semana 12, y el 0,1 por ciento en la semana 24. Es igualmente importante reconocer que siempre habrá casos en los que una persona necesita acceder al aborto en etapas avanzadas del embarazo, especialmente para salvaguardar su vida y su salud.

Existen diversas razones por las cuales las personas pueden recurrir al aborto en etapas avanzadas del embarazo, entre ellas se encuentran las desigualdades sistémicas que privan del acceso a la salud en las etapas previas. En muchos casos, quienes recurren al aborto en etapas avanzadas se encuentran en una situación muy difícil de su vida. Necesitan atención de su salud y apoyo que no las juzgue. Los gobiernos deben garantizar que no se niegue el acceso al aborto sin riesgo a las personas que se encuentran en situaciones críticas.

Pero, más allá de lo que Amnistía Internacional reconoce al respecto, estamos discutiendo un proyecto que establece el plazo de la semana 14. Entonces, me parece que no tiene sentido hablar sobre lo que pasaría después de la semana 24 cuando el proyecto de ley en debate claramente establece un plazo determinado. Pienso que sería saludable limitarnos al texto del proyecto.

SRA. (POLLEDO) Muchísimas gracias, Mariela. Gracias por tu participación y por tus respuestas.

SRA. PRESIDENTA MOREAU La diputada Lidia Ascárate formuló la siguiente pregunta para la doctora Soledad Bustos.

Supongo que esta inquietud se refiere a la historia. Dice así: "Quilmes es un municipio muy caro para todos los tucumanos. En su opinión, ¿la comunidad de Quilmes estaría de acuerdo en que hagamos una consulta popular, para ver si el pueblo apoya los lineamientos del presente proyecto de ley?".



SRA. BUSTOS Creo que la población quilmeña es profundamente democrática así que no creo que hubiese problema, pero reitero lo que expuse hace unos momentos.

Esto es una cuestión de salud pública, que tiene que ver con un derecho que debe garantizar el Estado y el sistema de salud, más allá de lo que piense individualmente cada uno de los quilmeños o quilmeñas.

Las mujeres y las personas gestantes que están decididas a interrumpir sus embarazos lo hacen sin estar condicionadas por lo que cada uno de nosotros o nosotras pensemos. Por ello, el Estado es el responsable de garantizar el acceso a esta práctica de una manera segura y sin que corra riesgo la vida o la salud de la persona gestante o de la mujer.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Gracias, doctora.

SRA. PRESIDENTA MACHA Yo tengo escrita una pregunta de la diputada Rosso para la doctora Analía Pastore. Dice así: "¿Está de acuerdo con que este proyecto siga penalizando a la mujer que aborta?".

SRA. PASTORE Gracias por la pregunta.

El artículo 88 es el único artículo en este proyecto que prevé la penalización de la persona gestante para los supuestos en que el aborto tuviera lugar con posterioridad a la semana catorce y no encuadrara en alguno de los supuestos de no punibilidad. Esto marca una enorme contradicción en el contexto del proyecto. Me pregunto cuál es el bien jurídico que se está tutelando y cuál es ese hecho trascendente que ocurre en la semana catorce que hace que antes no sea merecedor de protección y después sí, con lo cual -reitero- se evidencia una enorme contradicción.

Entonces la cuestión es si la persona por nacer es sujeto de derechos -como intenté evidenciar en mi exposición- y por lo tanto es titular del derecho a la vida, y merece aun una mayor protección por estar en una situación de vulnerabilidad, o no lo es. Es decir, lo es para todos los casos o no lo es para ninguno.

Por otra parte, el derecho penal cumple la misión de tutelar los bienes jurídicos contra aquellos ataques que compartan un absoluto menosprecio o rechazo del valor que ellos revisten para la subsistencia de la sociedad.

La sanción penal o la penalización no solamente tienen una finalidad de castigo, sino que también importa una reprobación social de conductas que se encuentran penalmente tipificadas. Además, esto tiene que ver con la ejemplaridad propia de la ley.

No sé si respondí a la pregunta.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Sí, doctora, muchas gracias.

Tengo dos preguntas más para la señora Edith Martearena.

La primera pregunta la formula la señora diputada Masin. Dice así: "Hay una presunción social de que ser niñas madres en las comunidades indígenas es una cuestión cultural. ¿Qué opinión le merece esto?".

La segunda pregunta es de la diputada Brawer. Dice así: "¿Cómo cree que será recibida esta iniciativa en su comunidad?".

SRA. MARTEARENA Para responder a la primera pregunta quiero señalar que es una construcción más académica esto de que es una presunción social ser niñas madres en las comunidades. En realidad, también se le podría preguntar a las mujeres wichí, porque muchas veces inclusive numerosos investigadores se han puesto a hablar de estas presunciones, pero deberíamos juntarnos, sentarnos y desarrollar un claro debate entre nuestros pueblos.

En realidad, creo que no es una condición ni tiene que ser así. He conversado con mis compañeras, inclusive dentro de nuestra organización y consideran que no es una cuestión cultural que las niñas tengan que ser madres.

¿Me puede repetir la segunda pregunta?

SRA. PRESIDENTA MOREAU Sí, señora. ¿Cómo cree que será recibida esta iniciativa en su comunidad?

SRA. MARTEARENA Resalto la importancia de que estos debates bajen hasta los territorios, porque se trata de cuestiones en las que todas debemos tener el espacio para hablar y repensarnos, como mujeres, como mujeres indígenas. En este caso, se hace referencia a los accesos que tienen muchas personas, pero somos más las que no tenemos accesibilidad a un sistema de salud donde se nos tome como mujeres con derechos.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Muchas gracias, señora Edith.

No hay más preguntas. Nos vamos a tomar diez minutos de receso y después comenzaremos a escuchar las exposiciones de los señores diputados, que transcurrirán durante lo que queda de la jornada de hoy y el día de mañana.

Tiene la palabra la señora diputada Gaillard, presidente de la Comisión de Legislación Penal.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD Solicito a los señores diputados integrantes de las comisiones que envíen sus preguntas a través del sistema Webex, para anotarse en la lista de oradores e intervenir. También pueden utilizar para ello los contactos que pasamos en los grupos de WhatsApp de las comisiones de Legislación Penal, de Mujeres y Diversidad, de Legislación General y de Acción Social y Salud Pública, para que todos puedan anotarse para hacer uso de la palabra, hoy o mañana.

SRA. CAMAÑO Señora presidenta: por lo que acaban de anunciar quiere decir que esta reunión deja de ser informativa.

SRA. PRESIDENTA GAILLARD No, señora diputada. En realidad, venimos teniendo las jornadas informativas con expositores, y dictaminaremos la semana próxima. Lo que vamos a hacer es abrir la posibilidad de que los diputados puedan realizar sus intervenciones en el marco de reuniones informativas que están permitidas por el reglamento de la Cámara.

Es decir que no hay ningún obstáculo para que empecemos a intervenir, ya que estamos participando los integrantes de todas las comisiones a través del sistema Webex y de manera remota. La idea es que expresen sus opiniones respecto de los proyectos en tratamiento y la semana próxima se realice la reunión con fines de dictaminar.

SRA. CAMAÑO Entonces, tenemos que entrar directamente en el debate del tema, o sea, claramente, los diputados no podemos seguir hablando a través de los mensajes que mandamos. Considero que tenemos que iniciar el debate, que después nos llevará a producir un dictamen.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Es así como usted dice, señora diputada. Ayer, los diputados de las cuatro comisiones volvimos a suscribir un acta donde acordamos que, habiendo terminado hoy las jornadas de exposiciones y teniendo en claro que no se dictamina, a través del sistema de Webex, íbamos a empezar a intercambiar opiniones y escuchar las posiciones de los distintos diputados y diputadas.

Reitero que en diez minutos nos volvemos a reunir. Pido que se queden en la misma sala, porque se utilizará el mismo link.

-Luego de unos instantes:
SRA. PRESIDENTA MOREAU Quiero aclarar que el objetivo es que todos los diputados de estas cuatro comisiones puedan expresarse, aun aquellos que no pueden viajar la semana próxima para ser parte del debate de la puesta en consideración y firma del dictamen y del proyecto que será tratado en la sesión de la semana próxima.

Como es de público conocimiento, no hay acuerdo de los bloques respecto de la modalidad de la sesión con lo cual tenemos en claro que este plenario de comisiones no puede dictaminar.

Como bien saben todos los bloques -además de haber sido parte del acuerdo alcanzado en la primera etapa de la constitución de plenario de comisiones y en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria que se realizó ayer a las 19 horas- se hizo un protocolo de funcionamiento de estas reuniones informativas.

En el día de ayer, cuando vimos que la cantidad de expositores se había ampliado en cuanto a los pedidos de las partes, pusimos a consideración un acta elaborada por las cuatro comisiones. Dice así: "Iniciadas las jornadas informativas referidas al tratamiento del proyecto de ley sobre el régimen de interrupción voluntaria del embarazo, y considerando que las mismas resultaron enriquecedoras y se desarrollaron en un ámbito de respeto, tolerancia y sin hechos que produzcan dilaciones, teniendo en cuenta el artículo 3° del acta, las autoridades del plenario de comisiones disponen:

"Artículo 1º.- Incrementar el número de expositores en veinte, correspondiendo diez a favor del proyecto y diez en contra del proyecto, que podrán ser especialistas en la temática, o representantes de organizaciones interesadas en expresar su opinión para exponer en las reuniones plenarias. El listado de expositores será confeccionado por las autoridades del plenario".

Quiero aclarar que ayer me comuniqué con todos los presidentes de bloque y, personalmente, les planteé si desde su bloque querían incorporar algún expositor más.

Continúo con la lectura: "Artículo 2°.- Incorporar al cronograma aprobado en una reunión informativa el día jueves 3 de diciembre del corriente año, en el horario de 11 a 14 horas.

"Artículo 3º.- De conformidad con el artículo 2° el cronograma queda conformado de la siguiente manera: jueves 3 de diciembre, de 11 a 14 horas, expositores propuestos por diputadas y diputados..." -cosa que el martes, ayer y hoy ya hicimos-, "jueves 3 de diciembre, de 15 a 19 horas, expositores propuestos por diputadas y diputados de distintos bloques; viernes 4 de diciembre, de 10 a 13 horas, y de 14 a 19 horas: expositores propuestos por diputadas y diputados de distintos bloques".

"A los dos días del mes de diciembre suscriben la misma Cecilia Moreau, presidenta de la Comisión de Legislación General; Ana Carla Carrizo, vicepresidenta de la Comisión de Legislación General; Ana Carolina Gaillard, presidenta de la Comisión de Legislación Penal; Marcela Campagnoli, vicepresidenta de la Comisión de Legislación Penal; Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad; Silvia Lospenatto, vicepresidenta la Comisión de Mujeres y Diversidad; Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Acción Social y Salud Pública; Carmen Polledo, vicepresidenta de la Comisión de Acción Social y Salud Pública".

De la misma manera, en el acta original -no tengo la fecha aquí, porque tengo una copia-, de la primera reunión que realizamos -donde participó el presidente de la Cámara- fue puesta a la vista de los presidentes de bloque y quedamos que el tiempo de exposición de los señores diputados iba a ser de entre cinco y siete minutos. A esta altura que es casi confirmado que el día miércoles, lo más probable es que se firme el dictamen de manera presencial y por eso acordamos esta metodología de trabajo.

SRA. CAMAÑO Pido la palabra, señora presidenta.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Sí, señora diputada.

SRA. CAMAÑO Lo que advierto es que nosotros no estamos teniendo resuelto el tema del protocolo por parte de la Comisión de Labor Parlamentaria.

Me parece que salir de la informativa y entrar en el debate de lo que luego nos llevará al dictamen, que es lo que deberíamos hacer ahora, resulta cuanto menos desajustado en los tiempos de la Comisión de Labor Parlamentaria para lograr los acuerdos que nos proporcione un protocolo. Digo esto, por una cuestión de formalidad que creo que deberíamos respetar.

Sugiero que nos comprometamos a agotar los tiempos para dar este debate de comisión rumbo al dictamen, en cuanto los colegas que participan de la Comisión de Labor Parlamentaria nos proporcionen un protocolo de trabajo. Además, me gustaría dejar planteada la necesidad de que -habida cuenta de que el debate en el recinto será un debate relativamente corto para los diputados- en las comisiones nos demos un tiempo de exposición que nos permita redondear ideas acabadas. No sé si serán cinco o siete minutos. Me parece que siete minutos es correcto, pero no soy la dueña de la verdad. Me preocupa el tema de que entremos al debate y luego hagamos un cuarto intermedio hacia una sesión cuando no tenemos protocolo.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Este procedimiento se planteó ayer en la Comisión de Labor Parlamentaria y asintieron absolutamente todos los presidentes de bloque. Hubo acuerdo sobre el hecho de que íbamos a seguir charlando y trabajando entre nosotros, intercambiando opiniones, teniendo en claro que no hay protocolo, que se tiene que establecer -sea cual fuese- en una reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria, y que mientras tanto íbamos a seguir utilizando este mecanismo. Reitero que fue planteado ayer y fue aprobado por todos los presidentes de bloque en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria.

SRA. CAMAÑO Los presidentes de bloque nos tienen que proporcionar un protocolo de trabajo, habida cuenta de que están interpretando un artículo de nuestro reglamento, que les advierto que se debería corregir en la comisión respectiva. Es más, ni siquiera estamos habilitados a corregirlo en el recinto, porque hay una formalidad que quisiera que la cumplamos. De lo contrario, parecería ser que no tenemos reglamento y que hay diputados que son los que deciden sobre un pedacito o todo el reglamento.

Todos los diputados, habida cuenta de que somos representantes, tenemos la necesidad de que el protocolo esté resuelto para tener garantías. No necesitamos que la Comisión de Labor Parlamentaria nos resuelva el pedacito de funcionamiento de una comisión por un tema. Nos tienen que resolver el protocolo.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la señora diputada Carla Carrizo.

SRA. CARRIZO (A.C.) Señora presidenta: quiero compartir las reflexiones y la posición que está informando la presidenta de la Comisión de Legislación General.

Comparto la inquietud de la señora diputada Camaño, pero hay que decir que ayer en la Comisión de Labor Parlamentaria se especificó claramente para qué continuaban o por qué podíamos seguir con la versión digital de las reuniones informativas. Incluso hoy estaba pautado realizar una reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria, que se postergó un poco. La idea fue que hasta tanto resuelva la legitimidad del protocolo, seguiría funcionando para reuniones informativas y no para dictaminar. En ese sentido, nos pareció importante avanzar, ya que todos los diputados integrantes de cuatro comisiones han seguido las exposiciones.

La idea era hacer un orden para que ninguno de los diputados se quedara sin voz, lo que no significa avanzar arbitrariamente, sino que fue producto de un consenso mayoritario tanto de los integrantes de las comisiones -en nombre de las autoridades- como en el marco de lo pactado en la Comisión de Labor Parlamentaria con la mayoría de los presidentes de bloque. Es decir, estamos de acuerdo con lo que ellos decidieron y, por supuesto, vamos a seguir la línea de lo decidido mayoritariamente por los presidentes de bloque.



SRA. LOSPENNATO Perdón, señora presidenta, no me permite conectarme por el chat.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la diputada Lospennato.

SRA. LOSPENNATO Señora presidenta: cuando nosotros discutimos cómo hacer el protocolo también lo hicimos de manera virtual, ya que no lo teníamos aprobado, y utilizamos la habilitación del artículo 114 bis. En ese sentido, la señora diputada Camaño sabe exactamente que es así porque fue parte de esta Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario, junto con la presidenta de la comisión y con el resto de los integrantes.

Nosotros hicimos eso, dimos el debate y dijimos que para aprobar la resolución -que luego se trató en el recinto-, sí convocábamos de manera presencial a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento.

Sin embargo, la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario funcionó en varias reuniones de esta manera que acordamos y consentimos entre todos porque esto es solamente un debate. Por supuesto, para dictaminar debemos tener resuelta la forma de dictamen que, mientras rija el reglamento, es presencial, y de eso no hay ninguna duda.

Considero que esto de ningún modo obsta a que podamos seguir, no solamente por el acuerdo del día de ayer en la Comisión de Labor Parlamentaria, sino por la teoría de los actos propios. Así lo venimos haciendo, así lo hicimos en la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario y así llegamos a acordar el protocolo que luego fue votado en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento. Muchas gracias, señora presidenta.

SRA. CAMAÑO Pido la palabra.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Gracias, diputada Lospennato.

Tiene la palabra la diputada Camaño.

SRA. CAMAÑO Señora presidenta: desde ningún punto de vista es lo mismo. Nosotros hicimos un trabajo previo de interpretación y luego, la comisión que tuvo a su cargo el tema reglamentario, debió reunirse.

Ahora estamos teniendo un problema que quisiera que comprendan, porque de lo contrario vamos a aparecer como divididos en dos bandos, uno que quiere que el proyecto salga rápido y otro que no quieren que así sea. No me interesa en qué tiempo saldrá el proyecto, pero sí me interesa mucho que respetemos el reglamento.

Quiero preguntar a quienes están esgrimiendo estos argumentos para seguir debatiendo qué sucede en este momento si algún diputado quisiera hacer alguna moción en la comisión. No podría hacerlo, por la sencilla razón de que la comisión no está habilitada como corresponde.

Por otra parte, al principio de la pandemia estuvimos trabajando muchísimo en sesiones informativas. De hecho, todas las que celebramos con las visitas de los funcionarios públicos del gobierno nacional fueron reuniones informativas, y las hacíamos de esa manera porque no contábamos con la metodología concreta de funcionamiento.

Ahora vamos a comenzar un debate sobre un proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo sin un protocolo de funcionamiento. Personalmente, considero que lo adecuado sería salir de la sesión informativa, que los colegas integrantes de la Comisión de Labor Parlamentaria apuren el debate del protocolo, y una vez que tengamos el protocolo nos sentemos a debatir el proyecto que debemos tratar -el tiempo que sea necesario hasta terminar y dictaminar- y todos los que tengamos que tratar.

Sinceramente, señora presidenta, sugiero que no avancemos más allá de nuestras posibilidades porque podemos hacerlo si tenemos un protocolo. La verdad es que me extraña que quienes hicieron tanto escándalo por la continuidad o no del protocolo el día 30, ahora lo desconozcan. ¡No!

Se trata de una comisión que comenzará a funcionar con un proyecto concreto venido del Poder Ejecutivo, en el marco de sesiones ordinarias establecidas por decreto, que para debatirlo requiere que esta Cámara tenga su protocolo de funcionamiento.

La verdad, no estoy tratando de aportar a la confusión sino a que hagamos las cosas correctamente.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la diputada Gaillard.

SRA. GAILLARD Creo que como bien dijo la diputada Moreau nosotros acordamos un protocolo de funcionamiento y de metodología de trabajo para debatir este tema puntual.

En este momento, al no haber un protocolo específico en funcionamiento, independientemente de él, con o sin protocolo en la Cámara, las reuniones informativas están habilitadas por el artículo 114 bis del reglamento.

En ese sentido, como en todas las reuniones informativas que se han hecho aquí, pensamos que era adecuado que puedan empezar a expresarse los distintos diputados y diputadas integrantes de las cuatro comisiones para que no sea un debate exprés sino extendido, en el que cada legislador y legisladora pueda expresarse, independientemente de que no podemos dictaminar hasta tanto no se establezca el protocolo; entendemos que eso será la semana próxima.

Por otra parte, diputada Camaño, fue una cuestión de buena voluntad el utilizar las reuniones informativas -que no hay ningún inconveniente para hacerlo-, para que los diputados integrantes pudieran expresar sus posiciones, sus opiniones y que todos pudieran intervenir el tiempo suficiente.

Por esa razón, están previstas reuniones informativas para hoy y mañana en las que puedan intervenir los diputados integrantes de la comisión, y la semana próxima, ya con el protocolo y las reglas establecidas, proceder a dictaminar.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Me pidió la palabra la diputada Cerruti.

- Luego de unos instantes.
SRA. PRESIDENTA MOREAU Está muteada y no se la escucha. Ahora la contactan de mesa de ayuda para resolver el problema.

Para este mismo tema, solicitó la palabra la diputada Del Plá.

SRA. DEL PLÁ Buenas tardes a todes.

Claramente ayer se conversó sobre la necesidad de iniciar el intercambio entre diputadas y diputados con el objetivo de no demorar y aprovechar el tiempo disponible.

La jornada de hoy estaba prevista al menos hasta las 19 y considero muy importante que empecemos a intercambiar las posiciones, los agregados y reformas que cada diputado y diputada tenga. Creo que ya se ha armado una lista de oradores con un tiempo prudencial de exposición y comparto la opinión de algunos diputados y diputadas que intervinieron anteriormente respecto a que sean 5 o 7 minutos que nos permitan redondear las ideas.

Por lo tanto, no veo ningún obstáculo en que comencemos con el intercambio y emitiremos dictamen el miércoles con las condiciones que se hayan discutido.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la diputada Cerruti.

- Luego de unos instantes.
SRA. PRESIDENTA MOREAU Sigue sin audio.

Tiene la palabra la diputada Lospennato.

SRA. LOSPENNATO Señora presidenta: sinceramente, me sorprende el planteo porque solo hay que buscar el trabajo que hicimos durante el mes de abril -en el que la Cámara funcionó en sesiones informativas- y el que hicimos con la diputada Camaño en la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario. No tendríamos protocolo si hubiéramos establecido una regla por la que no era posible debatir entre diputados sin la existencia del protocolo.

Claramente, no se puede dictaminar. Sin embargo, hemos debatido en varias sesiones -cuyas versiones taquigráficas están a disposición de todos los legisladores-, respecto de cómo íbamos a funcionar con el protocolo. Recién después de que terminamos un extenso debate, de por lo menos tres reuniones nuestras más dos de la Comisión de Labor Parlamentaria -todas ellas de manera virtual- pudimos llegar a un acuerdo en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento.

Por otra parte, tampoco es cierto que no teníamos proyecto. Teníamos un proyecto de resolución en discusión y simplemente, el día en que se citó a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento -debo decir que en una reunión de comisión bastante rápida- se expuso el trabajo que se venía realizando, se aprobó el protocolo y se llevó a la sesión. A partir de ese momento, todos sabemos cómo funcionó la Cámara hasta el día de hoy.

Es decir, no existe en absoluto ninguna contradicción con el trabajo. Es más, diría que este planteo contradice la tarea que veníamos realizando. Nadie dice que no podamos dictaminar, pero ahora estaríamos sentando un precedente diferente al que nos dimos en la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario, y además durante las visitas de varios funcionarios del Poder Ejecutivo en las que luego se dio el debate entre los legisladores.

Por eso, lo que estamos haciendo ahora, en el marco de esta sesión informativa después de que han informado las personas que vinieron a dar sus testimonios, es seguir el debate entre los diputados; cuando esté resuelto el mecanismo para emitir dictamen, se convocará con dicho mecanismo para hacerlo.

Realmente, no veo nada que contradiga lo que hemos hecho durante el mes de abril y hasta la aprobación del protocolo el 8 de mayo; ese fue el procedimiento.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la diputada Cerruti.

- Expresiones incomprensibles por dificultades en el audio.
SRA. PRESIDENTA MOREAU Tiene la palabra la diputada Álvarez Rodríguez.

SRA. ÁLVAREZ RODRÍGUEZ Señora presidenta: creo que todas y todos tenemos en claro que no se está dando tratamiento al expediente, sino que estamos permitiendo que los diputados y diputadas podamos expresarnos, intercambiar opiniones y dar nuestros puntos de vista con el tiempo necesario para escuchar todas las voces.

De manera conjunta están trabajando cuatro comisiones y tenemos muy en claro que no se están tratando los expedientes ni tampoco se está avanzando en el dictamen. Por lo tanto, creo que en este acuerdo de bloques podemos avanzar en esta tarea, que no implica que avancemos en el tratamiento de expedientes ni en su dictamen.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Habiendo dejado sentada la posición de todos los diputados, queda en uso de la palabra el diputado Alderete.

SR. ALDERETE Señora presidenta: las mujeres abortan desde hace miles de años, independientemente de la religión, de sus creencias e incluso, a sabiendas del riesgo de muerte que conlleva esa práctica.

Por lo tanto, insistimos en que frente a algo que sucede inexorablemente es justo que se legalice para que las mujeres dejen de morir. Abordar este problema de salud pública y resolverlo en favor de las mujeres del pueblo, implica avanzar en la legalidad, en la legalización del aborto.

Es decir, no estamos a favor del aborto en sí mismo, sino en contra de la clandestinidad y de las injusticias sociales que -de hecho- son generadas por esa práctica, ya que aquellas mujeres que cuentan con los recursos necesarios pueden abortar en clínicas privadas mientras que las que no, están condenadas a realizarse prácticas inseguras y poco higiénicas que ponen en riesgo su vida.

Con la legalización del aborto solo accederán a esta práctica de manera voluntaria las mujeres que así lo necesiten. Ninguna mujer estará obligada o será forzada a abortar ya que esto incluso está penalizado.

Estoy convencido de que necesitamos presupuestos y avanzar en políticas de prevención y anticoncepción. Sin embargo, insistimos en que legalizar el aborto es muy importante porque evitará la muerte de mujeres humildes que, de manera insegura, ponen en riesgo su vida en la clandestinidad.

En tal sentido, no debe haber una muerta más ni por femicidio ni tampoco por abortos clandestinos. Es fundamental garantizar la educación sexual para que las mujeres puedan decidir, como así también es necesario que existan políticas activas de salud sexual y la distribución de anticonceptivos para evitar los abortos.

Además, es muy importante destacar que junto a la ley de interrupción voluntaria del embarazo se está discutiendo la ley de atención y cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia, conocida como la Ley de los Mil Días, ya que para que exista el derecho a decidir, se deben garantizar las condiciones necesarias para que cualquiera pueda continuar con su embarazo en cualquier contexto, si así lo desea.

Fundamentalmente, es necesario terminar con la clandestinidad y que se legalice el aborto, para que las mujeres dejen de morir. En ese sentido, trabajaremos para que se pueda aprobar la mejor ley para las mujeres de nuestro país.

SRA. PRESIDENTA MOREAU Quiero informarles que figuran en la lista de oradores las diputadas Brawer, Campagnoli y Estévez. En este momento son las 18 y 15, propongo que hasta las 18 y 30 los señores diputados tengan tiempo para anotarse, y si no lo hacen en ese horario quedan habilitados para el día de mañana.

Tiene la palabra la diputada Brawer.

SRA. BRAWER Nuevamente, buenas tardes a todas y a todos.

Formar parte de esta reunión me recuerda mucho al año 2018, cuando tuve el honor de participar como expositora -no como diputada- del debate que se dio en este Congreso. En esa oportunidad dije que me alegraba muchísimo participar porque el hecho de que se hubiera instalado en la agenda pública el debate sobre el aborto era un paso fundamental para terminar con la hipocresía que siempre sojuzgó, juzgó y discriminó a las mujeres.

Si bien hoy estamos reunidos de manera virtual, en el edificio del Congreso, en su hermoso hemiciclo y a lo largo de la historia, se ha hablado mucho de las mujeres y de nuestra autonomía.

En este Congreso se debatió acerca de si las mujeres teníamos derecho a trabajar sin permiso del varón, si teníamos derecho a disponer de nuestros bienes, si debíamos criar a los hijos -sin tener las responsabilidades de lo que antes se llamaba patria potestad sobre ellos-, si podíamos o no votar y si podíamos o no ser elegidas.

En este Parlamento se discutieron las leyes de paridad, de cupo femenino y siempre la pregunta fue acerca de los derechos y de la autonomía de las mujeres. En ese sentido, estos debates se repiten y volvemos a escuchar discursos al respecto.

Sin embargo, quiero decir que si bien muchas cosas se mantienen iguales muchas otras han cambiado, fundamentalmente en relación con el debate de 2018. La situación es la misma en cuanto a que las mujeres seguimos abortando en condiciones inseguras, que miles llegan a los hospitales con daños en su salud y que muchas mueren por abortos inseguros.

Por otra parte, veo con mucha alegría que la situación sea la misma que en 2018, porque hay miles y miles de mujeres que en su momento estaban en la calle reclamando por sus derechos -la hermosa marea verde- y ahora, durante la pandemia y porque queremos cuidar de nuestra salud, esa misma marea verde está un poquito en la calle, pero muchísimo en las redes sociales. Justamente, de salud pública hablamos cuando nos referimos al derecho al aborto.

Considero que de la misma forma que algunas cuestiones permanecen iguales, en cuanto a la historia de este Congreso y al debate de 2018, en este año 2020 no discutimos solamente aborto sí o aborto no, ya que como dije, los abortos se hacen igual y sabemos que las obligaciones de la salud pública son indiscutibles.

Por eso aquí estamos debatiendo cómo se van a llevar a cabo estas políticas públicas en materia de salud para quienes quieren interrumpir su embarazo y para acompañar fuertemente a aquellas personas que quieren llevar adelante ese embarazo.

Otra diferencia con el 2018 es que hoy no se trata de un Estado observador, de un Estado que mira el debate como se mira una discusión en la televisión pública.

Ahora estamos ante un Estado presente, que quiere hacerse cargo de estos problemas, que escucha, que tiene sensibilidad frente a las mujeres que sufren, que tienen miedo de continuar su embarazo porque no tienen los recursos o porque no tienen quién las acompañe, y les da respuesta.

También un Estado presente entre aquellas mujeres que quieren decidir interrumpir su embarazo y que no quieren poner en riesgo su salud ante un aborto clandestino.

Las muertes maternas se pueden prevenir y esa es la obligación del Estado. No puede ser una propuesta obligar a una mujer a continuar un embarazo durante nueve meses. Eso es una violación a los derechos humanos. No conozco a ninguna de las mujeres y los varones que proponen esto de continuar el embarazo y luego darlo en adopción, que piensen eso para sí mismos o para sus hijas. Como dije la otra vez, no seamos hipócritas en estos temas.

Reitero, hay una enorme diferencia con el 2018 que tiene que ver con algo que todos entendemos bien, que es que ahora nos hacemos cargo.

Por esta razón, celebro, me emociona volver a estar acá y deseo que el proyecto sea ley.

SRA. PRESIDENTA CARRIZO Tiene la palabra la señora diputada Campagnoli.

SRA. CAMPAGNOLI Señora presidenta: me gustaría hablar un poquito de las exposiciones que escuchamos.

En las mismas, durante estos últimos tres días, pudimos oír una variedad de posturas a favor y en contra. Sin embargo, los que expusieron mostraron que no hay homogeneidad en el abordaje ni jurídico, ni médico, ni social del tema en cuanto a la necesidad de aprobar este proyecto o sobre las consecuencias y efectos que traería legalizar el aborto voluntario. Esto refleja fielmente lo dividida que está la sociedad en este tema.

Antes de exponer mi posición, que es conocida, manifiesto que creo firmemente en la importancia de la autonomía de la mujer y en lo fundamental de trabajar en políticas públicas para erradicar toda violencia contra la mujer y trabajar en pos de la igualdad de género.

También considero primordial que, en un país con más de 8 millones de niños y niñas en la pobreza, trabajemos en forma urgente en políticas públicas para la infancia.

Desde que asumí como diputada, hace dos años, casi tres, presenté proyectos para reformar la Ley de Educación Sexual Integral, con los fines de ampliar y buscar una aplicación de la norma en cada rincón de nuestro país. También propuse la reforma de la Ley de Salud Sexual para que hombres y mujeres puedan, efectivamente, acceder a métodos anticonceptivos y de protección. Además, presenté algunas reformas a la ley vigente de adopción y con la diputada Fregonese presentamos un proyecto de protección integral de las mujeres embarazadas y personas gestantes, con preceptos bastante más amplios de los que propone el Poder Ejecutivo en la Ley de Los Mil Días, proyecto que presenta conjuntamente con la ley de legalización de aborto. Algo que suena un poco oportunista al presentarlo conjuntamente.

En el mismo sentido, con la diputada Gaillard hemos trabajado en la Comisión de Legislación Penal sobre distintos abordajes de la perspectiva de género que necesita nuestro derecho penal.

Esto nos presenta una falsa dicotomía que se sigue manteniendo, en el sentido de si somos pro derechos O si somos anti derechos.

Pero me gustaría resaltar lo que manifestó la jurista Úrsula Basset y, para ello, la cito textualmente. Dice así: "El proyecto está peligrosamente moldeado por una matriz patriarcal. Dice que empodera a la mujer porque le da derecho a decidir, pero ese modelo es el de una mujer dueña de su cuerpo, como el hombre, un modelo del hombre que puede elegir no cargar con el peso de la filiación porque lo deposita afuera de su cuerpo, en el de la mujer.

"La paradoja es la profunda crisis de identidad del feminismo si el modelo de mujer independiente copia o emula el de los hombres o si elige valorar su identidad de mujer, orgullosa de su diferencia".

Tanto en las exposiciones del Poder Ejecutivo como en la de los invitados se abordó que la despenalización de la mujer y la reducción de la mortalidad materna por abortos clandestinos estaban en contradicción.

En cuanto a la despenalización del aborto, debemos aclarar que este proyecto no despenaliza a la mujer. A pesar de las afirmaciones respecto a que el derecho penal fracasó, al igual que lo que hemos votado en 2018, el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo no propone un cambio de paradigma en este sentido, sino que nos obliga a seguir manteniendo esta problemática dentro de la órbita del derecho penal. No solo porque no deroga ni un solo artículo, sino especialmente porque mantiene la penalización de la mujer en el artículo 88. Eso sí, baja las penas, pero no evita que el proceso penal se inicie y que la mujer sufra las consecuencias de la judicialización y persecución penal.

El sistema por causales se mantiene. Lo único que hace este proyecto es incorporar una nueva causal que es el aborto voluntario con un límite temporal.

En ese punto, justamente, no estoy de acuerdo. No discriminamos, no despenalizamos, sino que otorgamos una solución muy dañina para los casos en que la educación y el acceso a la salud falla, en los que el Estado llega tarde. Aun así, el derecho penal sigue presente.

Vuelvo a hacer mención a la intervención de la doctora Úrsula Basset cuando dice que "la difusión gratuita y amplia de anticonceptivos lo que recuperó para la mujer fue el dominio absoluto de su cuerpo y nos permitió comenzar a decidir si veíamos o no a la maternidad como parte de nuestro proyecto de vida".

En esta discusión estamos.

En la sesión maratónica que tuvimos el lunes, pedí un apartamiento del reglamento para tratar un pedido de informes del Fondo de Población de las Naciones Unidas, que decía que, en el marco de la pandemia, al menos 714.000 mujeres argentinas dejaron de adquirir los métodos anticonceptivos que utilizaban, y que 380.000 mujeres dejaron de recibir del Estado los métodos anticonceptivos que les estaba proveyendo. Es decir que este año se distribuyeron un 70 por ciento menos de preservativos de distinta índole en comparación con el 2019.

Entonces, en total, más de un millón de mujeres han visto interrumpidos sus tratamientos preventivos para la anticoncepción.

¿En este contexto en que no estamos dando las herramientas necesarias para la prevención debatimos aborto libre como solución?

Por último, en cuanto a la mortalidad materna y el eslogan "Las ricas abortan, las pobres mueren", una vez más pido sinceridad en el debate.

Nos piden a quienes estamos en contra de este proyecto que no nos dejemos guiar por nuestros principios, por nuestras convicciones, que pensemos en la sociedad y que hablemos de políticas públicas.

Tienen razón, pero le pido lo mismo al otro lado. Porque, sincerémonos, lo que se busca con este proyecto es avanzar con una visión de la autonomía de las mujeres desde la perspectiva que considera que eso se alcanza otorgando a las mujeres el derecho a abortar en forma irrestricta. Pero no quieran hacernos creer que esta es la mejor y la única manera de resolver la mortalidad materna en nuestro país. ¿Por qué? Porque este proyecto de ley no soluciona la desigualdad social en el acceso a la salud y a la educación. Si el aborto es legal y gratuito, pero no mejoramos en forma prioritaria todo el resto del sistema, las mujeres pobres van a seguir accediendo a abortos más inseguros que las mujeres ricas.

Con esta ley tanto las mujeres pobres como las mujeres ricas van a tener en el papel el derecho a abortar libremente; sí, es verdad. Pero es mentira que con eso basta para que aborten en las mismas condiciones de seguridad.

En la reunión informativa de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, cuando se trató el proyecto sobre el Programa de Los Mil Días, la directora de salud clínica perinatal, Gabriela Bauer, resaltó a lo largo de toda su exposición que, tanto para el caso de mortalidad infantil como materna el número tiene una gran y amplia fluctuación en función del contexto social de las personas y de la jurisdicción en la que viven.

Además, también hemos visto que el aborto espontáneo y el inducido no son aquellos que cuestan la mayor cantidad de muertes maternas.

¿Eso significa que no es razón para ocuparse de ellos? No, una muerte por razones evitables es suficiente para que el Estado intervenga, pero en un país con muchísimas falencias y con mucho por hacer para mejorar la vida de la gente, debemos establecer prioridades.

En todo caso, debemos asumir que esta ley que se propone no va a solucionar el problema de la mortalidad materna. Cuando de muertes maternas se trata, el 55 por ciento son por causas obstétricas, directas, tales como sepsis, trastornos hipertensivos o hemorragias posparto. ¿Y quienes creen que forman ese 55 por ciento? ¿Las mujeres de Capital Federal, que tienen a sus hijos en las mejores clínicas privadas del país? No. Las mujeres, en Argentina, mueren por no acceder a tiempo a los servicios de salud.

No debemos engañar a la población. Para disminuir la mortalidad materna se necesita un abordaje integral para combatir las causas. Todas las causales son importantes, pero con nuestras condiciones actuales, sancionando esta ley, no solo no se reducirán las causales de mortalidad materna en general, sino que tampoco se reducirán las muertes por aborto.

Por eso creo y exhorto a las diputadas y diputados, que nos paremos en las coincidencias que tenemos para empoderar a la mujer, para trabajar por una mejor educación sexual integral, para empoderar a la mujer en capacidades laborales, pero no sigamos parándonos en lo que nos divide porque no van a solucionar el problema de fondo.

Muchas gracias por esta oportunidad que tuvimos para exponer y para escuchar expositores.

SRA. PRESIDENTA CARRIZO Antes de darle la palabra a la diputada Gabriela Estévez, quiero hacer una breve aclaración porque hay varios colegas, diputados y diputadas integrantes de las comisiones que tienen alguna incertidumbre y están un poco confundidos y la idea es que quede bien claro qué estamos haciendo hoy.

Hoy empezamos a escuchar la opinión de diputados y diputadas después de dos días de un debate absolutamente profundo, interesante y elevado.

Hoy no tratamos los proyectos en sí. No se modifica nada. No se empiezan a tratar los proyectos. Eso va a ocurrir el miércoles.

Quiero recordar que esto es un acuerdo de las ocho autoridades que integran las cuatro comisiones que tratan el proyecto. En esas comisiones hay diputados que estamos a favor de la legalización y diputados y diputadas que están en contra de la misma. Pero hay un acuerdo unánime de empezar a recoger las opiniones para que todo el mundo tenga opinión de ir formando, de ir canalizando un poco las excelentes exposiciones que tuvimos en dos días continuados.

Quiero dejar eso bien en claro.

Tiene la palabra la señora diputada Estévez.

SRA. ESTÉVEZ Señora presidenta: principalmente quiero valorar esta instancia tan enriquecedora donde hemos escuchado diferentes especialistas de distintas áreas de la salud, del derecho e incluso a autoridades de diferentes cultos que han expuesto su postura en un ámbito absolutamente democrático y plural, con una valoración de cada una de sus exposiciones y un respeto absoluto. Algo que creo que hace honor a esta casa de la democracia y que es absolutamente necesario. Si hay un tema sensible para la discusión en nuestra sociedad es todo lo que tiene que ver con la autonomía, fundamentalmente la vinculada a las mujeres y a las disidencias.

En este proyecto que estamos discutiendo aquí, del cual hemos escuchado múltiples valoraciones, recalco un punto en particular que tiene que ver con la valoración de los proyectos de vida.

Escuchaba recién la exposición de la diputada que me antecedió en el uso de la palabra e, independientemente de que estamos paradas en distintos lugares, porque yo soy partidaria del acceso a este derecho y la diputada tiene una mirada diferente, hay muchos conceptos en los que coincidimos.

Creo que también se trata de esto. Es decir, de poder poner en discusión los puntos de vista de cada una de nosotres. A partir de ahí, podemos sacar una conclusión que permita profundizar en algo que está pendiente en este país y que es una deuda que tiene la democracia. Me refiero a profundizar en los derechos de las mujeres y las disidencias, particularmente en lo que tiene que ver con la posibilidad de construir un proyecto de vida.

Para poder construir un proyecto de vida tenemos que garantizar el acceso a los derechos humanos fundamentales, y uno de ellos es el derecho a la salud.

La verdad es que, en este momento, nos vemos limitadas en cuanto a poder construir nuestros proyectos de vida con las condiciones que tenemos en cuanto a la imposibilidad de acceder al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y a poder acceder al derecho a la salud integral.

Esa es una realidad que también tenemos que poner en discusión.

Está claro que ninguna de nosotres, incluso quienes estamos a favor del acceso a este derecho, no queremos el aborto. Creemos que es la última opción, que en el medio hay muchas otras opciones que tienen que ver con muchos otros derechos y que también debemos profundizar, como el derecho a la educación sexual integral, como el derecho a poder acceder a todo tipo de medidas de protección para poder decidir si queremos o no ser madres en términos de acceso a métodos anticonceptivos.

Pero la realidad es que, aun teniendo todas estas posibilidades que no están garantizadas en este momento ni desde hace mucho tiempo, los embarazos se suceden.

Cuando los embarazos son no deseados, las mujeres y las personas con capacidades de gestar acuden a interrumpir sus embarazos en condiciones inseguras en muchos casos y siempre en la clandestinidad. Esto también significa un riesgo a la salud que no estamos considerando. Aunque, transversalmente, en alguna de las exposiciones se trató la cuestión.

Pero también está la salud emocional. La clandestinidad, ese estigma que está por sobre la clandestinidad, afecta directamente nuestra salud emocional, porque tenemos que hacerlo ocultamente, en soledad, con el miedo de poder ver nuestros cuerpos judicializados y con el riesgo -aun cuando podamos acceder a una clínica privada o a una práctica en teoría segura o a la práctica medicamentosa-, de que si tenemos algún tipo de complicación no podemos ir al sistema de salud público porque nos pueden denunciar y judicializar nuestros cuerpos.

Entonces, aquí hay varias cosas que tenemos que poner en discusión. Una es: si estamos hablando del empoderamiento y del derecho a decidir de las mujeres y de las personas con capacidades de gestar, también tenemos que poner en discusión que también tenemos derecho a construir nuestro propio proyecto de vida. Y eso tiene que ver también con decidir cuándo, cómo y de qué manera maternar.

Esto también hay que ponerlo en discusión, porque es una cuestión profundamente política que tiene que ver con esto que decimos tanto las feministas de que lo personal es político.

Elegir cuándo, cómo y de qué manera maternar tiene que ver con esto y con la construcción de nuestros proyectos de vida.

Tenemos que poner en consideración que no poder tomar este tipo de decisiones, en primer lugar, conlleva una profunda falta de empatía. Pero también significa una mirada absolutamente cruel hacia las mujeres y hacia las personas con capacidad de gestar, porque en definitiva se terminan tomando decisiones por sobre la vida y sobre la autodeterminación de las personas con capacidades de gestar, culpabilizándolas si se cometió un error y se está llevando adelante un embarazo no deseado y diciéndoles que tienen que transitarlo por más que esa no sea la decisión, porque así está establecido y porque, en caso contrario, claramente tienen una penalidad.

Creo que tenemos que dejar de lado ciertas hipocresías, y entender que si queremos hablar verdaderamente del empoderamiento de las mujeres y las disidencias, tenemos que considerar las posibilidades y la responsabilidad de cada una de las mujeres y de las personas con capacidades gestantes, con el fin de poder construir nuestros propios proyectos de vida y desarrollarlos. Y para eso, el Estado debe estar siempre presente, acompañando. Esto debe ser así, sea cual sea la decisión que la persona tome. Hoy, esto no está sucediendo.

Hoy lo que tenemos son medidas y políticas que acompañan a la persona que decide llevar adelante su proyecto de vida, en el caso en que decida maternar. Estas políticas están; son políticas que desarrollaron claramente Néstor y Cristina, con la asignación universal por embarazo, la asignación universal por hijo, y todos los programas de acompañamiento que continúan vigentes.

Sin embargo, en el caso de que las personas con capacidad de gestar tomen otra decisión, lo único que existe es la clandestinidad, la soledad y la estigmatización.

Es en este punto donde me quiero enfocar. Si estamos hablando de promover derechos, de profundizar la democracia, también tenemos que hablar de no seguir llevando adelante este tipo de prácticas, que son crueles hacia las decisiones de las mujeres y de las personas con capacidad de gestar, y que constriñen determinantemente sus decisiones.

Asimismo, el Estado debe tutelar. Pero, en este caso, no tutela acompañando, sino que está tomando decisiones sobre la vida de estas personas.

En este sentido, creo que tenemos que quitarnos de arriba algunos prejuicios y creencias vinculados a ciertos preceptos morales, y ponernos a pensar que si queremos construir un futuro en el cual cada une pueda pensar cuál es su proyecto de vida, en el cual hablemos del ejercicio pleno de la democracia, de los derechos, si queremos construir ese futuro que nos reclaman las nuevas generaciones -que están movilizadas, en la calle-, que en 2018 nos han demostrado que quieren que los representemos y le reconozcamos el derecho al aborto -que es absolutamente genuino-, debemos reconocer ese derecho.

Porque además nosotros tenemos la responsabilidad de legislar no solo para el ahora, sino para las próximas generaciones, ya que las leyes no se hacen pensando solo en lo inmediato, sino también pensando hacia futuro.

Las nuevas generaciones nos reclaman el derecho al aborto, y este es totalmente válido. Porque cada une tiene el derecho -y por eso hemos transitado todo lo que hemos transitado en la construcción de derechos de las mujeres y las disidencias-, de tener y construir su propio proyecto de vida, y hacerlo con el acompañamiento del Estado.

Creo que este proyecto de ley contempla esto último; creo que lo que este proyecto hace es quitar todo tipo de crueldad, valoración y juzgamiento sobre la vida de las mujeres y las personas con capacidad de gestar, lo cual es un paso muy importante; creo que este proyecto reconoce en profundidad el derecho humano a la salud integral, cuestión que es absolutamente necesaria, y que nos reclama la sociedad. Esta sociedad nos pide que nosotres -que hoy tenemos la responsabilidad de representar a la gente- nos hagamos cargo y dejemos de lado todo tipo de cuestionamientos morales y personales, y que pensemos en lo que verdaderamente ella nos está reclamando: tener realmente la posibilidad de decidir de manera democrática cuál es nuestro camino, cuál es la construcción del proyecto de vida que cada una de nosotras quiere llevar adelante.

SR. PRESIDENTE YEDLIN No habiendo para hoy más expositores, vamos a cerrar la reunión de hoy agradeciéndole, por supuesto, a todas las diputados y diputados que nos han acompañado, tanto a través del Webex, como a aquellos que se han acercado al salón Parodi.

Queremos reiterar: aquellos que estén en la zona y que quieran acercarse, pueden hacerlo, ya que según el protocolo de sanidad de la Cámara las condiciones están dadas para esto; hay lugar para muchos de ustedes. Hoy, por ejemplo, hemos tenido la visita de Máximo Kirchner, y también de algunos diputados del interior.

Mañana a las 11, en el comienzo de la reunión, les pasaremos por el sistema el Webex. Ya tenemos anotados para hablar a muchas diputadas y diputados para, de esta manera, seguir con el tratamiento de este proyecto de ley; y por la tarde, seguramente a las 15, continuaremos con la reunión. Ahí ya estaríamos contando con algún protocolo definido para hablar de dictamen, y dictaminaríamos el miércoles de la semana que viene.

Para concluir, deseo agradecer el trabajo de todos los presidentes y vicepresidentes de las distintas comisiones, como así también a la gente de la Cámara: al personal técnico; y a la gente del servicio de Modernización.

Es la hora 18 y 44.