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LEGISLACION GENERAL

Comisión Permanente

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Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO

Miércoles 16.00hs

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  • LEGISLACION GENERAL
  • FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

Reunión del día 15/04/2010

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En Buenos Aires, a los quince días del mes de abril de 2010, a la hora 10 y 26:
SRA. PRESIDENTA IBARRA Si bien no estamos dando comienzo formal a la reunión porque estamos esperando completar el quórum, quiero decir que tanto el año pasado como éste, en que tratamos proyectos en forma conjunta las comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, hemos trabajado manteniendo el pluralismo y el respeto.

Las presidentas de ambas comisiones tienen un acuerdo desde el inicio de este debate: mantener el respeto, que no haya provocaciones y que todos y todas tengan derecho de participar.

Sin embargo, como esta es una reunión de diputados y diputadas en ejercicio de la representación popular, le voy a pedir al público asistente a la reunión que sea respetuoso de la representación que se está ejerciendo y que se corra un metro hacia atrás para que los diputados puedan trabajar. Lo mismo pido a la gente que está detrás de nosotras. Salvo los asesores de los diputados y diputadas, pido a todo el público que se corra de forma tal que podamos trabajar.



- Luego de unos instantes:
SRA. PRESIDENTA IBARRA Esta Presidencia informa que la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia ya cuenta con quórum y que faltan dos diputados para que la Comisión de Legislación General también reúna el quórum. (Aplausos.)

Luego de unos instantes:
SRA. PRESIDENTA IBARRA Para ver si tenemos o no el quórum, voy a leer la lista de los señores diputados presentes.

De la Comisión de Legislación General, se encuentran presentes Vilma Ibarra, María Cristina Regazzoli, Norberto Erro, Celia Arena, Verónica Benas, Mónica Fein, Gerardo Milman, Juan País, Alejandro Rossi y Juan Carlos Vega. ¿Hay algún otro integrante de esta comisión?

SR. TUNESSI Yo, señora presidenta.

SR. MORÁN Yo, Juan Carlos Morán, también integro la Comisión de Legislación General.

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tenemos quórum.

- Varios señores hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA IBARRA La Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia también tiene quórum.

Nos faltaba un diputado de la Comisión de Legislación General pero ya se ha completado el quórum. Tenemos trece diputados. (Aplausos.)

Habiéndose reunido el quórum, damos inicio a esta reunión conjunta entre las comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia.

Ponemos a consideración los proyectos de ley contenidos en los expedientes 1737-d-2009 y 0574-d-2010, que modifican diversas normas del Código Civil para dar a las parejas del mismo sexo la posibilidad de contraer matrimonio.

Antes de hacer otras consideraciones y habiendo quórum de las dos comisiones, como cuestión previa quiero plantear un pedido de la diputada Verónica Benas, quien debe viajar a Andalgalá en misión oficial por medio de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías. Ella ha manifestado su voluntad de firmar el dictamen.

Existe una propuesta de dictamen que formula la presidenta de la Comisión de Legislación General -que es una unificación con el proyecto de la señora diputada (m.c.) Augsburger y que ha sido consensuado entre diputados de los distintos bloques-, el cual deja firmado la señora diputada Benas -reitero, habiendo quórum de las dos comisiones-, y solicita autorización para retirarse.

Si hay asentimiento, se procederá en la forma indicada.

- Asentimiento.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Antes de dar comienzo al tratamiento de los proyectos vamos a hacer dos o tres planteos previos. El primero, reiterar las normas de convivencia. Nosotros sabemos que acá hay personas de opiniones encontradas.

El tema que estamos tratando está vinculado con la igualdad de derechos y las personas que estamos aquí tenemos distintas posiciones frente al mismo.

Precisamente, hablando de igualdad, la idea es poder convivir todos en el mismo lugar, en igualdad y bajo las mismas normas.

Por ello vamos a pedir a todas y todos los presentes que se traten con respeto, con igualdad y acatando las mismas normas de convivencia y respeto que establecimos en común las señoras diputadas Rucci y yo, presidentas de las dos comisiones, en la primer reunión conjunta que realizamos.

Hoy reiteramos el pedido de absoluto respeto y aclaramos que, por supuesto, ninguna de las dos presidencias va a tolerar ningún tipo de falta de respeto, de insulto, actitud impropia o de mala conducta en este lugar.

Por otro lado quiero plantear que hoy fueron convocadas las comisiones para dictaminar -si es que los diputados y diputadas tienen vocación de firmar el dictamen- sobre los dos proyectos mencionados que ya tuvieron tratamiento en diversas reuniones.

Estamos repartiendo también una carta elaborada por la Comunidad Homosexual Argentina en apoyo a la firma de los dictámenes por petición de dicha comunidad.

Por otro lado, las autoras de los dos proyectos en consideración, la diputada mandato cumplido Silvia Augsburger -cuyos cofirmantes son los señores diputados Di Tullio, Gorbarcz, Marcela Rodríguez, Rico, Carlotto, Macaluse, Morandini, Claudio Lozano, Areta, César, Bonasso, Cortina y Barrios- y la señora diputada Ibarra -cuyos cofirmantes son los señores diputados Iturraspe, Stolbizer, Storani, Merchan, Sabbatella, Agustín Rossi, Parada, Basteiro y Rivas-, hemos logrado un dictamen unificado.

Básicamente, los dos proyectos tenían exactamente el mismo sentido y sólo había cuestiones técnicas de redacción. De manera que ambos proyectos se unificaron en un único proyecto y las organizaciones sociales, que son las comunidades interesadas en las modificaciones de estos artículos del Código Civil y de otras leyes, ya lo vieron.

Asimismo distribuimos los proyectos entre los diputados para ver si había propuestas de modificación a los mismos. En ese sentido tenemos que agradecer a la diputada Chieno porque nos hizo llegar dos o tres modificaciones muy pertinentes que fueron incorporadas al proyecto de dictamen.

Dicho esto voy a abrir la lista de oradores y si hay consenso pasaremos a firmar el dictamen.

Quiero dejar aclarado que la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia hizo una reunión la semana pasada donde se acordó hacer estar reunión conjunta con la Comisión de Legislación General.

El temario del día de hoy entonces es tratar estos dos proyectos. La idea es escuchar todas las posiciones de los diputados y diputadas y luego emitir dictamen.

Se abre la lista de oradores. El secretario de la comisión va a tomar nota de los que quieran participar.

Tiene la palabra el señor diputado Vega.

SR. VEGA Señora presidenta: tengo que retirarme pero adelanto mi voto afirmativo...(Aplausos.)...con disidencias parciales.

Sin embargo, quiero hacer una aclaración y les pediría que no me aplaudan. Soy de los que creen que en la Argentina existe una matriz cultural profundamente autoritaria que creo es la que hay que dejar de lado.

Creo que la dialéctica amigo-enemigo no debe funcionar más en mi país, sobre todo en estos temas de alta sensibilidad ética, religiosa y familiar que hace a conciencia y a convicciones. Debe entenderse que aquí nadie tiene definitivamente la razón, que aquí quien vote a favor o en contra de un proyecto determinado lo está haciendo con enorme esfuerzo de convicciones y de conciencia y con grandes dudas en mi caso. Creo que una de las más graves enfermedades que tiene la cultura argentina es justamente el autoritarismo y en estos temas menos aún debemos dejarnos llevar por esa dialéctica amigo-enemigo. No pido que me aplaudan los que están de acuerdo y rogaría que no me silben los que no están de acuerdo, que sepan que voto a conciencia, pero que tengo dudas, como debemos tenerlas todos. Le pediría a los diputados que me escuchen aun cuando no estén de acuerdo conmigo.

Lo segundo que quiero decir es que mi voto lo resuelvo conforme a una ética laica. Creo que la ética no es patrimonio de las religiones. Creo que existe lo que se llama la ética laica que está basada en compromisos con la democracia y con los derechos humanos. No es la ética -insisto- patrimonio de las religiones. Mi voto lo decido conforme esto que yo considero ética laica, pero que es la ética, en última razón, de los Evangelios.

Yo admito que disientan de mí, pero, por favor, si el disenso existe que no lo griten, porque creo que el grito no es una forma de expresar razones. Es posible que me equivoque, pero les pido simplemente que me escuchen porque tengo la obligación de fundar mi voto. Creo que el Estado...

SRA. PRESIDENTA IBARRA Le voy a pedir que se dirija a la Presidencia. No vamos a dialogar con el público. El público participa, porque son sesiones públicas, pero aquí debatimos los diputados y la diputadas.

SR. VEGA Creo que el Estado, esto es la ley, no tiene ninguna razón, ningún derecho para privarle de una legitimidad a dos personas que se quieren. En última instancia ése es el fundamento final de mi posición. No soy quién para negarle el derecho a dos personas que se quieren, que se aman, a vivir juntas en un espacio que no sea de marginalidad y que no sea de discriminación.

Este es el último fundamento de la ética laica. ¿Por qué voy a disentir parcialmente de este proyecto? Por razones de técnica legislativa. Mi apoyo a la política legislativa es total, es a conciencia, es la ética laica, pero disiento de la técnica legislativa. Creo que la técnica legislativa no es acertada. Creo que introducir 43 artículos al Código Civil argentino va a terminar quebrando la sistémica del Código Civil, va a generar enormes confusiones interpretativas en los jueces, que son los que van a tener que pronunciarse sobre muchas cuestiones emergentes de esta ley y creo que los jueces, frente a cualquier conflicto interpretativo, van a terminar inevitablemente decidiendo en contra de los valores jurídicos que queremos proteger, porque no creo que el pensamiento jurídico argentino esté preparado para soportar este tipo de leyes.

Por eso, mis disidencias -que las ampliaré en el plenario de la sesión o donde sea- están dirigidas a la cuestión técnica legislativa que creo es incorrecta.

Este tema debería haberse solucionado con cuarto artículos, y llamo nuevamente al análisis razonable en respeto de las distintas posiciones porque me gustaría firmar el dictamen con disidencias y poder retirarme a Córdoba.



SRA. PRESIDENTA IBARRA Por supuesto. En este momento se le acerca el dictamen para que lo firme como lo ha planteado, señor diputado.

Esta presidencia quiere informar que tenemos 17 diputados presentes por la Comisión de Legislación General y 22 por la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. De manera que tenemos quórum completo en ambas comisiones. No es quórum de minoría. (Aplausos.)

Tiene la palabra la señora diputada Storani.

SRA. STORANI Señora presidenta: considero que el tema que nos ocupa es muy importante y trascendente. Un tema donde estamos a punto de hacer justicia con una situación por la que vienen atravesando numerosos ciudadanos argentinos desde hace largo tiempo, que vienen luchando por sus derechos.

Adelanto que creo firmemente en la convicción de la igualdad de derechos de todos los ciudadanos frente a la ley, por lo tanto voy a votar afirmativamente el dictamen. Pero también respeto profundamente las convicciones de los demás.

Estoy de acuerdo con lo que ha planteado el señor diputado Vega. Respeto profundamente las convicciones religiosas, pero es importante superar el Estado de religión y creo que debe existir un Estado laico.

Aquí se ha trabajado el tema desde hace tiempo -hace más de dos años que estoy en la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia- y es una cuestión en la que no hay unanimidad.

En el bloque hay diferentes posiciones, cada uno va a votar con libertad de conciencia, y mi voto va a ser favorable a este dictamen. Muchas gracias. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Me había incorporado a la lista de oradores para hacer uso de la palabra.

En primer lugar quiero plantear que la decisión de hoy está vinculada a la igualdad. Si hay una discusión que estamos dando hoy en este recinto, en estas dos comisiones, es una decisión que tiene que ver con la igualdad. No estamos cercenando derechos de nadie. El matrimonio de personas del mismo sexo no es contra nadie.

En un Estado laico, tenemos leyes y normas de orden civil. Nunca se nos ocurriría en este ámbito intentar modificar una ley de cualquier religión o de cualquier culto, que son propias de los cultos y de los fieles que asumen cada una de sus religiones.

Estamos acá, por mandato constitucional, para tomar decisiones sobre las leyes civiles.



Las leyes civiles en la Argentina hoy establecen que sólo pueden contraer matrimonio personas que sean de distinto sexo, motivo por el cual las familias constituidas por personas de igual sexo no pueden hoy acceder a la misma tutela estatal y legal que las personas heterosexuales.

En un Estado constitucional de derecho, donde la igualdad prima, es base y matriz de la Constitución, para restringir derechos y para establecer una desigualdad tiene que haber un fundamento sólido. Nosotros sabemos cuál es el fundamento sólido que exige determinada edad para ser diputado o senador, o para ser presidente de la Nación. A nadie se le ocurriría que es irrazonable que se fije una edad para esto, porque claramente un chico de once años no podría ser presidente de la Nación. También nos parece razonable que para conducir vehículos se determine una edad.

Cuando uno establece una distinción en una ley, la doctrina de la Corte exige un ejercicio de derechos y que la distinción tenga razonabilidad. Habría que explicar acá cuál es la razonabilidad para que una pareja heterosexual acceda a derechos y a tutelas a las cuales no puede acceder una pareja sólo porque ama a alguien de su mismo sexo.

En realidad, la discusión es ésta, es decir, que tanto en la Argentina como en el resto del mundo hay gente que se enamora de personas de distinto sexo, y quienes se enamoran de otras de su mismo sexo, y el amor es tan valioso en un caso como en el otro.

En las mismas situaciones, estas personas comparten los momentos duros de la vida, los buenos momentos, las alegrías, los cumpleaños, los dolores, los éxitos, los fracasos, la salud y la enfermedad. Y uno se acompaña en la vida buscando esta forma de concepción de la pareja basada en el amor.

De esto se trata una pareja; de esto se trata una familia, tenga hijos, elija o no tenerlos, pueda o no tenerlos o decida simplemente casarse en la tercera edad. Y el amor vale, porque es el fundamento de la construcción de una familia.

¿Por qué unos pueden acceder a la tutela estatal y otras no? Esta es la discusión, y es sobre la igualdad. Podremos debatir cualquier otra institución en otro momento. Hoy no estamos discutiendo cómo resolver el problema de los homosexuales o de una comunidad, sino que estamos promoviendo el acceso a derechos en igualdad en un Estado constitucional de derecho y, como tal, la matriz de ese Estado exige el respeto en pluralidad y a decidir la vida de cada uno según el plan de vida y las decisiones que uno se formule.

Este es el primer punto que debemos plantear, que es la matriz del Estado constitucional de derecho y el concepto de igualdad frente a la ley. La ley sólo puede hacer distinciones cuando hay razonabilidad en la definición.

Pero acá no podría explicar por qué yo, que soy heterosexual, debo tener más derechos que él, que es homosexual. No podría ni me siento en condiciones de hacerlo, cuando él construye su pareja y su plan de vida con los mismos derechos ante una Constitución y un Estado laico, y con los mismos derechos, dignidad y respeto que tengo yo. Este es el sentido central que veo en esta discusión.

Hemos elaborado en conjunto con muchos diputados la propuesta de dictamen -a la diputada (m.c.) Silvia Augsburger en particular quiero rendirle un reconocimiento por la enorme tarea de muchísimos años que ha realizado por esta lucha-, y en forma transversal llegamos a esta discusión. En este debate hemos trabajado todos los bloques.

Hemos estado en contacto permanente con la diputada Augsburger. El dictamen que todos han recibido plantea quitar el requisito de hombre y mujer para dar el consentimiento para contraer matrimonio e incorporar que el consentimiento deben hacerlo ambos contrayentes y que este matrimonio -sean personas de distinto o del mismo sexo- tiene los mismos efectos y los mismos requisitos en todos los casos.

El resto de las modificaciones son adecuaciones, que es lo que comúnmente pasa cuando se modifica una matriz o un paradigma. De tal manera, en cada uno de los artículos que dice "el esposo y la esposa" se reemplazaría por "los contrayentes". Básicamente son adecuaciones por el cambio del paradigma.

Es lo mismo que hicimos cuando se modificó la ley integral de los niños, niñas y adolescentes donde se estableció el interés superior del niño y se dijo que todas las normas deben interpretarse según ese nuevo paradigma.

En ese sentido, son cláusulas interpretativas las que incorporamos porque se establece una nueva matriz de interpretación.

El proyecto apunta centralmente a respetar derechos en igualdad.

Le pido a los pares -muchos de los cuales son autores, firmantes o fijaron posición- que hoy estas comisiones emitan dictamen en forma plural. Creo que es una señal muy importante para la sociedad argentina que los distintos bloques impulsen una igualdad de derechos.

Siempre pasa en la sociedad que cuando se quiere igualar hay gente que se resiste a ello. Siempre pasa. Lo importante es saber que los representantes del pueblo podemos ponernos de acuerdo más allá de los bloques de pertenencia en un concepto básico que es la igualdad de derechos.

Esta es la propuesta del dictamen. (Aplausos.)

Como hay algunos diputados que tienen algún trabajo de la actividad oficial, aquellos que toman la palabra o que manifiestan la voluntad de firmar el dictamen, pueden hacerlo porque estamos con quórum. Yo misma le he puesto la firma al dictamen, como así también lo ha hecho el diputado Vega y la diputada Benas. Estamos circularizando el dictamen y lo pueden ir firmando.

SR. ROSSI (A.L) ¿Es un solo dictamen para las dos comisiones?

SRA. PRESIDENTA IBARRA El dictamen propuesto es un dictamen en conjunto. Si alguien tiene un dictamen en minoría, lo propondrá.

Tiene la palabra el señor diputado Amadeo.

SR. AMADEO Señora presidenta: quiero comenzar manifestando mi acuerdo profundo con algunos de los argumentos que han dado los diputados preopinantes.

Coincido con el señor diputado Vega en el sentido que estamos en el marco de lo que él llamó la ética laica.

Si bien ninguno de nosotros puede dejar de lado los valores, pertenencias o afiliaciones, es cierto que a veces nuestras pertenencias o afiliaciones llevan a la intemperancia y a la discriminación. Sin embargo, nuestra obligación como legisladores es respetar la ley, respetar nuestras convicciones y poner límites a aquellas preferencias que nos pueden sacar de las decisiones que tienen que ver con la armonía social.

También coincido con el señor diputado Vega y con usted, señora presidenta, que ha puesto tanto énfasis en el tema de los derechos que es el tema central de la construcción social en la modernidad.

Estoy de acuerdo con la señora presidenta en que no podemos construir una sociedad en la que no aseguremos la plena y absoluta igualdad de derechos.

Creo que la dinámica social es precisamente un proceso dinámico de construcción de instituciones que aseguren plena y equitativa inclusión y ejercicio de derechos.

En este proceso dinámico de construcción de instituciones, los legisladores, tenemos un rol absolutamente central. Somos el final del embudo o la punta del iceberg, como quieran denominarlo, porque somos quienes debemos recibir lo que dice la sociedad, lo que dicen los procesos sociales, y dentro de las posibilidades que nos dan las limitaciones del momento, de la historia y de nuestras propias capacidades, construir esas instituciones.

El proceso de construcción de instituciones e inclusión y de asegurar los derechos no es pacífico de ninguna manera.

Podemos leer la tapa de un diario de esta mañana para demostrar las cosas que se pueden decir cuando no se quieren asegurar los derechos. No es pacífico. Tiene que ver con los intereses, las pasiones, etcétera y nosotros, como legisladores, tenemos, creo, también la obligación de incorporar esta mirada de la historia, las posibilidades y los momentos. Sin duda que hay momentos de ruptura, sin duda que hay momentos de incorporación de derechos por encima de la corriente, es lo que nos emociona de la historia, ver cómo hay hombres, comunidades, organizaciones que son capaces de trabajar, luchar, morir por la incorporación de derechos más allá de las limitaciones que tienen en el corto plazo.

Yo creo que tenemos que tender las miradas integrales de largo plazo. Este es un tema muy central para la sociedad. Al final quisiera hacer un comentario puntual respecto de la verdadera importancia que esto tiene para toda la sociedad y no sólo para una parte de la sociedad. La sociedad somos todos, somos un poco más de 40 millones de habitantes diferentes, con sus costumbres, sus valores, sus expectativas, sus miedos y si nos equivocamos en los modos por nuestras decisiones corremos el peligro de generar reacciones puntuales que afecten el funcionamiento social armónico y la instalación de las instituciones, el ejercicio de los derechos y la plena inclusión para todos.

Obviamente, estoy anticipando una mirada, que es la mirada de los equilibrios que tienen la inclusión de los derechos como el centro absoluto de su preocupación. Vuelvo a remarcar, señora presidenta, usted lo ha dicho muy bien, cómo es necesario respetar los derechos y también cuando alrededor de los derechos existen otras dimensiones como el amor. Sin embargo, la pregunta es qué decisión tenemos que tomar ahora para que el pleno ejercicio de los derechos no se contraponga con los conflictos que pueden nacer del enfrentamiento social. ¿Tenemos otras instituciones? ¿Tenemos otras maneras?

Anticipo, señora presidenta, que vamos a presentar un dictamen de minoría protegidos por el artículo 112 del Reglamento alrededor de la figura de unión o enlace civil y lo vamos a hacer porque creemos que es un mecanismo valioso para juntar las dos dimensiones que nos ocupan. Esto es la plena inclusión de los derechos y el respeto de las costumbres, los valores, las necesidades de otras partes de la sociedad y evitar de tal manera que lo que es un argumento valioso se convierta en un argumento confrontativo.

En conversaciones que he tenido con algunas de las organizaciones sociales aquí presentes se me planteó el tema de la relación entre los nombres y los derechos. Alguien me dijo que querían derechos, pero también querían nombres. No quieren ser discriminados por el nombre. No quieren que unos tenga una libreta roja y ellos tengan una libreta azul por la cual alguien los discrimine por su opción sexual.

Yo me pregunto, señora presidenta, qué es lo más importante. ¿Qué es lo más importante para el pleno ejercico de los derechos y qué es lo más importante para la armonía social? Al final del camino, cuando se trata de asegurar a la pareja la atención, la obra social, la herencia, el cuidado de quienes formen parte de esa familia, ¿qué es más importante, el derecho o el color de la libreta? ¿De qué manera podremos pensar que las organizaciones sociales están efectivamente abogando por este principio? ¿Se sentirán realmente plenas en sus demandas? ¿Por el nombre o por los derechos? ¿Qué va primero?

El dictamen de minoría que es uno y que refleja otro, recibe plenamente la gran mayoría de las demandas de derechos que han sido planteadas por las organizaciones civiles que están a favor del proyecto que usted ha defendido.

Por lo tanto, quiero justificar mi voto negativo al despacho en tratamiento y nuestra presentación del dictamen de minoría con la fundamentación básica que he planteado de respetar derechos pero también respetar la armonía social.

No quiero terminar esta presentación sin hacer un comentario que ya expresé en la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia y me parece muy importante.

La Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia se ha reunido cinco veces en los dos últimos años sólo para tratar el tema que nos ocupa hoy y el aborto.

En la sociedad argentina hay dos países, señora presidenta. Un país moderno, urbano, con problemas densos y complejos como el que estamos discutiendo ahora, y un país de excluidos. El país de los chicos sin adopción, el país de los chicos sin paternidad, el país de los chicos sin cuota alimenticia, el país de los chicos perdidos, de los que no tienen voz, de los que no tienen fotos... (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA La señora diputada Gil Lozano le solicita una interrupción. ¿Se la concede?

SR. AMADEO No, señora diputada.

Para que mi afirmación no sea conflictiva quiero decir: resolvamos este tema. Demostremos que podemos ser un país que puede discutir en paz un tema tan difícil como el que estamos tratando ahora, al punto de que esta sala está dividida en dos.

Pero cuando terminemos de resolver este problema y dándole la bienvenida a la compañera Claudia Rucci a la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia y la incorporación de otras diputadas como la legisladora Storani, con un largo trabajo de base social, pongamos la misma energía con que tratamos este tema para considerar aquellos temas que tienen que ver con la voz de los que no tienen voz. Muchas gracias. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la señora diputada Arena.

SRA. ARENA Señora presidenta: en la reunión anterior se planteaba que este tema había sido fuertemente discutido en las comisiones el año anterior. Lamento mucho no haber tenido más tiempo porque es una reforma muy profunda, que cala muy hondo y me hubiera gustado poder tener más tiempo para avanzar en algunas cuestiones en las cuales no coincido con el dictamen que se está planteando pero que no invalida mi apoyo a esta reforma del Código Civil.

Creo fuertemente en el tema de la igualdad y en algo que para mí prima, que es que no tengo ningún derecho a imponer mis normas éticas a los demás ni mis elecciones religiosas o personales.

Hay una situación de igualdad de derechos que hay que promover, pero tengo serias y enormes dudas con el tema vinculado a la adopción, no por discriminar. He tratado de informarme, de leer, de consultar. No creo que haya una visión unívoca respecto a este tema y no es desde el prejuicio ni la discriminación, pero siento que hay cosas que tienen que ver con el desarrollo de las sociedades y cómo éstas van incorporando determinadas cuestiones.

En cuanto al tema de los niños no dudo del amor que le puede dar una pareja del mismo sexo ni creo que sea distinto al que recibe un niño o una niña de una pareja de diferente sexo.

Sí creo que hay cuestiones culturales donde se pueden ver afectados derechos de terceros, que son los niños y que no tienen voz. Me preocupa mucho el hecho de que culturalmente no esté instalado este tema. Creo en los procesos, en la progresividad de las reformas que se van haciendo porque me parece que son sanas ya que no exponen a terceros a situaciones que pueden ser difíciles de afrontar.



En este sentido, quiero adelantar mi apoyo a esta iniciativa, pero firmo en disidencia este dictamen por las razones expuestas, algunas de las cuales se vinculan con lo que planteaba el señor diputado Vega, pero avanzaremos en esta situación. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la señora diputada Chieno.

SRA. CHIENO Voy a hacer un análisis sobre este tema desde otro aspecto, basándome un poco en mi propia experiencia y trabajo en cuestiones de familia y de género, ya que hace más de veinte años que soy médica, especialista en violencia familiar y perspectiva de género.

Llevo trabajado todo este tiempo en una provincia fuertemente marcada por las diferencias de género, como Corrientes. Se trata de una provincia con un fuerte acervo machista y con una problemática muy grave con respecto a la situación de las diferencias familiares y demás.

Voy a plantear este tema pensando en cuáles son los aspectos que causan más temor a la sociedad con respecto a los cambios que estamos planteando en este proyecto.

Creo que las personas que se oponen, en general, no lo hacen con el afán de cercenar derechos a otras personas sino por miedo y, sobre todo, por algo que han planteado otros colegas, que es el temor al trato sobre los niños, al futuro de los supuestos niños que aquellas parejas del mismo sexo puedan tener o adoptar.

En ese aspecto, he analizado y revisado toda mi experiencia con relación al trabajo de familia y he encontrado que lamentablemente en la Argentina -y en particular en mi provincia, que es donde he obtenido mi experiencia-, el mayor peligro que corren los niños se da dentro de parejas heterosexuales.

Todos los niños abusados que he encontrado -y que han sido muchos, desgraciadamente-, habían sido violados por sus padres, es decir, habían sido abusados física, sexual y moralmente dentro de parejas heterosexuales. Entonces, me pregunto si estamos defendiendo a la familia tradicional por una cuestión de moral y de ética.

La verdad es que la familia tradicional no me da ninguna garantía. He encontrado muchísimas personas -hombres y mujeres, niños y niñas y ancianos de ambos sexos- maltratados, abusados y hasta muertos dentro de familias tradicionales, y ni siquiera los valores religiosos pudieron salvarlos.

Frente a esa circunstancia, como diputada nacional dentro de un país absolutamente laico para legislar, no encuentro ningún argumento válido para cercenar derechos a otras personas porque tengan un objeto de amor igual al de ellos mismos.

Que una persona se enamore y quiera a otra de su mismo sexo no me parece un argumento válido para quitarle derechos. Por el contrario, siento que es urgente otorgar derechos por igual a todas las personas en la Argentina. De no ser así, tendríamos que quedarnos en aquellos otros supuestos derechos anteriores en los cuales, por ejemplo, se prohibía el casamiento entre personas de diferentes razas y también se encontraban razones para justificarlo. Eso ahora nos parece absolutamente insólito y terrible.

Sin embargo, nos estamos planteando esta cuestión como algo extraño, y que habilitemos derechos a todas las personas que quieran contraer un vínculo matrimonial modificaría absolutamente la sociedad argentina.

Dentro de unos años nos va a parecer absurdo este debate. Por eso creo que debemos avanzar y adelanto mi voto afirmativo al dictamen. (Aplausos.)

Frente a tantos niños que necesitan una familia que los ame, que los cuide y que los proteja, éste puede ser un gran avance porque muchas otras familias alcanzarían el estado de derecho para poder cuidar, criar y querer niños en su seno.

Por último, creo que por los antecedentes y lo poco que hay escrito sobre niños criados dentro de familias del mismo sexo, no hay absolutamente ninguna condición que diferencie el futuro de esos niños, de los niños criados, queridos y cuidados dentro de familias de diferente sexo o heterosexuales....

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Esta es una reunión de diputados y diputados que piden la palabra y hablan reglamentariamente.

En ningún caso y de ningún modo vamos a permitir este tipo de intervenciones. De manera que voy a pedir tolerancia y respeto a los oradores y a todos nosotros.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Chieno.

SRA. CHIENO Señora presidenta: lo dicho es lo que yo quería expresar, de manera que adelanto mi aceptación y mi voto positivo al proyecto. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Quiero plantear que no vamos a permitir ningún gesto de intolerancia en esta reunión.

Tiene la palabra el señor diputado Rossi.

La diputada Hotton le solicita una interrupción, señor diputado. ¿Se la concede?

SRA. HOTTON No es una interrupción. Es para una consulta.

SRA. PRESIDENTA IBARRA Hoy estamos tratando de mantenernos en estricto criterio reglamentario y por eso debemos respetar el orden de la lista para hacer uso de la palabra.

Diputado Rossi, ¿le otorga la interrupción a la señora diputada Hotton?

SR. ROSSI (A.L) No sería leal a mi tradición si le dijera que sí, de manera que la respuesta es un no.

SRA. PRESIDENTA IBARRA Entonces, continúa en el uso de la palabra el señor diputado Rossi.

SR. ROSSI Señora presidenta: los miembros del Frente para la Victoria hemos llegado a este debate con una posición de nuestro bloque que es dejar en libertad de conciencia y de acción a cada uno de sus miembros.

Atento a este hecho, que es un hecho de la política, me voy a permitir hacer algunas reflexiones que no haría en otras circunstancias, porque al sentirme liberado tengo derecho a expresar cuestiones que tienen que ver con mi individualidad y mi propia percepción no partidaria de esta problemática.

Nos vamos y me voy poniendo grande. Durante más de treinta años me he dedicado a esta actividad y he tratado de ser fiel a cuatro o cinco principios que guiaron mi pensamiento sobre la condición humana en general y la mía en particular, de los cuales debo haber perdido dos o tres. De manera que me van quedando cada vez menos.

Algunos de los principios que me quedan tienen que ver con tratar de que cada cosa que realice en mi vida de adulto, al día siguiente de realizarla me sienta profundamente mejor.

Que me sienta una mejor persona para la actividad que elegí y para las personas a las que quiero, que lo que era el día anterior.

Sinceramente, en este asunto como en otros, que seguramente son muy difíciles y muy polémicos, a mí me ha costado bastante reflexionar en términos personales e individuales, he buscado argumentos constitucionales. Hay uno que me parece contundente a contrario sensu. Este Congreso puede declarar la guerra; entonces digo: ¡vaya postura de máxima!; el Congreso puede declarar la guerra, puede ordenar que un pueblo condene a morir a millones de sus habitantes; es un procedimiento establecido. Y me puse en la otra punta: no puede declarar la libertad de amor, pero sí puede declarar libertad de guerra.

Pensaba también argumentos también de tipo religioso, respetables para mí todos, y no he encontrado seriamente un argumento que me violente con mis convicciones religiosas o mi convicción de temeroso de Dios, que me contradiga con una postura afirmativa en este punto.

He pensado también por supuesto argumentos filosóficos y políticos, pero no pretendo aburrirlos, pero sí pretendo decir lo siguiente: como tengo libertad política, como tengo libertad individual, tengo la sensación de que después de firmar el dictamen me voy a sentir mejor que antes de firmarlo. (Aplausos.)

SRA. CÓRDOBA Señora presidenta: en primer lugar, yo creo que hoy cabe hacer un reconocimiento al trabajo de las dos comisiones que hoy están reunidas en forma conjunta. Cuando me refiero al trabajo de las dos comisiones no sólo me refiero a los diputados y diputadas que hoy estamos presentes en este lugar, sino también a algunos ex colegas que han pasado por ambas comisiones y que también han trabajado denodadamente, quizás, sin tener la posibilidad de llegar a hoy, que es el día en que se va a firmar el dictamen.

También quiero hacer un reconocimiento a la labor plural de estas dos comisiones porque llegamos a hoy después de haber escuchado las diversas opiniones que se han generado sobre este tema, aspecto que me parece muy importante para haber llegado a la elaboración del dictamen después de haber escuchado todas las opiniones que se han vertido sobre este tema.

Me parece que a veces, cuando discutimos algunas cosas en el Congreso -y también cuando se discute en la sociedad- solemos volver difícil algo que desde el ámbito de los derechos humanos y desde la Constitución es muy fácil. Hoy yo voy a apoyar firmemente este dictamen con toda mi convicción porque creo que no estamos haciendo nada más que lo que marcan los derechos humanos y nuestra Constitución, que es otorgar el reconocimiento de la autoridad pública a la igualdad ante la ley. Decía que a veces solemos volver difícil lo que es fácil, porque cuando uno escucha a muchos de nuestros colegas recitar la Constitución y citarla permanentemente en el debate de otros temas, me parece que es muy fácil la conclusión de que hoy estamos llevando adelante y realizando un principio de nuestro derecho constitucional que es muy sencillo y que es la base de todos los derechos, que es la igualdad ante la ley de todos los seres humanos.

Soy respetuosa de todas las opiniones, de todos los que no piensan como yo y como pensamos algunos hoy acá, pero creo que también se confunde el concepto cuando se piensa que la discriminación de una minoría dentro de una sociedad es un problema que debe abordar esa minoría. Yo tengo la convicción de que cuando en una sociedad se discrimina a un solo ser humano el problema es de toda la sociedad que no ha sabido generar las condiciones para que esa discriminación no se produzca.

En segundo lugar, creo que hay dos temas que son los que han despertado mayor inquietud en la discusión pública del dictamen que hoy vamos a aprobar y que tienen que ver con la institución del matrimonio entre personas del mismo sexo y con la posibilidad de la adopción.

Estoy absolutamente de acuerdo con la incorporación de ambas modificaciones. En primer lugar porque la institución del matrimonio es una institución civil que está en el ámbito de las convicciones democráticas y lejos de las convicciones religiosas, que pertenecen a otro ámbito.

Personalmente tengo mis convicciones religiosas, pero hoy como diputada nacional me toca decidir desde la convicción democrática y el respeto a la ley, que es la que nosotros construimos desde este lugar.

La ley tiene como bases los usos y costumbres. No podemos negar una realidad que hoy existe en nuestro país, como en todos los países del mundo, que es la construcción en base a un sentimiento de amor de muchas parejas del mismo sexo y la paternidad y maternidad, que aunque no se haya todavía legalizado existe.

Hay muchas parejas homosexuales que crían a sus hijos, quienes sufren una doble discriminación, porque no tienen el mismo reconocimiento que los hijos de las parejas heterosexuales ante la ley, lo que les impide vivir con normalidad, inclusive en situaciones de la vida cotidiana como retirar a un hijo del colegio o quien se ocupa de la protección médica y otro montón de situaciones que podría describir en este momento.

Por eso creo firmemente que es correcta la elaboración del dictamen que apunta y sostiene el matrimonio y no la unión civil.

El matrimonio como institución completa es lo que les va a dar una cobertura que va a permitir que todos seamos iguales ante la ley. No es menor el tema que unos tengan una libreta roja y otros una azul. Ese va a ser el principio de una discriminación que se va a extender también a los hijos de esa pareja.

Por estas razones es que yo apoyo completamente que hoy estemos abordando la institución del matrimonio de personas del mismo sexo.

En cuanto al tema de la adopción, que es el otro punto que esencialmente se discute en la sociedad y al que se trata de desnaturalizar desde una mirada discriminadora, comparto muchas de las reflexiones de una de las diputadas preopinantes de mi bloque. El fundamento, no de la paternidad o de la maternidad, sino del rol que cada uno cumple en una familia cuando le da amor a un hijo, lo educa y lo cría, que tiene que ver justamente con este compromiso que proviene de los afectos.

Comparto -como decía la diputada preopinante- que ser heterosexual no es garantía de generar una familia perfecta ni una familia que no produzca traumas.

De hecho adhiero a lo que decía la diputada preopinante en que hay muchas situaciones traumáticas u obscenas que se producen dentro de familias heterosexuales.

Conozco muchos casos de familias de padres homosexuales que han criado hijos perfectamente sanos y que se pueden integrar a nuestra sociedad. Porque se deben integrar perfectamente a nuestra sociedad y para ello tenemos que protegerlos de no ser hijos de una libreta azul o una libreta roja.

Se ha hablado en esta sala de contribuir a la armonía social. Creo que contribuye a eso aceptar los hechos que provienen de la realidad y que cada uno de nosotros, en base a nuestras profundas convicciones, dejemos de dar espacio para que nuestra sociedad discrimine a las personas que hoy puede ser que constituyan una minoría, pero que tienen los mismos derechos que todos los seres humanos.

En cuanto a los reparos que se hacen -y son varios- acerca de las cuestiones culturales y que nuestra sociedad no está preparada todavía para aceptar el matrimonio entre homosexuales o la adopción de niños por parte de matrimonios homosexuales, es un tema que nos corresponde trabajar a todos como sociedad para producir la completa integración y no seguir permitiendo -en ninguna medida- la discriminación.

Es por eso que con profunda convicción voy a apoyar con mi firma este dictamen.

También quiero decir desde el ámbito de lo humano -porque ninguno de nosotros deja de tener sentimientos, convicciones y sensaciones como seres que tenemos vínculos con otras personas-, que también me ha tocado ser testigo de muchos de los sufrimientos que se producen y que son la consecuencia de la discriminación en muchos sectores de la sociedad hacia las parejas homosexuales.

No es casual que en muchas provincias del interior de nuestra Argentina gran parte de las parejas homosexuales vengan a vivir a Buenos Aires porque sienten que aquí existe un ámbito más libre.

Provengo de la provincia de Tucumán y me gustaría que también en ese lugar, como en muchos otros del interior del país, toda persona pueda sentirse plena y libre y no tenga que alejarse del resto de su familia o de sus amigos de toda la vida para poder realizarse como quiere y como tiene derecho a hacerlo.

Por lo expuesto, voy a apoyar firmemente este dictamen. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra el señor diputado Barrios.

SR. BARRIOS Creo que hoy estamos abordando un tema muy importante, que es emitir dictamen sobre este proyecto que recoge una serie de iniciativas que han venido siendo tratadas en estas comisiones. Existen antecedentes presentados en el año 2005 por el señor diputado (m.c.) Di Pollina y por la señora diputada (m.c.) Silvia Augsburger. Este último es el proyecto que estamos tratando hoy, del cual soy cofirmante.

Este debate ya lleva muchos meses en la sociedad, en los medios de comunicación, en la Justicia y en este Parlamento. Nosotros tenemos hoy la posibilidad de ampliar la base para que las parejas conformadas por personas del mismo sexo tengan acceso al matrimonio.

Desde ya, adelanto la posición favorable a este proyecto de ley de los diputados del Partido Socialista que integramos esta comisión porque reúne consenso. Además, a partir de los debates que hemos tenido en estas comisiones desde noviembre del año pasado, muchos profesionales y entidades de la sociedad vinieron y enriquecieron los fundamentos que hoy estamos poniendo a consideración en estos despachos.

Claramente cuando hablamos de esto también debemos tener en cuenta el artículo 19 de nuestra Constitución Nacional, que en sus aspectos fundamentales señala que las acciones privadas de los hombres que de ninguna manera ofendan a terceros ni al orden o a la moral pública, quedan exentas de la autoridad de los magistrados. El citado artículo está protegiendo la libertad individual para diseñar y llevar a la práctica un plan de vida.

Otro artículo de nuestra Carta Magna que me parece importante considerar es el 16, que dice básicamente que todos los hombres somos iguales ante la ley.

Creo que no nos equivocamos al decir que este proyecto que hoy estamos considerando tiene un amplio consenso social. Hoy nos llama la atención, por ejemplo, que quienes antes se negaban a esta discusión, ante el avance inminente en la igualdad nos ofrezcan discutir lo que hasta ayer combatieron, que es la unión civil.

Por eso me parece muy importante avanzar en el derecho a la igualdad y en la no discriminación y posibilitar el acceso a los derechos matrimoniales, de filiación hereditaria y previsionales.

Tengo muy presentes las palabras de la presidenta de la Federación Argentina de LGBT, María Rachid, cuando ejemplificaba los padecimientos de las personas homosexuales como consecuencia de la homofobia social.

También quiero traer a referencia las palabras de Rodríguez Zapatero cuando se aprobó una ley de características similares en España, quien dijo: "Esta ley no engendrará ningún mal, ya que su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos. Y una sociedad que ahorra sufrimiento inútil a sus miembros es una sociedad mejor".

Planteamos avanzar hacia una sociedad mejor aprobando este proyecto que significa una gran reforma social. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la diputada Areta.

SRA. ARETA Muchas gracias señoras presidentas: para mí este es un tema que lo tengo que plantear desde distintas aristas. Lo tengo que plantear desde el punto de vista humano, de militante, de psicóloga y desde el punto de vista simplemente de mujer, que es lo principal.

Voy a tratar de hablar sin eufemismos y en forma directa. Por eso digo que no me entra en la cabeza que haya en nuestra sociedad dos tipos de personas: las personas que pueden estar dentro de un sistema, que seríamos los heterosexuales, y los que están fuera del sistema, que serían los homosexuales. Fuera del sistema significa estar marginados, absolutamente marginados.

En ese sentido, si realmente no se los inserta dentro del sistema desde todos los medios de la sociedad, no tienen ningún tipo de defensa.

Vivimos en un país donde hay mucha disociación, se habla con mucho eufemismo y hay muchos problemas. Me parece rarísimo que en un país donde se habla de un capo cómico como una de las mujeres más lindas -me refiero a Florencia de la V- y muchas personas aplauden y toman en forma de comedia ese tipo de cosas, no se entienda que Florencia de la V y todo lo que está pasando es una caricatura de lo que significa la falta de inserción en nuestra sociedad.

Muchas veces los medios de comunicación le hacen entrevista a los travestis y homosexuales ridiculizándolos, agrandando y caricaturizando todo lo femenino entre comillas, porque más que nada son rasgos histéricos de personalidad y no femeninos.

Así es que se aplaude y se mira a estas personas como si se estuviera viendo una especie de animales dentro de un zoológico.

Es fundamental que entendamos que los homosexuales son seres humanos igual que nosotros. Incluso no se sabe exactamente por qué se es homosexual. Se es homosexual y punto. Hay que aceptarlo.

Desde lo personal y desde lo subjetivo -no creo en los legisladores que hablan desde la objetividad ya que todos hablamos desde la subjetividad- no me gustan las mujeres. Nunca me gustaron las mujeres. Desde chiquita me gustan los varones. Pero de todas formas, acepto a las mujeres que les gustan las mujeres y a los varones que les gustan los varones. No me contagian por eso. Yo no me voy a transformar en homosexual siendo heterosexual.

Entonces, correligionarios, compañeros, no le tenemos que tener miedo al contagio, porque éste no se produce.

Nosotros tenemos que entender muchas veces la conductas homofóbicas, las conductas llenas de prejuicios y, sobre todo, de marginalidad, no sé por qué hacia algo que viene desde el comienzo de la humanidad y que en determinadas culturas se ha aceptado. Yo no entiendo por qué.

Soy psicóloga y da la casualidad que fui la única durante treinta años en Monte Caseros, provincia de Corrientes; y he trabajado en un hospital público y en una escuela especial, siempre en la parte de psicoterapia y de atención a toda la población. Ayer dialogaba con una persona laica de una manera absolutamente respetuosa y yo le decía que he visto a los chiquitos que me llevaban, sobre todo por consejo de los docentes, a nenitas y nenitos que no podían en el jardín de infantes jugar como realmente jugaban los chiquitos de familias heterosexuales.

Yo los atendía, los miraba, los analizaba con los padres, les decía que eso era así, y trataba de hablar y de tener orientación y a los chicos yo los veía felices. Eran nenitos iguales a los otros nenitos que, de alguna manera, mostraban su ingenuidad, su libertad, expresión de juego y demás. Después los fui viendo, los fui acompañando a través de los años y me he encontrado con adultos neuróticos que muchas veces tenían que casarse para poder pasar en una sociedad tremendamente conservadora.

Pero no es solamente mi provincia la conservadora. Estamos en Buenos Aires, que es mucho más grande; entonces acá el homosexual puede pasar mucho más inadvertido. Entonces, tiene lógicamente posibilidad de insertarse en lugares donde no sea el chivo expiatorio de las burlas, a no ser lo que le decía anteriormente con los medios de comunicación, donde se satiriza a la homosexualidad como algo ridículo y algo degenerado. La palabra degenerado es una cosa que se utiliza permanentemente.

Yo también he atendido, he visto, he comprobado que en la mayoría de los casos de violación, en la mayoría de los casos de abuso sexual y demás no se producen por homosexuales; son heterosexuales. La perversidad no está unida a la homosexualidad. El homosexual es un ser diferente, puede ser bueno, malo, enfermo, psicótico, neurótico, igual que nosotros los heterosexuales que podemos tener distintas conductas defensivas y distintos rasgos de personalidad.

Me parece que meter a todos en una bolsa es más que nada una cosa de mucho prejuicio, de mucho miedo y creo que nosotros al incorporar al homosexual como parte nuestra, porque son parte nuestra, fundamentalmente nosotros vamos a tener la posibilidad de integrarlos para que trabajemos en temas como, por ejemplo, la pobreza. Yo creo que el homosexual está luchando desde muy chiquito por temas que son de su incorporación a la sociedad, tiene una capacidad y una sensibilidad especiales para luchar por otros temas que son parte también de él como de nosotros, los heterosexuales, que es la pobreza y un montón de otras cosas, porque hay homosexuales pobres, homosexuales ricos, homosexuales negros, homosexuales católicos, homosexuales judíos, etcétera.

Entonces, a mí me parece que este tema es un tema que me hace acordar a cuando se discutía el divorcio, cuando se creía que si se aceptaba el divorcio todo el mundo se iba a divorciar y no es así. Yo creo que cuando las cosas se legalizan es cuando más armonía hay en una sociedad y realmente yo creo que estamos asistiendo a un debate muy importante, y creo que la sociedad está mucho más preparada que algunos legisladores, porque la cultura, la sociedad en sí jamás margina. Yo creo que es fundamental que entendamos que esto es importantísimo.

Hablamos mucho de derechos humanos, hablamos mucho de ciudadanos y muchas veces tengo que escuchar discursos de una oratoria impresionante, sobre todo con toda terminología legislativa -yo soy psicóloga, no soy abogada-, y digo qué maravilla.

A veces estamos tan separados de lo concreto, lo chiquito, lo cotidiano, que pareciera que vivimos en un microclima de papagayos leguleyos. Ese tipo de cosas me asustan.

Me asusta que se asusten cuando un legislador dice "tengo miedo". Me asusta que se asusten cuando algún legislador dice "me angustio". Y me asusta que no se asusten cuando un legislador habla en una forma totalmente disociada, con terminología de sabelotodo o de libro gordo de Petete.

La sociedad nos votó para otra cosa. Nos votó para interpretarlos, para entender lo que está pasando y para que dialoguemos con respeto.

Yo soy de familia católica y creo que dentro de veinte o treinta años, los católicos que ahora se oponen a esta ley, cuando sean viejitos de bastón, van a decir: "Qué lástima. Qué pérdida de tiempo". (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Muchas gracias diputada Areta.

Quiero informar que está presente la autora de uno de los proyectos, diputada mandato cumplido Silvia Augsburger. (Aplausos.)

Silvia estuvo presente en todas las reuniones, siendo diputada y cuando su mandato ya había sido cumplido también. De manera que le damos la bienvenida.

Tiene la palabra la señora diputada Gladis González.

SRA. GONZÁLEZ Señora presidenta: en oportunidad de la reunión de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la semana pasada manifesté junto a algunos otros diputaos que en esta reunión conjunta podíamos poner en tratamiento algunos proyectos alternativos. En el caso de mi bloque del PRO presentamos el proyecto de enlace civil, pero entiendo que hay otros proyectos en el mismo sentido, como el de la diputada Fadel o el del diputado Landau.

En esa oportunidad lo decía con el convencimiento -y hoy lo ratifico- de que la figura de unión civil o enlace civil reconoce las uniones entre homosexuales y garantiza los derechos que la comunidad homosexual viene reclamando muy justamente.

Quiero decir esto para dejar bien claro cuál es la posición del proyecto de enlace civil. De ninguna manera estamos hablando -como hace unos minutos afirmaba el diputado Rossi- de no permitir la libertad del amor. Permitimos esa libertad de amor y la celebramos. Por eso el proyecto de enlace civil es una figura, una institución, que regula esas uniones, que las reconoce y que garantiza sus derechos.

Pero a su vez -y esto lo digo desde mi condición personal- pretende defender o conservar una institución como el matrimonio, que estoy convencida es la institución que le ha dado base a la familia. Es una institución que ha sido concebida por la historia y por la realidad como la unión entre el hombre y la mujer, que por su complementariedad única tiene la posibilidad de transmitir vida. Tiene la posibilidad de generar filiación. Hablo de posibilidad y no de necesidad.

En esa posibilidad o esa garantía de continuidad que nos da la unión entre un hombre y una mujer, fue concebida la institución del matrimonio.

Entonces, creo que no es necesario modificar esa institución para garantizar los derechos a la comunidad homosexual o a las uniones homosexuales.

Esa es mi posición personal y la que hemos tratado de transmitir en nuestro proyecto.

En ese sentido quiero decir que lejos estamos de aseverar, de acompañar o de permitir que en este recinto y en esta comisión se nos acuse -tal vez por la insistencia de la diputada Areta- de prejuiciosos, de que queremos discriminar o de homofobia, como se habla. Incluso asevera una y mil veces que no es contagioso.

Por supuesto que esto no es una enfermedad sino una opción de amor. Nadie, ninguno de nosotros está hablando de eso. (Aplausos.) Insisto en esto porque ya lo habíamos aclarado en la oportunidad anterior.

Quisiera que esto se trate en esos términos y que elevemos la conversación y el debate. Esta es una discusión que no se da, y que entiendo todos los diputados de esta casa lo descartamos. Por lo tanto, repito, celebramos y damos libertad, incluso en el proyecto de enlace civil.

En dicho proyecto, además de garantizar todos los derechos en lo que tiene que ver con el régimen de bienes, incluso se da más libertad para que al momento de convenir esa unión se pueda decidir qué régimen de bienes se prefiere.

Dicho esto, lo que queda es contarles que está en Secretaría el dictamen alternativo que nosotros hemos presentado, tal cual lo dijo el señor diputado Amadeo, e invitamos a la firma de aquellos diputados que lo quieran acompañar. Ese es el proyecto que vamos a defender, y me gustaría agregar solamente una cosa.

En oportunidad de la reunión pasada se habló casi de una lucha política, de perder y ganar, y yo quisiera poner esta discusión en otros términos.

Esto no es perder o ganar, esto es legislar para toda la sociedad, para los ciudadanos que queremos proteger la institución del matrimonio -que es la unión entre un hombre y una mujer que pueden concebir hijos y que representa a muchos de los ciudadanos-, y también garantizar los derechos a las otras uniones, con el mismo amor y compromiso con que lo hacen los heterosexuales. La diferencia es que en los matrimonios heterosexuales, por la institución tal como ha sido concebida, existe el sentido de continuidad y la posibilidad de transmitir vida. Por lo tanto, de ninguna manera lo considero discriminatorio.

Desearía que hablemos de consenso, tal como lo planteó el señor diputado Amadeo cuando hizo uso de la palabra. Él hablaba del no conflicto, de las no asperezas.

Yo digo que no forcemos ni modifiquemos una institución. Creemos otra, garanticemos derechos y legislemos para todos. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra el señor diputado Milman.

SR. MILMAN No estoy acá para legislar para todos. Estoy acá para legislar para todos y todas. (Aplausos.)

La verdad es que tampoco estoy acá para hablar de amor ni de religión. No encuentro esas dos palabras en el texto de la norma, y me suena raro cuando alguien dice que vamos a permitir el amor. Al respecto, no necesito y creo que nadie necesita que se le permita el amor, que es una cuestión profundamente humana.

Siento que estamos acá para hablar de derechos, y sobre todo de uno de los más importantes, que es el derecho a la igualdad. La naturaleza no es igualitaria; más bien, es inmensamente desigual.

La igualdad es una búsqueda ética de la condición humana y no de la condición natural. Kant decía que la ética se sintetiza en la idea de que se debe obrar como si la regla que se utiliza para uno mismo se pudiera convertir en norma universal, y yo quiero eso.

Yo, que soy heterosexual, quiero que aquellos que no lo son tengan mi misma ética, y que ésta pueda convertirse en ética universal.

He escuchado que muchos plantean este debate a partir de la conciencia. Otro filósofo, Descartes, dice que la conciencia es la duda sistemática como vía de conocimiento.

Por supuesto, cuando uno llega a una conclusión de lo que debe hacer, tiene que generar un proceso de conocimiento científico o de duda para poder llegar a una certeza.

En mi bloque, el GEN, no venimos acá a acompañar este proyecto por una cuestión de conciencia. Venimos a acompañar la norma por una convicción, por una decisión y por la búsqueda de igualdad de derechos para todos y todas. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la diputada Marcela Rodríguez.

SRA. RODRÍGUEZ Señora presidenta: coincido profundamente en que el debate que estamos dando tiene que ver con cuestiones absolutamente profundas respecto de la noción de igualdad y de la raigambre constitucional de la igualdad en nuestro país.

La lucha por los derechos humanos, históricamente, en otro países así como en el nuestro, ha sido la lucha para poder incluir a todos y todas aquellas que estaban excluidas del discurso de los derechos, de modo tal de poder dar protección, promoción y garantizar los derechos humanos fundamentales.

Esto ha pasado con personas de color, con minorías étnicas, con personas de distinto credo, obviamente nos ha pasado y nos sigue pasando a las mujeres y por supuesto pasa en cuestiones de diversidad sexual. Hoy estamos hablando del tema matrimonio pero también hay otras cuestiones de grave importancia que en algún momento deberíamos abordar.

Para que la diputada no me llame "papagayo leguleyo"...(Risas.)...no voy a citar ningún artículo. Creo que es suficiente con el artículo 16 de la Constitución que dice que todos y todas somos idénticos ante la ley. Esto ha sido reforzado además, por los tratados internacionales de derechos humanos.

Creo que esta es una lucha que tiene que ver con cuestiones que hoy pueden tener que ver con un grupo, pero nuestro estándar de igualdad o lo que fijemos como estándar de igualdad en esta Cámara va a afectar en distintas cuestiones en el futuro y va a tener consecuencias muy profundas. Es importante también abundar en esto.

Quiero citar acá -porque tal vez lo refleja concisamente- al juez Petracchi en su voto en relación al fallo conocido como "Delgado contra Universidad de Córdoba" porque el Colegio Monserrat no dejaba entrar a las mujeres. Si bien en ese caso tenía que ver con las mujeres se puede extrapolar a cualquier grupo de discriminados.

El juez Petracchi decía: "Tengo la tranquila sospecha de que existen quienes añoran el pasado y rechazan la radical igualación de la mujer y del hombre en cuanto al goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales".

Otros, de parecida orientación, cuestionarán que se obligue a estimular la educación conjunta de los alumnos de ambos sexos y preferirán, más bien, una educación diferenciada por géneros, lo que, sin mayor esfuerzo, hace recordar la desgraciada historia de separados pero iguales que descansa -como decía Warren, el juez de la Suprema Corte norteamericana- en el concepto de inferioridad inherente a la clase que se discrimina, que, en el caso, me hace recordar al de la mujer como varón deficiente, acuñado por Aristóteles.

Ambos grupos de personas, en general, aunque no exclusivamente del sexo masculino, sin duda, encontrarán apoyo para su posición en importantes autores que se han sucedido desde Grecia hasta la actualidad. Pues bien, más allá de los argumentos que puedan desarrollarse contra nostálgicos, separatistas y partidarios de la negación superflua, basta con recordar a todos las palabras que alguna vez fueron usadas por la Suprema Corte de los Estados Unidos. Ésta es precisamente la clase de opciones que la ley constitucional hizo por nosotros. No hay que hacer ninguna, porque ésta ya ha sido hecha por los constituyentes. Yo creo que ésta es la situación que enfrentamos en este momento.

En realidad, lo que nosotros y nosotras estamos discutiendo ya fue definido por los constituyentes y las constituyentes. La igualdad ante la ley es un derecho constitucional que nosotros tenemos la obligación de respetar. Y lo que estamos haciendo aquí es solamente honrar el juramento que hicimos al asumir nuestros cargos y no es solamente un problema de color de libreta, que no es solamente un problema que vamos a discutir hoy.

Yo escucho esta situación de posibles regímenes separados y realmente me hace acordar cuando se segregaba a las personas de color y les decían que podían subirse a los autobuses, pero tenían que ir a los últimos asientos. Se dice que tienen algunos derechos, se les reconoce la mayoría de los derechos, pero no todos los derechos, que tienen algunas libertades para algunos bienes; es seguir siendo segregados pero iguales, o ni siquiera iguales. Por eso, señora presidenta, no voy a abundar más. Lo que debemos hacer es honrar la Constitución y por eso voy a votar a favor del dictamen. (Aplausos.)

SRA. PARADA Señora presidenta: lo primero que quiero señalar es que este proyecto y este dictamen es uno de aquellos proyectos que menos problematización, que menos conflictos me trae. A la hora de firmar el dictamen sentía que estaba haciendo lo que hay que hacer, entendiendo que esto es lo que hay que hacer, porque estamos pensando en una norma que, en primer lugar, no es de carácter obligatorio. ¿Cuándo un legislador tiene mayor conflicto? Cuando la norma es de carácter obligatorio. Cuando todos y todas, cuando toda la sociedad va a tener que cumplir esa norma.

Ésta es una norma muy clara, una norma de equiparación de derechos, de derechos -como recién decía la diputada Marcela Rodríguez- que ya están, están equiparados en la Constitución. Por lo tanto, no tengo ninguna crisis de conciencia. Nuestro bloque apoya en su totalidad este proyecto de ley y el dictamen que yo acabo de firmar.

En segundo lugar, cuando hablamos de derechos, de equiparación de derechos, hablamos de todo lo que hace a ese derecho.

El nombre no es una tercera categoría. Esta ciudad, este país, sabe lo que significa que se apropien de los nombres. Sabe lo que significa que se cambie el significado y lo que cuesta resignificar las palabras, por ejemplo "proceso" por "dictadura". Lo sabemos, lo hemos pasado.

Por lo tanto el tema del nombre no es un tema menor. Hablar de matrimonio para algunos puede significar hombre, mujer, familia e hijitos; para otros puede significar otra cosa.

El tema es que es un plexo de derecho al que adhieren las personas que quieren contraer matrimonio. Y cuando digo "personas" me refiero a lo que dice la ley: es persona todo aquél que tiene visos de humanidad, y pido disculpas por lo de leguleyo y papagayo. De manera que con visos de humanidad se tiene derecho a los derechos y los derechos incluyen el nombre.

El nombre "matrimonio" es una institución laica. Algunos dicen que es un sacramento -y si bien comparto con el señor diputado Milman que esto no es una cuestión de amor ni de religiosidad sino que estamos legislando en pos de la igualdad- y forma parte de determinados argumentos. Por eso tenemos que hablar de estas cosas y decir que el matrimonio no es un patrimonio exclusivo de las religiones.

Si ha sido aceptado como institución laica, aun por la teoría de los actos propios, es totalmente contraproducente e impensado desjerarquizar el matrimonio para heterosexuales o lo que es peor poner una unión civil con los mismos derechos pero con distinto nombre para parejas del mismo sexo.

De esa manera creo que se estaría haciendo un acto discriminatorio -cosa que está prohibida específicamente por la Constitución- o bien se estaría desjerarquizando una norma que no es patrimonio exclusivo de ninguna religión.

Hablando de religión, y desde mi formación cristiana, debo decir que no encuentro ni en la Biblia ni en los Evangelios ni el mandamiento máximo de Jesús de "Ámense unos a otros como yo los he amado", que es el mandamiento del amor al prójimo -porque el "Creced y multiplicaos" del antiguo Testamento fue lo suficientemente cuestionado en el Nuevo Testamento...

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Les pido silencio para poder escuchar a los oradores.

SRA. PARADA No encuentro ninguna razón de índole religiosa que altere mis sentimientos en relación a la promulgación de una ley de estas características.

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Discúlpeme señora diputada Parada.

Estamos en una reunión conjunta de dos comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación. Por lo tanto, de ninguna manera se va tolerar que se moleste a los señores diputados y mucho menos que se interrumpa el funcionamiento de la comisión.

En este recinto hay personas con distintas opiniones pero a todos nos rige la misma ley y la vamos a hacer aplicar.

Lo que les estoy pidiendo, simplemente, es que respeten las normas que nos rigen a todos y todas que estamos en este recinto.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Parada.

SRA. PARADA Yo entiendo las intransigencias, pero para mí la intransigencia comienza con uno mismo. Cuando alguien quiere ser intransigente, primero lo debe ser con uno mismo.

No hay más católicos, cristianos o religiosos que otros. Primero que cada uno mire su propia religiosidad y la capacidad de opinar de otros, que también entendemos que podemos hacerlo y tenemos la autoridad moral para hacerlo.

Se habla de armonía social. Yo pregunto: ¿qué es lo que viola la paz social? ¿Que dos personas -sean del mismo sexo o no- hayan decidido vivir juntas? ¿Que dos personas decidan dar amor y un hogar a niños que no lo tienen o decidir tener un hijo natural? ¿Esto es lo criticable y atenta contra la paz social?



¿Esto es más criticable y atenta contra la paz social? ¿No atenta contra la paz social que sean violados y abusados los niños en los hogares, muchos de los cuales están a manos de religiosos? (Aplausos.)

¡Yo quisiera ver la misma militancia y los mismos carteles que veo hoy cuando hablan de Dios, porque se olvidan de que es fuente de toda razón y justicia! (Aplausos.)

Este proyecto precisamente tiende a la justicia. Yo no soy abogada porque me interese tanto el Derecho sino que lo soy porque me importó la justicia. Y en este caso, creo que estamos precisamente legislando en pos de ella.

Hablaba recién la señora diputada Rodríguez y yo justamente quería hacer una alocución al respecto. En primer lugar, felicito a las presidentas de ambas comisiones por la apertura en este sentido, es decir, de estar hoy sesionando en conjunto. Pensaba en la evolución a la que hemos llegado, más allá de las diferencias existentes, y también en la evolución que se va a ver dentro de unos años, como cuando recién la diputada leía lo que decía Aristóteles sobre la mujer.

Sobre esta discusión que estamos teniendo acá, dentro de algunos años en algunos aspectos uno se va a tomar la cabeza y se va a preguntar: "¿Se pensaba eso en esa época?".

La verdad es que las cosas que pasan son las mismas. Es decir, el matrimonio entre personas de ambos sexos no es más que una equiparación de derechos, y que dos personas del mismo sexo vivan juntas y se amen son cosas que le ha costado la vida a muchísima gente; son cosas que hoy ninguno -ni los que se oponen a este proyecto-, sería capaz de decir que es políticamente correcto.

Hoy es políticamente incorrecto pensar en contra de derechos que son constitucionales. Por lo tanto, reitero que esto que hoy pretendemos legislar es para mí casi un hecho obligatorio como diputada nacional. Yo tengo la obligación de generar y apoyar leyes que cumplan con la Constitución Nacional, y ésta establece la igualdad de oportunidades y trato para todas las personas. Este es el camino y, como digo, es el camino obligatorio. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la señora diputada Gil Lozano.

SRA. GIL LOZANO Desde ya que voy a adelantar mi firma y mi apoyo al dictamen. Quienes están desde el año pasado conocen cuál es mi posición. Pero me gustaría hacer algún tipo de contestación -si se me permiten, señoras presidentas-, porque acá se dijo que hasta este momento en la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia habíamos trabajado sobre esta norma y sobre el aborto. ¡Caramba! Era importante trabajar precisamente sobre estos dos temas. (Aplausos.) Yo no lo minimizaría, sinceramente, porque además hemos trabajado sobre muchísimos otros asuntos.

Todas estas cuestiones tienen que ver con cómo nos juntamos los seres humanos, cómo decidimos afrontar nuestra experiencia en el planeta Tierra, a la que llamamos vida.

Sinceramente, respeto muchísimo a los asesores de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia que han trabajado arduamente, que se han visto obturados por cuestiones no democráticas y muchos de los debates no han podido llegar a buen término. Pero hay que expresar el reconocimiento hacia quienes estuvimos en esta Cámara o, al menos, quienes no estuvieron deberían ser un poco más medidos.

Quiero recordar también que las mujeres, al igual que los niños, en líneas generales tenemos muy poca voz en el mundo. Cuando uno habla, por ejemplo, de esclavitud, ¿quiénes son los que históricamente han sido esclavos? Las mujeres y los niños. Es decir que hay una tradición muy importante que une a mujeres y niños en un sistema de opresión.

Hoy por hoy me permitiría hablar de que tanto mujeres y niños somos víctimas de una cultura que en principio es patriarcal porque hay dominio masculino. En segundo lugar, es heterosexual, compulsiva y capitalista, porque la heterosexualidad es una necesidad del capitalismo. (Aplausos y manifestaciones en el público asistente.)

¿Quién va a reproducir la forma del trabajo? ¿Quién va a hacer que los obreros y que todos los grupos de explotados vayan comidos, vestidos, alimentados y cuidados a las fábricas donde son explotados? Las mujeres.

Si los sistemas de salud...

- Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Por favor, vamos a escuchar a la oradora en silencio y con el mayor de los respetos.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Gil Lozano.

SRA. GIL LOZANO Los sistemas de salud actualmente se fundan en que todos piensan que hay una mujer dando vueltas que va a cuidar al enfermo. De lo contrario no se entiende cómo se están haciendo las obras sociales privadas, estatales, etcétera.

Es decir, está la naturalización de la fuerza de reproducción a partir de una conducta amorosa que tenemos las mujeres y que yo reivindico, pero no por eso nos tenemos que dejar explotar de la manera que nos estamos dejando explotar.

Dentro de lo que es este esquema patriarcal, heterosexual compulsivo y capitalista, sinceramente, si tuviera que firmar este proyecto haría una disidencia parcial -que no la voy a hacer- pero porque me queda chico. Y les explico por qué.

¿Por qué no podemos pensar en una unión de tres o de cuatro personas? (Aplausos.)

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Les pido silencio.

SRA. GIL LOZANO ¿Por qué no podemos pensar que no es únicamente la sexualidad lo que se juega en una familia? (Aplausos.)

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Les pido que hagamos silencio.

Todos los diputados y diputadas que hablaron dieron su opinión. Ahora lo está haciendo la diputada. Por lo tanto, les voy a exigir el mismo respeto que se le ha dado a todos los que intervinieron.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Gil Lozano.

SRA. GIL LOZANO Es que lógicamente, con lo que digo, ¿qué se interpreta?, ¿que estoy planteando una fiestita? (Risas entre el público asistente.) No, para eso no hay que estar casados. (Aplausos.)

Estoy planteando algo mucho más profundo. ¿Cuánta gente hay que vive junta? Hermanos, paniaguados -como se dice en nuestro argot rural-, entenados, etcétera. ¿Cuántos vínculos somos capaces de establecer las personas y que forman una familia? No sólo desde el matrimonio.

¿Qué es la familia? Una asociación que puede ser biológica o no. Que se puede juntar para reproducirse o no. Que se puede juntar para el placer, que no es sólo sexual. Seamos más abiertos.

La naturaleza ha demostrado ser mucho más amplia, democrática y diversa que nosotros en cuanto a la sexualidad.

¿Qué pasa si a mí me gusta hacer el amor con un perro y el perro está de acuerdo? ¡Caramba, animémonos!

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. GIL LOZANO La pornografía vende muchísimos en este sistema capitalista, heterosexual, compulsivo...



- Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Discúlpenme, acá hay una presidencia. La diputada está hablando de un tema cultural.

Les pido que respetemos y escuchemos la intervención de una legisladora que tiene representación popular y ha sido elegida por el voto.

En esta reunión, cada uno que habla da su opinión. Entonces, les pido que tengan el mayor de los respetos por todos los diputados que están en este lugar sentados, porque lograron el voto del pueblo para estar ocupando sus bancas. (Aplausos.)

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Gil Lozano.

SRA. GIL LOZANO Gracias, señora presidenta.

Me parece que todos y todas podemos tratar de hacer un esfuerzo como para animarnos a una vida de placer, de libertad, sin molestarnos y sin encapsular a la familia en una célula reproductora. Familia es mucho más.

Nunca en la historia de la humanidad los seres humanos vivimos tanto tiempo. Lógicamente los que tienen plata, acceden a la salud, etcétera. Yo soy de las que milita para que todos podamos acceder a la salud igualitariamente.

Y que haya muchas formas en que podamos asociarnos, donde no necesariamente la sexualidad, lo reproductivo, tenga que ser la base o la justificacióin de esa asociación. Y como cada vez vamos a vivir más tiempo -por suerte-, entonces me parece también que esta heterosexualidad compulsiva...

Cuando una mujer se casaba a los 16 años, cualquiera llegaba virgen. Cuando la expectativa de vida eran los 40 años era fácil decir que uno se casaba una vez, para siempre, y para toda la vida. ¿Qué pasa si vivimos hasta los 120 años? Todos acá, con una mano en el corazón, ¿van a decir que van a seguir con la misma sexualidad? (Risas.) No se mientan. No se mientan. Podemos cambiar. También, sinceramente, yo, como feminista, a veces me siento muy encapsulada por las religiones tradicionales.

SRA. PRESIDENTA IBARRA La señora diputada Bianchi le solicita una interrupción, ¿la concede?

SRA. GIL LOZANO Sí, señor presidenta.

SRA. PRESIDENTA IBARRA Para una interrupción, tiene la palabra la señora dipuada Bianchi.

SRA. BIANCHI Señora presidenta: no pertenezco a ninguna de las comisiones, pero es un tema que me interesa y quiero solamente hacer una observación a la diputada preopinante, a quien agradezco que me haya concedido la interrupción. Realmente lo que acabo de escuchar me ha superado. Creo, en realidad, que yo como mujer y usted que se...

SRA. PRESIDENTA IBARRA No le puede hablar a la diputada, tiene que dirigirse a la Presidencia.

SRA. BIANCHI A usted, entonces, señora presidenta, yo, como mujer, me he sentido realmente ofendida. (Aplausos.) Y lamento profundamente que la diputada Gil Lozano se ponga en defensora de nosotras, las mujeres. Lamentablemente, todo lo que he oído me ha superado. No soy una pacata, ni soy una religiosa que me creo que lo único que sé hacer es ir a la iglesia.

Realmente, como mujer, me acabo de sentir abochornada por lo que acabo de escuchar. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Gil Lozano.

Sra. Gil Lozano.- Honestamente, no fue mi intención ofender a nadie. Sinceramente...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Discúlpeme, señora diputada Gil Lozano.

La diputada pidió una interrupción, la diputada que estaba en el uso de la palabra gentilmente se la conceció. Esta es una reunión -voy a repetir- entre diputados y diputadas, donde, por supuesto, tenemos libertad de opinión y cada uno ejerce una representación popular. Entonces, le voy a pedir respeto porque la falta de respeto a un diputado cuando está en uso de la palabra es la falta de respeto a la representación que tiene el diputado. Y en esto vamos a ser absolutamente intransigentes. No voy a permitir ningún tipo ni de agravio ni de falta de respeto, porque, además, es falta de respeto a la representación popular y a un sistema democrático, así que vamos a continuar con todo el respeto para que libremente cada persona dé su opinión.

SRA. GIL LOZANO Honestamente, no sólo a la diputada Bianchi sino a todas las otras y otros que se hayan sentido ofendidos. No es mi intención ofenderlos y les digo sinceramente que lo que a mí me parece yo tampoco se lo impongo a los demás. No propongo todas las sexualidades, ni siquiera para mí, porque, a diferencia de la diputada Bianchi, yo me considero una "señora gorda", o sea, soy una mujer casada, heterosexual, tengo tres hijos, tampoco me asusta ser una "señora gorda" para las definiciones de los demás.

También quiero decir que, por ejemplo, en el campo de lo religioso, yo me siento a veces muy constreñida, porque las religiones monoteístas han pensado en Dios como varón, y esto realmente ha sido un límite muy fuerte para toda una legislación canónica que ha venido posteriormente. Yo creo en un universo de diosas, y si tuviera que elegir la unidad, estoy convencida de que Dios es mujer, por ejemplo.

Para terminar, muchas veces también creo que lo hizo primero a Adán, se dio cuenta de que fue un error, y por eso después la hizo a Eva... (risas y aplausos.) ...porque había que mejorar ese ensayo fallido.

Finalmente, quiero reiterar que voy a firmar este proyecto, no voy a poner esta disidencia, aunque, como ven a mí me queda muy chico este proyecto. Yo realmente estoy pensando otra composición familiar, pero pienso que es el primer escalón, y voy a militar para que sigamos dando más escalones. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la señora diputada Terada.

SRA. TERADA Señora presidenta: provengo del interior y la verdad es que la realidad quizás sea diferente a la que se vive en la Capital Federal.

Como la realidad hace que las legisladoras y los legisladores tengamos que trabajar en función de eso, lamento no haber estado años anteriores en esta Cámara cuando se debatió este tema arduamente. Y digo que lo lamento porque me hubiera gustado poder incorporar determinados matices que advierto y que vivo.

En nuestra realidad, el concepto de familia no solamente abarca a la unión de personas del mismo sexo -la diputada Gil Lozano hizo alusión a algo de esto- sino también a los que en el interior denominamos criados, que han sido en cierto modo entenados. Ellos forman parte de la familia, la integran y quizás tengan una noción diferente de una unión familiar adecuada.

Lamento que no se haya podido incorporar a la discusión una idea o concepción de familia ampliada más allá de los del mismo sexo, sino también al caso de las tías grandes, que también tienen una noción de familia.

Aquí se habló del artículo 16 de la Constitución. Yo respeto y coincido con lo dicho por la diputada Marcela Rodríguez en el sentido de ser respetuosos de la igualdad de los derechos. En ese sentido estoy en un todo de acuerdo con que se debe respetar la Constitución y los derechos de todos y todas.

Lamento que mi incorporación a esta Cámara haya sido recién el 10 de diciembre porque me hubiera gustado poder discutir esta concepción moderna de familia ampliada, de familia que no solamente refiere a los del mismo sexo, que también tienen derechos y que deberían ser incorporados para poder entonces tener una visión más completa de la realidad que nos acontece.

Por convicciones religiosas de la condición y de la igualdad de los seres humanos, y desde la dignidad de la vida creo que el respeto es importante. En este sentido me hubiera gustado que la discusión se hubiese ampliado a una visión de la realidad completa y no solamente a las personas del mismo sexo, que son una realidad, pero que no es toda.

Esta realidad está comprendida por esas otras situaciones de los criados, de las tías grandes o de las personas que, a lo mejor sin ser familia directa, conviven y tienen esa voluntad de seguir conviviendo juntas.

Esto es lo que se tendría que haber analizado. Quizás ahora por el ámbito y la celeridad de los tiempos no se pueda.

De todos modos quiero dejar planteada esta posibilidad de discutir una concepción más amplia, que vaya por fuera de los simbólico o de la palabra y que realmente conjugue con una realidad que vivimos en el interior, que tiene que ver con una concepción de unidad familiar que es mucho más ampliada.

SRA. PRESIDENTA IBARRA Veo que acá hay varios diputados que tienen que retirarse, y por eso quiero volver a determinar el objeto de tratamiento, que además ha sido decidido por las mayorías de las comisiones.

Estamos considerando dos proyectos de ley vinculados a la institución matrimonio del Código Civil, donde se establece que los matrimonios que hoy requieren consentimiento de hombre y mujer puedan requerir también el consentimiento de ambos cónyuges, es decir, que no se discrimine según la orientación sexual, ya sean los contrayentes de uno u otro sexo.

Aclaro que no se ha abierto el debate a otro tipo de institución o de pensamientos vinculados a la protección estatal de la familia.

Más allá de la opinión personal de cada uno de los diputados y diputadas, tenemos dos proyectos ingresados. Se trata sencillamente de eso, porque es lo que se ha planteado y porque también así se estableció en los debates de las distintas comisiones.

Este debate se vincula con la igualdad de derechos. Hoy el Código Civil tiene una institución, que es el matrimonio civil. Esa institución actualmente sólo permite contraer matrimonio a las personas de distinto sexo. Esto es, a los heterosexuales.

La discusión es si esa institución que hoy existe en el Código Civil va a seguir siendo sólo para heterosexuales o si también pueden acceder a esa protección legal, a ese plexo normativo, las personas homosexuales, según su plan de vida. Este es el debate que hoy nos ocupa.

Dentro de unos meses podremos discutir otro tipo de institución, pensar en otro plexo normativo, con otro tipo de requisitos, derechos y obligaciones o régimen patrimonial. Pero lo que hoy tenemos en discusión es el régimen civil del matrimonio y sus requisitos, es decir, si es para hombre y mujer o si puede contraerse entre personas del mismo sexo, en igualdad. De eso se trata la discusión y, en este sentido, voy a pedir que nos mantengamos en ella. Tenemos un tema reglamentario y dos expedientes en tratamiento.

Hecha esta aclaración, tiene la palabra la señora diputada Hotton.

SRA. HOTTON Agradezco a la señora presidenta la aclaración que acaba de formular ya que, justamente, me quedó muy claro que aquí estamos debatiendo que las personas del mismo sexo tengan ciertos derechos legales, los cuales respeto.

Sin embargo -y esto es lo que se planteó- como estamos debatiendo matrimonio homosexual o no, aquí quiero dejar muy en claro que me opongo al matrimonio homosexual que incluye -y en estos dos proyectos había quedado muy claro- la adopción por parte de parejas del mismo sexo. (Aplausos.)

Simplemente, cuando en su momento solicité una interrupción al señor diputado Alejandro Rossi -quien en este momento no está presente-, era porque me parecía desprolijo que en el inicio de la sesión ya se esté firmando el dictamen, porque justamente aquí los legisladores venimos a debatir. Si no, es como si estuviéramos simulando un debate cuando en realidad la mayoría ya votó. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Discúlpeme, señora diputada, voy a hacer una aclaración reglamentaria porque estoy a cargo de la Presidencia.

Quiero decir que la exigencia reglamentaria es precisamente que se dictamine con quórum y que se firme en la sala de la comisión. Hay muchos diputados y diputadas que no pueden esperar un listado de más de treinta oradores porque tienen otras funciones oficiales que cumplir y tienen derecho a firmar su dictamen. En función de eso es que algunos legisladores ya acompañaron el dictamen con su firma.

Cada uno tiene una posición previa; no necesita esperar. Ya muchos adelantaron su opinión al firmar el proyecto. Yo no puedo impedir que ejerzan el derecho a firmar el dictamen. Hemos tenido asentimiento desde el inicio de esta reunión con quórum para hacerlo. En este sentido, es reglamentario hacerlo. Por lo tanto, aquí aplicamos el reglamento.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Hotton.

SRA. HOTTON Justamente después lo consulté, me dijeron que podía hacerse y por eso no volví a solicitar la interrupción. Pero lamento la intolerancia del señor diputado Alejandro Rossi de no haberme concedido la interrupción.

A esta altura del debate, estoy convencida de que tanto los legisladores aquí presentes como las organizaciones sociales y los periodistas, ya todos tienen una posición tomada al respecto.

Sé perfectamente que los distintos partidos políticos han dado libertad de conciencia para votar sobre este tema.

Estuve leyendo muchísima legislación comparada, informes psicológicos y filosóficos sobre esta cuestión, pero como dijeron aquí que vamos a votar según nuestra conciencia voy a hablar desde ella pero también desde mi convicción, porque realmente estoy convencida de esta oposición al matrimonio homosexual.

Es verdad que las leyes son laicas y que las instituciones son laicas, pero puede ser que nosotros -como legisladores- no lo seamos. Puede ser que tengamos una convicción religiosa y que algunos tengamos una tendencia sexual que no es la de la mayoría. Eso no importa. Estaríamos discriminando desde qué lugar estamos aquí sentados.

Aquí estamos como legisladores, representando al pueblo argentino y en este momento soy totalmente consciente de que estoy representando lo que hoy en día todavía la mayoría de los argentinos piensan del matrimonio. (Aplausos.)



SRA. PRESIDENTA IBARRA Silencio, por favor. Les pido respeto para la oradora porque vamos a exigirlo para todos los oradores independientemente del contenido de su exposición.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Hotton.

SRA. HOTTON Perdón, señora presidenta, pero me siento respetada y no me produce ningún problema que aplaudan las palabras. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Por supuesto, señora diputada.



SRA. HOTTON No hay que tenerle miedo al debate en democracia. De hecho ustedes me ven aquí sentada dando el debate cuando quizás, muchos diputados que comparten la misma posición que yo, no están aquí.

Yo estoy aquí porque creo que es importante que en la Argentina podamos debatir todos los puntos. Esto no quiere decir que no podamos tener diferencia.

Respeto las diferencias, pero como decía al principio, lamentablemente esta mesa de debate no me permite discutir sobre los derechos de las personas del mismo sexo si no que la propuesta es: matrimonio homosexual, sí o no.

Matrimonio, para mí, es la unión entre un hombre y una mujer. Así lo dispuso Dios. El resto, son otras uniones, que pueden ser personas del mismo sexo o como lo propuso la diputada Gil Lozano relaciones entre tres personas o relaciones de una persona con un perro o lo que ella haya planteado.

Sin embargo hoy en día, la legislación nacional dice que hay límites al matrimonio y yo quiero que sigamos manteniendo esos límites y que el matrimonio sea la unión entre un hombre y una mujer. El resto lo vamos a poder tratar en otras reuniones de comisión porque sé que hay proyectos sobre unión civil, enlace y otro tipo de derechos para esta comunidad a la cual respeto.

Quiero reiterar esto: los respeto. Tienen derecho a desarrollar su sexualidad como quieran. No hay ningún problema. Simplemente quiero que quede claro que matrimonio, según los límites que propone la ley actualmente, es la unión entre un hombre y una mujer.

Como decía, en democracia los debates tienen que ser claros. Y lo que me queda claro aquí es que, primero, sí o sí se quiere utilizar el término matrimonio, y segundo, es que sí o sí están pidiendo el derecho a adoptar.

En este punto no es que no tenga una opinión tomada. Tengo una opinión muy pero muy firme en ese sentido. ¿Por qué? Como lo dijo la diputada Vilma Ibarra claramente, la adopción se trata del derecho superior del niño a tener un papá y una mamá. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Señora diputada: le voy a aclarar que yo no dije semejante cosa. Yo dije que el interés superior del niño es lo que fija la Declaración de los Derechos del Niño, que es lo que fija nuestra legislación. Toda la interpretación del paradigma a partir de la ley de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes -que fue votado por el Congreso Nacional- establece el interés superior del niño para interpretar toda la legislación argentina que tiene que regir respecto de los niños. Es el interés superior del niño y esto está fijado a través de tratados internacionales que tienen jerarquía constitucional.

SRA. HOTTON Gracias de nuevo, señora presidenta, por la aclaración.

Justamente, yo creo que el derecho del niño -reitero, es mi interpretación- es que tenga una mamá y un papá. ¿Saben por qué digo esto? La verdad es que aquí no estamos respondiendo a la necesidad o al deseo de ciertos adultos, que pueden ser homosexuales o heterosexuales, en la adopción no estamos pensando en el deseo de ciertas personas a tener un hijo, sino que estamos dándole a los chicos que lamentablemente, por algunas razones, no cuentan con lo que todos los demás nenes tienen en la Argentina: un papá y una mamá; aunque puede ser que en alguna circunstancia hayan perdido alguno de los dos. Entonces, basándome en esto, acá tenemos que pensar en los niños.

Naciones Unidas hoy desaconseja la adopción por parte de personas de distintas culturas, desaconseja la adopción internacional, por supuesto mucho tiene que ver con el tráfico de bebés, y lo sabemos, a lo cual también me opongo. En tal sentido, estamos trabajando conjuntamente con la diputada Gil Lozano, con quien tenemos un montón de proyectos en común, y que no los estamos tratando, y usted lo sabe. Entonces, Naciones Unidas -reitero- desaconseja la adopción internacional, la adopción intercultural, porque tiene muy en claro esto. El niño que ha sido abandonado ya viene con muchos problemas. El niño que es adoptado aparte tiene que internalizar todo esto que significa que sus papás no son sus papás, cosa que es difícil y, además, es difícil demostrarlo ante la sociedad. Si aparte tiene problemas interculturales o interraciales, donde, evidentemente, no está compartiendo en un mismo espacio la raza del promedio de los que comparten esa comunidad, sufre mucho.

Acá lo que le queremos también imponer a ese chico es que en la cultura de hoy, de la Argentina de hoy, tenga que defender frente a sus amiguitos que le tocó un papá y un papá, que le tocó una mamá y una mamá. ¡Pobre chico! Miren todo lo que tiene que enfrentar, pero le digo que no estoy discriminando, estoy pensando en el niño hoy en la Argentina. Yo, como legisladora, me paro desde ese lugar. Yo, como legisladora, voy a pensar en ese chico al que le va a costar muchísimo.

Quiero decir algo más. Acá está lleno de diputados que pertenecen justamente a estas comisiones, fundamentalmente de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. El año pasado yo presenté un proyecto de ley firmado por diputados de todos los bloques que tiene que ver con la adopción. No sé si ustedes recorrieron el país, pero hay diez mil chicos encerrados, muchos sufriendo -y algunos en la calle- esperando ser adoptados, pero eso no fue prioritario para estas comisiones y me consta que le hemos reiterado muchísimas veces y de hecho lo hablé directa y personalmente con usted, señora diputada Ibarra, y la respuesta fue "¿pero tenés en cuenta la adopción por parte de matrimonios homosexuales?" No, este proyecto trata de adopción.

Lamentablemente, hay más de 10 mil chicos que están esperando que nosotros terminemos de dar este debate de matrimonio homosexual para un sector, que, seguramente, tiene sus derechos. Pero, estos niños no tienen poder de lobby, estos niños no tienen recursos, estos niños no tienen carteles, no tienen remeras. Yo me tomo el atrevimiento de representarlos. (Aplausos.) Yo no sé si me van a votar el día de mañana. Hoy no votan.

Quizás la comunidad homosexual sí y los están apoyando. Lo entiendo.

Yo tengo el compromiso con estos chicos y no quiero que el día de mañana, porque yo lo habilité a través de una ley, ellos vean que a todos sus compañeritos les toca una mamá y un papá pero a ellos les toca un papá y un papá. Siento que le estamos sacando parte de su derecho de tener unos padres que representen a los dos sexos.

Por otro lado, quizás muchos de los diputados que hoy no están presentes piensan que hoy en día es políticamente incorrecto oponerse al matrimonio homosexual. Puede ser porque hay mucha influencia por parte de los medios. Yo estoy convencida que en la Argentina de hoy todavía es políticamente correcto, y estoy segura que mi convicción es apoyada por millones y millones y millones de argentinos. (Aplausos.)

Como legisladora siento que no solamente vengo a traer mi opinión sino que vengo a representar a los ciudadanos argentinos que, a través del voto, nos han instalado en estas bancas. En ese sentido, estoy muy convencida de representarlos y de que muchos diputados que aquí no están presentes -quizás porque participan de otras comisiones- comparten esa misma visión.

Por otro lado, la verdad es que si hablamos de lo que es políticamente correcto o no o qué es lo que dirán las encuestas, hoy en día podemos ver claramente que a Mauricio Macri le costó la decisión que tomó. (Aplausos.)

- Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. HOTTON Digo esto para aquellos que especulan con la cantidad de votos. Tengámoslo en cuenta.

Las leyes están para reflejar los consensos y están para reflejar las creencias y las opiniones de toda la sociedad.

En 190 o 191 países del mundo no hay matrimonio homosexual. Siete países en el mundo son los que lo tienen. Ni Francia, ni Inglaterra, ni Brasil tienen incorporada esta ley.

La Argentina es un país desarrollado y de progreso, pero de ahí a que estemos en la vanguardia de la vanguardia. Creo que no es el momento.

Verdaderamente sí creo que debemos seguir con este debate. Pero no es el momento de decidir matrimonio homosexual con adopción. Estoy segurísima que no estamos preparados todavía para eso.

Quiero expresar un último punto, porque como dije vengo a hablar desde una convicción de conciencia.

Se ha debatido sobre las estadísticas o cómo se vive dentro de una familia tipo, donde por supuesto hemos visto muchísimas aberraciones, pero no sabemos qué puede pasar dentro de parejas homosexuales porque no tenemos las estadísticas. No importa. No estamos hablando de eso en este momento.

He sentido aquí mucha intolerancia de parte de legisladores y de ciertos espacios. Intolerancia, por ejemplo, en no poder debatir sobre los derechos. Nos impusieron -y muchos de nosotros hemos sido presionados- para estar aquí y debatir bajo estos términos. En estas cosas sentí la intolerancia.

Espero que lo que se haga de aquí en más sea dentro de un marco de respeto y de entender que no hay ningún término peyorativo.

En ese sentido quisiera que se pongan a pensar si no es peyorativo utilizar el término "religioso" con cierto desprecio. Es un derecho humano. Para aquellos que comparten una religión y que la viven cotidianamente es el derecho humano más deseable.

Así como no hay que juzgar la identidad sexual de las personas creo que es muy discriminatorio hablar de la posición religiosa de la gente.

No estoy hablando de la posición de una religión o de una institución. Estoy hablando de una creencia profunda que proviene de una convicción, que en mi caso es que Dios existe y que nos creó hombre y mujer. Simplemente, esa es mi posición. (Aplausos y manifestaciones en el público asistente.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Quiero informar a todos los presentes que la señora diputada Claudia Rucci debió retirarse. Ocupa su lugar la señora diputada Areta, quien va a copresidir la reunión conmigo.

Quería manifestar que hemos estado orgullosos -y esto lo hablamos particularmente con la diputada Rucci-, del respeto, cuidado, tolerancia y pluralidad con que se han desarrollado la totalidad de las reuniones, tanto las del año pasado en que la presidenta era la diputada Juliana Di Tulio -aquí presente- como con la presidencia de la diputada Claudia Rucci. Destaco el respeto que se ha tenido.

Mucha gente había sugerido que impidiéramos la entrada en el mismo recinto de quienes estuvieran a favor o en contra de los proyectos.

Aquí se invoca el principio constitucional y legal de la igualdad, y todas las personas aquí presentes pensamos de diferentes maneras. Pero sobre la base de esa legalidad estamos compartiendo este debate con absoluta tolerancia, libertad de expresión y respetando lo que deciden las mayorías de las comisiones, como siempre se hace en democracia.

Todas las cuestiones que se consideran acá, se discuten y deciden las mayorías. Acá no podemos decidir de a uno; las decisiones las toman las mayorías de los integrantes de las comisiones. O sea que manteniendo este respeto, y aclarando que en todo momento fue así, que de ninguna manera acá se impidió la participación de las organizaciones sociales -porque estuvieron presentes quienes están a favor y en contra en todos los casos-, vamos a continuar con este mismo espíritu llevando adelante la reunión.

Pido mil disculpas a la señora diputada Storani. La verdad es que nos habíamos equivocado con el listado y la habíamos salteado.

Tiene la palabra la señora diputada Storani.

SRA. STORANI Quiero agradecer y felicitar a las presidentas y autoridades de ambas comisiones. Celebro estar en este Congreso -a pesar de que lo integro recién desde el 10 de diciembre pasado-, tratando un tema tan importante que ha tenido un proceso de debate democrático realmente ejemplar. No sé si en todos los países del mundo este tema se trata de esta manera.

He podido asistir durante el año pasado a audiencias públicas donde las organizaciones sociales y todas las mayorías y minorías han estado representadas en este recinto con los legisladores de aquel momento.

Este año también tuvimos otra audiencia pública donde los nuevos legisladores pudimos interiorizarnos del tema y debatirlo. Al respecto, creo que es muy importante y una responsabilidad del Congreso legislar sobre esta cuestión.

Nuestro país vive en una democracia constitucional y, justamente con el aval de la Constitución, los ciudadanos, a través de nosotros, son quienes pueden hacer cumplir sus derechos. Por lo tanto, nosotros tenemos que protegerlos y hacerlos cumplir por medio de las leyes que sancionamos desde este ámbito.

Nuestra Constitución Nacional tiene artículos muy importantes. Uno de ellos es el 19, que cuida y protege la libertad de la vida privada y la libertad individual. Es decir que todo individuo puede planificar su vida y organizar con quién va a vivir -en matrimonio o no-, como parte de su vida privada. Y la Constitución lo protege con ese artículo.

Otro artículo muy importante de nuestra Carta Magna es el 16, que habla de la igualdad ante la ley y de la protección de esa condición de igualdad.

Por eso es muy justo que hoy busquemos modificar el Código Civil. Argentina es firmante de todos los tratados internacionales de derechos humanos -no los voy a enumerar porque son muchos- que están incorporados en el artículo 75, inciso 22 de nuestra Constitución Nacional. Algo que en este momento no estamos respetando ya que los tratados hablan de la igualdad y la libertad ante la ley.

Hasta hoy, que vamos a firmar el dictamen para tratar el proyecto en la próxima sesión, hemos estado discriminando a un grupo muy grande de ciudadanos argentinos.

Llegó el momento de hacer justicia en la Argentina. Estamos modificando el Código Civil para buscar la igualdad ante la ley y que todas las personas decidan su opción sexual o religiosa de una manera absolutamente libre.

Este proyecto no se mete con ninguna de las opciones religiosas absolutamente respetables, si no que propone que puedan contraer matrimonio los homosexuales, transexuales, trans género y todo el espectro de la elección de la orientación sexual.

Una cuestión es el matrimonio canónico, decisión absolutamente respetable que cualquier persona religiosa puede decidir, pero nosotros tenemos la responsabilidad de legislar para todos y para todas las ciudadanas argentinas. Por eso debemos modificar el matrimonio civil en el Código Civil.

El diputado Amadeo viene de un trabajo muy comprometido con la sociedad y yo también vengo del mismo campo social.

En ese aspecto se dicen muchas cosas, pero cuando uno está enfrentada a situaciones donde tiene que dirimir el interés superior del niño -tan vapuleado acá y descrito en la Convención Internacional de los Derechos del Niño y en la ley 26.061 de protección integral de derechos del niño en Argentina-, en el campo del trabajo con niños que no tienen un hogar, por diferentes circunstancias, junto con las organizaciones y con la anuencia de los jueces, busca un hogar a la familia ampliada o a los vecinos. Entonces ¿por qué no también entre personas del mismo sexo? Si lo que estamos buscando es el interés superior del niño y la protección para que crezca.

En el campo social, estas derivaciones son constantes y tienen la anuencia de nuestros jueces. Esto lo avala no sólo la ley nacional sino también la Convención Internacional de los Derechos del Niño desde hace mucho tiempo.

Por otro lado existe una realidad en la Argentina que indica que el 30 por ciento de hogares argentinos son conducidos por mujeres. Entonces me pregunto ¿qué ocurre con los chicos de esas mujeres que no tienen la figura paterna? ¿Quién cumple el rol paterno y el rol materno para que el niño se desarrolle como todos queremos? ¿Qué pasa? ¿Son todos tarados los chicos de las madres de ese 30 por ciento? No.

En esos casos, el rol paterno o materno, el rol del amor que el chico necesita, está representado por otra persona, a veces por tíos, por primos o por amigas. Hay una multiplicidad de familias.

Como han dicho aquí, con esta modificación del Código Civil no estamos obligando a nadie. No es que vamos a salir a casar a todo el mundo por todas las esquinas. Tiene que ver con la libertad de la elección.

Por eso yo levanto mi voto positivo. Se ha firmado el dictamen y me parece que por fin el Congreso está haciendo justicia con un tema demorado e injusto que tiene una deuda de años, ya que la reforma de la Constitución fue en 1994. De manera que en ese año deberíamos haber empezado a adaptar todas nuestras leyes antidiscriminatorias. (Aplausos.)

SR. PAIS Señora presidenta: en principio, a los fines de fundar mi firma en el dictamen mi exposición va a ser muy similar a la del diputado Vega. Es decir, luego de un proceso, que para algunos será involutivo y para otros será evolutivo, yo he mutado de la opinión primigenia que tenía el año pasado y hoy estoy de acuerdo, en líneas generales, con el proyecto y sólo mantengo mínimas disidencias de técnica legislativa.

Hasta hace menos de un mes tenía redactado un proyecto de unión civil, y luego de conocer el análisis de este tema, advertí realmente que el derecho positivo nacional discriminaba a las personas que tienen parejas del mismo sexo en forma absoluta, las discriminaba dejándolas al desamparo en contingencias de la seguridad social que la Constitución atribuye como un mandato garantizar a este Congreso y que, indudablemente, también constituyen derechos humanos esenciales.

A los fines de solucionar esa discriminación objetiva que hoy todavía contiene nuestro derecho positivo, comencé a elaborar un proyecto de unión civil, hasta que hace poco asumí que estaba diferenciando y que estaba constituyendo un régimen similar al matrimonio y que esa diferenciación, que era en muchos aspectos semántica, lo que, en definitiva, estaba consolidando era una forma más de discriminar, de diferenciar y de excluir con un régimen especial. (Aplausos.)

En mi caso -como en el de muchos otros- tengo una responsabilidad especial porque voy a tener, por haberlo investido así el pueblo y porque lo estoy representando, la posibilidad de decidir en lo personal, y sumatoriamente a lo que resulte en la sesión, si va a ser derecho positivo o no este matrimonio, esta nueva institución que estamos proyectando, en la cual no exista diferencia para las personas que deseen contraer matrimonio con personas del mismo sexo.

Yo creo que estamos en el tiempo justo. Es un proceso que la sociedad lo ha venido debatiendo, que los legisladores lo hemos venido debatiendo, algunos en períodos anteriores. En verdad, creo que estamos resarciendo con este derecho positivo nuevo, que espero se sancione, una situación de inequidad y una situación de absoluta discriminación de muchos sectores de la sociedad argentina.

Es una forma de avanzar en esa cláusula ínsita de nuestra Constitución que habla de progresismo, que implica realmente allanar y solucionar aquellas situaciones que consolidan procesos de desigualdad, en este caso desigualdad jurídica, biológica, familiar y que realmente consolidan un trato que violenta los derechos humanos que todos decimos respetar.

Honestamente, esto implica, en mi caso, romper con ataduras de tipo cultural, incluso algunas religiosas, que constituyen preconceptos que conforman el fuero de decisión de las personas, pero -como, bien dijo el diputado Vega, y por eso reivindico sus palabras al comienzo del debate- considero que la ética laica -esos valores que, en principio, podemos sentirnos y reflejarnos todos los argentinos- es lo que va a orientar, en mi caso, la decisión que estoy tomando. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Quiero informar que los dictámenes de mayoría están firmados con el aval de 18 integrantes de la Comisión de Legislación General y el de 20 diputados de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la señora diputada Di Tulio.

SRA. DI TULIO Es una excelente noticia. Por lo menos lo es para mí. (Aplausos prolongados.)

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Continuamos con la reunión.

Quedan varios oradores anotados para hacer uso de la palabra. De manera que les voy a pedir a todos que nos quedemos hasta agotar la lista de oradores. Además, todavía hay alguna gente que puede firmar este dictamen o las otras propuestas alternativas que existen.

Continúa en el uso de la palabra la señora diputada Di Tulio.

SRA. DI TULIO Señora presidenta: no quiero ahondar en fundamentos. Soy coautora del proyecto presentado por la diputada Augsburger a quien agradezco la generosidad política de haber hecho circular este proyecto por muchos de los bloques que componen la Cámara de Diputados y diputadas de la Nación.

Por este motivo mi trabajo en la dirección a que acabamos de arribar, en la firma de un dictamen positivo para trabajar en el plenario de sesiones un proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo, ha tenido un primer paso muy importante.

Quiero hablar en forma personal y hacer míos los argumentos y fundamentos del proyecto del que soy coautora y que vengo expresando desde hace ya bastante tiempo, desde que empezamos a discutir formalmente en las comisiones de Legislación General -que usted preside, diputada Ibarra- y la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia que presidí yo hasta el año pasado y que hoy preside la diputada Rucci.

Desde antes de la firma del proyecto de la diputada Augsburger he venido trabajado el tema ya que soy parte de esta sociedad, que tiene un debate planteado desde hace muchísimos años y tiene una realidad concreta también desde hace mucho tiempo.

De manera que no es que llevo algún tiempo con este tema. Seguramente llevo mucho menos del que llevan las compañeras a las que tuve el gusto de conocer la semana pasada, que esperaron treinta años para poder casarse. Entonces, seguramente es mucho menos el tiempo que llevo trabajando en esta dirección. Pero creo que es sincero decir que este tiempo ha sido el suficiente y no hay que ponerlo como excusa. Además, creo que ha sido un tiempo muy largo. El debate fue largo.

Hay muchas leyes de suma importancia también para los argentinos y las argentinas que llevaron mucho menos tiempo de discusión que el que se ha dedicado a este proyecto de ley.

El argumento del tiempo lo veo como una excusa y ha sido utilizado como estrategia para frenar el debate. Pero por lo que acaba de anunciar la señora presidenta, es algo que se ha resuelto.

Me alegro mucho porque quiero recordarles a todos y a todas que este proyecto tiene votado pedido de preferencia. De manera que espero que sea tratado en el recinto.

En ese sentido coincido con la diputada Storani ya que yo también espero que sea en la próxima sesión cuando se trate este proyecto de ley. Creo que así debe ser.



Además, me he sentido -y sigo hablando desde lo personal- muy acompañada por la realidad y por mis compañeros y compañeras de bancada.

Me he sentido acompañada en este trabajo conjunto con muchos diputados y diputadas de otros bloques. No siempre se logra tener en temas tan importantes para la sociedad la adhesión, el compromiso y el trabajo. A todos nos consta el trabajo que han realizado muchísimos diputados y diputadas de este Parlamento, del que me enorgullezco absolutamente de formar parte.

La verdad es que también me he sentido acompañada por algunos jueces, que han tenido la capacidad y la voluntad de ir en la misma dirección que marca nuestra Constitución Nacional.

Me siento acompañada por mi hija. Esta es la primera vez que ella está aquí -y por casualidad-, y me siento conmovida por su presencia.

También quisiera que se sientan acompañados todos aquellos a quienes nosotros, diputados y diputadas, les hemos negado este derecho. Hemos trabajado muchísimo para que esto pueda terminar en un dictamen de mayoría que podamos llevar al recinto para seguir discutiendo.

Hoy asistimos a un hecho importantísimo para todos, y es un avance enorme. Así lo sentíamos el año pasado cuando empezamos a discutir formalmente este tema.

Comparto lo que dijo una diputada preopinante -creo que fue la diputada Areta- cuando dijo que había cosas que no le entraban en la cabeza. La verdad es que hay cosas que a mí tampoco me entran en la cabeza.

El planteo es modificar el Código Civil, que debe ser de acceso a todo el mundo. No pretendemos modificar ningún testamento ni ninguna Biblia. Seguirá siendo el credo de cada uno un derecho individual y colectivo de ejercicio pleno para todos y todas quienes habitan este país.

Estamos planteando un acceso irrestricto y absoluto para todos los habitantes de este país, todos y todas. Esto es tan sencillo y elemental. Yo me siento igual al otro. ¿Cómo es que esto no puede estar plasmado en el Código Civil? Es indudable y cierto que siento lo mismo que la señora diputada Areta: hay cosas que son incomprensibles.

Sigo dejando los fundamentos jurídicos y técnicos de lado y hablando de mí, diputada Di Tulio, porque hasta ahora no he tenido la posibilidad de hacerlo. Y la verdad es que yo me siento orgullosa de ser argentina, de ser diputada nacional y de pertenecer a este Parlamento que está por concretar un avance muy significativo en términos de igualdad de derechos.

Me siento orgullosa de ser argentina, además, porque nuestro país va a pasar a ser -es cierto- uno de los pocos países que otorga ese derecho a todas las parejas, sin distinción de sexualidad.

Me siento orgullosa de ser argentina porque el nuestro es un país de vanguardia, y lo ha sido históricamente.

Me siento orgullosa de formar parte de este Parlamento porque todos los bloques hemos dejado mezquindades políticas de lado y hemos trabajado durante mucho tiempo para que esto se concrete.

Reitero: me siento orgullosa de ser argentina, de ser parte de este Parlamento y, además, auguro que el resultado de la votación -espero- será afirmativo masivamente. No tengo nada más para decir. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Quiero hacer un agradecimiento especial a la diputada Di Tulio, quien presidió la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia el año pasado. Ella estuvo en cada reunión. Fue una militante original, histórica, en el reconocimiento de estos derechos y ha trabajado incansablemente para ayudar a que hoy lleguemos a obtener los dictámenes.

Antes de que esta reunión se quede con pocos diputados y diputadas quiero agradecer por su enorme trabajo a la señora María Rachid, presidenta de la Federación de Gay, Lesbianas, bisexuales y transexuales, que se encuentra aquí presente, y en nombre de ella hacerlo extensivo a todos los militantes de la Federación.

También quiero reconocer el acompañamiento a la Comunidad Homosexual Argentina, cuyo presidente César Cigliutti y el vicepresidente están aquí presentes. Son ellos los que ponen el cuerpo y los que han sentido y sienten la diferencia. (Aplausos prolongados.)

Manifestaciones entre el público asistente.
SRA. PRESIDENTA IBARRA Hoy a la mañana aconteció otro casamiento entre personas del mismo sexo.

Por otro lado quiero agradecer a las organizaciones sociales por la participación, el esfuerzo y el trabajo porque esto realmente lo han logrado ustedes.

Tiene la palabra la señora diputada Segarra.

SRA. SEGARRA Señora presidenta: quiero adelantar mi voto positivo para el dictamen de la mayoría.

Estoy votando en forma positiva y como decía la diputada Di Tulio, para mí es un orgullo, aunque yo nunca estuve de acuerdo con el matrimonio. (Risas.) Nunca me casé y tengo cuatro hijos, dos son biológicos y dos son adoptados.

Constituí una familia con estas características pero nunca estuve de acuerdo con el matrimonio y nunca intenté casarme. Sin embargo sí creo que tenemos que garantizar la igualdad ante la ley.

Como militante política y de derechos humanos creo que la ley tiene que reflejar parte de los procesos de transformación que viene llevando adelante nuestra sociedad.

Parte de los cambios es comprender y asimilar que existen parejas del mismo sexo que tienen derecho al matrimonio.

Esta es una asignatura pendiente y esta legislación tiene que ver con la libertad de elegir. Me parece un orgullo y me conmueve poder estar aprobando esto aunque nunca estuve de acuerdo con el matrimonio. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Tiene la palabra la señora diputada Merchant.

SRA. MERCHANT Señora presidenta: a esta altura me parece que no hace falta hablar. Estamos todos y todas muy contentos, pero lo hago porque creo que es un momento de fiesta y felicidad.

Todo el mundo sabe acá cuál es mi posición, cómo hemos trabajado y cuál es la posición de mi bloque. Pero creo que en esta época donde se habla de la judicialización de la política tenemos que evitar que se judicialicen los matrimonios.

Por lo tanto, una ley del Congreso que efectivamente habilite esa posibilidad, para que otros no tengan que pasar por la situación que pasaron Carlos y Martín -que lograron casarse- o como las compañeras que se casaron la semana pasada, va a habilitar este acto de justicia absoluto que tiene que ver con la pelea que llevó adelante la Federación y organizaciones como el CHA, no solamente en este Congreso sino fuera del mismo, con una profunda vocación democrática y de enorme respeto.

Como todos los diputados y diputadas que hablaron dijeron muchas de las cosas que además yo ya expresé acá quiero decir que esta ley no solamente da la posibilidad de igualdad en términos legales y lo que significa la posibilidad de casarse, sino que también implica una profunda modificación cultural y social.



Esto creo que es lo que más alegría me genera. Igual que Adela, yo nunca me casé. Tengo una chica grande, criada, tengo la misma situación.

Mientras hablamos un joven de Córdoba, de Villa Ciburu, criado cartonero, gay, que lo conozco desde que era chiquito porque le daba apoyo escolar, me escribe y me dice: "Checha, qué bueno, no me va a dar más vergüenza." No solamente en la Capital sino en los pueblos del interior, en los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad, es importante que cada uno pueda decir con orgullo que quiere vivir como quiera y todo lo demás. Se habló del amor y el amor tiene tantas formas y no se da muchas veces dentro del matrimonio y se da fuera del matrimonio, muchas veces. Es otro tema que no tiene que ver con lo que estamos discutiendo ahora. Lo que discutimos ahora habla no solamente de igualdad, sino que habla de la justicia social, de las posibilidades de entender la paz, en todo caso, como concepto general, no entender la tolerancia sino el disfrute de vivir en esta diferencia hermosa que tenemos de ser personas, que nos respetamos, que tenemos ganas de festejar el bicentenario con cosas buenas. (Aplausos.)

Me parece que nos falta mucho, que cada pasito de éstos es un paso realmente importante en esta consolidación cultural. Creo que tenemos que avanzar con la identidad de género que es otro elemento fundamental y en esto la verdad que me da muchísima... (Aplausos.)

Siento igual que Juliana, igual que otros diputados y diputadas que hablaron hace un rato, que es un orgullo y ojalá fuéramos vanguardia, ojalá hubiéramos sido vanguardia con el voto femenino, con el divorcio. Nos hubiera evitado no solamente discriminaciones sino amarguras y situaciones complejas y de doble moral. Creo que evitar la doble moral tiene que ver con las posibilidades de vivir en una sociedad más justa, en una sociedad en la que podamos estar libres y acompañados y sentirnos parte de un todo.

Por último, porque ya tenemos que irnos seguramente a festejar, alguien habló de que hay otras partes de la sociedad. La verdad es que la podemos dividir en tantas como somos o en una. No podemos hacer tantas diferencias, o somos tantos como somos o somos una parte entera. Entonces, me parece que ésta es una ley que nos da la posibilidad de discutirla desde ahí, de que todos salgamos y podamos expresarnos libremente, más allá de esta cuestión de la igualdad ante la ley que es fundamental, importante, que cada uno la tomará o la dejará. Por suerte -como dijo la diputada Parada- esto no nos obliga a ninguno de nosotros y a ninguna de nosotras. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA IBARRA Quiero leer la lista de oradores que quedan todavía por hacer uso de la palabra.

SRA. CONTI ¿Le parece, señora presidenta, cerrar la lista de oradores y debatir en el recinto? Dado que hace rato que se está discutiendo, que seguramente vamos a reiterar conceptos, unos más de carácter afectivo, otros jurídicos, ¿no les parece que quienes estamos todavía en la lista de oradores nos retiremos de la lista y hablemos en el recinto cuando se trate el proyecto? Para eso tendrían que estar de acuerdo los diputados que quedan anotados.

SR. MORÁN En lo personal, no tengo problemas.

SRA. PRESIDENTA IBARRA Atento a que veo que los diputados anotados para hacer uso de la palabra están de acuerdo con la propuesta de la diputada Conti, vamos a dar por levantada la reunión. (Aplausos.)

Hay un dictamen de mayoría y tres de minoría. Estamos en condiciones de tratarlo dado que está votada la preferencia con dictamen de comisión.

- Es la hora 13 y 26.