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LEGISLACION GENERAL

Comisión Permanente

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Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO

Miércoles 16.00hs

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Reunión del día 08/03/2012

- CONTINUACIÓN MADIFICACIÓN CARTA ORGÁNICA BANCO CENTRAL

EXPEDIENTES

- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los ocho días del mes de marzo de 2012, a la hora 10 y 17:
SR. PRESIDENTE HELLER Continuamos con la reunión de la Comisión de Finanzas, conjunta con las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación General.

Como acabo de señalar, se trata de la continuación de la reunión que ayer pasó a cuarto intermedio, luego de escuchar la intervención y las respuestas que la presidenta del Banco Central brindó al plenario de comisiones convocadas a tal efecto.

Antes de entrar en el tema -seguramente interpretando el sentimiento de todos-, permítanme saludar a todas las mujeres en el Día Internacional de la Mujer.

Hay muchos festejos que se han ido agregando y no tienen mucho que ver con nuestra historia y nuestras costumbres, que son de otras latitudes y pertenecen a otras culturas. Este día es un homenaje a las mujeres que luchan, que militan y trabajan, a las mujeres que a través de su lucha y sacrificio han contribuido a trabajar para construir un mundo mejor.

¡Feliz día y a seguir trabajando! En nombre de todos, saludamos a las compañeras que están aquí presentes, y a las que no están, también se lo hacemos extensivo.

Si les parece bien, les comentaría rápidamente...

SR. MILMAN Señor presidente: están impidiendo el acceso de nuestros asesores a esta reunión. No sé cuál es el motivo.

SR. PRESIDENTE HELLER No veo inconveniente en que estén presentes. Por favor, que se habilite el ingreso de los asesores.

Seguidamente, quisiera comentarles a los miembros de las comisiones cómo ha quedado redactado el proyecto que nos remitiera el Poder Ejecutivo, luego del debate que se realizó ayer, señalando cuáles son los cambios que se han introducido y la redacción que estaríamos considerando.

En primer término, en el artículo 3° se agrega la expresión "el empleo", con lo cual quedaría redactado de la siguiente manera: "El Banco tiene por finalidad promover, en la medida de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno Nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social." Se agrega la expresión "el empleo", tal como fue mencionado en el debate de ayer.

En el artículo 4°, inciso b), se propone agregar las palabras "y las tasas de interés", por lo que quedaría así: "Regular la cantidad de dinero y las tasas de interés y regular y orientar el crédito."

En el artículo 14, inciso o), se amplía la redacción. Antes decía: "Autorizar la apertura de sucursales de las entidades financieras y la fusión de éstas." Ahora el texto quedaría redactado de la siguiente manera: "Autorizar la apertura de sucursales y otras dependencias de las entidades financieras y los proyectos de fusión de éstas, propendiendo a ampliar la cobertura geográfica del sistema, atender las zonas con menor potencial económico y menor densidad poblacional y promover el acceso universal de los usuarios a los servicios financieros."

En el mismo artículo 14, inciso r), que hacía referencia a regular las condiciones del crédito en términos de plazos, tasas de interés, comisiones y cargos de cualquier naturaleza, etcétera, se propone agregar la expresión "de riesgo", porque hay una cuestión muy debatida en los Bancos Centrales del mundo que tiene que ver con el famoso apetito al riesgo que las entidades financieras muestran y que se atribuyen en muchos casos como causal de las crisis.

Luego, se propone agregar en el artículo 14 un inciso w). Este inciso diría: "Establecer políticas diferenciadas orientadas a las pequeñas y medianas empresas y las economías regionales."

Además, el señor diputado Feletti me ha pedido la palabra para proponer un cambio en el artículo 20.

SR. FELETTI Como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y en lo que involucra al financiamiento al Tesoro nacional, dado el carácter procíclico de la redacción del artículo 20 y el tema del 10 por ciento de los recursos en efectivo, proponemos incorporar un párrafo que expresa: "Este límite podrá ser incrementado con carácter excepcional hasta un 20 por ciento por un plazo máximo de 18 meses."

SR. AMADEO ¿Con autorización del Congreso, señor diputado?

SR. FELETTI Vamos a impedir la prociclicidad del financiamiento al Tesoro.

SRA. CONTI ¿Es el artículo 20 de la Carta Orgánica?

SR. PRESIDENTE HELLER Así es, señora diputada.

SR. GIUBERGIA ¿Ni siquiera van a informar al Congreso? ¿No se ha tomado la precaución de informar mínimamente al Congreso?

SR. FELETTI Esto surge del presupuesto cuando es remitido al Congreso. Además, en el uso de adelantos transitorios al Tesoro, todo lo que es bajo la línea como necesidad de financiamiento es periódicamente informado.

Incluso, el secretario de Finanzas muchas veces ha informado el uso de los adelantos al Tesoro que hace el Banco Central.

SR. AMADEO La presidenta del banco fue muy enfática en ese sentido y dio garantías de que no iba a cambiar el artículo 20. La gente puede cambiar a la noche, pero estamos sorprendidos por la intensidad el cambio.

SR. FELETTI No es un cambio muy intenso.

SR. DE PRAT GAY Estamos halando de 20 mil millones de pesos.

SR. FELETTI Es apenas con carácter excepcional un incremento de hasta el 20 por ciento con un plazo máximo de 18 meses. Es una mínima corrección al financiamiento del Tesoro.

SR. DE PRAT GAY Para que todos lo sepan, reitero que estamos hablando de 20 mil millones de pesos.

SR. PRESIDENTE HELLER Finalmente, en las reformas propuestas tenemos la modificación del artículo 42, que se había solicitado, donde se agregará un segundo párrafo, que dirá: "Incumbe al Banco, además, compilar y publicar regularmente las estadísticas monetarias, financieras, cambiarias y crediticias." Ayer se planteó un vacío en cuanto a la información, que de esta manera quedaría resuelto.

En este momento estamos entregando las copias de los ajustes propuestos, por lo que propongo que avancemos en el desarrollo de la reunión. Entiendo que hay varios dictámenes, además de éste, algunos de los cuales fueron anunciados ayer mismo durante el desarrollo de la reunión.

Conocido el dictamen sobre el proyecto del Poder Ejecutivo, con los ajustes que le hemos realizado luego del debate de ayer, daré la palabra a los señores diputados que deseen presentar dictámenes alternativos.

Previamente quiero señalar que varios señores diputados de distintas bancadas se han acercado a esta Presidencia para plantear algunas cuestiones vinculadas con el horario de sus vuelos; se trata, sobre todo, de legisladores del interior del país, quienes tienen establecidos compromisos. Los legisladores también cumplen funciones en los lugares donde viven; no sólo quieren volver a sus casas sino que también tienen actividades políticas vinculadas con la representación que ejercen, que no es sólo en el ámbito de la Legislatura. En ese marco, y a los efectos de que podamos avanzar y no tengamos dificultades, esta Presidencia propone que cuando estén disponibles los dictámenes de los distintos bloques, éstos comiencen a pasarse a la firma, sin perjuicio del debate que se ponga en marcha. Ello, de manera que no tengamos sobresaltos a la hora en que debamos ir finalizando esta reunión, en función de las dificultades que hemos recogido de los más variados bloques.

Estas inquietudes no han surgido de un sector en particular, sino que se me han acercado legisladores de diferentes bloques con planteos como el que estoy señalando, y ustedes mismos podrán dar fe de que así ha sido. Entonces, si les parece bien, avanzaremos con esa mecánica. Si están de acuerdo, daré la palabra a quien la solicite.

Tiene la palabra el señor diputado de Prat Gay.

SR. DE PRAT GAY Gracias, señor presidente...

SR. PRESIDENTE HELLER Pedimos por favor a todos los presentes que hagan silencio ya que hay mucho murmullo.

SR. DE PRAT GAY Sin perjuicio de que todos sabemos que el oficialismo cuenta con el número para aprobar su dictamen y que, tal como quedó demostrado con la modificación que propone el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, esta reforma de la Carta Orgánica que propicia el gobierno persigue básicamente la posibilidad de tener más recursos, incluso emitiendo vía adelantos, me parece que tenemos una oportunidad para que cada bloque que se tomó el trabajo de preparar un dictamen alternativo -más allá de que en algunos temas concretos hay posturas absolutamente opuestas-, pueda incorporar a la discusión algunas cuestiones que consideran importantes y que harían a una reforma más integral de la Carta Orgánica.

Lo que voy a presentar es un dictamen conjunto que hemos acordado...

SR. PRESIDENTE HELLER Por favor, solicito a los presentes que guarden silencio para poder escuchar al señor diputado en uso de la palabra.

SR. DE PRAT GAY Voy a presentar un dictamen conjunto que hemos acordado entre los bloques de la Coalición Cívica ARI y la Unión Cívica Radical, que también cuenta con el apoyo del Partido Federal Fueguino, cuya copia va a estar para su circulación.

Quiero hacer hincapié en algunos puntos que considero relevantes para la discusión, como dije antes, sin perjuicio de que en algunos de ellos no vamos a ponernos de acuerdo. Sin embargo, más allá de las banderías políticas, me parece que todos podríamos hacer el esfuerzo de considerar la propuesta del otro, es decir, los otros dictámenes -no sé cuántos son- que se van a presentar.

La primera cuestión que formulamos en nuestro dictamen la planteamos ayer en la discusión que tuvimos en este mismo lugar. Lo hizo con mucha elocuencia el señor diputado Gil Lavedra, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical, y es que nosotros interpretamos que este Congreso está en deuda desde la modificación de la Constitución Nacional de 1994.

En esa modificación se reformó el inciso 6 del artículo 75, que es el que se refiere a la creación del Banco Central, y se cambió la definición de "banco nacional" por "banco federal".

Nosotros no solamente compartimos que el Banco Central no tiene que ser central sino que debe ser federal en una República federal, sino que además estamos exigidos por la Constitución. Debemos hacernos cargo en este caso de algo que sí podemos resolver, a diferencia, por ejemplo, de la cuestión que queda pendiente sobre la coparticipación federal.

Estamos a casi veinte años de incumplimiento en ese sentido, y me parece que tenemos que reflexionar seriamente más allá de para qué se va a usar el Banco Central, quiénes son las autoridades, cómo se designan...

SR. PRESIDENTE HELLER Por favor, pido nuevamente a los señores diputados que hagan silencio de manera que todos podamos escuchar las distintas intervenciones. Hagamos un esfuerzo y escuchemos al diputado que está haciendo uso de la palabra.

SR. DE PRAT GAY Después vamos a presentar la propuesta con más detalle en el dictamen, pero la iniciativa concreta consiste en dar representación a directores designados por las provincias en el directorio del Banco Central.

Estamos estableciendo seis regiones diferentes en las que agrupamos a las veintitrés provincias y a la Ciudad de Buenos Aires. Pedimos, a través de esta nueva Carta Orgánica, que cada una de esas regiones tenga un representante en el directorio del Banco Central. Para ello aumentamos el número de directores de diez, como es actualmente, a once.

La designación del presidente, vicepresidente y tres directores la dejamos como está hasta ahora; vale decir que esa es una facultad del Poder Ejecutivo nacional. A los otros seis directores se los designará de acuerdo con la propuesta que eleven los gobernadores de las provincias de cada una de las regiones que se establecen a tal efecto.

En este momento hay dos vacantes en el directorio del Banco Central. Es decir que hay solamente ocho directores nombrados, algunos de ellos en comisión. Entonces, empezaríamos con tres vacantes, que se completarían con directores nombrados por los gobernadores de estas provincias. Conforme vayan surgiendo nuevas vacantes se irá completando el cupo con preferencia para las provincias.

También establecemos en el artículo en cuestión, un sistema transparente para esa selección y acuerdo entre gobernadores.

El vicepresidente segundo del banco tiene que surgir entre uno de esos seis directores nombrados por las provincias. Además, establecemos un sistema de mayorías calificadas, que ya existen en algunos casos, para decisiones que consideramos graves o relevantes del Banco Central, en las cuales será obligatorio tener al menos dos representantes de las provincias a favor de las propuestas en cuestión.

Podría extenderme más en este detalle pero sé que hay otros dictámenes. Esencialmente, el primer eje que quiero marcar es que entendemos que la Argentina es una república federal y que existe una manda constitucional que este Congreso viene ignorando. En otros momentos, como se dijo ayer, la Carta Orgánica del Banco Central ha sido reformada. Fueron catorce veces desde la salida de la convertibilidad. Eran momentos de urgencia, pero me parece que este es un momento para reflexionar si queremos reflejar en la estructura del Banco Central que somos un país federal, teniendo en cuenta además si queremos cumplir con lo que el constituyente se tomó el tiempo al modificar ese artículo 75, que ahora nos habla de un banco federal.

El segundo punto que proponemos tiene que ver con un mayor control del Congreso sobre un órgano independiente, cuyos directores -más allá de la designación por parte de los distintos poderes ejecutivos- no son elegidos por el pueblo.

La propuesta del oficialismo es darle más facultades y la misma independencia a este directorio del Banco Central; la misma independencia para más facultades es aun mayor independencia. Creemos y compartimos algunas de las facultades adicionales que debiera tener el Banco Central, pero entendemos también que concomitantemente con esas mayores facultades debe existir un mayor control por parte del órgano que decidió delegar en el Banco Central la ejecución de esas facultades.

Por eso proponemos la creación de una Comisión Bicameral de Regulación Monetaria y Financiera, a la cual el Banco Central tendrá que ir informándole habitualmente respecto de los programas y de los desvíos de las metas. Me voy a referir a esto más concretamente cuando lea nuestra propuesta del artículo 3°.

Esencialmente, la idea es que el Banco Central sea efectivamente independiente, pero que no tenga una licencia para hacer lo que se le dé la gana sino que rinda cuentas de qué es lo que hace al Congreso de la Nación, como en las Cartas Orgánicas anteriores. Creemos que esto hace falta reforzarlo aún más, habida cuenta de la ampliación de facultades que estamos proponiendo.

Además, sugerimos eliminar un artículo que se incluyó a las apuradas en 2001 en relación con los nombramientos en comisión. La realidad es que estos nombramientos, con alguna variante de no tratamiento en el Senado, es una fórmula bastante sencilla de obviar el procedimiento habitual que mandan la ley y la Constitución en el sentido de que los directores del Banco Central se designan con acuerdo del Senado. El mandato en comisión se ha utilizado en el pasado como una salida de emergencia frente a cambios inexorables que había que hacer, pero entendemos que esa emergencia no exime de la obligación de que el Senado se involucre en la designación de estos funcionarios. Les recuerdo que la actual presidenta del Banco Central está nombrada en comisión, sin acuerdo del Senado, lo cual no es una buena práctica porque lesiona directamente el principio de la independencia del Directorio del Banco Central que se pretende defender. Entonces ratificamos esa independencia pero proponemos más control del Congreso a través de una Comisión Bicameral constituida por cuatro diputados y cuatro senadores.

Asimismo, dentro de en este segundo capítulo de control, sugerimos algunas modificaciones, esencialmente al artículo 34 de la Carta Orgánica, que hoy no deja margen para girar utilidades que no existen, pero quisiéramos que eso quede taxativa y claramente reflejado en la ley de la Carta Orgánica.

Concretamente, lo que nosotros consagramos en este artículo 34 es que solamente pueda transferir el Banco Central a su accionista, el Tesoro de la Nación, ganancias o utilidades que son líquidas y realizadas, lo cual es una práctica contable de cualquier ente privado o público. Me parece que es una práctica que hay que respetar y queremos reforzarla.

En el proyecto del oficialismo no solamente se relaja mucho las condiciones bajo las cuales se pueden girar utilidades al Tesoro, sino que además se exime al Banco Central de presentar balances de acuerdo con criterios contables que el Banco Central le exige a sus propios regulados. Esto no es una buena práctica, porque el balance del Banco Central tiene que ser transparente y estar sujeto a los mismos criterios de transparencia y de contabilidad. Por ello, vemos peligrosa la propuesta del oficialismo que dice algo así como que estos criterios estarán sujetos a la condición de autoridad monetaria. En el pasado, a través de la contabilidad, se ha vaciado más de una vez el balance del Banco Central y nuestra responsabilidad como legisladores es establecer una norma que no permita ese vaciamiento hacia adelante.

El tercer punto tiene que ver con una de las discusiones medulares de la propuesta del gobierno -algo que ya discutimos ayer-, en relación con el artículo 3°. Lo leo para que todos entendamos qué es lo que estamos proponiendo desde estos bloques. Así, a través del artículo 1º de nuestro proyecto proponemos modificar el primer párrafo de dicho artículo, que quedaría redactado de la siguiente manera: "Es misión primaria y fundamental del Banco Central de la República Argentina preservar el valor de la moneda, de un modo consistente con las políticas orientadas a sostener un alto nivel de actividad y asegurar el pleno empleo, en un contexto de expansión sustentable de la economía."

Luego, a través del artículo 2º proponemos modificar el tercer párrafo del artículo 3°, que sería reemplazado por el siguiente texto: "El Banco Central de la República Argentina debe dar a publicidad, antes del inicio de cada ejercicio anual, su programa monetario para el ejercicio siguiente, informando sobre la meta de inflación y la variación total de dinero proyectadas. Con periodicidad trimestral debe dar publicidad del seguimiento del programa monetario y publicar el nivel mínimo de reservas." Así estaríamos incorporando la obligación de publicar el nivel mínimo de reservas, hasta ahora no exigible porque no existía tal concepto.

El texto de esta propuesta continúa de la siguiente manera: "Cada vez que se prevean desvíos significativos respecto de las metas informadas del programa monetario deberá informar a la Comisión Bicameral de Regulación Monetaria y Financiera y hacer pública las causas del desvío y la nueva programación. Cada vez que se propongan cambios a los criterios para la determinación del nivel mínimo de reservas establecido en el inciso u) del artículo 14...", la novedad es la determinación por parte del Directorio del nivel mínimo de reservas, "...deberá informar a la Comisión Bicameral de Regulación Monetaria y Financiera y hacer pública las causas."

Al final mantenemos la redacción anterior que cerraba este párrafo, diciendo: "El incumplimiento de estas obligaciones de informar por parte de los integrantes del Directorio del Banco Central de la República Argentina será causal de remoción a los efectos previstos en el artículo 9°."

Quiero detenerme en esta cuestión porque, como dije antes, en el proyecto oficial se le están dando más facultades al Directorio del Banco Central y se están incorporando más objetivos. Compartimos la multiplicidad de objetivos, aunque creemos que debe haber una jerarquía de objetivos, ya que el primero debe ser la estabilidad de la moneda. De todos modos, entendemos que en esta multiplicidad de objetivos algunos de ellos pueden quedar difusos o el Directorio del Banco Central podría justificar el incumplimiento de alguno en función de un supuesto cumplimiento de otro.

Por eso entendemos que es importante mantener esta última frase del último párrafo de ese artículo 3° actual, a efectos de que los directores del Banco Central no tengan una licencia para hacer lo que se les dé la gana. Es importante que ellos puedan cumplir con sus objetivos de acuerdo con la independencia y los instrumentos que posee, pero que además rindan cuenta, y que cuando no cumplan con esos objetivos estén sujetos a perder su cargo, tal como está previsto hoy en la Carta Orgánica.

El cuarto punto que proponemos es sobre el tema de las reservas. Nosotros no proponemos un nivel de reservas. Sujeto a la ayuda de la ley de convertibilidad -que este gobierno no deroga-, esta norma le permite utilizar todo lo que esté por encima de esas reservas, que la ley de convertibilidad aún vigente establece como reservas de libre disponibilidad. Además, la voluntad del gobierno es que esta ley siga vigente.

De hecho nosotros proponemos derogar la ley de convertibilidad e incorporar en la Carta Orgánica aquellos artículos que ratifican que las reservas son inembargables, a fin de darle al Directorio la facultad de establecer un nivel mínimo de reservas de acuerdo con el movimiento de las cuentas externas y de los medios de pagos.

Ese nivel mínimo de reservas deberá ser informado al Congreso conjuntamente con las metas de inflación y el programa monetario. Y cada vez que se modifiquen los criterios, tanto el nivel mínimo en sí como los criterios a partir de los cuales se fija ese nivel mínimo, deberá ser informado a la Comisión Bicameral. Esta es una manera de desligar las reservas de la base monetaria, lo cual compartimos. Así se terminaría prudente y definitivamente con la ley de convertibilidad.

Como lo dijo ayer la presidenta del Banco Central, si ella tuviera que definir un nivel mínimo de reservas, seguramente lo pondría por encima de lo que sostienen algunas fórmulas, y creo que se refirió, si no me equivoco, al Fondo Monetario.

SR. PRESIDENTE HELLER Señores diputados y asesores: les ruego que guarden silencio. Por favor, hagamos un esfuerzo.

SR. DE PRAT GAY Yo también estoy haciendo mi esfuerzo, señor presidente, porque creo genuinamente que podemos mejorar.

SR. PRESIDENTE HELLER Muy bien, señor diputado. Yo lo estoy escuchando con toda atención.

SR. DE PRAT GAY Ya anticipé el quinto punto, pero lo vuelvo a plantear.

Creo que uno de los argumentos principales del oficialismo -y esto también es una práctica habitual, no hago un juicio de valor-, es: "Deroguemos la nefasta convertibilidad". Nosotros estamos de acuerdo con eso. Pero no sólo estamos de acuerdo, sino que vamos adelante con la propuesta.

Cuando la señora presidenta de la Nación inauguró el período de sesiones ordinarias -por lo menos lo dijo en su discurso, y lo volví a leer en la versión taquigráfica-, propuso la derogación de la ley de convertibilidad. Esto no es lo que retoma el proyecto del oficialismo, aun con las modificaciones que acaban de leer los presidentes de las comisiones de Finanzas y de Presupuesto y Hacienda.

Creo que en eso también nos debemos un debate. Creo que todos vamos a estar de acuerdo con que hay que eliminar no solamente los resabios de la convertibilidad, sino con que hay que empezar por eliminar la propia ley de convertibilidad. Si no, decimos una cosa y terminamos haciendo otra.

No hay ninguna necesidad de mantener la ley de convertibilidad. Todo lo que queremos hacer en términos de establecer un nivel de reservas adecuado con la regulación del sistema monetario, cambiario y financiero, lo podemos hacer en el marco de la Carta Orgánica. Creo que sería un error institucional gravísimo seguir usando como excusa la ley de convertibilidad para mantener las prácticas habituales.

Aun cuando se quisiera mantener las prácticas habituales, mi sugerencia es que seamos un poco más creativos. Deroguemos en serio la ley de convertibilidad y terminemos proponiendo lo que decimos en el discurso. Nosotros proponemos, efectivamente, la derogación de esa ley de convertibilidad.

Finalmente, en materia de facultades nuevas de la Carta Orgánica, facultades nuevas que venimos discutiendo desde hace un par de años en la Comisión de Finanzas a partir de un proyecto de ley que presentó el señor diputado Heller y de proyectos de ley que presentaron los señores diputados Milman y Pinedo para una reforma integral de la ley de entidades financieras, uno de los argumentos que se esgrimía es que es una ley de la dictadura...

SR. PRESIDENTE HELLER Silencio, por favor.

SR. DE PRAT GAY Bueno, parece que ahora no vamos a reformar la ley de entidades financieras sino que vamos a modificar algunos artículos de la Carta Orgánica para meter por la ventana en la Carta Orgánica algunas de las facultades.

Nosotros compartimos algunas de esas facultades. Lo dijimos ayer y hoy lo vuelvo a decir. Por ejemplo, la facultad del Banco Central de garantizar la competencia en el sistema financiero; la facultad del Banco Central para defender los derechos del usuario bancario; la facultad del Banco Central para promover y priorizar el crédito a las pymes. Celebro que finalmente el gobierno haya incluido un inciso explícitamente referido a esta cuestión.

Lo que nosotros hacemos en el articulado de nuestro dictamen es establecer parámetros para que el Banco Central cumpla con esas funciones, no para que sea -como dije antes- un cheque en blanco, una manda muy general, para que el Banco Central tenga discrecionalidad plena, la discrecionalidad que no tiene el propio legislador.

Creemos que eso sería una delegación notable de facultades que no compartimos. Por ello proponemos algunas cosas que, si me permite el señor presidente, me gustaría comentar, y con esto termino.

SR. PRESIDENTE HELLER Hasta ahora le he permitido todo.

SR. DE PRAT GAY Nosotros proponemos la incorporación de tres artículos: el artículo 42 bis, el 42 ter y el 42 quater en la Carta Orgánica, que básicamente -no los voy a leer ahora- crean en el ámbito del Banco Central de la República Argentina el Consejo de Protección al Consumidor Bancario.

El Consejo estará integrado por tres miembros. Uno de ellos designado por el Directorio del Banco Central de la República Argentina; otro, designado por las asociaciones de consumidores que se encuentren inscriptas en el Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores. Creemos que esto es muy importante. Si hay testimonios que recogimos con muchísima contundencia durante nuestro trabajo en la Comisión de Finanzas en los últimos dos años fueron las quejas sistemáticas de las asociaciones de consumidores respecto de las prácticas bancarias. Me parece que debemos tomar esto, incorporarlo y darle una silla, siguiendo con el procedimiento que establezca la recomendación. El otro miembro será designado por el defensor del pueblo.

También establecemos un sistema...

SR. PRESIDENTE HELLER Silencio, por favor.

SR. DE PRAT GAY También establecemos un sistema que permita la regulación, no de tasas de intereses sino del costo financiero total. Creemos que hay una "avivada" habitual en los bancos...

SR. PRESIDENTE HELLER Eso está previsto.

SR. DE PRAT GAY Está previsto, pero me parece que hay que hablar del costo financiero total.

Hay cargos que podrían escapar a la definición del legislador, que excedan a las comisiones y demás. Me parece que es más contundente hablar de costo financiero total.

Nuestra propuesta es que esa regulación sea por línea de crédito y que el tope máximo se establezca en función del promedio del sistema, como ya se hace hoy con las tarjetas de crédito, a través de una ley que se aprobó en este Congreso de la Nación hace algunos años, que funciona perfectamente en el segmento de tarjetas de crédito y ha evitado los excesos. Consideramos que esos excesos también hay que evitarlos en los préstamos bancarios, sobre todo a las microempresas y a los microemprendedores.

Lo último que proponemos se refiere a la protección patrimonial del Banco Central. Les había explicado nuestra propuesta respecto del artículo 34, para no estar girando utilidades que después no están, que terminan vaciando el patrimonio del Banco Central.

Proponemos que, a partir de la aprobación de esta ley, el Tesoro nacional le canjee al Banco Central las letras intransferibles que hoy el Banco Central tiene en cartera.

Como expliqué ayer, no tenemos ningún problema en que el Tesoro nacional utilice reservas del Banco Central para pagar deuda. Esta es la manera en que funciona y funcionó siempre. Pero no queremos que a través de ese mecanismo se vaya vaciando el patrimonio del Banco Central.

Entendemos que darle al Banco Central una letra que no puede transferir, que vence dentro de diez años, que no tiene un rendimiento de tasa de interés y que además cada diez años un ministro de Economía tiene que decidir si le gira o no 10 mil millones de dólares o más al Banco Central, nos parece que es colocar en una situación de extrema vulnerabilidad el patrimonio neto del Banco Central.

Por lo tanto, proponemos que el Banco Central tenga los mismos privilegios que cualquier bonista; ni siquiera pedimos que tenga más privilegios que los bonistas, como hace hoy el Banco Central Europeo. Menciono esto al pasar, pero para que nos entendamos quiero señalar que hoy es el día en que se define el canje de la deuda de Grecia, y el Banco Central Europeo no va a ese canje sino que mantiene los títulos que compró de Grecia a su valor nominal. No tiene quita; es un acreedor prioritario por encima de los bonistas.

Nosotros no estamos proponiendo eso para el Banco Central, pero estamos tratando de evitar lo opuesto, es decir, que el Banco Central sea el acreedor bobo, que cada vez que le tengan que pagar encuentre que en realidad lo que valía 10 mil no vale nada, porque le dieron un papelito.

Entonces, la propuesta es que el Tesoro Nacional canjee los 25 mil millones de dólares de letras intransferibles que obran hoy en poder y en el portafolio del Banco Central por el bono líquido más largo que tiene hoy la Argentina, que es el bono de descuento en dólares estadounidenses.

De este modo, equilibramos la situación de acreedor del Banco Central con la de otros acreedores comunes. Nos parece que es lo mínimo que hay que hacer, tratándose de un ente que tiene, entre otras obligaciones, la de mantener el valor de la moneda.

Estos son los dos últimos artículos de nuestro dictamen, tal cual lo expliqué.

Para resumir: federalismo y mayor control a una entidad, que es independiente pero cuyos miembros no son elegidos por el pueblo. Además, un artículo 3° que consagre ese control y la multiplicidad de objetivos; una definición de reservas mínimas que atienda a criterios que deban ser controlados por el Congreso de la Nación, la defensa de la competencia, la defensa del usuario bancario y derogar de una vez por todas la ley de convertibilidad.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Cigogna.

SR. CIGOGNA Señor diputado De Prat Gay: ¿la propuesta de derogar la ley de convertibilidad es una expresión de deseo o está incluida en su proyecto?

SR. DE PRAT GAY Está incluida en el dictamen conjunto de los tres bloques.

SR. CIGOGNA ¿Tienen en cuenta que de los tres artículos subsistentes en la ley, dos se refieren a la prohibición de indexación? ¿Han contemplado esa circunstancia?

SR. DE PRAT GAY Entiendo que los artículos son cuatro, tres de ellos se refieren a las normas monetarias y cambiarias del Banco Central, y uno a la indexación. Entiendo que es así y que nos debemos esa discusión. Si es voluntad del Congreso de la Nación prohibir la indexación, discutámoslo, pero fuera del marco...

SR. CIGOGNA Pregunto si es voluntad de los firmantes de ese dictamen reimplantar la indexación o dejar subsistentes las normas prohibitivas. Esa es la pregunta.

SR. DE PRAT GAY Planteamos discutir si queremos o no mantener la indexación.

SR. CIGOGNA ¿Pero no están proponiendo derogar la ley?

SR. DE PRAT GAY Estoy proponiendo derogarla.

SR. CIGOGNA Si usted propone derogar la ley, deroga la prohibición de indexación, y algún día discutimos...

- Varios señores hablan a la vez.
SR. DE PRAT GAY Tampoco seamos hipócritas. Hoy existe la indexación de hecho, y es una indexación incompleta, porque no hay índices de precios genuinos.

El otro día me decía un diputado del oficialismo que su hijo estaba alquilando un departamento con una cláusula en la que ya estaba previsto que el alquiler iba a ir subiendo con el tiempo. Aclaro que no estoy de acuerdo con las cláusulas indexatorias, pero tenemos que llamar a las cosas por su nombre.

Esto tenemos que debatirlo en el Congreso y tendremos que definir si es así o no, pero lo que no comparto es que digamos una cosa y después hagamos otra. Si vamos derogar la ley de convertibilidad, hagámoslo, porque es el momento de hacerlo y de dar el debate respecto de lo que debe subsistir o no de esa norma.

SR. PRESIDENTE HELLER Creo que el tema de la indexación no es menor, por lo que derogar los artículos subsistentes de la convertibilidad sin previamente haber resuelto cuestiones de esta naturaleza implicaría una serie de riesgos que a mi juicio no deberíamos correr.

Pero usted presenta un proyecto, señor diputado, y está en todo su derecho de hacerlo y fundamentarlo. Tendrá el acompañamiento que corresponda y, además, la oportunidad de defenderlo en el recinto.

Por otro lado, usted ha hecho referencia a este proyecto de reforma de la Carta Orgánica y lo vinculó con el tema de la ley de entidades financieras de la dictadura. Al respecto, le recuerdo que este es un proyecto del Poder Ejecutivo, mientras que el proyecto de ley de servicios financieros -así lo denominamos nosotros para reemplazar el de entidades financieras de la dictadura- es una iniciativa parlamentaria que presentó el bloque al que pertenezco -Nuevo Encuentro-, que ha perdido estado parlamentario porque en dos años no se pudo avanzar, pues no salió de la etapa de consultas y visitas de sectores interesados.

Sigo creyendo que hay que derogar la ley de entidades financieras de la dictadura, por lo que ella representa y para terminar de desarmar el aparato legal que hemos heredado de esa etapa y de todo el proceso de construcción de esa estructura legal del neoliberalismo.

Adelanto que vamos a volver a presentar un proyecto para que tenga estado parlamentario y podamos a discutirlo, y que desde luego tendrá en cuenta las modificaciones de la Carta Orgánica que estaremos aprobando, porque algunas cosas que aspirábamos a plantear desde esa propuesta hoy ya van a estar resueltas mediante los cambios en la Carta Orgánica.

Sin duda creemos que es una asignatura pendiente de este Parlamento derogar la ley de entidades financieras de la dictadura. Entonces, reitero que éste es un proyecto del Poder Ejecutivo que hace a la reforma de la Carta Orgánica, y el otro es un proyecto de parlamentarios que van a mantener el tema en tratamiento.

SR. TUNESSI Señor presidente, si me permite, quisiera hacer una aclaración.

Ayer estuvimos escuchando durante toda la mañana distintas apelaciones a salir de la colonización mental que supone para los argentinos atarnos a las concepciones de la época de la convertibilidad. Se estuvo diciendo que efectivamente se cambiaba, se modificaban los criterios, etcétera, y que todos los argentinos pensábamos sobre esta base de la relación de circulante y la caja de convertibilidad, con la cuestión de garantizar el valor de la moneda, etcétera.

En nuestra propuesta de modificación no sólo se avanza en los temas de las múltiples funciones del Banco Central sino también en la directa incumbencia de la entidad en algunas propuestas activas, concretas y claras que tienen que ver con el nivel de actividad y empleo.

Además queremos derogar la ley de convertibilidad, porque lo que hay que hacer es tener una política para contener la inflación y dejar de lado la mentira de decir que no hay convertibilidad y estafar moralmente a los deudores...

SR. PRESIDENTE HELLER Usted pidió la palabra para una aclaración, señor diputado.

SR. TUNESSI Usted siempre tiene la voluntad de interrumpir, señor presidente.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE HELLER Tengo la voluntad de respetar al resto de los diputados que han pedido el uso de la palabra.

SR. TUNESSI No haga de comisario, señor presidente. Las palabras no ofenden. Tranquilícese y déjeme terminar.

SR. PRESIDENTE HELLER Yo estoy tranquilo.

SR. TUNESSI No, señor presidente, usted me interrumpe.

SR. PRESIDENTE HELLER El problema es que usted pidió la palabra para una pequeña aclaración y ahora...

SR. TUNESSI Aquí hay una estafa moral a los deudores y a la parte más débil de un contrato. Digo esto porque permanentemente señalan que no se indexa, pero en realidad sí se indexa, para los deudores, para la parte débil del contrato...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. TUNESSI Se ha perdido el control sobre la inflación...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. FELETTI ¡No tome la palabra por asalto, señor diputado!

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Milman.

SR. MILMAN Señor presidente: nosotros también presentamos un proyecto de ley de entidades financieras -anterior al suyo inclusive-, que estamos volviendo a presentar en estos días, con algunas modificaciones.

Lo cierto es que la señora presidenta de la Nación en la Asamblea del 1° de marzo pasado dijo que no compartía la derogación de la ley de entidades financieras de la dictadura.

En este sentido, recuerdo que en el mensaje de esa ley el entonces ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, decía que esa era la ley más importante que llevaba adelante el proceso de reorganización nacional. Lamento que no hayamos podido derogarla; ojalá que este Congreso, en estos dos años de mandato, pueda hacerlo y así tener una ley democrática.

SR. PRESIDENTE HELLER Ojalá sea así, señor diputado.

Tiene la palabra el señor diputado Pinedo.

SR. PINEDO En primer lugar quiero felicitar al señor diputado De Prat Gay por muchos de los elementos de su proyecto. La verdad es que es un trabajo muy serio el que ha hecho.

Lamentablemente, nosotros no hemos tenido el tiempo de hacer un análisis absoluto y pormenorizado de su dictamen, por lo que no hemos podido acompañar una reforma tan integral como la que él propone. Por esta razón, vamos a hacer una propuesta más sencilla, teniendo en cuenta las limitaciones que tiene esta discusión.

Vemos que el Poder Ejecutivo está intentando hacer una cosa que ellos dicen que es darle mayores herramientas al Banco Central para que opere. Curiosamente, creo que lo que el proyecto hace es quitarle herramientas. Le está dando más libertades -eso es verdad-, pero le está quitando herramientas para darle seguridad a la gente. Y la principal función de un Banco Central es darle seguridad y tranquilidad a la gente; y si no lo logra, fracasa absolutamente en su gestión.

De manera tal que tener pautas previstas a las cuales ajustar su comportamiento es una herramienta poderosa para dar confianza. Y si no hay ninguna pauta, generamos incertidumbre, y eso complica mucho su tarea de dar confianza. Así que, curiosamente, mientras que el gobierno cree que fortalece al Banco Central, me parece que van a terminar debilitándolo.

Alguien podría decir que esto no necesariamente es así porque con estas libertades van a poder actuar bien también, no solamente mal. Esto también es posible, pero poco probable.

Si miramos lo que está haciendo actualmente el Banco Central, nos surgen algunas dudas sobre su capacidad de dar confianza sin ninguna regla porque el Banco Central hoy tiene la obligación primaria de garantizar y preservar el valor de la moneda, que además es una manda constitucional. El artículo 75 de la Constitución obliga al Congreso preservar el valor de la moneda, y el Congreso lo hace a través del Banco Central. Ahí tiene la función primordial de preservar el valor de la moneda, y tenemos una inflación del 25 por ciento, o del 22 por ciento. No sabemos de cuánto es. Así que ahí hay un problema grave.

También dijo la presidenta del Banco Central que es razonable, que en todo el mundo se estudia, que es la última novedad de la ciencia económica -eso es lo que nos enseñaba ella ayer-, esto de coordinar las acciones con el Poder Ejecutivo.

¿Qué querrá decir "coordinar las acciones"? Digo esto porque vemos que en el último período presidencial el gasto público aumentó más del 200 por ciento y el tipo de cambio -o sea, el valor del dólar-, aumentó el 36 por ciento. Con lo cual, no parece que haya una coordinación demasiado razonable, salvo que se utilice el tipo de cambio como herramienta para bajar la inflación, lo cual recuerda a períodos no específicamente del progresismo sino a otros períodos de la historia argentina un poco distintos.

Tener una presidenta del Banco Central que dice que emitir durante dos años seguidos el 40 por ciento de la base monetaria y que eso no tiene necesariamente reflejo en la inflación, no es una señal muy positiva para un Banco Central que pretende actuar sin reglas.

La pregunta es la siguiente. Si consideran que con la responsabilidad primaria actual de preservar el valor de la moneda se puede tener 25 por ciento de inflación, ¿cuánta inflación cree que es bueno tener sin ninguna regla y sin ese objetivo, sino con muchos otros objetivos?

Pareciera que la presidenta del Banco Central considera que para que crezca la economía es necesario tener inflación, y por eso quiere tener esa libertad y no estar limitada por el objetivo único de preservar el valor de la moneda. Sin embargo, hay montones de ejemplos de economías que decrecen en períodos inflacionarios largos -todas-, y de economías que generan mucha inflación por alta emisión monetaria -todas.

Es también muy claro que ha habido estabilidad monetaria larga y crecimiento económico espectacular en muchísimos otros casos, de los que voy a contarles uno. Me refiero al caso alemán: en 1948 el dólar valía 4 marcos; en el año 2000, valía 1,7 marcos. Bueno, me parece que Alemania creció un poquito más que la Argentina. Nuestro país, por ejemplo, entre 1974 y 1990 aumentó el valor del dólar de 2.250 pesos a 10 millones de millones de pesos, y ese fue un período de decrecimiento del producto argentino.

Con todos estos datos, me preocupa un Banco Central sin reglas porque no me parece que los que están haciendo y diciendo estas cosas vayan a darle mucha confianza a la Argentina. Así que nosotros en el escaso tiempo que hemos tenido vamos a limitarnos a elaborar un dictamen que se preocupa por dos cosas y nada más que eso. La primera es preservar el valor del salario de los argentinos de la inflación. La segunda es garantizar el ahorro de los argentinos mediante un uso razonable de las reservas del Banco Central.

En materia de estabilidad monetaria, también proponemos una modificación del artículo 3º de la Carta Orgánica ratificando la responsabilidad principal y fundamental del Banco Central de preservar el valor de la moneda, y que esto sea consistente con otros objetivos. Los objetivos pueden ser múltiples, pero como jerarquía en primer lugar debe respetarse la Constitución Nacional cuando dice que debemos preservar el valor de la moneda.

En materia de protección de ahorros, establecemos que para determinar el monto mínimo de las reservas del Banco Central no solamente es necesario tener en cuenta las cuentas externas, sino también los pasivos externos de corto plazo; también es necesario tener en cuenta una relación razonable con los agregados monetarios, con la base monetaria, para evitar posibles corridas que pueden iniciarse en el peso, pero que siempre terminan en el dólar, y que las reservas suficientes desalientan.

En este momento, esta es nuestra sencilla propuesta, sin perjuicio de que estamos dispuestos a discutir en el futuro una reforma integral de la Carta Orgánica.

Quiero hacer un último comentario, porque tal vez el oficialismo pueda aceptar una modificación en particular a su dictamen.

En el proyecto oficialista se elimina el artículo 5° de la ley de convertibilidad. Ese artículo es el que establece que por un lado se deben computar las reservas, y por otro la base monetaria. Es obvio que si quieren eliminar el sistema de convertibilidad esto hay que modificarlo.

El problema es que ese artículo 5° prevé que el Banco Central tiene que incorporar en su balance la composición de las reservas. Esto tiene que ser público. Este punto es extremadamente importante para generar confianza y para que se sepa qué es lo que está pasando con el dinero de los argentinos. Si eliminamos ese artículo y el Banco Central no tiene más la obligación de colocar en su balance y en sus estados contables la composición de las reservas, podría pasar que se coloque cualquier "verdura" en vez de las reservas, y no son lo mismo las verduras que las reservas.

En la propuesta que estamos realizando -y le voy a sugerir al oficialismo que la incorpore a las suyas, porque supongo que no es intencional la eliminación de este punto-, el Banco Central tiene que incorporar en sus estados contables la composición de las reservas y difundirlas.

SR. PRESIDENTE HELLER Diputado Pinedo: entre los puntos que incorporamos en el dictamen sobre el proyecto del Poder Ejecutivo está el artículo 42, que incumbe al banco compilar y publicar regularmente las estadísticas monetarias, financieras, cambiarias y crediticias. Creo que ello se vincula con el pedido que usted ha formulado.

SR. PINEDO Si se le agrega la frase: "...y la composición de las reservas..." estaríamos todos contentos. Seguramente ustedes también.

SR. KUNKEL ¿Me permite una pregunta? En el caso de que se agregue lo que usted propone, ¿votaría la integralidad de la ley?

SR. PINEDO No. ¿Por qué? No tengo que votar algo con lo que no estoy de acuerdo. Simplemente estoy sugiriendo que mejore su proyecto, señor diputado.

SR. KUNKEL Entonces, no hay nada.

SR. PINEDO ¿No hay nada? Entonces, es peor para la Argentina. Si usted quiere atacar a la gente...

SR. KUNKEL Muy bien no nos fue cuando nos gobernaron ustedes. (Risas.)

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra la señora diputada Bullrich.

SRA. BULLRICH Señor presidente: quiero expresar que en relación con el proyecto que estamos debatiendo, ayer la presidenta del Banco Central planteó en todo momento que existe una mirada desde 1992, y que esta Carta Orgánica tenía como misión primaria y fundamental del Banco Central preservar el valor de la moneda. Esto es lo que plantea la Carta Orgánica actual.

Me parece que aquí tenemos una realidad. Como eso no ha sucedido, por las cosas que ya se han dicho, por la inflación que tenemos, etcétera, en vez de poner en tela de juicio la actuación del Banco Central, lo que hacemos es cambiar el objetivo.

De esta forma, lo que se plantea con esta teoría de los múltiples objetivos es tapar la idea de que la preservación de la moneda no es el objetivo más importante. Mucho se ha dicho de esta teoría, pero el problema de los múltiples objetivos es que lleva a un conflicto de objetivos. Es decir, si esos objetivos no tienen una jerarquía y no se sabe cuál es el primario, en este mandato múltiple, ¿qué podría suceder? En caso de conflicto de objetivos, ¿quién laudará? Y ahí volvemos a lo que dice el proyecto sobre "las políticas establecidas por el gobierno nacional".

En consecuencia, esta idea de los múltiples objetivos, si no tiene un mecanismo de decisión clara de las jerarquías, va a llevar claramente a una pérdida de autonomía y a un riesgo de decisiones coyunturales que fije el gobierno frente a situaciones complicadas, y no estoy hablando de este gobierno sino de los gobiernos en general.

En segundo lugar, el proyecto de reforma de Carta Orgánica del Banco Central contempla tres objetivos, respecto de los cuales quisiera explicar por qué no los compartimos. A nuestro entender, la estabilidad de la moneda y las reservas están absolutamente subordinadas en esta lógica.

En cuanto al uso de las reservas, ya hemos discutido el tema de liberarle al gobierno la capacidad de acceso a las reservas. Existe un segundo problema, que es más grave aún: en la prescripción del proyecto dice claramente que el Directorio del Banco Central es quien va a establecer el nivel de reservas necesarias. Sin parámetros, sin mecanismos claramente establecidos, sin pasar por el Congreso de la Nación.

Tenemos la experiencia de la energía: balance positivo en 2006, balance negativo de los activos energéticos en 2011; y más aún en 2012.

Lo mismo ocurre con nuestros activos gasíferos y con el dinero que se ha utilizado para pagar gastos corrientes.

Ayer el señor diputado Aguad planteó cuál era el balance del Banco Central. Está publicado su último balance semanal al 7 de febrero, que plantea las reservas en 202.625 millones de pesos; títulos públicos: 134.080 millones de pesos; adelantos del Tesoro: 65.330 millones; y el total de préstamos al gobierno es de 199.577 millones pesos; esto equivale al 44 por ciento del activo del Banco Central. Además, creo que ayer se ha dicho que estos títulos en realidad no lo son tanto porque no tienen liquidez secundaria.

Luego, otros activos por 50.524 millones de pesos, con lo que el total de activos nos da 452.826 millones de pesos.

En cuanto al pasivo, si tomamos los 207.463 millones de pesos de la base monetaria, que está en el 97 por ciento, no se está cumpliendo lo que prescribe la ley.

A continuación tenemos títulos emitidos, por un monto de 105.932 millones de pesos; cuentas corrientes, 28.840; otros: 679.818 cuentas corrientes. Esto arroja un total de pasivos de 412.053 millones de pesos y un patrimonio neto de 40.774 millones de pesos. Esto significa que la deuda del gobierno con el Banco Central de la República Argentina casi quintuplica el patrimonio neto del Banco.

Adicionalmente, tenemos préstamos del Fondo de Garantía de Sostenibilidad de 110 millones de pesos al Tesoro.

¿De qué estamos hablando? De un Banco Central que hoy tiene 25 por ciento de inflación y con préstamos al gobierno que han dejado prácticamente en cero su patrimonio.

Frente a esto, ¿más discrecionalidad? ¿Más herramental en manos del Banco Central?

Hemos escuchado hace unos días a la presidenta defendiendo la política de subsidios que ha significado claramente una política descapitalización a largo plazo. Evidentemente acá tenemos un problema, que es que lo que había logrado el gobierno de Néstor Kirchner -la posibilidad de mantener una balanza adecuada- hoy no está sucediendo, sino que hoy estamos con déficit escondido.

Con esta Carta Orgánica hay entre 3,5 y un 4 por ciento del Producto Bruto Interno que se está utilizando con un doble mecanismo: se hacen caer las reservas y se emite dinero. Ya se dijo la cifra, que es de un 40 por ciento, y ahí vemos claramente lo que está sucediendo.

Si hacemos esa división simple de la variación monetaria dividida por el tipo de cambio, da el número de cuántos dólares se sacan del Banco Central y cuánto se está perdiendo.

Otro aspecto es la discrecionalidad y el uso, es decir la posibilidad de emisión y utilización por parte del Banco en términos de la política de corto plazo del gobierno actual o del que venga.

También tenemos que considerar el tema de la oscuridad estadística de la información. Lo que se ha planteado en el artículo 42 es absolutamente insuficiente pues no existe obligación de presentar el programa, no se informa más trimestralmente ni cuando hay desvíos, lo cual genera arbitrariedad y opacidad.

Que se publiquen las cifras está muy bien y lo aceptamos, pero ha dejado de ser causa de remoción concreta el hecho de no informar, porque el artículo 9°, causales generales de remoción de los directores, estuvo siempre. Pero había específicamente en el artículo 3° una llamada que decía que en caso de que no se informase, eso era específicamente una causa de remoción. Eso ha dejado de ser causa de remoción, es decir que no informar no está explícitamente planteado como causa.

Otro aspecto es el crédito dirigido. Señor presidente: esto ha sucedido, y no estamos hablando solamente de esta situación. Ayer se hablaba de la década del 90, pero no se habló mucho de la década del 80 donde los créditos dirigidos fueron desastrosos. Desastrosos. No se habla del "Rodrigazo", de las hiperinflaciones, los cuales generaron una descapitalización muy fuerte de la Argentina, y volvemos hacia muchos ejes de esa Carta Orgánica ochentista, para no hablar del noventismo.

Entonces nuevamente la discreción, ¿la orientación del crédito de qué manera? ¿Con qué mecanismos? ¿Cómo se protege a la sociedad de las decisiones que se puedan tomar?

Por eso, señor presidente, uno puede plantear que promover la estabilidad monetaria, y así la estabilidad financiera podría considerarse. Es loable plantear un objetivo de equidad social. Ahora bien, ¿esto a cambio de dotar a la Presidencia del Banco Central de facultades discrecionalísimas y amplísimas en el manejo de la política crediticia?

Esto puede provocar el resultado contrario. Nosotros decimos que la preservación de la moneda está en línea con promover la equidad social, porque es lo que permite que no haya inflación. Entonces si esa preservación de la moneda es lo que nos permite la equidad social y esto pasa a ser un objetivo subordinado, parecería contrario con el objetivo de equidad social.

En consecuencia, señor presidente, con la situación actual del Banco Central, con esta regla de los superávits gemelos que se ha quebrado, con la cantidad de dinero con la que el Banco Central financia al Tesoro, darle más discrecionalidad nos parece que es el camino equivocado.

SR. PRESIDENTE HELLER Insisto a todos los presentes que por favor hagan silencio.

Tiene la palabra el señor diputado Lozano.

SR. LOZANO Señor presidente: tal como lo señalamos en el día de ayer, y compartiendo la necesidad de terminar con los vestigios de la experiencia neoliberal, tanto la ley de convertibilidad como la Carta Orgánica construida en la década de los 90, y obviamente también fortaleciendo la necesidad de seguir discutiendo en términos parlamentarios la reforma de la ley de entidades financieras -que subsiste aún a pesar de ser la ley de la dictadura-, al observar...

SR. PRESIDENTE HELLER Por favor, hagan silencio.

SR. LOZANO Como decía, al observar los agregados que aquí acaban de mencionar, se nos siguen presentando una serie de problemas que son de dos órdenes. Uno es de carácter estructural; otro, de carácter coyuntural.

Esto nos lleva a plantear algunas observaciones, que las hicimos expresas en el día de ayer a la presidenta del Banco Central, e insistimos en que tienen que ser parte de la discusión y del dictamen. Si no lo son, nosotros avanzamos con un dictamen propio. Cuando digo nosotros, me refiero al interbloque del Frente Amplio Progresista y a los cinco bloques que lo integran.

Al hablar de problemas de orden estructural, una de las cosas que intentaba señalar ayer rápidamente era que la pérdida que experimentó la Argentina de su moneda -es decir, el hecho de que ésta terminara circunscripta a ser simplemente un medio de intercambio-, en tanto la función de reserva de valor y de unidad de cuenta terminaba concentrada en una moneda externa, no es el resultado de ninguna ficción sino de un proceso social, político y económico que comenzó a mediados de la década del 70.

Dicho proceso de reestructuración brutal de nuestra sociedad y de nuestra economía dio como resultado un determinado modo de incorporar la Argentina a la transnacionalización. En esto han desempeñado un papel preponderante determinados sujetos económicos, tanto empresas transnacionales como grupos empresarios locales fuertemente transnacionalizados con mayor cantidad de activos e inversiones en el exterior que aquí, vinculados con la desarticulación del perfil productivo de nuestro país. Es decir que el correlato en el terreno monetario de estos dos fenómenos de la transnacionalización, asociado a la destrucción productiva, dan como resultado la pérdida de la moneda.

Por lo tanto, para nosotros no se resuelve el problema monetario simplemente a través de una cuestión de orden formal, ni porque estemos modificando la Carta Orgánica, sino que esto tiene que estar inscripto en un conjunto de políticas públicas mayores, que casualmente afecten y modifiquen estos temas.

Es allí donde, por lo menos en términos estructurales -y más allá de reconocer los cambios que en materia de política económica han existido respecto de la experiencia anterior-, nosotros vemos que tenemos inconvenientes.

Cuando uno repasa quiénes son los sujetos que detentan el control principal en la apropiación del excedente, en su distribución y en la determinación de los niveles de inversión en la Argentina, se advierten algunas cosas que son importantes.

Si nosotros tomamos lo que ocurría en la economía argentina en el año 1997 -es decir, en los finales de lo que fue la experiencia de la convertibilidad-, observamos a las doscientas firmas más importantes del país o a aquellas que podemos presentar como la cúpula empresarial más relevante de la Argentina, y comparamos su volumen de ventas respecto del total del producto, veremos que representaban en ese año el 31,6 por ciento del total.

Cuando uno hace esta misma medición para el año 2010, por ejemplo, nos encontramos con que estas doscientas firmas representan el 46 por ciento. ¿Qué quiero decir con esto? Que el proceso de concentración en la Argentina sigue presentándonos un problema importante, porque los niveles de concentración que la economía tiene hoy están por encima de los que teníamos a finales de la década del 90.

A su vez, si uno mira quiénes son los que integran esa cúpula empresarial puede observar que el 82 por ciento de las ventas de esa cúpula -de esas doscientas firmas- está representado por empresas trasnacionales o grupos empresarios locales fuertemente transnacionalizados. Se trata del 82 por ciento.

Si uno realiza la misma medición para el año 2009, en lugar de arrojar el 82 por ciento, da el 80 por ciento. Es decir que se redujo dos puntos, pero con una composición diferente. Tenemos más presencia del capital extranjero, que representaba el 64 por ciento de las ventas de la cúpula en el año 97 y que pasa a representar el 73 por ciento de la cúpula en el año 2009. Los grupos empresarios locales internacionalizados prácticamente se mantienen en el mismo nivel.

Lo que estoy señalando es que en términos de transnacionalización todavía tenemos una agenda pendiente importante para intervenir en el circuito económico con la política pública, a efectos de resolver lo que es imprescindible, para dotar de viabilidad la reconstrucción del patrón monetario, es decir, para que el excedente en la Argentina se destine a la inversión en aquellos sectores en donde creemos que hay que invertir, favoreciendo a aquellos sujetos que creemos que hay que favorecer.

Me voy a referir al tema productivo. Cuando uno toma la propia clasificación del INDEC, tomamos la composición del producto industrial en el año 1998 y en el año 2008, y uno puede observar que todo lo que serían las ramas vinculadas a tecnología baja o media-baja -es decir que estamos hablando de sectores de escaso valor agregado o fuertemente asociados a recursos naturales- representan el 68,6 por ciento del total de la composición del producto industrial.

Ese porcentaje, medido en el año 2008 por el propio INDEC, sigue siendo exactamente el mismo. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué la economía argentina no creció? No; creció, pero el patrón productivo sigue teniendo tendencias estructurales similares y a su vez presenta un elevado nivel de transnacionalización.

¿Por qué nos importa decir esto? Porque probablemente varios coincidamos en que por detrás del problema de precios que tiene la economía argentina, existe un déficit en materia de inversión.

Es decir que la inversión no se ha comportado, ni en términos de magnitud ni en términos de destino y calidad, en función de los objetivos que nos podríamos haber planteado en relación con el cambio productivo que la Argentina necesita.

Por lo tanto, para nosotros -y ahí aparecen nuestras preocupaciones estructurales-, este tipo de reformas y planteos que se están realizando deberían estar inscriptos en algunas regulaciones de la cuenta de capital y en algún fortalecimiento del papel de la autoridad pública en su capacidad de orientar el proceso de inversión. Esto es lo que en principio vemos como déficit central.

A este punto que he planteado se agrega también la cuestión de coyuntura. Nosotros no creemos que se pueda eludir el hecho de que venimos de dos años con tasas de crecimiento promedio de los precios del orden del 20 al 25 por ciento anual.

Consideramos que no se puede eludir en la consideración de una propuesta como la que estamos debatiendo el tema del agotamiento evidente de la capacidad instalada en la Argentina.

Asimismo, no se puede eludir el hecho de que si uno toma la normativa vigente hoy y las reservas netas que el Banco Central tiene, no existen reservas de libre disponibilidad.

Y creemos que es imprescindible observar que hay, primero, un debilitamiento evidente de las dos cuestiones que normalmente le dieron anclaje a la política económica oficial, que son los superávit externos y fiscales -ambos hoy cuestionados-, y en segundo lugar, el debilitamiento del balance patrimonial del Banco Central.

Por todos estos elementos es que nosotros creemos que hay que modificar algunas cuestiones claves, compartiendo el núcleo conceptual que tiene la propuesta de reforma de la Carta Orgánica.

En este sentido, insistimos en un punto. Nos parece que si somos fieles al principio que planteara ayer la presidenta del Banco Central respecto a que hay que entender que el respaldo central de la moneda es el trabajo, la creación de riqueza, el desarrollo productivo y la productividad de la economía argentina, existe una contradicción al establecer como prioridad o, más que como prioridad, como único objetivo para el pago de la deuda pública el uso de reservas excedentes.

Creemos que lo que debe decir esta Carta Orgánica es que en caso de que existan reservas excedentes su destino prioritario será la inversión productiva. Y no decimos excluyendo que se pueda utilizar el recurso de las reservas para pago de deuda sino cuál debe ser el objetivo prioritario.

El objetivo prioritario para un país que necesita orientar desde la autoridad pública el rumbo de la inversión, es fortalecer la capacidad del Estado de intervenir en ese proceso, y habilitar la posibilidad de que el Estado pueda disponer de reservas para inversión va en línea con ese objetivo.

Puse el ejemplo en la reunión de ayer. Si uno piensa en la reconstrucción de la red nacional de ferrocarriles tiene que pensar que hay una parte importante de equipamiento importado y no hay ninguna razón para que una parte de ese equipamiento pueda ser comprado con el uso de reservas.

El segundo elemento que estamos planteando tiene que ver con el tema de la deuda. Nos parece que este Congreso se debe un debate sobre el endeudamiento, pero fundamentalmente en este caso sobre la deuda con el Club de París.

La deuda con el Club de París, que se incorpora en esta propuesta poniendo las reservas como posibilidad de pago, es una deuda originada en la etapa de la dictadura que involucra prácticamente el 50 por ciento del total de la deuda con el Club de París, y la segunda parte que compone ese endeudamiento está asociada al préstamo otorgado por España en el marco de los finales de la convertibilidad y al proceso de fuga de capitales que se viviera en ese contexto.

La verdad es que nosotros creemos que la revisión e investigación de ese endeudamiento nos permitiría contar con elementos jurídicos y legales suficientemente sólidos como para no cargar sobre las espaldas de la sociedad argentina la necesidad de su pago.

Por lo tanto, es que estamos en desacuerdo con incorporar dentro del dictamen la posibilidad de utilizar reservas para pagar la deuda al Club de París.

El otro elemento que planteábamos es que, si bien compartimos la necesidad de romper la relación fija reservas-base monetaria...

SR. PRESIDENTE HELLER Diputado: una diputada me pide que no grite. Yo le dije que usted levanta la voz porque hay mucho ruido.

Si colaboramos todos, el diputado podrá bajar el nivel de la voz.

SR. LOZANO Tienen razón, cada uno habla como puede.

El otro elemento que me parece importante tiene que ver con que estamos de acuerdo con terminar con la relación fija entre reservas y base monetaria, de terminar con este vestigio de la convertibilidad.

No nos parece bien no fijar algunos parámetros objetivos. En nuestro dictamen proponemos dos: establecer como piso el equivalente a ocho meses de importaciones y la cláusula que para hacer uso de las reservas es imprescindible tener en el año un balance positivo de las divisas. Nos parece que esto es razonable.

Estamos abiertos a una discusión distinta. No nos parece lógico que dejemos abierta la determinación del nivel óptimo sin ningún tipo de limitación. La verdad es que así presentado, y más allá de la confianza que uno pueda o no tener en el directorio actual o en la voluntad expresada por la presidenta del Banco Central en el día de ayer, ciertamente formularlo de esta manera resulta, por lo menos, demasiado abierto. Es casi una suerte de cheque en blanco para que con las reservas se pueda hacer cualquier cosa. Esto no nos parece razonable.

Vuelvo a insistir en lo que dije ayer: no estamos discutiendo un proyecto de ley para este directorio ni para esta presidenta. Estamos discutiendo un proyecto de ley general. Por lo tanto, nos parece pertinente hacer esta acotación.

El otro elemento que incorpora nuestro dictamen tiene que ver con algunas cuestiones de orden institucional.

En este sentido, nosotros compartimos la necesidad de darle carácter federal al directorio del Banco Central. Proponemos una subdivisión en seis regiones para que parte del directorio tenga representación de las diferentes regiones del país.

En este sentido también, tal cual lo planteábamos ayer, creemos que es indispensable que al final de cada año el directorio del Banco Central presente la ejecución de lo que fue su plan de trabajo anual y la formulación del plan para el próximo año, estableciendo causal de remoción en caso de que se incumpla con esta responsabilidad.

En relación con las modificaciones que nosotros estamos planteando -estamos presentando un dictamen cuyo núcleo conceptual es similar a la propuesta que pretende formular el oficialismo-, estamos agregando elementos que desde nuestro punto de vista nos permiten, por un lado, terminar con los vestigios del neoliberalismo. Por otro, evitar manejos que puedan tener efectos negativos en la coyuntura que atraviesan hoy la economía y la sociedad argentina.

SR. PRESIDENTE HELLER Tendría que dar la palabra al señor diputado Feletti, pero el señor diputado Giubergia me ha pedido la palabra para hacer una aclaración muy breve.

Tiene la palabra el señor diputado Giubergia.

SR. GIUBERGIA Muchas gracias, señor presidente. Voy a cumplir mi promesa de ser breve.

Quería aclarar respecto de la modificación de la ley de convertibilidad que aborda nuestro dictamen -en el que tuvo una gran participación el señor presidente del bloque de la Coalición Cívica, como los hombres y mujeres del Partido Federal Fueguino y de la Unión Cívica Radical-, que nosotros proponemos derogar los artículos 4º, 5º y 6º de la ley 23.928.

También planteamos es que se hace necesario discutir a posteriori el artículo 7º, que queda subsistente, porque atañe a la economía de la República Argentina y debemos darnos un debate entre todos los argentinos en torno a esta cuestión.

Entonces, reitero que a través de nuestro dictamen se derogan los artículos 4º, 5º y 6º de la ley de convertibilidad.

SR. PRESIDENTE HELLER Por lo tanto, la pregunta que había formulado el señor diputado Cigogna queda aclarada. Es decir que no se propone la derogación lisa y llana, sino que lo que ustedes están proponiendo es derogar más artículos que los que propone el proyecto oficialista.

SR. GIUBERGIA Son los artículos 4º, 5º y 6º de la ley de convertibilidad.

SR. PRESIDENTE HELLER Está claro.

SR. GIUBERGIA Simplemente quería cumplir con la promesa de ser breve en mis indicaciones.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Cigogna.

SR. CIGOGNA Lamento que no esté presente en este momento en la sala el señor diputado de Prat Gay, porque él fue enfático y explícito en lo que dijo. Él no dijo lo que acaba de decir el señor diputado Giubergia. Así que alguno de los dos está equivocado.

Varios señores diputados hablan a la vez.

SR. PRESIDENTE HELLER Creo que fue muy claro, señor diputado.



SR. CIGOGNA No fue una aclaración; fue una enmienda a lo que dijo de Prat Gay; aclaración es otra cosa.

SR. PRESIDENTE HELLER Tomaremos nota del término.

Tiene la palabra el señor diputado Feletti.

SR. FELETTI Simplemente quiero destacar una cuestión importante, que evidentemente obliga a una nueva intervención, producto de algunos comentarios que han hecho los diputados de la oposición.

Me voy a referir a dos cuestiones: reserva e inflación, que muchas veces mencionaron en cuanto a discrecionalidades y manejos.

Primero, quiero destacar algo de la exposición de ayer de la presidenta del Banco Central, que trabajó más de cuatro horas en el plenario de las comisiones. En mi opinión fue un aporte a la calidad institucional del Parlamento que un funcionario explique y detalle acabadamente un proyecto del Ejecutivo. Además fue muy clara en todo lo que hace al tema de uso de los reservas y a distintos aspectos del proyecto de ley del Ejecutivo que voy a ratificar aquí.

En cuanto al tema reservas hemos escuchado permanentemente una preocupación sobre la discrecionalidad en su uso; hay una preocupación por la discrecionalidad del Estado.

Pero durante la vigencia de esta ley nunca hubo tanta preocupación por la discrecionalidad del mercado. Esta ley está vigente desde el año 92, y desde ese año hubo dos crisis importantísimas en la Argentina: una fue por factores externos -la crisis del Tequila del año 95-, y otra fue por factores endógenos o internos -la crisis de la convertibilidad de 2001.

Durante las dos crisis había un enorme volumen de reservas, y supuestamente no había discrecionalidad para impedir los golpes del mercado. Sin embargo, en 1995 un tercio de las reservas se fueron, por lo que a la Argentina le costó la suba de la tasa de desempleo del 12 al 18 por ciento; o sea que el desempleo trepó un 50 por ciento y quebraron 120 mil empresas.

Sin embargo, la institucionalidad hacía que las reservas fueran intangibles. Esto sirvió para financiar la salida de los grupos económicos más concentrados en el año 1995, provocando un crack del empleo enorme. ¿Y qué pasó con la discrecionalidad?

El segundo punto fue la crisis endógena de 2001; ahí se fueron dos tercios de las reservas. El pecado más imperdonable de la Alianza fue no sacar al país de la convertibilidad con 30 mil millones de dólares de reserva y hacerlo con 10 mil, con un impacto muy grande en la devaluación seca que provocó esa crisis.

En ninguno de los dos casos con esta ley del Banco Central, con la intangibilidad de las reservas, se protegió a la Argentina de los golpes del mercado ni a la población argentina del deterioro de su salario y su empleo.

Sin embargo, durante este período con la crisis del 2009, no sólo se protegió a la Argentina con este manejo de las reservas de los golpes de mercado, se protegió el salario, el empleo, se recuperó vigorosamente de la crisis sino que además nos desendeudamos.

Por ello, no entiendo esa enorme preocupación por las discrecionalidades en el uso de las reservas cuando el manejo de las reservas a partir del verano de 2009-2010 fue enormemente eficaz para proteger a la Argentina de la vulnerabilidad externa. Fue completamente distinto a lo que ocurrió con el uso de las reservas en 1995 y 2001, cosa que ningún diputado de la oposición mencionó cuando habló del uso de las reservas.

El segundo punto es el famoso tema de la inflación. Todos han omitido en estas discusiones, en primer lugar, que las autoridades económicas y las autoridades nacionales elegidas por el voto popular -nuestro gobierno nacional- no cree en problemas monetarios asociados a la inflación. Pero además -y ese es el salto cualitativo que ha dado este gobierno-, frente a las tensiones hubo política de ingresos. En primer lugar, si uno mira un hogar, sus mayores están protegidos por la mayor cobertura previsional, por el aumento de la jubilación mínima y de la jubilación media.

Si uno mira el segmento de trabajadores activos, se encuentra con la negociación colectiva de salarios. Si uno mira a la niñez y a la adolescencia, además de la extensión del salario familiar, está la protección de la asignación universal por hijo. Es decir que hubo política de ingreso. ¿Sabe qué, señor diputado Amadeo? Algo peor que tener un salario que tensiona con los precios, es no tener salario por el desempleo, y este no es el caso.

SR. AMADEO He sido mencionado.

SR. FELETTI Usted me interrumpió antes.

La protección de la política de ingresos está asociada además a una brutal caída del desempleo, del 23,2 por ciento a menos del 7 por ciento.

SR. AMADEO No en el primer y segundo decil.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE HELLER Usted no tiene el uso de la palabra, señor diputado Amadeo.

SR. FELETTI Me parece que estamos permanentemente planteando diferentes cuestiones y no vamos hacia adelante.

Por lo menos habría que convalidar que el manejo de las reservas que ha hecho el gobierno fue absolutamente eficaz, para afrontar compromisos externos y simultáneamente para proteger el empleo y el salario de los argentinos frente a las turbulencias del mercado. Este fue un triunfo rotundo, porque no solo entre 2009 y 2011 el país creció a tasas promedio del 9 por ciento sino que además se garantizó la solvencia externa y la solvencia fiscal y se descendió el desempleo a menos del 7 por ciento, que es una cifra que no tiene la Argentina desde hace veinte años.

Entonces, cuando hablamos del manejo de las reservas, del temor sobre la discrecionalidad y demás, recordemos los años 1995 y 2001, cuando no existía esa discrecionalidad y las reservas servían para financiar la fuga de capitales y la realización de utilidades del poder económico más concentrado. Ahora no sirven para eso sino para desendeudar a la Argentina. Me parece que es muy importante, cuando uno habla en perspectiva histórica, hacerlo completamente.

En segundo lugar, he escuchado mucho hablar de la discrecionalidad del crédito, y en esta cuestión también hay que hablar de los últimos veinte años.

El Banco de la Nación Argentina registra en estos momentos la morosidad más baja del sistema así como también el financiamiento a la inversión, el crédito a la inversión y el financiamiento de la infraestructura más altos de todos los tiempos, con los mejores números de los últimos treinta años. No fue durante este gobierno donde la asignación crediticia a través de los bancos públicos fue discrecional y para los amigos, como se dice siempre. No ocurrió, y miren los números del Banco Nación, miren los tomadores de crédito y el cumplimiento efectivo que hay de los créditos en el Banco Nación y el apalancamiento que ha hecho dicho banco sobre la inversión y la infraestructura.

Cuando se habla, ¿de qué se habla? Cuando estamos pidiendo el apoyo para orientar el crédito y cubrir la falla del mercado que el sistema financiero no cubre, lo hacemos apoyándonos en lo que ha sido la política del Banco Nación en todos estos años. Si no, díganme cuáles son los casos escandalosos de créditos impagos del Banco Nación en estos años -por favor, alguien que lo pueda decir- no sólo para ampliar esa capacidad al resto del sistema sino para cubrir allí donde el sistema financiero no asigna correctamente recursos. Es darle poder al Banco Central para que regule el sistema financiero y pueda cubrir la falla del mercado.

Quiero destacar que este proyecto que presenta el Poder Ejecutivo convalida el éxito de la gestión de estos años para proteger a la Argentina de la vulnerabilidad externa, para mejorar su perfil de financiamiento, para bajar sus niveles de deuda y además tener una política monetaria expansiva.

Recordemos que en estos dos años la política fiscal y la política monetaria fueron de conjunto, en forma expansiva, y permitieron a la Argentina pasar del 0,9 por ciento de crecimiento en el 2009 a promedios del 9 por ciento en los años 2010 y 2011. Si no, tenemos que pensar que la gente, el 23 de octubre del 2011, votó porque sí. No. Votó porque hubo una recuperación vigorosa de la economía y el modelo se mostró eficaz para enfrentar la vulnerabilidad externa. Lo que estamos pidiendo es la institucionalización de esas políticas.

Creo que la presidenta del Banco Central ayer fue tremendamente elocuente en cuanto a la política exitosa del manejo de las reservas y el éxito de la política monetaria a lo largo de todo este tiempo, como afirmar con medios de pago la necesidad de la salida de la crisis.

Estamos pidiendo además orientar mejor el crédito, tal como lo viene haciendo el Banco Nación.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Yarade.

SR. YARADE Creo que lo que estamos haciendo es un análisis de una relación causa efecto y creo que la causa es el resultado de los indicadores económicos.

En estos últimos años el país ha tenido extraordinarios indicadores económicos como, por ejemplo, un nivel de crecimiento durante de ocho años consecutivos de prácticamente el 8 por ciento, una caída de la pobreza del 57 al 8 por ciento de 2002 a la actualidad y una caída de la indigencia del 27 por ciento al 2 por ciento.

Creo que son indicadores muy elocuentes y que tienen que ver con una acumulación de reservas que es cinco veces la que había en 2002.

Es decir, estamos discutiendo sobre el éxito de un modelo económico que necesitamos consolidar y dejar atrás algunos vestigios de la convertibilidad ya que, como decía la presidenta del Banco Central, no existe modelo en el mundo donde exista caja de conversión con tipo de cambio flexible. Me parece que es un salto de calidad, un salto necesario que se viene dando en los bancos centrales más importantes del mundo. Los ejemplos fueron expuestos a consideración ayer: Canadá, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Uruguay, Chile; todos han realizado modificaciones y existe en general -y también en Brasil- una coordinación entre las políticas del Poder Ejecutivo. Creo que eso hace que la política monetaria, la política cambiaria y además las políticas de largo plazo sean inherentes a las decisiones del Banco Central.

Es decir, no sólo vamos a tener un Banco Central al que le competa el valor de la moneda sino también un Banco Central que va a tener una competencia mucho más amplia y que va a consolidar un desarrollo económico y un crecimiento de este país; país que hace falta poner contexto.

Nosotros venimos de un país que en los últimos ciento cincuenta años tuvo veintitrés crisis; es decir, un tercio de nuestra existencia en los últimos ciento cincuenta años la pasamos en crisis porque todas las crisis sumadas dan cuarenta y tres años. Necesitamos consolidar el crecimiento, el desarrollo económico y no hay crecimiento que se consolide si no hay crédito de largo plazo.

La exposición de la presidenta no sólo fue excelente sino que fue con total amplitud. Pudimos agregar aspectos como los relacionados con las pymes y con las economías regionales, los cuales nos preocupan. Creo que eso tuvo un grado de amplitud muy interesante en lo que tiene que ver con las tasas también o en cuanto al empleo.

Así que, creo que tenemos que estar satisfechos porque simplemente estamos buscando la manera de consolidar un desarrollo económico que se viene dando en los últimos años.

A pesar de que algunos critican la política realizada con las reservas, es interesante ver lo que pasaba hace un tiempo. Nosotros teníamos una relación de PBI con la educación del 2 por ciento en el año 2003, y pasamos al 6,7 por ciento. Ese 6,7 por ciento es casi equivalente a lo que antes se gastaba en intereses. Hoy creo que estamos haciendo un ahorro importante y todos esos recursos están volcándose a la educación y a los aspectos sociales.

Para terminar quiero decir que esto es una gran modificación que tiene una visión de largo plazo y que procura que el país siga consolidando su desarrollo.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Ferrari.

SR. FERRARI La reforma que se está proponiendo puede ser considerada, obviamente, como una modificación con un profundo contenido político. Y cuando evaluamos su contenido no la podemos descontextualizar del momento en que se hace, para qué se hace y en qué país se hace.

En qué momento se hace, nos remite a pensar que pasaron ocho años de este gobierno sin que parecieran malas las facultades del Banco Central o la posibilidad de que el circulante esté respaldado al ciento por ciento.

Suena a una notable coincidencia el hecho de que se hayan agotado desde noviembre de 2011 las reservas de libre disponibilidad, es decir, que empiecen a pasar a cero, y que justamente cuando no hay más reservas de libre disponibilidad aparece la necesidad de la reforma del Banco Central de ampliar esas facultades que antes no existían, etcétera. Entonces, ese contexto nos mueve a pensar por qué se está haciendo; ese es un elemento de consideración para nosotros y para nuestro bloque.

¿En qué país se hace? Desde nuestra perspectiva, estamos en un país con una situación compleja y debilitada de la economía, que ciertamente tiene hasta en la constitución de sus reservas un contenido fundamentalmente basado en el superávit comercial. En realidad, mientras ingresan capitales en todos los países del mundo, de la Argentina se van. Se fueron 21.500 millones en 2011 y 60.000 millones en los últimos cuatro años.

Es decir que tenemos un problema de una economía que nosotros consideramos no sustentable. Por lo tanto, semejante herramienta en el poder -casi diría discrecional del gobierno-, es algo que no podemos apoyar.

Sí hubiéramos considerado valiosa la iniciativa manteniendo ese nivel de respaldo de la base monetaria del ciento por ciento por ese contexto que mencionaba. Quizás hubiéramos considerado la posibilidad de ampliar a tenor de lo que fue la propuesta -incluso del oficialismo de 2007- las facultades que tenía el Banco Central para, precisamente, alentar la producción, el crédito, el consumo, etcétera. Eso sí. Y realmente era una propuesta valiosa y considerable. Pero si en verdad este es el contexto en el cual se está propiciando esta reforma, nosotros creemos realmente que se está planteando porque hay un problema de caja, y no podemos ser hipócritas ante esa circunstancia.

Tampoco podemos decir que en realidad se trata de una reforma institucional o de política de Estado y avalarlo. Esto es política de necesidad. Esta es la concepción que estamos mirando, y seríamos nosotros realmente muy poco realistas si invitamos a considerar esto y nos sumamos a este planteo.

En verdad respetamos las decisiones de los otros bloques que otorgan determinadas facultades, que incluso le dan un aval y una posibilidad al Congreso. Pero también debemos ser conscientes de qué Congreso tenemos en este momento respecto de alguna posibilidad de modificar algo, de proponer cosas y que sean receptadas en este tipo de proyectos que tienen un profundo contenido político y que fue enviado estrictamente por una disposición que viene de la Casa de Gobierno.

Suena quizás a testimonial, pero probablemente haya que prestar testimonio en este momento de la historia. Consideramos que no se puede negar la realidad sobre ciertas cuestiones y que de ninguna manera se puede argumentar en favor de este proyecto, ni siquiera proponiendo modificaciones, cuando sólo se basa en esa necesidad política coyuntural.

Rechazamos este proyecto. No vamos a acompañar el dictamen, que seguramente hubiéramos acompañado en el caso de que se resguarde de alguna forma la economía. La Argentina está en uno de los peores niveles de inversión extranjeras. Según la CEPAL, estamos sextos en inversión extranjera en América Latina. Nos superan todos los países, que tienen que estar rechazando el ingreso de capitales. Repito: no tenemos una economía sustentable. Tenemos que entender el contexto en el cual se está planteando esta reforma.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Tunessi.

SR. TUNESSI Señor presidente: quisiera dejar previamente asentada cuál es la posición de mi bloque, la Unión Cívica Radical, y por qué hemos contribuido y colaborado con el dictamen que en conjunto hemos presentado con la Coalición Cívica y con el Partido Federal Fueguino.

También quiero dejar asentada la necesidad de abrir un verdadero debate respecto a la cuestión de la ley de convertibilidad, y no sólo en torno a la cuestión de la indexación.

Perdónenme si hoy con mi apreciación afecté la sensibilidad de algunos señores diputados, pero creo que no podemos seguir diciendo que en la Argentina los precios no se indexan, porque es una realidad; y mientras se siga indexando porque hay inflación, los que se perjudican son los sectores más vulnerables, los más débiles de las relaciones contractuales: los inquilinos, los pobres, los que tienen siempre que sujetarse a las reglas que le imponen los que dirigen y definen los contratos, que de hecho en la Argentina se indexan.

Recordemos que en la Argentina los contratos se indexan. Es una ficción la cuestión de que en la Argentina no se aumentan ni se indexan.

No debemos dar señales irresponsables en el sentido de decir que modificando esa cláusula podemos estar alentando expectativas mayores de inflación; estamos de acuerdo, pero no digan que en la Argentina no se indexa. Vayan a hacer un contrato de alquiler, y luego díganme si no se indexa. Me parece que esto debe quedar en claro.

La segunda cuestión que deseo aclarar es por qué el bloque de la Unión Cívica Radical ha suscripto este dictamen de minoría. Desde el radicalismo, por principios, valores y doctrina nunca creímos que el Banco Central tenga que tener una posición absolutamente aséptica, ni que la independencia del Banco Central sea de tal magnitud que no tenga que ver con la economía real, con la relación del empleo o con el nivel de actividad. Estamos de acuerdo en que efectivamente el Banco Central tiene que tener una multiplicidad de tareas y funciones. No tantas y tampoco de tal manera que impliquen modificar alguna de las pocas cosas buenas que quedan todavía subsistentes. Por ejemplo no hay que mezclar las hojas del balance del Banco Central con las del Tesoro; no se puede confundir las contabilidades de ambos organismos, y tampoco podemos terminar en la idea -que creo que es la que campea- de que el Banco Central tiene que financiar al Tesoro, tal como acabamos de enterarnos esta mañana.

Quiero recordar que en el día de ayer quedó absolutamente en claro que el artículo 20 de la Carta Orgánica no se iba a modificar. Incluso fue objeto de varias preguntas a la presidenta del Banco Central, que justamente haciendo hincapié en esa posición, diciendo que eran habladurías y charlatanerías de los que querían descalificar la reforma, manifestó que el artículo 20 aparecía incólume y que no se iba a modificar.

Pero hoy por la mañana nos desayunamos temprano que también se va a modificar el artículo 20, duplicando la capacidad de anticipos transitorios del Banco Central al Tesoro, con lo cual me parece que hay una reforma oculta o una idea oculta de que efectivamente estamos haciendo esta reforma no por una cuestión de principios o ideas sino por una necesidad coyuntural de financiamiento.

Nosotros creemos que no es tan así, por eso hemos pensado que las reformas estén atadas a una serie de condiciones y parámetros, si bien la sensatez, el sentido común, la seriedad y la responsabilidad no se pueden aclarar en el texto de la ley. La ley no puede decir: "Actúen con sensatez", "pongan un nivel de reservas tal que eviten las corridas", "den confianza a partir de tales situaciones". Eso no es materia de una ley. También estamos de acuerdo con que el nivel de reservas no se puede fijar por ley, es una cuestión de la administración. Coincidimos en que el Banco Central de la República Argentina, con un tipo de cambio flotante y fuera de la convertibilidad, tiene que tener facultades para fijar el nivel de reservas.

Me refiero a toda la reserva, y terminar con ese tema de la libre disponibilidad, que es un residuo arqueológico de la convertibilidad.

Nosotros eliminamos el tema de las reservas de libre disponibilidad, que también fue mencionada en algunas circunstancias para utilizar las reservas y poder pagar deuda. No hay reservas de libre disponibilidad.

¿Es razonable usar reservas para pagar deuda? Puede ser que sí o que no, pero nosotros nos sujetamos a parámetros objetivos. ¿Qué es lo que habría de tener en cuenta la autoridad del banco al momento de fijar el nivel de reservas? ¿Debe tener en cuenta los medios de pago? ¿Debe tener en cuenta el sector externo? Debe tener en cuenta parámetros e ideas, no la libertad que me indica la posibilidad de qué puedan hacer con las reservas, cambiarlas o no tener ningún parámetro objetivo.

Consideramos que esto debe ser claro y debe haber metas. ¿Por qué demonizar el tema de las metas de inflación como si fuéramos monetaristas? ¿Quién ha dicho que la inflación tiene solamente causas monetarias? Nosotros nunca hemos pensado eso. Siempre hemos pensado que, por el contrario, obedece a muchas causas. Estamos de acuerdo con que la inflación tiene que ver con problemas de oferta y hay que mejorar la oferta, pero también hay que ver que en la coyuntura, cuando la inflación es de 22, 23 o 25 puntos, algo hay que hacer, porque la inflación va minando el ingreso de los sectores más pobres. Este es un dato de la realidad que no se puede ocultar; lo peor es ocultarlo.

En el largo plazo probablemente haya que mejorar la capacidad de oferta. Es decir, no digamos verdades a medias, que son las peores de las mentiras.

En consecuencia, creemos que las metas de inflación y los parámetros deben ser fijados anualmente, comunicados y publicados. Si se cambian, debe informarse al Congreso. Considero que es razonable que se informe al Congreso si se cambian las metas de inflación, se cambia el programa monetario y también si se modifican los criterios para establecer las reservas por razones coyunturales.

¿Cuál es el problema de informar al Congreso? No ponemos en el dictamen que el Congreso debe autorizar, sino que deben informar, porque es una facultad delegada. De la misma manera, deben informarle al Congreso las posibilidades de las facultades regulatorias que tiene el Banco Central, en una visión más amplia de lo que es la legislación, una legislación delegada, porque tiene el valor de una ley en el sistema financiero. La ley la dicta el Congreso. Si le decimos al directorio que dicte disposiciones o normas con valor de ley, es razonable que ese régimen regulatorio se le notifique al Congreso. Eso es lo que estamos expresando en el dictamen. No estamos señalando otra cosa.

Y si se desvían de las metas, tienen responsabilidad los directores del banco y puede ser causal de remoción o destitución. Es decir que damos algunas señales. No queremos caer en esta idea de que estamos en el lugar de los que hemos abrazado la idea de la independencia del Banco Central, absolutamente como un valor total, sin ningún tipo de cortapisa.

¿Se propone entonces esta independencia extrema? No. La experiencia internacional durante la reciente crisis global...

SRA. CONTI Señor presidente: solicito una interrupción.

SR. TUNESSI Ya termino, señora diputada Conti. Cuando yo hablo, tal vez por mi tono de voz o por las formas, pareciera que se molesta. Usted dijo hoy que tenían que cortarme la palabra...

SRA. CONTI No...

SR. TUNESSI ¡Déjeme terminar y con mucho gusto la escucho! Si usted me hubiera respetado antes, yo le hubiera concedido la interrupción.

SRA. CONTI ¡Que vea el diputado que su propio bloque se ha retirado!

Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. CONTI ¡Se ha retirado su bloque!

SR. ÁLVAREZ (J.M.) Yo estoy acá, señora diputada.

SRA. CONTI ¡Sea generoso, diputado Tunessi! ¡Sea pertinente y generoso!

SR. TUNESSI Por otra parte, en la experiencia internacional durante la crisis reciente, los bancos centrales han tenido un menú de políticas no habituales. Nosotros no somos dogmáticos, pero pregunto si es razonable darle funciones al banco que pueden atenderse con otros instrumentos. Yo creo que no; a todas luces no.

Es decir, no podemos hacer del Banco Central un banco de fomento. Tendría que haber un banco de fomento, pero el Banco Central tiene que participar de las políticas macros, generales e inducir el crédito. Estamos de acuerdo en que tiene promover el crédito de largo plazo. También estamos de acuerdo en que tiene que haber políticas activas en materia financiera, porque el crédito es un tema esencial para el desarrollo del país, para la inclusión y para las pymes.

Lo que hay que hacer es bajar...

SRA. CONTI ¡Córtela, diputado!

SR. TUNESSI...la inflación para que haya confianza, no solamente plantearlo como un voluntarismo, pensando que porque lo escribamos en la letra de la ley va a ocurrir así. Hay que tener políticas de esa naturaleza.

Para terminar, hemos fortalecido la capacidad y el rol de control del Congreso, hemos dado derechos a los consumidores y usuarios creando una política activa que hoy no está presente en el banco -está en nuestro dictamen-, hemos precisado el fortalecimiento del Banco Central dándole una propuesta de que se capitalice sin mengua a los intereses del Estado porque los intereses de ese bono que ha propuesto el señor diputado de Prat Gay van a ser devueltos al Estado como utilidades. Además, hemos incorporado una comisión bicameral de control para información.

En consecuencia, estamos de acuerdo con una idea, sin la sensación que percibimos a todas luces de que lo que está votando no es una reforma -vieja, por otra parte, porque han pasado muchos años, y me habría gustado que esto lo hubiéramos discutido bastante antes-, progresista para terminar con la convertibilidad sino un mecanismo para obtener financiamiento que el gobierno no se puede procurar de otra manera.

SR. KUNKEL ¡Tuvieron mayoría durante dos años! ¿Por qué no lo discutieron?

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado Milman.

SRA. CONTI Solicito una interrupción.

SR. PRESIDENTE HELLER Señor diputado Milman: la señora diputada Conti le solicita una interrupción, ¿se la concede?

SR. MILMAN Sí, señor presidente.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra la señora diputada Conti.

SRA. CONTI Quiero comentar que se están pasando dictámenes a la firma y se está agotando la reunión, y los que nos quedamos tenemos respeto por el otro y escuchamos a todos. Tengan en cuenta quiénes se han retirado, porque el bloque oficialista está presente.

En función de ese respeto, teniendo en cuenta que muchos legisladores, siendo hoy jueves, pidieron que esta reunión respetara sus posibilidades de volver a sus provincias a determinada hora, es que pido respeto a los que van a orar, porque es una oratoria con posiciones que ya escuchamos en el día de ayer.

Esto es todo lo que quería decir; no pretendo censurar a nadie.

SR. PRESIDENTE HELLER Estamos tratando de cumplir con los horarios.

Continúa en el uso de la palabra el señor diputado Milman.

SR. MILMAN Como dice la Carta Orgánica del Banco Central y como se ha discutido aquí el tema de la inflación, nosotros coincidimos en que en la Argentina hay una inflación de oferta pero es cierto que es fruto de dificultades de la gestión del actual gobierno nacional. Si uno ve los países de la región se dará cuenta de que ponen trabas a la llegada de dólares mientras que en la Argentina tenemos una fuga de capitales, tenemos control de cambio y baja inversión, con lo cual hay que discutir sobre política económica.

Me interesaron mucho las intervenciones que hizo el diputado Feletti en el día de hoy, primero, la de esta mañana cuando nos anunció la reforma al artículo 20.

Tengo el cuadro que la señora presidenta del Directorio del Banco Central ayer utilizó en las filminas. En la filmina número 57 dice: "Aspectos importantes que se mantienen inalterados", y en el punto 2 dice: "Se mantienen los límites vigentes respecto al financiamiento al Tesoro mediante adelantos transitorios". Por eso yo decía ayer que en realidad la aclaración -me había corregido el diputado Kunkel- que hacía la presidenta del Banco Central debería hacerla un ministro porque evidentemente son situaciones distintas.

La presidenta trajo un cuadro donde dijo que se iba a mantener inalterado y hoy el proyecto del Poder Ejecutivo sufre cambios respecto de la propia opinión de la señora presidenta del Banco Central. El diputado Feletti utilizó tres términos que me llamaron la atención. Uno, haciendo una retrospectiva sobre gobiernos anteriores, como el de la Alianza. Bueno, quizás haya tenido un lapsus: le recuerdo que fue parte de la Alianza.

SR. FELETTI ¿En qué cargo, señor diputado? En el gobierno nacional de la Alianza yo no tuve ningún cargo.

SR. MILMAN La Alianza tuvo el gobierno nacional y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

SR. FELETTI Yo fui presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires.

SR. MILMAN ¿En qué gobierno?

SR. FELETTI Durante gobierno de Ibarra.

SR. MILMAN ¿Y con quién fue electo el gobierno de Ibarra?

Varios señores diputados hablan a la vez.

SR. MILMAN Hay que hacerse cargo...

SR. FELETTI Yo me hago cargo, pero no tenía poder de decisión a nivel nacional...

Varios señores diputados hablan a la vez.

SR. MILMAN Señor diputado: hay que hacerse cargo; usted formó parte del gobierno de la Alianza. Y está bien ser crítico con ese gobierno.

SR. FELETTI Yo no tenía capacidad de decisión, señor diputado.

SR. MILMAN Usted era presidente del banco municipal, y si no tenía capacidad de decisión podría haberse ido.

SR. PRESIDENTE HELLER Señor diputado Milman: no existe el banco municipal. Usted está algo antiguo. Se trata del Banco Ciudad de Buenos Aires. Además, le recuerdo que estamos tratando el proyecto de ley sobre reforma de la Carta Orgánica del Banco Central.

SR. MILMAN Por supuesto. Yo me refería a las declaraciones del señor presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda en el tratamiento de la reforma que estamos considerando.

También habló de convalidar, y la verdad es que comparto que se utilice ese verbo, porque lo que en realidad hace el nuevo proyecto es convalidar una situación que venía siendo usual.

Si uno considera que en diciembre de 2011 las reservas alcanzaron un valor de 199.564 millones -o sea, el 90 por ciento de la base monetaria, que era en aquel entonces de 222.921 millones-, la relación reserva-base monetaria se mantuvo en el 90 por ciento al último balance del Banco Central del 27 de febrero de 2012, con lo cual en realidad el Banco Central venía efectivamente incumpliendo la ley anterior. Entonces hoy, por lo menos, con testa modificación ponemos al Directorio del Banco Central en una situación de legalidad, porque esto ya se venía haciendo.

De manera que cuando preguntamos en qué le va a cambiar esta norma la vida al ciudadano común -porque nosotros representamos al pueblo-, la verdad es que muy poco. Lo que hace este proyecto de ley es convalidar una situación que en definitiva ya se daba. Por lo menos, debemos llevarle tranquilidad a pesar de nuestras discrepancias, de nuestras visiones distintas respecto de lo que va a ocurrirle al ciudadano argentino.

Al ciudadano argentino esta ley no le va a bajar la inflación ni le va a producir un aumento de su capacidad adquisitiva. En definitiva, lo que hace esta norma es convalidar.

La recurrente apelación al 54 por ciento que también utilizó el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda me parece niquelada, pero uno podría utilizar también en retrospectiva apelaciones a presidentes que obtuvieron un alto porcentaje e hicieron un desastre en el país. O sea que el resultado electoral no siempre garantiza una buena gestión.

Ojalá que esta sea una buena oportunidad para que el resultado electoral garantice la gestión, pero no es un argumento directo. Hay presidentes que fueron reelectos por el 50 por ciento de los votos y la verdad es que todos los que estamos acá defendemos muy poco esas gestiones.

SR. FELETTI El resultado electoral premia una buena gestión, lo que es distinto.

SR. MILMAN Yo creo que la gestión del doctor Menem, que obtuvo el 50 por ciento en su reelección, fue un premio de la ciudadanía. Pero la gestión fue mala.

SR. PRESIDENTE HELLER Señor diputado Milman: redondee su exposición.

SR. MILMAN Ya he concretado mi exposición, pero me ha interrumpido el señor diputado Feletti.

SR. PRESIDENTE HELLER Tiene la palabra el señor diputado de Prat Gay.

SR. DE PRAT GAY Seré muy breve.

Quiero comenzar por agradecer a la bancada del Frente para la Victoria que, como bien dijo la señora diputada Conti, esperó hasta el final del debate. Me parece que esto es un ejemplo. Estamos acostumbrados a quejarnos de un montón de cosas. Creo que esto es parte del sano debate y rescato lo que dijo curiosamente en esta oportunidad la señora diputada Conti. (Risas.)

SRA. CONTI De algún modo se empieza. (Risas.)

SR. DE PRAT GAY La otra cuestión que quiero aclarar es la confusión respecto del tema indexación sí-indexación no. Me parece que fue muy concreta la pregunta del señor diputado Cigogna y tenemos que explicar exactamente qué estamos proponiendo para que no haya ninguna duda al respecto.

Personalmente creo -y nuestro bloque también- que es incompatible la prohibición de indexación con una inflación alta. En algún momento una de las dos va a tener que ceder. Me parece que esto es un planteo que en algún momento este Congreso de la Nación va a tener que hacer.

Atento a las preocupaciones de algunos bloques, incluido el del Frente para la Victoria, nuestra propuesta es dejar planteada la cuestión y confiar en que con esta reforma de la Carta Orgánica, como dijo la presidenta del Banco Central, va a bajar la inflación; si eso ocurre, entonces deviene en abstracta la discusión acerca de la indexación. Tengo mis reparos sobre ese respecto específicamente, más aún ahora que se ha modificado el artículo 20 de la Carta Orgánica. En todo caso quiero aclarar que postergamos la discusión, pero me parece que es una discusión a la que no le podemos dar la espalda. Si bien se dijo antes, considero que el que más sufre es el que no tiene manera de protegerse frente a una inflación y la inflación hoy en la Argentina es muy alta y es innecesariamente alta.

SR. PRESIDENTE HELLER Hemos agotado la lista de oradores.

Yo me he abstenido de intervenir en el debate para circunscribirme a mi rol de presidente con todas las dificultades que eso ha significado. Sin embargo, quiero decir algunas palabras.

He escuchado una cantidad de cosas y me viene a la mente lo que decía el texto del mensaje de elevación de la reforma de la Carta Orgánica del año 92, firmado por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo.

Decía Cavallo algo así como -perdonen si la cita no es exacta porque la tengo en la memoria- que la defensa del valor de la moneda era un tema de tanta importancia que quedaban en un segundo orden los que tenían que ver con la equidad en la distribución de los recursos.

Creo que eso es lo que estamos enterrando hoy. Considero que es fundamental el sentido de esta reforma de la Carta Orgánica del Banco Central que estamos discutiendo, de terminar con esa idea de un Banco Central bobo, incapaz de generar políticas monetarias que tenía una única finalidad que era la de proteger el valor de la moneda, que tampoco pudo cumplir porque, como lo hemos visto, haciendo lo que se hacía era imposible proteger el valor de la moneda.

Con este proyecto se le devuelven al Banco Central facultades que tuvo, adecuadas y perfeccionadas a los tiempos que corren. Se vuelve efectivamente a pensar en un Banco Central activo, capaz de fijar políticas, orientaciones y regulaciones, en algo que por concepto filosófico de la ley de entidades financieras que rige absolutamente está desregulado. Tenemos una ley que dice que prácticamente los bancos pueden hacer todo menos aquello que tienen expresamente prohibido.

Al crear esas facultades que estamos dándole al Banco Central estamos recortando fuertemente esa discrecionalidad de mercado que la ley de entidades financieras dio a las entidades y estamos creando la posibilidad efectiva de que el Banco Central establezca regulaciones que hacen -como establece en las modificaciones que estamos planteando- al costo del dinero, a los plazos y al destino del crédito.

Se han planteado cuestiones que hemos incorporado, como el tema de las pequeñas y medianas empresas o el de las economías regionales que pasan a ser objetivos específicamente planteados entre los que tendrá que llevar adelante el Banco Central en su tarea de orientar y direccionar el crédito.

Se han creado mecanismos que hablan de la defensa de los intereses del consumidor, o por lo menos, se abre la posibilidad de que el Banco Central regule y tome medidas en ese sentido, incorporando esas cláusulas, y se ha roto con esa vinculación nefasta de establecer que la cantidad de moneda tenía que tener que ver con las reservas de divisas que el país tenía. Ayer, la presidenta del Banco Central señaló -y hoy lo mencionó el señor diputado Feletti- que la mayor garantía que tiene la defensa del valor de la moneda es un país que tiene crecimiento sostenido, pleno empleo, actividad económica y distribución de la riqueza.

Está claro que ninguna ley, ni siquiera ésta, resuelve por sí los problemas. Las leyes crean posibilidades, abren caminos e indican sentidos.

Creo que esta reforma está abriendo la oportunidad para crear una herramienta más apta, para hacer del Banco Central un instrumento para contribuir y avanzar en aquellas cuestiones que aún faltan resolver, que no son pocas.

¿Por qué no se hizo antes? Como en muchas otras materias, cada vez que se está discutiendo un tema en esta etapa, nos planteamos por qué no se hizo antes. Eso no invalida que se haga ahora; en todo caso tiene que ver con la cantidad de cuestiones que hay por delante. Efectivamente podría pensarse que se podría haber hecho antes, pero bienvenido que se esté haciendo ahora, y eso no le quita ningún valor.

Simplemente quería agregar estas pocas consideraciones para cerrar este debate.

Ahora voy a mencionar algunas cuestiones formales. Tenemos que presentar varios dictámenes. Algunos de ustedes me han pedido plazos. Los señores diputados Amadeo y Ferrari tenían que terminar de redactar una propuesta. El que no los necesita no tiene ningún problema. Entonces, hasta las 16 horas vamos a esperar en la Secretaría por si alguien tiene que terminar la redacción, para que pueda presentarlo y tengamos los tiempos necesarios para la elevación de los dictámenes.

Con esta aclaración, doy por finalizada la reunión del día de hoy.