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Reunión del día 05/05/2004

- PRESENCIA DE LA SEÑORA PRESIDENTA DEL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA

INVITADOS

  • licenciada Felisa Miceli Presidenta del Banco de la Nación Argentina
En Buenos Aires, a los cinco días del mes de mayo de 2004, a la hora 10 y 46:
SR. PRESIDENTE BROWN Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Industria con la presencia de la señora presidenta del Banco de la Nación Argentina, licenciada Felisa Miceli.

La idea de la reunión, si le parece bien, es en primer lugar escuchar su exposición respecto del estado y funcionamiento del Banco y a partir de allí seguramente los señores diputados le formularán alguna pregunta.

Tiene la palabra la señora Miceli.

SRA. MICELI Les agradezco la invitación. Debo decir que es un gusto para mí estar aquí y que es la tercera invitación que recibo para concurrir a la Cámara, pero la segunda vez que me hago presente, ya que con anterioridad vine a la Comisión de Finanzas, pero no pude concurrir a la Comisión de Agricultura y Ganadería debido a que ese día no me encontraba en Buenos Aires.

Voy a empezar contándoles un poco cuál es el estado de situación del banco, cómo lo recibimos y cómo está hoy, un año después. Asimismo, me gustaría comentarles algunas ideas que tenemos para el futuro y compartir con ustedes nuestra preocupación por poner al Banco realmente al servicio de las producciones regionales y las pequeñas y medianas empresas para que se transforme en definitiva en un instrumento para el desarrollo económico.

Me gustaría compartir con ustedes todas estas reflexiones porque nos encontramos en un momento en el cual, dentro de la organización, se está debatiendo con los gerentes y con el directorio los distintos planes de acción para los próximos tres años y medio que nos restan de gestión en la administración del Banco.

En este sentido, todos los aportes e ideas que nos puedan brindar son muy útiles, ya que ustedes pueden decirnos todo aquello que muchas veces nos llega a través de la comunicación con los clientes.

Cuando nosotros llegamos al Banco abrimos un mail para los clientes y debo decir que realmente nos llegan todo tipo de críticas, desde las de los jubilados que cobran en los bancos y las colas que tienen que hacer, hasta las de los deudores del Banco -que nos preocupan un poco menos porque los deudores siempre tienen una relación conflictiva con los bancos- y las de los clientes porque dicen que los gerentes no conocen la operatoria del Banco.

En realidad, se trata de problemas en la estructura de funcionamiento, en la estructura organizacional, de un banco que estuvo parado durante muchos años. Mejorar la atención al cliente y en general la vocación de servicio del trabajador del Banco Nación no es algo que pueda hacerse a través de una resolución de directorio, sino que se trata de un trabajo permanente hacia el interior de la organización, acompañado de una política de decisiones y de inversiones del propio Banco para mejorar la infraestructura que hoy tenemos y la calidad de los cuadros gerenciales para que puedan organizar bien sus sucursales y brindar un mejor servicio.

En cuanto a los números, cuando llegamos al Banco nos encontramos con una institución que tenía prácticamente la misma situación que la del resto del sistema financiero después de la enorme crisis económico-financiera que sufrimos. Nos encontramos con un banco que daba pérdidas, que tenía gran parte de sus activos en bonos del gobierno nacional o en préstamos garantizados y que tenía esos activos indexados por CER, de acuerdo con la indexación de los activos públicos.

T.2

Del resto de la cartera del sector privado, que es una parte importante del total de activos -representa 5.500 millones de pesos-, el 62 por ciento estaba en mora, es decir en situación tres, cuatro, cinco o seis. Ya no recuerdo si existe la situación seis porque incluye prácticamente a los incobrables, los que están en quiebra y no tienen posibilidad de volver a ser clientes activos. En consecuencia, de esos 5 mil millones -para redondear-, tres mil estaban en situación de no cobrables; no se podían cobrar esos créditos y no se estaban cobrando.

Por lo tanto, piensen la situación existente para administrar esa cartera: 12 mil millones de títulos públicos y una tasa con la que nosotros no recuperábamos lo que estábamos pagando por los depósitos, el 60 por ciento de la cartera privada no pagaba, se iba a una tasa baja, el 60 por ciento de la cartera del sector privado con una tasa cero -cero cobranza- y el otro 40 por ciento del sector privado representaba 10 o 12 por ciento de nuestras colocaciones totales. Todo el banco trataba que esa parte de la cartera tan pequeña permitiera compensar la pérdida que nos daba el resto de la cartera. Esta es la situación del sistema financiero.

Por eso cuando se pregunta por qué la tasa de los depósitos está en 2,50, 3 o 3,50 y estamos cobrando tasa activa de 18,85 -carteras generales, después hay líneas mucho más bajas- la respuesta es porque en realidad al cliente que paga se le quiere "sacar el jugo" para compensar todas las pérdidas que existen por los otros clientes que no pagan, ya sea en el sector público o en el privado que está en mora.

Estamos en la Comisión de Industria y puedo decir que esta es una pésima política. Individualmente para cada banco puede estar bien pero para la economía en su conjunto es una pésima política, en términos de cómo recuperar un sistema financiero con el sistema productivo. Esta fue la parte negativa de la crisis.

La parte positiva de la crisis para el Banco Nación fue que quedó demostrado que los paradigmas o criterios que imperaron en los 90, con respecto a que la banca extranjera iba a tener un sistema financiero más sólido y que a través de sus casas matrices iba a respaldar a sus filiales locales, se derrumbaron abiertamente. La población en su conjunto visualizó lo que a mi juicio nunca debería haber dejado de pasar: que la banca pública es más sólida que la banca extranjera. Tener un sistema financiero donde el ahorro de la población es manejado por un banca internacional muestra una debilidad conceptual, porque depende de quién y cómo se maneja el ahorro interno en un país para que sea volcado a la producción de ese lugar y no sea utilizado especulativamente para realizar transferencias hacia el exterior. De ello depende si se utilizan las diferencias de tasas de interés y se arbitran financieramente recursos para obtener el mayor rendimiento especulativo o si se financian inversiones que permiten incrementar la producción y el trabajo, en este caso de nuestra Argentina.

Entonces, el Banco Nación que había perdido su histórica participación del 20 o 22 por ciento en el mercado financiero para pasar al 15 o 15,5 por ciento, la volvió a recuperar rápidamente y hoy tiene el 25 por ciento del total de los depósitos del sistema. Es una muy buena noticia haber recuperado una importante participación en el mercado porque significa que el Banco de la Nación Argentina goza de una posibilidad muy grande de influir en el sistema financiero en su conjunto y actuar como una empresa testigo del gobierno nacional para poder regular dos cosas.

T.3

En primer lugar, cumplir una función social con prácticamente la mitad de sus sucursales cumpliéndola. Esto quiere decir que se trata de sucursales que la banca comercial no tendría, porque tomadas individualmente darían pérdidas, es decir que los ingresos que generan son inferiores a los egresos que generan. Nosotros tenemos 320 sucursales en esas condiciones sobre un total de 650.

Por otro lado, nosotros vemos que esta situación de haber ganado más recursos del sistema financiero nos permite cumplir con mayor facilidad la función de regulación que una entidad de este tipo o empresa del Estado tiene en cualquier mercado en el que trabaja, que es la función de regulación de la competencia. Nosotros retomamos esta función.

Este es el panorama con el que nos encontramos: un banco que para el año 2003 tenía prevista una pérdida de 980 o casi 1.000 millones de pesos, producto de esta situación en la que se mueven activos y pasivos de un volumen tan importante que cualquier punto de diferencia entre la evolución de los activos y pasivos generan movimientos muy fuertes en el patrimonio de la entidad.

La noticia buena es que estábamos ganando participación en el mercado. Cuando nosotros nos hicimos cargo, la tasa de interés pasiva estaba en alrededor del 25 o 30 por ciento. Estamos hablando de junio de 2003, cuando nosotros asumimos y cuando la tasa de captación estaba en ese orden. Las tasas de las LEBAC -que es la tasa testigo del mercado del Banco Central- estaba en esos niveles.

Nosotros estábamos pagando por esa mayor participación en el mercado y por ese aumento de los depósitos una alta tasa de interés y teníamos todos nuestros activos en mora o en CER. El año pasado la inflación era de más o menos el 8 o 10 por ciento y nosotros veníamos cobrando un 7 por ciento anual y pagando el 25 en junio; en enero pagábamos el 53 por ciento. De enero a junio la tasa cae a la mitad y como se podrán imaginar tuvimos no sólo un problema de stock sino también de flujo. ¿Cómo hacíamos nosotros para generar ingresos suficientes para que cada mes nos alcanzasen los fondos para por lo menos pagar los intereses de los depósitos, suponiendo que nadie se los llevara? Al tomar el control de la entidad lo primero que nos planteamos fue qué hacíamos con esto, porque era una especie de transatlántico que iba a mil kilómetros por hora pero que en cualquier momento iba a explotar.

Lo primero que hicimos fue tratar de pensar en el Banco no sólo como banco sino como grupo financiero. El Banco tiene ocho empresas asociadas: Nación AFJP, Nación Seguros de Vida, Nación Seguros de Retiro, Nación Leasing, Nación Fideicomiso, Nación Bursátil, Nación Factory y Fondos Comunes de Inversión Carlos Pellegrini. El Banco capta y coloca recursos, pero dentro de las empresas hay algunas que son captadoras -como las de fideicomiso, fondos comunes de inversión y AFJP- y otras que son colocadoras de fondos, como las de factory y leasing.

También vimos otra gran oportunidad en el tema del comercio exterior. Así como el Banco tiene una importante participación en todos los mercados, en comercio exterior -que es un negocio muy rentable- casualmente sólo participa con el 1 por ciento del total.

T.4

En primer lugar esto nos hizo pensar que era muy fácil, que íbamos a duplicar nuestra participación en el mercado con sólo llegar al 2 por ciento, o sea que era muy sencillo. (Risas).

Nosotros planteamos trabajos que generan ingresos importantes. Las comisiones de comercio exterior constituyen un sector al que todos los bancos le ponen mucho interés porque realmente ofrecen rentabilidades mejores que las del crédito y otro tipo de servicios. Pusimos renovaciones en cada una de las empresas para que, en primer término, dejen de dar pérdida. Sucede que las empresas también consolidan en ese balance que venían dispuestas a perder esa cantidad de dinero que mencioné, casi mil millones de pesos.

Con esta estrategia a nosotros nos fue bien porque las empresas empezaron a dar rentabilidad y empezamos a generar una política de cobranza de créditos, preservando lo que para nosotros tiene que ser la función del banco y su rol activo.

Creemos que en el sistema financiero de los 90 se perdieron dos instrumentos muy valiosos de la política financiera pública. El primero de ellos es el Banco Hipotecario. No hay hoy en la Argentina ningún instrumento para hacer política de vivienda social; no existe desde el mercado financiero. Lo único que se puede hacer es dar créditos para la vivienda, la industria de la construcción no tiene otro camino que recurrir al sistema financiero comercial.

El segundo instrumento que se ha perdido es el Banco Nacional de Desarrollo, no hay un banco de desarrollo en la Argentina, cuando prácticamente ningún país del mundo deja de tenerlo. Y cuando digo ningún país del mundo no estoy hablando de países de América latina, sino de Alemania, Canadá, España, no existe ninguna nación que haya llegado a ser grande y desarrollada en la que no exista un banco de desarrollo. Quedó el Banco de Inversión y Comercio Exterior pero funciona como banco de segundo piso, es decir que sólo representa a los bancos y éstos prestan a las empresas, generalmente mucho más caro.

Una de las cosas que quisimos recuperar fue el carácter de banco de primer piso del banco BICE, desde que transformó su reglamentación, sobre todo para inversión de mediano y largo plazo y para el comercio exterior. Estamos pensando como estrategia que el Banco Nación cumpla la función de banco social.

Además, hay otro tema que no existía en los 90: la crisis económica en la Argentina. No me refiero a la financiera sino a la del cierre de empresas, pérdida de empleo y destrucción de valor en la producción local. Ella ha sido tan alta que en la Argentina hay una gran masa de población excluida que no tiene posibilidad de financiamiento porque está en el Veraz, porque no tiene trabajo, gente que está excluida de la posibilidad de bancarizarse, de estar en el sistema financiero y en la actividad económica.

Creemos que hoy la Argentina debería contar con lo que en otros países se llaman agencias de desarrollo, es decir, bancos sociales, de cooperativas, de cajas sociales, incluso en Estados Unidos ocupan una franja muy importante del mercado financiero. Consideramos que el Banco Nación debe tener esa función social, la de banca de fomento, que llegue a las economías regionales.

En esta transformación del sistema financiero muchas economías regionales y provincias se quedaron también sin sus propios bancos provinciales. Entonces, debemos ser reguladores de la competencia y asumir un fuerte rol en la banca comercial para competir y para que los bancos privados no cobren cualquier tasa en tarjetas de crédito, préstamos personales o hipotecarios.

Por otro lado, la idea que tenemos es que el BICE se debe dedicar a la parte de inversión y de comercio exterior y nosotros debemos llegar a las pymes, al área más comercial, de aporte de capital de trabajo, a la inversión más pequeña. Las grandes inversiones y el comercio exterior deben ser financiadas por el BICE.

Me he referido a la forma en la que encontramos al banco hacia afuera y en cuanto a los números, pero también quiero comentarles cómo encontramos al banco hacia adentro.

T.5

Después del escándalo IBM-Banco Nación, que ustedes recuerdan -más allá de otras repercusiones-, hubo un fuerte compromiso debido al gran atraso tecnológico de la institución. Hoy un banco no puede estar sin sistemas. Si usted ofrece un servicio financiero tiene que brindar la posibilidad de hacer un depósito en Ushuaia y de que a los tres minutos se pueda retirar en La Quiaca. No existe un banco que no pueda hacer eso, porque ningún cliente va a venir con nosotros; ninguna empresa que tiene que hacer pagos en el país e inclusive en el exterior va a venir con nosotros porque esta ya es una práctica habitual del sistema financiero.

Entonces, este gran atraso tecnológico se pudo empezar a revertir hace algunos años -tres o cuatro-, pero llevamos un atraso de cinco años en relación con lo que es la tecnología del mercado. Y nos propusimos tener un nuevo plan, que ya tenemos, de sistematización de las sucursales. En ese sentido ya se ha sistematizado prácticamente todo lo que es operativo, pero no así todo lo que es contable. Esto también constituye un gran problema, porque cuando usted tiene sistematizado todo lo que es operativo se puede dar respuesta a los clientes. O sea, hemos llegado al mismo estándar, con algunas fallas, porque el sistema se nos cae un poco más de lo que es el promedio del mercado. Pero eso ya se terminó de hacer en diciembre, en un plan que aceleramos muchísimo y en el que pusimos bastante recursos para que esto ocurra. Y hoy tenemos las 657 sucursales totalmente informatizadas para lo operativo. Pero después, para atrás, venimos con muchas planillas para consolidar la contabilidad.

Y esto trae una cantidad enorme de problemas: no podemos tener la contabilidad on line ni los regímenes informativos para el Banco Central en tiempo y forma, no podemos saber dónde están los problemas hasta un mes después, porque al no tener una contabilidad automatizada el tema de los registros genera muchos problemas de gestión en las sucursales importantes.

En este plan estamos ahora, tratando de lograr que entre diciembre de 2004 y marzo de 2005 podamos tener todo lo que en nuestra jerga se conoce como el back-office automatizado.

Y después hay una cantidad enorme de planes internos, porque es imposible mover este elefante si no tenemos una buena estructura que desde adentro pueda manejarse con la informática.

En lo que respecta al tema del personal, este banco viene siendo muy castigado. Durante los años 90 todo lo que era público era maldito y despreciado, parecía que tenía que ser malo e ineficiente por definición. Esto ha calado muy profundamente en el personal de la institución; se sienten los parias del sistema financiero. Y nosotros hemos tratado de trabajar con ellos. Hemos hecho muchos cambios en la estructura gerencial del banco. Hemos cambiado la estructura, el gerente general, la Oficina de Comercio Exterior y la Gerencia de Comercio Exterior y Operaciones Internacionales -que no existía, lo que era algo incomprensible-, a la que reportan las 14 sucursales. Las ocho empresas vinculadas y las 14 filiales del exterior eran como patrullas perdidas, es decir, era como que estaban combatiendo en alguna guerra pero nadie reportaba al cuartel central y no sabían si era la Guerra del Golfo, la de Vietnam o la Civil Española, porque algunas estaban muy perdidas, muy lejos en el tiempo.

Hemos hecho grandes transformaciones en estas mismas oficinas. Hemos realizado rondas de negocios, han venido acá a conocer a los clientes, porque alguien que se fue de la Argentina hace diez años hoy no sabe cómo es. También hemos cambiado el régimen de rotación para que la gente vuelva acá y trabaje nuevamente aquí y después vaya a las sucursales que hay en el mundo.

Pero todavía falta. Estos son trabajos que llevan muchos años, porque no se trata solamente de cambios de los procesos, sino también de las culturas organizacionales. Hemos creado este instrumento nuevo para centralizar todo lo que son las operaciones internacionales, lo que tiene un enorme potencial. Hoy, en el mundo, hay una liquidez tan grande que si la Argentina, generando menos instrumentos financieros, pudiese captar más recursos, el ahorro de los argentinos en el exterior -que se calcula en 120 mil o 150 mil millones de dólares; hay muchos números dando vueltas-, en la medida en que se asiente la confianza y la Argentina vaya creciendo, si tenemos una oportunidad de captar solamente la tercera parte de esos recursos tendríamos que tener un sistema financiero y un financiamiento de la inversión en infraestructura de tal magnitud que sólo necesitaríamos utilizar recursos genuinos generando buenos instrumentos financieros.



T.6

Entonces, hay un enorme potencial, y nuestras sucursales del exterior deben servir para eso. Y creo que una de las cosas buenas que podemos lograr es un mejoramiento de la pérdida. Porque si efectuamos una comparación de la pérdida vemos que en el segundo semestre de 2003 el banco dejó de perder.

Por otra parte, al bajar la tasa pasiva de interés del 4 al 3 por ciento es obvio que este año comenzamos bien, porque si bien hay un poco más de inflación se observa que el CER, la tasa promedio del año, será baja. Obviamente que en esto ayuda la recaudación fiscal, que nos da la posibilidad de obtener, a través del gobierno nacional, recursos a bajo costo, lo que también nos genera una gran liquidez.

Hemos iniciado una gestión de cobranza muy agresiva sin tener una política de refinanciación masiva, porque tradicionalmente el banco fue el "socio bobo" de todo el mundo, pagándole, por ejemplo, a pequeños productores que nunca pagaron. El problema es que todo el mundo tomó al Banco de la Nación Argentina como el banco al que no se le devuelven los créditos. Y esa es la causa fundamental. También es una cuestión conceptual.

Nosotros empezamos a cobrar. Y cobramos una parte muy importante de los 3 mil y pico que estaban en mora, logrando 800 millones de cancelación. Es mucho dinero. Y este año bajamos esa mora del 60 al 52 por ciento. El indicador del sistema es del 10 por ciento. Ahora estuve en Chile durante dos días, y allí es del 2 por ciento, lo que significa que el 98 por ciento de la gente paga sus créditos.

SR. BORSANI ¿La incobrabilidad es del 2 por ciento?

SRA. MICELI Es el problema que tiene hoy el sistema financiero. Ellos sufrieron una crisis como la nuestra entre 1980 y 1982. Y hace veinte años que no tienen crisis. Han podido tener un sistema financiero sólido.

O sea que esto también se logra con mucha perseverancia y trabajo. Y hemos tratado de cobrar sin ejecutar a nadie que realmente tenga razones económicas o personales para no pagar, porque tenemos una gran cartera hipotecaria y personal en esta situación. Tratamos de que realmente sean atendidos. Es el caso, por ejemplo, de alguien que se quedó sin trabajo y tiene una vivienda única. Y no es el de alguien que se quedó sin trabajo y tiene cinco viviendas, por ejemplo. En este caso, lo que debe hacer esa persona es vender una de sus propiedades y devolver el dinero al Banco de la Nación Argentina. Esto pasa: una averigua y comprueba que la persona tiene cinco viviendas. Entonces, a ese señor le cobramos.

Les cobramos a todos los que podemos cobrarles sin vulnerar una regla básica que no podemos vulnerar, que es el tema de tratar de tener este instrumento para atender lo que fueron los efectos de la crisis. Mucha gente se quedó sin trabajo y no puede pagar. Muchos productores agropecuarios no pueden pagar. Y vamos cobrando. Si ustedes observan la cartera de cobranzas del banco para el sector agropecuario podrán apreciar que tiene una relación directa con la forma en que se fue manejando la rentabilidad relativa de cada producción. Primero se recuperó la Pampa Húmeda. Después se fueron recuperando algunas economías regionales. En la medida en que se van mejorando las rentabilidades se va recuperando más. Suponemos que este año podremos cobrar más en la zona Norte porque el algodón viene con muy buenas perspectivas.

T.7

Este año cobramos mucho a todo lo que era hotelería y turismo, sectores que han tenido, por decirlo de alguna manera, una muy buena cosecha en el verano.

Tratamos de asociarnos a este mejor ritmo de la economía para poder recuperar. Este es el capital de todos los argentinos y si nosotros no cobramos esto, este Banco no existe más. Además, ahora tenemos la auditoría contratada con el Fondo Monetario Internacional y no queremos que después nos digan lo que ya sabemos.

Estamos convencidos de que el Banco de la Nación es sumamente necesario para la economía argentina, manteniéndose como banco de capital público o como banco dentro de una ley de carta orgánica especial.

Asimismo, creemos que el Banco de la Nación Argentina debe ser un banco gestionado como entidad financiera con un rol social. Lo que sucede es que en nuestro país este rol social se entiende como que uno tiene que perdonar las deudas a todos y no es así. El rol social consiste en priorizar, en dar tasas de interés de un dígito a aquellos sectores muy necesitados. Todas las líneas de microcréditos que sacamos tienen tasas del 5, 6 o 7 por ciento. Pero no le vamos a dar estas tasas a un productor sojero que revalorizó su tierra tres veces, que mejoró su rentabilidad tres veces y que tiene mil hectáreas en la Pampa Húmeda. Muchas veces estos productores vienen y nos dicen que para pagarnos tienen que vender 50 hectáreas. Nuestra posición es que las vendan y que nos paguen.

Queremos subsidiar a aquellos que realmente lo necesitan y no generar este abuso que ha sido la causa de esta cartera que hoy tenemos.

También contamos con líneas de crédito para la industria, pero tal vez todos estos temas surjan a raíz de las preguntas que se me vayan formulando. Por ello, preferiría detenerme acá y responder las inquietudes de los señores diputados.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Esaín.

SR. ESAÍN Me gustaría formular algunas preguntas todas juntas. Ustedes tienen una oficina de comercio exterior. ¿Tienen pensado realizar algún trabajo en conjunto con el BICE?

Por otra parte, la Argentina exporta mil millones de dólares a los países árabes, que en realidad mueven 100 mil millones. Esos mil millones son operados por bancos extranjeros. En algún momento los embajadores han planteado esto en la Cámara -yo formo parte de una comisión integrada por amigos legisladores de los países árabes-, que fue una decisión política del gobierno nacional. Todo el comercio exterior gira sobre bancos principalmente norteamericanos. Nosotros no tenemos un banco con esta condición. No sé si el Banco tiene la estructura para hacerse cargo de esto que es un negocio millonario.

Usted habló de los créditos hipotecarios agrarios. Quisiera saber con qué tasas los están refinanciando y con qué tasas están prestando a la producción en general.

Por otro lado, la ley de privatización del Banco Hipotecario, cuyas acciones -alrededor del 70 por ciento- hoy están mayoritariamente en manos del Estado, prevé que el agente financiero es el Banco Hipotecario.

T.8

Quisiera saber si ustedes no tienen pensado realizar un plan de viviendas, o algo que tenga que ver con esto, inclusive en asociación con el banco, que aunque ya es gerenciado por el sector privado -lo que todavía no logro explicarme por qué-, es el agente financiero. La ley 24.855, que privatizó el Banco Hipotecario, determina que el agente financiero en el tema de la construcción de viviendas por varios años es el banco.

Por lo tanto, me gustaría saber si ustedes tienen pensado realizar algo, con el banco o por sí mismos.

Estas son las preguntas por ahora.

SRA. MICELI Respecto del BICE, nosotros trabajamos permanentemente con él, porque justamente en todo esto de que ellos vuelven a ser banca de primer piso estamos trabajando para ver en qué franja se desempeña cada uno, a fin de no superponernos.

El BICE tiene un rol muy importante en todo lo que debería ser la inversión pública y la obtención de financiamiento para los grandes proyectos de inversión.

Asimismo tendría que ocuparse del comercio exterior de las medianas y grandes empresas. Es decir que las operaciones de más de un millón de dólares deberían quedar ya a cargo del BICE y no nuestro. Hay muchas grandes empresas que nos vienen a ver y que están pidiendo financiamiento para grandes proyectos de inversión en la Argentina. El banco, en virtud de lo establecido en su carta orgánica, no puede prestar más de un millón de pesos por cliente, y hasta cinco millones si tienen la calificación de dos calificadoras de riesgo. Así lo establece la ley que determina la carta orgánica del Banco de la Nación Argentina.

Por lo tanto, nosotros no podemos participar más que con una pequeña proporción en el financiamiento de grandes proyectos; el resto no lo podemos hacer. Consecuentemente, con el BICE trabajamos permanentemente, a fin de ver cómo nos organizamos para cubrir todos los espectros de financiamiento que demanda la situación económica de la Argentina.

Y también trabajamos con ellos en todo lo que es la relación con los bancos del exterior, porque a pesar de que el país está en default los bancos públicos nunca lo estuvieron. Entonces, siempre tenemos las líneas abiertas por parte de los bancos del exterior. Como hay mucha liquidez en los mercados financieros internacionales, tanto ellos como nosotros podemos obtener líneas de crédito en el exterior y repasarlas a distintos proyectos de inversión o generadores de divisas, es decir, que pasen a comercio exterior. Y esto lo estamos haciendo juntos. Así, por ejemplo, acabamos de firmar, junto con el BICE, un convenio con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil para poder tener financiamiento en gran escala para proyectos en la Argentina, ligados también al comercio y a la inversión bilateral. Y ahora iremos hacia allá los días 13 y 14 de mayo, porque se firmó un acuerdo marco y estamos trabajando en comisiones a fin de ver bien cómo se operativiza esto, es decir, si va a ser por proyectos puntuales, por líneas generales, etcétera. O sea que ahora estamos trabajando sobre este tipo de cuestiones.

Por otra parte quiero señalar que la Argentina prácticamente ha hecho un abandono de todo lo que es su participación en los organismos de crédito multilaterales. No estoy hablando de las instituciones financieras internacionales, como por ejemplo el Fondo Moneterio Internacional y el Banco Mundial, sino de BLADEX, que es el Banco Latinoamericano de Exportaciones, donde el Banco de la Nación Argentina es accionista; de la Corporación Andina de Fomento; del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil; de ALIDE, que es la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo; de FELABAN, que es la Federación Latinoamericana de Bancos Comerciales, etcétera.

En otras palabras, hay una gran cantidad de instituciones financieras que administran una masa muy grande de recursos, donde nuestro país no participa directamente a través del Banco de la Nación Argentina, que es su banco de inversión. Antes participaba en los directorios y obtenía recursos para el financiamiento de obras y del comercio exterior en la Argentina. Y ahora mayoritariamente están de alguna manera "copados", si se me permite la expresión, teniendo una mayor injerencia Brasil, Chile y México. Y la Argentina ha perdido su rol; es como si no existiera en América latina. Recuperar eso no es fácil; lleva mucho tiempo y tiene un gran costo, porque hay que viajar y estar presente en las reuniones, al tiempo que hay que participar de las reuniones de directorio y de las gerencias.



T.9

Esas organizaciones que tiene América latina llaman principalmente a funcionarios de esos tres países. Ahora nos hemos fijado también el objetivo de lograr nuestra presencia en esos organismos a nivel de dirección, a fin de obtener recursos para la Argentina.

Hasta ahora todo el crédito está atendiendo la demanda, porque recién empiezan a darse préstamos o se está moviendo mucho todo lo que es el crédito personal, el hipotecario y el destinado a capital de trabajo y a pymes. Pero todavía no hay una demanda fuerte de crédito para la inversión. Toda la inversión se está financiando con recursos propios de las empresas. Y cuando empiece a haber esta demanda debemos estar preparados, porque si no habrá cuellos de botella para financiar la inversión. Así que estamos trabajando todo el tiempo con esta línea. Pero tenemos la convicción de trabajar juntos.

También tenemos la misma convicción con los bancos de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de dos instituciones muy fuertes, cada una en su territorio. No debemos pelearnos por los clientes, porque eso dañaría a todo el sistema y a cada una de las entidades. Entonces, trabajaremos a fin de complementarnos. Si por ejemplo el Banco de la Provincia de Buenos Aires, en su territorio, tiene una política de apoyo al comercio exterior, microcréditos, líneas de créditos para las pymes y el FOGABA, que permiten financiar una cantidad de casos particulares, no estaremos compitiendo con ellos para nada.

Lo mismo en el caso del Banco de la Ciudad de Buenos Aires. Me refiero a todo lo que ellos puedan considerar que sea de su vocación e interés y al acuerdo estratégico de no superponernos y de no competir en esos dos territorios. Y sí trabajar en el resto de las economías regionales, haciendo en la provincia de Buenos Aires y en la ciudad de Buenos Aires lo que sus respectivos bancos no hagan, por ejemplo, porque no les da el volumen de negocios. En ese caso sí debemos estar presentes.

Respecto del comercio con los países árabes, de los 40 mil millones que se han movido en la Argentina en los últimos años, el Banco de la Nación Argentina sólo ha participado del 1 por ciento. O sea que de ese total sólo ha movido 400 millones. El banco tuvo una política rara, entre comillas, respecto de este tema, porque como digo es el más competitivo en cuanto a rentabilidad del mercado. Y por otra parte, teniendo 650 casas, cuando nosotros llegamos solamente había 58 habilitadas para operar en comercio exterior y 15 que compraban y vendían moneda extranjera.

Entonces, en los grandes centros urbanos y turísticos, al lado de cada sucursal del Banco de la Nación Argentina hay una gran casa de cambios. Debemos dejar de favorecer ciertas prácticas y retomarlas. El banco tiene autorización para operar como agente cambiario en todo el territorio. Es una decisión interna; ejerzamos esa potestad. De quince casas pasamos a cincuenta, y ahora abrimos otras treinta para, por lo menos, llegar a competir en este tema de la captación y transacción de moneda extranjera.

Esto es también un amplio instrumento para regular el mercado. Porque donde no está el banco los precios en que se cotizan las divisas tienen márgenes distintos de aquellos lugares en los que sí está la institución.

T.10

Por otro lado, pasamos de 18 sucursales que operan en comercio exterior a 35, pero esto implica un gran trabajo de capacitación. No todo el mundo conoce cómo es la práctica del comercio internacional o las operaciones que se pueden ofrecer a la clientela.

Estamos trabajando en el comercio bilateral en aquellos lugares donde tenemos filiales. En el mercado árabe no hay ninguna filial del banco y no hemos trabajado en ello pero tenemos toda la vocación comercial y política de estar presente donde se pueda.

SR. ESAÍN Las cámaras empresariales y los embajadores estarían dispuestos, si hay decisión política de la Argentina, a conversar con los bancos porque quizás no hay prefinanciación y se debe buscar en los bancos de los Estados Unidos.

SRA. MICELI Nosotros tenemos una capacidad ociosa para prefinanciar exportaciones porque además las nuevas regulaciones poscrisis -habiendo salido de la convertibilidad- dicen que no se pueden mezclar las carteras, lo que se capta en pesos va a crédito en pesos y lo que se capta en dólares va al comercio exterior. Entonces, tenemos doble liquidez porque hay una gran captación de dólares y no sabemos que hacer con ellos; tenemos que crecer en esa franja. Hay capacidad ociosa para trabajar y quizás sería bueno que nos reunamos con las cámaras y observemos qué podemos hacer.

Con respecto a los créditos hipotecarios agrarios quiero mencionar que el banco no los da; no existe la refinanciación de créditos hipotecarios agrarios. Son créditos de capital de trabajo al agro con garantía hipotecaria. Se trata de dos cosas diferentes porque el crédito hipotecario es una línea de crédito para compra de vivienda y para habitar esa vivienda, en cambio, el crédito comercial con garantía hipotecaria -agrario o no- es para una pyme que saca un crédito para capital de trabajo y el empresario da en garantía su vivienda. En general, todos los créditos agropecuarios son créditos comerciales agropecuarios con garantía hipotecaria, muchas veces no de vivienda sino de su propio establecimiento.

La tasa de refinanciación del banco es 18,85 por ciento, que es lo que menos aumentó. Si uno analiza las rentabilidades del sector agropecuario verá que mejoraron. Por ejemplo, si antes alguien que se dedicaba a la ganadería tenía que pagar una cuota anual al Banco Nación, debía vender tres camiones de hacienda. Si ahora la tiene que cancelar, debe vender sólo un camión de hacienda. Esto quiere decir que el costo financiero representa una incidencia mínima en lo que ha sido la mejora de la rentabilidad de todas las producciones agropecuarias.

Por otra parte, la gran mayoría de los deudores hipotecarios le deben al banco desde hace 12, 14 o 15 años, no le deben desde ayer. Para algunos es producto de la crisis y para otros del efecto del "socio bobo", como nosotros lo llamamos. "Le pagamos a todos, cambiamos la 4x4, mejoramos todo y al banco no le pagamos"; esta es la realidad de la producción agropecuaria.

Además, nosotros aplicamos esa tasa de interés para refinanciaciones con una quita enorme. En vez de subsidiar la tasa elegimos subsidiar el capital en las refinanciaciones. Si ustedes toman la deuda actualizada de alguien que sacó 100 mil dólares en 1991 y nunca pagó, hoy debería 500 mil pesos y en esos casos son quitas que van hasta el 60 por ciento, es decir que en algunos casos llegan al 80 por ciento y sobre eso le hacemos quitas, si estuvieron en emergencia agropecuaria. Si lo que queda lo refinancian a 8 años, le cobramos el 18,85 por ciento anual. Hemos elegido subsidiar el capital, le sacamos los punitorios sobre los intereses y deuda actualizada y le hacemos estas reducciones desde la deuda de origen. Además, han tenido el beneficio de la pesificación, todas eran deudas en dólares que fueron pesificadas.

En este momento existe un gran debate con algunas entidades representativas del sector agropecuario, en realidad con las cuatro: Sociedad Rural, Federación Agraria, Coninagro y CRA.

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Nosotros les decimos que hemos refinanciado -la cartera en mora se divide en tres partes: personales e hipotecarios, comerciales e industriales y agropecuarios-, en números redondos, 1.500 millones de deuda agropecuaria. La mitad ya refinanció a esa tasa y está pagando; no tienen ningún inconveniente.

En cuando a la otra mitad, hay algunos que no van a pagar nunca. Y tendremos que ir y ejecutar las hipotecas. Hay casos de clientes que tienen 500 hectáreas en la Pampa Húmeda, están vendiendo soja, tienen un flujo de fondos altísimo y han pagado las deudas que tenían con los otros bancos. Los representantes de las entidades nos vienen a ver con ese caso especial y nosotros les decimos que tenemos que ser serios, que no vamos a estar de acuerdo en que ese señor no pague y que en ese caso ejecutaremos la hipoteca.

Ahora bien, en el caso de la producción del algodón, ni siquiera hemos activado una demanda; en el de la producción de cítricos en Entre Ríos, que todavía no se reanimó tanto, esperamos; en el de los frutihortícolas de las provincias de Río Negro y de Neuquén, estamos trabajando con el gobierno la primera para arribar a un acuerdo de fideicomiso a fin de que esa cartera en mora, integrada por unos 600 o 700 productores -se trata de unidades económicas muy pequeñas que a pesar del mejoramiento de los precios relativos todavía no han podido llegar a ese nivel de mejora-, pueda obtener una refinanciación en este fideicomiso y en unas condiciones muy especiales, monitoreando todo el proceso y blanqueando toda la facturación y los niveles de ingreso con el gobierno provincial, lo que también conviene a este último porque muchas de estas producciones no tienen habilitaciones ni pagan impuestos. Entonces, estamos cumpliendo ese rol.

En el caso de los tabacaleros de Tucumán estamos haciendo lo mismo. Estamos tomando cada caso por provincia y estamos trabajando e involucrándonos con los gobiernos provinciales, que son los que mejor conocen, a través de sus respectivos ministros de Agricultura y Ganadería, la situación de cada producción.

Y al mismo tiempo estamos determinando quiénes son los que tienen problemas. Nosotros, como banco tenemos una ventaja que consiste en tener una sucursal en cada pueblo. Cada uno de nuestros gerentes conoce a sus deudores por su nombre y apellido. Y también los conoce el resto de la comunidad. Hay representantes de bancos privados que vienen y nos dicen "¿cómo no le cobran, en tal provincia, a Fulano de Tal, que pagó a todos los bancos y no le está pagando al Nación?" Y lo chequeamos y vemos que, efectivamente, es cierto. Entonces, no queremos avalar esas prácticas, porque en la medida en que avalamos una no cobramos ningún crédito más de los que damos.

Hasta ahora estamos haciendo estas refinanciaciones. Sobre ellas otorgamos premios por pago puntual: el 30 por ciento de la tasa se reduce si el productor paga puntualmente. Consideramos todos los casos especiales y los créditos que, aún siendo refinanciados a ocho años no pueden ser pagados. En ese caso los podemos refinanciar a quince años y bajar la tasa de interés.

Lo que no vamos a hacer es establecer políticas generales de refinanciación, porque ahí entran justos y pecadores, es decir, los que pueden pagar y los que no pueden hacerlo. Y no vamos a hacer más reducciones de tasas, a menos que éstas bajen, lo que estamos analizando en este momento. Ahora existe la posibilidad de que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación subsidie la tasa en casos especiales. Eso será para estos casos, es decir, para aquellas economías regionales que tienen que salir a flote y para los deudores que no pueden pagar.

No sé si me quieren formular alguna otra pregunta en relación con este tema.

SR. PRESIDENTE BROWN Hay una gran cantidad de diputados anotados para hacer uso de la palabra.

Tiene la palabra el señor diputado Merino.

SR. MERINO Señor presidente: para que el resto de los señores diputados no se enojen, voy a hacer un comentario, formular una pregunta y pedir una opinión.

El comentario se refiere a algo que me pasó con el Banco de la Nación Argentina, que realmente me hizo sentir muy mal y que en su momento dije. Y en cierta forma se relaciona con lo que comentó la doctora Miceli respecto de los avances tecnológicos. Concretamente, fui a sacar dinero de la sucursal Córdoba del Banco de la Nación Argentina. Entre a la sucursal a las ocho y media, y quería sacar un poco más de dinero que el que me daba el cajero. Fui a la ventanilla, donde me dijeron que no podía sacarlo. Pregunté por qué, dado que la cuenta era del Banco de la Nación Argentina.

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En definitiva, salí del banco a las once y media de la mañana. Yo creo que el legajo que han confeccionado para poder sacar mi dinero, entre fotocopias del documento y demás, debe haber sido una carpeta muy grande. Me dijeron que se requería una autorización desde Buenos Aires. Pregunté por qué, dado que la máquina indicaba que el dinero había llegado. En ningún momento utilicé mi cargo, ya que por otra parte no me gusta hacerlo; quiero ser uno más. De última, dije quién era.

Con esto quiero decir que realmente después son clientes del Banco de la Nación Argentina aquellos que se quieren aprovechar de él. El empleado me atendió excelentemente y me pidió disculpas. Pero me dio la sensación de que desde el punto de vista tecnológico la parte operativa sigue estando muy lejos del resto de los bancos. Y creo que esa es una falla que de alguna manera debe resolverse. Reitero que ingresé al banco a las ocho y media y salí a las once y media de la mañana. Y se trata de la sucursal Cerro de la Rosa, que es importante en Córdoba. Dije que si tenía oportunidad iba a comentar esto, porque me dolió, ya que el banco está haciendo muchos esfuerzos. Y pienso que es importante que el Banco de la Nación Argentina sea fuerte y también, en cierta forma, un regulador de las tasas.

La pregunta que quiero formular se relaciona con el tema del Banco del Suquía. Creo que la operación ya está definida.

Y después me interesaría conocer la opinión de la doctora Miceli respecto del impuesto al cheque, no desde el punto de vista de la AFIP, sino desde la óptica bancaria. Creo que ese tributo está restando una gran cantidad de operaciones y crecimiento al sistema bancario.

Y por otro lado tenemos el tema de la seguridad, que me parece que también está relacionado, porque muchas gente, lamentablemente, por este impuesto -no sé si será mucho o poco; para mí es mucho-, hace operaciones sin el sistema bancario, lo cual, obviamente, contribuye a que exista una economía en negro.

Entonces, no sé cuál es la relación costo-beneficio que para la AFIP implica cobrar esto y todo lo que se está restando a un sistema que debería ser mucho más transparente. Y de alguna manera creo que la bancarización es algo que ayuda a lograr la transparencia y evitar la evasión.

SRA. MICELI El tema de la sucursal forma parte de esto que estamos tratando de mejorar, pero que va a ser una tarea de mediano plazo. En esto no se pueden esperar milagros y rapidez porque hay que cumplir determinados procesos.

En cuanto al Banco del Suquía, éste fue vendido pero la venta todavía no ha sido aprobada por el Banco Central. Se llamó a licitación pública y tuvimos muy buenas ofertas. Se presentaron los bancos Macro-Bansud, Santa Fe -que ahora es privado- e Hipotecario, como así también el grupo Roggio. Y la preadjudicación fue ganada por el Banco Macro-Bansud. El viernes pasado firmamos el contrato de preadjudicación y lo enviamos al Banco Central. Así que nos parece que este último va a definir rápidamente esta operación, porque ellos tienen que observar las reglas de la competencia y las normas CREFI, de regulación financiera, para ver si se cumplen todos los requisitos. Y si esto es así, estamos listos para hacer la entrega de todos los activos del banco en el momento en que el Banco Central nos dé la autorización, a fin de que el paquete accionario quede en manos del Banco Macro-Bansud.

En lo concerniente al impuesto al cheque, creo que ustedes, los diputados que integran esta Comisión de Industria y a los que les gusta el tema de las finanzas, tienen un gran trabajo, porque creo que es tarea suya reflexionar acerca de cómo es la política tributaria en la Argentina. Cuando uno piensa que en nuestro país la alícuota del impuesto al valor agregado es del 21 por ciento y se dice que un tributo distorsivo es el impuesto al cheque o el impuesto a las retenciones, uno también se pregunta quién piensa en aquella persona que, por ejemplo, cobra mensualmente 150 pesos en concepto de ayuda social y le está pagando al Estado 30 pesos todos los meses en concepto de IVA, porque ese dinero lo consume todo.

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Creemos que la política tributaria en general debe ser replanteada. Por ejemplo, sería excelente que no tuviéramos impuesto al cheque, ya que ello serviría para que exista mayor bancarización y transparencia y menor evasión. Pero también reconozco las dificultades que existen para eliminar estos impuestos, porque son de rápida recaudación y generan un volumen muy alto de ingresos. Por ejemplo, esta alícuota que se bajó ahora implica no recaudar mil millones de pesos por año.

Todos los impuestos tienen una parte de distorsión en algún punto, por lo que habría que pensar cómo replantear la política impositiva. Pero esto amerita el tratamiento de una política integral; de lo contrario, sólo estaremos produciendo parches.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Quisiera hacer una pregunta y un comentario. Con respecto a los temas rurales y agrarios históricamente el Banco de la Nación ha sido siempre el encargado de su fomento. En este sentido, teníamos el Banco Hipotecario para la vivienda y el BANADE para el desarrollo industrial. Habiendo desaparecido estos bancos, el gobierno nacional y el Banco de la Nación Argentina, concretamente, van a ocupar un espacio en los tres frentes.

Quisiera saber cuáles son las líneas de crédito, qué monto se estima para ellos y qué disponibilidad tiene el banco para dichas líneas de crédito, fundamentalmente, para el desarrollo industrial. Sabemos que se trata de créditos de hasta un millón de pesos. Asimismo, me gustaría saber cómo está la situación relacionada con todo lo hipotecario y lo social.

Por otro lado, quisiera comentarle que yo también formo parte de la Comisión de Agricultura y Ganadería y he estado reunido con los representantes de cuatro entidades agrarias. Si bien es cierto que existe una pequeña proporción de agricultores y empresarios que han tomado a este Banco en tono abusivo, aprovechándose de que se trata de un banco del Estado para no devolver los préstamos, debo decir que no concuerdo respecto a la generalización que se hace en el sentido de que el otro 50 por ciento de la cartera que no ha refinanciado son personas que tratan de no pagar. Creo que así como el Estado nacional está o estuvo en default, también lo han estado -producto de esa misma crisis de la década del 90, en la que hemos tenido una recesión muy dura- los agricultores que fueron severamente golpeados por ese proceso de degradación económica y social que ha tenido el país.

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Entonces, me parece que así como el Estado nacional se detuvo y dijo "vamos a ver cómo resolvemos, de aquí en adelante, nuestras obligaciones para con los organismos de crédito internacionales" -y las está renegociando y llevando adelante con la idea de ver, en primer término, cómo crece el país, y en segundo lugar, cómo se sale de esta situación económica y social angustiante, en la que hay una gran desocupación y demás-, también debe tener en cuenta que si bien una buena parte de los agricultores están recuperando su rentabilidad y pueden afrontar esos pagos, no todos están en esas condiciones, porque los golpes han sido muy grandes y sucesivos. Y ha sido una década completa de muchos golpes. Consecuentemente, el Banco de la Nación Argentina debería, en ese caso, ver esa situación.

Esta es la pregunta que quería formular y la opinión que quería dar.

SRA. MICELI Respecto de las líneas de crédito, quiero señalar que el rol del banco es apoyar absolutamente a todas las pequeñas y medianas empresas por los distintos sectores de actividad, sean agropecuarias, industriales o comerciales. Y eso es lo que estamos haciendo, porque todas las variantes de crédito que pusimos en el mercado en estos meses -tenemos una cantidad enorme de líneas- han sido elaboradas justamente para tratar de satisfacer la demanda de los distintos sectores. Y precisamente me gustaría enviarles una planilla que tenemos en el banco, en la que se indican todas las líneas de crédito, las condiciones, los destinos -es decir, quiénes son los posibles receptores-, las tasas de interés y los plazos correspondientes, para que ustedes la conozcan y la tengan. Esa planilla está dividida de la siguiente manera: sector agropecuario, actividades diversas -comprende a las comerciales y las industriales; la nomenclatura bancaria engloba a esos sectores-, banca personal -incluye los créditos hipotecarios y personales- y comercio exterior. Dentro de esos cuatro grandes rubros tenemos créditos para todos los sectores, es decir, para la compra de bienes de capital, inversión, ampliaciones de planta, capital de trabajo, descuento de cheques, etcétera. Y las tasas son bastante competitivas. Es decir, a lo mejor no están a tono con lo que tal vez necesite un eventual demandante de crédito, pero están sí respecto del mercado. Por ejemplo, los créditos destinados a pymes para la compra de bienes de capital y para inversión tienen plazos que van desde seis meses hasta cinco años y tasas que oscilan entre el 3 y el 15 por ciento.

De manera tal que hay una gran gama de créditos, dependiendo del tipo de deudor y de actividad. Y también hay créditos para el comercio exterior. Es decir, como tenemos una gran liquidez, en el caso de los créditos destinados al comercio exterior hemos optado también por fijar tasas más bajas para poder ser competitivos. Y si bien en lo relativo al servicio no somos, a lo mejor, tan buenos como los bancos extranjeros y privados, tratamos de ganar clientes a través de la financiación del comercio exterior a una tasa más baja.

Por lo tanto, tenemos todas las variantes de líneas de crédito. Después, si les parece bien, me gustaría enviar al señor presidente de esta comisión esa planilla, a fin de que la distribuya entre todos ustedes para que puedan conocerla.

En lo relativo a las deudas del sector agropecuario, reitero lo que decimos a las asociaciones: desde que estamos no hubo ninguna ejecución de ningún campo que haya sido incentivada por nosotros. Como ustedes saben, hay productores que no solamente tienen deudas con el banco, sino también comerciales y de trabajo. Y el banco, en esos juicios que son incentivados o en los que las ejecuciones avanzan por otros acreedores, tiene que seguir a estos últimos, porque si no pierde la posibilidad de cobrar. Esta es también una disposición de la Sindicatura General y de la Auditoría General de la Nación.

Pero en los casos en que nosotros somos los acreedores y no hay otro que incentive el juicio no hemos ejecutado ninguna vivienda. Es más: hay casos en los cuales, por ejemplo, se envían cartas documento. Entonces, las asociaciones enseguida nos hacen saber que las están mandando en La Paz, en Entre Ríos o en otro lugar. Consecuentemente, vemos es que hay procesos judiciales que uno no puede demorar porque si no el documento contra el cual se tiene la garantía no se puede hacer efectivo. Pero una vez que se llega a la instancia de ejecución el banco tiene la facultad de pedir su suspensión. Y eso es lo que hicimos en todos los casos.



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De manera tal que también sabemos que hay clientes agropecuarios que están en una situación que todavía es muy grave y que están recibiendo esas cartas documento, pero también le explicamos a cada uno que eso se debe a que de acuerdo con los pasos procesales que se siguen en una acción judicial no podemos dejar caer esas garantías, pero sí suspender la ejecución, por lo que tenemos esa facultad y lo estamos haciendo en todos los casos.

Y falta definir qué vamos a hacer con esos casos puntuales que no pueden salir adelante. Si el banco los aguantó durante toda la crisis, durante tanto tiempo, ahora nosotros no vamos a venir a echar al agricultor o al pequeño productor de su chacra, porque hasta sería ineficiente desde el punto de vista macroeconómico, ya que esa gente quedaría desocupada, se iría a las ciudades y no tendría otra forma de sobrevivir.

Por ese motivo tenemos esto en claro. Y en todos los casos en que nos hemos enterado de que hubo un avance judicial vemos cuál es el proceso. En el banco tenemos 40 zonales y 40 representaciones legales asociadas a ellas. Cada zonal atiende 16 sucursales. O sea que tenemos la posibilidad de efectuar estos seguimientos muy rápidamente; es lo que estamos haciendo. Y vamos viendo cómo se puede solucionar el problema concreto de ese deudor.

SR. PRESIDENTE BROWN La Presidencia ruega a los señores diputados que, a fin de no abusar del tiempo de la doctora Miceli, procuren formular preguntas breves para que pueda responderlas.

Tiene la palabra el señor diputado Giorgetti.

SR. GIORGETTI Señor presidente: muy brevemente quiero efectuar algunos elogios, formular una denuncia muy seria y realizar una pequeña sugerencia.

En cuanto a los elogios, quiero expresar a la doctora Miceli mi agradecimiento por estar aquí con nosotros. Veo que el cupo femenino que el presidente decidió está, en su banco, muy acertado. Estamos acostumbrados al Fondo Monetario Internacional, que nos manda una dama que, en definitiva, nos mete miedo. (Risas.)

Respecto de la sugerencia, también deseo expresarle por su comportamiento en oportunidad de la inundación que sufrimos en Santa Fe. En esa ocasión vinimos a firmar un convenio que se logró en menos de una semana. Yo fui el que acompañó al gobernador Reutemann.

También quiero felicitarla por el tema del comercio exterior en mi ciudad, que es Rafaela. Allí los datos no se condicen con el 1 por ciento que se ha expresado respecto de los movimientos del banco en materia de comercio exterior en el resto del país. No obstante, allí se trabaja bien.

Por otra parte quiero decirle que no comparto el tema del BICE. Creo que el BICE está totalmente inmovilizado; no tenemos ningún pacto. Con los señores diputados Beccani y Marconato, que también pertenecen a mi provincia, no vemos que tenga una política definida que nos ayude en esta preocupación de la doctora Miceli en el sentido de avanzar en el tema del comercio exterior. Creo que sería fundamental que se lograra eso.

Y cuando la doctora Miceli planteó el tema del Banco de Desarrollo, que no tenemos, para que tenga que ver con lo social, a fin de priorizar algunos sectores, me parece que resumió algo que es una necesidad que debemos satisfacer. Siempre pensamos que la creación de puestos de trabajo pasa por la posibilidad de fomentar nuestras economías regionales. Y la doctora Miceli dijo hoy algo importante, que es trabajar fuertemente sobre cada una de las provincias. Creo que eso, en el Banco de la Nación Argentina, se puede lograr.

En lo que respecta a la denuncia, nosotros tenemos sectores postergados. Dentro de ellos, el sector rural que tiene que ver con el tema de los lácteos se encuentra en caída libre desde hace diez años.

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En mi zona, que es la cuenca lechera más importante de la provincia -Castellanos, San Martín, San Cristóbal-, teníamos 17.500 tambos y hoy sólo contamos con 7.200. Todos ellos son pequeños productores que se endeudaron con su banca y que no pueden pagar.

Entonces, no tenemos que generalizar el discurso en el sentido de que a los que producen soja por segundo año les va bien, que tienen que poner el 20 por ciento de las retenciones, junto con el sector de Córdoba y Buenos Aires, y que con eso estamos sacando adelante el problema social que tiene el país; hay que saber distinguir claramente. No podemos aplicar la misma política para el que siembra soja, que ocupa dos trabajadores cada 100 hectáreas, que para el productor lácteo de mi provincia que genera veintisiete puestos de trabajo cada 100 hectáreas, incluida la cadena que generan los tambos. Allí se funda mi denuncia.

Creo que después de lo que voy a expresar van a tener que mover a los gerentes de su banco. Sus gerentes no dicen lo que usted nos dice en esta reunión y además no conocen las distintas políticas que usted implementa, en esto incluyo al gerente de la sucursal Rafaela.

Voy a dar como ejemplo el préstamo número 25.069.115 de la sucursal Rafaela, sobre un capital de 70 mil pesos, que era una deuda vieja. Mi paisano tiene vocación de pagar pero cuando lo hizo, en este caso pagó, hubo un ajuste por CER de 30.744 pesos, del 2 de febrero de 2002 al 8 de julio de 2003. Hubo intereses incluidos por cuotas vencidas de 13.785 pesos y compensatorios de cuotas vencidas por 26.100 pesos. Existió un interés que se carga sobre los 563 días que mi paisano no pagó de 17.815 pesos, más otro interés de 3,49 por ciento, es decir, 2.300 pesos. Conclusión: cuando hay que hacer la liquidación del pago el resultado es de 124.353 pesos, que solamente se pueden pagar en ocho años. Estos números no cierran.

Se trata de una explotación que tiene cincuenta y siete vacas lecheras en producción, que le da trabajo a cinco personas en forma directa, lo que después llega a convertirse en veintisiete personas cada cien hectáreas y dicen que tiene que pagar una cuota de 3.100 pesos. Sucede que cincuenta y siete vacas no rinden para poder pagar si el litro de leche tiene un precio de 34,5 centavos. Hay que analizar estas cuestiones porque si no el banco se va a quedar con todas nuestras explotaciones.

Hice otro cálculo para brindarle información. Si nos presentamos ante quien en mi provincia llamamos un usurero y si comparamos al Banco Nación con el usurero de mi pueblo, mi paisano tiene que pagar sólo 7.432,47 pesos más al usurero que al banco. Esos son sus gerentes. Además son pícaros porque ven si hay políticos, concejales, diputados, senadores provinciales, senadores nacionales y si la cédula dice que no se manda, igual se la envían. Cuando estamos en el palenque nos ponemos mansos y decimos: "Esto de estar en la política tiene sus costos" pero no es así.

Voy a dejar en sus manos esta documentación y se va a enterar del nombre del gerente porque no es lo que esperamos de ese lugar.

La sugerencia es la siguiente. Si va a apostar al desarrollo de las provincias y a conseguir puestos de trabajo, estoy convencido de que las economías regionales tienen hoy un efecto multiplicador. Deseo dar como ejemplo algo que sucede en la zona de la costa de mi provincia, una cuenca arrocera donde una empresa que no sé de quién es -se llama Química Estrella- invirtió 7,5 millones de dólares. Sucede que ahora no tenemos arroz para que trabaje, estamos defraudando al empresario que desde Buenos Aires vino a apostar a nuestra zona de la costa y, al mismo tiempo, de 22 mil hectáreas sembradas bajamos a 8.500 hectáreas.

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Cada hectárea de arroz genera diez puestos de trabajo.

A eso le debemos sumar el caso del algodón, con sustitución de importaciones. Con la entonces ministra Camaño celebramos convenios para generar nuevos puestos de trabajo. Y logramos crear 25 mil puestos de trabajo. Creo que podríamos armar distintas cadenas de valor para llevar esto adelante.

¿Cómo se arregla Santa Fe? Si quisiéramos ser como Suiza necesitaríamos 400 mil puestos de trabajo. No somos Suiza, que es un país muy silencioso; no es nuestra idiosincrasia.

Si fuéramos como Nueva Zelanda o Australia, con 140 mil puestos de trabajo lo arreglaríamos.

Desde su banco, con 400 millones de pesos para la provincia de Santa Fe podríamos generar 100 mil puestos de trabajo y saldríamos de la pobreza. En esta Comisión de Industria hay un proyecto de ley referido a la creación de una corporación para el crecimiento y el desarrollo. Le vamos a dar un borrador de esa iniciativa antes de presentarla. Si usted la toma me parece que va a caer en muy buenas manos y vamos a poner la proa hacia la erradicación de la pobreza, que en definitiva es la obligación que tenemos como políticos.

SRA. MICELI En este caso en particular lo vamos a analizar y después le haremos llegar los motivos pertinentes.

En relación con el otro tema quiero señalar que además de esta área de Comercialización -en este último año se hicieron muchos cambios en el banco- creamos una gerencia que es importante en perspectiva, porque todavía tiene apenas un subgerente y diez personas. Se trata de la Gerencia de Promoción del Desarrollo. Si el banco sigue trabajando como venía haciéndolo hasta ahora no va a servir para ser un instrumento de desarrollo. ¿Por qué? Porque está desligado de las economías provinciales. Incluso, los funcionarios del banco son, en algunos casos, gente mayor, o bien, no tienen incentivos para cambiar su actitud. Consecuentemente, debemos generar instrumentos institucionales que los motiven a cambiar; de lo contrario, debemos ver qué hacemos con este problema interno del banco en cuanto a su gente.

Pero cuando logramos encontrar un gobierno provincial que nos trae una propuesta concreta de una necesidad, como ocurrió en el caso de Santa Fe, logramos que se reaccione rápidamente y se pueda dar una repuesta o solución. Y ese tipo de modelos es lo que queremos generalizar. Con Mendoza lo hicimos; hablamos con el gobernador Cobos y realmente se están empezando a mover muchas cosas interesantes. En esa provincia, en cinco años, vamos a colocar 600 millones. Y ellos nos van a decir en qué quieren financiar ese monto. Nosotros los tenemos, ¿pero en qué se van a financiar? Porque lo que es prioritario para un banco -es decir, prestar a los que más pagan y ganar más dinero para poder cerrar bien las cuentas- no lo es para la provincia. Entonces, nosotros tenemos la obligación de hacer lo que es prioritario para un territorio concreto. En el caso de Mendoza, a nosotros, en el Directorio -y creo que también a los gerentes- nunca se nos hubiera ocurrido. Lo prioritario, en el caso de los productores que tienen viñas, que son pequeños, la construcción de una malla para proteger la uva del granizo antes de que se coseche. Este es un ejemplo que a lo mejor, a nosotros, como directores encargados de aprobar una línea de crédito, jamás se nos hubiera ocurrido establecer una para financiar la construcción de una malla destinada a proteger la uva del granizo en Mendoza. Y por ahí hay que hacerlo específicamente con esa provincia.

Con Mendoza también establecimos, dentro de ese mismo convenio estratégico de 600 millones, líneas de créditos especiales para las viviendas. Hoy, en esa provincia, estamos financiando viviendas a 30 años de plazo, a una tasa del 7 por ciento anual. No debe haber un crédito hipotecario más bajo. ¿Y cómo lo hicimos? El gobierno de la provincia aporta una parte de los recursos, nosotros otra, se constituye un fondo especial y, a partir de éste, se presta a la gente. ¿A qué gente? A la que quiere el gobierno de la provincia, porque esta es una política consensuada con ellos y no la que queremos nosotros. Ellos nos dicen, por ejemplo, que hay que efectuar préstamos a los trabajadores de la administración pública, a los de los municipios, a cualquiera que venga y tenga un proyecto positivo. Y en vez de otorgarse créditos para viviendas usadas el gobierno quiso que fuera para viviendas nuevas, o sea para construcción.

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Y esto está funcionando muy bien. Otorgamos créditos de hasta 40 mil pesos solamente, a 30 años de plazo y a una tasa del 7 por ciento, lo que representa una cuota muy baja.

Esta es una forma de trabajo. Hay un director que prácticamente viaja todas las semanas a Mendoza para ir afinando estás líneas de crédito con los ministros de Economía y de Turismo y los representantes del sector agropecuario de esa provincia.

De manera tal que estamos abiertos y dispuestos a trabajar respecto de todas las provincias que tengan esta vocación, ya sea con los lácteos, con la miel, con las ovejas o con lo que haga falta, porque para eso está el banco. A veces también nos cuesta encontrar, en el ámbito provincial, interlocutores que estén muy metidos en movilizar sus recursos productivos. Entonces, en ocasiones parece que uno va con un voluntarismo, como diciendo "bueno, podríamos hacer esto". Pero si la contraparte no lo tiene determinado como política es difícil que uno solo pueda llegar y saber que el sector de la leche, por ejemplo, es el más prioritario, o bien, que se debería poner énfasis en otra área.

Con Tucumán también estamos trabajando muy bien en ese sentido, generando respuestas a las necesidades que ellos detectan. En esa provincia tienen un gran problema con el desempleo. Allí la pobreza ha pegado muy fuerte y ellos nos han pedido líneas de microcréditos y también para viviendas. Los sectores productivos tienen más o menos financiamiento del resto de la banca. Y también estamos elaborando con ellos esas acciones.

Todo esto implica llegar al zonal de ese lugar para ir cambiándole la cabeza. Esto significa que no solamente hay que trabajar respecto de un director, sino también de la estructura, porque si no después uno se va y lo que se dice es "no tengo un interlocutor". Entonces, hay que ir comprometiendo la estructura a fin de dar respuesta a las necesidades de cada zona.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Basile.

SR. BASILE Señor presidente: quiero decir a la doctora Miceli, quiero decirle que discrepo con usted en algunas cosas, como por ejemplo en cuanto a lo que se dijo respecto de la gente mayor, porque por ejemplo tenemos al señor diputado Cigogna, que tiene mucha experiencia, y también al señor diputado Brown, que es un especialista en los temas. (Risas.)

Esto de los jóvenes y de los viejos no me cierra, porque no conozco nada más que los autos que se cambian por los nuevos; en ese caso son mejores los nuevos. Pero no he visto a nadie que se haga operar del corazón por un joven recién recibido.

Respecto del Banco de la Nación Argentina quiero aclararle que mi primer juguete fue un archivo de esa institución. Y nunca pude sacarme de la cabeza por qué el banco era tan duro. Sin embargo, antes del 1° de enero de 2002, el banco era muy apreciado por aquellos a los que les cerraban los números y no les importaba que la gente se quedara afuera.

En este cambio de actitud que se dio a partir del año 2002 y que se incrementó con la actual política del presidente Kirchner, me gustaría que el banco siga siendo esta clase de instrumento al cual, por algún motivo, atacaron muy fuertemente las recetas ortodoxas, como también lo hicieron con el Banco de la Provincia de Buenos Aires.

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Está probado que este instrumento es necesario como regulador del Estado, como tasa testigo, etcétera. Pero yo sigo observando otras cosas respecto a los créditos, como por ejemplo, que cuando uno va a sacar un crédito es como si estuviera preparando un juicio. Con esto quiero decir que no se apoya a determinada actividad. En el caso del Banco Provincia, si yo tengo mil hectáreas y voy a sacar un crédito, me prestan hasta el 40, 50 o 60 por ciento, pero no me preguntan para qué es el proyecto ni se hace un análisis de lo que se persigue. Está claro que esta actual política -que cambió a partir del año 2002- tiene como finalidad que el Estado cumpla con uno de sus principales roles: darle trabajo a la gente. Estos instrumentos financieros tienen que servir para el análisis.

En la oportunidad que me tocó de acompañar al doctor Duhalde he podido apreciar una inversión de 400 millones de dólares en un distrito del conurbano y juntos hemos vivido una gran desazón al darnos cuenta de cuántos puestos de trabajo se generaban con ese monto. Si bien es bueno que se realicen este tipo de operaciones, no me causan ninguna alegría.

Veo que esta ecuación está planteada con habilidad y sé que con más trabajo el Banco de la Nación va a tener casos particulares. Pero las generalidades normalmente produjeron choques con la sociedad e hicieron odioso al Banco de la Nación Argentina.

Por otra parte, en cuanto a la difusión estoy seguro de que a cuarenta cuadras de una sucursal a otra no se están dando las mismas instrucciones. La difusión -que tiene que ir por afuera- no consiste en poner en todos lados "Banco de la Nación". La publicidad debe servir para explicar cada uno de los temas. Usted ha dicho que en el microcentro, por ejemplo, en una esquina está el Banco de la Nación y en otra esquina el Banco Provincia. Todos sabemos que el Banco de la Nación siempre es punto de referencia para dar alguna indicación de cómo llegar a determinado lugar, lo que sucede en todos los distritos de nuestro país. Este Banco tiene tanto arraigo que dicho contenido es necesario para poder implementar sus políticas. Pero no llegan.

Por otro lado, observo como que existe un gesto de resignación hacia la política anterior y hacia todas estas cosas que hacen que todos pensemos que el Banco de la Nación es el socio bobo de cualquier ecuación. Pero si este Banco, que es del Estado, es el socio bobo, en definitiva, el que es bobo es el Estado. Y el Estado es el único instrumento válido para regular la relación entre los más débiles y los más ricos.

SR. GIORGETTI En el mismo sentido que lo expuesto por el señor diputado Basile, quisiera mencionar lo siguiente. "Honorarios de abogados": 3.596 sobre 70 mil pesos en un año y medio, porque solamente mi paisano se demoró un año y medio en pagar; "Aportes sobre el total de la bonificación": 3.231; "Total para allanarse a la sentencia": 6.827,93 pesos. Esto es aparte.

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Luego los escribanos, que me parece que también son pícaros, nos hacen una segunda hipoteca además de la que ya teníamos. Se duplica la hipoteca y son 4.500 pesos más.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra la señora Miceli.

SRA. MICELI Primero voy a contestar el último tema, es decir, las consecuencias de los manejos realizados en las décadas pasadas y más fuertemente en los 90. No es mi intención abundar en esa cuestión pero es pública mi posición con respecto a la política económica aplicada en la Argentina desde el 24 de marzo de 1976 y más profundamente en la década del 90. Es redundante repetirlo porque he sido muy crítica.

No creo que ningún país pueda vivir sin industria. No lo digo en forma demagógica porque estoy en una reunión la Comisión de Industria sino porque realmente no encuentro en el mundo un solo país que sin industria haya tenido posibilidades de dar cobertura a las necesidades de su población. No concibo que los parámetros de una economía sean medir las tasas de inflación, de inversión externa o de solidez de los bancos que se caen a la primera de cambio porque creo que el único rol de la economía es servir a la población y ayudar a que la calidad de vida de los habitantes de un territorio concreto sea cada vez mejor.

En la Argentina pasó todo lo contrario. Creo que casi todo estuvo mal hecho y que ahora tenemos que pagar las consecuencias y encima vivir con eso porque no se puede borrar la realidad de un plumazo. Lo que pasó deja consecuencias, huellas, restricciones para operar pero debemos modificar y mejorar el presente para que el futuro sea mejor.

En el caso del Banco Nación hay cantidades de hechos puntuales ocurridos en la década del 90 sobre los que estamos trabajando. Los analizamos con toda la responsabilidad que implica hacerlo internamente, en los campos y en los lugares donde debemos llevarlo a cabo, en general en la Justicia.

Hemos presentado varias denuncias penales -debo formar parte del primer directorio que lo hace- y no porque queremos vengarnos de alguien sino simplemente porque nos genera una cantidad de restricciones a nuestra posibilidad de recuperar el banco hoy. Cuando digo recuperar el banco como un instrumento de desarrollo económico de las economías regionales sé que se debe ser consecuente con ello en este marco porque ha existido una especie de maquinaria puesta al servicio de llevar al banco a esta situación. Esto uno lo conoce y como no lo puede decirlo en términos generales lo tiene que tratar en los casos particulares, que más restricciones ponen a nuestro trabajo cotidiano.

En cuanto a los dos temas que ustedes tocaron, la comunicación y los abogados, deseo expresar algunas cuestiones. Yo soy economista y en el banco tengo una guerra con los abogados. Ustedes que son diputados tendrían que cambiar esta situación porque es algo muy malo.

SR. PRESIDENTE BROWN Algunos somos diputados y abogados.

SRA. MICELI Hay muchos casos de financiaciones que no las podemos cerrar porque los honorarios de los abogados no los regula el banco sino alguien en algún tribunal y son porcentajes que van entre el 10 y el 15 por ciento de la demanda, no de lo que vamos a cobrar.

En algunos casos lo que los abogados requieren por honorarios, aunque sea mandar una citación, es más que lo que va al banco cuando se recupera una deuda o cuando alguien viene y paga. Entonces, si los clientes quieren pagar porque les llegó una carta documento, los abogados no quieren para que el juicio siga en progreso. Se transforma en un conflicto de intereses que realmente no sabemos cómo resolver porque tenemos un estudio jurídico con intermediación financiera, el banco tiene 450 abogados. Pero ¿cómo se hace para cambiar ese régimen? Ya probamos casi todo pero sucede que ellos pueden renunciar a sus honorarios, nosotros les hacemos firmar la renuncia de honorarios regulados y les exigimos el 4 por ciento como máximo en algunos casos y el 3 por ciento en otros, dependiendo de una tabla de monto. Pero cuando ellos opinan lo contrario piden la regulación y nosotros no podemos hacer nada porque ellos lo llaman un derecho adquirido y no pueden ir en contra de sí mismos.

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SR. CIGOGNA La renuncia anticipada es nula.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. ESAÍN Quisiera efectuar una consideración sobre este tema. Concretamente, deseo expresar a la doctora Miceli que puede solucionar esto mediante una resolución interna del banco; no hace falta sancionar una ley. Me refiero a los créditos hipotecarios que están en mora. Porque la hipoteca blinda al crédito; inclusive, en la quiebra, si uno va por afuera, cobra. El crédito hipotecario es el mejor del mundo.

Entonces, si la doctora Miceli, a través de una resolución suya o del Directorio, autoriza que la ejecución sea por las cuotas vencidas está limitando notoriamente el tema de la regulación de honorarios, porque ésta se refiere exclusivamente ...

SR. CIGOGNA ¿Cómo va a ser por las cuotas vencidas? Depende de los términos de la escritura. Si se ha pactado la caducidad del crédito, se tiene que ejecutar todo.

SR. BASILE No hay mutuo que no haga decaer todos los plazos cuando se tienen dos cuotas vencidas.

SR. ESAÍN Se puede ejecutar por el crédito vencido. No se necesita hacer caer el mutuo. ¿Para qué lo va a hacer caer? Lo que se ejecuta es la mora.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Marconato.

SR. MARCONATO Señor presidente: en realidad, el señor diputado Basile ya ha expresado lo que yo quería comentar. Simplemente deseo efectuar un aporte a la doctora Miceli. Concretamente, quiero decirle que en mi opinión el banco tiene que cambiar la forma comunicacional. Hoy ya no basta con decir que hay líneas de crédito a determinadas tasas. En realidad coincido totalmente con lo expresado por el señor diputado Basile en el sentido de que en el interior las gerencias zonales o regionales no están volcando la política que el banco -y debo decir con todas las palabras que estoy totalmente de acuerdo- está llevando adelante. Creo que esto sería importante.

Comparto con la doctora Miceli la idea de que sería importante que los gobiernos provinciales o los dirigentes territoriales traigamos propuestas para que esto ponga al gerente en otra situación. Pero también hay que comunicar desde el banco este nuevo cambio de la política, porque si en el territorio el gerente trata mal a la gente ésta seguirá viendo al banco como era antes y, además, como un socio bobo.

Y también quiero decirle que coincido totalmente con el diagnóstico que hizo respecto de la explotación agropecuaria, especialmente en lo relativo al tema sojero. Yo, en mi actividad privada, tengo muchísimas protestas del sector, y no puedo entender que el 50 por ciento no esté refinanciando las deudas; hay protestas de los grandes, de los pequeños y de los que estaban fundidos. Creo que ahí sí puede ocurrir que en la llegada al gerente, muchos de los que no están decididos a solucionar el problema con el banco tengan la excusa suficiente para no hacerlo.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra la señora diputada Cassese.

SRA. CASSESE Señor presidente: estoy muy contenta de ver nuevamente a la doctora Miceli. Anteriormente la vi en una reunión de la Comisión de Finanzas, donde realizó una exposición muy interesante.

Quiero decir, con toda humildad, que aquí estamos formando parte de una comisión muy dinámica. Estamos trabajando mucho y haciendo lo que realmente tenemos que hacer los diputados, que es representar a la gente, al pueblo, y en nuestro caso, también al sector industrial. Hemos traído aquí al señor secretario de Industria y hemos efectuado un trabajo de campo visitando un parque industrial. Y hace muy poco que comenzó el período ordinario de sesiones.

Respecto de lo que los señores diputados han expresado a la doctora Miceli en cuanto al tema de la comunicación, quiero decir que si el gerente no llega a la gente hay que hacer que la gente llegue a él. Por ejemplo, hay que decir a la gente lo siguiente: "En el Banco de la Nación Argentina tiene toda la financiación que necesita. Si su gerente no se la da, avísenos que lo echamos". Esto parece una niñería, pero realmente ...

SR. BASILE Es exagerado.

SRA. CASSESE No, señor diputado, no exagero nada, porque quien está aquí sentada introdujo al Banco de la Provincia de Buenos Aires en el parque industrial que visitamos el otro día, y gracias a eso dicha institución y no el resto de la banca es la que financia una facturación anual de 120 millones de dólares.

Esta es la idea, doctora Miceli, es decir, esta comisión es muy activa y realmente somos lobbistas del sector empresario, con todo lo que esa palabra implica, porque el pueblo de la Nación nos paga para que seamos lobbistas de sus intereses. Estamos aquí trabajando para eso.

Y en cuanto al BICE, como dijo antes algún diputado, realmente no existe en todo este circuito productivo, a pesar de que sé que el gobierno nacional está haciendo esfuerzos por incluirlo en él. Es cierto, el problema existe. Parecería que en el medio todavía hay algunos gestores con el BICE, al que no se puede llegar. Es una realidad.



Entonces, como confiábamos en los bancos de la Nación Argentina y de la Provincia de Buenos Aires -quiero aclarar que soy bonaerense-, realmente creo que hay un elemento que no nombramos en toda la discusión y que son las cámaras empresarias. Más allá de algunas que tienen más una fachada que algo interior, es cierto que en todas, en general -y sobre todo si buscamos cámaras de base-, encontramos el trabajo de verdad, la producción en serio. Me parece que el banco podría apoyar -además de los proyectos provinciales, como manifestó el señor diputado Giorgetti- la posibilidad de trabajar con algunas cámaras, porque hoy todos los sectores, cuando se sientan a hablar con nosotros, como ocurrió con los representantes de la Cámara de la Industria del Calzado, que estuvieron aquí hace dos semanas -observe, doctora Miceli, qué lobby estamos haciendo que primero se iban a importar 23 millones de pares de calzado y ahora se va a importar la mitad-, acusan que no hay prefinanciación de exportaciones o de producción, que es lo que ellos necesitan. Entonces, por ejemplo, podemos sentarnos con los representantes del Banco de la Nación Argentina y de la Cámara de la Industria del Calzado y preparar un trabajo.

Quiero decir a la doctora Miceli que estamos trabajando mucho y que nos encontramos a su disposición. Deseo aclararle que el señor diputado Francisco Gutiérrez es el vicepresidente 1° de esta comisión, en tanto que yo soy la vicepresidenta 2ª. Y realmente necesitamos que la banca pública recupere el lugar preponderante de nuestra economía y queremos ser un vehículo para eso. Consecuentemente, esta es en cierta forma una propuesta.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Beccani.

SR. BECCANI Señor presidente: soy diputado por la provincia de Santa Fe; concretamente, pertenezco a la ciudad de Rosario. Allí estamos preocupados por el Banco Bisel, porque de no ser exitoso el proceso que se está llevando a cabo va a tener un impacto social muy grande por el importante número de empleados que tiene la institución. Conozco las dificultades estructurales que tiene esa entidad, pero me gustaría saber cómo se ha avanzado en el tema y cuál es la visión que la doctora Miceli tiene al respecto para solucionar este problema.

SRA. MICELI En primer término quiero decirles que doy por descontado que mayoritariamente compartimos la idea de que el Banco de la Nación Argentina debe tener un rol muy activo, que debe seguir siendo público y que es un formidable instrumento respecto del cual nosotros decimos que es como un elefante que ha estado dormido y que lo único que nosotros hicimos fue despertarlo y pararlo, pero todavía nos falta darlo vuelta y hacerlo caminar, es decir, cambiar el rumbo y hacerlo caminar. Es un trabajo de mucho tiempo que seguramente va a trascender nuestra gestión.

Si compartimos este marco general, esta es un poco también mi misión al estar hoy aquí, es decir, ustedes hablan todo el tiempo con representantes de cámaras empresarias, con productores y demás, con todos a los que ustedes representan. O sea que ustedes van a sus respectivas ciudades y ven cómo funcionan las sucursales. Entonces, de alguna manera debemos ver cómo podemos entretejer un grupo de colaboración o ayuda para que nos hagan llegar todas estas cuestiones, como las que tienen que ver con el mal desempeño de los empleados del banco. ¿Qué nos sirve más a nosotros? A ninguno escapa que cuando uno entra como director, con un mandato político, hay también una línea que tiene una reacción corporativa. Cuando uno echa gente la primera reacción es efectuar una defensa corporativa. Estamos rompiendo eso y ya lo hemos logrado bastante. Pero si tenemos casos concretos nadie nos dice nada. Y por el contrario, justamente, por información de los clientes, hemos hecho muchas remociones y cambios en el interior. Así, hemos cambiado a todos los zonales para ver si de esa manera se puede mejorar. Y hemos dejado también a muchos mayores. (Risas.)

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Por ejemplo, las cámaras han trabajo mucho con nosotros y hemos resuelto las inquietudes de todas ellas. Recuerdo en particular a la Cámara de Empresarios de la Producción Agrícola -CEPA-, con la que nos sentamos a trabajar en una comisión integrada por técnicos de ambos sectores y pudimos sacar líneas, fundamentalmente, para Entre Ríos, ya que allí había una producción muy importante de pollos. Este trabajo permitió que muchos productores no abandonasen sus lugares y que nosotros podamos refinanciar la instalación de los galpones, frigoríficos, etcétera. Se armó una cadena con mucha responsabilidad para financiar un plan estratégico con esa Cámara.

En dicha oportunidad, como banco adoptamos un criterio más moderno: en vez de aceptar la garantía hipotecaria hicimos un fideicomiso de recaudación y cobranzas, que fue más ágil y menos costoso. Esto es algo que a través de la sociedad organizada en distintas cámaras, agrupaciones y federaciones nos da un insumo muy importante para poder llevar a cabo nuestras políticas.

En este sentido, el asunto del Banco BISEL también es importante. En general, nosotros somos optimistas y creemos que el Banco BISEL va a seguir como banco, porque vemos que el negocio bancario hoy en día tiene mucho atractivo. En el caso del Banco Del Suquía hubo cuatro competidores, tres con muy buenas ofertas. Primero parecía que no le interesaba a nadie, pero luego ninguno quería quedarse afuera.

Ahora tenemos los casos de los bancos BISEL y BERSA. El BISEL es el que más dificultades presenta debido a su propia estructura y a cómo venía de antes, pero creemos que vamos a encontrar un grupo para poder traspasarlo. Nosotros también estamos preocupados porque sabemos que de esta situación depende el trabajo de una gran cantidad de gente y que en última instancia el banco puede continuar bajo la supervisión del Banco de la Nación, pero la mejor solución sería encontrar un grupo de inversión. Y en eso estamos trabajando, porque los inversores no llegan solos, sino que uno tiene que estar informándoles todo el tiempo sobre la situación y oportunidad del banco. Tal vez sería bueno pasarles a los señores diputados representantes de Santa Fe los números del banco y que ustedes mismos sean los que ayuden en esta tarea. Incluso hay grupos locales que están interesados en participar en este tipo de actividad. Puede haber inversores locales, como cooperativas o grupos empresarios interesados. Tenemos que trabajar en esta línea.

SR. MARCONATO Me gustaría saber, dado que con los señores diputados estuvimos hablando sobre algunos sectores empresarios y que determinadas sucursales se encuentran en zonas muy ricas de la provincia, cuál es la idea en este sentido.

SRA. MICELI El Banco es el tenedor de las acciones y el Banco Central actúa como regulador. Ninguno de los dos bancos -el BISEL y el BERSA- cumplen con las regulaciones del Banco Central, porque no tienen el capital suficiente. Se encuentran en un período de excepción, esperando a que nosotros vendamos las acciones y que los inversores nuevos aporten todo el capital que falta para cumplir con todas las regulaciones técnicas.

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El Banco Central nos dio tiempo para hacer una en sucesión de la otra. Todo lo tenemos que hacer por licitación porque vendemos acciones y se trata de un bien público. Entonces, ahora el Banco Central nos dice: "Esperen a que se defina esto porque si la del Macro no va, pasa al segundo, si el segundo no va, pasa al tercero". Definimos quién se queda afuera y quién adentro porque seguro que los dos que se quedaron afuera van a querer estar en alguno de los otros dos. Hay un período, que espero no tarde mucho, porque ellos mismos están interesados en que saquemos a la venta estos bancos y allí todavía no sabemos si vamos a sacar primero el BISEL o el BERSA. Con respecto a este último estamos trabajando con el gobierno de la provincia, con el Suquía no porque el BERSA es agente financiero de la provincia, de allí que sacamos la licitación más al estilo del sistema financiero.

Para el Banco BISEL estamos buscando inversores, estamos trabajando en los distintos lugares donde se nos ocurre que puede haber gente interesada, tratando de llegar con los números del banco para demostrar que puede ser un negocio a futuro.

SR. PRESIDENTE BROWN Quiero agradecer la presencia de la señora presidenta del Banco Nación.

Hemos estado reunidos por más de dos horas y ha contestado ampliamente las preguntas que han formulado los señores diputados. Creo que estamos todos absolutamente satisfechos, salvo los abogados y los escribanos, los contadores y el resto de los profesionales estamos bien. (Risas).

Simplemente quiero hacer una pequeña reflexión final vinculada con algo que señaló la señora diputada Cassese y que nos ha pasado permanentemente en estos encuentros que estamos llevando adelante con las cámaras empresariales, cámaras pymes o de mayor envergadura.

En todos lados hay una demanda generalizada que se vincula con la problemática financiera. Esto se lo preguntamos al ministro de Economía de la Nación y nos contestó que los bancos que no saben prestar no quieren prestar. Seguramente estaba haciendo referencia fundamentalmente a los bancos privados más que a los bancos públicos pero, en definitiva, hay una problemática muy seria sabiendo todos que los bancos están en buenas condiciones, que han mejorado su posicionamiento, que están líquidos.

Existen inconvenientes, fueron comentados en reuniones que hemos mantenido con los bancos privados y los acaba de mencionar usted con muchísima claridad, vinculados con los activos y con los pasivos, con la diferencias de análisis y cálculos de unos y de otros, que seguramente se adjudican a esta situación que se dio en el país hace dos años y que no ha quedado suficientemente concluida.

Lo cierto es que nosotros vemos que hay dos temas centrales vinculados fundamentalmente con los pequeños y medianos proyectos, uno de ellos es la falta del sistema financiero al financiar proyectos y no patrimonios. Este es un defecto de nuestro sistema que no existe en el mundo.

En el mundo desarrollado hay una política vinculada con el proyecto, si es válido y si es conveniente nosotros debemos acompañarlo más que al patrimonio. En cambio, existe la posición de preguntar qué pasa con el patrimonio.

El segundo tema central es qué pasa con la AFIP, con las obligaciones de cumplimiento impositivo. Entonces, en esos dos bretes se encuentra la mayor parte de la estructura de las pequeñas y medianas empresas que no tienen el patrimonio, no tienen su situación regularizada con la AFIP y quizás sí tienen el proyecto.

Faltan acompañamientos públicos. Usted ha señalado que en algunas provincias se da muy bien y es más fácil. Pero nosotros quisiéramos hacer hincapié en este punto, que no es de fácil resolución, no se soluciona mágicamente, no lo podrá resolver usted por sí sola y seguramente será un tema del Banco Central.

El año pasado hemos conocido una serie de medidas que tomó el Banco Central vinculadas con un trabajo conjunto de la Secretaría de Industria, el Banco Central y algunos bancos. Ellos trabajaron este tema y se agilizaron algunas cuestiones pero con poca fuerza, a mi criterio.

Digamos que bajar porcentajes o subirlos para aquellos que tienen situaciones críticas de un 20 o 30 por ciento de lo que deben es una buena señal, pero no es un efecto que produzca un impacto tal como nosotros pensamos que debe existir.

Siempre hablamos de políticas agresivas pero ¿cuándo vienen las políticas agresivas vinculadas con el sector productivo que impacten fuertemente y produzcan un cambio posicional en el mundo del empleo y del desarrollo? Entonces, hay que hablar sobre el financiamiento del proyecto.

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Y la cuestión de la AFIP, respecto de la cual nosotros sabemos que un país solamente es serio cuando todos cumplen con sus obligaciones impositivas; si no, vamos a ser un país bananero, ya que va a pagar el que se le ocurre o no va a pagar nadie. Esto no puede ser así.

Pero también hay que reconocer que hemos vivido circunstancias nefastas. Todo lo que fue la década del 90 y lo que pasó últimamente nos generan estas situaciones que deberían ser consideradas. Por eso reclamamos al gobierno -lo hacemos con todos los funcionarios y se lo dijimos al señor secretario de Industria, que estuvo aquí con nosotros- a ver si es posible plantear algún día esta alternativa y, desde la estructura financiera, salir con este hecho novedoso para la Argentina, que sería decir "vengan los proyectos valiosos, las estrategias nacionales y los sectores que puedan generar actividades económicas fuertes, con alto impacto desde el punto de vista del empleo; financiemos todo aquello que tenga un alto impacto en el mundo del empleo". Y creo que de esa manera vamos a poder revertir la situación que estamos viviendo en la Argentina.

Entonces, hecha esta consideración final, voy a otorgar el uso de la palabra a la doctora Miceli para que efectúe algunas consideraciones adicionales, agradeciéndole nuevamente su gentileza y el tiempo que nos ha dispensado.

Tiene la palabra la doctora Miceli.

SRA. MICELI He ido anotando muchas de las cosas que se han dicho aquí. Ustedes van a quedar en comunicación conmigo y, a través mío, con el resto de la estructura del banco, a fin de que se pueda dar respuesta a muchas de las cosas que aquí se plantearon. Un país no puede salir de una crisis tan profunda en poco tiempo, pero tampoco con los instrumentos que lo llevaron a la misma crisis. Si en la Argentina se fundieron 400 mil pymes y cada una brindaba tres puestos de trabajo, si pudiéramos financiar proyectos hoy habría 1.200.000 empleos posibles. ¿Por qué digo "instrumentos"? Porque nosotros tenemos que cumplir con todas las regulaciones del Banco Central. En otras palabras, podemos financiar un proyecto, pero quizás no encontramos la forma de no cumplir con las regulaciones del Banco Central, que debe supervisarnos como lo hace con cualquier otro banco. Inclusive muchas veces nos preguntamos si no sería conveniente, en el Banco de la Nación Argentina, la creación, por medio de una ley o de un instrumento, de un área o de una facultad para los bancos, a fin de que podamos financiar proyectos y de que eso tenga otro tipo de regulación.

SR. PRESIDENTE BROWN Aquí hay algunos proyectos que no han recibido sanción y que cuentan con algunos condicionamientos.

SRA. MICELI Y que sean pequeños y lógicos, es decir, que no sea cosa de que uno venga con un proyecto y se le dé el dinero, sino que sean estudiados y evaluados.

Y también está, por ejemplo, el tema del Veraz, respecto del cual tenemos mucha ilusión en cuanto a la posibilidad de que se sancione una ley para catalogar a los deudores que están en ese registro.

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Porque nosotros en el Veraz tenemos desde un señor que en la época del Corralito libró un cheque por pago de expensas y no le llegó la transferencia, por lo que quedó en ese registro y todavía está ...

SRA. CASSESE Hoy el banco puede prestar.

SRA. MICELI Sí, pero es muy difícil.

SRA. CASSESE El banco no es restrictivo.

SRA. MICELI No.

SRA. CASSESE Nosotros, en su momento, nos hemos reunido con los representantes de las compañías de riesgo crediticio y estamos trabajando para que el consumidor se informe del derecho que tiene de cambiar su situación. Pero creo que también hay una cuestión de los bancos que tiene que ver con los gerentes.

SRA. MICELI Pero no nuestra, porque si nosotros, como política decimos que no vamos a ver más el Veraz ...

SRA. CASSESE No, no, ...

SRA. MICELI ... el efecto que tenemos sobre el banco en relación con el resto del sistema es pernicioso. Es una regla de juego inversa a la que aplica el sistema financiero, y genera situaciones complicadas desde el punto de vista de la administración del riesgo.

En cambio, si de alguna manera se produce una especie de blanqueo de la situación de riesgo de muchos deudores personales, comerciales o empresarios, en situaciones que no hayan sido quiebras fraudulentas, sino de otro tipo, en donde la crisis ha pasado por encima de ellos -o aunque sea como una especie de blanqueo temporario, en el sentido de decir "mire, esto, transitoriamente, por dos años, no se aplica, no funciona o no es restrictivo para"-, uno tiene un aval mucho más institucional para ejecutar esa política. Nosotros, de hecho, lo estamos haciendo, pero en cosas muy acotadas, porque si no, si recibimos inspecciones del Banco Central y en una situación particular no consultamos el Veraz, se nos complica toda la gestión y la cartera.

Es muy complejo hacer esto de a uno. Por ejemplo, cuando quisimos otorgar créditos a sola firma para microemprendimentos de hasta 30 mil pesos constituimos un fideicomiso, un fondo especial. Tuvimos que pedir más permisos. Y estuvimos seis meses haciendo trámites para llevar a cabo esto. Entonces, desde la primera gente que llegó con esta inquietud hasta que logramos darle el dinero, no sabíamos si estaba trabajando en otra cosa o qué ocurría.

Estas son nuestras restricciones prácticas. En consecuencia, a veces hay que pensar más creativamente qué otros instrumentos necesita hoy nuestra economía para poder poner en marcha todo eso. Digamos que se trata de un debate abierto.

SR. PRESIDENTE BROWN En nombre de la comisión, quiero expresar, mediante un aplauso, mi agradecimiento a la doctora Miceli por su presencia en esta reunión. (Aplausos.)

No habiendo más asuntos que tratar, queda levantada la reunión.

Es la hora 12 y 53.