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FINANZAS

Comisión Permanente

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Secretario Administrativo SRA. MASTRANGELO LORENA GLORIA

Jefe SRA. SARA GABRIELA M

Martes 16.00hs

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  • FINANZAS

Reunión del día 05/02/2002

- BNA - (LECOP)

SR. PRESIDENTE FRIGERI Queda abierta la reunión de la Comisión de Finanzas del día de la fecha.

Nos acompañará el presidente del Banco de la Nación Argentina, con quien vamos a tratar en forma ordenada el uso del Lecop ante un hecho real: en varias jurisdicciones provinciales no se cobran ingresos en pesos, sino en Lecop o títulos locales. Existe voluntad del Banco de la Nación de aceptar dichos títulos para la cancelación de créditos hipotecarios o prendarios, pero ello tiene el problema de la cantidad que se recibe de estos títulos, ya que la única forma de descargarlos es a través del pago de impuestos. Como esos pagos son limitados, en algunas oportunidades no está facultado para operar de esa manera.

Por eso queremos conversar con el Banco de la Nación Argentina sobre la manera en que funciona este sistema y sus limitaciones. Creo que la verdadera solución pasa por el Banco Central y en qué forma logramos que esta moneda tenga una aceptación más amplia, a fin de que no sólo se pueda utilizar para descargar con los impuestos que paga la institución financiera. Este tema no quita que el diálogo esté abierto para recibir cualquier pregunta. Un tema sobre el que se presentó un proyecto de ley se refiere a la utilidad que el Banco de la Nación Argentina muestra en su balance. Llegó el momento de que la situación cambie, sobre todo en vísperas del tratamiento del presupuesto: el Banco de la Nación debe tener un resultado de acuerdo con su balance y no en función de una disposición del Poder Ejecutivo. No hay ninguna empresa donde se fije la utilidad por decreto. Cuando llegue el señor presidente del Banco de la Nación le preguntaremos cuál es la situación actual de esto, porque si no insistiríamos con este proyecto de ley. Luego, cuando vengan las autoridades del Banco Central, también se podrán formular las preguntas que deseen los señores diputados.

El tema principal consiste en cuáles son los elementos que ellos pueden aportar para que las Lecop puedan circular de manera diferente y cuáles son los aspectos negativos que tienen, algunos de los cuales conocemos de antemano; aparentemente, no se quiere dar al Lecop curso legal como moneda, por lo cual consideramos que se deben buscar otros elementos, porque la realidad del país exige una respuesta. No se trata de que estemos inventando un problema, sino que el problema ya existe. Si el Banco de la Nación Argentina no cobra en Lecop, tendrá que poner en mora o previsionar esos créditos, porque no los va a poder cobrar, y si cobra en exceso, no va a tener dónde colocar esas letras. Entonces, vamos a preguntar cuáles son los instrumentos que ofrecen el Banco Central y el Banco de la Nación para esta situación. En caso de que no haya instrumentos, acudiremos al Ministerio de Economía o legislaremos para que esta situación se solucione.

Por lo tanto, el temario está abierto para hacer preguntas. En lo personal, se me ocurren algunas para las que no tengo respuesta. Por ejemplo, he leído en algún lado que existe en el Banco de la Nación un monto de 1.500 millones para otorgar créditos a las pymes. Quisiera saber si esto es así, porque por allí va a pasar el verdadero aprovechamiento de una devaluación para las economías regionales. Es decir, si tienen capital de trabajo van a funcionar y si no, no podrán hacerlo. Por eso creo que el tema de los 1.500 millones es importantísimo, porque hoy el sistema bancario se encuentra en una situación muy delicada, y creo que en las regiones debe ocurrir lo mismo: en la pampa húmeda, los créditos al sector agropecuario no existen, y realmente los fertilizantes aumentaron de precio. Entonces, si tienen crédito van a producir y a aprovechar la ventaja del tipo de cambio. Por ello es imperioso darles elementos. Todo depende de la producción que se tenga; por ejemplo, con los frutales la situación es distinta porque ya están plantados.

SR. LOUTAIF ¿Dónde se publicó la noticia referida a los 1.500 millones?

SR. PRESIDENTE FRIGERI Está dentro del presupuesto.

SR. LOUTAIF En el diario "Ámbito Financiero" yo leí que hablaba de 500 millones.

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SR. PRESIDENTE FRIGERI Damos la bienvenida a esta comisión al doctor Enrique Olivera, quien es el presidente del Banco de la Nación Argentina. A esta reunión también asisten diputados de la Comisión de Defensa del Consumidor y otros legisladores.

También nos acompañan el director del Banco de la Nación ingeniero Néstor Bossio y los dos subgerentes principales, Juan Carlos Propatto y Juan Carlos Fabrega.

El tema principal de la reunión es una cuestión que nos está preocupando: el uso intensivo que se hace de los Lecop y el uso limitado que tienen los Lecop para poder ser usados por quienes los reciben cuando cobran sus salarios para cancelar sus compromisos con entidades financieras.

Sabemos que este tema supera al Banco de la Nación, porque es de órbita del Banco Central, pero queremos saber qué está haciendo hoy el Banco de la Nación, cómo opera con estos títulos y qué posibilidades tiene de operar con estos títulos en forma genérica.

Queda abierta la reunión. En primer lugar, expondrá el doctor Olivera y después dejamos abierto el debate para las preguntas.

SR. OLIVERA Señor presidente: en primer lugar quiero agradecer esta invitación y especialmente la preocupación por un tema que también preocupa al Banco de la Nación Argentina.

Yendo al tema principal, los Lecop son emitidos por el Fondo Provincial de Desarrollo. Este fondo emite los Lecop sobre la base de los acuerdos que suscribe con las provincias y el Banco de la Nación actúa como fiduciario de ese fondo.

El Banco de la Nación está activo en la recepción de Lecop en varios lugares del país y más activo en aquellas provincias en las cuales el Banco de la Nación es el agente financiero, pero existe una limitación importante a la aceptación de los Lecop por parte del Banco de la Nación, y yo diría del conjunto del sistema financiero. Me refiero a la normativa que dio origen a los Lecop, que es una normativa que establece una aplicación específica, fundamentalmente el pago de impuestos nacionales y el pago, por parte del Estado, de los importes que correspondan por coparticipación. En consecuencia, cuando el Banco de la

T.4Nación recibe obligadamente Lecop en exceso en concepto de impuestos se encuentra ante una inmovilización de recursos que genera un costo para el Banco, pero también para el conjunto del sistema económico porque esto implica restar recursos a la financiación de cualquier actividad productiva.

Por esa razón, celebro la preocupación de la Cámara de Diputados y específicamente de la Comisión de Finanzas por este tema, porque si bien desconocemos cuáles son los lineamientos que pueden seguirse en la materia -me refiero a si los Lecop van a ser sustituidos por algún otro medio de pago, si se van a unificar los medios de pago que han sido creados en las provincias o si van a adoptarse medidas de otra naturaleza- debe quedar en claro que la aptitud de los Lecop para suplir los problemas de liquidez que tiene la economía argentina es muy limitada.

He venido a esta Comisión con los dos gerentes generales del Banco, quienes pueden explicar en detalle cada una de las operaciones que realiza el Banco de la Nación utilizando Lecop.

Entonces, en una apretadísima síntesis, diría que estamos recibiendo Lecop en pago de créditos personales y no de tarjetas de crédito, porque esto está excluido de la reglamentación. También hemos advertido que el circuito de circulación de los Lecop se acorta en muchísimos casos, y esto hace que su aptitud como medio de pago también disminuya.

Por todas estas razones, tanto quien habla como las dos máximas autoridades ejecutivas del Banco de la Nación estamos a disposición de los señores diputados para responder las preguntas que consideren oportunas.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Quintela.

SR. QUINTELA Señor presidente: en la mayoría de las provincias los Lecop funcionan como una moneda corriente, y en el caso de la provincia de La Rioja desde noviembre el 90 por ciento de los ingresos se reciben en Lecop.

De pronto, la normativa del Banco Central da instrucciones al sistema financiero y fundamentalmente a los Bancos en el sentido de que hay una limitante para recibirls del 2,5 por ciento de su patrimonio. Esto hace que la cantidad de Lecop que se pueda recibir sea muy limitada.

Además, existe otra limitación que dice que únicamente los agentes activos y pasivos de la administración pública provincial pueden pagar con Lecop los créditos a los que ha hecho mención el señor presidente del Banco de la Nación, es decir, los hipotecarios, personales y prendarios.

Como sucede en todas las provincias, existe una moneda paralela que provoca un cuello de botella entre los comerciantes, industriales y empresarios, que padecen un doble problema: tienen que recibir los Lecop porque, de lo contrario, no venden. En el caso de mi provincia, el 90 por ciento del circulante son bonos Lecop y el 10 por ciento restante son bonos provinciales -este es un problema de la provincia y no nacional-, pero ese 90 por ciento padece las limitaciones que imponen los Bancos y sus propias limitaciones cuando se trata de agentes que no son activos ni pasivos y que, por lo tanto, no pueden acreditar dicha condición.

Esta situación viene arrastrándose desde hace cuatro meses, y llega un momento en el que no hay pesos en varias provincias. Tanto el LECOP como el bono provincial son los medios de pago utilizados.

Llega un momento en el que se produce un fuerte desequilibrio en el comercio porque no funciona el sistema ya que los Bancos colocan limitaciones a la recepción de estos bonos. Es un grave problema y los cuatro legisladores de mi provincia han presentado proyectos en forma conjunta y separada, ya sea de ley, de declaración o de resolución, a fin de que la Nación reciba obligatoriamente los Lecop como forma de pago sin limitaciones. Lo mismo ocurre con las tarjetas de crédito. Si los empleados provinciales reciben sus sueldos íntegramente en bonos provinciales -que no son responsabilidad del gobierno nacional- o en Lecop, instrumento de pago y cobro de los gobiernos provinciales, nos encontramos con un problema. Se les ha cortado la mayoría de las tarjetas de crédito, han ingresado en el VERAZ y tiene dificultades para operar en otras transacciones financieras y comerciales corrientes ya que aparecen como deudores de tarjetas de crédito.

También quiero agregar que el porcentaje del 2,5 impuesto como límite para recibir títulos puede significar un monto importante para el Banco de la Nación, que cuenta con un patrimonio importante, pero en el caso de los Bancos provinciales y de los zonales chicos, es un limitante. Así es como rápidamente se quedan sin la capacidad para recibir Lecop.

SR. OLIVERA El señor diputado preopinante tiene plena razón en lo que manifiesta y quiero agregar un aspecto que pude percibir desde la óptica del Banco.

El Banco de la Nación tiene una presencia masiva en las provincias argentinas y la vulnerabilidad del Banco ante estas limitaciones del Lecop se torna muy grande respecto a otros Bancos. No se pueden aceptar para el pago de tarjetas de crédito porque las normativas no lo permiten; el Banco puede recibir aquello que está permitido o la deuda permanece morosa. Esto no conviene al Banco ni al usuario. En una localidad, según un llamado de un gobernador, la empresa que operaba mayoritariamente sólo cobraba en Lecop y también pagaba con este medio. Los trabajadores no podían cancelar la cuota de las tarjetas de crédito con este título. La tasa de morosidad de esa localidad había subido sustancialmente. Debemos tomar una decisión al respecto, ya sea rescatando los LECOP, si fuera posible, canjeándolos, o modificando la normativa.

El porcentaje del 2,5 impuesto es una limitación que se hace más fuerte de acuerdo con el Banco del que se trate. En el caso del Banco de la Nación, la limitación que tenemos es la posibilidad de descargar los LECOP realizando otros pagos. Consiguientemente permanecen en stock y significan un costo que a su vez restan recursos al sistema financiero. Coincidimos plenamente sobre la necesidad de tomar una decisión sobre este tema y se lo hemos planteado a las autoridades monetarias hace tiempo.

SR. SNOPEK Como el señor presidente del Banco de la Nación sabrá, en esta Argentina tan extensa y dilatada tenemos conviviendo distintas imágenes. Posiblemente es uno de los países, juntamente con Brasil, donde más se nota esa circunstancia. Pero vayamos al caso específico nuestro. La

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incidencia del circulante, de la cantidad de títulos de cualquier origen y naturaleza -no importa si son nacionales o emitidos por las provincias, o incluso emitidos por las propias empresas- es enorme en algunas provincias, sustantivamente superior a otra jurisdicción. En las provincias donde se da esta circunstancia el flujo neto de bienes y servicios, el flujo interregional -semejante a la balanza exterior en el orden nacional- es fuertemente negativo. Esto se da en las provincias que tienen estos medios de pago con mayor incidencia frente a aquellas otras donde el flujo neto es altamente positivo. Entonces, estas son proveedoras de bienes y servicios y las otras son tomadoras.

Consecuentemente, ocurre una circunstancia que viene a agravar esta situación de flujo neto negativo. Me refiero a que la gente tiene que tomar las Lecop, meterlas en una bolsa, cargarlas en un avión y llevarlas para pagar a los proveedores.

Me parece que sería oportuno, y diría que incluso absolutamente necesario, estudiar e implementar mecanismos que nos permitan salvar esa necesidad de traslado físico de los títulos para el pago de las obligaciones en aquellos casos que sí los aceptan.

Esto ocurre en cualquier comercio textil, de materiales de construcción o de computación del Chaco, de Formosa o de Misiones, que tienen que pagar sus insumos y acá las empresas les aceptan esos bonos porque de todos modos la incidencia de todas las compras es tal que más o menos coincide justamente con el IVA más todos los otros impuestos que deben pagar, como por ejemplo ganancias o inclusive bienes personales, que deben abonar los directivos de la empresa, ya que en ningún lado dice que ese impuesto no pueda ser pagado con Lecop.

Entonces, esa gente tiene que tomarse un avión desde allá y cargar las bolsas, con todo lo que eso implica, porque a pesar de que los títulos estén desvalorizados no lo están tanto, ya que la cotización está rondando en términos generales en un 80 ó 90 por ciento. Esto significa un costo enorme. El único que puede instrumentar -por supuesto que con la debida autorización del Banco Central- algún mecanismo que permita que no sea necesario el traslado físico de estos títulos es el banco que usted preside, que tiene sucursales en lugares tan remotos como La Quiaca.

SR. OLIVERA La red de sucursales que tiene el Banco de la Nación y la aptitud para realizar transferencias en todo el país en tiempo real constituyen elementos valiosísimos para una operatoria como la que estamos describiendo.

Como decía anteriormente, en su momento hemos manifestado esto a las autoridades monetarias, inclusive por razones egoístas, ya que creemos que el Banco de la Nación tiene una ventaja competitiva respecto de otros Bancos en la prestación de este servicio.

Voy a pedir al gerente general administrativo que haga algún comentario sobre este tema, ya que me parece que puede ilustrarlo acabadamente.

SR. PROPATTO El Banco de la Nación, como es sabido, tuvo que implementar de urgencia -ante la necesidad de poner en funcionamiento el operativo Lecop- la cobertura de toda la Nación prácticamente en el curso de quince días, estando previsto el ingreso del sistema financiero para lo atinente al cobro de impuestos en el mes de enero, que se trasladó a febrero. En realidad, es de esperar que los primeros Bancos comiencen a percibir impuestos en Lecop a partir de la próxima reapertura del mercado bancario.

Es decir que en este tránsito el Banco suplió con su propio mecanismo de transferencias y de movimientos a lo largo de todo el país la percepción de impuestos.

El tema físico fue en su momento planteado como un punto muy importante, no tanto por el Banco en sí sino por el agente financiero, que es la otra pata del funcionamiento del sistema, y los costos que esto implicaría para las provincias. En el sistema que se lanza

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el jueves, Dios mediante, el Banco Central ha implementado un circuito electrónico paralelo al de pesos para el canje de Lecop entre todas las instituciones financieras.

Quiero hacer hincapié en el tema de los préstamos, al que se hizo mención en el sentido de que en el curso de estos dos años y medio el Banco ha implementado la operativa electrónica de recaudación y transferencia a lo largo de todo el país, de manera tal que las empresas que tienen extensión a lo largo de todo el territorio o en forma regional puedan acumular lo que van recibiendo de los distintos concesionarios, subsidiarios o terceros, implementando este mecanismo a través de un medio electrónico sin movimiento físico. Esta es la situación actual.

SR. OLIVERA Quiero hacer un comentario adicional, porque el Banco de la Nación es uno de los pocos que actúa como redistribuidor regional de recursos financieros, es decir que presta más en el interior del país que lo que recauda. Entonces, esta tarea también podría incrementarse en Lecop.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Correa.

SR. CORREA Señor presidente: más allá del medio electrónico, quisiera saber si está prevista la orden de pago en Lecop, tal como ha instrumentado la provincia de Buenos Aires con respecto a los patacones, vulgarmente conocido como el cheque en patacones.

Por lo tanto, quisiera saber si está previsto el cheque en Lecop, ya que esto aclararía más fácilmente el planteo que acaba de formular el diputado preopinante. De esta manera se podría hacer un traslado físico a cualquier persona dentro de la provincia.

SR. FABREGA En realidad, en las provincias de Mendoza y Catamarca, donde el Banco actúa como agente financiero, ya tenemos implementadas cuentas de caja de ahorro y cuentas corrientes en Lecop. El problema más crítico que tiene el Banco es cómo hacer para canjear por pesos, que es lo que muchas veces pide la gente, porque no tenemos forma de descargar estos Lecop en otro lado.

La única posibilidad del Banco de utilizar estos Lecop que recibe de sus clientes tiene que ver con el pago de los impuestos, y es aquí donde se provoca el cuello de botella.

En todo caso, hoy en las provincias de Mendoza y Catamarca existen cajas de ahorro abiertas para los empleados que permiten operar con Lecop, y a esto podemos sumar el hecho de que en dichas provincias existen cajeros automáticos que operan en Lecop y pesos para poder atender las necesidades de los empleados de la provincia.

SR. PROPATTO Con respecto al tema del cheque del Banco de la Nación, en estos tres meses se trabaja con tres cuentas en la implementación del Lecop. Existe una cuenta de títulos mediante la cual la empresa puede acumular particularmente estos títulos para el pago de impuestos.

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O sea, que el Banco entrega una orden de pago y con esa orden de pago va a la AFIP y se cancela el impuesto como medio de pago autorizado para tal fin. Esto es lo que ahora se extiende a todas las entidades financieras.

Una segunda cuenta es de caja de ahorro que la utilizamos como una cuenta de recaudación en línea en todo el país.

Y la tercera es una cuenta corriente en custodia, donde el cliente tiene una chequera para emitir Lecop, de forma tal que gira como si fuera un instrumento de pago, aunque, por supuesto, no es un instrumento con todas las características que tiene el billete -como cancelación del pago propiamente dicho-, y esto también se hace a través de un sistema de canje interno. Hoy la operatoria de cheque está en pleno funcionamiento en el Banco a lo largo y ancho de todo el país.

SR. LAMISOVSKY Señor presidente: la preocupación de los legisladores, y supongo que también la de los funcionarios, es que en la medida en que no se logre aceitar rápidamente todas las emisiones de Lecop, o moneda secundaria, se va a generar un mercado secundario en el que este instrumento, que es recibido con paridad uno a uno, va a perder valor en detrimento de la gente que lo recibe.

La idea de los legisladores, concretamente, está en ver de qué manera tanto el Banco de la Nación, como todas las instituciones, puedan absorber y volver a canalizar en el centro del Estado estas emisiones porque, de lo contrario, repito, es dañino, ya que el Lecop pasa a ser una moneda secundaria de menor valor.

Comentaba recién con un director del Banco la posibilidad de que el personal del Banco de la Nación -que son cerca de quince mil agentes- perciba un porcentaje de sus salarios en Lecop y me contestó que lo impide técnicamente un acuerdo laboral que hay con el gremio. Evidentemente, si se pudieran hacer gestiones habría una reabsorción importante de una masa de Lecop que se podrían volcar luego al mercado. Ésta es una sugerencia que el Banco de la Nación, por ser una entidad tan fuerte en materia de agentes, podría hacer facilitando esa tarea.

SR. OLIVERA Recuerdo al señor diputado que debemos cumplir con dos limitaciones, una es la cuestión de cómo descargar, que podría resolverse a través de lo que usted sugiere o con el pago a proveedores; pero hay otra que es la del 2,5 por ciento de la responsabilidad patrimonial computable. Como en las dos se está al límite prácticamente es bastante difícil tomar esa decisión sin la modificación de la normativa.

SR. LAMISOVSKY Yo hablo en el supuesto de la modificación de la normativa porque si no se transforma en una moneda peligrosa.

SR. OLIVERA Hay una decisión que tomó el gobierno nacional el 30 de enero que sería bueno que explique el señor Propatto.

SR. PROPATTO Un problema que se generó -y lo observamos nosotros como operadores de Lecop- es que, tal como fue concebido originalmente, el Lecop debía ser monetizado para ser reingresado a las provincias intercambiándolo con pesos. El problema es que el saldo de las cuentas de coparticipación de una gran cantidad de provincias no alcanzó para absorber esa gran cantidad de Lecop.

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Dentro de la recaudación del Estado nacional hay una parte en pesos y otra en Lecop que orillaba los 300 millones, que quedaba indisponible para la Nación y las provincias, con lo cual no se cumplía la meta para la cual fueron creados.

En el decreto firmado el jueves pasado, la Nación decidió, ya que los Lecop son recaudación, utilizar los títulos para el pago a proveedores u otros medios y en consecuencia coparticipar a las provincias con lo que corresponda que estaba trabado.

SR. OLIVERA Quiero aclarar que a la Nación le sucedía lo mismo que al Banco: tenían la imposibilidad de descargar los Lecop acumulados.

SR. LOUTAIF Tengo en mi mano un Lecop y en el interior se plantea una confusión en el comercio respecto a si esto es un título o una moneda. La gente sabe que es un título pero se utiliza como moneda. Lo que el subgerente ha indicado aclara un poco el panorama: esto no estuvo pensado como moneda. Dada la generalización del uso ahora se nos presentan una serie de complicaciones.

En la Comisión de Finanzas estamos estudiando dos aspectos: uno es la circulación. Cómo hacemos para que este título pueda ser trasladado de un lugar a otro sin necesidad de moverlo físicamente. Con las explicaciones que acaban de dar los funcionarios del Banco me parece que esto ya estaría resuelto.

El otro punto es si a través de un proyecto de ley -este es el gran tema y la gran duda por la que hemos invitado a los presidentes de los Bancos Nación y Central- el Congreso de la Nación puede hacer obligatoria la recepción de este instrumento. Concretamente se han presentado proyectos de resolución de la señora diputada Daher y de ley del señor diputado Cortinas, donde se plantea que esto sea un título cancelatorio o moneda. Las tarjetas de créditos o Bancos privados deberán aceptar estos títulos -en caso de que se aprobara el proyecto- a los empleados públicos que los cobran. El tema es si podemos o no sancionar el proyecto. También deberán aceptarlos Telecom, Telefónica, GasNor, etcétera. Hay provincias como la de Salta, donde por decreto de necesidad y urgencia o de leyes han establecido la obligatoriedad de su recepción, inclusive colocando sanciones a quien no reciba los títulos.

Lo que estamos pensando es si el Congreso está capacitado para sancionar un proyecto de este tipo. También hay proyectos de los señores diputados Corfield y Pascual, que propician que esto se convierta en una moneda más a través de la obligatoriedad de su recepción. Este tema es el que queda aclarar: ¿el Congreso, mediante un proyecto de ley, puede obligar a las empresas de servicios públicos a aceptar el pago en Lecop a los empleados públicos que los reciben como parte de su salario?}

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SR. OLIVERA Es tal cual usted lo dice, señor diputado: el Congreso de la Nación puede tomar soberanamente esa decisión. De hecho, en su provincia hay una medida equivalente. Lo que me parece es que una decisión de esa naturaleza tiene que estar analizada junto con el presupuesto y el programa monetario, porque en definitiva de lo que se trata es de si estamos creando moneda o no. Si estamos creando moneda, ello hay que compatibilizarlo con los otros instrumentos monetarios y al mismo tiempo con el presupuesto y el plan monetario.

SR. CORTINAS En realidad, la intervención anterior del diputado Loutaif me exime de hacer mayores comentarios, porque en definitiva uno de los proyectos que en este momento se encuentra en análisis en la comisión es de mi autoría y ha sido suscripto por diputados de diferentes bloques, por lo pronto por representantes de la provincia de Corrientes. La iniciativa tiende fundamentalmente a dar solución al problema de los agentes públicos en los términos en que acaba de describir el diputado Loutaif.

Obviamente, la autonomía del Congreso permite que, existiendo la mayoría necesaria, se sancione la ley que los diputados y senadores eventualmente consideren idónea para dar solución a este problema, pero lógicamente comprendemos también la necesidad de coordinar esta necesidad de la gente con los lineamientos generales de la política económica del gobierno.

De cualquier manera, el tema de la circulación física, que era una preocupación nuestra y de varios otros diputados, ha sido suficientemente aclarado, razón por la cual no merece mayores comentarios de mi parte.

Más allá de la razonabilidad de lo expuesto por el señor presidente del Banco en el sentido de que este tema deberá ser analizado en forma conjunta con el presupuesto y siguiendo las pautas de la política económica del gobierno nacional, hay una realidad que tiene una urgencia, y como receptores de esa inquietud no podemos hacer otra cosa que tratar de canalizar y ver si existe alguna posibilidad de que ese problema se acote en alguna medida.

La salida de la convertibilidad, como sabemos, ha producido numerosos impactos de diferente entidad, muchos de ellos negativos en sectores importantes de la sociedad argentina. Los agentes públicos -tanto activos como pasivos- de las provincias, como Corrientes, que cobran sus haberes en estos bonos, se encuentran en una situación de imposibilidad de hecho de cumplir sus obligaciones con los Bancos, sobre todo aquellas derivadas de los gastos efectuados con tarjetas de crédito.

En mi provincia, por ejemplo, existe desde hace mucho tiempo una tarjeta provincial gerenciada por el Banco de Corrientes. Con esa tarjeta los agentes públicos realizan consumos, hacen extracciones de dinero y perciben sus haberes en Lecop, pero no pueden cancelar con esas mismas letras.

Aclaro que no integro esta Comisión de Finanzas; simplemente quiero hacer una apelación al señor presidente y al resto de los miembros de esta comisión en el sentido de que se terminen estas limitaciones y condicionamientos derivados de todo el contexto económico nacional que, como sabemos, ha venido mutando en los últimos días. Esperemos que estas últimas definiciones constituyan la recta final hacia un proyecto o plan económico definitivo; por lo menos a eso aspiramos. La exhortación consiste -y no me cabe

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ninguna duda del esfuerzo que van a tener los miembros de esta comisión- en tratar de encontrar alguna vía que permita dar solución a este problema porque la verdad es que a partir de principios de año o fines del año pasado ya los agentes públicos de Corrientes -y, consecuentemente, el circuito económico provincial inyectado de estos bonos- no pueden afrontar el pago de estos vencimientos.

SR. OLIVERA Coincido plenamente. En línea con la respuesta que anteriormente hicimos al diputado Loutaif, quiero subrayar la importancia que tiene la operatoria de tarjetas y sobre todo la incorporación al sistema de Lecop.

Son cerca de 800 millones de pesos mensuales que se operan con tarjeta de crédito. Una porción importante es operada a través del Banco de la Nación. La incorporación significaría un paso importante y decisivo en la utilización de este instrumento. Me permito hacer una sugerencia que a lo mejor no debería hacerla como presidente del Banco de la Nación pero sí tal vez como diputado mandato cumplido: ahora se presenta la oportunidad de debatir este tema en ocasión de tratarse la ley de presupuesto que se presenta hoy a consideración del Honorable Congreso de la Nación.

SRA. NOFAL Yo, precisamente, tengo dos preguntas dirigidas al comentario final que hizo el doctor Olivera, que tiene que ver con la labor que nosotros tenemos como legisladores frente a un nuevo tratamiento del presupuesto nacional.

No sé si ésta es la órbita o reunión adecuada, pero una de mis preguntas tiene que ver, dada la importancia que tiene la buena salud económica y financiera del Banco de la Nación para el desarrollo económico integral de la Argentina a lo largo y ancho del país y para la proyección de nuestra producción en los mercados internacionales en las actuales circunstancias, con cuál es la situación, cuáles son las perspectivas y las principales restricciones o amenazas que enfrenta el Banco y cuáles son las oportunidades en materia económica y financiera. No me quiero restringir a lo patrimonial, pero tal vez exceda el ámbito de esta reunión. Me gustaría debatir este tema en el marco de la situación y del rol de la banca pública.

La siguiente pregunta es quizás más oportuna. Algunos de nosotros hemos estado preocupados por buscar nuevos instrumentos para poder fortalecer la participación de la banca pública en la financiación de la inversión productiva y en la canalización y expansión de empleo y la financiación de exportaciones. En ocasión de elaborar un proyecto de ley de promoción del empleo y desarrollo regional rescatamos en algunos de sus artículos una charla mantenida con el presidente del Banco de la Nación y con las autoridades del BICE. El Banco de la Nación en el pasado hacía aportes de sus utilidades al Tesoro y otro tanto hacía el BICE. Nosotros proponíamos en el marco de ese proyecto de ley que un porcentaje de esas utilidades no fueran remitidas al Tesoro sino que fueran integradas para el fondo de inversión, empleo y desarrollo nacional y canalizados a la inversión productiva en un marco de proyectos analizados por las provincias sobre la base de criterios comunes. Este proyecto fue aprobado en la

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Comisión de Presupuesto y Hacienda pero, lamentablemente, fue presentado a la Cámara de Diputados al final del período ordinario y no hubo quórum para considerarlo. De todos modos, lo que me interesa es el concepto de esta iniciativa y no el proyecto en sí.

¿Cuál es la situación actual? No sabemos si el Banco va tener utilidades este año, si las va a aportar plenamente al Tesoro o si existe la posibilidad de que un porcentaje de estas utilidades se integren a un fondo destinado al financiamiento de la actividad productiva. Por lo tanto, quisiera conocer la visión de los funcionarios del Banco de la Nación al respecto.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Lafalla.

SR. LAFALLA Señor presidente: quisiera agregar algunos conceptos, porque la pregunta que tenía pensado formular es muy complementaria de lo que acaba de decir la diputada Nofal.

Quiero hacer un comentario: teniendo en cuenta cómo está el país creo que este sí es el momento de hablar en la Cámara de Diputados y, específicamente, en la Comisión de Finanzas, de la situación del Banco de la Nación. El señor presidente de esta Comisión determinará con qué grado de privacidad tendremos que analizar este tema.

De todos modos, como creo que este es el momento de analizar la situación del Banco de la Nación, quiero formular algunas preguntas complementarias, simples y elementales: ¿cuánto recibió el Banco en concepto de redescuento en los últimos 120 días? ¿Cuál es la masa de dinero prestado por parte del Banco de la Nación y su porcentaje de distribución, es decir, cuánto corresponde al Estado, a los privados y el porcentaje de mora? ¿Cuál es la masa de depósitos y qué porcentaje se encuentra en pesos y en dólares? ¿Cuál es la distribución por provincias en ambos casos y cuál es la masa de Lecop que maneja el Banco?

SR. PRESIDENTE FRIGERI Hay datos que los funcionarios no los tienen aquí, pero los pueden enviar a esta Comisión.

Quiero aclarar a la diputada Nofal que cuando se modificó la Carta Orgánica del Banco de la Nación había un artículo que precisamente decía que las utilidades del Banco de la Nación nacen de sus balances, y esto lo incorporamos por unanimidad en el recinto pero fue vetado por el Poder Ejecutivo.

Creo que estamos de acuerdo en que las utilidades del Banco de la Nación tiene que surgir del resultado de sus balances y en ese momento la idea era que el grueso de las utilidades quedara dentro del Banco de la Nación. Solamente se establecía un porcentaje que debía ser destinado a créditos para economías regionales y pymes, aunque creo que el Senado luego incorporó algunos aspectos más.

La voluntad es que las utilidades queden en el Banco porque esto ayudaría, en primer lugar, a que sea más sólido. En segundo término, esto tiene que ver con la motivación del personal, que está muy cerca de lo que sucede en la institución. Si las utilidades quedan en el Banco, esto hace cambiar un poco la visión de lo que sucede, porque no hay ninguna empresa del mundo en donde alguien dice que las utilidades se fijan por una ley, independientemente del resultado de un balance. Creo que tenemos que cambiar esto, y si hubo unanimidad una vez creo que puede haberla de nuevo. Por lo tanto, vamos a insistir detalladamente en este tema cuando consideremos el proyecto de ley de presupuesto.

SR. OLIVERA Hace algunos meses mantuvimos una reunión en este mismo recinto a raíz de una convocatoria efectuada por la Comisión de Finanzas en la cual se expuso sobre la situación del Banco de la Nación y su gestión.

Nosotros no tenemos en este momento la información precisa que se ha solicitado, pero de cualquier manera podemos anticiparla recurriendo a nuestra memoria. En primer lugar, durante todo este período de crisis el Banco de la Nación intentó actuar en forma anticíclica, pero la mayor parte de los Bancos del sistema no actuaron del mismo modo sino que, lamentablemente, lo hicieron de forma procíclica.

La explicación es bastante simple: los Bancos privados tienen como objetivo maximizar la rentabilidad, pero el Banco de la Nación tiene objetivos diferentes, teniendo en cuenta lo que establece su Carta Orgánica.

¿Cómo se expresó este comportamiento anticíclico? Por lo pronto, manteniendo el crédito a las Pymes y manteniendo prácticamente el nivel de tasas de interés. Además, en este comportamiento anticíclico se podría encontrar una explicación estrictamente financiera, como el hecho de que aumentar las tasas de interés o exigir el repago a las pymes era una empresa imposible.

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Las Pymes no estaban en condiciones de hacer los repagos y el aumento de las tasas de interés hubiera significado incrementar la morosidad. Este comportamiento del Banco de la Nación no sólo se extendió, sino que se profundizó a lo largo de los últimos meses, a pesar de la caída de depósitos que, como los señores diputados saben, alcanzó los veinte mil millones de dólares. El Banco de la Nación, sobre la base de los acuerdos federales, ha financiado a las provincias, por un lado, bajando los recursos como consecuencia de la huida de los depósitos y, por el otro, aumentando la financiación al sector público a través de las disposiciones de los acuerdos federales. Esto ha significado una importante iliquidez para el Banco, que fue acentuada por el hecho de que los créditos externos y las líneas de crédito de corresponsales externos, que en alguna época fueron 800 millones de dólares, hoy están reducidas a menos de 100. Estos son golpes muy fuertes para la liquidez. La política monetaria tendrá que tener en cuenta también estas situaciones en las que no sólo está inmerso el Banco de la Nación, sino prácticamente la banca pública y una buena parte de la privada.

Si bien es cierto que una parte de la banca privada disminuyó sustancialmente el volumen de los créditos con lo que financió parte de la caída de depósitos, también tuvo una caída de depósitos muy superior a los del Banco de la Nación, que fue largamente inferior a los del sistema.

Si analizamos la situación de hoy, veo al año pasado con el balance cerrado al mes de noviembre -diciembre no se ha cerrado- con utilidades; a su vez, se ha limpiado la cartera morosa sobre acuerdos celebrados con el Banco Central. El mes de noviembre marca uno de los meses más difíciles por una doble razón. Por un lado, se acentuaron los problemas de liquidez, y por el otro, los activos perdieron rentabilidad en todo el sistema a un ritmo muy superior a la caída del costo de los pasivos. Es una tijera que corta al revés y que afecta al conjunto del sistema. Posiblemente en el Banco de la Nación es donde menos se exprese en términos patrimoniales. Las medidas que se tomaron recientemente mejoran sustancialmente la capacidad de repago de la cartera agropecuaria, tradicionalmente morosa en el Banco, y que se arrastra durante los últimos diez años. Esta cartera morosa ve un mejoramiento importantísimo de rentabilidad a partir de esas medidas y es posible que patrimonialmente el Banco pueda liberar previsiones que se hicieron en forma abundante durante los últimos tres años.

Si miramos el futuro en términos de liquidez, la dificultad va a estar dada por la pérdida de continuidad en el ingreso de depósitos. Habrá que buscar fuentes diferentes de financiación de las carteras. Cuando hablo de fuentes diferentes hago alusión, en primer lugar, al programa monetario y en segundo término, a la recuperación de líneas de organismos multilaterales y de corresponsales

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y recién en último lugar, a la confianza del público regresando su dinero al sistema. Estoy hablando en términos cronológicos más que de importancia.

Desde el punto de vista de la rentabilidad, este año que comienza se presenta con una perspectiva poco saludable por la continuidad de lo que empezó en diciembre, que son activos con baja rentabilidad y pasivos con un costo que no bajó en la misma proporción. Por supuesto que lo que puede mejorar es la liberación de previsiones. Esto tiene un reflejo contable y por cierto patrimonial, pero no tiene un reflejo en la liquidez del Banco. Por ello, como en el conjunto del sistema financiero, las dificultades están vinculadas con la liquidez.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Si el doctor Olivera lo acepta, como el tema del Banco de la Nación da para mucho más, podríamos invitarlo para una próxima reunión. El tema es tan dinámico que, si bien puede decirse que vino aquí hace tres meses, en ese entonces la situación era distinta; ayer era distinta, porque si no se pesificaba uno a uno, hoy no habríamos invitado a las autoridades del Banco Central.

Por lo tanto, estos son hechos muy dinámicos, y todos sabemos que es un instrumento que fue, es y queremos que sea fundamental en el futuro. Por eso digo que vale la pena hablar en detalle.

SR. FIGUEROA Quiero decir simplemente que en estos últimos días se ha venido presentando un fenómeno que consiste en que hay inversores que se encuentran dentro del sistema del "corralito" que quieren invertir sus plazos fijos en la compra de campos. Al menos eso es lo que está sucediendo en mi provincia.

Entonces, lo que solicito a las autoridades del Banco de la Nación es que traten de ver qué mecanismo se puede instrumentar para que los productores puedan cancelar sus deudas con esos plazos fijos que obtengan como producto de la venta de sus campos, o bien que puedan reconvertir su actividad; por ejemplo, el dueño de dos campos, que venda uno y pague al Banco de la Nación. Esto me lo han planteado.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Eso lo pueden hacer. No existe ningún inconveniente.

SR. ROMERO Quisiera saber si la (circular) 3398 rige para el pago de las deudas en el Banco de la Nación.

SR. FABREGA El decreto 1387 todavía tiene vigencia.

SR. ROMERO Pregunto esto porque en las sucursales dicen que no está reglamentado.

SR. OLIVERA Es cierto, señor diputado. Faltan algunas precisiones, como por ejemplo qué tipo de bonos pueden aceptarse para el pago de deuda bancaria. Al mismo tiempo, la pregunta que empieza a surgir este fin de semana es si, en caso de que estos bonos se pesifiquen, se mantiene o no el régimen de cancelación mediante bonos. Casualmente hoy voy a enviar una carta al Ministerio de Economía para que nos responda cuál es el proyecto, porque de lo contrario no podemos contestar a las sucursales, como usted bien dice.

SR. ROMERO ¿Es válido entonces plantear la continuidad del decreto hasta que quede claro cómo va a terminar funcionando? Digo esto porque cae el día 28.

SR. OLIVERA Sí, cae el 28. En rigor, no podemos aplicarlo por estas precisiones que están faltando. Lo que estamos pidiendo es que se hagan las precisiones en el caso de que el decreto continúe vigente y que al mismo tiempo se amplíe el plazo, porque obviamente falta muy poco para el 28 de febrero.

SR. ROMERO A eso apunto. ¿Le parece entonces válido que hagamos este pedido de extensión del plazo?

SR. OLIVERA Sin duda, pero considero que antes de solicitar la extensión del plazo hay que tener en claro si va a permanecer vigente el régimen de cancelación de deuda bancaria con bonos o no, porque lo que ha cambiado son los bonos.

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SR. LAFALLA El doctor Olivera no contestó mi pregunta, pero quiero dejar en claro que esto no es un reproche sino que simplemente deseo aclarar que tenemos urgencia por continuar.

De verdad, no creo que el balance del Banco de la Nación haya dado utilidades, pero no digo que usted mienta sino que, como hipótesis de trabajo, la información con que cuenta no es veraz. Entonces, vivimos en la ficción -otra de las tantas que vivió el país- de que el balance del Banco de la Nación a noviembre dio utilidades.

Desde ya, no creo que esto sea así, y reitero que no creo que el presidente del Banco mienta. Estimo que el sistema de verificación de muchas de nuestras realidades bancarias y del Banco de la Nación nos llevan a la ficción.

Por lo tanto, me gustaría que se contesten con precisión las preguntas que estamos haciendo y que debatamos de verdad con toda la privacidad que este asunto puede requerir.

SR. OLIVERA Creo que el comentario que ha hecho el diputado preopinante es bueno con respecto a si las evaluaciones que se hicieron hace seis meses están vigentes o no, especialmente en cuanto a las carteras.

Podemos imaginar que podría ser completamente distinto lo que yo podría haber contestado el viernes pasado a lo que puedo responder hoy, que a lo mejor también es diferente a lo que puedo decir dentro de un mes.

El comentario que yo hice era que, hasta el mes de noviembre, hecha la deducción de cartera que nos pidió el Banco Central, el balance dio utilidades. Esto no quiere decir que en noviembre y diciembre, cuando cambió la situación, se hayan mantenido esas utilidades, ni quiere decir que las evaluaciones hechas a esa época permanecen exactamente iguales. Veo que hay algunas que han empeorado y otras que han mejorado, pero es posible que, a la luz de las nuevas medidas económicas, sea necesaria una revisión, tal como ha manifestado el diputado Lafalla.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Corfield.

SR. CORFIELD Señor presidente: como autor de uno de los proyectos relacionados con el tema de los Lecop, quiero manifestar que esta es una cuestión muy puntual, y bien se ha explicado aquí que se trata del reclamo generalizado de todas las provincias.

Nos encontramos con una moneda que tiene un valor cancelatorio de nuestras operaciones comerciales que se ven trabadas en un determinado momento, y esta traba provoca de alguna manera que nuestra economía no adquiera ese desprendimiento que debe tener, que permitiría la reactivación de las economías regionales a través de este sistema de pago.

No comparto la idea de que el Estado no debe recibir los Lecop en su plenitud; al contrario, en la mayor rotación que podamos dar a los Lecop es donde se va a reforzar el sistema, porque si nosotros permitimos la libre circulación de los Lecop no tendríamos que emitir nuevas letras. De esta manera, daríamos lugar a que nuestra economía realmente comience a moverse.

Así, con el complemento que vamos a tener a partir de la emisión monetaria, en un tiempo prudencial podremos comenzar a recuperar Lecop y tener nuevamente los pesos circulando en nuestro país.

Para eso hay que dar un poder cancelatorio a los Lecop y aprobar una ley que permita su recepción por parte de los institutos que hemos estado mencionando para que roten la mayor cantidad de veces posible. De esta forma, podremos solidificar el sistema y evitaremos estas trabas, porque hoy vemos que hay muchos comerciantes, como el propio Estado, que tienen Lecop en su poder y no saben qué hacer con ellos. Por lo tanto, su propia economía se resiente porque permanece realmente parada y no permite que pueda haber una continuidad de su propio movimiento comercial. Por otro lado, yo le pediría a las autoridades

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del Banco de la Nación agilizar un poquito más el sistema, principalmente cuando se van a adquirir los certificados de cancelación impositiva.

En la provincia de Buenos Aires existe un sistema distinto con el Banco de la Provincia de Buenos Aires, donde uno va por ventanilla con los patacones y en forma inmediata se le entrega el certificado de cancelación de impuestos; en cambio, en el interior debemos proceder según la resolución que emitió la AFIP, donde hay que abrir una cuenta, depositar en custodia los Lecop y, de esa manera, recién ahí se obtiene el certificado de cancelación. Ésta es una molestia más, que debe asumir cada uno de los comerciantes. En la provincia de Buenos Aires vemos que a través del Banco de la Provincia de Buenos Aires el procedimiento es automático y ágil, y se evita el trastorno y el costo de la apertura de la cuenta al respecto.

SR. OLIVERA Vamos a verificar exactamente el programa de cancelación. Lo que hace el Banco de la Nación es lo que la AFIP le ha ordenado como procedimiento.

Quiero hacer un comentario ilustrativo como para que los señores diputados -aquellos que no lo han tenido que sufrir- tengan la posibilidad de visualizar cuál es ambiente que ha ocurrido en la atención del público en los Bancos, especialmente en el Banco de la Nación, últimamente.

En el Banco de la Nación durante 110 años de vida se acumularon cerca de un millón doscientas mil cuentas de ahorro. Cuando el 3 de diciembre se decidió esta bancarización rápida, comenzó un aluvión sobre el Banco de la Nación y en un mes y medio se abrieron cerca de medio millón de cuentas. Esto realmente puso a prueba al personal de Banco, que ha tenido una respuesta realmente excelente, aun con problemas de salud en muchos casos que hemos tenido que contemplar. En forma paralela, puso a prueba al público, es decir la clientela del Banco, y en tercer lugar a los sistemas operativos del Banco. Todos los días viene el responsable de los sistemas operativos o el responsable comercial a plantearme los desajustes y los ajustes que hay que hacer en los sistemas como consecuencia del cambio normativo.

Esto simplemente es para transmitir a través de algunos números simples y sencillos, pero elocuentes, la prueba que tuvo que sufrir un Banco como el Banco de la Nación en los últimos tramos de esta crisis. No hay otro Banco que haya tenido una presión como la que tuvo el Banco de la Nación, equivalente a la apertura de medio millón de cuentas.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Lo comprometemos al presidente del Banco de la Nación para que durante este mes tengamos una nueva reunión para tratar el tema del Banco.

Quiero hacer un comentario final. El Banco de la Nación está en condiciones de ampliar el uso de los Lecop porque tiene todos los instrumentos prácticamente vigentes para hacerlo y no tiene que ponerse a estudiar qué tiene que hacer. Vamos a ver qué hacemos ahora como para que esto se realice.

Nuevamente agradecemos al doctor Olivera su presencia y lo esperamos nuevamente.

Pasamos a un breve cuarto intermedio hasta que llegue el presidente del Banco Central.

- Es la hora 17 y 15.
SR. PRESIDENTE FRIGERI Continúa la reunión de la Comisión de Finanzas del día de hoy.

Ahora nos acompaña el doctor Mario Blejer, presidente del Banco Central, junto a los directores Pignanelli y Branda.

Se han presentado tres proyectos de ley y dos de declaración ya que en diversos lugares del país se están cobrando los sueldos íntegramente en títulos, como Lecop. La idea es buscar un mecanismo que permita que las personas que cobran en Lecop puedan cancelar sus créditos, tanto personales como de tarjetas de crédito. Esta instrumentación la está haciendo el Banco de la Nación, ya que los acepta en provincias como Mendoza y Catamarca, pero existe inconvenientes para tomar una mayor cuantía del valor a pagar, ya que sólo pueden descargase a través del pago de impuestos. Entre una realidad que merece ser considerada y tener una respuesta, la mayoría de los proyectos brindan al Lecop una circulación muy amplia, porque se pueden utilizar para el pago de préstamos personales y servicios. El Lecop podría tener una utilización mayor, donde sirviera para algo más que pagar impuestos. Tengamos en cuenta que la realidad indica que hay muchas personas que cobrarán en lo que resta del año sus sueldos en este título.

Antes de sancionar un proyecto de ley conversamos primero con las autoridades del Banco de la Nación a fin de determinar si es posible realizar la instrumentación, a lo que respondieron afirmativamente. Ahora las autoridades del Banco Central dirán de qué manera esto es posible.

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SRA. DAHER La preocupación que nos ha llevado a algunos diputados a elaborar proyectos tanto de resolución como de ley ha sido explicada claramente por el diputado Frigeri. Nos llama muy especialmente la atención que en la Circular del Banco Central se estipule como una excepción el pago de las tarjetas de crédito.

Sabido es que en casi todas las provincias de nuestro país, a excepción de la Capital Federal, se han emitido estos bonos o letras de cancelación. Por ello queremos que a través de una ley o de una resolución se permita pagar las tarjetas de crédito en Lecop a quienes cobran sus sueldos con esos bonos. Este es el punto más importante, aunque también formule otras preguntas al presidente del Banco Central, que podrá contestarlas en la medida en que se vayan tratando otros temas.

SR. BLEJER Quiesiera hacer un comentario general. Probablemente podríamos discutir temas más puntuales, pero el comentario general es que existe una tensión muy clara entre lo que es la realidad y lo que es la obligación o la responsabilidad del Banco Central. La realidad es que estas letras de cancelación o Lecop han circulado más allá de lo que inicialmente se pensaba. De hecho, hay regiones del país en las que circulan casi primordialmente.

Esa es la realidad, pero el Banco Central tiene una responsabilidad constitucional, una responsabilidad pública, que consiste en velar por la estabilidad de la moneda, y tiene también el monopolio de la emisión monetaria. Eso es lo que establece la Constitución y la ley.

De modo que al existir una tensión, la única forma de resolverla es tratando de encontrar una balance entre la realidad y nuestras obligaciones públicas, constitucionales y legales. En ese sentido, tenemos que evitar lo máximo posible que estos documentos, y muchos otros que han circulado y circulan, se conviertan en una moneda. Digo esto porque si nosotros damos las facilidades o, más aún, permitimos o estimulamos que estas Lecop y otros documentos se conviertan en algo extremadamente semejante a una moneda, estaremos violando nuestra obligación de preservar el monopolio del Banco Central como el único ente emisor.

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¿Cuál es el problema? No se trata solamente de algo legal sino que perderíamos el control monetario del país, lo que nos llevaría a una situación de inflación o de falta de control del nivel de precios.

Tenemos que buscar un balance en el cual la realidad es que hay regiones en donde hay instrumentos que han sido objeto de pago de sueldos, pero lo concreto es que no podemos permitir que esto circule, tenga la misma liquidez y sea algo totalmente identificable con la moneda. Si hay muchas monedas de este tipo y no tenemos control en la emisión ni en la calidad de estos instrumentos, terminaremos definitivamente perdiendo el control monetario, y esto lo vamos a lamentar todos.

En la práctica, desde el punto de vista de la obligación pública y de la responsabilidad que tiene el Banco Central, nos oponemos a que estos Lecop o los bonos provinciales sean instrumentos de aceptación forzosa, es decir que cualquier agente económico tenga la obligación de recibirlos, y vamos a hacer todo lo posible para evitar la aceptación forzosa en el total de las transacciones.

Por este motivo, hemos presentado tres recursos en tres provincias informando al Poder Ejecutivo que vamos a hacer un planteo ante la Suprema Corte en el sentido de que no pueden sancionarse leyes provinciales que contemplen la aceptación forzosa de estos documentos. Esta es nuestra obligación constitucional y legal.

Se han aceptado muchos aspectos relativos a la circulación de estos documentos: por ejemplo, los Bancos pueden abrir cuentas en custodia y pueden tener un 2,5 por ciento de su capital en este tipo de documentos.

Tenemos que tener mucha precaución al permitir el aumento de liquidez de estos documentos, porque precisamente ahora, cuando el Banco Central tiene la responsabilidad de mantener una política monetaria sin contar con la ley de convertibilidad, la nueva Carta Orgánica establece que debemos velar más que antes por la estabilidad de la moneda.

Nosotros vamos a seguir trabajando en un programa monetario y haremos todo lo posible para que se cumpla, porque esto está por detrás de la garantía de la estabilidad de precios y, obviamente, lo vamos a elaborar en pesos, y no en Lecop o dólares.

Si aumentamos la liquidez de estos instrumentos, el programa monetario se convertirá en un elemento sin sentido porque tendremos una limitación de la expansión monetaria y, al mismo tiempo, se expandirá la liquidez por otros canales. Esto nos obligará a abandonar el programa monetario o a buscar instrumentos que disminuyan la liquidez de estos instrumentos alternativos.

Además, en la práctica tenemos un problema adicional ya que, dada la situación que todos conocemos de desgaste del sistema financiero -por no decir otra cosa-, en este momento el Banco Central se encuentra en una situación muy complicada. Si la comparamos con la de cualquier Banco central del mundo que puede hacer política monetaria a través de operaciones en el mercado abierto, de intervención en el mercado y fijación de tasas de interés, debemos admitir que nosotros hoy no podemos hacer política monetaria.

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Realmente, si queremos absorber liquidez del sistema, ¿qué podemos hacer? Tenemos un sistema bancario acorralado. Tenemos un problema de que convertimos forzosamente los activos y los pasivos de los Bancos. Estamos en este proceso de transición en el cual es extremadamente difícil para el Banco Central poder tener política monetaria de absorción de liquidez del sistema. Lo único que podemos hacer es tratar de controlar lo más posible la emisión, porque es el único instrumento que tenemos.

Puede ser que en seis meses cambie la situación. Tiene que cambiar. Confiamos en que va a cambiar y vamos a poder introducir todo tipo de instrumentos monetarios que nos permitan absorber y evitar el efecto de estos sustitutos monetarios. En este momento estamos en una situación complicada y es aún más importante mantener el control monetario. El tema de las tarjetas de crédito es algo que tenemos que discutir con más detalle en el Banco Central.

Si se permite o se fuerza el pago indiscriminado de tarjetas de crédito con estos instrumentos, obviamente, es una forma de expansión monetaria. El público podría utilizar la tarjeta y luego utilizar estos títulos como moneda. Ello debe controlarse. Si ello es limitado, puede ser manejable. Tiene que ser controlable y no crear un precedente que luego se termine extendiendo a otras cosas, porque de esa manera, obviamente, habremos terminado con la posibilidad de tener un control monetario.

Si tuviéramos una situación normal, la mayor expansión de Lecop nos obligaría a aumentar la tasa de interés para controlar más la liquidez. En este momento no lo podemos hacer. Cualquier desborde en términos de Lecop nos obligaría a controlar aún más la liquidez en pesos y en este momento no tenemos posibilidad. Si discutimos el tema de la tarjeta de crédito, tiene que ser muy acotado a ese instrumento y no nos tiene que crear precedentes.

SR. PIGNANELLI Hay una disposición del Banco Central sobre este tema, pero que no es totalmente abarcativa. Hay un límite que se puede utilizar para tarjeta de crédito. Vamos a analizar la posibilidad de ampliarlo dentro de estos límites.

SRA. DAHER ¿Se faculta a los Bancos privados...

SR. PIGNANELLI Hay un porcentaje menor que se puede llegar a aceptar.

SR. ESAIN Señor presidente: hay una gran preocupación por este tema. Recién yo escuché decir al presidente de su vocación por respetar la Constitución y las leyes de la Argentina. Yo creo que hay que remontarse un poco atrás para entender por qué le está pasando a las provincias el problema de los Lecop. En realidad éste fue un acuerdo que, a punta de revolver, le obligaron a firmar a las provincias para cancelarles deudas que debían pagarles en moneda de curso legal, en orden a los fondos que debían recibir las provincias por la coparticipación federal. Hubo acuerdos que firmaron las provincias que luego terminaron no siendo ratificados.

Esto se basó en una norma de rango legal, en uso de las facultades que le delegó oportunamente el Congreso de la Nación al ex ministro Cavallo, pero que, de todas formas, significó una imposición de fuerza de un Estado contra el resto de los Estados. Éste fue el nacimiento que tuvo.

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El título nació como cancelación de obligaciones y se transformó en cancelación de obligaciones de naturaleza alimentaria como el salario tanto público como privado.

No debe escapar a la autoridad monetaria que hay provincias como la de Mendoza que reciben prácticamente toda la coparticipación en Lecop. Esto se traslada como masa salarial al conjunto de trabajadores que dependen de la administración pública provincial. La Nación, en una pulseada donde le quebró el brazo a las provincias, se quedó con la facultad de pagar con dinero mientras que a las provincias les tocaron los Lecop.

Este traslado de los Lecop de la Nación a las provincias y de éstas a sus agentes es una imposición forzosa de un medio de pago que no se puede desconocer. ¿Qué intervención ha tenido el Banco Central en auxilio o protección de la masa de trabajadores estatales que integran cada una de las provincias? ¿Ha intervenido? ¿Consideran que pueden intervenir? En esta situación que se genera a las provincias, se genera el hecho del príncipe. El Estado nacional ha impuesto por la fuerza un medio de pago y de cancelación de las obligaciones paralelo a la moneda de curso legal. Estos son hechos públicos y notorios que el Banco Central no puede ni debe desconocer.

¿Han tomado algún curso de acción en protección de esta masa de agentes y de los intereses de las provincias que han visto impuesta esta cancelación como medio obligatorio de pago? En caso negativo, cuáles son las causas por las que no han intervenido. Estamos, sin ninguna duda, ante el hecho del príncipe que genera la cancelación de obligaciones pero no el nacimiento de derechos -por lo menos plenos- de parte de aquellos que son tenedores de las Lecop.

No sé cuál es la situación del resto de las provincias. El hecho de que la gente cobre en Lecop va generando un caldo de cultivo para la situación social explosiva, ya que no se pueden pagar los servicios públicos, las tarjetas de crédito, los créditos hipotecarios del Banco Hipotecario nacional, que tiene 20 mil créditos en la provincia de Mendoza, y mucha de las obligaciones que deberían cancelar los trabajadores con su salario que hoy reciben en Lecop. De acuerdo con la Constitución y las leyes de la República, el bienestar general significa que el Estado pueda asistir a todos los intereses y sobre todo a los más vulnerables, que son los tenedores de Lecop.

En Mendoza se está generando una situación muy particular, en orden a que ya se están cortando los servicios, como las tarjetas de crédito o la luz y el agua que debe tener la comunidad.

SR. CORFIELD Creo que hoy nos encontramos con una realidad que no podemos desconocer.

Primero se imprimieron 1.300 millones de Lecop. Ahora se firmó un decreto por el que se imprimirán 2.800 millones de Lecop. El total de Lecop en el país será de 4.100 millones. Es una realidad. Bien lo decía quien me

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precedió en el uso de la palabra: están siendo utilizadas para el pago de haberes, y por lo tanto se emplean para el consumo. Entonces, si no damos a las Lecop un poder cancelatorio estaremos produciendo una gran traba en el movimiento económico de cada una de las provincias.

Mientras no haya emisión monetaria -a la que ahora está autorizada la Nación con el control que va a ejercer el Banco Central- debemos tener en cuenta que la mejor manera de preservar el sistema es establecer la mayor rotación de las Lecop que están emitidas. Esto va a garantizar que el sistema funcione, y luego podremos rescatar esas letras con la emisión monetaria. Cuanta mayor rotación demos a estos bonos vamos a poder cerrar este círculo y evitar que período a período, cada vez que el Estado deba cumplir con el pago de la coparticipación, se emitan nuevas Lecop.

Por lo tanto, creo que la cuestión pasa por dar poder cancelatorio a estas letras para la mayoría de los servicios, y de esta manera el Estado podrá luego rescatarlas a través de la emisión monetaria.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Cortinas.

SR. CORTINAS He escuchado con mucha atención las palabras del señor presidente del Banco Central. Cuando comenzó a analizar este primer tema, originado en una preocupación del conjunto de los legisladores, que a su vez tiene su causa en la situación que viven numerosas provincias argentinas -entre ellas la de Corrientes, a la cual pertenezco- el señor presidente del Banco Central decía que para preservar el valor de la moneda era obligación que el Banco Central actuara con mucha prudencia en lo que respecta al posible reconocimiento del efecto cancelatorio de estos títulos que están circulando, tanto Lecop como títulos provinciales, algunos de los cuales creo que ya son simples papeles pintados porque su valor de cotización ha caído a niveles extremadamente por debajo de su valor nominal.

Entiendo las razones que esgrime, pero creo que es conveniente aclarar que si bien es cierto que la imposición forzosa de la aceptación del pago atentaría contra los principios que el Banco Central está obligado a defender, con ese mismo argumento, en virtud de ese mismo principio que usted está mencionando, la aceptación forzosa por parte de los agentes públicos les estaría dando el derecho de reclamar que no perciban sus haberes en Lecop sino que sean remunerados en pesos, situación que sabemos que es absolutamente imposible.

Entonces, creo que aquí la cuestión pasa por encontrar un punto de equilibrio, donde las prevenciones, las precauciones y las responsabilidades del Banco Central se compatibilicen con una situación que constituye un dato objetivo de la realidad: la gente cobra en Lecop. El empleado público que cobra en Lecop y utiliza su tarjeta de crédito, no la emplea para la adquisición de bienes suntuarios sino casi en un ciento por ciento para la adquisición de elementos tendientes a la alimentación propia y de su familia y a la satisfacción de necesidades básicas para poder llevar una vida medianamente digna, cosa que en la mayoría de los casos ni siquiera lo consigue.

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En el mismo orden de ideas, siguiendo el razonamiento del señor presidente, así como no se puede establecer un mecanismo de aceptación forzosa para aquellas entidades emisoras de tarjetas de crédito -llámense Bancos, entidades financieras u otro tipo de instituciones, inclusive empresas emisoras de tarjetas de crédito que las emiten en forma directa-, esto debería aplicarse también a quienes, por imperio de las circunstancias, son forzados a aceptar esta situación porque no les queda otra alternativa, ya que esa es la moneda de pago que reciben a fin de mes, generalmente con mucho atraso, por la tarea que desempeñan en la administración pública.

Creo avisorar en las palabras del señor presidente la posibilidad de que, acotando la utilización de estas letras de cancelación de obligaciones provinciales o de algún otro bono que en el futuro pueda reemplazarlas, solucionemos la situación de los tenedores primarios de estos títulos, es decir, los agentes de la administración pública y numerosas personas que, de otra manera, estarían entrando en un estado de morosidad que cada vez va a resultar más difícil de superar en virtud del nivel de las tasas que las tarjetas de crédito aplican sobre saldos impagos.

Dentro de este esquema, si partimos de la protección de la moneda, de la política económica y de la facultad de preservación monetaria que tiene el Banco Central lograremos un punto de equilibrio circunscribiendo por lo menos a los agentes públicos que acrediten ingresos en Lecop a contar con la posibilidad de que cancelen sus obligaciones en esos títulos. De esta manera, estaríamos dando un paso adelante en este sentido, si bien es cierto que no es la solución total al problema porque en esta misma circunstancia, y en virtud de la inyección de estos títulos en todo el circuito financiero local, los comerciantes y los empresarios que se mueven dentro de una provincia como la nuestra -que depende pura y exclusivamente del erario- también se ven afectados.

Si entendemos estas razones, creo que a través de una ley podríamos solucionar la situación de los agentes públicos y de los jubilados y pensionados provinciales porque permitiríamos la cancelación del saldo de sus tarjetas de crédito con estos títulos. De esta manera, estaríamos dando respuesta a un requerimiento que la gente nos está demandando no sólo con mucha fuerza sino con un ciento por ciento de razón.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Snopek.

SR. SNOPEK Señor presidente: celebro haber escuchado de boca del doctor Blejer que está dispuesto a ser prudente y razonable en la implementación de la política monetaria que vamos a comenzar a analizar próximamente cuando, dentro de unas horas, el proyecto de presupuesto ingrese el Parlamento. Esto quiere decir que no nos hemos equivocado cuando en forma directa o indirecta levantamos la mano para que él presida esta institución.

De todos modos, quiero dejar algunas reflexiones relacionadas a este tema de la política monetaria. Teniendo en cuenta la suma de pesos y Lecop en poder del público -no vamos a hablar de M1 o M2 para evitar complicaciones- y todo lo que pueda utilizarse como medio de pago, y sabiendo que tenemos una cierta cantidad de títulos públicos emitidos, ¿cuál es la razón por la cual los restringimos por otro lado? En todo caso, debemos ponernos de acuerdo en que los títulos públicos van a algunas partes de la Argentina de manera preponderante y con demasiado peso, pero en otras regiones esto también disminuye en forma notoria. La Nación Argentina no gasta igualitariamente en

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toda la extensión de su territorio. En la Capital, que tiene 200 kilómetros cuadrados de superficie, gasta el 20 por ciento de su presupuesto aproximadamente y en el Norte argentino, que tiene 850 mil kilómetros cuadrados, con 7 millones de habitantes gasta apenas el 9 por ciento de su presupuesto. Esto quiere decir que aquí, donde los Lecop son una figura rara, la incidencia no es la misma que la que tiene en otros lados. Limitemos aquí los pesos y no tenemos ningún problema en que el conjunto de los recursos alcancen para todos.

El Banco Central tiene un dato conocido: hay una determinada cantidad de Lecop y una cantidad determinada de pesos y podemos ajustar por un lado o por otro. Pido que seamos justos y equitativos y no que algunas partes carguen con todas las cuentas, habida cuenta de que, como decía bien un colega hace un rato, la cotización de los títulos va bajando en la medida en que no demos la posibilidad de una utilización apropiada, prudente y razonable, por supuesto. Entonces, quiere decir que estamos contestes con su prudencia y razonabilidad.

No desconocemos la necesidad de una política monetaria, sobre todo en las circunstancias en que acabamos de hacer rápidamente muchas cosas a la vez. La historia dirá si vamos por el camino correcto. En este momento más que nunca son necesarias la prudencia y la razonabilidad, porque, de lo contrario, ya sabemos dónde se va todo. Cuando el elefante cae hace un agujero tan grande en el pozo que lleva todo. Tenemos que tratar de que el elefante no se caiga.

Valoramos y comprendemos su responsabilidad y la forma en que usted asumió su responsabilidad. También le queremos decir que es necesario acomodar las cargas parejamente. No es lo mismo la incidencia y la cantidad de títulos en circulación en Formosa, por ejemplo, o en Catamarca, que la incidencia que puede tener una enorme cantidad de recursos monetarios que puede haber en esta capital de la República, donde si hay señores que golpean ollas de teflón con cucharones de Plata Lappas es porque tienen recursos metidos en el corralito. (Risas).

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Tanoni.

SR. TANONI Señor presidente: quiero hacer algunas reflexiones sobre algunas aseveraciones del presidente del Banco Central, con todo el respeto que me merece la responsabilidad que le toca hoy cargar sobre sus espaldas. Esta situación de crisis no es tal porque en realidad es una catástrofe. El presidente de nuestro Banco Central y su directorio tendrá la responsabilidad histórica de reconstruir todo lo que algunos han roto.

Cuando usted dijo que no hablemos de la obligatoriedad me asusto. Me tocó vivir el momento en que 24 gobernadores de jurisdicciones argentinas debatieron durante casi 40 días el famoso tema de los recursos que la Nación se había apropiado unilateralmente y que correspondían a los estados federales.

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Veo la historia argentina desde 1950 y pocas veces observé tanta prepotencia concentrada, porque obligaron a los estados argentinos -o sea, a miles, decenas y centenas de miles de trabajadores de la seguridad, de la salud, de la educación- a recibir este papel en parte de pago y cancelación de sus haberes.

Si vamos a hablar de obligación, sé que usted no hubiese dejado al ministro de Economía a que obligue a cuatro millones de ciudadanos de segunda a recibir un papel para cancelación y definir que un porcentaje de gente similar, pero de primera, cobre en papel de primera.

En Salta estamos obligando a muchos trabajadores y trasladando la obligación de recibir Lecop. Hubiese sido distinto si nuestro gobernador hubiese podido resistir la prepotencia del poder nacional y la apropiación de los recursos legítimos que nos corresponden legal y constitucionalmente; la cifra es de aproximadamente 120 millones de pesos. Me dio pena escuchar en una ocasión que un funcionario nacional -en una oficina de la provincia de Salta- decía a un salteño que no iba a recibir ese papel inmundo, refiriéndose a los Lecop, cuando pagaba una deuda. La Nación, en una actitud unitaria y prepotente, se desinvolucra del tema como si no fuera responsable de los LECOP.

Cuando el ministro de Economía y muchos alcahuetes más pregonaban en el mundo que la quiebra de la Nación Argentina era culpa de los estados provinciales, gastadores, dilapidadores, irresponsables, cabalgaba la instrumentación del Lecop.

El segundo punto que quiero mencionar se refiere a un comentario en el sentido de que se perdería la estabilidad de la moneda o el control monetario. El Banco Central, que usted no dirigió, la destrozó.

La tercera cuestión que quizá es de forma, yo soy médico, es la misión que emana de la Constitución de que el Congreso nacional debe preservar el valor de la moneda argentina. Esta obligación la delegamos en el Banco Central y lo han hecho pésimo porque han roto todo.

SR. ROMERO Lo que mencionaban los colegas preopinantes está mostrando que hemos creado una desigualdad muy marcada que hay que corregir. Comparto lo dicho por nuestro invitado que, técnicamente, es impecable; pero detrás de la técnica hay gente, detrás de cada Lecop, que no es recibido para pagar cualquier cuenta, hay gente. Vale hacer el comentario de que un niño preguntaba a la madre qué eran los que estaban ahí parados, a lo que ésta respondía que no era gente, sino "tatuas". No son "tatuas" los que están detrás de los Lecop, sino gente de carne y hueso. A esto

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nos ofrecemos porque si permitimos que se desmadre nuestra moneda, el cacerolazo nos va a llevar. Ya el cacerolazo se llevó el corralito, o buena parte de él. Esta situación de las Lecop va a provocar otro cacerolazo, y ese va a sonar más fuerte, porque se va a hacer con la olla de tres patas.

Entonces, pienso que debemos dar el marco adecuado a estas Lecop, de forma tal que se permita su circulación, así como la necesidad indujo a su creación habida cuenta de la convertibilidad. Como ustedes saben, la territorialidad de las normas desapareció a partir de Nüremberg. Es decir que el derecho se va ampliando en la medida de la necesidad del hombre, y el derecho que hoy tiene la gente es el de poder cancelar sus deudas con Lecop. Lo mismo sucede con la (circular) 3398, que no termina de reglamentarse para que la gente pueda pagar con bonos sus deudas en el Banco de la Nación o en la propia AFIP. Aprovecho para solicitar que se ponga en funcionamiento y se prorrogue su plazo, que vence el 28 de febrero. Me refiero a (la circular) 3398 y al decreto 1387.

Entonces, reitero la naturaleza alimentaria de estos bonos, que es superior a lo que usted plantea, que si bien racionalmente es tal como usted lo afirma, hay otras razones de la sinrazón que nos dan la razón para sostener esta otra teoría.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Solicito a los señores diputados que traten de ser breves, porque todavía hay varios oradores anotados.

Tiene la palabra el señor diputado Cisterna.

SR. CISTERNA Creo que en las expresiones de todos los señores diputados preopinantes ha quedado clara la imposición que desde el gobierno central se ha hecho de este medio de pago que son las Lecop en las economías regionales, que ni siquiera han tenido oportunidad de negociar la forma de instrumentación.

Esto ha afectado y afecta a las economías regionales, fundamentalmente a los habitantes. Hablo al menos de Chubut, donde no sólo se están pagando los sueldos en Lecop sino que los proveedores y contratistas también cobran de esa manera, y a su vez pagan así a sus empleados privados. Por lo tanto, esta expansión económica de las Lecop es tan grande que, a mi modesto entender, el Banco Central no la puede soslayar.

Considero primordial la obligación del Banco Central de preservar el valor de la moneda y de llevar a cabo una política monetaria, pero ante esta realidad actual que muestra que en casi todas las provincias argentinas circulan como medio de pago estas letras de cancelación, no puede el Banco Central decirnos que no existen. Existen y en muchas provincias es casi el único medio de pago. Por ello pregunto si las autoridades del Banco Central no deberían hacer un análisis de la política monetaria nacional teniendo en cuenta la circulación de estas Lecop.

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Deben decir cómo salimos de este otro corralito, que es la emisión de Lecop.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra la señora diputada Nofal.

SRA. NOFAL Señor presidente: nuevamente quiero hacer un pedido, pero no para esta reunión sino para otra.

Me gustaría que en otra oportunidad el señor presidente del Banco Central y los miembros de su directorio informen en el ámbito de esta comisión acerca del programa monetario previsto para este año y la política de redescuentos del Banco Central a las entidades financieras. Además, sería bueno contar con una visión sobre la situación actual y las perspectivas del sistema financiero argentino pero, sobre todo, del proceso de reestructuración que hoy mismo empieza a ser considerado como una necesidad aun por los organismos multilaterales de crédito.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Lamisovsky.

SR. LAMISOVSKY Señor presidente: quiero agradecer al doctor Blejer por haber asistido a esta Comisión en el día de hoy.

Se está tratando con justa queja por parte de los diputados de toda la Argentina el hecho que la Nación ha obligado a las provincias a recibir la coparticipación en estos certificación de cancelación y, en definitiva, esto provoca serios impedimentos para su circulación. Posiblemente, se ignoraba que este no era un medio de pago sino un certificado de cancelación, y el grueso del pueblo argentino lo tomó así.

Más bien diría que el Banco Central puede ser un eficaz receptor de todas estas quejas, para que sean elevadas al gobierno, que es quien debe decidir sobre este tema que no fue propiciado por el Banco Central.

Cuando el señor presidente comenzó su reflexión nos dijo acertadamente que el Banco Central maneja la oferta monetaria mediante la expansión de emisión ya autorizada por el presupuesto más la tasa de interés, con el objeto de calentar o enfriar la economía según el caso. Esta es la tarea de un Banco Central autónomo como el que pretende manejar el doctor Blejer.

Pero dentro de lo que implica un fenómeno macroeconómico como la oferta monetaria noto que no sólo no están contemplados los Lecop aproximadamente por cuatro millones -tal como manifestó hace instantes un diputado preopinante- sino que además debemos considerar los otros quince bonos provinciales que existen.

Pero, como decía aquel diputado, también existe una expansión monetaria a través de esta falsa segunda moneda que, evidentemente, va a causar un perjuicio notorio cuando queramos definir la ecuación de la inflación. Sé que es una cuestión de Estado, y lo entiendo.

¿Cuál será la evolución del tipo de cambio? Tengo que ser razonable al pensar que si se va a permitir la emisión por parte del Banco Central, tal como lo establece el presupuesto, se va a avecinar una nube de cosas que, como lo ha expresado correctamente el señor presidente del Banco Central, se llaman certificados, pero para la gente constituían un medio de pago que en realidad no se puede utilizar para cualquier cosa. Evidentemente, aquí surge una dicotomía que no cierra. No le cierran las cuentas al

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Estado porque a la oferta monetaria le tienen que agregar esto. No le cierra la oferta monetaria y a mí, como economista, me gusta trabajar con una oferta monetaria de 100 igual a 100, porque no me da de otra manera. Si 100 es igual a 120 la cosa cambia. Evidentemente estamos pintando de vuelta un balance.

Yo no sé cuál es la solución porque, evidentemente, si se astringiera el mercado y sacaramos todos estos bonos de circulación, provocaríamos una catástrofe, pero si los dejamos y no los reconocemos como oferta monetaria nos estamos engañando a nosotros mismos y algún día el resultado va a ser de que el dólar puede ser de cuatro pesos.

Sé que no es una queja que tengo que hacer ante el Banco Central porque el problema no lo originó el Banco Central, pero, evidentemente, es una papa caliente porque en cualquier momento, por medio de las calificadoras y los economistas que rompen las ganas de vivir y por medio de la gente que no está en la cosa y opina y a veces opina bien a disgusto nuestro, nos vamos a encontrar con otra cantidad de oferta monetaria que al dividirla por un número determinado nos da un dólar de una cifra elevada. Evidentemente, la cuestión es una queja que nosotros tenemos que hacer.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Loutaif.

SR. LOUTAIF Señor presidente: nosotros estamos tratando aquí un proyecto de ley respecto de la obligatoriedad -insisto lo que dije hace un momento al presidente del Banco de la Nación- de que los Lecop sean recibidos por empresas prestadoras de servicios, por Bancos para el pago de préstamos, por tarjetas de crédito, etcétera; de acuerdo con la apreciación de nuestros invitados, ¿esto sería resistido por el Banco Central?

Entonces, para equilibrar la cosa, como decía el diputado Cortina, ¿es posible que el Banco Central, a través de una comunicación, pueda determinar que aquellos empleados públicos que cobran su salario en Lecop estén habilitados a pagar las tarjetas de crédito con estos instrumentos? Con eso solucionamos no totalmente el tema, pero sí algún aspecto de las inquietudes de los legisladores.

La otra pregunta viene a colación de una comunicación del Banco Central que permite que aquellos cheques rechazados entre el primero de diciembre y estos días, puedan volver a ser depositados. Hay Bancos que han debitado en las cuentas corrientes hasta el cinco por ciento como consecuencia de comisiones de cheques rechazados. Tengo un caso conocido -aunque no tengo aquí el resumen de cuenta- de un cheque de 245 mil pesos que devengó una comisión de 12.500 pesos.

Quiero saber si ante ese cheque vuelto a depositar y pagado por el deudor, el Banco va a restituir esa comisión. Quiero saber si está contemplado, porque tengo entendido que a partir de la ley de competitividad -ocasión en que se retocó no recuerdo bien si fue la ley de entidades financieras o la Carta Orgánica del Banco Central- es una negociación o un contrato ente el Banco y el titular de la cuenta corriente.

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Creo que es preocupante porque hay una enorme cantidad de débitos en cuenta corriente de gente que por igual situación del "corralito" no ha podido cubrir los cheques.

SR. CAFIERO En estas reuniones suele ocurrir que uno habla y no se contesta y lo importante es conocer la opinión de nuestros invitados, por lo que voy a ser muy breve.

Entiendo que el tema de los LECOP es importante, pero a partir de los anuncios del ministro de Economía del fin de semana se han instalado otros temas de mayor importancia. Para resolver lo relativo al LECOP es necesario superar otros problemas. La crisis del sistema bancario se está resolviendo con medidas preocupantes.

Me adhiero a la propuesta de la señora diputada Nofal de hacer una reunión para tratar estos temas. Quiero dejar planteadas mis inquietudes porque si no estamos desligados de lo que se cuestiona la gente en la calle.

¿Se ha estimado el costo fiscal de la pesificación de las deudas en dólares? ¿Cuál es el valor esperado del dólar? Ustedes deben tener una idea del valor del dólar. ¿Qué medidas van a tomar para tratar de mantener el valor y no dejarlo sujeto a una especulación brutal y salvaje que puede llevar a la Argentina a una situación peor de la actual? Yo digo que la economía es como la física porque existe el concepto de la entropía, el desorden del universo. Cuando más desorden existe mayor imposibilidad de arreglarlo. Vamos hacia una entropía cada vez mayor. ¿Cuál es la política de tasa de interés? Espero que no la suban para contener el dólar y con ello planchar la economía.

Las últimas dos preguntas se refieren a la política bancaria. ¿Ha habido una oferta de Bancos extranjeros para hacerse cargo en dólares de sus depositantes? Tengo información de que ha habido una oferta concreta y quiero saber qué respuesta se le dio.

Por último quiero saber si el Banco Central va a tomar alguna medida en relación con aquellas empresas o particulares que han fugado depósitos al exterior y tienen esos depósitos como garantía de préstamos otorgados en la Argentina, conocido como back to back. Queremos evitar que se produzca una transferencia de patrimonio en que el Estado se hará cargo de la diferencia con el seguro de cambio. Esa firma va a apostar a que el dólar se vaya a las nubes porque tiene los dólares afuera.

SR. LAFALLA El dilema está claramente planteado.

Usted ha contestado por qué no se puede aprobar la ley. De esta forma hay mucha heterodoxia y microintervención. Se van a poner colorados con las resoluciones que tendrán que firmar de microintervención y mucha heterodoxia, pero que no rompan la ortodoxia de la moneda sana.

La sugerencia, que no es para una situación típica, consiste en que naveguen con microintervenciones de mucha gradualidad e intervención ante problemas pequeños que a la luz de la ortodoxia los van a poner colorados. Creo que es la única forma de navegar esta circunstancia.

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El pedido para la región es el siguiente. El "corralito" libera el retiro de fondos para la nómina salarial, pero hay provincias en las que tenemos cosecha manual que se paga con fichas, como es el caso de la uva, y no se contrata a un asalariado sino a cuadrillas, y se paga por unidad. Por ello, en esa resolución habría que incluir que los productores puedan retirar el dinero igual que si fuera una nómina salarial en función del volumen de su cosecha. Es una de las pocas cosas a la que tal vez van a poder acceder esta tarde.

SR. QUINTELA Todos los diputados que hicieron uso de la palabra se han referido al tema principal de esta reunión, que tiene que ver con las Lecop. Quisiera pedir disculpas por haber llegado tarde, pero sucede que me encontraba en otra comisión.

Si bien es cierto que tal vez el señor presidente del Banco de la Nación no tenga poder de decisión, es necesario que nos den una respuesta, sin ahondar en los temas macroeconómicos ni utilizando los términos difíciles de la economía e inentendibles para la sociedad en su conjunto. Lo que sí es entendible es lo concreto, lo real, lo cotidiano, lo que se vive todos los días en las provincia como la mía, La Rioja, que recibe el 90 por ciento de su coparticipación en Lecop y por lo tanto paga los sueldos con esos bonos. A su vez, los comercios que reciben Lecop pagan a sus proveedores y empleados de esa manera, pero tienen las limitaciones que todos conocemos a través de las circulares del Banco Central con respecto a la cantidad de Lecop que se reciben.

En La Rioja -como creo que en varias provincias-, mediante una ley local se impuso a las empresas prestadoras de servicios, tanto de energía como de agua potable, recolección de residuos, etcétera, la obligatoriedad de recibir Lecop. Sin embargo, en mi provincia también surgió un problema con la empresa proveedora del servicio energético, ya que la distribuidora no recibe más Lecop porque ha superado con creces el cupo de sus obligaciones para con el Estado nacional en lo que respecta al tema impositivo.

Por lo tanto, esta situación ya se está transformando en un "corralito" de difícil salida, como decían los colegas diputados. Estas letras de cancelación están perdiendo su valor y están siendo casi absolutamente inútiles.

Es importante que sepan que en mi provincia circula el 90 por ciento en Lecop y el 10 por ciento en bonos provinciales. No quiero tocar el tema de los bonos provinciales, porque no son responsabilidad de la Nación, pero las letras de cancelación sí lo son.

Por ello es importante que se permita pagar las tarjetas de crédito con estas letras no sólo a los empleados públicos sino también a quienes no lo son, porque se produce un cuello de botella: el comerciante recibe Lecop en forma mayoritaria pero no puede pagar a los proveedores ni puede cancelar sus obligaciones primarias de ciudadanos porque no se las reciben. Entonces, tienen que dejar de recibir Lecop y por lo tanto las economías de las provincias chicas, absolutamente dependientes del presupuesto nacional, que no tienen actividad económica propia por diversos motivos, se encuentran con estas dificultades.

De manera que considero imperioso dar solución a esta cuestión, y nosotros tenemos la obligación de legislar en esta materia porque nuestros representados así lo están exigiendo. No es que nosotros hayamos creado estas letras. Sobre los bonos provinciales tenemos la responsabilidad nosotros, pero es la Nación la que tiene la responsabilidad de estas letras de cancelación, ya que son nacionales.

Debemos buscar la mejor manera de ponernos de acuerdo con el Banco Central para que en el plazo más urgente posible, que no pase de diez días, se encuentre una solución a este tema de las letras de cancelación.

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SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Bonacina.

SR. BONACINA Señor presidente: hay un pequeño artículo en la Carta Orgánica del Banco Central que dice que el Banco deberá informar al Ministerio de Economía sobre la situación monetaria, financiera y cambiaria, sobre el fluir de fondos y el balance de pagos.

Quisiera saber concretamente con qué periodicidad se hace esto y, si el señor presidente del Banco Central es tan amable, le pido por favor que envíe esta información a la Comisión relacionada con los dos últimos años. Además, quiero saber si existe al respecto algún tipo de dictamen de parte del directorio y si hay alguna respuesta acerca del fluir de fondos y el balance de pagos.

SR. PRESIDENTE FRIGERI El doctor Blejer va a responder, pero el Banco Central debe entender que nosotros estamos obligados a legislar sobre un hecho y debemos debatir acerca de qué manera debe funcionar este mecanismo, porque el Poder Ejecutivo tiene el veto y es real que la gente está cobrando en Lecop.

Nosotros pedimos a las autoridades del Banco Central que analicen todas las posibilidades que puedan presentarse y que piensen en el hecho real: existe un stock de Lecop y debemos pensar si podemos hacer algo para que circulen libremente o si solamente se pueden utilizar para pagar impuestos. En ese tránsito puede haber una cantidad de cosas que permitirían a una cantidad importante de los empleados provinciales que cobran en Lecop que puedan operar con ellos en forma más amplia, es decir, desde el límite total hasta situaciones intermedias.

Luego, nosotros opinaremos y legislaremos sobre el accionar del Banco Central, pero estamos diciendo a la autoridad monetaria que este es un hecho real y debe ubicarlo dentro de sus responsabilidades.

Una de las cosas que más se discutió, sobre la que vamos a insistir teniendo en cuenta que el directorio del Banco Central nos va a volver a visitar durante el mes de febrero para hablar de los temas que faltan considerar, son las modificaciones adicionales que necesita la Carta Orgánica del Banco Central, porque no nos quedamos completamente felices con lo que hicimos y queremos mejorarlo.

Uno de los aspectos que más nos preocupa es la forma en que el Poder Legislativo puede participar activamente en el programa monetario y estar informado. Entonces, existe una gran inquietud en los señores legisladores acerca de cuál era la disciplina monetaria que se iba a implementar en el Banco Central. Ahora tenemos un problema puntual, que no es un hecho casual, que merece una solución de la mejor manera posible sin lesionar ninguno de los principios que han mencionado las autoridades del Banco Central.

Tiene la palabra el señor diputado Loutaif.

SR. LOUTAIF Señor presidente: cuando aprobamos la ley de emergencia, es decir, la salida de la convertibilidad, recuerdo que existía la posibilidad de que el Poder Ejecutivo canjee todos los bonos por uno solo.

No sé si se está trabajando o no sobre este tema, pero estimo que sería importante que dejemos solamente a la actual moneda y algún bono más. Coincido con lo que ha dicho el presidente de esta Comisión en el sentido de que nosotros tenemos la obligación de legislar y encontrar la solución para este problema.

SR. QUINTELA Disculpe la interrupción, señor diputado, pero creo que cada provincia tiene que hacerse responsable de sus bonos provinciales.

Debemos tener en cuenta que en su circular el Banco Central decía quiénes eran los receptores de bonos y quiénes podían pagar, y hablaba de agentes públicos provinciales.

El verdadero problema está dado por el hecho de quiénes reciben los bonos, que son los comerciantes, porque por más que los activos y pasivos puedan utilizar los Lecop para pagar sus obligaciones, los comerciantes no pueden utilizarlos. Por eso no hay que tener en cuenta solamente a los agentes activos y pasivos del Banco Central.

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SR. BLEJER Para tocar un aspecto muy puntual, separado y entrar luego en el tema de los Lecop, quiero hacer referencia a lo que dice la diputada Nofal, que luego fue mencionado por otros señores diputados. Nosotros no solamente estamos dispuestos a venir aquí a reportar o a informar sobre el programa monetario, sino que tenemos la obligación de hacerlo que es lo que dice nuestra Carta Orgánica. No se trata de una invitación sino que se trata de una obligación.

En realidad hubo una discusión en cierto punto sobre si la independencia se veía afectada con esta obligación. Yo creo que no, cuanto mayor sea nuestra información brindada, mayor va a ser nuestra habilidad para ser independientes. Nosotros estamos total y absolutamente dispuestos a venir a informar cada vez que haga falta. En ese punto no hay discusión.

Sobre los Lecop, el tenor de los comentarios es prácticamente uniforme, de modo que no necesito contestar a cada uno en particular. El punto fundamental, desde mi óptica, es la importancia de preservar los balances y equilibrios en una situación de crisis como ésta. No digo ir de un extremo a otro, sino preservar los balances. Yo creo que también es fundamental, desde el punto de vista de nuestra institución, el Banco Central, tener bien claro cuál es nuestra responsabilidad y tener modestia.

Yo creo que es importante tener la modestia que nos corresponde. Yo creo que no vamos a poder solucionar el problema federal, el problema histórico de lo que pasó, los motivos que llevaron a la creación de los Lecop, sino que tenemos que reconocer que existen. Pero no vamos a poder solucionar nada. Lo único que podemos hacer es tratar de encontrar alguna forma de mejorar la situación y al mismo tiempo evitar los desbordes que se causarían si nosotros no aceptamos y no actuamos conforme a nuestra responsabilidad legal y constitucional.

Yo estoy seguro de que si nosotros, en este momento, pasamos una circular que diga que los Lecop son equivalentes a los pesos, con poder cancelatorio obligatorio, que son el mismo instrumento los pesos y los Lecop, yo y el resto de los integrantes del directorio vamos a ser llamados aquí y desde los juzgados para decirnos que hemos violado nuestra obligación constitucional de mantener el monopolio de la moneda.

En este sentido, mencionó el diputado Cortina la forma de encontrar un balance, buscar una forma de reconocer el problema, acotar su solución de forma tal que no nos cree un desborde y al mismo tiempo que solucione el problema puntual, sin solucionar el problema federal o de la distribución.

Tanto nuestro Banco Central como los de todo el mundo moderno que han logrado cumplir su función, lo hicieron porque fueron modestos en su objetivo, no han tratado de mejorar la distribución del ingreso, sino que mantuvieron su responsabilidad en el ámbito de la estabilidad de la moneda. Yo creo que es lo que nosotros vamos a hacer.

Rescato específicamente lo que se dijo aquí respecto del punto de las tarjetas de crédito y de quiénes son aquellos que tienen derecho a hacerlo; vamos a discutirlo en el directorio, pero de todas formas tenemos que acotar el problema. Si lo generalizamos, no seríamos prudentes. Si lo generalizamos, no vamos a poder evitar los desbordes inflacionarios y va a causar a la gente que está detrás de los Lecop problemas mucho más serios que los que tiene hoy. El primer instrumento que va a perder su

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valor va a ser el Lecop.

Hay un punto más que quiero mencionar. Hemos enfrentado la realidad de una forma también balanceada y hemos flexibilizado el sistema. Tengo una lista de resoluciones que hemos pasado, aparte de las negativas donde se indica que presentaríamos un recurso a fin de que este instrumento no se convierta en moneda. Hemos pasado una larga lista de resoluciones positivas indicando en qué forma pueden ser aceptados los LECOP por los Bancos y hasta qué porcentajes; nosotros creemos que debería rondar el 2,5 por ciento pero es una cuestión del balance. Hemos reconocido la realidad, hemos aceptado las cuentas de custodia que a la larga se asemejan muchísimo a los cheques a pesar de que queríamos evitar la monetización. De una forma u otra hemos aceptado el hecho de que esto existe, y que el gobierno federal ha tomado ciertas medidas obligatorias.

Yo no quiero entrar en la historia, pero si alguien quiere mirar las actas del directorio del Banco Central, nosotros hemos hecho todo lo posible para oponernos a muchos de los actos del príncipe. La autonomía del Banco Central ha sido avasallada durante el período anterior, lo que no significa que vayamos a hacer todo lo posible para reconstituirla para lo cual debemos acotarnos a nuestra responsabilidad constitucional y legal.

SR. BRANDA Evidentemente vamos a hacer todos los informes que sean necesarios al Congreso. A su vez, por mandato, tenemos que reportar en forma trimestral, dado que se nos ha delegado la política monetaria a través de la última reforma del Banco Central.

Debo comunicar al Congreso que hemos propiciado un veto de la ley anterior, porque era de imposible cumplimiento ya que dentro de una semana teníamos que hacer un informe sobre la política monetaria cuando todavía no se había sancionado el proyecto de presupuesto. Intentamos salvar el error por la vía de la enmienda.

Creo que una de las facultades propias del Congreso, no quiero ser imprudente porque hay un gran número de legisladores que fueron constituyentes en 1994, es llevar el control de la política monetaria y esto lo delega en el Banco Central. Creo que nos están llamando para que no demos valor circulatorio y obligatorio al LECOP porque simplemente es un anticipo de coparticipación.

El problema de fondo es trabajar sobre un proyecto dea ley de coparticipación y determinar cómo se recaudan y gastan los impuestos. No quiero entrar en una discusión entre unitarios y federales. Tuvimos que comunicar al Congreso que algunas provincias sancionaron un decreto o ley haciendo obligatorios los bonos, lo cual es una emisión secundaria de moneda. Esto se hizo por la urgencia. Las opciones que tenían eran pocas, pero tuvimos que comunicarlo al Congreso y al Poder Ejecutivo nacional.

Tal como decía el presidente del Banco Central, doctor Mario Blejer, vamos a tratar de solucionar los pequeños problemas. Por eso comparto lo que dijo el

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diputado por Mendoza. Antes la entidad era casi una caja de convertibilidad con muy poca incidencia en su actuación, mientras que hoy estamos casi saliendo de un control de cambios. Puedo asegurarles que en el Banco Central no existían funcionarios que se dedicaran a lo relativo al control de cambios. Por eso hubo que buscarlos en viejos Bancos o en algún ministerio, porque realmente el Banco Central no estaba preparado para una situación como ésta.

Evidentemente, estamos reformulando estructuras para efectuar un mayor control y trabajar en la política monetaria. Con respecto a la pregunta formulada por el diputado Cafiero, sobre qué estamos haciendo, debo decir que en estas crisis hubo cinco o seis denominadores comunes en los países en los que se han producido, ya sea Estados Unidos, sudeste asiático, Europa o Latinoamérica. En primer lugar, se incidió muy fuertemente en el tema del producto bruto en cuanto a la cuestión fiscal: la afectación fue de un 10 a un 15 por ciento; en segundo lugar, cuanto más rápido se actuó, antes se solucionó el problema y mayor éxito hubo. El tercer dato es que todos tuvieron ayuda externa: Estados Unidos, Europa, Rusia, sudeste asiático, Brasil, México. Sin ayuda de los organismos multilaterales es muy difícil salir de esta situación. El cuarto dato es que existió una reestructuración del sistema financiero: hubo fusiones, caída de Bancos. Ese es un escenario en el que vamos a trabajar ni bien salgamos de la emergencia económica del sistema. Hay algunas ideas que salieron del propio Congreso, del Poder Ejecutivo y otras que estamos barajando para trabajar a futuro. Eso lo haremos cuando hagamos la próxima visita, que seguramente va a ser dentro de dos semanas, cuando trabajaremos más fuertemente en estos temas.

SR. PIGNATELLI He anotado algunas preguntas que se han formulado. Por ejemplo, el señor diputado por Mendoza planteó un tema referido a las cosechas y a la posibilidad de contar con liquidez. Como ustedes saben, un decreto del Poder Ejecutivo facultó al Banco Central a hacer excepciones al "corralito", por lo que diría que si alguien puede unificar el pedido, presenten a través de la presidencia del Banco Central las solicitudes de las distintas economías regionales para las distintas cosechas, y lo vamos a considerar y a dar una solución favorable, tal como lo hablaba recién con el señor presidente. Es una de las atribuciones que tenemos, y si los números cierran, rápidamente vamos a canalizar este pedido.

La segunda cuestión que planteó creo que el señor diputado por Salta tiene que ver con la multa de cheques. Es cierto; hace diez días, con el directorio bajo la presidencia de Mario Blejer, hemos aprobado una resolución que no contabiliza como cheque rechazado en los antecedentes a aquellos valores que se depositaron durante los meses de diciembre y enero, los que a su vez pueden ser redepositados hasta el mes de abril.

En cuanto a las multas que aplican los Bancos, la ley de cheques que fue reformada en el año 2001 faculta a ellos a fijarlas en la relación contractual "cliente-Banco". O sea que en estos momentos el Banco Central no tiene atribuciones sobre este tema de las multas.

SR. LOUTAIF Hice esa pregunta porque, en la emergencia, qué sentido tiene que los Bancos reduzcan del 5 al 2,5 por ciento si recupera el cheque en 15 días. De todas maneras es una barbaridad, porque hay cualquier cantidad de cheques rechazados que están siendo recuperados. Conozco Bancos que no han debitado la comisión por la emergencia y por decisión propia. Pero hay algunos Bancos que se están

T.35resistiendo a acreditar el 2,5 por ciento aun cuando algunos clientes están recuperando los cheques.

Me parece que este tema puede habérsenos escapado en la emergencia pero esto no quita que podamos sacar una ley -me comprometo a elaborar un proyecto en este sentido- que obligue a la restitución de estas comisiones, porque me parece que en el caso de una persona que está con dificultades para cobrar esto es una locura.

Tengo un caso puntual de un resumen de cuentas donde la plata estaba en dólares, pero no se la quieren convertir en pesos porque los dólares estaban en el corralito y le devolvieron el cheque. Entonces, me parece que nosotros tenemos que actuar en este caso. Quiero saber si el Banco Central había contemplado esta situación en esta comunicación.

SR. PIGNANELLI Nosotros vamos a plantear este tema en las reuniones que mantenemos en forma permanente con las asociaciones de Bancos y creo que también podemos trabajar en forma conjunta con los diputados en la elaboración de algún proyecto, porque el planteo es razonable.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Esta cuestión se planteó oportunamente con relación a las cámaras compensadoras.

SR. PIGNANELI El otro tema que se ha mencionado aquí por parte del representante de la provincia de Mendoza es que tanto en dicha provincia como en La Rioja se comenzaron a pagar los sueldos ciento por ciento en Lecop. Quisiera saber desde qué mes está sucediendo esto.

SR. ESAIN En el caso de la provincia de Mendoza, esto sucede desde el sueldo de diciembre -que recién se ha cobrado- en adelante, salvo que la Nación entregue algunos billetes en pesos, pero esto no es así.

SR. QUINTELA En la provincia de La Rioja se paga un 90 por ciento del sueldo en Lecop desde el mes de noviembre.

SR. CUSINATO En la provincia de Entre Ríos utilizamos el Federal, y salvo el pago a jubilados que hubo que hacer, hay una caja de conversión en donde los comerciantes que reciben los federales, las familias que tienen chicos estudiando o las personas que tienen que pagar una factura fuera de la provincia pueden llevar los Federales y reciben Lecop a cambio para cancelar la deuda. Es decir que, además del peso, hay dos monedas.

SR. PIGNANELLI Quiero hacer un comentario relacionado con el informe anual que confecciona el Banco Central, que inclusive se presenta ante el Congreso. Cualquier duda que exista al respecto nosotros estamos dispuestos a evacuarla...

SR. BONACINA Yo quería saber con qué intervalo se hace el análisis del fluir de fondos.

SR. PIGNANELLI La ley establece que es una vez por año, pero existe alguna coordinación con la Secretaría de Finanzas sobre el plan financiero actual, pero esto es más de carácter operativo.

SR. BONACINA ¿No se trata de un control de gestión que da indicadores al Ministerio de Economía?

SR. PIGNANELLI No.

SR. ESAIN La sensación que tengo es que es inminente la sanción de una norma, más allá de lo que opine posteriormente el Poder Ejecutivo o el Banco Central. Existe un descrédito general de todas las instituciones de la República, incluido el Congreso y el Banco Central.

Creo no vamos a sesionar esta semana, pero como esta iniciativa tiene preferencia entiendo que se va a tratar sí o sí en la próxima sesión de la Cámara de Diputados.

Lo que quiero saber es cuánto es lo máximo que el Banco se puede estirar y lo mínimo que nosotros podemos achicarnos para que un proyecto de ley sancionado por el Congreso no termine en otra frustración ni en otra defraudación pública. Porque, en esto no se trata de la

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competencia del Congreso o del Banco, sino que se trata de necesidades de la gente, donde tenemos que ver hasta dónde puede estirar el Banco y hasta donde para los legisladores sería razonable una solución legislativa.

Yo tengo la sensación de que la semana que viene vamos a sesionar y sería oportuno si ustedes pudieran elaborar algo que, en conjunto, podamos trabajar, para darle tratamiento y solución legal en la expresión que corresponda.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En esto, de aquí al lunes, vamos a tener alguna respuesta del Banco Central. Si legislamos por nuestra cuenta tal vez generamos expectativas en la gente y hay una defraudación más y no logramos nada bueno para nadie.

SR. ESAIN Yo hablo por los Lecop, exclusivamente...

SR. BLEJER Nosotros, en la próxima reunión del Directorio, vamos a plantear el tema de las tarjetas de crédito y quiénes serán los agentes que podrán acogerse a este tipo de beneficio o excepción. Nosotros creemos que lo importante es que sean excepciones y no que se convierta en la regla.

SR. QUINTELA También tiene que ser excepción la entrega. Si generalizamos la entrega de los Lecop para todos los agentes públicos de la administración provincial y se limita su aceptación deja de tener la funcionalidad para lo cual fue creado. Pasa que hay una situación de urgencia e inmediatez ante la cual nuestras provincias necesitan una respuesta.

SR. BRANDA El límite es que las empresas acepten los Lecop. Eso hay que dialogarlo. Si no, van a decir que no los aceptan más. Algunas empresas se han retirado o se quieren retirar de algunas provincias, justamente por eso.

SR. ESAIN Aquí hemos traspasado los límites. Los ahorristas han traspasado el límite de no recuperar...

SR. QUINTELA Cuando tuvimos la discusión de los 100 mil dólares, la discusión fue que 100 mil dólares sí, que 100 mil dólares no, que 101 mil, que 105 mil, que la deuda de origen, se dijo que éramos unos irresponsables, que éramos unos demagogos y resulta que terminamos pesificando a todo el mundo. Teníamos problemas para pesificar al de 99 mil y no al de 101 mil.

Por la falta de canales no podemos decir a nuestros representados con certeza qué pasa mañana y después nos enteramos por los diarios de muchos proyectos de liberación de salarios; y quedamos como unos inútiles en nuestras provincias. Soy autor de tres proyectos de liberación de los salarios y de pesificación de todos los créditos. Después se saca la pesificación a los grandes y cuando ven incumplidas las obligaciones de los chicos quedamos como inútiles e inservibles. Esto es lo que pasa.

SR. BRANDA Yo tengo la obligación de decirles qué puede pasar.

SR. BLEJER La pregunta concreta es cuánto estamos dispuestos a flexibilizar nosotros. El diputado Lamisovsky mencionó que podemos ser un canal de información al Poder Ejecutivo. Vamos a discutir en el directorio el tema de las tarjetas de crédito.

Yo quiero rescatar que nuestra intención es tratarlo como excepción y no como regla y vamos a buscar el punto de inflexión.

SR. ESAIN Ningún diputado del interior ha exagerado nada. Hay una situación explosiva en las provincias.

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SR. LAMISOVSKY Lo que decía el señor diputado Quintela es razonable. Posiblemente, si no se trata como corresponde, nos explote otra bomba en las manos porque la inflación se irá hacia arriba y se producirá la licuación de pasivos de las grandes empresas mencionadas.

SR. CORFIELD ¿La mayor rotación facilitará el control de los Lecop?

SR. BLEJER El Banco Central no prohíbe la circulación de Lecop. Si la gente se quiere pagar con figuritas o chicles el Banco Central no tiene ninguna objeción. El problema es cuánto queremos igualar los LECOP a la moneda.

SR. QUINTELA Los LECOP valen uno a uno por una normativa del Banco Central.

SR. ESAY En Mendoza ha habido un grave problema con el precio de la uva. Todos los sectores fueron a hablar con el gobierno al respecto, pero éste no tomó ninguna decisión. Pero les sugirió que podían tener grandes inspecciones a través de distintos organismos que obligaron de hecho a las empresas a subir notoriamente el precio de la uva.



SR. PRESIDENTE FRIGERI No habiendo más asuntos que tratar y agradeciendo la presencia de nuestros invitados, queda levantada la reunión.