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FINANZAS

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P01 Oficina 103

Secretario Administrativo SRA. MASTRANGELO LORENA GLORIA

Jefe SRA. SARA GABRIELA M

Martes 16.00hs

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Reunión del día 11/11/2004

- REF. SECTOR AGROPECUARIO

INVITADOS

  • señor Mario Raiteri CONINAGRO, su presidente
  • señor Fernando Groino CONINAGRO, su vicepresidente
  • señor Benito Legerén el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, vicepresidente
  • señor Horacio Buitrago el vicepresidente de CARBAP
  • señor Alfredo Rodees miembro del Consejo Directivo de CARBAP
  • señor Mario Leiva. representante de la Confederación Rural Mendocina
En Buenos Aires, a los once días del mes de noviembre de 2004, a la hora 17 y 30:
SR. PRESIDENTE FRIGERI Hoy contamos con la presencia de la señora presidenta del Banco de la Nación Argentina, doctora Felisa Miceli; del vicepresidente, doctor Oscar Ferrari; del gerente general, señor Juan Carlos Fábrega, y del subgerente general de Riesgo y Gestión de Cobranzas, doctor Luis Ponce.

El objetivo de esta reunión apunta a aclarar un poco el proyecto de ley del señor diputado Borsani sobre el refinanciamiento de créditos del Banco Nación al sector agropecuario.

Cuando esa iniciativa fue tratada, el Banco Nación anunció la refinanciación de las deudas del sector agropecuario, lo que nos pareció muy satisfactorio, pero nos preguntamos por qué se trató solamente del Banco Nación y no de todos, porque de esta manera estaríamos generando un problema con dicho banco, independientemente del resto de las bancos, que no toman ninguna actitud.

Por eso nos pareció buena la refinanciación que se había anunciado en el mes de agosto pero, luego de haber transcurrido un par de meses, nos encontramos con una serie de reclamos de los sectores por los que se sostiene que la gente va a las distintas sucursales del banco y se desconoce esta situación.

Entonces, tenemos que ver cómo anda este mecanismo y cómo evolucionó. Creo que ustedes tienen contacto con todos los gerentes y pueden explicitarles perfectamente el conocimiento que tienen sobre este tema.

Tiene la palabra la señora presidenta del Banco de la Nación Argentina.

SRA. MICELI Señor presidente, señores diputados: en primer lugar, quiero contar un poco la historia de esta resolución referente a la refinanciación de los pasivos del sector agropecuario.

Cuando nosotros llegamos al Banco encontramos una cartera morosa que representaba el 62 por ciento de la cartera total de los préstamos del banco -gran parte de ellos eran agropecuarios, pero otros no- y lo que hicimos fue inaugurar una política de tratamiento de caso por caso analizando la situación de cada deudor para cumplir con nuestra visión de que el Banco Nación era el socio bobo de todo el sector productivo y el sistema financiero.

La mayoría de las veces se pagaba a las otras entidades financieras, y no se pagaba al Banco Nación, o se priorizaban otros pagos y se dejaba al Banco Nación sin pagar porque, evidentemente, durante años, quizá correctamente y atendiendo a la situación productiva, dejó de ejecutar y de hacer demandas judiciales, y esto va desde fines de los ochenta hasta prácticamente unos años atrás.

Más que proponernos como meta bajar la cartera morosa del 62 por ciento a un índice razonable -piensen que la mora promedio en España es del 1,8 por ciento en todo el sistema financiero, aunque nosotros no pretendemos parecernos a España-, queremos llevar este índice al 20 o 25 por ciento, como cualquier banco de la Argentina. Por supuesto que en España las actividades económicas tienen otras rentabilidades relativas y por eso pueden pagar sus créditos.

Evidentemente, la crisis económica que vive la Argentina afectó la posibilidad de pago de casi todos los sectores productivos. Recuperados a partir de la devaluación los precios relativos y las rentabilidades, es lógico que el banco, que esperó tanto, empiece a recibir los beneficios luego de haber entendido la situación de su cartera de deudores.

Esta política de refinanciación nos hizo bajar los deudores de 198 mil a 70 mil, es decir que fue absolutamente exitosa. En un año y medio cobramos 1.200 millones de pesos, por lo que hay aproximadamente 130 mil deudores que pasaron por las sucursales del banco refinanciando y cancelando, porque sacamos buenos planes de cancelaciones con quita.

Queríamos hacer esto trabajando desde las sucursales sin generar conflictos sociales, es decir, de 130 mil casos debe haber habido unos pocos -los podemos contar con los dedos de una mano- que han sido resonantes o donde pudo haber tenido algún grado de injusticia. En este caso, siempre estamos dispuestos a reparar la situación ya que cuando se acercan los deudores estamos siempre dispuestos a actuar con el mayor esfuerzo posible.

Llegamos a esos 70 mil, y de esa cantidad hay unos 13 mil deudores en mora del sector agropecuario, de los cuales aproximadamente 6.500 en agosto ya tenían refinanciadas sus deudas. Estaban en mora, pero ya tenían acuerdos de pago.

Nuestra norma interna dice que los gerentes pueden dar hasta ocho años, y esos 6.500 deudores ya habían entrado en esos programas de refinanciación, que consisten básicamente en ajustar al capital desde el momento de sacar el crédito con tasas beneficiosas, y quitar a la suma un porcentaje que está entre el 12 y el 78 por ciento, según una matriz que tiene que ver con el momento de origen de la deuda, con la moneda de origen o si cayó en mora en el año 1990.

La matriz la hicimos por tramos de años: sacamos los punitarios, aunque los gastos judiciales se deben pagar, porque esto no depende del banco. Si ya había un trámite judicial iniciado, esto se derivó a la Justicia con una reducción de los honorarios de abogados, que ascienden al 3 por ciento en la mayoría de los casos.

Se firmó un convenio con las 59 representaciones legales del banco, que son abogados que están contratados por el banco y que cobran una suma fija mensual, y que además cobran los honorarios de esta cartera que ellos administran. Una gran crítica que recibíamos de parte de nuestros deudores se relacionaba con el tema de los honorarios de los abogados.

Entonces, firmamos un convenio con cada uno de ellos para que se avengan a reducir sus honorarios al 3 o 4 por ciento, según el momento de la deuda y el plazo de refinanciación, pero nadie puede cobrar más que el 4 por ciento.

De esta manera, estos 6.500 deudores ya están pagando sus cuotas. Cuando empezamos este programa, nosotros sabíamos que iba a quedar una gran cantidad de deudores -dependiendo de qué parámetro tomemos- que no iban a poder pagar, porque podemos darles una financiación a veinte años pero, si no producen, nunca nos van a poder pagar. Tampoco los queremos echar de sus campos porque van a terminar engrosando los cordones de pobreza de las grandes ciudades.

Teníamos que darnos una posibilidad de fijar una política con ellos. La verdad es que fue difícil encontrar socios para llevar adelante esta política, porque todo el mundo pide pero nadie quiere poner un peso para ayudar a sus propios sectores productivos.

Finalmente, conseguimos que el Ministerio de Economía subsidie el 3 por ciento de la tasa. Nosotros subsidiamos 5,50, por lo que ya estamos en 8,50, y con eso llevamos la tasa de refinanciación al 10,35 por ciento.

Los deudores agropecuarios están situados en territorios de distintas provincias, y a todos los gobiernos provinciales les hemos pedido la colaboración a través de una nota que hemos enviado. Muchos contestaron que sí y otros que no, a los efectos de que subsidien la tasa y ella se reduzca aún más.

Nosotros pedimos tres puntos de subsidio, pero si la provincia puede subsidiar uno o dos puntos, esta iniciativa también va a ser bienvenida por los propios deudores.

Esto se anunció en agosto, y nosotros nos dimos tiempo hasta el 31 de diciembre para organizar todo esto. Esto lo dice el propio anuncio que hicimos, lo dice la propia resolución que nosotros escribimos, lo dice la comunicación y la nota que mandamos a todos los gobernadores, y por eso nosotros estamos muy tranquilos ya que todavía no llegamos al 31 de diciembre.

Recién el 31 de diciembre sabremos qué provincia entra y cuál no y entre el 15 y el 20 de enero estarán listas las instrucciones en cada gerencia zonal para que estas refinanciaciones se lleven a cabo.

Mientras tanto, dimos la instrucción a todas nuestras representaciones legales de suspender las ejecuciones para los deudores del sector agropecuario que no hayan refinanciado sus deudas y que tengan deudas contables inferiores a 200 mil pesos. Este fue el acuerdo al que se llegó con las cuatro entidades del sector agropecuario, el Ministerio de Economía de la Nación y el presidente de la República.

En ese acuerdo político se pactó refinanciar las deudas a los deudores agropecuarios pequeños con subsidio de tasa. Sucede que no hay ningún motivo para refinanciar las deudas a los deudores agropecuarios grandes porque no es el fin social utilizar el dinero público para esos sectores.

Además, existe una gran necesidad por parte de otros sectores que no son los agropecuarios. Por ejemplo, los ciudadanos que no tienen acceso a la refinanciación del fideicomiso -no recuerdo en este momento el número de la ley sobre refinanciación hipotecaria-, que no entran por fecha o por monto, a quienes les estamos diciendo que para ellos no tenemos solución. De este modo, existiría una equiparación y cierta justicia social en esta cuestión de usar los recursos públicos para los pequeños deudores agropecuarios.

Estuve presente en tres de las cuatro reuniones que se realizaron, me refiero a las que se llevaron a cabo con representantes de Federación Agraria Argentina, Coninagro y Sociedad Rural, pero debido a un problema personal no pude concurrir a la que se hizo con los delegados de CRA. Esto fue lo que se resolvió y se acordó en las cuatro reuniones y fue lo que nosotros instrumentamos por escrito en esta resolución de refinanciación. Por eso nos llama la atención que exista tanta inquietud y, por otro lado, sé que fue una sola asociación.

Deseo comentar que he recibido llamados de Luciano Miguens, en nombre de la Sociedad Rural, de Mario Reiteri, representando a Coninagro y de Eduardo Busi, por parte de Federación Agraria Argentina. Lo digo públicamente porque es lo que ha sucedido. Ellos saben que todavía no está instrumentado este tema pero, repito, también conocen que no estamos ejecutando ni mandando ningún telegrama ni carta documento a nadie que esté incluido en este universo. Por lo tanto, no tienen presión y saben que esto se va a hacer como se hicieron todas las cosas que acordamos a lo largo de estos años.

Si los gobiernos provinciales no pueden subsidiar la tasa, por supuesto por problemas financieros -creo que todos quieren pero seguramente no pueden-, van a trabajar con nosotros para que se incluya la mayor cantidad de gente a una tasa de 10,35 por ciento, que es absolutamente baja si uno piensa que la inflación va a ser de entre el 6 y el 7 por ciento; se trata de una tasa real del 3 por ciento que no se consigue ni siquiera en Estados Unidos. Piensen que durante la convertibilidad con moneda extranjera, las tasas de interés que pagaban los sectores productivos eran del 16 por ciento real en dólares y tenían riesgo de cambio, mientras que hoy la tasa real es de 3 puntos, porque la llevamos al 10,35 por ciento, en pesos, y no corre riesgo de cambio.

Nosotros también extendimos los plazos en este programa de refinanciación. Nos comprometimos a estudiar los casos y a que todos entren a diez años en lugar de a ocho años pero también nos obligamos a que si algún productor en diez años con su flujo de fondos no puede hacer frente a la cuota, vamos a esperar quince, veinte, veinticinco años o los que hagan falta. Creo que no vemos que existan mayores problemas en solucionar estos casos que quedan pendientes.

Quiero explicarles por qué se adoptó esta política. Nosotros miramos las cuentas del banco y vimos que con este programa de refinanciación de hasta 200 mil pesos estábamos solucionando el problema al 85 por ciento de esos 6.500 deudores y que nos significaba un costo del 20 por ciento del total de la deuda agropecuaria en mora.

En cambio, el 15 por ciento de los otros deudores nos debe el 80 u 85 por ciento del resto de la deuda. Esto quiere decir que si el banco refinancia a estos deudores está solucionando masivamente los problemas de financiamiento. Pero, desde el punto de vista financiero, esto no es tan grave para el banco, porque si le cobramos al otro 15 o 20 por ciento de deudores de más de 200 mil pesos de saldo contable -ya sea intimándolos judicialmente, propiciando los remates, es decir, ejerciendo los derechos del banco para hacer su gestión de cobranza- estamos recuperando una cifra muchísimo más grande y, así, podemos hacer frente al subsidio de tasa que le estamos imponiendo al resto del sistema. No hay retraso y es lógico que los gerentes no sepan esto. Además, es casi seguro que ni siquiera se vaya a hacer por sucursal. Son tan pocos los deudores que hay en las sucursales que nuestra idea es, una vez que firmemos el convenio con cada provincia, llamarlos desde la gerencia zonal para hacer la inclusión. Por cada provincia se arma un fideicomiso. Nosotros tenemos identificados a los deudores porque con muchos de ellos estamos trabajando casi cotidianamente. A veces hasta yo misma los conozco con nombre y apellido. Hemos trabajado tanto intentando encontrar soluciones que tanto ellos como nuestros gerentes saben que, cuando esté esto disponible, van a entrar en el fideicomiso todos aquellos deudores que hayan cumplido con los requisitos. Y los que tienen mayores deudas tendrán que pagar las deudas como usualmente se les paga a los otros bancos del sistema financiero.

Esa es la síntesis de nuestra política. También quiero decirles que cuando tomé conocimiento de este proyecto, que estaba circulando por las distintas comisiones del Parlamento, lo único que quería saber era por qué la medida era sólo para el Banco Nación. ¿Por qué los dueños de los otros bancos no ven afectados sus patrimonios como ocurre en el Banco Nación? Porque, en realidad, existe una gran cantidad de deudores en el sistema financiero. Hay deudores agropecuarios que les deben a bancos como el Galicia, el Bersa, el Bisel, el Suquía y los de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Formosa, San Juan, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Es decir que les deben a casi todos los bancos. Entonces, habiendo tantas deudas agropecuarias, ¿por qué este proyecto solamente afectaría al Banco de la Nación Argentina? Porque el problema es que lo descolocaría competitivamente y le haría perder mucha plata, en detrimento de lo que ganaría el resto del sistema financiero. Me parece que ésta es una cuestión importante que debe tenerse en cuenta. Y no hay que tratar de sacar el problema para ponerlo en otro lado, sino que debemos buscar soluciones entre todos.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Quisiera tener más precisiones acerca de lo que la licenciada Miceli manifestó en relación con la cantidad de productores que hasta la fecha se han adherido al sistema de refinanciación de pasivos que el Banco de la Nación presentó en el mes de agosto. Según ella, este sistema contaría con el acuerdo de las cuatro entidades. Además, la licenciada Miceli nos informó que los productores que se habrían adherido a esta modalidad suman alrededor de 6.500 y que ya se estarían pagando las cuotas, con quitas de entre el 12 y el 68 por ciento.

SRA. MICELI Quisiera aclararle que lo que en realidad dije era que de los 13 mil deudores, 6.500 ingresaron en otros regímenes. Pero en este régimen todavía no ingresó nadie. Hay tiempo hasta el 31 de diciembre de este año para armar los fideicomisos por provincias. O sea que no hay nadie que haya entrado en este régimen, porque, en rigor, este régimen no existe.

Por eso, es correcto que vaya un productor al banco y le digan que vuelva más adelante, cuando tengamos armado el instrumento con la provincia. Nosotros quisimos dar este tiempo, septiembre, octubre y noviembre, para que las provincias nos puedan contestar si teníamos o no la posibilidad financiera de soportar anualmente lo que significa a cada una ese aporte de tres puntos.

Por ejemplo, hay provincias que tienen pocos deudores agropecuarios en esta situación, y tal vez poniendo 900 mil pesos por año -o mucho menos- se resuelva el problema. Pero hay otras provincias, como Chaco, que tiene 1.558 deudores por un monto de 97 millones de pesos. Entonces, en este caso, tendría que poner bastante más plata. A lo mejor, Chaco puede ofrecer un punto, y no tres.

Nosotros sabíamos que esto iba a tardar un tiempo en instrumentarse. Por tal motivo, no hay deudor agropecuario que haya entrado en este sistema porque su implementación es interna hasta el 31 de diciembre de 2004.

Hay algunas provincias con la que hemos avanzado mucho, pero los otros deudores entraron en el régimen vigente, al que puede ingresar cualquiera con la misma quita. La única diferencia es el plazo y la tasa: el plazo es de ocho años, en vez de ser de diez, y la tasa es de 18,75, en vez de ser la que resulte en cada provincia.

SR. BORSANI Creo que de alguna manera se ratifica lo que está pasando en la realidad, porque hay mucha inquietud en el sector de los productores en el sentido de que no ha habido todavía ninguna solución concreta a este problema del endeudamiento, independientemente de que es cierto de que la mayoría de las provincias no han adherido.

En este caso, el banco debería poder refinanciar a una tasa bastante más accesible, la del 10,35, sin necesidad de la concurrencia de las provincias. Para cualquier provincia es necesario la ratificación del acuerdo con la Nación y, en este caso, con el banco a través de una ley que le permita disponer de la partida presupuestaria para subsidiar la tasa. En cualquier caso, es un trámite legislativo que tendrá cada provincia.

Mientras tanto, el banco, de acuerdo a la información que tengo, estaría dispuesto a avanzar en una refinanciación al 10,5. ¿Es así, señora presidenta?

SRA. MICELI La Secretaría de Agricultura ya tiene comprometidos los tres puntos. Falta suscribir esto, pero nosotros no nos preocupamos por esta situación porque a partir del 1° de enero del año que viene la Secretaría de Agricultura tendrá los recursos presupuestarios ya previstos en la ley de presupuesto a los efectos de subsidiar esta tasa. De esta manera, podemos decir a todos los productores que este podría ser un camino: puede entrar al 10,35, y si después la provincia subsidia, se hace acreedor del otro subsidio.

Muchos productores están yendo a las sucursales y nos están diciendo que pueden entrar al 10,35. Entonces, les decimos que de todos modos esperen hasta enero para que hagamos todo junto teniendo en cuenta que el banco no está rematando ni intimando a nadie. Simplemente, el banco está diciendo a los deudores que esperen.

Cuando firmemos el convenio interno con la Secretaría de Agricultura -hay instancias adelantadas porque ya se aprobó la ley de presupuesto para 2004-, nosotros estaremos en condiciones de ofrecer a todos esta posibilidad, y en aquellas provincias que subsidien la tasa será todavía menor.

SR. BORSANI De todas maneras, advierto que hay una lentitud operativa en instrumentar y conocer este mecanismo. No sé si es de la propia conducción del banco o de la línea, pero se ha demorado mucho en hacer conocer esto a los funcionarios del banco en las distintas sucursales, para que puedan tener algún grado de detalle respecto del tema y poder informar a los productores. Esto se anunció de una forma muy contundente y de un modo muy expresivo de parte del banco y del gobierno nacional, pero en los hechos -ya han pasado varios meses- no hay ninguna novedad de parte de los productores, por lo que están muy inquietos. Lo cierto es que cuando van a tocar el timbre al banco, todavía no saben cómo funciona este mecanismo.

Yo creo, y todos creíamos, que no había que esperar que venciera el plazo del acogimiento, es decir, el 31 de diciembre, para que el banco supiera qué es lo que iba a pasar, y este no era el tema.

Estaba entendido que esto se ponía en funcionamiento a la primera o segunda semana siguiente luego del anuncio, y esto no ha sido así, por lo que se genera una insatisfacción en el sector productivo que es realmente notable.

Nosotros planteamos un proyecto, de acuerdo a nuestro leal saber y entender, conforme veníamos y sentíamos lo que estaba pasando en el campo, porque veíamos que un banco querido y apreciado por todos, como es el Banco de la Nación Argentina, tiene que estar al servicio de la producción.

Entendíamos que con las tasas de cartera general agropecuarias y no agropecuarias del 18,75, es imposible financiar ningún proyecto rentable hoy en día en el país. Siempre se trata de hacer modificaciones o quitas en el caso de las refinanciaciones o líneas de crédito que atiendan condiciones especiales, pero la tasa general sigue siendo del 18,75.

En el caso del proyecto del que soy autor, estamos hablando de pequeños y medianos productores, y no pretendíamos tampoco beneficiar al gran productor con una tasa del 18,75, porque esto no bueno para el pequeño, mediano ni gran productor, porque nadie va a poder pagar. Si esto es así, deberíamos también ver la posibilidad de que el banco en algún momento revise este criterio, porque si está tomando a tasa pasiva los depósitos al 2,5 por ciento, ¿cómo se explica que estemos prestando al 18,75?

Otro tema: independientemente de este programa específico con el sector agropecuario, estamos viendo que en lo que va del año el sistema financiero se ha visto incrementado en las colocaciones y en los depósitos en aproximadamente 16.800 millones de pesos desde enero a la fecha de acuerdo a informes que tengo del Banco Central.

A su vez, el sector financiero en general, que involucra obviamente al Banco de la Nación Argentina, ha prestado un 37 por ciento, es decir que estamos hablando de 6.200 millones de pesos. Dentro de los 16.800 millones, el Banco Nación captó, de acuerdo con la información que tengo, unos 6.200 millones, y sólo ha prestado 280 millones, es decir, menos del 4,5 por ciento, mientras que el sistema financiero en general ha prestado el 37 por ciento.

Independientemente de que hablemos o no de banco de fomento, lo cierto es que el banco no ha prestado en relación a lo que ha prestado el sistema. Este es un tema que me parece que sería bueno que el banco analizara.

Con relación a la pregunta que hizo la señora presidenta del banco en cuanto a por qué el proyecto de ley iba direccionado hacia el Banco Central, ello se debe a que aquí tratamos leyes nacionales que tienen que ver con la competencia nacional.

El estado nacional tiene un banco, que es el Banco de la Nación Argentina, sobre el cual pueden pesar únicamente las leyes dictadas por este Congreso. Nosotros no podemos imponer medidas a organismos que no sean del Estado. El Banco de la Nación Argentina es el que puede obligarse por una ley de este Congreso.

Este es el punto: no es que penalizamos al banco sino que entendemos que es el banco de fomento de la Nación argentina y lo queremos defender. No queremos descapitalizarlo porque entendemos que es la herramienta útil que tenemos para promocionar la actividad económica, sea agropecuaria o no, y esta es la finalidad del banco. Por eso, creo que sólo así tiene sentido que exista el Banco Nación.

SRA. MICELI Usted hizo referencia a una vasta cantidad de temas.

En primer lugar, el Banco de la Nación posee un excedente de liquidez muy alto que tiene que ver con los depósitos del gobierno nacional. Ustedes saben que estos depósitos son de cortísimo plazo y que por lo tanto ese excedente de liquidez no puede ser colocado de la misma manera que se colocan depósitos del sector privado. Es decir que el incremento de depósitos del Banco de la Nación Argentina se debe fundamentalmente a su calidad de agente financiero del Tesoro nacional. Por lo tanto, existe un tema de liquidez donde el banco lamentablemente no se rige por su ley de carta orgánica sino que se maneja por la ley de entidades financieras y por las normas del Banco Central, las cuales debe cumplir.

La carta orgánica claramente especifica el rol de fomento que debe tener el Banco de la Nación Argentina y cuando uno va a las normas de aplicación concretas éstas no se compatibilizan en un tratamiento diferencial del resto de las entidades según las normas del Banco Central. El Banco de la Nación debe cumplir exactamente todas las normas, con esto quiero decir que debe cumplir con capitales mínimos, responsabilidades jurídicas, normativas de previsionamiento y auditoría, entonces si el Banco de la Nación no gana plata no puede cumplir con su rol de fomento.

Esa fue nuestra primera preocupación porque recibimos un banco con una pérdida de casi 760 millones de pesos, como lo manifesté en esta misma comisión el año pasado, por lo tanto esto pone un límite al monto de tasa que nosotros podemos cobrar.

El Banco Central, de acuerdo con su normativa, espera que nosotros cumplamos y que seamos un banco del sistema como cualquier banco privado. No hay ningún tipo de normativa que nos exima del cumplimiento de estas disposiciones, tampoco que especifique claramente qué significa el rol de fomento que debe cumplir el banco o cómo se recaudaría, por ejemplo si una parte de su cartera de crédito colocada a fomento no se contabilizaría para las regulaciones prudenciales que el Banco Central nos obliga a cumplir. Esto no es así, nosotros debemos cumplir con todo, debemos tener un equilibrio entre el rol de fomento y el cumplimiento de las normativas.

Por otro lado, cuando se hizo referencia a que el banco dio créditos por 280 millones de pesos, se está tomando el saldo total, es decir como cobramos 1.200 millones de pesos, se reduce la cartera. Colocamos 1.500 millones, el saldo es 280 millones, entonces el banco colocó préstamos que suman esa cantidad. Como cobramos 1.200 millones, se vuelve a reducir la cartera y si usted toma la línea de cartera total va a encontrar el resultado neto de lo que se colocó. Justamente porque colocamos tanto pudimos pasar a dar ganancia en junio y pudimos empezar a cumplir con las normas del Banco Central. Es decir que como hemos colocado una cartera enorme de recursos y hemos cobrado una cantidad tan grande, pudimos cambiar los índices del banco desde dar ganancia hasta bajar esa mora del 62 por ciento al 40 por ciento que tenemos ahora, que sigue siendo muy alta pero que muestra que en un año de gestión se pudieron dar vuelta estos indicadores. De otro modo, el banco no sirve para el fomento, el comercio ni para los proyectos de inversión.

Luego se hizo mención a la operatoria lenta y a la falta de conocimiento de los gerentes. Esto puede ser, lo admito. Se trata de una operatoria compleja, que efectivamente es lenta y además no nos queremos equivocar.

Tenemos un listado que me gustaría mostrar donde figura cada zonal, cada deudor, cada uno de los que entra, cuál es el origen de la deuda, en qué momento sacó el préstamo. Preparar todos estos listados toma mucho tiempo.

Por otro lado, cuando conversamos con los representantes de un gobierno provincial ellos quieren saber quiénes son los productores -en estos años muchos han dado apoyo al sector agropecuario- y conocer la lista de los deudores que van a anotarse en los fideicomisos para ser subsidiados porque han recibido beneficios. Hay gobiernos que dicen que la provincia ya les dio parte de su presupuesto a estos deudores y que no van a poner más; este es el caso de Río Negro.

El banco residual de Río Negro tiene un montón de acreencias contra los productores agropecuarios, que son los mismos deudores del banco. La provincia de Río Negro nos ayuda en la organización, pero no pone tres puntos de subsidio de tasa. Sí les perdona a los productores la cobranza de las deudas del banco residual hasta tanto terminen de pagarle al Banco Nación. De esta manera, los productores están conformes y, de hecho, Río Negro es la primera provincia que se integra a esta operatoria.

La provincia de Entre Ríos, desde el propio presupuesto, les dio préstamos a los mismos productores que le deben al banco. Allí, entonces, los productores no están tan conformes, porque quieren tasas menores a un dígito. Estamos analizando la posibilidad de que la provincia subsidie un punto para que nos acerquemos en las posiciones.

Otras provincias tienen menos dificultades financieras y pueden poner más dinero. Reconozco que las expectativas que se generaron fueron demasiadas, porque si la medida se anunció en agosto posiblemente se podría haber implementado en octubre. De todas formas, nosotros les decimos a los productores que si el banco pudo esperar tantos años, también puede esperar tres meses. La idea es que todo esto se organice y se logre una solución para el mediano y el largo plazo.

Los productores agropecuarios están muy golpeados. Por ejemplo, en un momento se les ofreció una refinanciación a veinte años con cédulas hipotecarias, bonos de reinserción productiva, etcétera, es decir, fueron padeciendo todo lo que pasó en el país. Ahora contamos con la única ventaja de que el sector productivo está mejor. Entonces, no es lo mismo refinanciar una deuda para quien no tiene ningún tipo de expectativa económica que para quien sí la tiene. Ahora existen más posibilidades de que los productores puedan pagar. Quizás ellos estén más ansiosos por saber cómo solucionar este problema. Nosotros no tenemos un conocimiento cabal de que los 6.500 gerentes, a través de las instrucciones que les damos, transmitan a todos la idea de que, si bien tardamos en la instrumentación, pronto la vamos a llevar a cabo. Y también va a ser un hecho la tasa del 18,75 por ciento reducida en el 30 por ciento por nosotros, más los 3 puntos de la Secretaría de Agricultura.

Quizás, nosotros no manejamos bien este tema desde el punto de vista operativo. Tampoco hemos recibido grandes quejas de los productores. Esto es extraño, porque en otras oportunidades los productores se han acercado a nosotros y nos han dicho que no estaban logrando hacer tal o cual cosa en sus sucursales.

En definitiva, cuando ya está focalizado el problema de lo que se trata es de empezar a buscar una solución. Es posible que hayamos demorado demasiado, pero esto ha tenido que ver con los recursos de la Secretaría de Agricultura, con las provincias, con la determinación del listado, con que este listado se pusiera a disposición de los ministros de las provincias, etcétera. Lo cierto es que esto ha tenido que ver con una operatoria compleja. No es algo sencillo como puede ser una refinanciación masiva, donde el banco obtiene lo que pide cuando quiere. Pero, reitero, la medida se va a llevar a cabo. Lo único que les hemos dicho a quienes tuvimos la oportunidad de ver es que, si hemos esperado tanto tiempo, también podemos esperar dos o tres meses más. La idea es que el problema quede solucionado de la mejor manera posible.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor Juan Carlos Fábrega.

SR. FÁBREGA Quisiera aclarar una cuestión vinculada a la tasa de interés. Usted mencionó que el Banco Nación tiene una tasa de interés del 18,85 por ciento. Ésta una tasa de referencia de cartera general, pero no existe ningún deudor que cumpla con sus compromisos que tenga que pagarla. Si se lee bien, la tasa del Banco de la Nación Argentina es del 18,85 por ciento bonificada en un 10 o un 20 por ciento -de acuerdo con el deudor- para quien paga su cuota antes del vencimiento. Esto quiere decir que esa tasa no rige para el deudor que cumple; para él, la tasa que rige está por debajo del 16 por ciento.

Por otra parte, es muy relevante destacar que el Banco de la Nación Argentina no fija una tasa única, ya que ofrece más de setenta líneas de crédito. Las tasas van desde el 7,41 por ciento, para el descuento de cheque de pago diferido, hasta el 16,60 por ciento, que es la tasa bonificada en un 10 por ciento de la de 18,85 por ciento. Ésta última es la tasa máxima del banco, pero la tasa mínima es del 7,41 por ciento. Como bien dijo la licenciada Miceli, en lo que va de este año se han hecho alrededor de 124 mil operaciones por 1.900 millones de pesos. Porque hay quienes toman los créditos y luego los pagan.

Usted hablaba del saldo, pero en realidad se compone de la cartera activa y de la irregular, y de la misma cartera de los que pagan, por eso es que las colocaciones son mucho más que las que se mencionaron.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra la señora diputada Alarcón.

SRA. ALARCÓN Quiero agradecer al diputado Frigeri la invitación que me ha cursado, porque no pertenezco a la Comisión de Finanzas, pero vengo en representación de la Comisión de Agricultura.

Dejando de lado lo estrictamente financiero y técnico, hay un tema que quiero aprovechar para señalarlo, porque creo que la voluntad de la presidencia del banco estuvo presente cuando nosotros quisimos tratar este proyecto y teníamos toda la protesta agropecuaria, ya que enseguida se plasmó esta oferta para el sector y se hizo el anuncio para el mes de agosto.

Quiero apuntar al tema político porque creo que esto nos tiene que preocupar a nosotros. Me gustaría que el banco diga por qué la Secretaría de Agricultura no esperó el presupuesto. Cuando nosotros tratamos estos temas, por sentido común, me parece que la Secretaría no puede decir que no tiene financiación para el 3 por ciento. La verdad es que desconozco por qué ocurre esto teniendo en cuenta que hay un Jefe de Gabinete que puede firmar partidas rápidamente.

En segundo lugar, me gustaría conocer el tema de las provincias. El banco tuvo la predisposición de ponerse a trabajar en el tema y conoce cuál es el deudor del banco en determinado pueblo de nuestro país -me consta que los deudores han sido atendidos en el banco en sus distintas líneas-. Ahora parece que el campo está de moda, pero cuando deje de ser rentable, no estará más de moda.

Entonces, la rentabilidad también baja rápidamente, y en estos momentos tenemos algunos problemas. No todos los sectores productivos tuvieron el mismo despegue que el sector agrícola. Tenemos muchos casos emblemáticos de los 6 mil deudores que quedan relativos a sectores como el lácteo o tambero, que no han tenido un despegue como el agrícola. Estamos hablando de productores muy pequeños, que tienen cien hectáreas.

No sé si la decisión política del presidente de la Nación con respecto al banco llega a arreglar el problema después de enero, porque muchos se van a quedar en este plazo en la idea de que reconstruir su unidad productiva significa mano de obra, un sector más rentable, una asociación financiera, económica y social -sobre todo- muy importante que en cinco o seis meses cae. Todos sabemos esto.

Entonces, como diputada nacional y presidenta de la Comisión de Agricultura y Ganadería, quiero hacer un seguimiento de los responsables políticos, es decir, de los gobernadores y los funcionarios que tenían que subsidiar. Todos estábamos de acuerdo en un discurso muy lindo tendiente a sacar adelante a 12 mil pequeñísimos productores del país, que nunca fueron a llevar los dineros fuera del país. Les cayó encima el problema del país, como nos pasó a todos los argentinos.

Más allá de lo puntual, me parece que no hay que esperar nada. Creo que estoy hay que resolverlo rápidamente teniendo en cuenta lo que ha dicho el diputado González con relación a la autonomía provincial.

Me parece que las decisiones políticas deben ser contundentes: si hay decisión política, se llama a los sectores políticos que componen cada lugar y se decide. Pero no podemos esperar hasta el 1° de enero para implementar esta cuestión, que la venimos tratando desde agosto.

Finalmente, quiero salvar muchas de las cosas que hemos charlado juntos, y las hemos ido solucionando.

SRA. MICELI Creo que ustedes también nos pueden ayudar, porque pueden hablar con los representantes de sus gobiernos provinciales para ver si tienen interés en avanzar en este sentido.

Traje un listado actualizado de las respuestas que vamos teniendo. Sabemos que la provincia de Buenos Aires está interesada en participar, pero todavía no dijo que sí.

Catamarca adhiere al subsidio a la tasa y además participa del fideicomiso. Les aclaro que las provincias pueden participar solamente del fideicomiso o hacer las dos cosas.

En el caso de Chaco, veníamos trabajando bien pero ya anticipó su negativa.

Chubut participa y rebaja la tasa.

Córdoba mostró poco interés, quizá porque en su provincia no existe tanta presión social de productores con problemas. También tenemos que ser sinceros en este sentido: hay provincias que tienen diez productores, y son pocos. Además, se trata de lugares donde sus propias producciones tuvieron un repunte muy importante.

No es lo mismo un productor de Córdoba que se dedica a la soja, que tuvo una rentabilidad muy alta, que un productor yerbatero de Misiones que, realmente, optó por precios relativos. Es otro tamaño de explotación. Entonces, hay que tener en cuenta qué tipo de conflicto social tienen las provincias con respecto a estos temas.

Corrientes todavía no definió.

Entre Ríos no adhiere a la tasa pero sí participa en el fideicomiso, y este es el ejemplo que daba en el sentido de que ellos van a colaborar con nosotros en postergar las cobranzas, al igual que Río Negro.

Formosa no acepta ninguna de las dos cosas.

Jujuy: estamos esperando respuesta.

Con La Pampa estamos en tratativas, y en principio hay buena intención del gobierno de la provincia.

La Rioja subsidia la tasa y también participa en el fideicomiso.

Mendoza lo está evaluando.

Misiones no adhiere a la tasa y no confirmó si participa del fideicomiso. En principio había dicho que sí, pero me informan ahora que confirmó su negativa.

Con Neuquén estamos en tratativas, es decir que no contestó por una cosa ni por la otra.

Río Negro no adhiere a la tasa pero sí participa del fideicomiso.

Salta no contestó.

San Juan está estudiando la situación.

San Luis no contestó.

Santa Cruz está en tratativas.

Santa Fe no contestó.

Santiago del Estero no contestó.

Tierra del Fuego contestó que no a las dos cosas, porque tiene un solo deudor. Es un caso muy especial.

Tucumán no contestó aún, pero también está con bastantes posibilidades.

SR. CASSESE ¿Usted tiene un porcentaje de participación de las provincias en el total de esos productores? ¿Cuáles son las provincias más problemáticas? Más allá de que no nos vamos a meter en cada provincia, los diputados queremos conocer esta información para ver cómo podemos ayudar.

SR. FÁBREGA El 50 por ciento lo componen dos provincias: Buenos Aires y Chaco, y a partir de allí se suma una provincia que últimamente tuvo afectación, Santa Fe, debido a la crítica situación provocada por las inundaciones.

El resto de los deudores son los siguientes: Catamarca, 65; Chubut, 64; Córdoba, 639; Corrientes, 362; Entre Ríos, 306; Formosa, 224; Jujuy, 72; La Pampa, 125; La Rioja, 85; Mendoza, 367; Misiones, 162; Neuquén, 31; Río Negro, 421; Salta, 266; San Juan, 121; San Luis, 42, Santa Cruz, 92; Santa Fe, 1.169; Santiago del Estero, 379, Tierra del Fuego -como se dijo- 1, y finalmente, Tucumán, 418.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Stella.

SR. STELLA Hay dos cuestiones que me preocupan y que quiero comentar. La primera de ellas se refiere a que esta composición de los deudores nos da lugar para hacer alguna gestión en nuestras provincias, con nuestro gobernador y diputados para ver si podemos ayudar.

La segunda preocupación tiene que ver con la tasa general y con la modificación del 18,8 por ciento en un proceso de reacomodamiento de la economía y de recomposición del tejido social.

No sé si entendí mal pero creo que la normativa del Banco Central impone determinada política en el tema crediticio y de fijación de tasas.

SRA. MICELI Sobre el previsionamiento, no en la fijación de la tasa pero el banco tiene cierto punto de rentabilidad.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Si la tasa de incobrables es del 90 por ciento, la tasa es más alta.

SR. STELLA Estamos en un círculo vicioso. En realidad, en el terreno vemos que es difícil que quien debe pagar sus impuestos pueda abonar una moratoria y además el impuesto; con el sector financiero pasa lo mismo. Si quiero poner a funcionar una unidad productiva y necesito financiamiento, después de la ruptura del tejido social es difícil resolver la cuestión actual, el futuro y además hacerse cargo de este tipo de penalizaciones. Si llevamos este tema al nivel macro podemos ver que el riesgo país nos imponía niveles de tasas impagables en función del crecimiento del PBI.

Entonces, de aquí en adelante tenemos que analizar si con el Banco Central podemos tratar el refinanciamiento de los pasivos para recomponer el tejido social en forma genérica pero con factibilidad de pago, sobre todo si queremos que no sólo el deudor conserve la propiedad sino que además ponga a funcionar su unidad productiva.

Planteo esta preocupación porque en la medida en que nosotros potenciemos esta situación altamente riesgosa va a ser más difícil que podamos poner a funcionar el país, más allá de la coyuntura especialmente buena que hemos tenido o que podamos tener.

Además, estoy preocupado por lo que recién expresaba la señora diputada Alarcón sobre aquellos productores que no han tenido el crecimiento económico en función de la coyuntura y ven muy difícil no sólo pagar lo atrasado sino seguir trabajando.

Les pido que pongamos una especial atención en estos temas y que no tratemos a todos los productores de la misma actividad por igual. Quizás ustedes lo tengan previsto, el banco pueda resolverlo de acuerdo con la actividad que desarrollen los productores y logre dar un tratamiento especial en la fijación del plazo y la tasa para que las unidades productivas sigan funcionando.

SRA. MICELI Considero fundamental lo que usted ha expresado y ese es el motivo del análisis caso por caso.

Por ejemplo, si el banco propone una refinanciación masiva y el pago de cuotas trimestrales puede ser que a algún productor no le sirva porque no cobra en forma trimestral y a lo mejor hay que darle un año para que pueda cosechar, vender y después pagar la cuota. Sé que esto tiene que ser muy bien entendido porque es como hacer trajes a medida. Si uno estudia el flujo de fondos puede ser que a un productor le convenga pagar en cinco años y no en ocho para no abonar más intereses acumulativamente mientras que otro prefiera pagar en quince años; hay que tener en cuenta todas estas consideraciones. No es conveniente poner a todos con un plazo de quince años porque no les sirve a todos por igual, ponemos una media y en cada caso se trata de buscar la solución. Si no hacemos esto podemos tener nuevamente el problema que tuvimos durante años.

Estamos tratando de no ir de una refinanciación hacia otra para que esta vez, como la economía está creciendo, lo puedan pagar. Esta es una de las cosas que critican las entidades, el Banco de la Nación pidió refinanciaciones a lo largo de estos años y siempre fueron imposibles de pagar, ya no sólo por las tasas sino fundamentalmente por la situación económica.

Entonces, se trata de buscar una armonización entre el flujo de fondos de su actividad económica y la propia posibilidad de pago.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Si no, el crédito no funcionaría.

SR. STELLA A mí me parece que la calificación de la información por tema o por actividad es sumamente importante, porque puede ayudar a resolver la cuestión de fondo.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En general, los bancos decidieron hacer eso. Hace ocho años atrás no había crédito y le solíamos prestar a los bancos -incluyendo el Banco de la Nación- para hacer cría a cuotas mensuales. Pero las crías, si no tienen un año de gracia, no se pueden cobrar. Estas cosas fueron adecuándose a los bancos y los créditos fueron perfeccionándose. Y quiero destacar un punto: si el Banco Nación tiene tantos problemas con la cartera de incobrables -donde rige una tasa general del 18 por ciento, una de las más bajas del mercado-, ¿qué importancia tiene como empresa testigo, más allá de que la tasa sea alta? Porque el Banco Nación tiene una tasa alta y, sin embargo, es una de las más bajas del mercado. Además, vale la pena rescatar dos cosas: por un lado, que cuenta con sucursales en lugares insólitos que no son rentables, ya que su fin es ser una entidad de fomento y, por el otro, que a pesar de que tiene problemas de cartera, no remata, porque a veces nosotros, los legisladores, decidimos que no remate. No obstante, sigue teniendo mejores tasas que otros bancos, especialmente los privados. Esto es bueno tenerlo presente porque, más allá de las ineficiencias que se puedan asumir, ofrece tasas que son iguales o mejores a las de otras entidades.

SR. STELLA Hice esa sugerencia porque, en todo caso, si el Banco Central tiene incidencia en determinada calificación, el estatuto del banco dice que es un banco de fomento. Si se le aplica la normativa genérica a los bancos que pueden tener en el estatuto determinada calificación, será cuestión de empezar a discutirlo si se los califica o no, lo cual no significa que haya que repartir dinero graciosamente. No hay nada que le impida resolver esta cuestión, teniendo en cuenta que este proyecto estratégico es útil para el Banco Nación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Yo mencionaba todo eso porque estaba relacionado con las explicaciones que nos dieron la licenciada Miceli y los demás integrantes del directorio del banco. Nosotros comprendemos lo que nos dijeron y nos quedamos tranquilos por eso, ya que hay plazos y se están haciendo las cosas bien. Pero, según lo que hemos recogido, creo que habría que transmitir esa información a otra gente que hoy no está presente en esta reunión. Deberíamos mandarles un mensaje que diga que se queden tranquilos porque este problema va a estar resuelto.

En cierto momento, esta gente estaba anotada en un plan con un bono cupón cero.

SRA. MICELI Sí, un plan de reinserción productiva.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Ese bono se cayó porque el país entró en default. Ahí estaban anotados todos: grandes, medianos y chicos. Pero la gente no entendió cómo se le cayó el financiamiento. Y corríjanme si me equivoco, pero cuando cayó ese bono cupón cero nosotros refinanciamos con una tasa general alta. Luego vino todo el ruido.

Creo que hace poco le hemos mandado notas a los productores solicitándoles la adhesión al canje de deuda externa. ¿Esto es así o no?

SR. MICELI Yo quiero decir una cosa con respecto a este tema. Me ha llegado una nota de una asociación de productores donde se nos critica que los hayamos convocado para entrar en el canje. Entonces, yo digo: o no entienden nada o quieren ponerse en nuestra contra. El Banco de la Nación, conjuntamente con el Banco de Galicia y el Banco Francés, están reestructurando la deuda argentina. Existe un bono, que es el de reinserción productiva, que está en default. Entonces, si no les avisamos nada a los productores nos podremos adelantar y conseguir otros clientes. Nosotros tenemos nuestros propios clientes que gracias a una operatoria, no importa quién sea el responsable, pueden obtener el bono. Pero si no entran en el canje, se van a quedar con un bono que no les va a servir para nada, ni para traerlo al banco para que se lo tomemos ni para cobrarlo nunca. Todo el mundo sabe que si el bono está en default y no entra en el canje, después no se cobra nada. Esto es de lo más elemental.

Uno de los problemas que observamos es que a muchos no les llega la información. Decidimos mandar una nota a cada uno para que antes de que se pase el período del canje, traigan los bonos al banco y no se los queden.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Lo hicieron con buena onda, pero el productor no entendió nada.

SRA. MICELI Les decimos que no se queden con eso, porque no va a valer nada. Que los traigan que, aunque sea, les vamos a dar cinco pesos, o algo.

SR. PRESIDENTE FRIGERI La intención del banco fue excelente, pero entiendo que en esa nota le tendrían que haber dicho al productor que se quede tranquilo, porque cuando esté lista la normativa él va a tener estos privilegios, aclarando que hasta ahora la tasa se subsidia entre el banco y la Secretaría de Agricultura. Todavía faltan las provincias, pero si el productor tiene bonos, hay que decirle que los lleve al banco, para que no lo pierda. Creo que esto hubiera sido mejor de esta manera.

SR. FÁBREGA La nota fue hecha con términos parecidos, pero cuesta que la gente entienda qué queremos decir con esto.

La verdad es que dijimos a quienes estaban en reinserción productiva que le habíamos dado toda la oportunidad con productos que habían salido para que se fueran de eso, y el banco había recomprado el 70 por ciento del total de los bonos de reinserción, y a los que quedaban, que no lo hicieron, les dijimos que hay un tiempo de opción. Como nosotros no podemos llevar los bonos al canje -solamente lo puede hacer el titular- estamos pidiendo que nos comuniquen la decisión.

Esto es para el canje de la deuda porque el banco está considerado BOR, es decir que es uno de los tres bancos que se ocupa de organizar el rescate de la deuda externa.

SRA. MICELI Además, debe haber sido la primera cosa que ni siquiera se previó en la agenda. Salimos a decir que se preparen para el canje teniendo en cuenta que esto no se podría haber hecho hasta que la SEC lo apruebe.

Seguramente, cuando venza el plazo, va a haber infinidad de productores con ese bono que van a querer entrar, que se enteraron el último día o que no tuvieron tiempo de venir, como pasó con el bono del decreto 1387.

De esta manera, incumpliendo el mandato de Economía, mandamos una nota para que vengan al banco a dar su autorización porque, de lo contrario, no van a cobrar nunca, porque sin la autorización el banco no puede decidir mandarlos al canje.

Resulta que ahora recibimos un mail en donde nos dicen que queremos sacar los bonos. Por lo tanto, hay ignorancia o mala intención, porque no se puede creer que una cosa que es para no perjudicar al tenedor de esos bonos se tome como un mecanismo para sacárselos.



SR. PRESIDENTE FRIGERI Por eso creo que se debería mandar otra comunicación aclarando a los productores que el banco está en determinada etapa, que hay un subsidio de parte del banco y de la Secretaría, que algunas provincias han adherido y que esto tiene un plazo, y apenas esté terminado será comunicado e informado.

SR. FÁBREGA Pero hay un problema, porque esto no sólo involucra a aquellos deudores del sector agropecuario sino a la totalidad de los deudores, porque el régimen de reinserción productiva es para el sector agropecuario, para el sector comercial industrial y para el de servicios. Quedaban nada más que 3.900 tipos, y nosotros, ¿qué hicimos? Cambiamos el esquema: nosotros siempre hemos estado en la categoría de lentos, pero como avanzamos en un mes también ligamos por avanzar un poco. La verdad es que ese fue el objetivo: llegar un poco antes a salvar la situación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Este es un tema propio de un banco con muchas sucursales.

Tiene la palabra el señor diputado Alonso.

SR. ALONSO Señor presidente: creo que no es analizable el rol insustituible del Banco de la Nación en lo que hace a la competencia del crédito, el apoyo a la producción y el desarrollo de nuestra economía porque en las distintas épocas, y con distintos matices, cumplió un rol insustituible -reitero-, como seguramente deberá seguir haciéndolo en el futuro.

De cualquier manera, para retomar el tema que motivó la invitación a la señora presidenta del banco, que tiene que ver con la refinanciación, me parece que es positivo plantear que aquí se ha presentado un proyecto de ley firmado por quien habla, por otros compañeros coautores y por diputados miembros de la Comisión de Economía, cuyo dictamen fue aprobado por unanimidad, y cabe aclarar que también pasó por esta Comisión de Finanzas cuando comenzó su elaboración.

En esa oportunidad surgió la posibilidad de invitar a los directivos del banco, y así ocurrió, ya que en una charla interesante se recibió realmente con beneplácito esta propuesta que el banco hizo pública en el ámbito de la Casa Rosada, y aquí se explicó pormenorizadamente.

En alguna medida, el banco había venido planteando esta iniciativa cuya consideración estaba vinculada con este proyecto legislativo, y lo concreto es que se tomen las medidas y se proceda a accionar en busca de las soluciones. Creo que esto es lo que interesa: no quien las produce sino que las soluciones se generen.

Sin dejar de comprender que existen razones para que los trámites no sean tan ágiles como todos deseamos, a nosotros nos preocupa la lentitud, porque va a avanzando noviembre y vamos llegando a fin de año.

Para quienes provenimos del interior, por nuestro propio rol empresario y por nuestro contacto permanente con funcionarios del Banco de la Nación por distintas acciones, vemos que no existe un conocimiento preciso ni un desarrollo de la instrumentación de esta refinanciación.

Lógicamente, deduzco que si no hay una definición de las provincias, que son parte de esta modificación del 3 por ciento, no puedo acordar con un deudor si su provincia no tomó una definición, porque no puedo plantear el 18,75 menos el 30, quedando aproximadamente 13, y que menos el 3 de la Secretaría me queden 10, pero no puedo decirle si es el 10 o el 7. Lo deduzco, y creo que así debe ser. He operado con el banco muchas veces, y hablo de lo que sé que es.

Esto significa que si existe una absoluta indefinición y, salvo dos o tres provincias que están en acuerdo y otras tantas que están en desacuerdo, las dos definiciones siempre nos hacen pensar que vamos para adelante, pero no definimos.

Entonces, parto de esta consideración. Si mal no recuerdo, la cifra que los funcionarios dieron es que había 39 mil deudores en el Banco Nación. Creo que habían quedado 13 mil deudores, y esta refinanciación implicaba cubrir el 89 por ciento.

No conozco los datos con precisión, pero no tengo ninguna duda de que los dos tercios de los deudores de un banco cumplieron desde el sector agropecuario, porque no hay una vocación sino que se trata de una excepción ya que siempre hubo algunos que procuraron sacar ventaja y nunca pensaron en pagar. Pero la regla general en lo que hace al productor agropecuario es tener la disposición para cumplir. Si no lo ha hecho, es porque las circunstancias no se lo permitieron.

Esos dos tercios no tengo dudas que provienen de zonas como de las que yo vengo, porque eso es lo que ha ocurrido: somos productores sojeros y agrícolas y, en alguna medida, complementariamente ganaderos. Lo que resta, ese tercio, y lo que tiene como destino esa refinanciación son, indudablemente, productores de distintas provincias, de economías regionales y, seguramente, continúan teniendo la posibilidad de devolución.

Me atrevería a plantear -agradecería que ustedes lo recordaran- que en Córdoba se deben 57 millones de pesos, porque el aporte del 3 por ciento son 1.700.000 pesos, que es una cifra significativa. Creo que esto era así, pero lo que no recuerdo era la cifra total de la deuda.

SR. FÁBREGA Córdoba ya tiene menos que eso: solamente quedan 639 deudores, y el total que involucran son 33 millones de pesos.

SR. ALONSO De los 57 millones, quedan 33 millones; es verdad. Ha habido una bonificación de 990 mil pesos al 3 por ciento, pero lo que importa es cuánto es la deuda total que hoy perdura en el Banco Nación.

SR. FÁBREGA La deuda total que involucra a los deudores que pueden acceder a este programa asciende a 595 millones de pesos, y son 9.979, pero quiero aclarar algo que es importante, y la señora presidenta lo ha dejado bien puntualizado: dentro de esta cifra hay un número muy importante de clientes que ya tienen una reprogramación y están pagando al día.

¿Qué está pasando con nosotros? Esto sí es importante que ustedes lo sepan.

Vemos en el directorio no menos de diez o quince casos por semana de clientes que hicieron un arreglo con el banco a los que se les dio el nuevo programa de modificación de tasas del 30 por ciento. Ellos nos dicen: "Deme la bonificación del 30 por ciento, yo sigo cumpliendo". Consecuentes con esa gente dijimos: "Le damos la bonificación del 30, que es la del banco".

SR. ALONSO En buena hora que esto esté ocurriendo y no tengo dudas de que va a seguir avanzando hasta que se defina lo que no se ha definido todavía.

Si la deuda total es de más de 500 millones de pesos y aquí estamos discutiendo -esto va fundamentalmente para el Banco de la Nación- tres puntos, que es lo que estamos esperando que la provincia defina, veremos qué gestiones podemos hacer en nuestras respectivas provincias para que sea afirmativa esa definición. Tres puntos en ese monto representan 15 millones de pesos al año. ¿Estamos de acuerdo?

SR. FÁBREGA No, no estamos de acuerdo y voy a decir por qué.

Estos saldos son contables, cuando esto se actualiza -también hice este comentario en la reunión anterior- uno debe traer la deuda y por más que la traiga ajustada por los programas que el banco tiene, donde no capitaliza y aplica tabla de descuento sobre el cálculo de los intereses, por supuesto que esta deuda se va más arriba. En vez de 15 millones son 25 o 30 millones pero no más.

SR. ALONSO ¿Comprende cuál es el motivo de mi reflexión? No hay duda de que felizmente hoy la economía argentina está avanzando y evolucionando, tenemos el famoso descalce, hay inversión por parte del que tiene disponibilidad a días o a horas, fundamentalmente la del propio Estado como lo explicó la señora presidenta, y el requerimiento de medianos y largos plazos por parte de quien demanda el crédito. Pero no me parece que hoy, con las circunstancias presentes, esa sea una cifra que el propio banco no pueda valorar sin dejar de considerar las gestiones que podemos hacer ante nuestras respectivas provincias.

Considero que hay una forma de cerrar el tema con cierta celeridad que las circunstancias hacen aconsejable y no creo que sea una cifra que no pueda afrontar el banco.

SRA. MICELI Voy a dar una contestación general.

Ya casi tenemos suscrito un acuerdo con el gobierno nacional con respecto a que si las provincias no se definen antes del 31 de diciembre vamos a salir con nuestro propio subsidio de cinco puntos y el de la Secretaría de Agricultura de tres puntos. Entonces, a cada productor le diremos: "Venga por el 10,35 por ciento, que es una tasa excelente para una refinanciación con quita y levantamos todas las demandas". Esto sí lo podemos hacer porque poniendo cinco puntos sobre esa suma no son 20 o 25 millones de pesos sino que se llega a una cifra mayor a 30 millones por diez años, es decir, son 250 millones de pesos, casi 300 millones, más la quita de la tabla. De este modo calculamos que las provincias tendrían que abonar 150 millones de pesos en diez años y los 650 millones que cuesta este programa los pone el gobierno nacional, o sea entre la quita y nuestro subsidio de tasa y el de la Secretaría de Agricultura. Además, Jefatura de Gabinete tiene que poner 22 millones de pesos por año, si mal no recuerdo, suma que da más de 100 millones de pesos, y el banco coloca la diferencia.

SRA. TATE Hace unos momentos se dijo que Santa Fe tenía 1.169 deudores, pero quiero saber cuál es el monto total de la deuda de esa provincia.

SR. FÁBREGA Son 69 millones de pesos.

SRA. TATE Voy a salir del tema central de la reunión para hacer otra pregunta.

Hace pocos días se ha adjudicado el Banco Suquía al grupo Macro Bansud. Me gustaría saber cuál es el compromiso que a tomado este grupo sobre el mantenimiento de las sucursales, ya que la provincia de Santa Fe es una de las que tiene mayor cantidad de ellas y hay mucha preocupación al respecto.

SRA. MICELI Justamente una de las condiciones del pliego para presentarse a la compra del banco era mantener indefinidamente el personal y las sucursales.

SRA. TATE Y de esos 288 millones de pesos, ¿cuánto corresponde a recursos propios del banco?

SRA. MICELI La totalidad. Ellos sacan del Banco Macro 300 millones de pesos, porque nos tienen que pagar a nosotros 15 millones. Entonces, son 288 millones que ellos ponen del Macro en el Banco Suquía. De esta manera, el banco queda capitalizado y cumple con todas las reglamentaciones de capitales mínimos, de responsabilidad patrimonial computable para captar de depósitos, etcétera. Así queda bien cerrado el tema contable y económico del Banco Suquía. Y a nosotros nos tienen que pagar 15 millones de pesos que nosotros pusimos para que el banco funcione.

SRA. TATE ¿Y que nos puede decir acerca de las licitaciones de los bancos Bisel y Bersa?

SRA. MICELI El pliego es básicamente el mismo. Quizás mejoramos un punto, que es el que estamos analizando ahora. No sé si ustedes recuerdan que cuando nosotros adjudicamos el Banco Suquía dijimos que se podía pedir ayuda financiera del SEDESA. Creo que ahora vamos a resolver que esa ayuda no se puede pedir. El monto de dinero sería el que SEDESA nos permita, ya sea 50 millones de pesos, 10 millones o nada. Todos los oferentes lo sabrán y, entonces, la adjudicación se hará no por una polinómica sino por el que pone más.

Finalmente, el Banco Macro desistió del aporte del SEDESA. También estamos evaluando que, de los dos bancos que mencioné antes, el que mejor está cumpliendo con todas las reglamentaciones es el Bisel. Por lo tanto, se podría pensar que el banco que necesita más capitalización es el Bersa. Por esta razón, nos convendría salir primero con el Bersa. No nos conviene salir con los dos juntos porque no hay tantos interesados en comprar bancos. Puede ocurrir que quienes no pudieron comprar el Suquía ahora se presenten en las licitaciones del Bersa y del Bisel. También pensamos que conviene salir con el Bisel porque es una unidad económica muy interesante para cualquiera de estos grupos interesados, que en general son los bancos. Recordemos que en la licitación del Banco Suquía se presentaron el Banco Hipotecario, el Banco de la Provincia de Santa Fe y el grupo Roggio, que había sido el anterior dueño del Banco Suquía.

En el transcurso de esta semana tendremos que decidir sobre este asunto. Falta que el Banco Central apruebe la transferencia de las acciones y, una vez que ocurra eso -que, según me dijeron, va a ser durante este mes-, el banco pondrá los 288 millones de pesos en el Banco Suquía, nos devolverán los 15 millones y no tendremos más nada que ver con el Suquía. Luego tendremos que salir con el otro banco y, como ya les comenté, estamos en la duda de si salimos primero con el Bersa o salimos con los dos bancos juntos. Eso lo tenemos que definir esta semana; lo demás ya está todo listo.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Quisiera hacer una reflexión sobre la temática que hemos abordado hoy, vinculada especialmente con el proyecto que estamos tratando en esta comisión.

Nosotros presentamos este proyecto para que lo considerara la Cámara cuando prácticamente, en marzo de este año, se estaban cerrando las negociaciones de las cuatro principales entidades del campo con el banco. Nosotros tomamos la iniciativa de presentar este proyecto de ley en virtud de lo que había pasado en el campo en los últimos años. Concretamente, me refiero a la recesión que comenzó en 1998 con las recurrentes emergencias agropecuarias, las caídas de precios de productos internacionales -sobre todo en la segunda mitad de la década pasada- y la gravísima crisis económica de fines de 2001 y principios de 2002 a causa de la caída del régimen de convertibilidad. Se había configurado una situación gravísima y excepcional, motivo por el cual entendimos que debíamos acometer con soluciones y aportes de ese calibre. Con esto quiero decir que debíamos ser coherentes con la gravedad del problema. En dicho contexto, presentamos este proyecto, que estuvo bien encaminado desde el principio y contó con el apoyo de las entidades.

Sobrevino el planteo del banco para hacer esta refinanciación, y nosotros la recibimos y la saludamos a punto tal que quiero manifestar en esta Comisión que, si bien no satisface en plenitud el planteo que conllevaba el proyecto -que a nuestro entender era sustentable porque cuidaba también al banco-, vimos que reaccionó el gobierno y también el banco, y vamos para adelante apoyando.

Además, he redactado juntamente con legisladores provinciales de la provincia de Mendoza un proyecto de ley de adhesión a este régimen que ha planteado el banco para que la provincia también bonifique, es decir para que la provincia adhiera y bonifique la tasa.

Aquí se puede ver que yo, en definitiva, también compré el planteo del banco, y ahí se refleja la intencionalidad de este legislador. Pero también debo decir que, frente a la gravedad de la situación y al anuncio, las intenciones del banco no se ven reflejadas en las acciones. Esto va muy lento, e inclusive lo hablamos con el diputado Alonso en oportunidad de conversar con el ministro de Economía, quien se sorprendió por la lentitud. Dijo que demoraba seis meses y que, si él llamaba a la señora presidenta del banco, tal vez se demoraría seis meses menos diez días. Pero esto tampoco puede ser frente a la gravedad de la situación. Además, como dice en parte el presidente de la Comisión, hemos estado incomunicados frente a esta situación.

Si la gente supiera que esta es la verdadera intención del banco, es decir, esperar hasta fin de año para ver cómo está el padrón de deudores, podemos ir andando, pero esto tampoco lo sabe la gente, y está muy preocupada.

Ha habido algún que otro remate aislado donde el banco no ha podido no presentarse al remate porque, si no lo hacía, perdía su acreencia, y todo esto genera una opinión pública en contra.

Quiero dejar el siguiente mensaje a la señora presidenta del banco. Me parece que se tiene que avanzar con lo que se tiene que hacer, aunque yo le pediría que fuera más rápido, porque esto no le llega a la gente, independientemente de comunicar, pero observo que no sé si el banco y el propio directorio están consustanciados con estas medidas.

En definitiva, no sé si se trata de una medida que se ha adoptado porque había mucha presión en el campo, en la gente y en los distintos ámbitos, o si realmente están convencidos de esto, por lo que está dejando que siga refinanciando más o menos como venía, llegando a fin de año con algunos deudores menos. Decididamente, creo que el banco tiene que salir a trabajar esto y la gente debe conocerlo.

Respecto al proyecto, soy un diputado más en esta Cámara, y diría que la iniciativa debe seguir su curso y seguir siendo analizada. Ha sido bueno que haya venido aquí pero, conforme las acciones que está haciendo el banco, no hay coherencia con los planteos anunciados.

Por lo tanto, creo que deberíamos seguir avanzado mientras el banco toma las decisiones y las vemos plasmadas en los hechos.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Quiero aclarar que el diputado Borsani modificó el proyecto adecuándolo a la refinanciación del banco, por lo que se observa la buena voluntad que existe para llegar al objetivo.

Le decía a la señora presidenta del banco, y lo repito, que sería bueno mandar notas a los deudores diciéndoles que se queden tranquilos, que van a ser comunicados en el momento de la refinanciación y no van a ser rematados.

Si ha habido un remate, es un caso que no se puede evitar, y uno piensa que le va a tocar en el próximo lugar. Por lo tanto, creo que vale una aclaración en este sentido.

SR. BORSANI Además, parece que el banco realmente no tiene intención de financiar, porque sigue esperando y esperando.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Tanoni.

SR. TANONI Señor presidente: agradezco la claridad de la explicación de la señora presidente del Banco de la Nación Argentina.

Por otro lado, quiero hacer dos preguntas. La primera es un poco colateral al tema central de la reunión: ¿puede informar cómo funciona y cuáles son los mecanismos del programa que se lanzó por el cual el Banco Nación financiaría pequeños microemprendimientos, llamado Fomicro?

SRA. MICELI Este es un proyecto de un fondo especial. Es un préstamo que se da para microemprendimientos productivos. El crédito es a cuatro años y asciende nada más que hasta 30 mil pesos. Es a sola firma y sale a los microemprendedores con una tasa del 7 por ciento. Nosotros salimos con una base del 11, y la Secretaría de Industria nos financia el 4 por ciento del subsidio de tasa. Es decir que al microemprendedor llega al 7 por ciento.

Ya se colocaron unos mil microcréditos, y se está trabajando fundamentalmente en todo el país a partir de un área nueva que se creó en el banco.

Teniendo en cuenta que lleva seis meses de gracia, el recupero recién empieza en el mes de noviembre. Hasta ahora ha sido razonable pero todavía no empezaron a pagar todos los deudores. De los mil que se colocaron, pagaron un 10 por ciento, y el cumplimiento ha sido del cien por ciento. Nuestra expectativa es ver cómo funciona la cobranza para ver si después podemos destinar más fondos a esta línea.

SR. TANONI Hacía esta pregunta porque en la sucursal Salta del Banco Nación hay dos o tres grupos de microemprendedores que presentaron sus formularios, pero en el banco le dijeron que no sabían nada de esto.

SRA. MICELI Este es un programa aparte de la operatoria normal del banco que se maneja como un fondo fiduciario, y la inscripción se hace directamente en la casa central. Es decir que por Internet se recolectan todas las inscripciones.

Se inscribieron casi 800 organizaciones sociales, y el área de análisis del banco hizo una selección, y a partir de ahí se presentaron los proyectos.

Las dificultades pueden deberse a que se trata de una operatoria nueva, y es cierto que el banco tiene estas cosas. No voy a decir a ustedes que todo funciona aceitada y maravillosamente, porque cuando se lanza un programa se tendrían que enterar los 650 gerentes. Además, a lo mejor, ese día el gerente está atendiendo un cliente, y el interesado es recibido por un empleado que no conoce el programa y le puede decir que no existe. Tenemos muestras de que esto sucede. Tratamos de que la información circule más rápidamente, pero todavía no lo logramos en un ciento por ciento.

Además, ustedes saben que un banco es sistema: todo esto se podría hacer muchísimo más rápido si uno apretara un botón y todo estuviese informatizado. Este banco sufrió uno de los escándalos de corrupción más grandes, que fue el de IBM, lo que retrasó en cinco años la informatización de la entidad. Todos sabemos la importancia que representa tener un plan que de alguna manera vincule a todas las sucursales con la casa central. Si entran a la página WEB del banco podrán ver que existe un apartado especial, Fomicro, y desde ahí se pueden inscribir directamente, para evitar que se tengan que trasladar hasta aquí.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Este es un caso que nunca recomendaría hacerlo por la línea gerencial, porque no hay vocación de microemprendiento en los gerentes. Esto no es fácil.

Estos proyectos de microemprendimientos se vinculan con una tarea específica para las organizaciones intermedias y va a ser exitoso si hay seguimiento porque, de lo contrario, se caen en el camino. Hay que seguirlos más que otros créditos.

SRA. MICELI Pusimos solamente 10 millones en este programa para ver si funciona, porque tampoco estamos para regalar.

SR. TANONI La segunda pregunta es la siguiente, y la respuesta son nada más que tres números que, creo, deben estar en la carpeta del señor gerente.

En primer lugar, ¿cuál es el número de tomadores de crédito, antes de la devaluación, superior al millón de pesos-dólares? Segundo: ¿cuál fue el monto total de esa cartera?, y tercero: ¿cómo es el reparto?

SR. FÁBREGA Voy a dar todas las cifras porque la información registra la cartera total del banco.

La cartera activa estaba compuesta por 193 deudores del sector agropecuario y 307 deudores del sector no agropecuario mayores de 400, que es la segmentación que hace el banco. El total de la cartera activa del banco es de 4 mil millones de pesos y 3.400 millones de pesos en cartera irregular. La suma de las carteras da 7.400 millones de la cartera del sector privado. A su vez, el banco tiene 5 mil millones de pesos del sector público que están canjeados por préstamos garantizados, es decir, cuando fuimos al canje.

SR. STELLA Quiero conocer a cuánto alcanza el monto de estos 500 deudores.

SRA. MICELI No están en mora, son cartera activa.

SR. FÁBREGA Estos 500 deudores, 193 más 307, suman al mes de septiembre 2 mil millones de pesos.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Agradezco a la señora presidenta del Banco de la Nación por habernos acompañado. Deseo comentar que fue muy clara en su explicación y que vamos a seguir de cerca el tema pero ustedes van a tener que aclarar...

SRA. MICELI Nos comprometemos a darle toda la información.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Agradecemos a todos por haber concurrido a esta reunión.

- Es la hora 18 y 57.