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FINANZAS

Comisión Permanente

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  • FINANZAS

Reunión del día 24/06/2003

- ADEBA

INVITADOS

  • Representantes de ADEBA
- En Buenos Aires, a los veinticuatro días del mes de junio de 2003, a la hora 16 y 28:
SR. PRESIDENTE FRIGERI Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Finanzas del día de hoy.

Agradecemos la presencia de los representantes de ADEBA. Solicitamos al director ejecutivo Al.berto Peruzzotti que haga una presentación de la nueva asociación -que en realidad tiene una cierta historia- y que indique quiénes son sus integrantes.

Tiene la palabra el señor Peruzzotti.

SR. PERUZZOTTI Agradecemos enormemente a todos los miembros de la Comisión de Finanzas por esta convocatoria, que sirve para exponer los puntos de vista de la banca privada nacional.

Tal como lo mencionara el señor diputado Frigeri, la Asociación de Bancos de Capital Argentino, ADEBA, es de reciente creación y está formada por todos los campos gremiales de los bancos.

ADEBA nació realmente en 1972, luego se produjo una separación entre los bancos privados de capital extranjero y los de capital nacional. Hace unos meses ADEBA ha resurgido y representa a todos los bancos privados de capital nacional.

Asisten a esta reunión los siguientes miembros de ADEBA: el vicepresidente 2° y presidente del Banco de Galicia, señor Antonio Gracés; el vocal y presidente del comité de compensaciones que trata el tema que hoy vamos a abordar y presidente del Banco Roelha, señor Víctor Mondino; la vocal y presidenta del Banco Hipotecario, la licenciada Clarisa Lifsic; el presidente de la comisión financiera vicepresidente del Banco Macro Bansud, doctor Carballo, y el miembro de la comisión financiera y director del Banco de Galicia, el señor Luis Rivaya.

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De modo que esta es la presentación de los miembros que dieron nacimiento a la asociación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Hoy estamos continuando con la reunión del martes pasado, y el tema que estamos tratando es el de las compensaciones bancarias. Estamos tratando la temática contenida en el proyecto de ley que ingresó, porque todos sabemos que estas compensaciones ya tuvieron viabilidad práctica con el decreto de necesidad y urgencia 905, donde se contemplaba la posición en dólares de los bancos y la pesificación asimétrica.

En este proyecto de ley el elemento a considerar es el cambio del CER al CVS -los legisladores conocemos muy bien el tema porque hemos tenido participación en ese cambio-, el tema de los amparos, y se incorporarían los depósitos judiciales que hacen a la banca pública en general.

Le damos la palabra a los señores representantes de ADEBA a fin de que nos comenten qué opinan sobre este proyecto de ley.

SR. MONDINO Señor presidente: la Cámara de Diputados tiene ante sí la eventual sanción de una ley que constituye un enorme paso más para reconstruir el ordenamiento del sistema financiero, que tanto necesita de la atención del legislador, de todos los protagonistas y de la contención de la sociedad.

Es necesario entender que este proyecto contiene compensaciones -no sabemos si la denominación es la correcta- cuya finalidad es resarcir la situación patrimonial de los depositantes titulares de créditos contra los bancos que han merecido el beneficio de una orden judicial, que ha cubierto sus expectativas ordenando la entrega del dinero en la moneda de origen.

Otro capítulo importante del proyecto de ley es el resarcimiento a los bancos con motivo de la "descerificación" o el tratamiento de la diferencia que existe entre el CER y el CVS.

En realidad se trata de dos grandes capítulos que pudieron haber sido tratados por separado o juntos pero que tienen algunas reglas comunes que merecen la preocupación simultánea de las Cámaras.

El Poder Ejecutivo ha tenido a bien someter a consideración del Congreso un proyecto de compensación que denota la voluntad de dar comienzo a la solución de este tipo de problemas que habíamos mencionado hace un momento.

La realidad es sabida por todos. Los bancos han realizado desembolsos con motivo de los amparos y también por adelantos de fondos efectuados a través de depósitos judiciales o de algún otro tipo de operaciones dispuestas por la Justicia, etcétera. Lo cierto es que los bancos han afectado recursos para atender esas obligaciones, que eran imposibles de resistir. Llega un momento en que el esfuerzo de caja realizado por los bancos está lesionando la capacidad de disponibilidad y aplicación de sus recursos al crédito. Además, muchos de los bancos no nos sentimos lo suficientemente comprendidos frente a la capacidad de poner solución rápida a este tipo de problema.

En términos generales, queremos practicar la filosofía con que está armado el proyecto.

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Teniendo en claro que son dos los segmentos sobre los cuales tienen que trabajar los señores legisladores, estaríamos en condiciones de hacer algunas propuestas, con el único propósito de perfeccionar el funcionamiento previsto en la legislación.

Queremos ponernos a disposición de todos los señores legisladores para dar nuestra opinión sobre cómo debemos avanzar en el armado de esta arquitectura que puede dar una solución de las varias que necesita el sistema financiero, y de las varias que merece la economía del país, porque este es un aspecto relevante para reconstituir la capacidad de crédito y tratar de hacer lo propio con el nivel de vida de la población. Consideramos que es necesario que el Poder Legislativo adopte decisiones concretas en orden a este doble esquema de necesidades.

Si el señor presidente lo dispone, haríamos algunas sugerencias sobre el articulado propuesto por el Poder Ejecutivo en orden a lograr su perfeccionamiento y complementación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En primer lugar nuestros invitados harán sus propuestas y a posteriori los señores diputados efectuarán las preguntas que deseen.

SR. MONDINO Señor presidente: respecto del artículo 1° del proyecto de ley, por el que se faculta al Poder Ejecutivo a emitir títulos con destino a la compensación, que luego es estructurada en el resto de la arquitectura del proyecto, nos parecería más razonable que declarase la necesidad o el derecho a obtener el reintegro de los fondos adelantados por el sistema financiero para atender órdenes judiciales.

En esto existe un común denominador, que es que todos los desembolsos que ha hecho la banca -y sobre los cuales el proyecto prevé su restitución- son anticipos de fondos dispuestos únicamente por orden judicial. No estamos pensando que este proyecto esté previendo recomponer situaciones respecto de deudores que han resuelto su problema mediante acuerdo con las entidades o por algún otro sistema de recuperación de sus recursos. Se trata de que los bancos estamos cumpliendo con órdenes judiciales que han originado un desapoderamiento compulsivo o mediante cumplimiento voluntario de los recursos interpuestos para cumplirlas.

En ese sentido, el proyecto especifica que sólo se otorgaría el resarcimiento en caso de que existiera cosa juzgada, o en algún otro caso sentencia firme. Los profesionales del derecho saben que llegar al estado de la sentencia firme en juicios de amparo puede constituir un proceso de muy larga maduración, donde se sabe que la recarga de trabajo de los tribunales del país es de tal magnitud que no hace previsible lograr el dictado de una sentencia que tenga el carácter de cosa juzgada en un tiempo determinado.

El grueso de los casos en consideración sólo son medidas cautelares, autosatisfactorias en la mayoría de los casos, que implican el desapoderamiento cuyo resarcimiento estamos procurando.

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La exigencia de que sólo sean susceptibles de resarcimiento los casos que previamente hayan merecido la calificación de cosa juzgada provoca que se proyecte el nacimiento del derecho en un tiempo totalmente incierto.

En consecuencia, sugerimos que el proyecto sea modificado para contemplar la manera a través de la cual el Poder Ejecutivo pueda cumplir este mandato sin llegar a tener que necesitar el carácter de cosa juzgada. Sabemos que es una cuestión difícil y que tiene aspectos a ser considerados, pero es evidente que no se puede diferir todo a la existencia de la cosa juzgada.

El proyecto prevé la generación de un título cuya expresión aritmética o cuantitativa no está mencionada. Sabemos que es sumamente difícil cuantificar en este momento cuál es la magnitud de la reparación potencial que se reclama, pero sería bueno considerar que lo que el proyecto está estableciendo es una modalidad para poder liquidar las sumas que, dados determinados hechos, implicarían el nacimiento de la obligación.

Por lo tanto, me parece difícil que el Parlamento pueda establecer a priori cuál es la magnitud del desembolso que pudiera merecer la compensación.

De todas maneras, seguramente el Banco Central estará más capacitado que los distintos bancos en forma individual para cuantificar potencialmente el monto total a resarcir. Es decir que si se considerase indispensable cuantificar el monto de la actualización sería el Banco Central el más indicado para establecer cuál es el monto.

El proyecto que se refiere a la compensación de lo que generalmente se llama amparos es de fácil comprensión e interpretación. Creemos que los depósitos judiciales se deben agregar -como ya lo dijo el presidente de la comisión- aunque no tengan sentencia firme, porque los principales perjudicados son los bancos oficiales. Entendemos que debería ser rápidamente reparada la capacidad de recomponer la situación de caja de los mismos. Por otra parte, también hay fideicomisos financieros que todavía no están comprendidos dentro de la categoría de depósitos, porque hay otro flujo de fondos que manejan los bancos, originados en aportes de terceros, que merecerían el mismo criterio de compensación.

Consideramos que el ámbito material de la norma también debe ser revisado o por lo menos complementado, tal como lo anunció el presidente.

Respecto del proyecto de compensación del CER-CVS, entendemos que la ley 25.713 estableció un mecanismo de moderación de costos para ciertos sectores -los deudores del sistema- de la economía. Esta situación significa un desmedro de la situación patrimonial de los bancos, y en este aspecto también está prevista la posibilidad de la compensación. En ese aspecto es importante considerar algunos temas de fechas y de modalidad de la compensación; desde el punto de vista operativo y práctico, tanto el Banco Central como los grupos de trabajo pueden llegar a metodologías en las que fácilmente pueda coincidirse.

El punto central es que la compensación es necesaria y que el Congreso debe establecerla. Por otro lado, las entidades representativas, los bancos y las autoridades han de saber encontrar el acuerdo para que, por vía reglamentaria o por consenso, se pueda llegar a través del tiempo a despejar una de las grandes incógnitas que tiene la recomposición del sistema financiero.

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Con respecto a la forma de recuperación del bono, el proyecto contempla el costo promedio simple de captación de dinero del sistema financiero y no considera los encajes técnicos legales en que debemos recurrir. Por lo tanto, si este aspecto no fuera corregido de alguna manera, falta un aspecto importante e implicaría sumar un quebranto adicional. De esta forma no se alcanzaría el objetivo de compensar a los bancos con las sumas que hemos adelantado y subsistiría un quebranto que derivaría de los encajes legales no remunerados y de los encajes técnicos.

Respecto al mecanismo de pari passu contemplado en el último artículo del proyecto, los bancos argentinos estamos profundamente interesados en la expansión del crédito al sector privado. En este sentido, tenemos un interés muy claro. Como todos saben, fruto de la baja remuneración con que han quedado nuestros activos, necesitamos recomponer un margen de intermediación financiera, y esto lo vamos a lograr en la medida en que podamos crecer en activos. Por lo tanto, no tenemos problema en aceptar un mecanismo de pari passu que implique que, en la medida en que vayamos desembolsando nuevos préstamos, nos sea reconocido, entregado o liquidado el derecho a la compensación que acá se está analizando.

Esta es nuestra interpretación de cómo se puede llevar adelante un esquema de pari passu. La redacción del artículo 7° -reitero- se refiere a un estado de situación al 31 de diciembre de 2001. La redacción en este sentido no es que merezca una interpretación unívoca. Se podría interpretar que en la medida en que vamos prestando, nos van entregando bonos, y una vez que recuperamos el mix de activos y pasivos que teníamos al 31 de diciembre de 2001 no hace falta seguir prestando. Si la meta se alcanzara, se acabaría antes la compensación.

Otra interpretación posible sería que sólo en la medida en que reconstruyera esa ecuación se comenzarían a dar los bonos. Si esto fuera válido al 31 de diciembre de 2001 aproximadamente el 23 por ciento de los activos del sistema eran créditos contra el sector público; hoy suman el 60 por ciento. Aproximadamente se trata de 51 mil millones de pesos contra el sector público y 30 mil contra el privado. Si debiéramos recomponer esa fotografía al 31 de diciembre de 2001, deberíamos llevar los activos de crédito total que hoy suman 80 mil millones de pesos a 195 mil millones. Esto sujeta la compensación a variables absolutamente exógenas: a cuánto van a subir los depósitos y la demanda de crédito. Esta es una excelente oportunidad, como decía el diputado Mondino, para remover los obstáculos que hacen al crecimiento del sistema y la expansión del crédito.

Estamos dispuestos a acompañar una filosofía que apunte en esa dirección. Un esquema de pari passu nos parece razonable. Advertimos que sería francamente imposible reconstruir la foto en esta materia al 31 de diciembre de 2001 que mostraba un mix entre el sector público y el privado.

Con esto damos por terminadas las observaciones que tenemos respecto del proyecto y quedamos a disposición de las preguntas que nos quieran hacer los señores diputados.



SR. LAFALLA Quiero hacer una pregunta con dos partes. Sólo me voy a referir al artículo 1°.

El señor Mondino dijo que sugeriría que la ley establecería el derecho a obtener la compensación.

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También creo haber interpretado que dijo que no entendía como adecuado que se exigiera la cosa juzgada. Si esto es así, la pregunta es: ¿de dónde surge el derecho a la compensación?

Como es sabido, todo derecho tiene un sustento legal. Es decir que para que el Poder Legislativo otorgue derecho a alguien sobre algo determinado tiene que existir sustento en una garantía o en un derecho constitucional que haya sido violado. En ese caso la ley hace surgir ese derecho, pero siempre sobre un fundamento constitucional.

¿Cuál es ese fundamento si no es la sentencia? ¿En qué se basa el derecho a crear una compensación y qué pasa si -como algunos creemos- ganan los juicios?

SR. CARBALLO Le agradezco la pregunta, porque nos permite aclarar este aspecto.

El articulado del proyecto que está bajo análisis impone a las bancos una actitud diligente. Es decir que en una interpretación posible podría implicar la obligación a nuestro cargo de apelar sentencias de primera instancia. Hasta el momento las apelaciones, en los casos en que no han tenido éxito en segunda instancia, no han implicado imposición de costas para el banco que ha apelado la sentencia de primera instancia.

Los abogados que nos asisten en la materia han opinado que habiendo jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia sobre el derecho que les asiste a los depositantes a recuperar sus inversiones en la moneda de origen, de aquí en adelante habría imposición de costas, y ya se han registrado algunos hechos en este sentido.

Como se trata de una acción de amparo que se plantea respecto de una norma dictada por el Poder Ejecutivo, necesariamente el demandado es el Poder Ejecutivo nacional, y a veces -no siempre- los bancos, pues sólo somos sujetos pasivos de una medida cautelar. Por lo tanto, queremos que el proyecto no nos obligue a apelar dado que el Poder Ejecutivo siempre puede intentar la apelación.

Nuestro temor es que dentro de algún tiempo tengamos que venir a esta misma Cámara a plantearles que subsiste aún un daño en cabeza de los bancos derivado de la imposición de costas.

Coincido en que la razón de ser jurídica derivaría de una sentencia. Lo que estamos planteando es que, si la sentencia existe, se nos reconozca el derecho, pero que se nos exima de la obligación de apelar porque, si no, habrá imposición de costas y la situación tenderá a agravarse. Si la apelación la hace el propio Estado, los tribunales son mucho más benévolos en la materia y no suelen imponerle las costas.

Por otra parte, existen muchos casos en los que los bancos ni siquiera somos demandados; somos terceros respecto de quienes se traban medidas cautelares, porque el demandado es el Poder Ejecutivo nacional en orden a la norma que dictó.

SR. LAFALLA Entiendo lo referido a la sentencia. Es decir que en definitiva basta con que se produzca una sentencia firme. Pero si no existiera esa sentencia, ¿de dónde surge el derecho?

SR. CARBALLO Existiendo una sentencia, está claro que hay una disposición...

SR. LAFALLA Parten de la sentencia firme.

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SR. CARBALLO Una sentencia que nosotros no apelamos, y por eso quedaría firme, pero el Poder Ejecutivo nacional puede apelarla. Lo que estamos pidiendo es que la falta de apelación por parte del banco no se interprete como falta de diligencia, porque el Estado puede apelar.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Si no hay sentencia firme, no hay bono.

SR. CARBALLO El problema es la palabra "diligencia". ¿Qué se entiende por "actuación diligente de parte del banco"? Nosotros interpretamos que esta actuación diligente se agota en cuanto nos oponemos a la medida cautelar y planteamos las cuestiones de derecho de fondo para defender la norma dictada por el Poder Ejecutivo. Una vez que perdimos en primera instancia, ¿cuál es el sentido de obligarnos a apelar?

SR. LAFALLA Por mi parte he comprendido ese concepto.

Tomemos una sentencia. ¿Cuál es el quantum? ¿Qué sentencia se toma para fijarlo? El quantum tiene que ver con el modo.

SR. OSTROPOLSKY Lo que se está planteando es que ya tiene sentencia.

SR. GUTIÉRREZ (J.C.) Tiene sentencia por la medida cautelar, pero no por la cuestión de fondo.

SR. MONDINO Se va a resarcir solamente el monto erogado por el banco.

SR. OSTROPOLSKY Lo que ellos piden es que la obligación de ser diligentes se agote con haberse defendido contra la medida cautelar.

SR. CARBALLO Y por haber planteado las cuestiones de fondo que hacen a la defensa de la norma dictada por el Poder Ejecutivo. El quantum va a resultar de la diferencia entre el monto erogado, ya sea en ocasión de la medida cautelar, si la hubo, o en ocasión de la ejecución de la sentencia, si fuera ese el trámite, respecto del famoso 1,40 más CER. A tal efecto se tomará el tipo de cambio de referencia que fija el Banco Central al momento en que se produce la erogación, y la tabla que el Banco Central ha creado a los efectos de determinar la cuantificación del CER día a día.

SR. RIBAYA Muchas veces los jueces disponían el tipo de cambio.

SR. MONDINO Desde nuestro punto de vista, lo que estamos solicitando -y así lo dice el proyecto- es que se compensen las erogaciones dispuestas por orden judicial; si no hay orden judicial, no es compensable. Aquel que resolvió su problema de otro modo, queda al margen de esta protección estatal.

SR. CARBALLO Si hubo acuerdo de partes y no hubo juicio, es responsabilidad de cada banco, pero no caería dentro del ámbito del proyecto que se está analizando.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Cafiero.

SR. CAFIERO Señor presidente: en primer lugar quería dejar constancia de mi posición anterior, en el sentido de que se retire este proyecto por no tener los legisladores un informe sobre el monto que significa esta compensación. Pero veo que aquí está circulando una estimación, donde llega a cerca de 40 mil millones de pesos el monto de la compensación por el decreto 905, por los amparos, por el CVS. Estamos hablando de casi un presupuesto nacional.

SR. MONDINO Debe haber un error informativo.

SR. PRESIDENTE FRIGERI La compensación que estamos tratando ahora involucra aproximadamente 8 mil millones de pesos. De amparos hay 1.200 millones de pesos a la fecha; unos 1.000 a 1.500 millones de pesos por el CER-CVS; más cerca de 1.000 millones en el año 2002.

El decreto 905 ya tomó el tema de la pesificación asimétrica y el 1,40, y tomó el tema de la diferencia de dólares de los bancos. Esos dos ítems dan 9.000 a 9.200 millones de dólares, que al tipo de cambio son 26 mil millones de pesos, que es la cifra que tiene el señor diputado Cafiero.

Lo que estamos tratando en este proyecto son 8.000 u 8.500 millones de pesos.

SR. CAFIERO Esa es la entrada; después viene el plato principal.

SR. PRESIDENTE FRIGERI No varía respecto de los datos que manejábamos en la comisión.

SR. LAMISOVSKY ¿Qué significa "compensación adicional de amparos"?

SR. PRESIDENTE FRIGERI Si hay un fallo de la Corte que dispone que los CEDROS que quedan en circulación -que son unos 7.500 o 7.800 millones- tienen que ser dolarizados, es una hipótesis que obligaría a una consideración de cerca de 3 mil millones de pesos más.

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SR. CAFIERO Por lo general hay muchos sectores que vienen a este ámbito para pedir o reclamar; lo importante es cuantificar ese pedido. En este caso estamos tratando un pedido que implica una cifra parecida a la de un presupuesto nacional. Es decir, una cifra similar a lo que el Estado nacional le brinda a casi 37 millones de habitantes para los servicios que les presta.

Este aspecto me parece previo a fin de que quienes tenemos que votar tengamos una idea del asunto de que se trata.

En segundo lugar existe una cuestión que tampoco puedo aceptar. Me refiero a un tema que se desliza con mucha diplomacia y tacto: habría una suerte de rehén en esta situación y, si no hay compensación, no hay crédito. Siento como si me dijeran: "O resuelven esto o la economía no se pone en funcionamiento". Considero que eso es inaceptable. Los argentinos no podemos ser rehenes de nadie y menos del sistema financiero, porque en definitiva es un servicio que todos necesitamos.

Efectivamente, en estos momentos hay una suerte de política de poner el tema en la misma mesa y lo considero verdaderamente inaceptable. No podemos ser rehenes de nadie; la gente necesita que la economía se reactive, y para eso hace falta el crédito.

Voy a ser muy breve, porque si a cada asociación bancaria que se presenta le decimos lo mismo que lo que le comentamos a ABA creo que nos vamos a aburrir todos.

Muy sintéticamente quiero expresar que ustedes están reclamando un daño, y la pregunta es si no sólo han actuado fundamentalmente en el 2001 y con anterioridad, siendo en definitiva responsables o corresponsables de ese daño.

Una de las pocas cosas que nos pueden quedar de esta crisis es que por lo menos contamos con las comisiones y con las Cámaras a fin de poder discutir libremente. Otras crisis financieras se resolvieron en algún despacho del Banco Central sin que nadie pudiera saber en definitiva cuánto era lo que le costaba al país.

Cuando vino el señor Roque Fernández en el año 1992 a proponer la nueva Carta Orgánica del Banco Central dijo que la crisis financiera del 80 había tenido para el Estado un costo de 37 mil millones de dólares. Buena parte de ello fue producto de la crisis financiera del 80 y de lo que Roque Fernández llamó "la patria financiera", que se había apropiado de la emisión del Banco Central, de las compensaciones de los seguros de cambio y de todas esas operaciones. Todos sabemos cómo terminó esa época de la "plata dulce".

Hoy tenemos la posibilidad de estar mano a mano, discutir qué pasó y si ustedes tuvieron o no parte de esa responsabilidad. El otro día le pregunté al señor Mario Vicens qué había pasado con las cuantiosas reservas que tenía el sistema financiero; él me contestó que habían sido utilizadas para hacer frente a las corridas de depósitos. Yo no tenía los números en la mano -así que hoy los traje- y les tengo que formular la misma pregunta. Paso a detallar muy brevemente.

No es cierto lo que dijo Mario Vicens; en realidad, mintió. Si uno analiza cómo funciona el sistema financiero observa que los depósitos se transforman en préstamos; si tengo caída de depósitos, puedo usar no sólo la reserva sino el recupero de préstamos.

Durante el año 2001 los bancos recuperaron en la Argentina más préstamos que los depósitos que se caían. Es decir que hubo una anticipación a la crisis y hubo un agravamiento de ella, producto de la astringencia que significaba cancelar préstamos en una economía en recesión.

La actitud de los bancos privados y públicos fue totalmente distinta. Voy a dar dos cifras: el total de depósitos del sistema cayó de 86.338 millones a 69.843 millones.

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La caída fue de 16.495 millones de dólares. Los préstamos cayeron de 77.170 millones a 59.127 millones; hubo un recupero de 18.043 millones. En definitiva, los bancos, o sea el total del sistema, recuperaron 1.500 millones de dólares de liquidez porque fueron más los préstamos que se ganaron que los depósitos que se efectuaron.

¿Todos los bancos se comportaron igual y procesaron la crisis de similar manera? No. Los depósitos de los diez bancos privados más importantes evolucionaron desde noviembre de 2000 de 41.219 millones a 33.490 millones; tuvieron una caída o corrida de 7.729 millones, que es más o menos un 15 por ciento de sus depósitos. Los préstamos bajaron de 40.485 millones a 28.311, o sea que bajaron 12.174 millones. Los diez bancos privados más importantes recuperaron 5.990 millones de dólares de liquidez durante la crisis financiera de 2001.

Quiero preguntar al director del Banco Galicia, que está aquí presente, cuál es el monto que recuperó su entidad en ese momento; yo entiendo que su entidad recuperó liquidez por 1.832 millones de dólares. Estos números deben ser analizados. No me siento el dueño de la verdad; sólo ingresé en la página de Internet del Banco Central, bajé los valores de los bancos e hice las cuentas. Luego publiqué un libro que se llama "La Argentina Robada", que todos lo pueden comprar. (Risas.) Creo que así se va la riqueza del país. Sería muy bueno, antes de reclamar una compensación, demostrar que no se fue responsable del daño.

SR. CARBALLO Me gustaría despejar cualquier duda respecto de algunos comentarios que hice en el sentido de la vocación de la banca nacional por expandir el crédito.

De mi parte no hubo intención, así como tampoco de la Asociación de Bancos Argentinos, de condicionar la expansión del crédito a la sanción del proyecto. Si fue esta la interpretación, pido disculpas porque no fue lo que quise decir. Coincido en que ello hubiera sido impropio a los efectos de tratar de inducir un comportamiento de esta comisión o de la Cámara en orden al proyecto en consideración.

Me parece que hay otras cuestiones que hacen al análisis macroeconómico de la crisis acaecida en el 2001. Nos gustaría tener oportunidad de analizar los números del diputado Cafiero y hacer llegar nuestros comentarios.

En particular quiero señalar que los depósitos no constituyen el único pasivo de los bancos. Hay otro tipo de pasivo que pueden explicar el fenómeno. No he venido preparado para dar el debate sobre el tema, porque entendía que no formaba parte de la agenda del día de hoy.

SR. CAFIERO El martes pasado me pasó lo mismo a mí.

SR. CARBALLO Voy a solicitar una semana de tiempo a los efectos de acompañar los elementos que expliquen el origen y la aplicación de fondos de lo ocurrido en el 2001.

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SR. GARCÉS En relación con lo acontecido en el Banco Galicia estamos a su disposición para dar toda la información que se estime pertinente, con balances auditados por el Banco Central. En este momento yo no le puedo responder porque no tengo las cifras, pero estamos a disposición para lo que quiera saber.

SR. CAFIERO Esto es preocupación de la comisión y no sólo de un diputado.

SR. LAFALLA Es obvio que los números puede no tenerlos, pero lo conceptual seguro que sí. Eso es lo que nos gustaría escuchar -por lo menos a mí-, sin perjuicio de que después sea avalado por los números.

El señor diputado Cafiero efectúa una afirmación, que más allá de la precisión de los números es conceptual, sobre qué pasó en esta crisis. Seguramente ustedes tienen una visión distinta, y eso es lo que me gustaría escuchar.

Si he comprendido correctamente lo señalado por el señor diputado Cafiero, él expresó que ustedes han recuperado liquidez, mientras que ustedes basan su derecho en todo lo contrario.

SR. LAMISOVSKY No tenemos que ser traductores del señor diputado Cafiero, porque habla bien el castellano. Pero evidentemente flota en el aire algo que es así. Si después de esta crisis todos los componentes de la sociedad argentina vieron empobrecidos sus bolsillos, ¿por qué no hace su esfuerzo también el sistema bancario? ¿Por qué tiene que ser una compensación tan matemática, si es que corresponde?

SR. DUJOVNE Quiero aclarar que una explicación para lo que plantea el señor diputado Cafiero es que las cifras de crédito incluyen también las financiaciones al sistema financiero. Es decir, el call que se presta entre bancos, que desapareció por completo, y que constituye tanto un activo como un pasivo. Eso es lo que explica la caída tan fuerte del crédito durante el año 2001.

SR. CAFIERO Estamos hablando de préstamos. No me metí -porque no quise- en otros activos y en otras obligaciones, que es un capítulo aparte para entender cómo funcionan los bancos de ustedes, que es casi inentendible. Es casi más grande lo que manejan en la trastienda que lo que manejan al público.

El diario "La Nación" sacó una editorial diciendo que yo estaba equivocado. Sería muy bueno que ustedes me dijeran si es así, porque las cuentas de call y otras obligaciones tienen cifras escandalosas.

SR. DUJOVNE Si uno incluye los préstamos al sistema financiero -que en realidad es un juego de suma cero- de todos los bancos, se llega a las cifras que usted menciona. Si uno toma exclusivamente los préstamos al sector privado no financieros -hipotecas, créditos corporativos-, este crédito apenas ha caído un 2 ó 3 por ciento durante el año 2001.

SR. CARBALLO Haremos llegar las cifras a la Presidencia de la Comisión de Finanzas para que les dé el uso que entienda más conveniente.

En realidad, nosotros somos rehenes de nuestro propio cuadro de resultados, que hoy está exhibiendo una situación en donde prácticamente el margen por intermediación financiera ha desaparecido. Esto ha sucedido como consecuencia de que los activos contra el sector público -ya sea nacional o provincial- y los activos contra el sector privado, que fueron refinanciados en ocasión de la pesificación dispuesta con fecha 3 de febrero, lo fueron a tasas de aproximadamente entre el 2 y el 4 por ciento por encima del CER. Este fue el esquema propuesto. Es decir que a todos estos activos el sistema los está financiando con recursos a tasa libre. La tasa libre tiende a ser neutra o levemente positiva; si no, la gente dejaría de ahorrar. La gente ahorra cuando entiende que está al menos preservando su capacidad de compra. Es difícil imaginar un sistema que funcione con una tasa pasiva que se ubique debajo de la inflación o de la expectativa de inflación que tiene la gente. Si esto lo corregimos por los encajes técnico-legales, les diría que la visión que tenemos en cuanto al ingreso por intermediación financiera igual a cero es optimista.

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Con lo que estamos natural y vehemente inclinados a modificar ese estado de cosas a través de la expansión del crédito al sector privado.

¿Qué tiene que ver todo esto con la cuestión que hoy está bajo análisis? Tiene que ver en algo que es la otra manera de mirar un banco. Un banco se mira básicamente por su solvencia y por su liquidez. Al día de la fecha es cierto que la confianza del depositante se ha ido recuperando, y hoy los bancos gozamos de una liquidez que era impensable un año atrás. Por aquello de que nadie ahorra en un sistema que tiene problemas de solvencia, dado que han proliferado algunos análisis -incluso algunos de ellos han sido publicados en algunos matutinos porteños- pretendiendo exhibir la situación de solvencia del sistema financiero en términos francamente oprobiosos, contabilizando los títulos por lo que valen, etcétera, si a ello le cargáramos adicionalmente un mal tratamiento de la compensación que aquí se está analizando, es probable -y les pido el manejo más prudente que le puedan dar a esta información- que esta liquidez fuera efímera.

De ahí la vinculación que tiene un tema con el otro. Le aseguro, señor diputado, que si la cosa sigue como está hasta ahora, los bancos no tenemos futuro en este país. Somos como cualquier industrial o comerciante: necesitamos vender. Así que no es que nosotros queramos llevar adelante una actitud extorsiva en este tema. Si estamos condicionados, lo estamos por la realidad misma, y esto hace a resolver un problema de solvencia. Todas estas cifras que hemos debido erogar para atender amparos, todas estas cifras que hemos dejado de percibir con motivo de la pesificación asimétrica, es una suma de dinero muy grande que hoy está en tela de juicio si nos corresponde o no. Si así no fuere, es probable que la gente diga "el rey está desnudo", y en ese caso el problema sería del sistema financiero pero también afectaría a la comunidad en su conjunto.

Como bien saben todos ustedes, el sistema financiero es una actividad donde se intermedia ahorro y crédito, pero también administra el sistema nacional de pagos. Es un sistema que permite que una exportación que se está cobrando eventualmente en el puerto de Rótterdam se transforme en un pago de sueldos en alguna localidad del interior del país. Todo esto depende de una estructura que el sistema financiero ha montado a través de su red de sucursales, tecnología aplicada, etcétera, que hace a la existencia misma del sistema financiero y a que la economía esté lubricada a través del sistema nacional de pagos.

Digo todo esto porque quiero despejar cualquier duda en esta Cámara en cuanto a que se pudiera estar generando algún tipo de extorsión. No existe, y si esa fue la idea, les pido disculpas.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Alessandro.

SR. ALESSANDRO ¿Cuál es la tasa de referencia de descuento de cheques al sector privado a 30 o 60 días en este momento?

SR. CARBALLO Obviamente no hay uniformidad de tasas. Lo que les puedo decir es que en materia de préstamos personales nuestra entidad los ofrece a 25 por ciento y dos años de plazo. Nuestra entidad ha firmado un convenio con la Unión Industrial Argentina, por el cual le hemos hecho saber a esa entidad y a sus asociados nuestra vocación de adquirir cheques o facturas hasta un plazo de noventa días a una tasa que llega, en el caso de noventa días, al 21 por ciento.

Con el crédito hipotecario tenemos dificultades porque, como saben, es un crédito a mediano o largo plazo.

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En definitiva es un problema de cuota, porque el crédito hipotecario prospera cuando la cuota se parece al monto de un alquiler. El crédito hipotecario no se expande cuando la divergencia es muy grande.

Quizás debamos entre todos -y también será una tarea del Poder Legislativo- analizar la creación de nuevos mecanismos que permitan sortear las decisiones de plazos que hoy tenemos. Obviamente ya no podemos pensar en reiterar el error del pasado reciente de financiar en dólares a quien sólo gana en pesos. Tampoco podemos desaprovechar la experiencia de la década del 80 e imaginar créditos con tasa flotante o índices que se construyen sobre una tasa flotante -como fue la famosa Circular 1050-, porque el ingreso de la gente puede no guardar ningún tipo de relación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En primer término quiero agradecer su presencia.

Considero que la pregunta es valedera, pues sé que ustedes están en un sector que, si no da créditos, no tiene razón de existir. En ningún momento pensé que están negando el crédito por una situación previa; si no salen de esta situación y no dan crédito, cierran los bancos, porque no tienen otra tarea que realizar.

Considero que, más allá de estas compensaciones, tendrán que plantearse en un futuro que con estas tasas es muy difícil colocar créditos, porque realmente el asalariado tiene su estipendio en pesos, que además ha sido cercenado por la inflación.

Hay sectores bancarios que pidieron la baja de los encajes y el Banco Central está empezando a bajarlos. Me parece que hay que receptar positivamente esta señal.

En este país pasaron cosas muy graves: cuatro años sin crecer en un país es mucho, y ha dejado a la economía patas para arriba. Sabemos que la tasa de incobrables del sistema, para créditos menores a 200.000 pesos -lo acaba de publicar el Banco Central-, está casi en el 44 por ciento. Sabemos que el Banco Central acaba de cambiar la normativa en cuanto al previsionamiento de créditos porque, si no, la mayoría de la gente no sería objeto de crédito.

Existen muchísimas tareas simultáneas por realizar, entre ellas la compensación que estamos discutiendo. Pero también es cierto lo que expresó el señor diputado Lafalla, pues el legislador no puede estar disponiendo un pago ante una sentencia no firme, porque si mañana no sale, ¿quién lo recupera?

Sabemos que ustedes plantean temas que son reales. Por ejemplo, es cierto que cuando pagan un amparo están dando dinero cash y están recibiendo un bono que en el mercado está devaluado, aunque se les permite cotizarlo al valor nominal a fin de que no afecte la contabilidad. Estas son cuestiones que se están permitiendo para sobrevivir y salir adelante en el sistema.

Ustedes tienen mucho por delante y creo que vale la pena responderle al señor diputado Cafiero, porque los datos que él dio son certeros. Esto puede ser así porque hubo encajes en el medio o porque los bancos no pusieron capitales y tuvieron que cobrar lo mismo que devolvieron en depósitos, etcétera. Es decir, hay que analizar qué circunstancias ocurrieron, y pienso que ustedes tienen datos al respecto.

Vamos a seguir analizando este proyecto de ley, y tomaremos en cuenta los puntos que han mencionado. Nuevamente les agradezco su presencia.

T.13

SR. PRESIDENTE FRIGERI Agradezco la presencia de los representantes de ABAPPRA.

Estamos tratando la compensación a los bancos. Me gustaría que el proyecto tuviera otro título, pero así ha venido en su redacción original. El proyecto se refiere a la compensación no prevista en el decreto 905 que preveía que cada dólar costaría 1,40 pesos y que la diferencia sería cubierta en dólares a los bancos. Nos referimos con este proyecto al CER y al CVS, medida tomada por este Parlamento, y a los amparos. Habría que sumar los depósitos judiciales -no contemplado en la ley-, que involucra a los bancos Nación, Provincia y Ciudad y a los bancos provinciales.

Estamos recogiendo información planteada por las distintas entidades en cuanto a algunos tópicos del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo y que hacen al enfoque global de la compensación. El artículo 6° prevé dar bonos cuando se vuelve a la posición crediticia de 2001, lo que creemos debe ser retocado porque es difícil de lograr en la medida en que el 23 por ciento de esa suma eran créditos al sector público, cifra que hoy ronda el 60 por ciento. Sería bárbaro que el Estado devolviera todo el dinero para volver a esa posición.

Hemos tomado nota del reclamo por la tasa de compensación ya que la tasa promedio que se aplica a los amparos está prácticamente basada en los plazos fijos.

También se ha analizado el tema de la fecha de corte -3 de febrero- incluida en el proyecto porque es complicada. Nos pareció oportuno considerar el 31 de diciembre, hasta donde tiene datos el Banco Central de la República Argentina, o el domingo 31 de enero, que es fecha de cierre de balances.

El tema de los amparos es discutible. Hace falta que exista sentencia firme porque de lo contrario podrían otorgarse fondos que luego no corresponderían.

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¿Quién recupera aquí? Es un tema complejo. También se han mencionado algunos otros tópicos del proyecto de ley.

Contamos con la presencia del señor Carlos Heller, representante de ABAPPRA. Me gustaría que nos comentara si está representando a bancos públicos o también a bancos privados, porque tengo entendido que se creó una asociación nueva de bancos.

Tiene la palabra el señor Heller.

SR. HELLER Señor presidente: de acuerdo con su inquietud, quiero mencionar que están incluidos también algunos bancos privados dentro de la asociación. Podría ofrecerles una cantidad de datos, pero veo que no es el caso.

ABAPPRA está compuesta por bancos públicos, bancos mixtos -sobre todo provinciales que han tenido distintos procesos de privatización parcial-, bancos provinciales que son totalmente públicos y bancos cooperativos.

Es muy interesante analizar que son 1.066 las localidades de la República Argentina que tienen presencia de actividad bancaria. Es un número bastante pequeño en función de la cantidad de poblaciones que hay. Este tema también está ligado a una normativa que no diferencia los requisitos que se fijan en función de la dimensión económica de cada localidad. Ello torna inviable la presencia de entidades bancarias en localidades de menor dimensión económica.

Sin embargo, si analizáramos las 1.066 localidades que tienen presencia bancaria observaríamos que casi el 70 por ciento corresponden a bancos de esta asociación.

Además, en un análisis diferenciado, notaríamos que ese 70 por ciento está compuesto por ciudades de menor desarrollo relativo; es decir, lugares donde la posibilidad de rentabilidad del negocio bancario se encuentra limitada, en un sistema -insisto- que en sus regulaciones no establece ningún tipo de diferenciación que facilite o premie la presencia de entidades bancarias en sitios menos desarrollados. Ello sería absolutamente razonable, porque facilitaría la promoción de la actividad bancaria.

Consideramos que los bancos agrupados por esta asociación tienen un perfil particular que hace a cualquier proyecto de desarrollo nacional armónico. La forma en que se han radicado los bancos es una definición que no puede dejarse de tener en cuenta en cualquier consideración que se quiera realizar.

El carácter de bancos públicos o cooperativos nos permite señalar que se trata de un conjunto de entidades que tienen una acentuada vocación diferenciada en cuanto al concepto del servicio que significa la actividad financiera. No obstante ello, como empresas necesitamos tener adecuadamente resueltos los problemas atinentes a las regulaciones y a la rentabilidad necesaria para poder operar. Más allá del objeto social diferenciado, es imprescindible que obtengamos la rentabilidad que nos permita invertir para competir con el otro segmento de la actividad financiera, para estar equipados tecnológicamente, situarnos en un plano de igualdad y poder cumplir eficazmente esta tarea.

A modo de presentación, considero que les he transmitido las características de nuestra asociación.

Respecto de los temas mencionados por el señor presidente de la comisión, seguramente tener el último lugar expositivo nos quita originalidad, porque en muchas cuestiones los problemas son comunes.

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Usted bien decía que no es feliz el título del proyecto que estamos discutiendo, porque en un país con una crisis como la que tenemos, hablar de compensar a los bancos debe ser una de las cosas más antipáticas para presentar en sociedad. Creo que el tema está mal planteado desde el origen.

Desde hace tiempo vengo insistiendo públicamente -seguramente muchos de ustedes me habrán escuchado- en que aquí hay un conjunto de decisiones del Estado, a través de sus distintos poderes, que en la práctica significa respetar los depósitos en la moneda de origen, tal como fueron constituidos, y hacer que los deudores devuelvan pesos cuando recibieron dólares. Es decir que hay una decisión del Estado nacional, a través de la combinación de los poderes que lo componen, de subsidiar a los deudores del sistema financiero, primero pesificando sus deudas en dólares y luego haciendo que buena parte de ellos dejen de ajustarse por el CER y lo hagan por el CVS.

La discusión de las compensaciones es la magnitud del subsidio que el Estado ha decidido, y no otra cosa. Por eso creo que en realidad todos deberíamos hacer el esfuerzo de poder instalar la idea de que lo que se está haciendo, en vez de entregar a cada deudor una cantidad de dinero para que afronte la diferencia que hay entre su deuda original y lo que está pagando, es entregar en forma ordenada a las entidades financieras un bono, pero se está subsidiando a esos deudores a los que se les ha licuado totalmente su deuda.

SR. BREARD No coincido con la teoría del subsidio.

SR. HELLER Los bancos intermedian...

SR. BREARD Perdón, conozco la teoría de los roles del sistema financiero. Por lo que usted dice, parece que los deudores van a ser subsidiados por la sociedad argentina. Aquí lo que ocurrió fue que el Estado rompió las reglas del juego, y lo que hizo fue encarecer una cosa que no estaba prevista, y lo que se discute es si los bancos se hacen cargo de esa diferencia o si el Estado tiene que pagar por haber roto las reglas de juego del contrato comunitario a través de la hiperdevaluación que dispuso.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Por favor, pida la palabra, señor diputado.

SR. BREARD Lo digo para que no quede instalado que es el deudor el que tiene que ser subsidiado.

SR. HELLER Son los deudores en general del sistema.

SR. CAFIERO Telefónica, Repsol...

SR. HELLER Entre otros. Por eso nosotros planteamos como cámara -usted recordará que soy autor de una idea que fue recogida por un grupo de legisladores- la creación de un fondo fiduciario para evitar la pesificación de los grandes deudores y que fueran injustamente beneficiados por ese subsidio del que estamos hablando. Luego, cuando se aprobó la pesificación, la asociación que presido presentó al Ministerio de Economía una nota donde proponía que se estableciera un impuesto extraordinario al beneficio de la pesificación de los grandes deudores.

Así que me ratifico en la idea de que se trata de un subsidio a los deudores decidido por el Estado, injustamente tal vez porque ha sido generalizado y no dirigido sólo a los deudores insolventes sino a todos. Pero esa fue una decisión política del Estado nacional. Creo que el señor diputado Frigeri estuvo en una reunión donde yo hice el planteo en el Ministerio de Economía, cuando se discutió este tema; así que puedo repetirlo aquí con absoluta tranquilidad de conciencia.

SR. BREARD Igual quiero disentir. Quiero aclarar que junto con el señor diputado Ostropolsky presentamos un proyecto para que se estableciera un corte en la pesificación, y en la Comisión Investigadora sobre la Fuga de Divisas vimos que muchos de los beneficiarios de la pesificación habían fugado dólares al exterior, y entonces dijimos que a esos había que excluirlos porque no se pueden ver doblemente beneficiados.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Señor diputado Breard: estamos discutiendo otro tema. Si entramos en detalles...

SR. BREARD Ellos son los buenos de la película.

SR. PRESIDENTE FRIGERI También hubo ahorristas a los que se les pagó 1,40 y tenían un crédito; y a otros no se les pagó 1,40 sino un amparo. Entonces, desde el punto de vista de la lógica alguien puede plantear que esto no es correcto. Ese planteo es bárbaro en la parte teórica, pero en la práctica, ¿cómo se ejecuta?

SR. OSTROPOLSKY Justamente lo que plantea el señor presidente de ABAPPRA es lo que dijimos el otro día.

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Este tema es el que el señor presidente de la comisión quería desvincular. Se está planteando que tenemos que discutir un proyecto de ley que busca una compensación para el sector financiero y que no tenemos que debatir sobre el tema que habíamos planteado anteriormente y que se trae nuevamente a colación.

Nosotros no queremos avanzar en la discusión de parte de este proyecto de ley si no tratamos lo otro que quedó pendiente, es decir, lo relativo a la pesificación irrestricta y asimétrica que se concretó, cuando el Congreso había planteado un límite. Hubo numerosos proyectos receptados por muchos legisladores -todavía recuerdo la conferencia de prensa al respecto- y hubo muchas propuestas, pero nunca pudimos discutir ese tema. La verdad es que me sentí con un grado de inutilidad enorme por estar planteando distintas cuestiones sin siquiera tener un marco para discutirlas. Por lo tanto, considero que ha llegado el momento y que este es el límite.

Celebro el planteo que está realizando el señor Heller, porque trae a colación el tema que nosotros queríamos discutir.

SR. HELLER Cuando el Poder Ejecutivo dictó el decreto 214/02 también fijó la voluntad de compensar la diferencia generada por mantener los depósitos de los ahorristas en la moneda de origen y licuar las obligaciones de los deudores. Quiero recordarles que cuando se produjo la salida de la convertibilidad se estableció un tipo de cambio de 1,40 pesos por dólar.

Por lo tanto, la decisión política original contenida en el decreto 214 fue la de licuar las obligaciones de los deudores estableciendo que quien debía un dólar debía un peso, y dar a los depositantes la cantidad de pesos necesarios como para comprar los dólares al tipo de cambio que se había fijado como salida de la convertibilidad.

A partir de allí la economía no respondió y el tipo de cambio se comportó erráticamente en relación con la inflación. Entonces se originó una brecha que da motivo a lo que estamos debatiendo, pero conceptualmente nada es distinto de lo que establece el decreto 214.

Por otro lado, el gobierno nacional -a través de los sucesivos canjes que aprobó- estableció también la voluntad política del Estado de hacerse cargo de la diferencia entre el 1,40 más el CER y el valor del dólar libre. Eso es lo que establece el primer canje, el segundo y el último decreto con el bono adicional por la diferencia entre 1,40 más CER y dólar libre.

Todas estas decisiones fueron adoptadas a lo largo de toda esta crisis a fin de resolver el problema de fondo, volver a una normalidad sistémica y que en definitiva el sistema pueda funcionar. Seguramente todos compartimos esta apreciación como parte de una necesidad objetiva que tiene un país que necesita recuperar su economía y, entre otras cosas, también las formas de financiamiento.

No se alcanza a comprender cuál podría ser la razón para que los casos devenidos de una decisión del Poder Judicial no merezcan la compensación cuando la han recibido todos los otros casos. El Poder Ejecutivo estableció los canjes, y si la gente los hubiera utilizado, el Estado hubiera asumido en todos los casos la diferencia de 1,40 más CER. Mientras tanto, en relación con los ciudadanos que decidieron que el Poder Judicial les restituyera su dinero, estaría en discusión si corresponde o no que el Estado se haga cargo de la diferencia.

Desde la lógica de entender la división de poderes y al Estado como uno solo, personalmente me resulta bastante difícil comprender cuál podría ser la razón para que en este caso no se contemple la compensación que sí está prevista en todos los otros supuestos.

Además de los problemas patrimoniales, en un país donde recurrentemente escuchamos que es imprescindible restituir el crédito, hay que considerar el enorme impacto sobre la liquidez que tienen estas decisiones, dado que aun en el caso de establecerse las compensaciones, el proyecto de ley menciona una compensación mediante un bono, a través de un período de una década, contra disponibilidades que el sistema ha entregado en efectivo.

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Con esto, además del problema patrimonial en discusión, hay que tener en cuenta el fuerte impacto sobre la liquidez de los bancos y consecuentemente la disminución de la capacidad de financiamiento que el sistema como tal tendría en función de esa liquidez perdida y que se recuperará a lo largo de una década.

Por otra parte, hay un montón de detalles que también debemos mencionar, más allá de estas cuestiones de fondo y conceptuales que quería plantear a modo de introducción.

El proyecto de ley, por ejemplo, cuando habla de compensación por amparos pone una fecha, abril de 2003, y no tiene ninguna consideración respecto de los costos de la entrega de la liquidez que viene produciéndose desde febrero de 2002, cuando comenzaron a hacerse efectivos los primeros amparos. Habría una desigualdad de trato, porque la entrega de fondos líquidos tiene un costo y no existiría ninguna compensación por su otorgamiento durante un período de más de un año.

Nos preocupa el tema de los depósitos judiciales aunque escuchamos una opinión y esto ha sido considerado. No vamos a insistir sobre esto si ha sido tratado.

También nos preocupa el tema de las sentencias firmes. Entendemos la cuestión pero queremos advertir que podríamos habernos llevado el tema al desarrollo de instancias judiciales que van a tener una sola manera de resolverse y que lo único que van a hacer es generar un nuevo costo significativo, que es el de las costas. Se trata de apelaciones con final conocido que lamentablemente lo único que van a hacer es generar un excelente negocio para los letrados, más allá del brillante negocio que han hecho durante todo este período en la defensa de los depositantes que han solicitado los amparos.

Creemos que sería bueno precisar algunas cuestiones vinculadas a los términos de prácticas improcedentes o negligentes porque nos parece demasiado amplio conceptualmente, y luego queda sujeto a consideraciones que pueden plantear complicaciones.

También tenemos previsto plantear nuestra preocupación por el tema del margen financiero en la compensación con el bono 2013. La consideración que trae el proyecto de ley no nos parece adecuada teniendo en cuenta el promedio de tasas; los amparos se corresponden absolutamente con plazos fijos ya que los depositantes en cuenta corriente no quedaron sujetos a la reprogramación de depósitos sino que quedaron en el corralito y luego fueron liberados sus depósitos. Los amparos en su totalidad están vinculados a los plazos fijos.

Con respecto a la forma en que se toma la compensación del CVS, creemos que la idea del Banco Central de aplicarla en función del crédito efectivamente pagado es el sistema más transparente. En definitiva, si el crédito no se paga no habría compensación y de lo contrario habría un subsidio que no entendemos razonable.

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Habría que establecer un mecanismo a través del cual, a medida que el crédito se va amortizando, se produzca la compensación por la diferencia entre el CVS y la tasa. Ese elemento es absolutamente transparente, más prolijo y evita discusiones sobre ponderadores. Si se cobró el crédito, significa que era cobrable, y si no se cobró es porque no lo era. Considero que a todos nos resultaría más cómodo y transparente.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FRIGERI El tema que plantea el señor diputado Alessandro me parece que es cierto, porque no se observan bancos cancelando créditos ni otorgando nuevos.

SR. HELLER Es nuestra intención que se tomen todos los recaudos para que ese mecanismo funcione. Estamos planteando seriamente que a medida que los créditos se van cobrando en serio aparezcan las compensaciones. No existe ningún interés ni mecanismo elusivo ni nada que se le parezca.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Hay dos temas nuevos que incorporaron en una presentación, que no están en consideración en el proyecto, teniendo en cuenta probablemente un criterio de no abrir puertas.

Por un lado tenemos el tema de los fondos de fideicomiso. Otro es el tema del leasing y, por último, el tema de la bolsa. Todas estas cuestiones han sido reclamadas por las propias Cámaras. Ellas consideran que, en el caso del leasing, las empresas son en última instancia como los bancos. De hecho hay empresas de leasing que son ciento por ciento de los bancos. Entonces una compensación de la posición en dólares para los bancos no tiene incluida la compensación para ese tipo de empresa. El Poder Ejecutivo no habla de razonabilidad sino de un mecanismo, pero son temas que vamos a tener que tratar sin ninguna duda. También tenemos un pedido de audiencia de la Bolsa.

SR. OSTROPOLSKY Se ha dicho que hay dos temas. Uno es el que han mencionado recién y el otro es uno nuevo que ha planteado sobre intereses o pagos anteriores a...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. OSTROPOLSKY Acá estábamos discutiendo si correspondía este bono. ¿Existe alguna razón para no hacerlo así?

SR. HELLER Mi criterio parte de un mismo lugar: estamos hablando de resarcimiento; no admite duda. Luego nos podrán decir que no van a resarcir el total sino una menor cantidad y entonces se aplica un ponderador. Pero si se acepta el criterio de que están resarciendo el daño que hemos tenido, ello encuentra su origen desde el momento en que le entregamos dinero al amparista por...

SR. BREARD Pero el señor diputado Cafiero tiene una teoría, en el sentido de que nadie puede beneficiarse de un daño que ayudó a provocar.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. HELLER Comparto el criterio.

SR. CAFIERO Mediante esa teoría los exculpo a ustedes, porque los bancos públicos sostuvieron la crisis mientras que los bancos privados la aceleraron.

SR. LAFALLA En este mismo orden de cosas, quisiera que me ayuden a entender el punto sobre el que insiste el señor diputado Ostropolsky.

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Más allá del título de este proyecto, existe la sensación de que el sistema financiero maneja recursos que no son propios, que toma y presta, pero son instituciones con patrimonio, con responsables, que eventualmente distribuyen dividendos cuando andan bien.

Como se ha venido planteando, pareciera que en una profunda crisis que vivió la Argentina hubiera una neutralidad en los actores del sistemas: los bancos estaban allí y vino un Estado imprevisor, malo, erróneo, que tomó decisiones -estas partes del Estado de las que hablaba el señor Heller- que generaron esta crisis. Entonces, como este Estado generó esta crisis, este Estado le tiene que decir a sus ciudadanos "discúlpennos el error, y pongan".

Los bancos sostienen que este sistema es un bien necesario -o un mal igualmente necesario- que tiene que funcionar. Este sistema algo tuvo que tener que ver con la crisis, como sus actores, quienes en esta presentación que hacen sobre el tema dicen que la palabra es "compensación": el Estado hizo un daño al sistema, no todo es culpa de los bancos -lo entendemos- y entonces los ciudadanos ponen para que el sistema permanezca.

Esto supone que el sistema no tuvo errores, que está todo bien y que todo el mal viene de afuera. Y entonces todo va a seguir igual, con cada una de las entidades, las más buenas y las más malas -como dicen mis colegas-, porque en definitiva el sistema es uno solo con una sola normativa y los ciudadanos seguimos siendo los que pagamos.

¿De dónde venimos y a dónde vamos con esto? Resulta entonces difícil votar una compensación.

SR. OSTROPOLSKY El señor diputado Lafalla se puede sentar de este lado.

SR. BREARD El señor diputado Lafalla interpretó bien el tema.

SR. HELLER En primer lugar, estoy totalmente convencido de que el país necesita un profundo reordenamiento del sistema financiero a partir de una ley que parta de un concepto distinto. Tenemos una ley que no contempla la concepción de que la actividad financiera es un servicio público y debe tener regulaciones propias de ese carácter. Lo cual no quiere decir que deba ser prestada exclusivamente por agentes públicos, pero debe tener regulaciones inherentes a la prestación de un servicio público.

Tenemos una ley que data de la época del proceso y contiene una filosofía determinada, dentro de la cual se ha desarrollado este sistema financiero. Por lo tanto, particularmente estoy profundamente convencido de la necesidad de una reformulación que parta de una filosofía distinta, que asigne a los actores del sistema financiero responsabilidades y roles diferentes.

Lo cierto es que había una ley, un sistema y una manera de funcionar, y en ese sentido insisto en un concepto: la decisión política expresada -yo he estado en reuniones donde se lo dijo- fue la de licuar las deudas de los deudores del sistema financiero, y no la de facilitar la situación de las entidades financieras. Desde luego que entre esos deudores están aquellos que a la vez giraron fondos al exterior y se beneficiaron. Esas son las imprevisiones que, en todo caso, quienes hicieron aquella norma no tuvieron en cuenta y pudieron haberse evitado si se hubiera segmentado la decisión.

SR. BREARD Pero estamos a tiempo.

SR. HELLER Parece difícil hoy, porque las deudas están canceladas.

Insisto: el Estado nacional decidió una política de pesificación, o sea, subsidio a los deudores del sistema financiero. Esta es la base del concepto.

SR. CAFIERO El Estado no decidió un subsidio sino una licuación, que es totalmente distinto. Si hubiera resuelto un subsidio, el banquero tiene un activo y le van a subsidiar la diferencia y sale bien. Pero acá decidieron licuar y los banqueros no dijeron nada.

SR. HELLER Sí, dijimos. Le estoy diciendo que dijimos.

SR. BREARD Ellos sí. Los otros pidieron.

T.20

Desde ese punto de vista estamos absolutamente tranquilos, porque...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. HELLER La licuación se expresa en este subsidio que es el de mantener a los depositantes el valor de sus depósitos y reducir a pesos la deuda a los deudores. El pecado está en el origen; pero desde el punto de vista de las entidades bancarias, no hay responsabilidad en la gestión.

Los bancos deben ser responsables de todo lo relacionado con la gestión; tienen que asumir la responsabilidad de los créditos mal dados, las evaluaciones incorrectas, etcétera. Pero difícilmente sea razonable plantear que la entidad deba hacerse cargo de los efectos de una decisión que toma el poder político.

SR. FELETTI Uno puede cuestionar la convertibilidad en sí misma, porque creó un régimen bimonetario. Es decir que los bancos emitíamos certificados de compromiso a corto plazo en una moneda que no era la nuestra. También prestábamos dinero en dólares a veinte años a gente que ganaba en pesos, como si el riesgo cambiario nunca hubiera existido. Esta sería una primera discusión: por qué desde el Banco Central en un momento determinado de esta historia se aceptó la conformación de un régimen bimonetario.

El otro punto que habría que discutir es el modo en que se sale de la convertibilidad, y el modo en el cual se decide atenuar el impacto de la devaluación sobre los deudores privados del sistema cuando los números mostraban, al 31 de diciembre de 2001, que había una gran concentración del crédito en grandes empresas.

Todo esto se discutió, se planteó y se dijo. El problema más importante que hoy se está discutiendo es el del relanzamiento del crédito a futuro. Todos los bancos vamos a tener que soportar bonos del Estado, títulos públicos, préstamos -una importante porción de capacidad de préstamo ubicada en activos del sector público-, que están devengados a precios internos, es decir, al CER. Según cómo se defina y cómo se produzca la reestructuración global de las deudas del sector público vamos a tener rendimientos a precios internos en una porción muy importante.

Por otro lado, en la medida en que se abra el "corralón" y se desprogramen los depósitos, vamos a estar pagando tasas de mercado.

Es decir que todos los bancos -los "más buenos" o los "más malos", para usar un término de los señores diputados, que uno puede compartir o no- vamos a tener un fuerte desequilibrio de rentabilidad como producto de esta salida. No es cierto que no haya impacto sobre los bancos en términos de lo que es una tasa de mercado, que hoy está rindiendo un promedio del 0,80 mensual contra un CER que está rindiendo el 0,30 mensual. Ese desequilibrio que hoy está planteado y que existe en este problema de rentabilidad tiene un impacto muy negativo en la rebaja de la tasa de interés, porque por más que el Banco Central tenga una política monetaria expansiva, la tasa de interés no bajará, porque los bancos iremos a buscar en las operaciones nuevas la rentabilidad que no encontramos en esa aplicación o capacidad de préstamo.

Es importante para el gobierno nacional y para el conjunto de la economía pensar en la construcción de un mercado en pesos. Me estoy refiriendo a un mercado más sano de monedas calzadas; si tomamos pesos, prestamos pesos, y si tomamos dólares se los ofrecemos a los exportadores que van a generar dólares, evitando así arbitrar monedas.

El tema es que el impacto de las compensaciones pendientes -que no están dirigidas a los bancos sino a la salida asimétrica- sobre el sistema financiero, solamente en el rendimiento de esos activos, está provocando a futuro un efecto muy negativo sobre la tasa de interés, por más política monetaria expansiva que el Banco Central desarrolle.

No sé si contesto el interrogante del señor diputado. En los bancos ya se está evidenciando un problema de desequilibrio en rentabilidades, que por más que uno las atenúe o dimensione los costos, está jugando muy negativamente en la construcción de un nuevo mercado financiero sobre la tasa de interés.

T.21

Quiero señalar esto porque me parece muy importante tenerlo en cuenta en el tratamiento de la compensación.

SR. PELÁEZ Me cuesta mucho votar por este proyecto de ley porque es algo totalmente complicado; es una barrabasada en la cual el Congreso no ha tenido participación ni ha sido un gran protagonista.

Unicamente este Congreso trató la ley 25.561, que se refiere a este tema. En ella se decía que no se podía aumentar ni indexar -esta era la palabra que se usaba-; pero esto ocurrió. Se aplicó la indexación a través del CER.

Partiendo del año 2001 hay cosas muy serias. El decreto 648, que habilita la operación de canje de títulos de la deuda pública por valor de 58 mil millones de dólares -no es culpa nuestra-, crea sin duda un gran problema en el sistema financiero. Por el decreto 1.570/01 se restringen el dinero en efectivo y las transferencias al exterior, se prohíben las exportaciones de billetes de moneda extranjera, y los retiros no pasan de 250 pesos o dólares semanales. Esto fue el "cacerolazo". No tuvimos la culpa nosotros porque no pasó por acá.

SR. GUTIÉRREZ (J.C.) Era su gobierno, señor diputado.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PELÁEZ En ese período se fueron 20 mil millones de dólares.

Luego, en el 2002 se dictó el decreto 214 -que es la negación de la racionalidad-, que pesifica y genera una asimetría. Esto era una cosa de locos: los ahorristas tienen 1,40 pesos por cada peso y los deudores deben un peso por cada dólar.

No sé cómo se producen estas cosas, porque la introducción del CER se hace a pesar de que en la ley 25.569 habíamos negado la indexación. Como si fuera poco, de la 765 surge el CVS. Entonces, a unos se les aplica el CER y a otros el CVS.

SR. GUTIÉRREZ (J.C.) Eso es nuestro, es del Congreso.

SR. PELÁEZ Luego aparece el decreto 905 que faculta al Poder Ejecutivo a emitir bonos. De allí surgen los bonos ya conocidos, entre los que puedo mencionar a los CEDROS y los BODEN. Todo esto surge como si nos dijeran que vamos a ser cómplices del asunto.

T.22

Yo no quiero ser cómplice. Fíjense que ya se han efectuado algunos resarcimientos, pues convengamos que los redescuentos han sido un resarcimiento, al igual que los 9.400 millones de dólares por la diferencia de los 40 centavos con el peso. También recordemos que el sistema financiero -que no es precisamente el que está aquí presente- prestó 25 mil millones de dólares al sector público, de los cuales 10 mil millones los trajeron del exterior. No hacían una acción bancaria, en el sentido de tomar el dinero depositado para darlo en préstamo; lo traían del exterior y pagaban un interés del 2 ó 3 por ciento, y a las provincias les cobraban el 16 por ciento.

Varios participantes hablan a la vez.
SR. PELÁEZ Aquí vienen a pedir que votemos esto y para mí, y para todos, eso es muy difícil. Tiempo atrás, las víctimas eran los ahorristas, que protestaban con las cacerolas, y en este momento lo es el sistema financiero, que convengamos que no es un santo. Este grupo es muy importante y lo tenemos que compensar por el daño provocado. Por una ley "tapón" se pretendió derogar el artículo 43 de la Constitución Nacional, y por eso se ha permitido a los ciudadanos recurrir al amparo.

De modo tal que hemos cometido tantos errores que no somos merecedores de gobernar, ni unos ni otros; ni los buenos ni los malos.

Varios señores diputados hablan la vez.
SR. BREARD Lo que es fundamental, señor diputado Frigeri, es que este tema no va a salir rápidamente, según nuestra visión, salvo que el oficialismo consiga los votos necesarios. Aquí se dijo bien que tenemos una Carta Orgánica del Banco Central vieja, una ley de entidades financieras vieja, estamos por neutralizar el sistema como si no hubiera pasado nada, y lo que queremos es un nuevo sistema financiero, o necesitamos un sistema financiero que no necesariamente implica que estén los mismos actores.

Si nosotros disponemos esta compensación como se propone, sin haber resuelto el Master Plan del modelo y del subgrupo del sistema financiero, vamos a salvar de hecho a todo el mundo y no definimos qué modelo financiero tenemos. Después de esta experiencia que hemos vivido nos hemos dado cuenta de que los bancos extranjeros vienen a la Argentina y captan la renta nacional pero no traen plata de afuera, y cuando tienen que responder no lo hacen, mientras que la banca pública tiene un competidor desleal.

Estas son las cosas que tenemos que definir, porque si no definimos estratégicamente el modelo, nos vamos a dar cuenta de que nos van a hacer comer salame por rodajas pero no vamos a comer salame, porque vamos mirando el problema parcialmente.

Entonces, paremos la pelota, desinflemos este tema, analicemos globalmente el esquema que queremos.

Un dato a tener en cuenta en el nuevo modelo que queremos discutir es que los que no cumplieron, los que fueron parte del problema -como dijimos en la Comisión de Investigación sobre la Fuga de Divisas-, sobre todo la banca extranjera -por donde pasó el 95 por ciento de la fuga de divisas de la Argentina, y solamente el 5 por ciento lo hizo por la banca pública, y estos son datos irrefutados de aquella comisión-, son facilitadores del capitalismo de transferencia. Si estamos hablando hoy de un capitalismo nacional, eso no es funcional al nuevo modelo que queremos.

Entonces, tenemos que discutir esto estratégicamente, porque si no, neutralizamos el esquema, salvamos a todo el mundo y así no hay negocio. Nosotros podemos discutir qué hacemos con la banca pública, pero resulta que fuimos a ver al presidente renunciante del Banco Nación y se encontraba con el problema de que el trato que le daba el Banco Central era que le costaba 50 millones de dólares más que la banca extranjera por el tiempo que querían refinanciar algunas cosas y por las tasas de interés, que a ellos les cobraba el 3,5 y a la banca extranjera el 2 por ciento.

Esto hay que definirlo globalmente, porque así este negocio no cierra.

Respecto del tema del subsidio, quiero aclarar algo, no porque no entienda a medias su argumento, señor presidente.

El deudor en la Argentina, después de la devaluación, está endeudado artificialmente, no por la devaluación sino por la convertibilidad, porque tenía inflación cero con tasas de interés del 25 por ciento anual, acumulativo, con lo cual en tres años duplicaba la deuda. Entonces el productor argentino estaba endeudado artificialmente por el subsistema financiero; el sistema es la Nación Argentina.

No puede ser que ese subsistema tenga tanta prioridad y pueda vivir si no viven el subsistema productivo y todos los otros subsistemas. Si no encontramos un equilibrio, no va a haber sistema, que es la Nación.

Al ser un endeudamiento artificial se convertía en impagable, y ya no era negocio para los bancos, porque era imposible cobrar si no se encontraba otro mecanismo.

Hoy estamos metidos en el barro, y lo que tenemos que definir primero es cómo sacamos el carro de este empantanamiento que tenemos. Pero primero tenemos que definir la política macro que queremos -reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, reforma de las entidades financieras, qué rol tiene que cumplir la banca nacional, qué rol tiene que cumplir la banca extranjera, quién capta el ahorro nacional, de qué se encarga la banca extranjera- porque, si no, todo esto que estamos haciendo es mentira y reproducimos el fenómeno para adelante.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Cafiero.

SR. CAFIERO Para sacar provecho de esta reunión, y teniendo presentes a los representantes de la banca pública, nos tienen que ayudar a entender cómo fue la crisis del año 2001. Si entendemos cómo fue, podremos resolverla, como pidió recién el señor diputado Breard.

Está claro que la carta intención con el Fondo fijaba compensación a los bancos, y eso es lo que estamos discutiendo acá. Lamentablemente también fijaba una línea para empezar la privatización de la banca pública, como si ésta hubiera sido responsable de la crisis. Lo que nosotros queremos demostrar -y tenemos los números para eso- es que la banca pública sostuvo una valla de contención contra la crisis, y no la profundizó como la banca extranjera, como se dijo acá. Esto es muy importante y tenemos que señalarlo.

Respecto de las palabras del señor Feletti, entiendo que ustedes no quieran que el costo de la salida de la crisis bancaria encarezca el costo de las operaciones futuras. Nosotros como diputados no queremos que el costo de la crisis financiera encarezca los presupuestos del futuro, porque son más impuestos, más recesión y más problemas para los argentinos. O sea, estamos en el mismo barco. Lo que sucede es que tenemos que profundizar los números para que no se beneficien los vivos que, sabiendo que este era el Titanic y que se hundía, tomaron los botes salvavidas, los llenaron de dólares y se fueron.

T.24

Ahora vuelven esos mismos personajes, con los mismos botes, a buscar reparación de daños, y yo me pregunto dónde está el dinero que se llevaron.

SR. GUTIÉRREZ (J.C.) En relación con la compensación que está en consideración, ¿cuánto le correspondería a la banca pública? Tenemos que saber en cuánto se perjudicaría si no se concreta la compensación.

SR. HELLER En unos 2.500 millones, por los amparos.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. GUTIÉRREZ (R.) Es muy importante lo que se está planteando, así como también intentar definir exactamente el rol de la banca y resistir los intentos privatistas que sin ningún tipo de dudas se aproximan, pues considero que es la intención de los organismos multilaterales. Éste es un tema al que tenemos que dar prioridad en la discusión.

Respecto de la compensación, me parece que está aproximadamente en el orden del 25 por ciento del total; quizás suma algo más por causas judiciales que no están contempladas en los números que se están manejando.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FRIGERI Frente al "efecto Tequila" la banca pública actuó como prestamista de última instancia. El Banco de la Nación y el Banco Provincia actuaron tomando carteras de las bancas provinciales.

Cuando ocurrió la crisis rusa y la banca privada extranjera se retiró, especialmente en materia crediticia, si no fuera por el Banco Nación y algunos otros provinciales la cosecha no se hubiese recogido. Esto lo sabemos.

Aquí entramos en una discusión y escuchamos con todo respeto el análisis sobre qué pasó en estos tiempos, los antecedentes de gobiernos anteriores y experiencias de los gobiernos actuales; faltó nombrar a Cavallo, porque el canje también existió. Entendí el ejemplo que dio el señor diputado Breard, pero no puedo tomar algo y retenerlo para lograr otro objetivo.

Considero que estamos diseñando o definiendo nuevamente el rol de la banca en la Argentina. En un momento determinado, si uno quería ir al exterior no podía, pero la banca extranjera tenía aquí todos los privilegios del territorio nacional.

En otro momento determinado hubo un proceso de modificación del tipo de cambio, ya sea por cuatro años de recesión, por el establecimiento de un "corralón" o porque la convertibilidad se terminó. Si ese proceso de devaluación se hubiera quedado tal cual estaba -todo en pesos o en dólares- hoy no estaríamos hablando de compensación. Pero apareció alguien y estableció la paridad a 1,40. Eso generaría el primer reclamo; eso hubo que pagarlo. Después apareció el Poder Judicial y señaló que correspondía la devolución del ciento por ciento de los depósitos en dólares. Entonces aparecieron los amparos y se produce la segunda compensación.

Luego aparecimos los legisladores y expresamos que no se le puede cobrar al asalariado el índice por inflación. Se creó entonces un índice salarial, y es el que aparece en esta ley de compensación.

Esta apreciación va más allá de que existan sectores que se lo merezcan más y otros menos. Esta es nuestra posición respecto de lo que estamos tratando en este proyecto, que nos abre el panorama para discutir todo lo que pasó. La otra norma no pasó por aquí, y en ese caso se compensaron 26 mil millones de pesos.

Pienso que la discusión es válida para enriquecernos, pues ustedes han planteado el tema de la banca pública nacional, provincial y de algunos bancos nacionales integrados en ABAPPRA, que sigue siendo la representación más numérica en cuanto a volumen de depósitos y sucursales.

SR. OSTROPOLSKY ¿Por qué en el análisis realizado por el señor presidente de la comisión no se trata el tema de la pesificación irrestricta?

T.25

Yo pregunté antes, repito, qué pasa con un depositante que tenía un crédito y cobró un depósito a 1,40 pesos por dólar. Si esa persona cobró un amparo ocurre lo mismo. Tratemos el proyecto de ley del señor diputado Brown, que dice que a ciertos sectores que se beneficiaron con la pesificación les puede corresponder un impuesto.



SR. OSTROPOLSKY Esto puede dar fondos para no tener que compensar. ¿Por qué compensar desde el Estado cuando hay sectores que se beneficiaron y tienen que aportar ante esta situación?

SR. PRESIDENTE FRIGERI Estamos discutiendo si esto corresponde o no. Me parece bárbaro incorporar puntos al tema. Luego podemos conversar si esto corresponde o no. Si corresponde hacerlo, por qué no le cobramos un impuesto a los sectores exportadores.

SR. BREARD Estamos metidos en el barro; después discutamos de dónde sale la financiación, hasta cuánto estamos dispuestos a pagar, quiénes más van a tener que aportar. Estamos acercando posiciones. Sabemos que hubo 16 mil personas que se llevaron dólares al exterior y tenemos la lista respectiva.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Eso es independiente de este proyecto de ley. Si mañana el Poder Ejecutivo retira el proyecto y dicta un decreto de necesidad y urgencia nos quedamos sin el tema.

SR. OSTROPOLSKY Seamos prácticos. Nos quedamos con la palabra del señor presidente de la comisión en el sentido de que luego trataremos este otro asunto. Hace un año y medio que venimos prorrogando esta discusión.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Vamos a seguir tratando el proyecto.

Tiene la palabra el señor diputado Tanoni.

SR. TANONI Voy a hacer una pregunta, no para coincidir con el señor Heller -ya que es la primera vez que lo escucho- sino porque desde el 5 de febrero de 2002 estoy absolutamente persuadido de cómo fueron las cosas en este país y no soy economista.

Me resulta difícil votar el proyecto con el título de compensación a los bancos porque coincido totalmente con el señor Heller en que esto es un subsidio a los deudores del sistema financiero.

El Estado argentino, la sociedad, va a subsidiar a los deudores del sistema. Por enésima vez en esta comisión voy a separar el polvo de la paja. Hay más de siete millones de deudores por los cuales voto con las dos manos esta compensación. Hay 5.270 deudores sobre los que no sé si estaría votando una compensación o un subsidio -tengo mis serias dudas-, porque estos más de cinco mil deudores se llevaron del sistema financiero 51 mil millones de dólares sólo con el 30 por ciento de garantía.

El otro capítulo de los deudores, separando el polvo de la paja, es el sector público. En junio de 2001 era público, y así lo informaba el Banco Central, que los mejores pagadores del sistema argentino era el sistema público. Esto lo dijo Maccarone en el 2001. Creo que así sigue siendo. Los perejiles en la Argentina siguen pagando su crédito hipotecario -los productores, por ejemplo- y en ocho meses no he conseguido que el BCRA me informara sobre el repago de las 5.270 cuentas de más de un millón de dólares -en promedio, 10 millones de dólares cada una- que se llevaron 51 mil millones de dólares.

Con esto, el 5 de febrero hemos presentado -con algunos compañeros de bancada- un proyecto de ley sobre la construcción de un fondo fiduciario para ir compensando lo que un gobierno paranoico había destruido en la Argentina. Lo vamos a decir claramente, con toda la claridad con la que se expresaron aquí.

T.26

Está de más decir y volver a reiterar que vamos a apoyar todo lo que sea el mantenimiento y el equilibrio del sistema financiero argentino más la banca pública y la banca nacional. Todos coincidimos en eso. Menciono la fecha del 5 de febrero porque aquí había un señor, presidente del Banco Central de la República Argentina, que con la caradurez más grande del mundo denunció en esta Comisión de Finanzas que la autonomía de esa institución había sido violada y avasallada por el gobierno paranoico -que yo no voté ni lo votaría nunca-...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. TANONI... y que había hecho lo posible para evitar el avasallamiento y la violación del Banco Central y del sistema financiero argentino, y nos viene a hablar dos años después de consumada la violación y el avasallamiento. Por eso digo que a mí el señor Heller no me tiene que persuadir, pero a la sociedad debemos decirle la verdad: esto es un financiamiento, una compensación o un subsidio al sistema que tomó 70 mil millones de dólares prestados de los cuales 51 mil millones fueron solamente a cinco mil personas físicas y jurídicas autóctonas...

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. TANONI Y no me voy a ir de esta Cámara en el 2005 sin saber cómo es el reparto de los 51 mil millones de dólares, simplemente por una responsabilidad cívica.

Lo que pido formalmente al presidente es que cambiemos el nombre del proyecto de ley.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Les agradezco la visita a los señores invitados.

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- Luego de unos instantes:
SR. PRESIDENTE FRIGERI Se encuentran presentes funcionarios del Ministerio de Economía, encabezados por el doctor Leonardo Madcur, y el representante del Banco Central de la República Argentina, licenciado Augusto Magliano.

Aparte de discutir la filosofía general estamos analizando los aspectos particulares del proyecto. En lo general hay dos posturas en esta mesa, una más dura o menos inflexible que la otra. La mayoría reconocemos que ante una medida que ha tomado el Estado nacional, que se metió a discernir en los contratos particulares, se han generado reclamos. Yo no discuto los amparos, que son de los ahorristas, no de los bancos. Los bancos pagaron, no en bonos sino en efectivo, y les estaríamos ahora dando un bono que si se quiere cobrar valdrá un porcentaje de su valor nominal. También les estamos permitiendo una contabilidad medio esotérica porque contabilizan ese bono a valor nominal; si no, el patrimonio no sería del todo positivo.

Estamos hablando del tema del CER y del CVS, sobre el cual no hace falta que diga nada porque los propios legisladores dijimos que no se podía establecer al asalariado una indexación por el CER.

Creo que la discusión más fuerte es respecto del decreto 905, donde se estableció la pesificación a 1,40 y la posición en dólares de los bancos, que es mucho más discutible.

Me parece importante discutir el nuevo rol de la banca, que es tremendamente trascendente. Tienen que convivir la banca nacional, la banca pública y la banca extranjera con reglas de juego mucho más claras; de esto no tenemos ninguna duda.

En una oportunidad me tocó ir a Europa a comprar un banco, y recibí autorización del Banco Central nada más que para comprar el 20 por ciento, porque si no, la imagen de la Argentina podría verse resentida. En cambio, cuando venía un extranjero acá, le vendían el 100 por ciento, con todas las sucursales que pudiera haber, y la garantía de los depósitos que daba SEDESA.

Entonces hay una actitud que merece ser cambiada, porque ante la crisis las que más respondieron fueron la banca nacional y la banca pública.

T.28

Le cedería el uso de la palabra a la gente del Ministerio de Economía y del Banco Central. Con el Banco Central ya estuvimos reunidos hace unos días. En cuanto a Economía, y para entrar en el tema, hay una serie de elementos dentro del proyecto que nos parecía lógico replantear, como es la tasa de interés, pero no porque lo reclamen los bancos sino porque tal vez pueda ser razonable tomar la de caja de ahorro, plazos fijos o cuenta corriente. Tal vez se pueda redefinir el artículo 6°, o si lo dejamos como está, al menos deberíamos conocer su interpretación, porque no alcanzamos a comprender eso de volver a la relación del 2001, cuando ello parecería ser imposible en el corto plazo.

Además, deberíamos ver el tema de la fecha de partida; en vez de ser el 3 de febrero de 2003 tendría que ser el 31 de diciembre -o 30 de diciembre porque evidentemente había que hacer un corte el domingo para el balance-. Sabemos que el Banco Central tiene problemas aun cuando fuera el 30 de enero; si fuéramos al 31 de diciembre sería mucho más lamentable, pero el 3 de febrero parecía ya...

SR. BREARD Nos sale más caro, ¿no?

SR. PRESIDENTE FRIGERI Es distinto.

Aquí se habló más bien con el sector bancario en cuanto a que necesitamos las sentencias firmes para poder dar los amparos. De lo contrario, si mañana la Justicia falla al revés, yo me pregunto quién les cobra a los clientes. Si damos un bono, ¿los bancos van a tener interés en cobrarles a los clientes o en cobrar el bono? Yo me hago una pregunta nada más. En ese sentido, veo bastante complejo el tema de adelantar la fecha. Son temas que por ahí se reclaman, pero no son fáciles.

Después, el tema de la filosofía en general lo conversaremos cuando se formulen las preguntas.

Tiene la palabra el señor Madcur, del Ministerio de Economía.

SR. MADCUR Señor presidente: dado que esta es la segunda reunión sobre el mismo tema trataremos de ser más o menos concisos.

En cuanto a la tasa de interés, si ella no computa una parte de la cuenta corriente, que es obviamente cero, la tasa es más alta y eso implica un costo fiscal mayor. Esto es algo bastante obvio. Pero además, esta tasa de interés se calculó sobre la base de un promedio del fondeo de los bancos y no está muy claro cómo se distribuye ese fondeo, para aplicar exclusivamente a alguna de las dos asimetrías o materias que trata este proyecto. Creemos que la mejor forma de armarlo era justamente tomando los tres pasivos o financiamientos básicos que tiene un banco.

También es cierto que esta tasa o este proyecto de resarcimiento de ninguna manera intenta resolver todos los problemas que tiene el sistema financiero. Aquí no se puede hablar de una tasa de interés que incorpore cuestiones marginales, que incorpore cuestiones de costo operativo. Tiene que ser una tasa de interés que intente ser neutra, es decir, que no genere nuevos perjuicios; si no, esto implicaría a su vez una nueva compensación.

Para nosotros la tasa que está armada de esta forma cumple además con otro requisito. Otro objetivo que teníamos desde el área de Economía era tratar de empezar a tener títulos sin indexación, porque el balance de los bancos ya está demasiado cargado de títulos con indexación, y seguramente los bancos habrán planteado que eso les está generando otro desfase más, con lo cual una tasa nominal de este tipo ayuda en ese sentido.

Me parece que con estos elementos puede haber algo en el sentido de la capacidad prestable. El Banco Central puede explicar con detalle cómo es el funcionamiento para los bancos cuando toman un depósito, y lo que realmente puede volver a ser prestado en función de los encajes. Eso sí puede tener alguna incidencia en el fondeo. Pero tal como está armado el proyecto, para nosotros cumpliría esas condiciones que yo les comentaba recién.

En cuanto a esta norma del pari passu, su objetivo -después podemos revisar si la redacción de alguna manera permite cumplir este objetivo- es que por cada peso del nuevo crédito que se da haya un peso de liberación de bono.

T.29

Hay tres o cuatro cosas que quiero aclarar. En primer lugar, no se discute el derecho, el resarcimiento ni tampoco a quién hay que dar el crédito. Son dos cosas que podrían preocupar.

Lo que estamos intentando con esto es que los bancos o el sistema financiero pasen a cumplir el rol que les corresponde de intermediación financiera, o sea, que le empiecen a prestar a la economía. Por otro lado, la idea es que esto no sea para bancos que tienen alguna duda con respecto a su permanencia en el país, porque cobraban los bonos y después algún tipo de retiro.

La idea es premiar a los que más se comprometan con la economía, que es el objetivo principal del gobierno en su conjunto.

Además hay una razón técnica: después de la emisión de compensaciones y con la carga de bonos públicos que traían los bancos, la maduración o duración de los activos, comparada con los pasivos, implica que haya un problema de liquidez. La mejor forma que tienen los bancos de invertir este problema es empezar rápidamente a prestar a la economía porque los préstamos a sectores corporativos son siempre más cortos que los que se otorgan al gobierno. Es un incentivo en el sentido correcto.

Con todos estos elementos, creemos en el funcionamiento del sistema de pari passu del uno a uno. En el proyecto se habla de la fecha de diciembre y dice que va a quedar liberado el remanente. Debe entenderse que en el marco de este uno a uno se llegará al nivel proporcional de diciembre de 2001; si quedara un remanente, se liberará la totalidad y no habrá que fijarse en el uno a uno. Si el uno a uno agota la compensación antes, no hay más compensación.

Incluimos el pari passu para que se tome el nivel del uno a uno, y llegado el nivel de 2001, se libera totalmente.

La fecha del 3 de febrero no es caprichosa. Ese día se convirtieron a pesos los depósitos y las deudas en razón de lo que dictaba el decreto 214; a su vez, es la fecha a partir de la cual rige la normativa de desindexación o cambia el índice de CER a CVS tanto del decreto 762 como de la ley 25.713. Más allá de lo que decía el señor diputado en el sentido de que ir para atrás implica mayor costo, refleja el inicio de los distintos tratamientos en créditos y depósitos.

Por último, en cuanto a la sentencia firme, muchas veces hemos repetido -y por supuesto en coincidencia con lo que decía el señor presidente de la comisión- que, como es un resarcimiento, no hay otra forma de actuar que no sea contando con la sentencia firme. No puede ser antes de que exista una sentencia firme porque implicaría estar frente a una incertidumbre y significaría dejar abierta una contingencia de deuda como cualquier programa presupuestario o manejo razonable de finanzas. Por otra parte, existe una cuestión de razonabilidad.

SR. BREARD Sería un reconocimiento de derecho porque antes de que esté firme una cosa litigiosa dice que se debe pagar, está reconociendo el derecho y es la teoría del acto propio.

SR. MADCUR Significa también no generar costos ociosos en el sentido de mantener causas abiertas por miedo a incurrir en alguna negligencia o mala praxis. Es una cuestión que da para aclarar en la reglamentación. Coincidimos con el principio.

Estos son los cuatro puntos que se plantean.

T.30

Tuve oportunidad de escuchar el final de la discusión con los bancos. Además de coincidir en que las entidades financieras quedan en el medio, pero que en realidad ellas no son los verdaderos beneficiarios de estos sistemas, considero que con la reforma de la Carta Orgánica y la ley de entidades financieras -que ya debe haber ingresado o debe estar por ingresar a la comisión, porque ya tiene sanción del Senado- se permite discutir las que para nosotros son las herramientas más importantes para reestructurar el sistema y redefinir su rol.

Me parece oportuno que se pueda trabajar en paralelo para que todos estos esquemas ayuden a definir cuál es la situación real del sistema financiero y, además, para que los bancos puedan cumplir su función intermediando y dando crédito.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En el caso del CER-CVS la idea es pagar a término para evitar una serie de complejidades, escuchando las argumentaciones del Ministerio de Economía. Hay que ver si se pueden poner de acuerdo con Economía sobre qué mecanismos de control puede haber sobre el particular. Sería mejor buscar un mecanismo más fácil, para evitar cuestiones subjetivas en el camino. En cuanto a la figura que planteaba Economía, donde había bancos cancelando créditos, creo que eso se puede controlar, pero es una posición que la van a tener que ver ustedes.

Desde el punto de vista de la Cámara de Diputados, se comentó el tema del reconocimiento a término.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FRIGERI Es la primera vez que entra al Poder Legislativo el tema de estas compensaciones y seguramente se va a plantear la discusión a fondo de lo que pasó luego del "corralón" y la devaluación. Pero, con todo derecho, muchos son los que quieren discutir este tema en particular, porque en su momento hubo planteos de la propia Cámara de Diputados cuando se habló de que se pesificaba parte de los créditos. Desde este Poder Legislativo se habló de un monto de 100 mil pesos...

SR. BREARD Pesificación asimétrica atenuada...

SR. PRESIDENTE FRIGERI ...pero con la idea de beneficiar a alguien, porque aparentemente el Ejecutivo no quería beneficiar a nadie. Nosotros éramos los que liberábamos hasta 100 mil; de golpe nos sorprendimos porque fueron todos. Entonces nació la idea de cobrar un impuesto para darles crédito a las pymes; esa idea también se quedó, aunque el impuesto se buscó por otro lado, bajando las retenciones, etcétera.

El señor diputado Tanoni estaba buscando un dato del Banco Central. Aquí están los representantes de este último, a quienes les pido que busquen ese dato relativo a los principales deudores, aquellos que se llevaron arriba de un millón de pesos o dólares.

Esa discusión se va a volver a plantear, porque cuando también se discutía aquí el CER-CVS y se resolvía ese tema -se discutió mucho con la bancada radical- se aprobó, se blanqueó en parte el ajuste por CVS y se definió entre el CER y el CVS. La Cámara incorporó esas indexaciones. En ese momento había un acuerdo con la Jefatura de Gabinete, a nivel del Poder Ejecutivo, para que no se aplicara el CER a las deudas de las pymes de hasta 100 mil pesos.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PRESIDENTE FRIGERI Pareciera que este marco es muy estrecho para discutir todo este tema.

T.31

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SR. BREARD Otro tema pendiente es el decreto 1.387, con el cual se beneficiaron los grandes grupos de la economía argentina al poder pagar con títulos públicos y quedaron afuera las economías regionales; ese decreto luego se convirtió en ley y fue vetado por el presidente Duhalde. Paralelamente estaba el artículo 5° del CER.

SR. CAFIERO La discusión es anterior: empezaría con el Megacanje, que infló la deuda. Por canjear 11 mil millones se llevó la deuda a 55 mil, es decir, se canjeó 5 por 1. Por bajar 11 mil millones de dólares los vencimientos de los años 2001 a 2005, aumentaron en 55 mil millones de dólares los vencimientos del 2005 en adelante.

El señor diputado Peláez olvidó mencionar la circular A 3278, que permitió a los bancos canjear liquidez por títulos.

El decreto 1.387, de préstamos garantizados, fue hecho absolutamente sin autorización legislativa, cuando el artículo 65 de la ley 24.156 impide el cambio de la garantía por parte del Poder Ejecutivo.

Y todos los decretos de necesidad y urgencia dictados después de la salida de la convertibilidad contenían disposiciones a contramano de lo que decía el Parlamento.

Por eso digo que me parece que este es el momento. Ahora vamos a tener que votar, salvo que aparezca otro decreto de necesidad y urgencia para resolver esto. Estamos en una situación absolutamente anómala desde el punto de vista jurídico.

¿No hay ningún criterio de evaluación sobre si el banco recuperó liquidez? Yo sostengo que en el año 2001 los bancos recuperaron liquidez y acentuaron la crisis. ¿No hay premios y castigos para los que sostuvieron la crisis y los que no? ¿Pensó el Ministerio de Economía dar el mismo trato a todos? ¿Cabe algún análisis banco por banco para ver cuál fue su comportamiento?

SR. MADCUR En el medio de una crisis sistémica -y el Banco Central tiene pilas de expedientes y experiencia sobre las dificultades que eso genera- es muy difícil poder hacer una evaluación sobre cómo mejora cada banco en relación al sistema.

Cuando se dan problemas sistémicos, como desde el año 2001 en adelante, que generaron la necesidad de las restricciones que después se impusieron, ya en algún punto de esa corrida no se distingue entre un banco y otro, con lo cual si uno quisiera intentar objetivar un indicador sobre el buen o mal comportamiento, seguramente estaría cometiendo una injusticia.

Allí la decisión ha sido mantener un nivel de equidad, porque en definitiva las decisiones que por este proyecto se estarían resarciendo no tienen que ver con la colaboración o no de las entidades que reciben la compensación; en definitiva son decisiones que han sido tomadas por el Estado nacional y que más allá de la actitud que tuvo cada entidad en particular respecto de determinada situación, afectaron de determinada manera ese balance.

Insisto, no perdamos de vista que la entidad estaba en el medio de una administración de subsidios o apoyos a otros destinatarios, por lo menos en el caso de este proyecto.

Recién mencionaba el señor presidente que son contadísimos los casos de los amparos que no han sido pagados en efectivo; por otro lado, la entidad va a estar recibiendo un bono a diez años.

No hay que perder de vista quién es el verdadero destinatario de esta medida, y que tiene que ver con corregir intromisiones propias del Estado nacional.

SR. CAFIERO Decir que este es un subsidio directo al deudor tampoco es cierto, porque el funcionamiento del propio sistema financiero hace que no sea un simple intermediario. Sabemos que el sistema financiero tiene empresas controladas, grupos económicos; creo que esto escapa a que todos los bancos son simples intermediarios y entonces no se está beneficiando al sistema sino al deudor. Yo no lo aceptaría así.

SR. MADCUR No, digo que es relativo esto de hablar de la forma en que se instrumenta el resarcimiento que es un título en pesos a diez años.

SR. BREARD En el caso del recurso de amparo, el depositante ya cobró, está fuera de juego. La discusión es bilateral, entre el banco que puso esa diferencia y el Estado para ver si se la reconoce o no.

T.32

SR. OSTROPOLSKY No se refiere al ahorrista sino al deudor...

SR. BREARD Ese ya cobró y está desinteresado...

SR. MADCUR No perdamos de vista que si uno mira el sistema financiero en su conjunto, en un extremo tiene, por ejemplo, a un deudor que está uno a uno, y en el otro, al amparista que está al tipo de cambio libre. Más allá de que sea al 1,40 o al tipo de cambio libre...



SR. BREARD Creo que es un problema a resolver entre el banco y el Estado.

SR. MADCUR Está bien, pero eso fue para permitir que la deuda quedara uno a uno, porque si no hubiese dicho nada de la deuda, en definitiva no sé qué habría pasado. Pero seguramente no habría asimetría. Simplemente quería remarcar eso.

SR. BREARD Otro problema que habíamos planteado en la Comisión de Fuga de Divisas es que el 70 por ciento de los bancos enviaron la información acerca de la gente que remitió dinero al exterior, pero hay un 30 por ciento que todavía no respondió. Se trata generalmente de bancos extranjeros. Esa cuestión la tenemos que analizar aquí. Vamos a acumular expedientes para resolverlos juntos, porque no puede ser que omitan información, perjudicando a una nueva política, y los vayamos a beneficiar así.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. BREARD Estamos hablando de 6 mil millones de dólares que faltan, porque 14 mil millones ya están detectados; pertenecen a 16 mil personas y a 5.200 empresas.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Esto quiere decir que los bancos están en falencia con respecto a la información. La idea sería que el Poder Ejecutivo no dé ningún bono a esos bancos en la medida en que no suministren la información.

SR. BREARD Exactamente.

SR. PRESIDENTE FRIGERI ¿Hay alguna pregunta para el Banco Central?

SR. BREARD Se ha hablado de los 20 mil millones posdevaluación, y predevaluación dieron 4 mil millones de dólares en un sistema triangulado de caución que crearon para resolver el hecho de que no actuaban como prestamistas de última instancia. ¿Eso es así?

Como la Carta Orgánica prohibía dar redescuentos, porque el Banco Central no era prestamista de última instancia, encontraron un sistema...

SR. MAGLIANO La Carta Orgánica en ningún momento prohibió dar redescuentos...

SR. BREARD Al no ser prestamista de última instancia durante la convertibilidad, no podía dar redescuentos.



SR. MAGLIANO Cuando se habla de que el Banco Central no podía cumplir con su rol de prestamista de última instancia, lo que se quiere decir es otra cosa. Se quiere significar que dentro del régimen de convertibilidad, la emisión naturalmente estaba acotada. Entonces había una restricción para que el Banco Central actuara como prestamista de última instancia, pero estaba facultado, y de hecho lo hizo...

SR. BREARD Pero lo hizo vía caución...

SR. MAGLIANO ...para dar asistencia. Yo traje las estadísticas que ustedes me habían pedido la semana pasada. Básicamente le diría que lo que usted denomina caución, entiendo yo que es una referencia al mecanismo de pases; se entregaban títulos públicos y recibían dinero a cambio.

SR. BREARD Tantos problemas hubo que, por ejemplo, si no me equivoco, a veces tuvieron que utilizar el Banco Nación para solucionar el problema del Galicia o del Banco Provincia de Buenos Aires.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Compramos carteras de los bancos...

SR. BREARD Pero era porque estaba ese problema, no porque el problema no existía.

SR. MAGLIANO Sí, pero la compra de carteras es un tema y el de la...

Varios participantes hablan a la vez.
SR. MAGLIANO Hay dos mecanismos claros básicos. Uno es el de pases, donde el Banco Central entrega fondos, en operaciones típicamente de corto plazo, contra la entrega de títulos públicos, y otro es el mecanismo de adelantos y redescuentos.

T.33

La Carta orgánica permitía extender en situación de crisis los plazos originarios de redescuentos.

SR. BREARD ¿A qué monto se llegó en la convertibilidad en lo que se refiere a cauciones o redescuentos?

SR. MAGLIANO Al 31 de agosto de 2001, época en que comienza la corrida de depósitos y los bancos comienzan a requerir la asistencia financiera del Banco Central, los pases llegaron a 2.112 millones. El 28 de febrero llegaron a un pico de 4.088 millones. Al 31 de marzo -último dato que tenemos- eran de 356 millones. Estamos hablando, insisto, de pases.

La disminución de los pases no sólo tiene que ver con la regularización del sistema, sino que en orden a facilitar una solución financiera a las entidades, parte de esos pases fueron cancelados mediante el otorgamiento de redescuentos adicionales. Hubo una sustitución de pases por redescuentos. Los adelantos y redescuentos son aproximadamente de 20 mil millones. Empezaron el 31 de agosto, tenemos un acumulado de 586 millones, y al 31 de marzo estamos en 20 mil millones.

SR. BREARD ¿Qué tasa de interés se le aplica en estos pases a los bancos?

SR. MAGLIANO Voy a dejar en Presidencia un informe sobre los pases porque el tema tiene cierta complejidad.

SR. BREARD ¿Esos redescuentos forman parte del déficit cuasifiscal?

SR. MAGLIANO Es materia opinable. Todos están garantizados con títulos públicos.

SR. BREARD ¿Pero es déficit cuasifiscal? Estoy preguntado si concretamente el Banco Central tiene déficit cuasifiscal como consecuencia de este mecanismo. No es en abstracto la pregunta.

SR. MAGLIANO Es materia opinable si puede computarse como déficit cuasifiscal. Se trata de un mecanismo de calce creado por decreto, denominado por los diarios como matching, para la cancelación de los redescuentos. El neting era la compensación de los redescuentos con entrega de títulos públicos, mientras que el matching era el calce de los vencimientos de títulos públicos con redescuentos.

Era a un plazo máximo de 70 cuotas; todo tiene que ver con la cartera de títulos públicos y la estructura de vencimiento de cada banco. Están totalmente garantizados. No hay préstamos a sola firma.

SR. BREARD ¿Los organismos internacionales lo computan como déficit cuasifiscal?

SR. MAGLIANO No.

SR. PRESIDENTE FRIGERI ¿Es cierto que se cobraba una tasa de interés adicional en la colocación de Lebacs? Se le prestó a los bancos en concepto de redescuento a una tasa de interés que era un porcentaje por encima de la colocación del Banco Central. Entonces, este organismo tenía superávit.

SR. MADCUR Los redescuentos son activos del Banco Central, con lo cual la tasa de interés que se cobra no puede ser un déficit cuasifiscal.

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La comparación hay que hacerla con el costo de captación del dinero depositado, que es el de las Lebacs. Antes del mecanismo de matching el costo de descuento era seis quintos de Lebacs, con lo cual eso tenía un potencial a favor...

SR. MAGLIANO Yo quiero aclararles que cuando me referí a que esto era materia opinable, lo que se interpreta es que en el caso de que los redescuentos no fueran nunca cancelados en definitiva implican un déficit cuasifiscal potencial. En este sentido entendí su pregunta y en ese sentido la contesté.

SR. BREARD La pregunta era en los dos sentidos.

Varios participantes hablan a la vez.
SR. BREARD Puede haber déficit cuasifiscal, pero puede haber un subsidio de tasa para los bancos que reciben. Si el banco privado o extranjero prefiere cobrar una tasa más alta de la que le aplica el Central, hay un diferencial que es ganancia, generada por haber recibido ese redescuento.

SR. MAGLIANO Me referí al matching porque de esta forma queda asegurada para casi todo el sistema. Con la adhesión al mecanismo del matching es voluntaria la cancelación del redescuento, con lo que ese déficit cuasifiscal potencial no existiría, porque queda garantizada la cancelación.

En cuanto a las tasas de interés, traje los datos y los voy a dejar en la Presidencia de la comisión. Las tasas de interés superaban a las de mercado, lo que lesionaba de manera sensible las finanzas de las entidades con apremios financieros. Finalmente, y tratándose de una situación de emergencia y crisis sistémica, este mecanismo de matching contempla la indexación por precios de la deuda con una tasa de interés que no trata de obtener un lucro.

SR. BREARD Algunos académicos preguntan por qué la crisis del 30 en los Estados Unidos hizo caer a miles de bancos -el 50 por ciento del sistema- y en la Argentina, que es un país del Tercer Mundo, con una hipercrisis parecida o similar los bancos no caen. ¿Quién paga esa diferencia?

SR. MAGLIANO Justamente hay un aprendizaje en términos de crisis financiera. La del año 30 se caracterizó porque prevalecía una política monetaria sumamente restrictiva por parte de la Reserva Federal y esto provocó el pánico. La crisis se retroalimenta, y hay que tener en cuenta que los resultados no solamente se manifiestan en el sistema financiero sino también en el sector real de la economía, porque hay destrucción de la riqueza y del crédito.

SR. BREARD Mi pregunta es cuánto le cuesta a la Argentina sostener a todos estos bancos; no me refiero al sistema financiero que hay sostener. Me pregunto si no es más negocio para la Argentina dejar que caigan algunos bancos extranjeros, es decir, si no sale más barato eso que tratar de sostenerlos.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Es más meritorio salvar bancos que dejar que caigan. En la crisis mexicana y en la del 30 los costos en términos del PBI fueron mucho más altos de los que hemos tenido nosotros en la Argentina. Con la crisis del Tequila, en la Argentina cayeron todos los bancos provinciales...

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Veamos qué costo tiene, pero si se pueden salvar los bancos, salvémoslos.

SR. BREARD Hice una pregunta, no una afirmación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Entendí que era más lógico que se cayeran 14 mil bancos que salvarlos.

SR. MAGLIANO Nosotros tenemos unos números muy provisorios sobre a cuánto ascendería la compensación, que hemos dejado en la Presidencia de la comisión para que estén a disposición de los señores diputados, y les pedimos reserva para que estos números no trasciendan, ya que están sujetos a reajuste. Por ejemplo, en gran medida responden a solicitudes de compensación de parte de las entidades financieras y tienen que ser verificados por la Superintendencia de Bancos.

SR. ROMERO ¿Son estas las estimaciones?

SR. PRESIDENTE FRIGERI Sí, pero vamos a leerlas bien, porque recién un señor diputado sumaba todos los números. Los 26 mil millones de pesos corresponden a los 9 mil millones de dólares que fueron pesificados a 1,40 más CER. Los 7.600 millones de pesos son los amparos, actualizados con tasa de interés al día de la fecha.

SR. BREARD Los 3 mil millones de pesos son si viene el fallo de la Corte.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Esos 3 mil millones de pesos son si sale un fallo de la Corte que dispone que todos los CEDROS en circulación tienen que ser redolarizados, así que no los contemos.

Y la última cifra es de entre 1.500 y 3.000 millones de pesos. Serían 3 mil millones si todas las cuentas vencen en el año 2002; 1.500 millones es lo que venció. Es decir, estamos cerca de 1.000 a 1.500 en el año 2002.

De modo que son 1.500 más 7.100, que es lo que se compensaría con este proyecto. Y los 26 mil son los que corresponden al decreto 905.

SR. MAGLIANO Repito que estas son estimaciones provisorias y sujetas a verificación. Además hay otras cifras que simplemente están estimadas porque hay que recabar información precisa de los bancos. Por ejemplo, el promedio de duración de la cartera sobre la que se aplica el CVS, donde hay que estimar la evolución del índice de precios y el índice salarial a lo largo de la vida de la cartera, etcétera.

SR. PRESIDENTE FRIGERI No habiendo más asuntos que tratar, queda finalizada la reunión.

- Es la hora 19 y 20.