Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, que a través los organismos que correspondan, informe a esta Honorable Cámara, sobre:

1. Las acciones a desarrollar por el gobierno nacional para enfrentar el aumento de consumo de energía eléctrica que, según datos de CAMMESA, a julio de 2006 se elevó a 16.500 mega vatios, siendo 18.000 mega vatios la capacidad máxima de potencia instalada -constituyéndose así un spread no superior al 2%- lo que se traduce en un desabastecimiento energético que hará colapsar el sistema productivo del país;

2. Gestiones concernientes a incentivar y generar mayor inversión en el sector, a fin de superar el default energético, y teniendo en cuenta que la oferta energética actual no ha variado desde el año 2004;

3. Las potenciales soluciones técnicas del Ministerio de Infraestructura y/o la Secretaría de Energía, para que la capacidad instalada no continúe funcionando al límite y logre superarse la oferta disponible, la cual se encuentra debajo de los 4000 mega vatios diarios.

4. Las inversiones que se realizarían en el ámbito de energías alternativas, y qué rol juegan al respecto los recursos eólicos, geotérmicos y atómicos, teniendo en cuenta que a largo plazo dichos recursos enérgicos alternativos proyectan ser un remedio sustitutivo al problema energético.

Señor presidente:

El gobierno nacional viene desplegando aisladas gestiones para enfrentar el desabastecimiento energético que se presenta en nuestros días, quedando al descubierto que la matriz energética de nuestro país muestra una seria crisis estructural.

El consumo diario de electricidad en el país ronda los 15.000 mega vatios diarios. La capacidad total instalada alcanza los 22.000 mega vatios, pero por razones técnicas la oferta disponible se ubica en los 18.000 mega vatios. Son claros los efectos negativos sobre el crecimiento de la economía que ya se visualizan en este tiempo y que las actividades productivas nos señalan con toda elocuencia: sectores tales como el metalmecánica, químico y fabricantes de hilado comenzaron un paulatino adelanto de su producción correspondiente al periodo enero-marzo, inflando los índices de crecimiento económico, y las potenciales restricciones del suministro de energía provocarían una disminución de la producción, siendo una de las principales variables de ajuste ante esta crisis el despido de trabajadores, en especial si se tiene en cuenta que el sistema eléctrico es el más afectado.

La reciente y particular solución que el Poder Ejecutivo ha encontrado fue novar deuda publica por 11.000 millones de dólares a cambio de energía. El acuerdo con Paraguay de recibir hasta 8.000 giga vatios anuales durante 42 años del ente binacional Yacyretá, y que estaría vigente a partir de 2007, no resuelve el problema energético de fondo y tampoco solucionaría una eventual crisis, ya que una considerable porción de dicho traspaso de energía ya se estaba realizando. Los 8.000 giga vatios provendrían de una suba en la cota de Yacyretá, de 77,7 metros a 83, de forma que la capacidad generadora aumentaría de 12.000 a 20.000 giga vatios: Los nuevos 8.000 giga vatios representarían aproximadamente el 4% de la capacidad actualmente instalada.

Para satisfacer el crecimiento de la demanda energética, el nuevo acuerdo realizado evidencia la seria preocupación del gobierno por ampliar y mantener el suministro de electricidad, pese a que los distintos funcionarios del gobierno -incluido el propio Presidente de la Nación- insisten en negar con énfasis, y un notorio desacierto que la Argentina no se encuentre a las puertas de una crisis energética.

Ciertamente desde las áreas gubernamentales se han lanzado medidas sectoriales que no repercutirán en el corto plazo, siendo esto cierto al tomar los datos concretos de esta severa realidad que tienen una certeza matemática, habida cuenta que la matriz de generación eléctrica en la Argentina está conformada de la siguiente manera: 53% corresponde a las centrales térmicas, 43% a usinas hidroeléctricas y el 4% restante llega de la mano de las centrales nucleares.

Razonado seriamente el asunto abordado en el presente proyecto, es claro que el crecimiento del país requiere un sostenido acompañamiento del crecimiento en la oferta energética. Consecuentemente, es imperativo contar con una política de inversiones efectiva en el sector, liberando financiamiento para nuevas obras de infraestructura, y asegurando la correspondiente tasa de retorno, precios y tarifas.

Según expertos, la matriz energética argentina requiere entre 2.800 y 3.000 millones de dólares anuales de inversión para sostener un crecimiento del PBI del 5%. Al presente, la inversión es casi nula.

El mapa energético nacional no ha cambiado ni cambiará con el acuerdo celebrado recientemente con el Paraguay. Solo es una solución temporal; solo se dispondrá de una cantidad de energía adicional para volcar al sistema y atemperar el riesgo de colapso ante el aumento de la demanda de electricidad.

De los datos más arriba señalados, debería haberse incorporado al menos en promedio alrededor de 700 mega vatios hora por año, a fin de sostener niveles estables de oferta y demanda creciente, y un aceptable nivel riesgo frente a una crisis de magnitud del sistema. Máxime si a este estado de situación es dable recordar que la última central térmica de gran porte que ingresó a sistema fue la de Ganelba, con un aporte real de 800 mega vatios. Esto ha ocurrido a fines del 2000 y, desde esa fecha hasta la actualidad, el consumo ha subido más del 30% sin que se halla ampliado el parque generador.

Así las cosas, y en la medida que no se tome conciencia de la magnitud del problema por el que se atraviesa, no habrá soluciones estructurales para la crisis; la falta de inversiones, negada en tantas oportunidades por sectores ministeriales del gobierno nacional comienza a erosionar el sistema. La administración del Presidente Kirchner intenta dar respuesta a la crisis con una conjunto de anuncios que dudosamente modificará el escenario del país en el corto plazo.

Señor Presidente, por las razones expuestas precedentemente solicito a mis pares que me acompañen con su voto en el presente proyecto.