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CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA

Comisión Permanente

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Secretario Administrativo LIC. CAMPOS PABLO

Jefe DR. Alsina Fermin

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  • CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA

Reunión del día 06/10/2016

- VISITA DEL MINISTRO DR. LINO BARAÑAO

INVITADOS

  • doctor Lino Barañao Orador
- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los seis días del mes de octubre de 2016, a la hora 11:
SRA. PRESIDENTA CASTRO Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva con el quórum necesario y la presencia del doctor Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación; del presidente del Conicet, el doctor Alejandro Ceccatto y autoridades del ministerio.

El señor ministro expondrá durante 15 minutos y luego cada diputado tendrá dos minutos para formular preguntas. Esta es la modalidad que se ha venido desarrollando en las distintas comisiones.

Agradecemos, señor ministro, que esté aquí luego de varias invitaciones. Como diputados hemos recibido muchas inquietudes respecto de la situación actual del ministerio y de las proyecciones futuras acerca de esta área tan importante para el desarrollo de los argentinos.

Tiene la palabra el señor ministro.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Buenos días a todos. Pido disculpas por los problemas de comunicación que hubo que hicieron que recién hoy pueda estar aquí.

En primer lugar, voy a presentar cuál es nuestra visión de por qué la ciencia y la tecnología son importantes en el mundo y en la Argentina en particular, qué es lo que hemos hecho y cuáles son los programas a largo plazo.

En segundo término, me referiré al presupuesto que es un tema recurrente en los distintos sectores.

¿Por qué es importante la ciencia y la tecnología? Porque la economía del mundo cambió. Lo que antes determinaba la supremacía económica de los países, que eran los recursos naturales y fundamentalmente la energía, ha pasado a estar determinado por una nueva economía basada en el conocimiento.

La economía hasta mediados del siglo XX era negra, basada en el carbón y el petróleo porque la energía movía la economía de los países. Ahora ha pasado a ser verde y gris; verde, porque debe ser sustentable y se basa en recursos renovables, y gris porque depende fundamentalmente de recursos humanos capacitados.

Si se observan los países en los que se vive mejor, la gente está satisfecha y la distribución del ingreso es más justa, se trata de países que no tienen recursos naturales sino un sistema científico tecnológico fuertemente acoplado a la producción y por ende, a la generación del trabajo de calidad.

Por lo tanto, creemos que esto se debe a que las empresas de base tecnológica, como necesitan de personal capacitado, distribuyen de manera más equitativa su rentabilidad. A diferencia de los sistemas extractivos que están altamente concentrados, una empresa de software no puede darse el lujo de pagar un peso menos a su programador, de lo que gana el de la empresa que está al lado, porque lo pierde y tiene un doble perjuicio, uno menos y la otra tiene un punto a favor.

Por eso pensamos que esta economía basada en el conocimiento persigue un ideal de justicia social, de distribución del ingreso. Creemos que avanzar hacia ese tipo de economía es la manera más justa o más democrática de llegar a una sociedad más justa.

¿Qué ha pasado en la Argentina? Históricamente la ciencia y la tecnología no estaban acopladas a la producción de ningún parámetro económico. Era una actividad cultural que se hacía en los laboratorios, generalmente por investigadores que eran hombres y vivían en las grandes ciudades; lo hacían de forma deportiva, porque era interesante, porque satisfacía su curiosidad, cada tanto alguien ganaba un premio Nobel y todos se ponían contentos. Sin embargo, nadie asociaba ciencia con economía y menos aún, con producción y generación de trabajo.

Entonces, el desafío que encaramos tiempo atrás es lo que ocurre en los países desarrollados: generar riqueza a partir del conocimiento. Ello exige un sistema científico altamente capacitado, competitivo a nivel internacional pero también exige correas de transmisión con el sector productivo.

Si solamente tenemos muy buenos científicos que publican en las mejores revistas lo que estamos haciendo es incrementar la brecha porque ese conocimiento es aprovechado en el hemisferio norte para generar patentes y desarrollos innovadores que después nos lo venden. No basta con financiar a los investigadores. Un investigador argentino radicado en México –Marcelino Cereijido- afirmó que no hay que apoyar a los investigadores sino que hay que apoyarse “en” los investigadores. Esa diferencia es sustantiva. El Ministerio no se crea como una victoria sectorial o como producto de una lucha gremial sino a través de un cambio de visión mediante el cual se destaca que este es un recurso valioso para el desarrollo del país y, por lo tanto, hay que invertir para poder utilizarlo en forma efectiva.

¿Qué se ha hecho en todos estos años? Se ha fortalecido el sistema, se incorporó más gente a la carrera de investigador, se repatriaron casi 1300 investigadores. Asimismo, se estableció una red de comunicación con todos los argentinos que están en el exterior para que contribuyan al desarrollo del país. Se construyeron 190 mil metros cuadrados de laboratorios. Todo esto en cuanto al fortalecimiento.

¿Qué se hizo para acoplar efectivamente el sistema científico a la producción? Ensayamos una cantidad de sistemas de promoción y de instrumentos. En el año 2003 existían seis instrumentos en total de financiamiento para las ciencias básicas y las empresas. En la actualidad contamos con casi 50 instrumentos. Hemos cubierto casi todos los casos visibles y estamos dispuestos a considerar los que sean necesarios para que esto sea eficaz.

Lo que ha resultado más eficaz hasta ahora para mejorar este acoplamiento es el financiamiento a través de fondos sectoriales dirigidos a áreas particulares y financiar consorcios públicos y privados. La idea es que la forma más efectiva de producir este acoplamiento en el sector académico venga de la mano del investigador y del empresario. Es decir, yo tengo esta idea novedosa y el empresario –si esto funciona- pondrá la plata para llegar al mercado.

Se han financiado una cantidad de consorcios desde agrotecnología con grandes empresas farmacéuticas hasta asociaciones en las que el privado es una cooperativa criolla. Me refiero al caso de la Cooperativa Payún Matrú en la ciudad de Malargüe que pasó de criar guanacos a tener una hilandería que produce fibra de ese animal que vale 700 dólares el kilo. El sector privado no solamente está orientado a los empresarios sino también puede ser una cooperativa o una ONG que tengan un interés en particular.

Hemos hecho una planificación. Me refiero al plan nacional Argentina Innovadora 2020. No está pensado en cuanto a lo que puede suceder con la física o la biología de acá al 2020 sino a cómo la ciencia y la tecnología contribuyen al desarrollo regional. Por eso está pensado para núcleos socioproductivos.

Para cada región existe una tecnología necesaria y cada una de ellas tiene una demanda, por ejemplo, la instalación de recursos humanos. Creemos que los investigadores tienen que estar cerca de los problemas pues no todo se puede resolver en las grandes universidades o grandes centros. Concretamente, hay que desarrollar capacidades locales. Por eso hemos hecho un énfasis en la federalización. El CONICET se encuentra en un proceso de descentralización muy importante.

Concretamente, hemos creado centros en el interior del país, o sea, en provincias que prácticamente no tenían actividad. Hoy existen cinco institutos del CONICET en la provincia de Jujuy. Hay un centro de litio en el que se desempeña una investigadora repatriada desde Bélgica para trabajar en temas de punta, procesamiento de litio, baterías y demás.

Pongo esto como ejemplo pero hay una cantidad de provincias en las que ha habido un desarrollo muy importante en materia de ciencia y tecnología.

Hemos apoyado empresas innovadoras y pequeñas empresas. Este proceso de asociación con empresas existentes ha llegado a un punto de saturación. Lo que está ocurriendo –afortunadamente- es que existen más ideas en el sistema científico y más patentes generadas respecto de las que las empresas nacionales pueden absorber. Por eso estamos apoyando la creación de nuevas empresas de base tecnológica. Me refiero a un fondo particular que en este momento está financiando a unas 85 start ups, o sea, nuevas compañías y que fueran creadas por egresados recientes de la universidad pública que manifiestan este cambio cultural tan importante, sienten que tienen una deuda ética con su país y por eso deben crear una actividad económica que genere empleo para otros. Creo que es el cambio más importante que estamos generando. Esta deuda ética no es tan contrastable como la deuda financiera. Por ejemplo, en Estados Unidos el promedio de deuda de un egresado del sistema científico es de 27 mil dólares. Una carrera puede salir 200 mil dólares en total y eso es lo que el Estado argentino le está dando como capital intelectual a un egresado de la universidad pública. Es como si hubiera un cajero con esa suma depositada. Ese egresado tiene que asumir la responsabilidad de generar trabajo para otros y la manera de hacerlo es creando empresas del conocimiento, no solo para los profesionales sino también para la gente no capacitada. La manera de satisfacer el rol de la universidad pública es que ese egresado genere puestos de trabajo digno y bien remunerado para el hijo de un contribuyente que le financió la carrera.

Es decir, el Estado tiene que ser partícipe de eso. En Estados Unidos hay capitales de riesgo que invierten; acá es el Estado el que tiene que asumir ese rol y eso es lo que estamos haciendo.

Decía que el concepto de transferencia, como única manera de aprovechar conocimiento, está quedando chico. Estamos pensando en hacer una modificación topológica al famoso triángulo de Sábato: gobierno, academias –sectores científicos- y empresa. Entonces, al ampliar la base se convierte en un tetraedro porque hay que incorporar inversión externa. Hoy por hoy hay muchos intereses de capitales en el exterior que quieren invertir en empresas de conocimiento en Argentina y también testear nuevos desarrollos en el país. Es una manera de capitalizar el conocimiento.

Israel invierte casi más del tres por ciento en I+D. El uno por ciento es capital de los Estados Unidos que financia la investigación y desarrollo en Israel. De esta forma ingresan divisas a Israel producto de la capacidad innovadora que tiene ese país. Creemos que Argentina puede tener una situación similar. Podemos capitalizar económicamente este conocimiento y no solo ser reconocidos por la calidad de los trabajos científicos y de llevar conocimiento al mundo sino también que ingrese plata al país por el alto nivel de nuestros investigadores. Esto ya está ocurriendo y no es una utopía. La empresa GlaxoSmithKline –una de las compañías farmacéuticas más importantes del mundo- ya lleva invertidos en Argentina cinco millones de dólares en conjunto con el ministerio. Ellos financian el 75 por ciento y nosotros el 25 por ciento pero compartimos en partes iguales la propiedad intelectual generada. La inversión es altamente efectiva en términos de una empresa internacional. Estamos tratando de extender este modelo porque ya otras compañías –americanas y demás- quieren, en otras áreas, hacer algo similar. O sea, esto es posible.

Hay que crear un ecosistema adecuado para que esa inversión llegue al país y genere actividad.

Existe un área que tiene un potencial enorme. Me refiero a la bioeconomía. Hemos trabajado mucho con todas las regiones. Apareció una publicación en el periódico “BAE Negocios” sobre este tema. La idea es desarrollar estos nuevos procesos basados en convertir lo que antes era un residuo en agricultura en un producto de alto valor agregado. No solamente es biomasa; también es biogas. Son productos de alto valor que se pueden producir a partir de la biorefinerías. ¿Cuál es la ventaja de este concepto extendido? Que genera fuentes de trabajo en una mayor proporción. Una biorefinería o una planta de biodiesel emplea más gente que un laboratorio. De todas formas hay que seguir financiando porque son dos tipos de trabajo distinto.

Hay que tener en cuenta la necesidad de crear empleo de calidad a partir del conocimiento.

Les comento que tenemos un acuerdo firmado con Cofindustria, en Italia. Se trata de la principal unión industrial de ese país y la idea es invertir en agroalimentos en Argentina. Se empezaría con un fondo de cien millones de euros. Es otra prueba concreta de que esto es posible. Hace un mes firmamos con la empresa Leonardo Finmeccanica –principal industria metalúrgica, aeroespacial y de defensa de Italia- un convenio que ha hecho subir las acciones de esta firma, porque se ve que se está expandiendo en la Argentina. Este es un dato concreto que muestra que hay interés en invertir en el país. Pero me comentaban que sería muy bueno que hubiera una ley que promoviera la economía del conocimiento en el país. Los legisladores sancionaron una ley de energías renovables que está funcionando.

En Italia nos decía que contar con una ley traería más garantía de previsibilidad y, más allá de la buena voluntad de un gobierno en promover esto, permitiría que esto sea una política de largo plazo. Es muy lindo haber pasado de un gobierno a otro, lo cual no pasa siempre. Si mañana viene otro gobierno no sabremos si esto tiene el mismo rumbo. Por eso tenemos que sumar una norma a nivel legislativo tal como existe para las energías renovables. Esta es una inquietud que les dejo. Además sería muy bueno que existiera consenso a la hora de sancionar una iniciativa de este tipo.

Nosotros promocionamos dos leyes, una fue la ley Raíces, que fueron aprobadas por unanimidad porque creo que fuimos capaces de demostrar que era algo que hacía al bien común. Creemos que eso es algo que deberíamos considerar.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Muchas gracias por su exposición, señor ministro.

Hay una serie de diputados que se han anotado en la lista de oradores, como el diputado Barletta, Gallardo, Patiño, Pereyra y Zielger.

Tiene la palabra el señor diputado Barletta.

SR. BARLETTA Señora presidenta: buenos días, muchísimas gracias señor ministro por su presencia y a todos los que lo acompañan.

Sin lugar a dudas el tema que ha tomado para su exposición es el más importante, porque siempre tenemos la sensación, no solo quienes de algún u otro modo estamos vinculados al ámbito académico y científico sino la sociedad en su conjunto, de qué es lo que en definitiva la ciencia aporta para el desarrollo y el bienestar. Ha sido muy claro y concreto.

A lo mejor mi pregunta es extraña. Pero como usted está hace mucho tiempo en esto, al margen de su cargo en el gobierno, quiero conocer dónde colocaría a la Argentina en una escala de uno a diez en términos del aporte al conocimiento, del verde y del gris, al desarrollo de la economía y al bienestar y cuál es su potencialidad. Creo que estamos todos de acuerdo en que en este último caso es enorme. Pero quiero conocer dónde estamos parados.

Con las expectativas que ha manifestado, que son alentadoras, quiero saber si este proceso se puede acelerar y podemos ver con más nitidez la sustitución de importaciones, el aumento del valor agregado y la industrialización.

Me gustaría que una persona con su formación nos indicara cuál es la perspectiva para que la Argentina, como dice el presidente Macri, deje de ser el granero del mundo para pasar a ser el supermercado. Ha utilizado esta figura para el área de alimentos.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Señora presidenta: si tuviera que poner un número como docente universitario, sería un cuatro, porque la teoría está muy bien, pero está muy flojo en el trabajo práctico. Lo mandaría de nuevo a laboratorio. Tenemos una capacidad intelectual muy grande. Si uno mide los parámetros de desarrollos científico, la Argentina y en particular el Conicet, pasó del puesto trescientos y pico al ochenta y nueve. Es un salto importante. Compite con la Universidad de San Pablo. Tenemos tapas en las principales revistas del mundo en todas las disciplinas, en el cáncer y ahora va a salir un trabajo en la principal revista del mundo sobre paleontología hecho por un argentino.

¿Qué falta? El acoplamiento. Nos falta un sector productivo que sea capaz de asimilar ese conocimiento.

Tenemos una escasa inversión en investigación y desarrollo en el sector privado. Esto es así porque tenemos un sector privado muy conservador en general, producto de la selección darwiniana que hubo durante décadas. Sobrevivió el empresario que tenía habilidad financiera, no el que competía con los productos.

Entonces, ahora uno no le puede pedir que al final de su vida cambie y que decida invertir en investigación y desarrollo, sobre todo cuando le queda una expectativa de vida acotada.

La contracara de eso es que está habiendo nuevas generaciones de empresarios. Hoy hay cuatro o cinco starts ups seleccionadas para competir afuera, más las que tenemos ahora financiadas por nosotros. Todos los años llevamos cuatro o cinco empresas de tecnología a la principal conferencia de tecnología de Estados Unidos.

Hay una nueva camada de gente con ideas distintas. La gente no cambia de ideas. Hay gente vieja con ideas viejas, que se muere, y viene gente joven con otras ideas. Uno no puede apostar a que el empresario actual, cambie.

Hay sectores que a mí me producen casi irritación. Si uno ve dónde se destaca Argentina en cuanto a calidad de sus publicaciones en revistas, en promedio, no cuantitativamente sino por la calidad, es en tecnología de alimentos. Son muy pocos pero publican en las mejores revistas del mundo.

¿Cuál es el sector que menos invierte en investigación y desarrollo en función de su contribución en el PBI? El sector de alimentos.

El tema es que es un sector conservador que dice: “No vamos a largar un nuevo yogurt porque no sabemos si funciona”. Pero si queremos alimentar la góndola del supermercado, es a través de la innovación, porque el sector alimentario es el que más rápidamente cambia. Es tremendo el potencial desarrollado en una gestión de alimentos del futuro.

Es un cambio que se va a tener que dar con el tiempo. Para eso se necesitan incentivos fiscales para hacer investigación y desarrollo. Esto es lo que pasó con los analistas del software, en materia de promover no solo el blanqueo de los empleados sino con una inversión genuina en I+D, que hay que profundizar.

Por eso les digo que tomen este 4, no como una visión pesimista. Tenemos mucho para crecer y se puede pasar a un 10 si logramos crear este sistema.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra la señora diputada Gallardo.

SRA. GALLARDO Señora presidenta: señor ministro, yo soy de Tucumán y querría preguntarle qué programas se encuentran implementándose y cuáles están en vista a ponerse en marcha a corto plazo desde el ministerio a su cargo, para que los municipios de las provincias del interior solucionen el problema de los residuos sólidos urbanos y que se prevea el reciclado de los mismos.

Por otro lado, según palabras del jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, en relación a la implementación del Plan Belgrano, quería saber qué participación o injerencia tiene el ministerio a su cargo en la ejecución del mismo para las provincias del NOA, sin perjuicio de las actividades establecidas por decreto para la unidad ejecutora a tal fin.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA En primer lugar, Tucumán se destaca en el NOA por la tradición científico tecnológica y también por esa asociación efectiva de investigación y desarrollo.

La estación experimental agroindustrial Obispo Colombres, que tiene ya 104 años, es la primera asociación público-privada que prueba investigación y desarrolló una variedad de caña que se cultiva en todo el país. Está desarrollando nuevos cultivos genéticamente modificados, nuevos herbicidas o insecticidas orgánicos, y a través de gestiones que hemos hecho, estamos financiando ahora a esta asociación.

Tiene centros como el CERELA, que ha desarrollado un lactobacilo que fue transferido a la industria alimenticia. Es uno de los pocos casos que tenemos de innovación en el sector alimentario.

Tenemos investigadores como el doctor Alfredo Grau, que es uno de los pocos que está investigando y promoviendo un cultivo con enorme potencial, como es el yacón, que puede ser el kiwi de la Argentina.

De manera que se trata de una provincia donde hay un tremendo potencial en términos de bioeconomía. Y hay también problemas, que son a la vez oportunidades. Todo lo que es el procesamiento de residuos, el tema del (INASA), que es algo concreto o el tema de los residuos de la caña de azúcar que pueden ser convertidos en productos no sólo de valor energético, sino también desde el punto de vista industrial. Todo eso es algo que estamos apoyando.

De hecho, una de las cuatro starts ups seleccionadas por un fondo local de rentabilidad de riesgo es una empresa ex integrante del Cerela. Es decir, que cumple casi todos los requisitos que querríamos ver extrapolados al resto del país.

Respecto del Plan Belgrano, todos los ministerios incorporamos a esa iniciativa el financiamiento que tenemos y de ahí sumamos todo lo que damos tanto al sector público como al sector privado más algunas iniciativas regionales. Por ejemplo, el tema de la bioeconomía que estamos financiando. Después podemos pasar los datos concretos de lo invertido en Tucumán en este tiempo.

SRA. GALLARDO Quisiera consultarlo con respecto a los programas para los residuos sólidos urbanos en los municipios que son un problema muy grave.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA En ese aspecto una de las líneas especiales que tiene el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, el Cofecyt, y que hemos relanzado con más financiamiento, tiene que ver con el desarrollo tecnológico municipal. Casi todas las propuestas que hemos recibido tienen que ver con procesamiento de residuos en los municipios. Se trata de un área en la que hay financiamiento disponible y, si hay algún intendente que quiere financiar eso, simplemente se presenta al Cofecyt con el aval de la provincia; hay nuevas tecnologías para eso.

De hecho, una iniciativa que puede ser emblemática y extrapolable a otras regiones del país es una planta de procesamiento de todos los residuos del Mercado Central de Buenos Aires, que procesa cientos de toneladas de basura. Antes era un problema ecológico, ahora se va a producir no sólo energía sino también las distintas posibilidades de desarrollar una biorefinería para tener productos de alto valor extraído de los residuos vegetales que quedan ahí. Eso va a generar puestos de trabajo en una zona realmente carenciada. Hemos iniciado una experiencia piloto que en otras ciudades y comunidades puede ser realmente importante.

SRA. PRESIDENTA CASTRO tiene la palabra el diputado José Luis Riccardo.

SR. RICCARDO Muchas gracias, señora presidenta y también agradezco al ministro Lino Barañao y a todo su equipo por estar aquí dispuestos a responder todas nuestras preguntas.

Me entusiasmó mucho escuchar la reflexión acerca de la necesidad de tener un marco de política pública reflejado en una ley que pueda materializar esta voluntad política de ir hacia una economía y una sociedad del conocimiento.

Hemos conversado este tema con gran parte del equipo del ministro, en distintas instancias y a veces informalmente. Más allá de la virtud de los fondos sectoriales –acaba de decir que se han ampliado y se podían ampliar más- que han sido exitosos y podemos indagar más en ese punto, nosotros estamos convencidos que desde la política necesitamos dar un paso más.

En este sentido, y por el rol de diputados que cumplimos, quiero que esta sea una instancia conducente. Invito a que nos comprometamos a conformar una mesa de trabajo amplia y diversa en la que estén representadas todas las fuerzas políticas –esto necesita un enorme consenso.

Creo que es un desafío que estamos dispuestos a tomar y si bien no sabemos cómo y puede haber derecho comparado –sobre lo que se debe trabajar mucho-, considero que sería una inflexión cualitativa en el marco de la política pública de ciencia y tecnología y su relación con la economía y el trabajo.

Creo que todos vamos a compartir esta postura, nos debatimos acerca de qué debemos hacer y me parece que ello no debería ser resultado de la idea peregrina de un diputado sino de un grupo de trabajo, del propio ministerio y las diferentes comisiones que convergen en el tema de la economía del conocimiento, en particular ésta.

Esto es una devolución sobre ese convite que nosotros también venimos haciendo con ciertas limitaciones de nuestro rol, convencidos de que en ese sentido nos falta tomar un poco de riesgo y caminar.

Quisiera formular dos preguntas, una de ellas es muy doméstica pero necesaria. Dado que tomamos conocimiento de que la situación del Conicet que encontró el gobierno no es la mejor, en términos de financiamiento y de equilibrio presupuestario, quisiera saber cuáles son las perspectivas en este aspecto.

¿Cuál es la voluntad política? Sabemos que es una institución importante, no excluyente, pero sí importante para el sistema.

Por otro lado quisiera saber objetivamente su opinión sobre los centros tecnológicos. Es decir, ¿en qué estado estamos y cómo vamos?

Pregunto esto porque recibimos muchas inquietudes, en particular del centro de Entre Ríos. Por eso quería saber qué perspectiva tenemos con los centros tecnológicos y en qué estado estamos. Como diputados no nos podemos hacer los otarios con las inquietudes que recibimos y por eso quiero transmitírselas.

En resumen quiero saber qué está pasando y hacia dónde va el CONICET y los centros tecnológicos.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Primero quiero hacer una aclaración. El presupuesto que tenemos no es satisfactorio, pero nunca lo ha sido. Desde el año 2013 que estoy en la función pública, siempre hemos vivido en estado de zozobra. Me acuerdo cuando empecé, como presidente de la agencia, no podíamos pagar los subsidios, había un crédito del BID que estaba parado, etcétera.

Me ha tocado negociar con todos los jefes de Gabinete, con todos los ministro de Economía y nunca nos han dado un cheque en blanco. Siempre hubo que pelearla. Y de última, me parece que está bien que sea así. Es decir, que uno tenga que justificar para qué quiere la plata y qué se puede esperar de eso.

Por lo tanto es una situación que es recurrente. Si me preguntan si esto alcanza, debo decir que hoy por hoy no alcanza. Pero nunca alcanzó al principio y siempre hemos logrado ir compensando. Por eficiencia en la ejecución y por claridad en los proyectos, hemos tenido financiamiento adicional para una cantidad de programas. También hay algunas operatorias pendientes.

Pero hay que entender que hay una situación de emergencia, con un estado preocupante con respecto a la economía. En estos días se dio a conocer la cifra de pobreza. Es algo que debe afectarnos a todos y a todas las áreas del gobierno nos han pedido un esfuerzo por lograr una solución coyuntural.

El problema que tenemos en ciencia y tecnología es que no podemos dar respuestas coyunturales. Nuestras respuestas -por los aportes que va a haber- son a largo plazo. Eso es difícil de transmitir al sector que tiene como responsabilidad principal balancear el déficit fiscal y atender a necesidades urgentes de algunos sectores.

Es parte de la negociación política. Es parte del trabajo de un equipo de gobierno. Hasta ahora he tenido, no sé si suerte o habilidad, para conseguir el financiamiento.

El CONICET, en particular, es una institución altamente reconocida. Tal vez una institución del Estado que tiene los más altos niveles de exigencia para sus miembros. Si alguien no es productivo en un período de cuatro años o se le han rechazado dos informes, puede perder el empleo. Esto, siendo que por dólar invertido como lo he dicho- los investigadores del CONICET son más productivos que los de Harvard. Es decir, producen en las mismas revistas y con cifras de subsidios muy inferiores. Todo está basado en la capacidad.

Por eso tengo la tranquilidad de conciencia que lo que estamos defendiendo realmente es útil para el país. Entonces, va a depender de nuestra habilidad el año próximo de ir logrando un financiamiento adicional, en la medida que se tenga más en claro cuál es la perspectiva económica. Siempre se hacen las proyecciones sobre la base más pesimista y después hay un margen de mejora.

Para nosotros los centros tecnológicos es una iniciativa muy importante y tenemos dos o tres instrumentos específicamente destinados a eso.

Algunos centros ya están funcionando en distintas provincias. En Santa Fe hay varios y estamos haciendo inversiones, sobre todo en el interior.

Tratamos de asociarlos a este concepto de polo tecnológico. Creemos que tiene que haber una coexistencia física. No en todos los lugares se puede dar, pero estamos tendiendo a eso. Es decir, si la universidad no se puede mover al parque industrial, entonces que haya una sede de la universidad ahí. Le ponemos todo el equipamiento y lo único que le pedimos es un mínimo plan de negocios.

Es la forma más directa de aportar a la competitividad y no solo desde el punto de vista del sector productivo. Muchas veces hay problemas teóricos muy importantes que surgen de la práctica.

La historia de la ciencia muestra que muchos de los avances de la ciencia mundial sirvieron para solucionar un problema práctico.

Todos hablamos en términos de bites, bytes y de la digitalización. Esa nomenclatura la inventó Shannon porque trabajaba para Bell y necesitaban saber qué cobrar en las compañías telefónicas, no sabía cómo medir lo que vendía. Entonces hubo que medir esta información. Esto ha transformado todo. Para nosotros no es importante solo como servicio, es importante en el sentido de detectar preguntas novedosas que motoricen la ciencia.

Podemos ver si hay algunos casos particulares. Entre Ríos creo que ha hecho un esfuerzo supremo, porque está comparativamente rezagada, y tiene una competencia histórica con Santa Fe, que le gana porque tiene muchas más características. Pero tenemos que hacer un esfuerzo. Los entrerrianos se quejan de que se van todos los científicos a Santa Fe. Podemos poner una frontera selectiva para que los profesionales no puedan cruzar el río. (Risas.)

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Patiño.

SR. PATIÑO Señora presidenta: muchas gracias al señor ministro y a todo su equipo por su presencia.

Voy a redondear la pregunta porque ya han comentado parte de lo que quería decir.

Recién hacía mención al largo plazo y siempre que lo hacemos tenemos que hablar de políticas de Estado. Esta comisión se ha ganado el respecto de las diferentes fuerzas políticas, por lo tanto nos es más propicio trabajar y lograr consenso porque todos estamos alineados en el futuro de ciencia, tecnología e innovación productiva como una salida para el país.

Celebro lo que recién comentaba de poder trabajar y de invitarnos a participar en una normativa que supere el tiempo. Me parece que esta es la vía correcta.

Hace poco escuché que el Ministerio aparte de tener esta visión de cara a los servicios directamente a la sociedad, también tiene una visión de servicio transversal en otras áreas de gobierno. Le solicito si brevemente nos puede hacer un paneo breve sobre esta visión de servicios transversales a otras áreas de gobierno porque es muy importante para nosotros por la normativa que podemos llegar a presentar.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Señora presidenta: siempre decimos que somos un Ministerio de servicios porque lo que producimos le llega al ciudadano común a través de otras áreas; lo único que llega en forma directa es la divulgación científica. Por eso tenemos eventos como Feria, el Centro Cultural de la Ciencia y tomamos una política de promoción de museos en el interior del país. El resto tiene que llegar a otras áreas.

Por ejemplo tenemos un programa especial en materia de acuicultura. Vamos a hacer una experiencia piloto probablemente en Tierra del Fuego de este nuevo sistema de producción que se llama Plataforma Multitrófica Integrada, por la que se crían truchas, salmones, mejillones y algas en forma tal de que todo se recicle y no haya impacto negativo.

Ustedes saben que de acuerdo al informe de la FAO la Argentina tiene dos récords Guinness: primero, es el país con mayor potencial para la acuicultura y, segundo, es el país que menos ha invertido en esta actividad. Esto es muy descriptivo de nuestra esquizofrenia. Estamos trabajando con el Ministerio de Agricultura y la Secretaría de Pesca y Acuicultura.

Hay otro caso que se está trabajando con el Ministerio de Salud: el programa Medicina de Precisión, por el que queremos llevar todas las tecnologías para hacer un diagnóstico más eficaz, porque esto no solo mejora la calidad de atención al paciente sino que a su vez muchas veces ahorra recursos públicos en materia de salud.

En el tema de Educación estamos aplicando nuevas tecnologías en el aula. En el caso de la Justicia, estamos desarrollando una cantidad de software para la identificación de personas.

Prácticamente, todas las iniciativas importantes se hacen en relación a nuestro ministerio. El caso más emblemático es el del proyecto Pampa Sur que ha involucrado a siete ministerios y muchas otras secretarías llevando un trabajo de colaboración muy importante. El hecho de generar consenso es justamente una política de Estado que se vio reflejada en una ley de financiamiento que fuera aprobada por unanimidad.

Y esto realmente se facilita debido a la maduración, al cambio de estilo de gobierno. Tenemos una excelente relación con todas las áreas, no solamente a nivel ministerio. En cada uno de los escalones ya hay vínculos personales e iniciativas importantes. Hemos presentado este proyecto conjunto en el foro de inversiones con el Ministerio de la Producción.

El concepto es que la ciencia y la tecnología son necesarias para cualquier actividad, tanto productiva como organizativa en lo relativo a la función del gobierno.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Díaz Roig.

SR. DÍAZ ROIG Señora presidenta: quisiera mencionar tres temas puntuales.

El primero se relaciona con lo interesante en trabajar en un proyecto de ley puntual. Es muy bueno que se haga en este ámbito. La idea es formar un equipo que se pueda juntar con algunos diputados. Y esto me motiva a contarles una anécdota. Cuando presenté el proyecto “Raíces” no conseguí a nadie para acompañarme porque todos estaban convencidos de que era un proyecto que le correspondía al Ejecutivo y nosotros no teníamos por qué hacerlo. Respecto de dicho programa ya teníamos una experiencia muy pequeña. Pasaron dos o tres meses y de pronto apareció Delich y me dijo que me iba a acompañar. A partir de ese momento empezamos a trabajar con cada uno de los diputados y senadores y de esa forma conseguimos la unanimidad respecto de este tema. Hubo que negociar cosas. Una de ellas era que no le saquemos provecho político sectorial. Lo más importante es sentarnos, tomarnos el tiempo que se necesite para hacer una ley. Yo participé desde el Cofecyt en la elaboración de una norma vinculada con la ciencia, la tecnología y la biotecnología durante estos últimos quince años. En las demás participé como diputado. Esta idea es fantástica y debe ser prioritario para todos. Debemos tomarnos el tiempo que sea necesario sin excluir a nadie.

El segundo interrogante está basado en la reincorporación o repotenciación. Se produce una cosa notable. Me refiero a aquel científico que volvió. La red es lo que tenemos que potenciar. Junto a los consulados hemos trabajado el tema. Tenemos más de 5 mil científicos en la red. Les damos mucho valor a los mil científicos que vinieron pero a esos cuatro mil o cinco mil que tenemos detectados los traemos una vez por año. Creo que esto hay que repotenciarlo y mi pedido es si podemos colaborar con algo.

El tercer punto se relaciona con los escalafones. La señora diputada representante de la provincia de Tucumán se refirió a la Fundación Lillio. Hay numerosos reclamos y esto ya lo hablamos hace muchos años con la ex diputada Giannettasio.

Sería justo que todos los que hacen I+D se puedan acoger al régimen del Conicet, fundamentalmente los del equipo de apoyo del Conicet que hacen I+D porque si no, venimos generando una inequidad.

Tener cinco escalafones diferenciados del 82 por ciento, más allá del valor que demos a las relaciones exteriores, a la Justicia, a la Aduana y a la parte científica, de por sí genera una cierta inequidad. Si a eso le sumamos que internamente somos inequitativos. Creo que todo esfuerzo es valioso.

El tercer punto vuelve a ser el Cofecyt, los diputados integrantes de la comisión lo saben y me lo han escuchado decir varias veces. Creo que la línea que debemos seguir es volver a hacer un Cofecyt independiente –hay un proyecto de ley- para que el secretario general, el presidente o las autoridades, se elijan desde los organismos provinciales.

Nos guste o no, recuerdo que era el secretario Caputo quien presentó un estudio y luego surgió algo más desarrollado desde el Conicet, el 95 por ciento de todos los organismos y científicos están en cuatro provincias y en las otras veintiuna tenemos un área de vacancia científica y tecnológica tremenda. La única forma de revertir esa situación es hacer que los sistemas provinciales de ciencia y tecnología adquieran madurez y financiamiento –tal como lo mencionó el señor ministro; alguna vez firmamos convenios con alguna provincia.

No se trata de traer a los científicos de las provincias y becarlos para que vengan a capacitarse aquí sino llevar la gente a las provincias y que ellas se comprometan a dar a los científicos vivienda, apoyo, diferencia de sueldo, etcétera, como hicimos con algunos científicos que vinieron del exterior que firmaron con varias empresas, un cincuenta por ciento pagaban las universidades y la otra mitad la gente.

Estas son las tres reflexiones que quería transmitir. No quiero formular ninguna pregunta sino ponerme a disposición del señor ministro en estos tres rubros.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Quiero expresar mi beneplácito por el hecho de que se vea con interés esta iniciativa para la que existe un marco legislativo de referencia.

La Unión Europea se propuso tener una legislación centrada en la economía del conocimiento, es un material que está disponible en la red y se está modificando pero es algo que se puede tomar como base; también otros países tienen iniciativas al respecto. De todas formas, me parece importante para dar previsibilidad a algo que la necesita.

Respecto del Programa Raíces –ya lo mencioné- tenemos un delicado equilibrio con el tema de los investigadores. Es interesante porque pasamos de una etapa de fuga de cerebros y de drenaje -logramos recuperar a través del Programa Raíces a quienes podían venir- mientras que en los años anteriores tuvimos un problema inverso, de rebalse, porque los investigadores no se iban. Es decir, no se han generado condiciones adecuadas, ya tienen 30 años, familia, actividad en el laboratorio, siguen trabajando y no se van porque tienen todo en el país. Eso es tremendamente nocivo porque no se renuevan las líneas de investigación, está bajando la cooperación internacional y eso se refleja en la tarea de publicación; debemos ver la manera de fomentar que la gente se vaya.

Tenemos el Programa Becar, llevado adelante por la Jefatura de Gabinete de Ministros, nosotros tenemos la evaluación, estamos hablando de cohortes de 400 a 600 personas. Actualmente tenemos 2.200 y puede parecer mucho pero Brasil lanzó un programa de ciencias sin fronteras y becó a 73.353 brasileros que están en todas las universidades del mundo, la mitad de ellos de familias de bajos ingresos. Digo esto para que tengamos idea de la magnitud.

Chile hizo un convenio con la Universidad de Davis, California, para enviar miles de personas a formarse allí. Yo discrepo con la eficiencia de eso porque después uno no sabe dónde ubicarlos y si traen líneas de trabajo de afuera, no tienen nada que ver con lo que se necesita. Pero lo cierto es que tenemos que fomentar eso. El tema es que cuando hay un indicio de que no hay continuidad en las políticas, la gente empieza a mirar para afuera.

Ayer estuve con Daniel de Florián, investigador físico que trabaja en el Máquina de Dios, reconocido internacionalmente, que creó un centro de altos estudios en la Universidad de San Martín y estamos pensando en crear un centro latinoamericano con Paraguay y Uruguay para comenzar a ser líderes en formación de recursos humanos.

Me dice: “La semana pasada recibí una oferta para ser jefe de laboratorio en altas energías en Estados Unidos. Me ofrecen 250.000 dólares por año. Yo me quedo, ¿pero vamos a tener plata el año que viene?”.

Entonces, no es que les importe el sueldo. Les importa saber si van a poder tener financiamiento.

Afortunadamente tenemos gente muy valiosa. Estamos llegando casi al nivel de los jugadores de fútbol, porque se paga hasta un millón de dólares por un investigador. En breve van a aparecer los mánager de investigadores. El tema es que nadie cobra el pase. Acá no hay ningún club. Simplemente se van.

El riesgo es no dar señales negativas. Esto me preocupa personalmente porque es un riesgo cierto. Por eso estamos tratando de asegurar que esto sigue, que va a haber financiamiento y que vamos a tener los mismos niveles. Si no, abruptamente puede haber un cambio ya que nuestros investigadores son muy solicitados.

El tema de la federalización lo tenemos todos en claro en el sentido de que hay que formar gente en el lugar. Sirve que los investigadores vayan a las provincias y hagan cosas. Por ejemplo, esto que contaba de la cooperativa Payún Matrú, son todos investigadores porteños y que se pasan viajando a Malargüe para hacer eso.

Tenemos otros casos como lo que hemos hecho en Shincal, en Catamarca, que es una de las provincias que menos desarrollo tiene en ciencia y tecnología. Sin embargo, ahí hay una gran tradición arqueológica. Es la provincia con mayor acervo arqueológico del país.

En el Museo Etnográfico Argentino hay una máscara de cobre de 3.000 años de antigüedad, que se encontró en Catamarca. Y 3.000 años atrás, los ingleses estaban viviendo en chozas de madera. Ese era el nivel relativo de desarrollo que había.

Las cosas cambian y ahora estamos tratando de que el pueblo catamarqueño tenga un beneficio de lo que hicieron sus antepasados.

Pusimos en valor el Shincal, que es la última ciudad de la Inca. Se incrementó por diez el número de turistas gracias a que se conoció este lugar. Hicimos una campaña de publicidad.

Este año, el Festival Internacional de Cine de Ciencia y Tecnología de Beijing, abrió con el documental que hizo el CONICET sobre el Shincal. De esta manera lo hemos presentado al mundo. La gente creía que el Shincal estaba en Cuzco, porque ni los catamarqueños lo sabían.

Ahora, se toma como modelo de estudio arqueológico y se van a usar las últimas tecnologías de una ONG, que se llama LIDAR, que es como un radar, para hacer el mapeo de la zona.

Es decir que con poco esfuerzo uno puede generar algo que no solo es importante desde el punto de vista científico sino que genera trabajo.

Una de las cosas más sorprendentes que hizo el COFECyT en su momento, fue lanzar una línea de turismo: ASETUR. Uno podría pensar ¿qué tiene que ver el turismo con la ciencia y la tecnología? Sin embargo, es una de las experiencias más exitosas. Porque cualquier inversión que uno hace en mejorar una pasarela en un parque, un observatorio, un sitio de información, genera trabajo para los guías y actividad económica en el lugar. Y eso define hoy por hoy tecnología, es decir todo lo que es conservación. Además de que el mensaje es bueno.

Prácticamente en todas las provincias tenemos posibilidades de hacer ese tipo de emprendimientos, más allá de lo que hagamos en la tecnología más clásica.

Me parece que hemos vivido un proceso de maduración muy importante. Muchas provincias tienen ministerios de ciencia y tecnología. Se ha jerarquizado el área. Se ha logrado traccionar una cantidad importante de recursos que las provincias no hubieran puesto si no hubieran podido decidir cuáles eran las iniciativas a financiar.

Hay que avanzar en eso. Hay que descentralizar y federalizar la ciencia.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Juan Pereyra, que no es integrante de la comisión pero ha decidido venir a esta reunión.

SR. PEREYRA Señora presidenta: es cierto, no pertenezco a la comisión pero soy presidente del bloque Concertación FORJA y soy invitado a todas las comisiones.

En primer lugar quiero agradecer a la señora presidenta por la invitación y por la generosidad de los doce minutos de los que dispongo para hablar, al igual que todos los diputados.

En segundo lugar, agradecer y darles la bienvenida al señor ministro y a todo su equipo a esta reunión de comisión.



Realmente también quiero hacer un reconocimiento favorable al actual gobierno al darle continuidad a este Ministerio, transformando estas ideas en políticas de Estado, dado que se continúa con todo lo que se venía haciendo.

Si no estoy mal informado, en el presupuesto de 2016 el Ministerio recibe 0,71 por ciento del Producto Bruto Interno y el que se está estudiando para 2017 ese número baja al 0,59 por ciento. Pero en 2015, durante la campaña electoral, decían que la idea era llevar el presupuesto de este Ministerio al 1,5 por ciento. Lo veía muy favorable porque se agregarán más científicos a los 1.300 que han regresado al país, pero se quedarán sin presupuesto y todo puede quedar en buenos deseos.

Por otro lado, quiero manifestar, señor ministro, que soy diputado por la provincia de Córdoba y fui intendente de la ciudad de Villa Dolores, al oeste de la provincia, donde tenemos un proyecto sumamente exitoso en materia de reciclado de la basura que no ha interesado mucho conocer. Lo invito junto a su equipo a visitarnos. Hace seis años que está funcionando el reciclado con todo éxito. Sería largo enumerarlo. Lo tenemos dentro de un parque donde está la Dirección de Medio Ambiente; tratamos la basura en una zona rodeada de parques y jardines. Esto se hace con una cooperativa que se autofinancia con la venta de los productos que surgen de allí. Sería muy largo de conversar, por lo que me gustaría que lo vieran en el terreno.

Tengo algunas preocupaciones que seguramente deben compartir el señor ministro y sus pares, especialmente la gente del INTA –entiendo que no forma parte de su Ministerio pero están ligados como la investigación. En nuestra provincia de Córdoba, el norte de San Luis, y el sur de La Rioja, tenemos miles y miles de hectáreas prácticamente improductivas, con una de las mejores riquezas de agua de subsuelo del país. Hay estudios que hicieron los alemanes alrededor de 1950, hace más de medio siglo. Muchas de ellas se utilizan para regar el maíz, sabemos que nuestra Pampa Húmeda se riega con la humedad de las lluvias. Debiéramos aprovechar esto. Es una lástima que se esté desperdiciado. Hay posibilidad de generar puestos de trabajo. Nosotros hacemos un poco de Papa, pero para el mercado interno.

Entonces, debiera investigarse qué se puede producir en esa tierra tan buena, con mucha agua y con excelente clima, que seguramente podría destinarse al mercado internacional. Por lo tanto, habría un valor agregado con la fuente de trabajo y también vendrían divisas para nuestro país.

Con respecto a los estudios científicos me preocupa mucho la deforestación que se produce por el avance de la agricultura y su impacto ambiental, pero también oficialmente no hay casi recomendaciones sobre cómo reemplazar algunas variedades de árboles exóticos foráneos por autóctonos.

En varias oportunidades hemos escuchado la opinión de los ecologistas en el sentido de que no se debe introducir árboles de otros lugares y trabajar únicamente con los nuestros. Los autóctonos son el algarrobo y el quebracho, con los que tenemos un problema de sanidad y se va a perder prácticamente todo. Hay muchos ejemplos más, no quiero mencionar más para no robar más tiempo. Uno se preguntaría si el eucalipto no hubiera venido en su momento de Australia, cuántos millones de árboles menos tendríamos en todas las provincias argentinas. Esto ha venido muy bien.

Estoy trabajando en el tema pues tengo una fundación que apoya todo lo relativo a las plantas autóctonas pero previo a eso creo que hace falta un debate acerca de cuáles son las plantas más exóticas de más rápido crecimiento y las que se adaptan a esta zona.

Me preocupa el tema relativo a la exportación de granos y la baja de las retenciones. Lejos de avanzar estamos retrocediendo porque había una época en la que se decía que éramos el granero del mundo. Se trataba de los mismos de hoy, los mismos que mañana y los mismos del año que viene porque se exporta y el valor agregado y los puestos de trabajo de dicho valor agregado se generan en otros países, los cuales nos compran la soja o el maíz. Hay muchos ejemplos y usted se refirió al biodiesel.

Dentro de la línea de política del gobierno basada en traer inversiones a la Argentina, considero que es algo muy bueno porque se necesitan generar puestos de trabajo que hacen falta. Pero creo que es una contradicción total. Si a la ciencia le aplicamos más presupuesto entonces los inversores van a tener más garantías de venir porque saben que tendrán un respaldo de los científicos en Argentina. El objetivo es que desarrollen sus proyectos productivos en la República Argentina.

Naturalmente, podría hablar mucho más sobre este tema. Pero quisiera que usted nos brinde un panorama acerca de cómo ve el presupuesto. Se trata tan solo de la aspiración de un humilde diputado basado, tal como usted lo expresó, en un cálculo que va del 1,5 por ciento al 3 por ciento.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Aspiramos a mejorar el presupuesto. No he dejado de ser científico pero si hay una cosa que respeto son los números. Concretamente, los números son claros pero hay un margen de manejo político para que esto se revierta y veremos qué es lo que se puede hacer.

El tema vinculado con la producción de alimentos regionales nos interesa muchísimo. Hay dos mercados. Existe un mercado que es el industrial, masivo, que requiere muy poca mano de obra. La cantidad de puestos de trabajo en campo ha bajado de 30 a 1 en los últimos treinta años. Hay un desplazamiento hacia las grandes ciudades. ¿Qué es lo que estamos viendo? Concretamente, habrá dos mil millones más de personas en el planeta y muchos van a aspirar a comer solamente. Seguramente se querrán alimentar de la forma más eficiente y sustentable que se pueda. Pero habrá otros con un mayor poder adquisitivo. Hay más ricos en China y se incorporan 60 millones de personas a la clase media de ese país por año. Dentro de eso hay un subgrupo que se denomina “lujo responsable”. Este slogan lo traje del Sheraton de Nueva Delhi. Estoy hablando de un consumidor que tiene dinero y quiere comer mejor y desea satisfacer no solamente su estómago sino también su conciencia. Paga un poco más caro pero hay alguien que vive mejor gracias a que esa persona compró eso. Suelo mostrar un frasquito de mermelada que tengo en mi oficina. Se trata de un frasquito que entrega la empresa Air France en la clase ejecutiva. Se trata de un envase hermoso que tiene un nombre: producto de la economía social. ¿Por qué le pusieron ese título? Podrían haberle puesto el nombre que quisieran pero hay un estudio de mercado que señala que el turista de Air France quiere sentir que beneficia a alguien. Entonces, al producto le pusieron el nombre de Responsabilidad Social Empresaria.

Hay un mercado que está dispuesto a pagar por algo distinto. La chef Soledad Nardelli, del restaurante Chila de Puerto Madero me contaba que el nuevo cliente quiere tres cosas: saber por qué lo que come es mejor, saber de dónde proviene –los menúes de Chila tienen un mapa que dice merluza o cabrito de no sé dónde y comenta una historia- y por último quiere saber que por eso que se produce ha sido bien pagada la gente.

Creo que es un esquema en el cual el Estado puede dar tecnología al productor para alcanzar mercados internacionales, puede certificar que haya tenido comercio justo, identidad territorial o denominación de origen según corresponda- y ayudarlo a llegar al mercado externo.

¿Cómo es esta asociación que queremos tener con Italia? La idea es que Italia nos ayude a comercializar productos porque la banderita italiana es identificada como productos de calidad alimentaria. Si a eso sumamos el exotismo de Argentina y este componente social, tenemos un paquete atractivo.

Creo que debemos ir diversificando la producción, no para producir maíz sino lo que sea, tortilla, salame con denominación de origen, toda la calidad y la historia.

En cuanto a las especies exóticas, obviamente se han importado una cantidad de especies pero ahora existe el fenómeno inverso. Existe en Resistencia Chaco una escuela de jardinería creada por el ingeniero Ruchesi -que factura no sé cuántos millones por año- que enseña a maestras jubiladas, y también a chicos que salen, ponen su puestito de innovación y venden plantas.

No solo eso sino que se fue a China y en este momento compiten Beijing y Shangai por quién compra los árboles con flores que va a producir Ruchesi, porque quieren árboles con flores y no hay. Entonces quieren el jacarandá, el carnavalito y el ceibo –todos quieren esos árboles. Yo dudo que subsistan con la contaminación de Beijing; tendrán que hacerlos de plástico. (Risas.)

De todas formas, hay un mercado para eso. Australia quiere importar algarrobo porque esa especie cicatriza terrenos desertificados, fija nitrógeno, muere el algarrobo y crece la planta local. Pero al mismo tiempo Ruchesi encontró una variedad de eucalipto que genera alto poder calorífico para carbón y es resistente a la avispa el parásito más frecuente que destruye el árbol lo encontró casualmente y lo está produciendo. Se trata de un área en la que no hemos hecho nada, lo mismo sucede con las plantas ornamentales.

Hace dos semanas vino gente del INTA José C. Paz para poner una biofábrica, con la idea de producir jacarandaes para los municipios. Todo el mundo compra el jacarandá y se lo lleva mientras que acá, en la ciudad, plantan los que nos producen alergia.

Creo que tenemos un problema y una oportunidad, podemos revertir la situación y desarrollar una cadena productiva que tiene un mercado mundial. No podemos satisfacer jamás la demanda de China, así cada uno tenga en su casa un almácigo de árboles. Se trata de una tecnología sustentable, que da trabajo de calidad para mucha gente y para lo que no se necesita gran preparación; estamos apoyando ese tipo de cosas.

Es más, todavía está en gestación lo que sería el INVAP de la biotecnología vegetal que es una empresa que se llama Q-Arax, centrada por la biofábrica, Obispo Colombres de Tucumán y el Semiver de La Rioja. No hemos explotado ese potencial.

En lo que respecta al tema de la biopoblación vegetal, hay que reemplazar las variedades de olivo y de nuez en gran parte de las provincias, tarea que en Misiones se ha hecho con gran éxito. Es una tecnología accesible que permite esto de proveer algo que para nosotros es tan importante como la innovación productiva que es la innovación inclusiva, que es dar trabajo de calidad a partir del conocimiento.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra la señora diputada Gallardo.

SRA. GALLARDO Como aporte a lo manifestado por el señor ministro respecto de la producción de árboles autóctonos, quisiera comentar que he tenido oportunidad de ir al Vaticano y en mi visita le llevé al Papa árboles autóctonos: un ceibo, un jacarandá y un lapacho. Fui a buscar en los viveros de aquí y me vendieron unas variedades nuevas de jacarandá y de lapacho rosado producidas por el INTA; la planta se llena de flores y si bien parece un bonsái, es un árbol normal.

Son nuevas tecnologías aplicadas; ingeniería genética que está produciendo este tipo de variedades de árboles indígenas.

Tal vez desde el ministerio se podría hacer, a través del programa Fomentar, el cultivo de nuestras plantas autóctonas, tanto en el NOA como en el NEA, que son árboles muy vistosos por la floración que tiene. Entonces, en vez de fomentar la forestación con exóticas, como eucalipto y pino, se podría hacerlo con estos árboles. Incluso con el cedro, que es de altísima calidad y que tiene un crecimiento muy rápido ya que en cinco años se convierte en un árbol adulto.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Continúa en el uso de la palabra el señor Lino Barañao.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Hay una especie subvalorada, como el bambú, que no es exótica totalmente porque hay variedades locales y que tiene una gran cantidad de aplicaciones.

¿Saben qué cantidad de dinero implica importar brotes de bambú para el consumo alimentico, por la comunidad asiática? Cinco millones de dólares. Y el bambú se puede producir acá. Por lo menos no gastaríamos cinco millones de dólares para consumir algo que se puede producir.

Se está haciendo una experiencia piloto en Catamarca donde se hacen pisos de bambú. Lo pueden ver acá en el Buenos Aires Designe. Se trata de una tecnología muy sencilla para hacer aglomerados de alta calidad.

Además, este cultivo es la forma más eficiente de producir biomasa. Tenemos una cantidad de provincias donde se puede hacer eso, cosa que también genera una actividad productiva realmente interesante.

SR. BASTERRA Una interrupción, señor ministro.

Echamos a un ministro por eso. No va a ser su caso, pero le aclaro. (Risas.) Eso pasó por la sobredimensión de la tacuara del bambú, que nosotros valoramos muchísimo, pero en la dimensión de la investigación y de un análisis científico.

Lo que ocurrió es que el señor Miguel Santiago Campos, ex secretario de Agricultura, se puso a hablar del bambú en una reunión del Consejo Federal Agropecuario cuando el diputado Ziegler y yo éramos ministros-, cuando se nos incendiaba el algodón y otros cultivos.

Yo valoro mucho el tema del bambú y lo conocemos en profundidad, pero en ese momento no tenía esa dimensión. Sin embargo, lo valoramos como un aspecto para la investigación, para el desarrollo y desde un punto de vista estratégico.

Quería contarle esto, a modo de anécdota, señor ministro.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Yo confieso que tenía el mismo prejuicio hacia el bambú por la misma persona. Pero si uno analiza casos particulares es interesante. De hecho, China, ha manifestado su interés y hay centros internacionales. Pero hay que hacerlo con cautela. Hay especies locales y es una especie invasiva.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Ziegler.

SR. ZIEGLER Señora presidenta: con respecto al bambú, ahora tenemos una empresa que se llama “Eldorado Bambú”, que debe ser de Ana Castro Thomae y María Emilia Caro, que son las que están produciendo los plantines de bambú y llevando adelante el desarrollo del cultivo guadua angustifolia.

En primer lugar quiero agradecer la presencia del señor ministro y también le agradezco a la presidenta de la comisión la insistencia para que el señor ministro pueda venir.

Es bueno poder tener esta charla. Con el señor Barañao nos tocaron muchos años de trabajo, de pensar e imaginar juntos un desarrollo de los territorios en la Argentina fuertemente vinculado al conocimiento. No solo para que el conocimiento venga de afuera, sino para que el conocimiento se genere autónomamente en los territorios y se vincule con los complejos científicos y tecnológicos.

Hay mucho conocimiento distribuido en los territorios, que no está sistematizado científicamente, pero que finalmente da la base o los pies para que después comience el proceso de desarrollo sistematizado, que se transforma en las tecnologías que van ganando valor rápidamente en los mercados.



Dejo como apostillas que está lista la planta de generación de biomasa, que cuenta con todos los equipos y sensores para hacer investigación sobre la producción y generación de energía eléctrica por biomasa.

Así que en el momento en que lo desee puede ir a Misiones a verla, donde está funcionando y generando dos megavatios. Es un proyecto que se logró con el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Está cogobernado por un CAP, un consorcio público-privado.

Se trata de todas esas cosas buenas que se fueron generando, que continúan y se profundizan.

Ya entrando en el terreno que nos compete dentro de la Cámara hoy discutimos un proyecto de ley del diputado Garretón sobre emprendedores. Se trata de una herramienta que creo que ingresa bien con el concepto que manifestaba el ministro sobre cómo hacer para vincular rápidamente las nuevas innovaciones tecnológicas con mercados de capitales específicos vinculados a la ciencia y a la tecnología. Hay una gran herramienta legal, se trata de las sociedades anónimas simplificadas, que rápidamente pueden emitir una suerte de acciones, que pueden ir cotizando, tiene un fondeo que es a partir de un fondo fiduciario, donde el Estado va a proveer fondos.

Pero me parece que está muy bueno esto que manifestaba sobre la fuerte integración del gobierno de poder trabajar en las distintas áreas. Creo que el organismo de aplicación termina siendo la Sepyme. Me parece que es una herramienta de financiamiento, que se trata de cambiar la topografía del triángulo de Sábato y se trata de agregar en la base una herramienta tecnológica nueva. Como tiene dictamen de comisión pronto lo estaremos debatiendo en el plenario.

Hay muchas otras cosas para hablar pero no me quiero extender mucho. Simplemente quiero tomar conciencia sobre la valoración que hace el gobierno de todo lo que es ciencia y tecnología.

Hace poco tiempo estuvimos visitando la Comisión Nacional de Energía Atómica, el INVAP, también hay unos spin-off de alguien que produce. Fuimos a visitar el Instituto Balseiro, donde están trabajando con nanotecnología y demás. La verdad que fue una visita muy enriquecedora para ver la ciencia y la tecnología más dura, de base. Veíamos investigadores mirando con microscopio electrónico algunos diseños moleculares. Luego vimos donde se fabrican los satélites. Yo decía en Bariloche que quiero que se extienda esto a todo el país y preguntaba cómo se lograba integrar ese núcleo duro de la ciencia y la tecnología, que está todo el día pensando, con lo que son el spin-off y los aceleradores. Creo que esta ley que se está trabajando sobre emprendedores especiales es muy buena para el tema de aceleradores.

Entiendo que hay un montón de herramientas y bases tecnológicas que están fuertemente fundadas. Agradezco y aliento que se puedan seguir trabajando.

Nosotros tal vez tenemos muchas demandas sobre crear nuevos institutos para distintas cadenas productivas. En algunos casos hay cadenas productivas, por ejemplo la forestal, donde no sé si lo que cabría es un instituto porque hoy hay una crisis de mercado para determinados productos, sino centros de diseño con nuevas tecnologías e innovación para construcción de viviendas con recursos naturales renovables. El trabajo concreto al respecto es cómo incluir fuertemente diseño para trabajar sobre recursos naturales no renovables para que usando menos agreguemos valor a través del diseño y, en el caso de recursos naturales renovables, pudiendo generar nuevos mercados y potenciar la capacidad de producción que tenemos. Nuevamente traigo a colación el sistema foresto industrial argentino; tenemos una gran capacidad y hay leyes que fomentan el cultivo de especies forestales.

En nuestra provincia, como en algunas otras, entramos en una crisis de mercado que me parece que requiere no salir por los mismos caminos de siempre. Tal como escuchamos del gabinete ampliado, la idea es romper algunos paradigmas acerca de cuáles son los caminos de salida para determinadas crisis.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Hablando de diseño de especies forestales y nativas puedo mencionar a Cristian Mohaded, un argentino exitoso en este rubro. Justamente, él usa maderas nativas para llevar a cabo todo este tipo de objetos. Eso tiene un impacto tremendo. Me refiero a la combinación de lo exótico con la calidad de diseño. Creo que hay diseños donde Argentina puede tener posibilidades muy grandes. De hecho reclamamos el diseño como área de injerencia en nuestro ministerio. Me refiero al Centro Internacional de Diseño del Conocimiento Tomás Maldonado.

Quiero formular un comentario en torno al marco legal. Aquí se ha hablado acerca del proyecto de ley sobre emprendedores y también de una suma de 600 millones de dólares para las nuevas empresas. Eso es algo inédito. Eso genera oportunidades de negocios. Lo que está faltando es un marco de previsibilidad y que incluya los aspectos fiscales de largo plazo no solamente para que haya inversores locales y emprendedores sino también para captar inversiones cuantitativamente más importantes. Hay que articular la cantidad de iniciativas legislativas que ya están en marcha.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Wechsler.

SR. WECHSLER Señor ministro: dentro de lo que tiene que ver con el agro y con la botánica, el día 13 del corriente mes habrá un plenario de distintas comisiones vinculado con el tema del cannabis medicinal. La intención de varios señores diputados es que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva como el de Educación tengan incumbencia en la producción específica de la planta. Entendemos que habrá un consenso de todos los bloques para que el Estado haga la provisión respectiva. Oportunamente, estuvimos visitando el Centro Cultural Miguel Lillio en Tucumán junto con la diputada Miriam Gallardo. Por eso nos parece interesante que teniendo casos como el del Estado de Israel y otros países del mundo que exportan el derivado del aceite más allá del uso específico de la planta, el ministerio a su cargo tenga incumbencia en este tema con los científicos del Conicet.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Casualmente, la semana pasada tuve cuatro reuniones con distintas personas que me hablaban del mismo tema. Aclaro que es una cuestión que yo desconocía. Hay consenso respecto a que el Conicet sea el que lleve adelante las investigaciones. El Ministerio de Salud avaló el hecho de autorizar la investigación del cannabis medicinal. Si se incluyera una investigación clínica permitiría cubrir el abastecimiento para los 1200 chicos con problemas de convulsión. Donde sí hay discrepancia es en el hecho de permitir plantar o no cannabis. Sé que el Ministerio de Seguridad no está muy de acuerdo con todo esto. Hay una propuesta basada en importar cannabis de Uruguay para este fin particular pero todo tiene que ser controlado y reglamentado. Ahora hay una producción artesanal con escaso nivel de calidad. Me parece que el Estado tiene que intervenir en algo que ya ha sido probado por distintos países. Existen pruebas científicas que demuestran que existe una mejora notable en la calidad de vida de estos chicos. Justamente estuve reunido con el director del Sedronar quien me manifestó que sea el Conicet el que se involucre en todo esto. En general hay consenso.

Me parece que es algo necesario, con los debidos controles, porque ante la opinión pública la preocupación es no dar el falso mensaje de que si sirve para esto a lo mejor no es tan malo.

Se debe aclarar que el principio activo que mejora las convulsiones es distinto del que produce efectos psicotrópicos. Entonces, no estamos diciendo que la planta es inocua y que por lo tanto cualquiera puede hacerlo, simplemente es una alternativa. Sabemos de la existencia de otros productos derivados de plantas cuyo uso medicinal está aprobado y sin embargo, está prohibido usarlos fuera de ese contexto.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Barletta.

SR. BARLETTA Quisiera hacer una consulta al señor ministro.

En muchas oportunidades he recibido algunas quejas por parte de investigadores que han hecho un desarrollo, no como en el caso de la crotoxina pero en cuestiones incluso que no son tan complejas. Para dar un caso específico, un investigador que desarrolló prótesis en el Polo Tecnológico del Litoral creo que hace más de dos años y no lo habilitan. Entonces empiezan a surgir todos estos fantasmas vinculados con que los laboratorios internacionales ponen trabas.

No sé si está en el ámbito del señor ministro darnos alguna apreciación y si no es quizás una traba más a este propósito tan loable que significa que aquello que desarrollan nuestros científicos llegue a la producción.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Está muy bien la introducción porque en este contexto de abrir la innovación argentina al mundo a través de inversiones es clave tener un sistema regulatorio que sea a la vez riguroso transparente y eficaz. Esto incluye a la ANMAT, al SENASA y al INPI en particular.

Sabemos que no han tenido la inserción política que debían. El Ministerio de Salud tuvo mucha injerencia sobre la ANMAT, se manejaron en forma bastante autónoma y eso llevó a que hubiera siempre ciertas suspicacias, no diría tráfico de influencias pero sí que ciertos trámites pasaban más rápido que otros, muchas veces alentados por los propios funcionarios. Creo que es un tema que hay que trabajar.

A nosotros nos interesa que todo lo que son desarrollos financiados por el Estado tengan un tratamiento más rápido y preferencial. De lo contrario, estamos malversando inversión pública.

Si se obtiene una patente con un producto como resultado del esfuerzo de la población en general y después se pierde porque pasa el tiempo, porque no hay la debida protección de ambas partes, estamos incumpliendo nuestros deberes de funcionario público.

Se trata de un tema que nos interesa. Estamos en continuas tratativas con la ANMAT y con el SENASA por las variedades vegetales. Es comprensible que el funcionario de línea no quiera incurrir en riesgos innecesarios. Si por aprobar algo, que no está aprobado en otro lado, puede sufrir alguna sanción no lo va a hacer, porque si todo va bien, encima nadie se lo reconoce. Entonces, la situación es comprensible desde el punto de vista psicológico, pero no es admisible desde el punto de vista de un Estado serio que debe tener una política clara en ese sentido porque es algo que los inversores extranjeros están mirando.

Parte de todos estos ecosistemas, propicios para la inversión en innovación, requieren que haya seriedad. Lo que hicimos en casos particulares es manifestar la preocupación correspondiente y generalmente eso funciona.

El otro tema que tenemos en muchos organismos como el INTI y demás, es que una vez que la gente se capacita, se la llevan los estudios particulares. Es decir, si no garantizamos un nivel de remuneración comparable, siempre vamos a tener este problema.

¿Por qué tarda una patente siete u ocho años? Porque cambió siete u ocho veces la persona que estaba llevando el expediente. Tenemos que ser conscientes de eso. No se puede pretender profesionalismo de alguien a quien no se lo remunera como corresponde.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Echegaray.

SR. ECHEGARAY Señora presidenta: muchas gracias señor ministro por estar acá con su equipo.

En honor al tiempo le quería pedir si nos puede informar sobre algo que todavía no fue tratado, que es la marcha del plan espacial argentino y la vinculación de la CONAE con el sistema científico y con su ministerio.

Por otro lado, un tema que es de preocupación cada vez más relevante, que es la cuestión del impacto del cambio climático en cuestiones que tienen que ver con catástrofes e inundaciones.

Provengo de la ciudad de La Plata y, como comprenderá, todavía tenemos las heridas abiertas de una catástrofe de estas características.

Creemos en la posibilidad de encontrar en nuestro sistema científico-tecnológico un poco de luz respecto de cómo tratar estas nuevas temáticas que tiene que ver con encontrar soluciones para aplicar a la mejora de la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor ministro, Lino Barañao.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA El plan espacial –el día de ayer salió para ser firmado por el presidente- se mantiene en sus lineamientos generales con algunos ajustes en algunas de las múltiples líneas que tiene.

Pero no solo continúa este plan sino que estamos tratando de darle la dimensión productiva que debiera tener.

Creemos que el país puede, a esta altura, tener una cadena productiva basada en la industria espacial y la industria satelital.

Se inició la presentación de los planes estratégicos. En particular, el presidente tomó conocimiento de los lineamientos generales del plan espacial en la visita que hizo el mes pasado a la estación espacial en las cercanías de Pipinas.

Ahí, se hizo una reunión de empresas proveedoras del sector, a las cuales se les contó cuáles eran las áreas de promoción que se están proponiendo. Porque tenemos que hacer uso de una ventaja muy peculiar que tenemos. No cualquier empresario local puede decir: este componente que yo hice está volando en el espacio y funciona. Y eso le agrega miles de veces el valor.

La industria espacial se está privatizando a nivel mundial. Antes estaba la NASA y algunos pocos entes. Ahora hay cantidad de empresas que fabrican no solo vectores sino satélites.

Argentina tiene una institución oficial, que es la CONAE. Tiene una empresa estatal, que es INVAP, que fabrica satélites. Y ahora tiene una empresa privada, desarrollada por capital de riesgo que proveyó el ministerio, que es Satellogic, que ya está operando los primeros satélites, con los primeros resultados y que ha captado millones de dólares en el exterior, con lo cual va a ser un caso de éxito.

Se trata de satélites pequeños, que al menos en sus versiones iniciales tenían un 83 por ciento de componentes nacionales. Es decir, más que un auto.

Yo siempre cuento que cuando comenzó el INVAP, yo me sentía responsable e iba a revisar cómo avanzaba el proyecto. En una de esas presentaciones había alguien que había provisto el giróscopo que mantiene al satélite en ubicación y era una fábrica de rulemanes.

Pasar de hacer un rulemán, que vale un dólar, a hacer un giróscopo de satélite que funciona y que cuesta decenas de miles de dólares, es un salto muy importante. Ese es un caso concreto de tecnología incorporada que le agrega valor.

Lo que hay que hacer después, es darles a esas empresas un mercado global, hacerlas conocer. El desarrollo técnico tiene que ver con el desarrollo de las nuevas generación de satélites.

Tenemos un convenio firmado con Arsat para el desarrollo de nueva tecnología; algunos están a nivel teórico y primario y en otros hay que desarrollar proveedores para las próximas generaciones de satélites de comunicaciones que tienen que ser más chicos y potentes.

Argentina puede destacarse porque coloca satélites en órbita para observar la salinidad del mar y otras variables de interés global y además genera una actividad económica importante a nivel local.

Con respecto al tema de desastres, hay una comisión interministerial que viene trabajando sobre esto desde hace tiempo. Nuestro Ministerio tiene el rol de coordinar todo lo que tiene que ver con información necesaria para la toma de decisiones, no intervenir en la catástrofe, si no, todo en la prevención de esas situaciones. En esa comisión también participa la CONAE, o sea que toda esa información satelital respecto de desastres, incendios y demás existe. Hay empresas privadas que dan el servicio de información satelital.

Nuestra responsabilidad es dar toda la información necesaria y el alerta respectivo y brindar recomendaciones sobre cómo hacer el manejo de estas crisis. El primer producto de esta comisión fue la elaboración de protocolos que fueron aprobados que rigen ante estas situaciones. Hay un trabajo muy serio al respecto.

Desde luego falta la parte fáctica de cómo se solucionan las cosas para que no ocurran, pero eso escapa a nuestra incumbencia.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Guillermo Snopek.

SR. SNOPEK (G.) Señora presidenta: creo que es importante destacar su insistencia y perseverancia para contar con la presencia del ministro en la comisión. Soy diputado por la provincia de Jujuy.

Tuvimos la oportunidad de trabajar y pelear en mi provincia para ponerle valor agregado al litio, donde el ministerio está invirtiendo fuertemente para que la potencialidad de esa producción no se vaya solo en materia prima. Esto habla de una continuidad en políticas de Estado que no son políticas de gobierno. Esto habla bien del gobierno que se fue, quiere decir que no todo estaba mal hecho, y del gobierno que hoy está a cargo, porque toma las cosas buenas y trata de corregir las que considera que no lo son de acuerdo a su concepción.

Al fin y al cabo se trata del Estado argentino que tiene que bregar por el bienestar de todos, sacar la potencialidad que tienen nuestros investigadores en distintas áreas. Se está haciendo una gran inversión para la provincia de Jujuy y todas las otras que producen litio también.

Jujuy tiene el desafío de la energía fotovoltaica y hay experiencias en otros lugares del país. Habrá que capitalizar esta experiencia y esos recursos que siempre son escasos para cubrir las necesidades ilimitadas que tiene el ser humano.

Quiero rescatar la propuesta de otros diputados de armar una mesa de trabajo conjunta con el Ministerio. Se ha sumado Paula Bertol a la reunión que no sé si estaba presente cuando se hizo esta mención. Queremos tomar y llevar adelante este desafío. Si bien tenemos legislación en relación con la investigación, tenemos que garantizar a aquellos que miran a la Argentina, que cuenten con leyes de inversión para dar a las políticas de Estado, no de gobierno, la continuidad que requieren para que la gente y el mundo confíen en el país.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Basterra.

SR. BASTERRA Le agradezco al señor ministro su presencia hoy aquí junto con todo su equipo.

Estamos en un momento en el que muchos de los temas que se están debatiendo -estructurales y estratégicos- deberían ser profundizados. Hemos tenido muchas reuniones en diversos ámbitos. Por ejemplo, el caso de la “Ley Promar” en el marco de la iniciativa Pampa Azul. Se trata de un caso emblemático en el que hemos trabajado de manera armónica, coordinada y sinérgica.

Pero hoy lamentablemente tenemos un debate que es complejo y difícil vinculado con el presupuesto. Todos sabemos que el presupuesto no es más que el plan de acción expresado en valores monetarios que en definitiva marca el compromiso genuino de un gobierno con un determinado rumbo de acción.

Los números bajo análisis son preocupantes en términos porcentuales y de valor. Nos gustaría ser un apoyo para que esta propuesta elevada por el Poder Ejecutivo la podamos modificar.

Hemos hablado con el señor ministro del Interior, una persona con la que tenemos una relación a lo largo del ejercicio de la política, y nos planteaba que el presupuesto está abierto. La mayor parte de los temas han sido consensuados y es por eso que deberíamos ponernos objetivos comunes. Nosotros tenemos muchas preocupaciones pero no voy a repetir los porcentajes que ya fueron enumerados por alguno de los diputados preopinantes. Pero me gustaría que en este espacio de trabajo podamos reunirnos para darle prioridad y proponer que esto se modifique.

Consideramos que la ciencia y la tecnología es genuinamente un espacio transversal que impacta sobre todas las actividades. Para salir de lo que puede significar una pseudo enfermedad o el síndrome de Holanda –donde nos comemos los recursos naturales y vivimos a costa del uso de dichos recursos- sin duda que nuestra aspiración es la de aprovecharlos sustentablemente y agregarle valor. Pero sabemos que esas industrias –si no se les agrega valor- son meramente extractivas. Nuestro espacio político sostiene que la quita de retenciones absolutas, y no el uso de las mismas como un instrumento de política de precios relativos, nos lleva a una reprimarización de la economía. Eso lo estamos viendo con el modelo de inversión que están planteando las grandes firmas que dejaron de invertir en biodiesel y bioetanol para fortalecer su capacidad exportadora. No pretendo abrir un debate. Respaldamos la visión de un ministro. Se trata de un espacio creado en nuestra gestión con jerarquía de ministerio y que este gobierno lo ha sostenido, tal como lo ha expresado el señor diputado Snopek. Este gobierno valora eso. Después de haber escuchado las declaraciones del presidente luego de haber visitado ARSAT sentimos tranquilidad porque primero parecía que estábamos disparando lavarropas al cielo y ahora se vislumbra que lo estamos colocando en su exacta dimensión. Eso nos alienta a tener esperanzas en que podamos poner fuerzas para mejorar este presupuesto.

Todo esto amerita un espacio de trabajo más que una conversación donde expongamos criterios u opiniones que pueden molestarnos en este momento porque hace a algunas políticas que fortalecían la formación de nuestros jóvenes. Además, fortalecían el ingreso de aquellos que piensan distinto respecto de lo que pensaban antes. Eso está muy bueno. Me refiero al ingreso de los investigadores al Conicet y cuál va a ser la estrategia: si sobran o no sobran; si sobran en qué lugar y, si sobran, en dónde faltan.

Este debate es determinante para ver cómo nos vamos a proyectar como país. Lo real es que un rulemán cuesta un dólar y un giróscopo cuesta miles de dólares, eso es conocimiento y no lo podemos despreciar.

Sin embargo, también lo real es que no hay becarios en el INTA –si bien no es estrictamente el área del ministro- y quizás con el presupuesto que tenemos corremos el riesgo de que no ingresen. No digo que vaya a ocurrir, porque tenemos la esperanza de modificarlo, pero me ha tocado ver la distribución etárea del INTA y es un camello.

Ello ocurre también en el sistema científico tecnológico: en los 90 se cayó el ingreso de jóvenes y hoy tenemos una población envejecida, en una parte y joven, en la otra.

Más allá de las objeciones que tenemos respecto de la cuestión presupuestaria, me gustaría que podamos constituirnos en un espacio de discusión para pelear por este lugar, para que se incremente su participación en el presupuesto, atento a que hubo una disposición de parte del ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda al decir que este es un presupuesto abierto; seguramente Paola nos acompañará en este debate.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Hay posibilidad desde el Congreso de fijar el presupuesto y al respecto las lógicas son distintas entre el Poder Ejecutivo y el Parlamento.

El Poder Ejecutivo tiene que administrar la coyuntura y salir de la crisis, mientras que el Parlamento piensa a largo plazo. Justamente de ese diálogo se llega a un equilibrio que tenga sentido. No hay intereses particulares en ningún lado, cada uno trata de defender lo que considera que es su responsabilidad desde el ámbito en el que le toca actuar; esa es la virtud del sistema republicano que permite este diálogo.

Repito, los números son elocuentes, entiendo la lógica del Poder Ejecutivo de plantearlos de esta manera. Asimismo, planteo cuál es la importancia que fundamenta nuestro requerimiento porque necesitaríamos un financiamiento mayor; esto puede decirlo cualquier otro ministro.

SRA. BERTOL Todos dicen lo mismo.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Todos dicen lo mismo y eso me alivia la culpa al decirlo.

Creo que la decisión definitiva es del Congreso, que serán los legisladores los que tendrán que refrendar el presupuesto y tendrán que sopesar la justificación que cada uno hace.

En Estados Unidos cada organismo de ciencia y tecnología va al Congreso a justificar por qué quiere un peso más o menos. Lamentablemente, son los republicanos quienes bajan el presupuesto de ciencia y técnica en ese país; se discute hasta si hay que hacer un nuevo rompehielos o no y se debate a ese nivel de detalle.

No estoy diciendo que lleguemos a ese extremo pero sí que tengamos en claro lo que queremos hacer y cuál es el financiamiento que existe; esto es importante.

Con respecto al tema del PROMAR, no está contemplado en este presupuesto porque como es interministerial no queda claro quién tenía que colocarlo. Existe un piso de 250 millones de pesos y una estimación de presupuesto, que se hizo entre todos los participantes, de 600 millones de pesos que no llegamos a pedir nosotros; si bien somos la autoridad de aplicación no distribuimos el presupuesto, no va en nuestra jurisdicción específicamente.

Este es un punto a considerar porque compramos el barco Austral que está en funcionamiento y se adquirió una nueva sonda que permitirá que YPF haga prospectiva además de las investigaciones en biodiversidad.

Asimismo, hemos conseguido la donación de otro buque austral, de un donante particular al valor de un peso –el comprador ha de comprarlo por un peso si no le damos el uso adecuado. Estamos apuntando a una flota de buques de investigación y habrá una instancia importante desde el punto de vista legislativo. Será necesario crear una agencia nacional del mar que administre esta flota y que traiga soluciones al problema que hoy tiene el INIDEP para tripular los barcos y poder hacer el monitoreo.

Esta inversión es importante en relación con lo planteado por el señor diputado Barletta en cuanto a que nos faltan los trabajos prácticos. El proyecto Pampa Azul apunta a que en el futuro haya hasta un 15 por ciento del PBI derivado del mar. Esto está fundamentado y es importante que mantengamos el financiamiento para llegar a esa meta.

En los números globales no es mucho y el rédito puede ser muy grande. Eso quedó, y el jefe de Gabinete asumió la responsabilidad de defender este presupuesto y tiene la capacidad de reasignar.

Pero si ustedes se fijan, en ningún lado está ese presupuesto hoy por hoy, porque había una incertidumbre de cómo presentarlo y si no debía ser la Jefatura de Gabinete de Ministros la que lo presentara en representación de todos los ministerios involucrados.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Bazze.

SR. BAZZE Señora presidenta: en primer lugar agradezco la presencia del señor ministro Barañao a esta comisión.

En segundo lugar, en relación a lo que acaba de expresar, me parece que más allá de la gestión que se puede hacer a través de la Jefatura de Gabinete de Ministros y considerando lo que acaba de plantear el diputado Basterra, ya que estamos en pleno tratamiento del presupuesto, podemos sugerir algunas reformas o modificaciones que contemplen estas cuestiones.

Creo expresar la opinión de todos los bloques cuando digo que estamos absolutamente convencidos de que estos proyectos son realmente importantes para el futuro del país.

Estamos convencidos además, en términos generales, de que la gestión de este ministerio es una gestión que como se decía acá tiene continuidad porque ha sido una gestión de calidad. De manera que me parece importante que consideremos esta posibilidad.

Para terminar, creo que podemos quedar en contacto a fin de proponer una modificación del presupuesto en la medida en que esto sea posible, considerando también la opinión del Ministerio de Economía.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Hay que ver cuáles son los mecanismos.

Históricamente lo que pasó es que le jefe de Gabinete, haciendo usos de sus atribuciones, a lo largo del año ajustaba de acuerdo al nivel de ejecución que tenía cada ministerio. Siempre hemos compensado por esa vía.

Es la primera vez que se discute tan en detalle un presupuesto desde el inicio. Esto se entiende por el cambio de administración. Pero nunca pasó que estuviéramos discutiendo cuál es el presupuesto del CONICET. Asumían que la plata estaba y nunca tomó estado público.

Me parece muy bueno que se discuta y que se sepa a qué se asigna y cuánto se asigna a cada área.

En cuanto al mecanismo, no sé si es factible solicitar o habilitar a la Jefatura de Gabinete de Ministros para que haga el ajuste necesario a futuro, de acuerdo a la evolución.

SR. BASTERRA Primero a casa, señor ministro. Modifiquemos el presupuesto.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Asumo que eso es lo más prolijo. No sé si es lo más fácil de conseguir.

Dicen que la política es el arte de lo posible. A nosotros lo que nos interesa es tener la tranquilidad de contar con el presupuesto. Después, ustedes dirán cómo se hace.

Lo que sí garantizamos es que todo peso que recibamos va a ser usado y vamos a dar cuenta de las consecuencias de esa inversión, como hemos hecho hasta ahora.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Para no hacer un cambio de lugar, a partir de este momento dejo de hacer uso de la presidencia de esta comisión y paso a hacer mis preguntas como diputada.

Con respecto a lo presupuestario nos preocupa el incremento general en términos de inversión, ya que nosotros consideramos que, más que gastos, hay inversiones en un Estado, en un país.

En general, lo que ha enviado el presidente de la Nación en las planillas para el año 2017, es de un 22 por ciento.

Si miramos la partida específica de MINCyT, pensando en que el sistema es complejo y que hay cuestiones vinculadas, como ciencia y tecnología que ingresa por defensa, INTA, por agricultura y otros ministerios, y sacando el cálculo con respecto al año 2016, el incremento en ciencia y tecnología es del 12 por ciento.

Es decir, es casi la mitad del incremento del presupuesto general para el año próximo.

Hemos estado recibiendo las inquietudes y preocupaciones de las universidades, de becarios e investigadores. Hay un temor de que este presupuesto enfríe el nivel de actividad y de acción que tenía el Ministerio y de las distintas áreas abocadas a ciencia y tecnología y que en 2018 haya un mayor recorte.

Recordemos que algunos diputados han planteado hace un rato que si bien los investigadores se mantienen en sus lugares y puestos, lo hacen debido a todas las leyes laborales, si no les aportan los recursos para llevar adelante su tarea, como se ha manifestado en el caso del INTA –nosotros en las visitas hemos recibido situaciones como esta, en el siguiente presupuesto puede venir un recorte del capital humano y de los trabajadores.

Lo que queremos, lejos de oponernos, es decir que necesitamos contar con una ley de presupuesto nacional que permita darle al país un orden en la ejecución de sus políticas. Por ahí queremos prender algunas luces.

El presupuesto está siendo estudiado, estamos recibiendo a los ministros en la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Aprovechando esta visita, queremos conocer qué disponibilidad y posibilidad de negociación de un incremento de la partida asignada a ciencia y tecnología tenemos que al menos represente un número mayor que se equipare al incremento total del presupuesto de inversión para 2017.

Tiene la palabra el señor ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

SR. MINISTRO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PRODUCTIVA Señora presidenta: si estuviera en mí, la respuesta sería muy sencilla. Acabo de decir que hay responsabilidades de otro orden, hay otra área del gobierno que es la que tiene que decidir cómo se asignan recursos en función de los criterios que considera más convenientes para la situación que vive el país.

Nosotros podemos justificar por qué necesitamos lo que necesitamos. Tenemos una situación diferencial respecto de los otros ministerios. Tanto los investigadores en cuanto a su sueldo como el producido se establecen por medio de relaciones contractuales que se firman entre las partes. Hay contratos exigibles que son plurianuales. O sea, son contratos de 3 o 4 años en los que hay que pagar las cuotas que corresponden. Nosotros no tenemos flexibilidad para bajarlos con nuestro presupuesto. A medida que va transcurriendo el año, debemos ver cómo satisfacemos esa necesidad concreta y no modificable por una decisión de nuestra parte.

Nosotros no tenemos programas, más allá de los nuevos que vamos a hacer. Pero todo lo que ya viene en marcha tiene que ser financiado. También tenemos compromisos de ejecución con los organismos multilaterales de crédito que requieren una autorización de la contraparte.

Oportunamente hemos hecho una presentación de nuestras necesidades. Comprendemos que hubo un ajuste para adecuar los números y garantizar un déficit fiscal menor. Pero como decía antes, esto no es algo inusual. Ya hemos pasado por esta situación. Hasta ahora siempre hemos logrado contar con los recursos necesarios. Nos consta la decisión política del presidente y de todo el gabinete de apoyar el sistema científico y tecnológico. Así lo ha hecho en numerosas oportunidades. Por lo tanto, queremos transmitir la confianza de que estas prevenciones respecto de que no va a haber fondos para investigación no son fundadas. Eso tendrán que discutirlo con las áreas de gobierno respectiva.

Nosotros nos hemos limitado a hacer la propuesta. Este es el presupuesto que tenemos. Podemos dar las explicaciones del caso. Hemos hecho la redistribución interna. Hemos priorizado el Conicet porque tenemos investigadores que dependen del presupuesto para su salario y hemos trasladado la diferencia al Ministerio, considerando que todavía hay pendientes algunos programas de financiamiento externo que en su momento no pudieron ser incorporados porque no teníamos las cifras definitivas. O sea que todavía hay algún margen de mejora.

Me parece que el ámbito es este. Nosotros cumplimos en informar todo lo que hace a los planes en marcha y por qué necesitamos los fondos que pedimos.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Tiene la palabra el señor diputado Riccardo.

SR. RICCARDO El señor ministro fue claro en la necesidad de que podamos buscar la forma en que el presupuesto en ciencia y tecnología sea mejorado. Es muy fácil hacer un presupuesto generoso a costa del déficit. Tenemos que comprender que hay una decisión política. Es fácil ser generoso hipotecando el futuro. Eso también lo tenemos que comprender.

Respecto al tema del presupuesto vamos a apoyar la inquietud planteada desde el ministerio. Lo haremos desde el equilibrio y no de una forma demagógica. Comprendemos la situación que atraviesa y que requerirán las cuentas públicas del país. También debemos reconocer -y esto lo reafirmo respondiendo una pregunta sobre el Conicet- que si uno mira hacia dentro del presupuesto, vemos que el Conicet, que es una institución que necesitaba oxígeno, es una de las unidades con mayor incremento porcentual.

Allí hay un concepto -dentro de lo corta, semicorta o larga que pueda ser la frazada con la que nos tapamos- basado en buscarle un criterio claro de priorización.

Es un esfuerzo del Estado nacional, un esfuerzo complementario que converge a la ciencia y la tecnología y refuerza la capacidad institucional destinada a formar más recursos humanos. Esto lo venimos reclamando hace muchos años. Había un debate acerca de incorporar o no 500 millones de pesos a la finalidad ciencia y tecnología del financiamiento de todo el sistema universitario nacional.

El 70 u 80 por ciento de los investigadores están en las universidades; se sientan en esos bancos; prenden la luz de la universidad; convergen y trabajan con el Conicet. En los últimos veinte años ese financiamiento autónomo de la finalidad ciencia y tecnología se ha venido devaluando. Aclaro que esto ya no le pertenece a un gobierno. Incluso, cuando no hubo una política clara de Estado en ciencia y tecnología –años 90- se seguían formando recursos humanos. Y esto fue a costa de estímulos locales, regionales e institucionales. Por eso el sistema también pudo reaccionar cuando se creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología. La reacción cuantitativa y cualitativa también se funda en que las universidades no miraban para otro lado cuando no había política científica. Seguían con ese mismo compromiso: aunque el Estado no me diga dónde vamos, tratamos de hacer las cosas de la mejor forma. Es decir, poner la vara lo más alta posible para que el día que nos digan que hay que largar una carrera y vamos en esa dirección, estemos entrenados.

En el presupuesto nacional debe haber un gesto que recomponga eso y que complemente el esfuerzo que hace el ministerio. Eso es algo para destacar. ¿Es corta esa frazada? Sí, todavía sí. Incluso va hacia un sistema de refuerzo de las autonomías y de los compromisos propios de las universidades. Esto no se ha mencionado pero hace al financiamiento de toda la finalidad ciencia y tecnología del Estado nacional.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Respecto de esto a las universidades, en función de sus presupuestos, se les ha asignado menos. Este es otro de los planteos…

SR. RICCARDO Discúlpeme, señora presidenta. La finalidad ciencia y tecnología en el año 94 era del 3,4 por ciento del total del presupuesto de las universidades.

En el año 2016 es del 0,32 por ciento. En veinte años se había devaluado diez veces, había desaparecido.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Es parte de lo que quería decir. Las universidades plantean una mayor disponibilidad dentro de su propio presupuesto para ciencia y tecnología porque ello implica fortalecer todo el sistema.

- Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA CASTRO Justamente es lo que estamos planteando aquí.

No sé si los señores diputados tienen otras inquietudes o preguntas para formular al señor ministro.

Tiene la palabra el señor diputado Patiño.

SR. PATIÑO Siempre que aparece el tema presupuestario y que hablamos de la frazada corta -como mencionó el diputado preopinante- me parece fundamental que todos tengamos un compromiso.

Yo soy relativamente nuevo en la política, pero es lo que venimos a hacer, los presupuestos van a rendir en la medida en que haya transparencia en el uso de los fondos y esto también hay que decirlo.

Estoy seguro, porque es el compromiso que asumimos el 10 de diciembre, de que el presupuesto va a rendir en la medida en que esta masa de dinero de la que hablamos vaya a donde tiene que ir; esto también hay que decirlo.

SR. BASTERRA En ese sentido voy a defender la gestión anterior de Lino Barañao en su ministerio, que ha sido absolutamente transparente. (Risas.)

SR. PATIÑO Sobre todo por las reasignaciones de las que hablábamos antes. Todo lo que sobra en obra pública va a poder ir para ciencia y tecnología.

SRA. PRESIDENTA CASTRO Agradecemos la presencia del señor ministro, de las autoridades del Conicet y del ministerio que lo acompañaron, y de esta forma damos por finalizada la reunión.