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COMUNICACIONES E INFORMATICA

Comisión Permanente

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  • COMUNICACIONES E INFORMATICA

Reunión del día 20/04/2017

- SITUACIÓN DEL INCAA

  • FINANZAS

Reunión del día 18/02/2003

- CAME

INVITADOS

  • licenciado Horacio Ernesto Pelicori presidente del Banco de la Nación Argentina
  • señores representantes de la Coordinadora de Actividades Mercantiles (CAME).
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veinte días del mes de abril, a la hora 11 y 26.
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Buenos días a todos, quiero agradecer a los invitados presentes, a los diputados y a la prensa. Nos convoca esta reunión informativa la circunstancia de querer ilustrarnos respecto a lo que está sucediendo hoy específicamente con el cine argentino. En cuanto a lo artístico, ya sabemos que tenemos buenos y muy buenos éxitos a nivel regional e internacional, así como también muy buenas producciones.

Nos interesa conocer la situación que se ha planteado con el INCAA en lo que respecta a la conformación del fondo de fomento del cine argentino y también lo relativo al anteproyecto sobre el que hoy se está trabajando en el seno del Poder Ejecutivo que, como sabemos, hasta la fecha no ha sido girado a esta Cámara como corresponde. Conoceremos su contenido recién cuando nos lo envíen. Hasta ahora, tenemos diferentes posiciones que se han dado a conocer a través de los funcionarios, específicamente los del ENACON o del Ministerio de Comunicaciones, quienes están trabajando, están haciendo reuniones y consultas.

Lo cierto es que se prorrogó el plazo que se autoimpuso el Poder Ejecutivo para presentar el proyecto de ley, lo cual no inhabilita a que el Congreso de la Nación ejerza en algún momento sus facultades legislativas. Si esta situación de morosidad sigue, obviamente los diferentes bloques partidarios están en condiciones de poder avanzar. Si hay interés político de la Cámara la cuestión puede avanzar, independientemente de lo que esté preparando el Poder Ejecutivo dentro de la concepción de la convergencia.

Por otro lado, quiero informar a los presentes que sin perjuicio de ello, la Comisión de Comunicaciones e Informática el año pasado ha tenido varias reuniones informativas. En este sentido, tenemos varias horas de grabación y muchas versiones taquigráficas ya que hemos recibido a diferentes sectores que tienen algo que decir con referencia a los medios. Eso nos ha permitido ir conociendo cuál es la falencia que tiene la legislación actual; cuál es la proyección que se le debe dar y cuáles son las actualizaciones de cara a lo que venga.

O sea que no nos hemos quedado en una posición pasiva, no hemos estado esperando a que el Poder Ejecutivo nos enviara el material correspondiente para iniciar la discusión sino que en la tarea de investigación, propia de las comisiones parlamentarias, hemos avanzado también en ese sentido.

Así que en esa línea y con esa misma filosofía es que los hemos invitado a ustedes a exponer desde lo vivencial, desde la experiencia, no desde el aspecto estrictamente técnico legal, económico o administrativo, que obviamente será materia de discusión técnica. Por supuesto que desde la experiencia que ustedes tienen nos van a poder aportar muchos datos que van a servir luego para darle la forma correspondiente.

En ese marco los hemos querido invitar, sobre todo porque entendemos que este es el ámbito natural, es la casa del pueblo, y por lo tanto es aquí donde se pueden debatir las diferentes ideas más allá de los posicionamientos políticos que pueda tener cada uno de los bloques que integran esta Cámara y de las opiniones personales que ustedes nos puedan transmitir como referentes del arte y de la temática que nos ocupa.

Se encuentran presentes Luis Puenzo, Carlos Abbate, Marcelo Piñeyro, Bebe Kamin y David Blaustein Asimismo, en representación del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina se encuentran Luciano Bertone, Ricardo Corradini y Diego Galíndez. Por la Asociación Argentina de Actores está Susana Varela. También se encuentra presente José Luis Castiñeira de Dios. A todos ellos les damos la bienvenida.

Para brindarnos su impresión respecto al asunto en consideración, tiene la palabra Luis Puenzo.

SR. PUENZO Señor presidente: muchas gracias por la invitación.

Permítanme comenzar haciendo un poco de historia sobre lo que nosotros llamamos la ley del cine, que se promulgó a fines de 1994, en la que estuvimos trabajando en esta Casa con los diputados y luego con los senadores durante dos años y medio hasta su promulgación.

La ley del cine resultó ejemplar a nivel mundial, ya que fue considerada como modelo en distintos lugares del mundo y copiada principalmente en países de Latino América. Esto tiene que ver con una situación que me gustaría aclarar de entrada: salvo Estados Unidos, sorprendentemente hay pocos países en el mundo, no más de diez o quince, que cuenten con cinematografías propias. Entre esos países que cuentan con cinematografía propia se encuentran Francia, España y Argentina. Por lo tanto, estamos en la misma situación que ellos no solo en cuanto a la protección que brindan a la cultura y particularmente al cine que, dentro de la cultura, tiene reglas económicas que son infranqueables sino que esto lo han hecho claramente enfrentando la posición monopólica de Estados Unidos.

Del otro lado, Estados Unidos es el país que ocupa el 85 por ciento de las pantallas del mundo -esto también ocurre en Argentina- que cuenta con una enorme capacidad económica de difusión y con control sobre todos los mecanismos, esto es, no solo de producción sino sobre todo de exhibición y de distribución. Si bien China y la India tienen cinematografías más grandes que la de Estados Unidos, son de carácter local, o sea para el consumo interno.

Estados Unidos, insisto, tiene el 85 por ciento de la explotación del cine en pantallas de todo el mundo; el otro 15 por ciento está repartido en cada país entre su cinematografía local y la del resto del mundo.

Esta situación es la que explicó en su momento la necesidad de contar con una ley. Países como Francia han peleado muchísimo ante esta realidad y han conseguido sacar a la cultura de los acuerdos del GATT. Hay muchos antecedentes sobre la lucha profesional en ese país, que es ejemplar al respecto. Muchas veces los cineastas latinoamericanos hemos estados discutiendo sobre este asunto, por ejemplo en el festival de Cannes, y logrado un acuerdo sobre esta situación. Insisto, porque es el punto de partida de todo este asunto, en que no hay más de 10 o 15 países en el mundo que cuentan con cinematografía propia.

Los países de Latinoamérica que tienen cine propio son Argentina, Brasil...

Brasil dejó de tener cine durante diez años, cuando Collor de Mello cerró de un plumazo en tres días Embrafilme, el equivalente a nuestro INCAA. Ese es un espejo en el que podemos vernos reflejados en cualquier momento.

Otros países han ido adoptando la ley argentina y han sancionado leyes de protección cultural, como fue el caso de México o de Chile. En este punto creo que conviene destacar que existe una distinción importante entre el cine en términos culturales y artísticos y el cine como medio de entretenimiento y negocios, de marketing. Todos sabemos que el cine -todos concurrimos a sus salas- tiene una política supermercadista. Esto significa que las películas en el cine de un shopping se proyectan con las mismas políticas con que se venden los productos en las góndolas de un supermercado. Está claro que esto puede funcionar en las sociedades capitalistas en las que vivimos, pero no tiene nada que ver con la cultura, con lo artístico.

En los países que no tienen cinematografías propias lo que queda es la artesanía, como puede ser una vasija de barro. Les queda alguna capacidad exótica de contar sus sueños, sus realidades y su cultura, pero no tienen una posibilidad real de difundirla.

Desde fines de 1994, en que se promulgó la ley -antes nuestras películas no salían de nuestras fronteras-, en todos los festivales importantes del mundo siempre hay tres, cuatro, cinco o seis películas argentinas que compiten y ganan premios; esto lo sabrán porque sale en los diarios. Muchas de ellas, casi todas, pertenecen a las nuevas generaciones.

Por su parte, la sanción de la ley coincidió con un momento en que se implementaron estudios terciarios de cine en la Argentina. Los jóvenes técnicos y directores de cine actualmente tienen estudios terciarios, lo que no ocurría en nuestra generación, que se formó en los estudios. Yo empecé a filmar a los 16 años trabajando en cine, pero no estudié. En cambio, mis hijos son egresados de estudios terciarios.

Esta coincidencia con la ley del cine hizo que Argentina en este momento sea el país que tiene más óperas primas. Esto puede parecer una exageración si lo digo tan rotundamente, pero se puede comprobar; es así. No hay país en el mundo que tenga la cantidad anual de óperas primas que tiene la Argentina. Todos los años se vuelcan al cine una gran cantidad de nuevos directores que vienen del cortometraje y de otras disciplinas. Por supuesto, algunos son mejores que otros, como ocurre en todas las actividades.

Estamos volcando al cine una gran cantidad de óperas primas y el talento que se ve reflejado en el cine argentino es aplaudido en todo el mundo. Argentina es considerada uno de los diez países con las cinematografías más importantes y respetadas en los festivales.

Dicho esto, les cuento un poco cómo se gestó la ley. En 1991, 1992, la cinematografía había tocado fondo, a punto de estar en el peor momento de producción y exhibición desde el cine mudo. Quiere decir que desde el año 30 no habíamos pasado un momento tan malo como el de 1991-1992; realmente habíamos tocado fondo.

Hubo una asamblea de los directores y la DAC, que es la asociación de directores, encabezó un movimiento. En reuniones de comisión alguno dijo -creo recordar que fue Adolfo Aristarain- que había que conseguir una ley y todos nos miramos preguntándonos cómo hacerlo. Empezamos muy de a poquito. Vinimos a golpear la puerta al Congreso para hablar con los diputados y explicar el mal momento que estaba pasando el cine, fue algo muy gradual.

Para no extenderme demasiado, dos años después los diputados sancionaron esta ley. En ese momento la gran pelea fue con la televisión, y por supuesto que ya no éramos solo los directores sino que se plegó el sindicato -están presentes aquí dos de sus miembros- con un extraordinario secretario general que tuvo SICA que se llamaba Tato Miller y falleció muy joven. Él sumó al sindicato, después se plegaron los productores, los actores, y se consiguió la unidad de toda la comunidad cinematográfica muy parecida a la que se ve hoy en las calles.

Los diputados trabajaron muchísimo, después también lo hicieron los senadores, hubo mucho debate político y el punto más álgido fue la discusión con la televisión. La ley ya existía, en realidad lo que se promulgó en 1994 fue una reforma de la de los años 50, norma por la que habían peleado nuestros mayores, directores como Lucas Demare, Torre Nilsson, Daniel Tinayre, gente que nos precedió a los viejos de ahora que somos nosotros. Aquellos viejos habían conseguido trabajar por esa ley.

Una de las cosas que tiene el cine, y por eso hay cine en la Argentina y tantos chicos en las escuelas -talentosos aunque ellos no lo sepan-, es que nunca se cortó el hilo desde la primera década del siglo pasado.

El cine argentino es casi tan viejo como Lumière, es decir, es viejo como el cine. Arrancó muy en el comienzo y todos somos parte de un mismo árbol, de un mismo tronco, con las mismas raíces y las mismas ramas. El cine llegó hasta la actualidad porque en cada momento hubo una generación de cineastas que peleó políticamente por él.

En aquel momento, en esta controversia con la televisión, lo que queríamos hacer con respecto a la ley de los años 50 era incorporar a las nuevas pantallas que habían aparecido.

Desde los años 50 ya existía un impuesto del 10 por ciento, pagado no por el Estado sino por los espectadores con cada entrada de cine. Esto estaba articulado desde ese entonces, es algo viejísimo y sigue existiendo. Sin embargo, las formas del cine habían cambiado: había aparecido la televisión, el cable, era un reciente invento el VHS y los videoclubes. Esta cantidad de cosas que hoy nos parecen viejas en ese momento eran muy nuevas y eran otras formas de exhibición. Si en aquel entonces se hubiera podido ver una película en un celular, sin duda también se habría incorporado en la ley, lo que pasa es que no había celulares y era imposible ver películas por otra forma de exhibición.

Sin embargo, en la ley los diputados escribieron "nuevas formas de exhibición"; esta es la ley de cine.

El equivalente a ese 10 por ciento que los espectadores pagaban con las entradas en las salas cinematográficas tenía que salir de algún lado, y nosotros suponíamos que saldría de la publicidad que facturaban las empresas privatizadas. En épocas del gobierno militar, cuando se privatizó la televisión y la radiodifusión, las empresas empezaron a pagar un canon debido al uso exclusivo de señales que son del país. Esas señales son únicas, porque cuando uno utiliza una señal no la puede usar otro. Es como quien alquila un departamento, lo puede usar quien vive ahí.

Entonces, las señales son exclusivas y quienes fueron licenciatarios de esas señales, o lo son, pagan un canon por eso. Las grandes empresas, los grandes monopolios de televisión y de radiodifusión siempre se quisieron librar de ese canon pero los diferentes gobiernos -esta fue una política de Estado- nunca cedieron el pago de esos cánones. Estos varían según sea capital o el interior, según la envergadura de la empresa o si es cable o televisión abierta, pero hasta ahora todos pagan. Este es el punto.

Buscando la manera de cómo y de dónde podían tributar estos nuevos medios de difusión del cine, se nos ocurrió que ese dinero podía salir de ese canon. Y la televisión lo aceptó con más entusiasmo que tener que pagar algo extra o un porcentaje sobre su publicidad, porque de hecho ya lo pagaban. O sea que una vez pagado ya no era dinero de ellos. El aporte salía de dinero del que ya se habían desprendido. Por lo tanto, cuando nos preguntábamos qué pasaría si el dinero proviniera del canon, ya se transformó en un tema político.

El que cobraba ese canon -no quienes lo pagaban sino quien lo cobraba, que era el Estado- tenía que decidir si le parecía bien o mal que un porcentaje de ese canon fuera al Fondo de Fomento Cinematográfico. Después de muchas discusiones, los diputados y el Poder Ejecutivo estuvieron de acuerdo con tal propuesta.

Quiero subrayar, y todos lo saben, que en los años 90 la política era fuertemente neoliberal; el ministro de Economía era Cavallo. Entonces, si bien Menem -que era un presidente con cintura política- estuvo de acuerdo, a Cavallo le parecía mal y entonces hubo controversias muy fuertes dentro del propio Poder Ejecutivo para que esto se aceptara.

Sin embargo, se aceptó, se sancionó la ley, y desde entonces el cine argentino alimentó sus fondos con el 10 por ciento -reitero- que los espectadores pagan cuando van al cine. Eso conforma aproximadamente el 35 o 40 por ciento del fondo cinematográfico, y un 60 o 65 por ciento proviene del canon que las radiodifusoras pagan al Estado. Le pagan genuinamente por hacer uso de las señales que son del país.

No hubo mayores controversias hasta que nos enteramos de que la fundación FIEL, contratada por el gobierno, en el informe 123, página 44 -está publicado y pueden buscarlo en Google, en el sitio web de la fundación- recomendó suprimir dos impuestos entre muchísimos otros.

Es una reforma impositiva muy amplia, pero con respecto a lo que nos toca, recomiendan suprimir el 10 por ciento que pagan los espectadores para que de esa manera, ese 10 por ciento pase a ser IVA, y si es IVA, hay un pequeño beneficio más para el Estado, mínimo.

Reitero, es dinero de los espectadores, no del Estado. Y también proponen suprimir el canon, o sea que las televisoras y radiodifusoras dejen de pagarlo y usufructúen gratis las señales. Esto recomienda FIEL. Le parece que esto sería justo.

Y como entendemos que en materia de leyes todo es opinable, si a alguien le parece bien, aunque a otro le parezca aberrante, para eso está el Congreso. Esto se discutirá y habrá diputados que voten a favor y diputados que votarán en contra. Pero este es el nudo de la cuestión, hay una recomendación de FIEL.

Sumada a la recomendación de FIEL también hay una comisión. Desde el momento en que por un decreto de necesidad y urgencia se suprimió el AFSCA, que era el heredero del COMFER y se creó el ENACOM -que es quien cobra estos cánones hoy en día-, se creó también una comisión redactora de un proyecto de ley. Les estoy informando esto para que quede en actas, pero supongo que todos saben que se está trabajando en un proyecto de ley.

Esa comisión redactora tenía un plazo de seis meses, que ya se prorrogó dos veces, con lo cual la palabra urgencia se hace dudosa.

Ese decreto de necesidad y urgencia nombró una comisión que lleva más de un año y medio sin expedirse, plazo que se está por prorrogar una vez más. Si bien no soy legislador sino director de cine, quiero suponer que en un año y medio, gente tan inteligente como la que forma esa comisión debe haber hecho al menos un borrador, debe tener un texto y algunas intenciones. Han trascendido algunas ideas pero no hemos conseguido un texto escrito y entiendo que ustedes tampoco lo tienen.

Existe una alarma razonable por ciertos datos que indicarían que hay intenciones ciertas de liberar del pago del canon a las grandes empresas de radio y televisión.

Si bien este proyecto de ley todavía no está en tratamiento en el Congreso, hay una comisión que hace un año y medio que está trabajando sobre el tema, que cuenta con un sitio en internet y que tiene mucha información sobre el tema. Si, como dice FIEL, se liberara del pago de esos impuestos a los grandes monopolios mediáticos, de donde surgen los fondos para producir cine, podría ocurrirnos lo mismo que le pasó a Brasil. O sea, el instituto podría desaparecer, porque su única razón de ser es administrar y custodiar de forma transparente los fondos a fin de que se haga cine. Creo que nuestra alarma es razonable.

En el momento en que se planteó el informe de FIEL, los ministros Avelluto y Dujovne salieron rápidamente a decir que de ninguna manera se iba a tocar el 10 por ciento que paga la gente sobre las entradas de cine. Pero no dijeron nada de lo que figura en el renglón siguiente -no está en otra página o en otro informe-, lo cual creó cierta suspicacia. Dos meses después despidieron a Alejandro Cacetta. En realidad se trató de un pedido de renuncia. Obviamente se trata de una interna del PRO, es un funcionario propio, esto es, lo que cínicamente se llama "fuego amigo". Como venía Semana Santa, en un momento retuvo la renuncia y comunicó que lo haría luego de esta fecha. Por eso, en dos horas le armaron una miserable operación mediática en televisión y que provocó la indignación de toda la industria porque lo despidieron de mala manera. Este renunció al día siguiente porque entendió el mensaje. Además de indignar a toda la industria, la consolidó y de alguna manera la sacó a la calle.

Cabe decir que uno de los efectos colaterales fue el despido de Pablo Rovito, director del ENERC, escuela ejemplar en el mundo y de la que existen solo dos o tres similares de su nivel. Rovito renunció un par de días después por medio de una carta que fue conocida por todos y que estaba dirigida al subdirector a cargo del instituto.

Esto se hizo de una manera muy poco institucional. Personalmente me hago cargo de haberla llamado como una "intervención". Si bien han salido rápidamente a decir que no se trataba de una intervención, quiero indicar a los diputados que de acuerdo a la ley, las autoridades del INCAA son un triunvirato, y la ley usa la palabra gobierno. El gobierno del INCAA pertenece a tres partes de un triunvirato. Una parte es la Asamblea Federal, que está por encima de todo y está conformada por las representaciones de los secretarios de Cultura de todas y cada una de las provincias argentinas. La Asamblea Federal es la máxima autoridad del Instituto.

En segunda instancia está el director, a quien se le pidió la renuncia -por no decir que fue despedido-, y en tercera instancia, el Consejo Asesor, conformado por seis integrantes de la industria y las cinco regiones en las que se puede dividir el país. Estos dos órganos -el Consejo y la Asamblea- no fueron consultados, se los pasó por arriba; incluso al día de hoy no han sido consultados y no se han pronunciado sobre el tema.

Esto implica que el despido de Cacetta es una acción de facto. El ministro Avelluto, que no puede desconocer cómo se constituye el Instituto, lo ha desconocido y lo sigue haciendo al día de hoy.

Por último, un detalle que vale la pena señalar -y seguramente el diputado Raffo lo puede explicar mejor que yo-: el INCAA reviste una característica muy especial; no es un organismo del Estado, es un organismo público no estatal. Ayer estuve en un programa de televisión donde el ministro, al explicar estas cuestiones, se confundía hasta en eso. El ministro Avelluto no sabe cómo es la constitución del INCAA ni qué gobierno tiene. Es un organismo público no estatal gobernado por un triunvirato. Todo eso se pasó por arriba. Estamos alarmados por la forma en que se está comportando el gobierno con el INCAA. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra Carlos Abbate.

SR. ABBATE Buenos días. Gracias por la invitación.

No voy a agregar mucho a lo que ha dicho Luis, ya que fue muy claro y preciso. Si bien hoy estoy aquí en forma personal, trabajo en la ENERC, una escuela de cine nacional. Soy miembro del Consejo Académico y coordinador de la carrera de sonido. Lo que han hecho con la escuela fue una avalancha; se llevaron puesta la gestión de Rovito, que conozco. Los invito a que vengan a la escuela a ver las obras que dicen que no se hicieron. Son monumentales. La verdad, conozco pocas escuelas en el mundo que tengan las características que iba a tener esta escuela. Nuestro objetivo no era ser una escuelita de cine sino -por distintas cuestiones que se dan en la industria, por estar en la era de la digitalización, la pérdida de métodos, etcétera- una escuela que formara verdaderos técnicos profesionales.

Es muy importante preservar la escuela, no solamente limpiar el nombre de Rovito. Es necesario que veamos su obra; hay pocos rectores que se hayan ido de su escuela siendo aplaudido durante cuatro minutos por sus alumnos. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra Marcelo Piñeyro.

SR. PIÑEYRO Buenos días. Creo que han sido muy claros tanto Luis como Carlos al narrar el origen y el sentido de la ley del cine, y también al explicar un poco la coyuntura que estamos atravesando.

Quisiera correrme un poco del eje de la discusión. Además de ser director de cine soy vicepresidente de la CISAC, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, que tiene sede en Francia y que reúne a todas las sociedades de gestión, tanto de músicos como de autores teatrales, cineastas, artistas plásticos, etcétera.

Vemos allí que el gran tema que se viene es el de la circulación de contenidos. De alguna manera, a esta altura el cine en la pantalla, en la sala, es casi un recuerdo del pasado, un acto nostálgico.

Cuando ustedes debatan la ley de convergencia digital en realidad van a discutir ciertamente qué posibilidad tenemos los argentinos de seguir creando contenidos y de seguir nutriendo a nuestra sociedad de los contenidos desde nuestras propias historias y miradas. Lo que se va a discutir es quién va a manejar toda la circulación digital. Casi diría que los fondos del cine -que para nosotros son una cuestión clave- son un efecto colateral.

Cuando desde la comisión del ENACOM no se consulta a la gente del quehacer sobre qué mirada tenemos del tema pero sí se consulta a la Motion Pictures Association of America, hay algo que hace que mínimamente nos inquietemos, sobre todo porque conocemos lo que aconseja la Motion Pictures Association of America. Una de las cosas que aconseja es, como por ejemplo, eliminar toda cuota de pantalla. Es decir, todo control sobre producción y contenidos nacionales.

Esto es mucho más grave que nuestra financiación, sin la que sin duda no pueden hacerse los contenidos, y es muchísimo más grave para la sociedad argentina -no para el sector del cine- nutrirse solamente de contenidos hechos en Estados Unidos.

La cuota de pantalla para las salas de cine, la televisión y los canales de cable, está regulada en la Argentina y existe como ley, pero hace años que no se cumple más que de manera formal; tal vez se pone una multa que se pone por sala que se agrega, etcétera. Eso no solo afecta a la producción de nuestro cine sino también al espectador y a su formación porque también se ha valido de la pantalla como opción para ver cine europeo, asiático, latinoamericano y no solo cine argentino.

Un espectador que solamente tiene para ver en el menú superhéroes es un espectador mucho más pobre que aquel que suma a los superhéroes otras problemáticas que pueden ser más complejas. La diversidad es clave en la oferta cultural.

En realidad, lo que ustedes van a debatir y sobre lo que van a legislar, se refiere a la circulación de contenidos, ese es el tema que viene. El que maneje la circulación de contenidos maneja el mundo, maneja el relato, cómo nos vemos y cómo nos contamos; sobre eso van a estar operando.

Les pido por Dios que no solo escuchen a la Motion Pictures Association of America porque ello va a ser muy malo para nuestro país. No importa si nosotros seguimos haciendo lo que queremos, realmente ese es un tema menor porque lo más importante es nuestra sociedad y para quién contamos. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias, Marcelo Piñeyro.

Tiene la palabra Bebe Kamin.

SR. KAMIN Como dijo Luis estamos acá desde hace muchos años. Hay algo que quiero destacar y reivindicar. Efectivamente, la ley que se aprobó en 1994 ha generado un cambio no solo desde la producción y de la multiplicidad de puntos de vista sino que lo ha hecho en el timón en términos de creatividad, de presencia y de cuál es el cine que en realidad nos representa.

Tengo la sensación de que estamos viviendo un momento parecido. Hoy la juventud, todos los que sueñan y pretenden expresarse en una forma genuina, artística y técnica, y quienes quieren establecer los patrones de identidad que tenemos los argentinos en relación a nuestra propia representación, están en la calle.

Eso me parece que es un capital importantísimo, una voz que necesitamos escuchar -incluso aquellos que en algún momento hicimos lo mismo- y que hoy se está renovando con una energía extraordinaria, para que no se corte y no se frustre esta condición histórica que tiene el cine nacional desde comienzos del siglo XX.

Entonces, mi apoyo y mi devoción -y creo que la de todos los cineastas que hace muchos años estamos trabajando en esto- a todos aquellos jóvenes van a representar nuestro cine en el futuro. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Muchas gracias Bebe Kamin. Tiene la palabra David Blaustein.

SR. BLAUSTEIN Buenos días, gracias por la presencia y por la invitación. Creo que está todo dicho, pusimos en blanco sobre negro las preocupaciones por las que hemos venido. Nos gustaría llevarnos un principio de compromiso por parte de los diputados presentes en cuanto a que ni bien llegue a esta Honorable Cámara el proyecto de ley sobre convergencia digital nos lo van a remitir.

Les pedimos el compromiso de que nos consulten sobre los contenidos de esa iniciativa, por lo menos antes que a la Motion Picture Asociation, que es la regidora de los intereses del cine de Hollywood. También les solicitamos que en la ley de convergencia digital no se modifiquen los artículos 94 al 97, que son los que se refieren a los aportes al cine.

Por otra parte, les solicitamos también el compromiso de que van a tratar de no cambiar el término "cableoperadores" por "servicios de telecomunicación". Esto nos preocupa seriamente ya que los cableoperadores dejarían de tributar el 60 por ciento del aporte, que no es solamente al cine argentino, sino que ese fondo va también al teatro y a la música.

Si bien no represento a los documentalistas, soy documentalista. Todos los colegas que están acá hacen el mejor cine argentino. Pero hay un excepcional cineasta chileno, Patricio Guzmán, que dice que un país que no tiene cine documental es como una familia que no tiene fotografías. Entonces yo les pido que no dejen sin fotografías a los 44 millones de argentinos. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Gracias David Blaustein, "Coco". Tiene la palabra José Luis Castiñera de Dios.

SR. CASTIÑERA DE DIOS Buenos días, saludos a las diputadas y diputados presentes, a los invitados y particularmente al diputado Raffo, quien me ha propuesto participar en esta reunión.

Simplemente voy a decir que Luis Puenzo mencionó con mucho acierto, y lo defendió muy activamente en estos días, el carácter cultural del cine.

Los norteamericanos tienen una distinción muy clara entre entretenimiento y cultura. Para ellos son dos ámbitos absolutamente diferenciados. Tienen dos palabras distintas, ellos dicen "enterteinment" y en ese concepto entran tanto Frank Sinatra como los Beatles y Apocalipasis Now. Por su parte, el término "cultura" comprende a aquellas artes tradicionales europeas. Esa distinción en realidad se fue rompiendo con el tiempo, porque el cine del siglo XX demostró que es el arte que consiguió reemplazar a la ópera, de alguna manera, y convocar a todas las artes y a todos los artistas a participar de un fenómeno creativo absolutamente novedoso.

Ese fenómeno creativo fue tan novedoso que se convirtió en hegemónico y en la expresión cultural más importante, en muchos aspectos, en la mayor parte de los países del mundo.

En nuestro caso yo puedo afirmar a título personal que desde el regreso a la democracia hasta el presente el cine ha tenido una preeminencia en la producción, la calidad y el reconocimiento universal, que no han tenido ninguna de las otras expresiones.

Debo reconocer que como soy músico siempre admiré desde mi profesión la ley que protegía esta actividad en la Argentina y que hizo posible que hubiera tanto desarrollo en ese ámbito.

La ley del teatro fue más restrictiva y cuando se creó el Instituto de la Música, la cobertura fue pequeña con respecto al paraguas con que había contado el cine argentino durante casi setenta años.

Esto es aquello que Jack Lang, quien fuera ministro de Cultura de Francia, llamó la "excepción cultural" y es lo que los europeos defendieron a muerte desde la década del 80 para tratar de impedir que la expansión de la cinematografía norteamericana acabara con estas expresiones en el resto del mundo.

Fue tan serio e importante el asunto que llegó a la reunión del GATT en Montevideo. En ese momento Estados Unidos presionó incluso con la compra de cereales a Uruguay y Argentina a fin de frenar y detener el avance de las cinematografías nacionales.

Para terminar, quiero contar una anécdota personal que se vincula con lo manifestado por Luis Puenzo y mis compañeros. Cuando a fines de 1991 y principios de 1992 regresé de Francia, donde estuve viviendo muchos años, mi padre -que falleció hace dos años, una gran personalidad de la cultura Argentina-, fue nombrado secretario de Cultura. Él me consultaba con respecto a algunos temas sobre los que no conocía mucho. Así es como fui invitado a una reunión en la Secretaría de Cultura, a fines de 1991, justamente con el representante de la Motion Picture, quien venía en principio a manifestar la preocupación que tenía la cinematografía norteamericana por la piratería.

Para ellos la piratería tenía dos aspectos en ese momento y toda la artillería estaba puesta, por un lado, sobre la evasión por la venta de entradas y, por el otro, por la copia pirata que durante toda la década del 90 siguió ocupando un lugar importante dentro de las pantallas que se veían en cine. Esa fue la primera parte de la reunión, en la que también estaba presente el representante jurídico de la Secretaría y a la que asistí sin decir una palabra y con mucha atención.

El señor Jack Valenti acababa de venir de París donde había dado una famosa entrevista. Allí le preguntaron qué pretendían los norteamericanos que, tal como dijo Luis Puenzo, hace casi treinta años tenían el 85 por ciento del mercado mundial de la cinematografía; él contesto que querían contar con el ciento por ciento. Es decir, a la manera del siglo XIX a nosotros nos tocaría hacer ponchos en Catamarca con hilados ingleses, pero el cine en realidad se haría en Estados Unidos.

Luego de terminada la parte formal de la conversación ingresó en el tema. Estamos hablando de los años 1991 o 1992. Dijo que lo que había que eliminar era el impuesto del diez por ciento sobre las entradas, porque eso era algo absolutamente inaceptable para ellos y para el gobierno de los Estados Unidos.

Debo decirles que Motion Picture Association of America es un organismo público-privado; quien la conduce es un funcionario también del Estado y es quien conduce la comercialización exterior del cine norteamericano.

Creo que tenía como 100 películas en su haber o en producción. Sabía muchísimo del tema. Entonces, mi padre inocentemente le dijo: "Pero, francamente, la nuestra es una cinematografía muy pequeña." En ese momento se habían cerrado casi todos los cines en la Argentina; creo que quedaban 300 salas de las 2000 que llegó a haber y había ya cinco provincias que no tenían salas de cine.

Entonces, mi padre le dijo: "Bueno, francamente ese 10 por ciento sobre la cantidad de entradas que se venden acá, es una suma muy pequeña, insignificante en la escala de lo que es la recaudación mundial del cine." Jack Valenti respondió: "El problema no es la cifra; esa cifra no nos importa, el problema es el ejemplo. Imagínese que México o Brasil hagan una ley de estas características. Nosotros tenemos que tratar de detenerlo."

Entonces, mi padre le preguntó cómo se podía detener algo así si era una ley de la Nación vigente desde hacía muchos años y le dijo que nuestro cine realmente se alimentaba gracias a la protección del Estado. Entonces, el hombre le dijo que lo que él podía garantizar era filmar en Argentina cuatro o cinco grandes superproducciones para darle trabajo a toda la industria, que de esa forma nadie protestaría y todo el mundo podría trabajar, pero eliminando el 10 por ciento. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE En esta primera parte de la reunión los señores diputados tendrán una instancia para formular preguntas. Luego continuamos con los otros invitados.

Tiene la palabra el señor diputado Seminara.

SR. SEMINARA No quiero hacer una pregunta sino una reflexión. Probablemente quienes somos diputados opositores y ya hemos fijado posición en estos temas no podremos responder muchas de las preguntas o cumplir los compromisos que nos piden los directores -a quienes les damos la bienvenida y les agradecemos que nos acompañen en esto.

Acá es necesaria la voz del oficialismo, que es quien tiene un vínculo directo con este proyecto que se intenta imponer en nuestro país.

El proyecto, como bien decía Luis Puenzo, tiene múltiples aristas: el financiamiento, la circulación de contenidos y el cumplimiento de las leyes.

La ley 26.522, como dijo Coco, fija entre los artículos 94 y 97 -taxativamente en el 97- qué es lo que debe poner cada uno de los usuarios -no los propietarios- del espectro radioeléctrico y prestadores del servicio de televisión por cable en la Argentina. Creo, Coco, que esa batalla ya la perdimos. La televisión por cable es un servicio de telecomunicaciones. Habrá que ver qué queda.

Hemos perdido la escuela. El hecho de que el rector del Instituto se haya ido es una afrenta a la democracia porque fue elegido por sus cuadros académicos y por los estudiantes. Quienes estudiamos en la educación pública sabemos lo que significa que el rector y los decanos sean elegidos por la comunidad universitaria. Hemos vivido en las dictaduras las imposiciones de las autoridades y también de las intervenciones.

Lamentablemente creo que vamos a asistir a un ciclo de desfinanciamiento de todo lo que sea producción de contenidos para radio, televisión y cine. Y esto es así porque la política que va a conducir hoy estos destinos está en manos de los empleados, de los grandes aportantes al sistema.

Creo que ustedes pueden ver en manos de quién quedó el INCAA, en manos de quién quedó la gestión económica, ya que todos los tributos que están tipificados por ley los recauda la AFIP, que es la que los distribuye. La AFIP le manda al INCAA una parte, al AFSCA otra, a los actores otra y a las sociedades generadoras de derechos otra. Todo esto se hizo con una ley, un gobierno, un apoyo y un debate muy importante, en el que muchos de nosotros hemos participado. Yo, como miembro de la comunidad universitaria, participé en el debate de la ley de medios y tengo un compromiso con esa ley, que poco a poco se está desguazando.

No creo que el proyecto que van a mandar sea mejor para la sociedad argentina, para el pueblo argentino y para la defensa de nuestra cultura y de nuestra identidad. No es casualidad que ya por decreto de necesidad y urgencia hayan hecho lo que quisieron las grandes corporaciones, que son las que van a controlar la circulación de contenido en la Argentina -será Direct TV, Clarín, Claro o quien sea.

Las telefónicas entran fuertemente al mercado comunicacional el año próximo y nuestra batalla se ha pospuesto por seis meses más, si no me equivoco el plazo vence en noviembre o diciembre.

Esta Cámara se renueva en diciembre, por lo tanto o bien la relación de fuerzas va a ser distinta y nos permitirá frenar estos avances -a ello nos deberíamos comprometer los diputados que tenemos miradas claras sobre este tema-, o vamos a asistir a un ciclo de empobrecimiento cultural y social nunca visto en la Argentina.

Más que preguntas dejo esta idea, esta reflexión y el compromiso personal de acompañar en todo lo que podamos para defender la industria cultural, para mantener nuestra cultura, nuestros medios y la participación de la mayor cantidad de sectores en este sistema que -con deficiencias- es la democracia.

Debemos dar a los estudiantes de cine un mensaje claro para que no sean desalentados. El periodismo se debe ejercer libremente y no de mala manera, como la afrenta que sufrió el director del INCAA. No lo conozco pero no me cabe duda que debe ser una persona de bien porque el principio que debemos tener es pensar que todas las personas son de bien antes que pensar que todos son delincuentes. Lo que se hizo desde un medio de comunicación, no por el grupo Clarín sino por otro de los grandes grupos concentrados, muestra claramente cómo se va a manejar el sistema.

Creo que debemos trabajar para dar a los jóvenes que estudian cine y periodismo un mensaje claro sobre qué es el buen y el mal proceder. Así como ustedes directores saben que existen buenos directores desde el punto de vista ético, nosotros también sabemos que existen comunicadores buenos, comprometidos con su país, y comunicadores malos comprometidos con las corporaciones. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra la señora diputada Donda Pérez.

SRA. DONDA PÉREZ En primer lugar, quiero agradecer la presidencia de la comisión por organizar este encuentro.

Voy a hablar en términos personales. Si bien tenía una preocupación por la situación que estaba atravesando el INCAA y la escuela de cine, reconozco que los diputados no la conocemos a fondo por no tener contacto con el sector. Por lo tanto, era un poco difícil opinar de forma consciente e informada, más allá de decir que defendemos al cine nacional.

Sin ánimo de polemizar -o sí, un poco-, quiero decir que la forma de no desmotivar a las y los jóvenes que empiezan a estudiar -que quieren aportar a la industria y ser parte, que quieren mostrar cómo somos y cómo nos vemos, cómo cada una y cada uno ve el mundo-, la manera de incentivarlos a que sigan en ese camino, es diciéndoles que no es inevitable que las grandes corporaciones controlen los contenidos, que no nos van a controlar y que vamos a poder cambiarlo. Vamos a poder hacerlo porque si logramos tener un país con el mayor número de óperas primas, si logramos tener una ley de defensa del cine nacional en pleno auge del neoliberalismo, vamos a poder controlar también esto.

En segundo término, quiero decir que la correlación de fuerzas en este Congreso es favorable y no desfavorable. Nosotros tenemos mayoría en la Cámara de Diputados y habrá que charlar con quienes tienen algún contacto en la Cámara de Senadores, pero allí también hay mayoría.

El tercer punto que quiero plantear -y quizá acá me viene algún recuerdo universitario, no tan lejano- es que me gustaría estar un poco más al tanto de si hay algún plan de lucha en defensa de la escuela. Porque según escuché, hay distintos frentes, uno de ellos judicial.

No sé cómo es que se termina echando al rector, pero hay un frente que claramente es judicial. Entonces, si hay un acto de afrenta contra la elección legal tiene que intervenir la justicia. .

SR. PUENZO Perdón que te interrumpa un segundo, concretamente por este punto.

Con respecto a este tema judicial, -se lo acusó a Rovito de las obras que no se hicieron-, quiero decir a todos simplemente que las obras son enormes. Son dos subsuelos, es como si fuera un edificio hacia abajo de la planta baja. Está a disposición de todos, queda en Moreno y Salta, pueden verlo, es impresionante y excede la descripción que podamos hacer porque son salas de filmación y de sonido. Es largo de contar, véanlo si pueden, por favor.

Con respecto a la malversación de fondos de la cual se acusó a Rovito, y que Feinmann dijo en televisión: "no se construyó ni un metro cuadrado", o algo así, obviamente se construyeron muchísimos metros cuadrados. Pero independientemente de eso, Rovito es el director académico de la escuela, no tocó un peso, no firmó un cheque, no contrató a nadie, no conoce el costo de la obra, no tenía ninguna decisión.

Quiero decir que curiosamente los que acusaron a Rovito están en el INCAA, eran los que firmaban los cheques. Y ante este desprestigio sobre algo que no hizo, tampoco salieron a decir: "éramos nosotros los que contratábamos". Es una vergüenza, porque en todo caso es como acusar a un cirujano que está operando en un quirófano, de las obras hechas en un hospital. Obviamente, no contrató, no conoce el costo y no decidió nada.

Toda la cuestión administrativa y de costos no pasó por Pablo Rovito. Hay que preguntarle a la gente del INCAA que firmó los cheques. Y en todo caso, si hubo malversación de fondos, que se juzgue. Pero Rovito era el director académico, no otra cosa, perdón la interrupción.

SR. KAMIN Agrego una sola cosa con respecto al caso de Rovito: es el primer director de la ENERC que surge de concurso público, no fue nombrado por nadie. Simplemente compitió como uno más entre muchos que se presentaron y fue elegido por sus antecedentes y por sus capacidades profesionales. Que haya sido avasallado es haber avasallado un método democrático de elección de autoridades.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Los directores están acostumbrados a dirigir, les cuento que el que maneja la reunión soy yo. (Risas.)

SR. RAFFO El director es él...

SRA. DONDA PÉREZ Por suerte los políticos no.

Siendo así, creo que judicialmente hay un frente allí a estudiar, que seguramente lo están estudiando, no estoy descubriendo nada.

En lo que concierne a lo que podemos hacer y aportar nosotros, primero tenemos algunas herramientas legislativas que podemos utilizar. Se me ocurren pedidos de informes, que seguramente mis colegas los han pensado y han avanzado en esas ideas. Desde un pedido de informes hasta un pedido de interpelación a quien es ministro de esta cartera y entiende en el tema.

Por otro lado, quiero también expresar la preocupación por la situación que se está atravesando, pero por todo, También por avasallar algo que para nosotros es muy importante, que es la autonomía que deben tener las casas de estudio.

Coco, te voy a decir también Coco, ya que Eduardo lo hace. Tomo la posta desde nuestro espacio y en lo personal me comprometo desde el momento en el que llegue ese proyecto de ley. Por supuesto que hay que escuchar a los verdaderos protagonistas y a los que saben, que son ustedes, así como habrá otros actores.

A mí me interesa que nuestra historia la contemos nosotros y nosotras. Por lo tanto, es muy bueno que eso pueda seguir pasando.

Estoy convencida de que no hay nada inevitable. Por eso creo que en este ámbito debemos construir un amplio marco con todos los bloques opositores, muchos no están acá presentes, porque realmente somos mayoría. Ellos no tienen mayoría. Hay cuestiones de fuerza que se pueden marcar en el Congreso, que además es el ámbito que debe controlar lo que hace el Poder Ejecutivo, que lamentablemente viene avanzando en esta y otras áreas. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor diputado Raffo.

SR. RAFFO Señor presidente: me siento raro acá, porque estoy mucho más acostumbrado a estar del otro lado explicando cosas como asesor.

Quiero agregar algunas notas al pie de página sobre lo que se ha dicho aquí. Como viví el proceso que describió Puenzo sobre la ley de reforma de 1994, quería buscar una figura que fue un motor importante. Yo trabajaba como asesor de Pino Solanas y la entonces diputada Irma Roy se puso el tema en la mochila y hoy, si pudiese hacerlo, estaría con nosotros luchando. Aprovecho entonces para rendirle un homenaje y les pido que no la olvidemos.

Por otro lado, la mano de la televisión es larga y permanente, presiona, obtiene, somete. Luis Puenzo señaló muy bien cuáles fueron las presiones y cómo luego fueron generosos con la plata que no eran de ellos, con la que le sacaron al COMFER. Siempre han estado presentes; en 2005 arrancaron un decreto para prorrogar por diez años las licencias. Néstor Busso, presidente de FARCO, lo ha descripto. Yo pienso lo mismo que él.

En 2010, le sacaron el 25 por ciento al Fondo de Fomento Cinematográfico con el decreto de reglamentación de la ley de medios para contenidos televisivos, o sea para financiar programas de televisión.

Una de las conquistas de la ley de medios fue que todas las radiodifusoras del país debían contar con contenidos de producción local de noticias y de ficción. Yo colaboré con la redacción de esa norma. Por otra parte, participé de la redacción de la parte de las cuotas de pantallas de televisión. El AFSCA en su momento sacó una resolución diciendo que lo que se produce en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vale como local en Tierra del Fuego, en Trenque Lauquen, en Río Gallegos, o en cualquier localidad; hubo un gran movimiento en contra.

Quiero alertar sobre un problema. Hay un anteproyecto que ya está circulando y existe una resolución del ministerio de Comunicaciones que dice que ya ha finalizado la redacción del proyecto de ley. Por lo tanto, que no nos digan que no ha sido redactado porque en los considerandos de la resolución que se firmó el 28 de marzo de este año dice que ya ha sido concluido.

Si uno hace un pedido de informes hay que transitar un largo camino para lograr los datos; por esto presenté una nota antes de ayer al señor ministro como ciudadano con acceso a la información pública diciéndole que me tenían que entregar el texto de dicho proyecto. Obviamente impulsaremos un pedido de informes, pero me pareció que eso iba en forma directa y urgente.

Quiero alertar sobre la lamentable y desgraciada situación que planteó la ley Argentina Digital. En el artículo 6° de esta iniciativa se definió todo lo que es cable, señal, cable por cable, por espectro radioeléctrico cuando dice que todo lo que sea transmisión voz, texto, imágenes a través de redes de telecomunicaciones, entra dentro de las TIC. Después, en el artículo 7°, define todo lo que se transmite o transporta de señales mediante cables, ondas hertzianas, medios ópticos u otros medios de difusión. O sea, la ley ya metió esta información. Además, esa norma dice qué deben o no deben pagar los que usan y explotan estos servicios.

Por otra parte en el artículo 50 dice lo siguiente: "Derechos y aranceles radioeléctricos. Los licenciatarios de Servicios de TIC en general y de telecomunicaciones en particular deberán abonar los derechos y aranceles radioeléctricos para cada una de las estaciones, sistemas y servicios radioeléctricos que operan...". "La clasificación, valor, actualización, periodicidad de pago, penalidades y exenciones serán determinados por la Autoridad de Aplicación."

El cine no tiene lo que tiene que tener. Tampoco la música o el teatro. Más aberrante aun, en el artículo 53 dice: "Exenciones. Podrán establecerse a título precario exenciones o reducciones de tasas, tarifas y gravámenes de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en general y telecomunicaciones en particular, cuando la índole de determinadas actividades lo justifique." Y el artículo 50 dice que las "penalidades y exenciones serán determinados por la Autoridad de Aplicación".

Es decir, cuando se exima de pagar a una señal -por ejemplo a Cablevisión- lo hará la autoridad de aplicación. Esto ya está vigente. Un artículo agregado decía que dejaba en suspenso a los indigentes. Pero es el huevo o la serpiente, como decía un gran cineasta. Eso está acá, en esta ley. Ahora bien, habrá que ver si prima este criterio cuando unan las dos leyes. Creo que debemos adelantarnos y no esperar a que llegue el proyecto, porque normalmente cuando llega ya está todo -y perdonen la expresión- "abrochado", ya se hicieron las negociaciones políticas, ya se sentaron los referentes políticos; solo dicen "vamos a aprobar esta sí, la otra no", las cosas de repente están cerradas, hay acuerdo y hay que votar.

Acá el diputado Solá coincide conmigo.

Entonces, creo que debemos exigir que se haga público el anteproyecto que ya se preparó -se reconoce que la resolución ya está circulando- y que consulten a las entidades del cine, dado que se consulta a otras personas, y me consta que las grandes empresas -como Motion Picture- ya cuentan con la iniciativa.

Entonces, defendamos la televisión y sepamos que ya el huevo de la serpiente está en la ley de Argentina Digital. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Antes de continuar con los señores diputados anotados para hacer uso de la palabra, me interesaría conocer la impresión que tienen los directores presentes sobre tres frases que han dicho dos funcionarios. No están obligados a opinar -no es un interrogatorio judicial- y tampoco están obligados a dar datos precisos, simplemente me gustaría conocer cuál es su opinión al respecto.

Uno de ellos dijo que en Argentina se producen algunos films para justificar gastos, que hay películas financiadas por el INCAA que tienen poca publicidad y que se hacen para justificar gastos. Otra de las frases fue que en el INCAA hay negocios o "negocitos". Y, por último, una funcionaria -creo que su frase no fue muy feliz- dijo que esta discusión sobre el INCAA era un capítulo de ficción y no de la realidad por la cual transita hoy el país.

Quisiera saber cuál es la opinión que ustedes tienen al respecto. Luego les digo quiénes son los funcionarios que las dijeron.

SR. PUENZO Comienzo por la última, respecto de que esto es una ficción.

Toda la gente del cine está en la calle. Puntualmente, a mí me convocó Haiek, el subdirector a cargo, a una reunión y me preguntó cuál era mi impresión. Le respondí a título personal y le dije que yo no representaba a nadie más que a mí mismo, pero que creía que mucha gente compartía mi opinión.

Lo único que estamos pidiendo concretamente es que se pongan los papeles sobre la mesa, que cuando tengan un proyecto reconozcan que lo tienen, que cuando tengan un texto lo muestren para que podamos discutirlo nosotros también, no solamente la empresa Motion Picture.

Dicho sea de paso, me parece que este es un atentado a la soberanía que excede largamente la problemática del cine. Simplemente hemos pedido hablar en serio, como gente adulta, con la verdad y diciendo cómo son las cosas. Sin embargo, aparecen funcionarios todo el tiempo -no sé quién habrá dicho la infeliz frase sobre la ficción-, como Marcos Peña y Avelluto, a quienes públicamente hemos catalogado de mentirosos -y lo repito-, ya que no paran de tirar la pelota afuera.

Me tocó hablar en la asamblea y después le dije a Javier lo mismo cuando me preguntaron qué pensaba sobre el speech o el discursito de Marcos Peña. Mi respuesta fue que estaba hablando para la "gilada". No hay mejor manera de describirlo en porteño. Es decir, se le pregunta una cosa y como el tero, pone el huevo en otro lado.

Hablan de la corrupción en el INCAA en lugar de hablar en serio de qué dice el proyecto, qué quieren llevar adelante y qué idea política hay detrás de él; explicítenla y discutamos. Eso es todo lo que queremos.

Con respecto a eso voy a las preguntas anteriores relacionadas con la corrupción en el INCAA. Obviamente, donde hay comida hay moscas. Esto ocurre siempre. Dije comida por ser fino. (Risas.) Claro que pueden pasar cosas, en todas las dependencias del país, públicas y privadas, muchas están a la vista y tienen que ver con el propio gobierno. Lo que quiero que decir es que si las hay, los funcionarios tienen que investigarlas, llevarlas a la Justicia y juzgarlas.

Por otra parte, que no están en la gestión desde hace quince días sino desde hace un año y medio. En ese tiempo ¿no tuvieron tiempo de revisar los quioscos? ¿Qué estaban haciendo? ¿Qué estaban pensando? ¿Estaban mirando para otro lado?

Para finalizar quiero reiterar algo que ya dije y es que en mi opinión a Cacetta lo echaron por honesto y no por corrupto.

SRA. DONDA PÉREZ Es funcionario de ellos.

SR. PUENZO Es un funcionario de ellos demasiado honesto para lo que tenía que hacer. El propio Cacetta dijo que no iba a cometer actos espurios porque se lo pidieran y lo echaron. No hay mucho para...

SRA. DONDA PÉREZ Lo mismo pasó en Aerolíneas.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Marcelo Piñeyro.

SR. PINEYRO Reitero un poco lo que dijo Luis. Con respecto al tema de la posible corrupción en el instituto se escuchan muchas cosas pero nosotros básicamente no somos ni jueces, ni fiscales, ni policías y tampoco servicios. El rol de descubrir la corrupción y llevarla a la Justicia es del Estado, nosotros no tenemos ninguna posibilidad de hacerlo.

Obviamente, estamos en contra de toda forma de corrupción del instituto porque los fondos que van para la corrupción dejan de estar en el cine, que es su lugar, pero no es nuestra capacidad ni posibilidad hurgar por ese lado.

Subrayo lo que expresó Luis con respecto a ese funcionario o funcionaria que dijo que nosotros vivimos en un mundo de ficción y no de realidad. Si nuestro mundo fuera tan de ficción no estaríamos hoy acá. La única razón por la que estamos acá es porque es real.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Kamin.

SR. KAMIN Quizás me equivoque por espontáneo pero en la historia argentina el Estado de alguna manera siempre ha tenido una actitud de poner cierto límite y cierta frontera a la voracidad de un sistema que no acepta ningún tipo de acuerdo. Como dijo Castiñeira de Dios hace unos momentos, no quieren el noventa, quieren el cien.

El Estado argentino se ha caracterizado muchas veces por desarrollar políticas que apoyan aquellas cosas que son más vinculadas al bienestar general, teniendo en cuenta las que hacen a la reivindicación de los valores de convivencia. Asimismo, en esa misma historia, el sector hegemónico a nivel económico ha sido crítico con el Estado y ha considerado siempre que el Estado debe prescindir de intervenir.

En las consideraciones que hace la Motion Picture Asociation dice que todo debería dejarse a la ley del mercado, a la ley de oferta y demanda.

Entonces, ¿cuál es la situación hoy? La situación hoy es que el Estado está en manos de esos mismos grupos que antes confrontaban con el Estado. De manera que hay como una tendencia de la política a denigrar la función del Estado o a relativizarla en términos de participación, para que las decisiones sean tomadas bajo los intereses de los grupos que en este momento ocupan esos cargos. Este es un caso.

En la Argentina hay una tradición, y en eso coincido con Victoria, y es que nunca nos dimos por derrotados, nunca dijimos que no íbamos a pelear. Es más, hemos dicho muy claramente que peleamos y ganamos. Y en ese sentido, creo que es el proceso que tenemos que vivir en el cine.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra David Blaustein, "Coco".

SR. BLAUSTEIN Como este es uno de los tres poderes de la Nación, les pediría si pudieran convocar a los tres funcionarios que dijeron esas tres frases para poder cotejarlas adelante nuestro. Que digan por qué lo dijeron y que nosotros nos podamos defender. Estaríamos eternamente agradecidos. Sería bueno también que traigan las cámaras de televisión de los medios que ellos manejan y que nos permitan defendernos.

Un tema más en relación a lo que dijeron los colegas: no es fácil obtener la posibilidad de un crédito para una película argentina. Uno tiene que trabajar meses en presentar carpetas y después de ello se pasa por varios comités. Y cuando por fin se logra la posibilidad de que el Instituto nos dé un crédito, el mismo se divide en cinco cuotas. Y cuando a mí me dan la primer cuota y tengo que cobrar la segunda, tengo que explicar punto por punto, ticket por ticket, boleta por boleta, contrato por contrato, absolutamente todos los gastos de la primera cuota. Y con la segunda y tercera cuota sucede exactamente lo mismo. El mecanismo de auditoría del INCAA hace mucho tiempo que es muy estricto. En el cuarto y en quinto caso sucede exactamente igual. Y cuando terminé de rodar la película tengo que mostrar su costo total, que vuelve a ser sometido a auditoría.

Por otra parte, al funcionario o la funcionaria que habla de la publicidad, le digo que estudie, que lea y que se entere. El Instituto no me da plata para la publicidad de la película, con lo cual, cuando yo llego al estreno lo hago con la lengua afuera.

Podemos hacer la siguiente prueba: agarremos una película de Hollywood, veamos la inversión publicitaria que tiene y la cantidad de espectadores que tiene. Y tomemos una película argentina, veamos el costo que tiene, la publicidad y dividamos el costo de la película, o los espectadores que concurrieron, por la publicidad que tiene, y veremos que la relación es absolutamente desproporcionada.

Y para el funcionario o la funcionaria que habló de que esto es una ficción, lo o la conmino a que cuando venga la ley de convergencia digital y aquí haya 40.000 personas en la esquina de Riobamba y Rivadavia defendiendo nuestra posición, que vea si eso es una película de ficción o no. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Les aclaro que quien hizo la afirmación sobre que se hacían producciones de baja factura para justificar gasto y que había negocitos o negocios en el INCAA, es Darío Lopérfido. Quien dijo ayer en un programa de televisión que esto es un capítulo de ficción, fue la directora del ENCACOM, Silvana Giudici.

Tiene la palabra el diputado Solá.

SR. SOLÁ Aclaro que no formo parte de esta comisión. Creo que esta es la segunda vez que vengo. Me parece que el tema en análisis es absolutamente básico y clave.

Cuando yo era chico había un dicho que decía que no hay aventura sin Kodak y yo diría ahora, no hay aventura argentina sin el cine argentino. ¿No es cierto? (Aplausos.)

Cuando queremos saber algo de Irán -pocos, porque no creo que sean muchos los que vean este tipo de películas- recordamos alguna película iraní. Hay cinco o seis que se han exhibido. Si queremos saber algo de Rumania, nada mejor que ver una película rumana que con suerte se pueda ver en algún canal de televisión en algún momento.

Es decir, nada expresa mejor que el cine lo que pasa en una sociedad, su identidad y la historia de un país o de una región. Lo dijo claramente José Luis Castiñeira de Dios.

Esto me parece muy útil y plenamente justificado por varias razones, pero sobre todo por la advertencia que hizo Marcelo Piñeyro en el sentido de estar muy atento al tema de los contenidos como un asunto central de la futura soberanía de expresión y de autocontarnos. De lo contrario, no vamos a poder ni contar nuestras historias. Creo que eso nos queda claro a los once diputados que estamos acá.

El diputado Raffo es como un tábano sobre el noble bruto. Es más que un tábano, pero dejémoslo ahí. Él sirve para mantenernos alerta. El diputado Raffo tiene que servir para eso. (Risas.)

Más allá de esto, hemos sido convenientemente advertidos sobre la ley de convergencia. Tengo dos preguntas que a lo mejor son un poco obvias. Si bien han dicho algo al respecto, quiero conocer qué consecuencias prevén ustedes en el corto plazo. El señor diputado Seminara ha dicho cuáles son las consecuencias que esperan.

Como vivimos en la Argentina del blanco o negro, y eso tiene un aspecto negativo respecto al manejo de los temas -no es que me horrorice-, es muy importante que en lugar de prever por sabios prejuicios qué va a pasar, nos digan qué intuyen que va a ocurrir en el corto plazo.

En base a eso debería haber una reacción de nuestra parte en el corto plazo que es muy difícil en este tiempo en la Cámara, porque estamos muy divididos y son pocos los temas que pueden hacer que los tres grandes bloques firmen un proyecto de ley para ser tratado en el recinto. Ojalá este tema sea uno de ellos. Allí seguramente habrá dos bloques, porque el oficialismo no puede aceptar que cualquier tema, sea un proyecto de declaración o de ley, salga de la comisión para ser considerado en el recinto. Será muy difícil considerar el tema este año. Es triste y lamentable, pero es así. Es mucho más difícil que en cualquier año electoral común. A lo mejor ya está dicho cuáles son las consecuencias que se prevén en el corto plazo.

Con respecto a la intervención del INCAA -institución pública no estatal-, tal como la llamó Luis Puenzo, dada lo sorpresiva y arbitraria que ha sido, quiero saber qué espera de nosotros. Siempre es importante que nos reunamos, que hablemos, que vayamos a la televisión y que difundamos estas situaciones, lo cual ustedes hacen con más éxito que nosotros. ¿Qué esperan de nosotros en el corto plazo? ¿Hay algo que nos correspondiera ahora además de hablar?

A pesar de que no es lo que conviene hacer, les voy a dar un consejo pero no como viejo, sino como antiguo espectador y fanático. En este momento es muy importante que ustedes, que los veo con el SICA, no sé si hay otros sindicatos...

SR. RAFFO Sí, está el sindicato de Actores, Extras y Músicas.

SR. SOLÁ Pido perdón, pero veo menos que un perro por el traste. La verdad es que me parece fundamental la unidad pluralista, que no se convierta en una protesta más de la grieta, que sea una protesta de todos los que quieren el cine argentino con soberanía nacional en ese campo y que puedan convencer a todo el mundo de la enorme importancia en cómo van a ver los argentinos la Argentina en el futuro. (Aplausos.)

Sr. Presidente (Brügge).- Tiene la palabra el señor Piñeyro.

SR. PIÑEYRO Estoy totalmente de acuerdo con lo dicho. Lo que vamos a hacer ahora es justamente sacar a este proyecto de ley de la órbita de lo oculto, lo secreto. Si se hace algo en forma oculta, a las sombras, quien lo hace sabe que es espurio y que no puede resistir la luz del sol.

Creo que nuestro deber desde el sector -y me encantaría que ustedes desde esta Cámara sientan que también es su deber- es hacer que esta discusión sea pública.

Nosotros no le negamos al gobierno el derecho de querer llevar adelante el proyecto que quiera. Tiene todo el derecho del mundo a hacerlo. Lo que sí cuestionamos es que se haga a la sombra y de la peor forma, con pactos oscuros. Queremos que la discusión se haga a la luz pública, que la sociedad argentina sepa qué es lo que se está discutiendo en esta ley, que sepa que tiene que ver con los contenidos, con la forma en que los verá en el futuro y el modo en que se relacionará con ellos. A partir de allí, creo que este tema en la Cámara debiera ser considerado casi como un tema de derecho civil, que va más allá de los bloques partidarios y que tiene que ver con la conciencia del legislador. Pienso que no puede haber aquí obediencia partidaria por pactos que uno nunca sabe cómo se hicieron ni qué objetivos tienen. Entonces, creo que debemos sacar a la luz esta discusión como tarea conjunta.

No es meramente un tema de fondos del Instituto. Creo que ese es casi un efecto colateral. Lo central está en otro lado, está en el futuro de los contenidos y de la sociedad que construiremos. Pienso que una sociedad que no consume sus propios contenidos es infinitamente más pobre.

SR. PUENZO Me sumo y agradezco lo que dijo el diputado Solá y lo que dice Marcelo.

Propongo una moción práctica. A nosotros nos sería extremadamente útil que esta comisión aclare públicamente lo que se está discutiendo. En el Ejecutivo -y teniendo en cuenta las declaraciones que hizo Aguad- hay un proyecto de ley que no ha llegado a la Cámara pero sí es reconocido por la propia comisión, y ya estaría listo -según contó el diputado Raffo. Es fundamental darlo a conocer.

También es fundamental contar exactamente qué es la ley de Argentina Digital, porque nosotros hemos conseguido -gracias a la movilización que organizamos en una semana- que se esclarezca un tema muy complejo. Por ejemplo, he subido a un taxi y el taxista me ha explicado la ley del cine. Antes de venir acá nos encontramos en el bar de la esquina, y el mozo nos felicitó por esclarecer el tema. Es decir, hemos logrado que haya bastante conciencia respecto a la temática de esta cuestión.

Pero eso no alcanza. No podemos esclarecerlo solo nosotros, sobre todo cuando del otro lado hay una manifiesta voluntad de opacar y ocultar lo que pasa. Cuando nosotros tratamos de esclarecer la situación y Silvana Giudici -que es la coordinadora y está a cargo de la comisión- dice que esto es una ficción, evidentemente se evidencian dos posiciones contrapuestas, una verdadera y otra falsa.

Entonces, en la medida en que consigamos que se acepte qué es lo cierto -que hay un proyecto, que hay intenciones de modificar las leyes- podríamos tranquilizar la situación y no estar en una efervescencia permanente; es muy desgastante estar en la calle todo el tiempo. Eso sería muy bueno.

En ese sentido, tomo el ofrecimiento del señor diputado Solá y lo que aclaró Marcelo, para pedir como moción que esta comisión aclare públicamente el estado de las cosas.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor diputado Alonso.

Sr. Alonso.- Gracias, señor presidente.

En primer lugar, quiero destacar la decisión del presidente de la Comisión de Comunicaciones e Informática de convocar este encuentro y fundamentalmente reivindicar el compromiso de los cineastas y de los músicos con la cultura nacional y la industria cinematográfica argentina.

El presidente de la comisión mencionó si teníamos algunas preguntas que formular. Las preguntas se formulan cuando surgen interrogantes o se tienen dudas, pero los expositores fueron muy claros y por lo tanto a mí no me quedan dudas. Además, a la vuelta de un año y medio de la gestión que preside el ingeniero Macri ya tengo certezas.

Tal vez utilice términos que al presente no son muy utilizados, pero estamos frente a un nuevo estatuto del coloniaje. Si desde el gobierno se están diseñando políticas para favorecer a los grupos concentrados de la economía perjudicando a los sectores más vulnerables, si se habla de flexibilizar las leyes laborales para perjudicar a los trabajadores registrados o no, si se utiliza como variable de ajuste el sueldo de los docentes para estigmatizar a la dirigencia sindical y ocultar la decadencia de la escuela pública argentina, ¿por qué no van a avanzar por la cultura nacional, que es la que genera un mayor grado de dependencia?

Este es un plan siniestro. Siguiendo la línea de lo manifestado por el diputado Felipe Solá, no planteemos esto como un dato de la grieta de los argentinos. Reivindicar la cultura nacional no es un dato de la grieta, reivindicar a la cinematografía argentina es comprometerse con la industria nacional y ése tampoco es un dato de la grieta.

Debemos conformar un frente común que esté integrado no solamente por quienes son parte de la cultura en general o de la industria cinematográfica en particular sino también quienes integramos la Cámara.

En esta reunión se habló de relación de fuerzas y ella indica que los diputados, que al menos dicen ser opositores a este gobierno, son mayoría. Ojalá -y refiero nuevamente al diputado Felipe Solá- esta sea una oportunidad para que los diputados que decimos ser opositores unifiquemos personería y hagamos una presentación en común.

Para concluir, quiero decir lo siguiente: ¿por qué nosotros tenemos que cederles la iniciativa? ¿Por qué tenemos que esperar a que nos hagan saber cuál es el contenido del proyecto de ley de convergencia pública? ¿Por qué no constituimos una comisión y presentamos, con la celeridad que las circunstancias requieren, nuestro propio proyecto que pueda unificar a la oposición y esté respaldado por la gente de la cultura y de la industria cinematográfica?

Disculpen la vulgaridad, pero estamos esperando que nos caguen para saber cómo vamos a reaccionar. Esta es una oportunidad propicia para que desde esta comisión y desde los distintos bloques planteemos que no podemos esperar más porque hace más de un año que lo están estudiando.

Es real que se construyó un relato para reemplazar a las autoridades del instituto. Yo no estoy aquí para ejercer la defensa del destituido ni tampoco para respaldarlo, sino para comprometerme con la cultura nacional que es parte de nuestra identidad.

En ese sentido, del mismo modo que defendemos a las PYMES, quiero defender a la industria cinematográfica. Tomemos la iniciativa, que sea el presidente de esta comisión quien convoque a distintos bloques y a los integrantes de la comunidad cinematográfica. Nosotros vamos a elaborar este proyecto. (Aplausos.)

Sr. Presidente (Brügge).- Tiene la palabra Luciano Bertone, del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina. Les pido que sean breves en las exposiciones porque tenemos problemas de disponibilidad de la sala, la tenemos que entregar.

SR. BERTONE Seré muy breve, me parece que fueron todos muy completos en sus exposiciones. Sobre el carácter cultural e identitario de nuestro cine se ha dicho mucho y muy bien. Solamente voy a agregar que hay otro aspecto, que son las miles de familias que viven y trabajan en el cine argentino, a las que también debemos tener en cuenta: técnicos, actores y músicos, entre otros.

O sea que cuando discutimos el fondo de fomento, esta ley de convergencia y todo lo que está en peligro, tengamos en cuenta también que son miles de familias que trabajan en el cine.

Acá me ganó de mano el caballero, porque lo que iba a preguntar justamente era qué podemos hacer, esto es, que no quedara en esta reunión, y si podíamos componer un frente o comisión de la que participemos todas las entidades que representamos estas actividades. Este no es el único problema que tiene el cine argentino y nosotros tenemos un montón de propuestas para resolver muchas de las cuestiones que quizá quedan opacadas ante la amenaza de todo; pero hay un montón de cuestiones para discutir. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra Ricardo Corradini.

SR. CORRADINI Gracias, no hablaré.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE No va a hacer uso de la palabra. Entonces tiene la palabra Diego Galíndez.

SR. GALÍNDEZ Quiero contestarle una pregunta al compañero Felipe Solá, sumándome a los directores.

Fue maravilloso escuchar a Luis Puenzo en las puertas del INCAA diciendo que en el cine no existe la grieta. Él lo resumió muy bien, nosotros somos una industria variopinta en cuanto a votantes e ideologías políticas. Tenemos compañeros peronistas, trotskistas, radicales, del PRO, tenemos compañeros de una infinidad de partidos.

¿Cuándo existe una grieta? Cuando los pequeños grupos no quieren ceder en sus pretensiones, en sus beneficios propios, en sus kioscos, en favor del colectivo. Y en el cine nosotros hacemos a un lado nuestras problemáticas individuales y luchamos por el colectivo.

Después discutimos con los productores, con sindicatos hermanos, con los propios técnicos en nuestras asambleas y con el Instituto. Siempre va a haber debates porque cada uno de los sectores que componen la industria cinematográfica tiene distintas problemáticas.

Está en juego la cultura nacional, el ser nacional, el pueblo en su conjunto, porque no nos olvidemos que la cultura debería alguna vez ser definida como un derecho humano.

Es tan productor de cultura Luis Puenzo filmando una película como el tipo que genera ese concepto cultural en cuanto a sus vivencias y lo expresa a través de la pantalla. Entonces, en la industria cinematográfica somos todos productores de cultura. Lo demostramos en la primera asamblea en el Gaumont, en el INCAA y ayer en la inauguración del BAFICI.

Estamos unidos, no anteponemos criterios políticos ni partidismos porque lo único que queremos es una industria honesta, como lo vienen haciendo desde la época de Lumière, como bien dijo Luis Puenzo. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el representante de la Asociación Argentina de Actores, Luis Alí.

SR. RAFFO Por este motivo es que Alejandra Darín no pudo venir.

SR. ALÍ También allí existe lugar para trabajar con la otra pata que conduce el INCAA. Tenemos que darle jerarquía a ese consejo asesor con el apoyo de toda la comunidad. Me parece que por ahí nosotros podemos filtrar nuestras propuestas y colocar en debate los asuntos que nos competen.

Con respecto a lo mencionado por el diputado Solá, la unidad del sector ha sido demostrada en estos días. Más allá de todos los problemas internos que podamos tener por conflictos laborales, idas y vueltas, hemos estado todos juntos. Incluso hemos postergado las discusiones paritarias que son bastante "chivas", como se dice normalmente, en función de este conflicto del INCAA. Nos hemos puesto de acuerdo en resolver este asunto para luego seguir conversando.

Quiero destacar una vez más el sentido de trabajadores que tenemos los actores y el resto de los compañeros, los técnicos y demás.

La unificación en las Cámaras me parece que puede ser viable por el espectro de los perjudicados en este caso concreto. Cuando nosotros presentamos la ley del actor, fue votada por unanimidad, y tenía que ver también con la fuerza del sector en el sentido de ser reconocidos como actores y trabajadores. Me parece que nosotros tenemos esa fortaleza para la comunicación y creo que la tendríamos que aprovechar en este caso.

Por otro lado, en ese sentido rescato la advertencia del diputado Seminara y el optimismo de Vicky. Me parece que hay que juntar las dos cosas para que salga un compromiso de esta comisión, que fue lo que dijo recién el diputado.

Personalmente no espero nada del oficialismo. Me parece que toda la movida que se hace tiene la finalidad de que la ley sea otra. Sí creo que la oposición tiene que unirse para llevar esto adelante.

Una muestra de lo que piensan es el tuit de la pareja de Avelluto -que creo que también es funcionaria del Ministerio de Cultura-, que dice: "Si el cine argentino se autofinancia, ¿para qué necesita al INCAA?"

Entonces, apelo a esta posible unificación de la oposición en un tema tan importante como el que estamos tratando, no solamente en lo puntual del INCAA sino en la ley que se nos viene encima. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Agradezco la presencia de todos los invitados. Creo que se ha dicho absolutamente todo. Quiero hacer solamente una brevísima reflexión.

La comisión no tiene en este momento un proyecto en tratamiento. Hay una comisión técnica -integrada por personas elegidas a dedo por el ministro de Comunicaciones- que trabaja en un anteproyecto al que nosotros no tenemos acceso y sobre el cual no podemos dar nuestra opinión. Tampoco hemos querido participar, ya que obviamente nos reservamos lo que corresponde. Es decir, a los técnicos no los elige el pueblo; a nosotros sí. Por lo tanto, en ese sentido vamos a tener todas las posibilidades de dar nuestra opinión.

Mientras ocupe la Presidencia de esta comisión, nuestra filosofía es abrir las puertas, ser participativos y escuchar a todos los sectores.

Obviamente, así como la ley anterior tuvo un tratamiento especial, esta también lo tendrá. Habrá audiencias públicas.

Tiene la palabra el señor diputado Grana.

SR. GRANA Quiero referirme a un aspecto instrumental y hacer una reflexión.

Desde el punto de vista instrumental, hay dos afrentas o andariveles. Uno de ellos es el institucional. No se respeta la vida interna del INCAA y se toman decisiones sobre sus autoridades sin respetar el triunvirato que lo gobierna, como aquí se ha dicho. En ese sentido, me parece que podemos recoger el guante de lo que se ha pedido aquí, que haya una declaración -por lo menos de un grupo de diputados- en contra de la decisión de no respetar el marco institucional del instituto. Este es un llamado de atención. Acá hay representantes de distintos bloques que podemos avanzar en ese sentido.

Por otro lado, creo que también hay una cuestión que es más de fondo y que tiene que ver con el clima de época -aunque en realidad también el no respeto del marco institucional marca el clima de época-; me refiero al modelo de producción que se quiere para la Argentina en términos generales, y la cultura no escapa a ese modelo.

En ese marco desde el bloque del Frente para la Victoria quiero adelantar de alguna manera que nosotros no vamos a bancar ningún tipo de cercenamiento en términos de derecho ni de achicamiento de ningún tipo de promoción.

En primer lugar, por una cuestión central relacionada con que históricamente en el pensamiento del campo nacional no hay un proyecto nacional sin su bagaje cultural. Es indispensable en la construcción del relato de nuestra historia para pensarnos desde lo que somos hacia lo que queremos ser.

En términos de proyecto nacional necesitamos fuertemente del acompañamiento de una mirada contracultural respecto a lo que nos quieren imponer que sea nuestra sociedad. En ese sentido, el fomento de la diversidad de voces y que el conjunto de nuestro pueblo pueda expresarse desde distintas formas, es un contenido fundamental a la hora de pensar no solo en la cultura sino también en el proyecto nacional.

No tengo ninguna duda de que el conjunto de bloques va a acompañar esta iniciativa. Volviendo a lo instrumental, que planteaba el diputado Felipe Solá, aquí se dijo bien que el oficialismo no tiene mayoría, pero tampoco hay una visión uniforme de la oposición. Creo entender lo que planteaba el diputado Solá respecto de la grieta en términos de que no tomen posición política partidaria.

Esta discusión no empezó ni en 2003 ni en 2015 sino que tiene que ver con el mismo origen de constitución de nuestra patria, en cuyo modelo de país hay una mirada inclusiva y otra que excluye. En cada uno de los órdenes de la vida nos vamos a encontrar con este debate, esta contraposición en la que, en mi opinión, hay por lo menos dos polos. Uno de ellos tiende a concentrar el poder en pocas manos y a constituir el propio relato y el otro tiende a distribuir ese poder para avanzar hacia la felicidad del conjunto del pueblo y no solo de las elites.

En el oficialismo está claro el rol que quieren ocupar, y en la oposición ese debate y esas dos miradas coexisten. Por lo tanto, a veces es complejo que nos pongamos de acuerdo, no solo por posicionamiento electoral cortito sino por miradas de fondo encontradas.

De hecho, la oposición hace veinticuatro horas ni siquiera pudo reunir el quórum para que se respete una ley como la de paritaria docente. Se trataba de una sesión para que el cuerpo expresara que quería que se respetara la ley. No lo pudimos hacer y eso tiene que ver con este conjunto de problemáticas.

Por lo tanto, yendo a lo instrumental, aquí hay voluntad de acompañar la decisión que ustedes tomen, para que tengan protagonismo y que no haya una pelea en términos de quién firma el proyecto -para decirlo bien claro.

Creo que en este espacio, sumado a quienes no han podido estar presentes, hay una unidad de concepción en cuanto a los problemas que existen y a cómo deberían enfrentarse. Ustedes tendrían que ser quienes nos mandaten -y por eso estamos aquí representantes de distintos bloques- a bancar esta pelea. Es decir, que nos mandaten y que podamos acompañar esa cuestión para que exista la pluralidad necesaria para constituir mayorías. En ese sentido, creo que todos vamos a poder expresarnos.

Por otro lado, el escepticismo de época es un hecho cotidiano. No hace falta ahondar en esta cuestión porque todos los días nos levantamos y vemos cómo se intenta arrebatar un derecho a nuestro pueblo. Todo esto genera tristeza pero este tipo discusión nos permite recobrar fuerzas para llevar adelante esa máxima que debería ser un hecho de todos los días y que debería ratificarse acá.

La única pelea que se pierde es la que se abandona. Para poder dar esta pelea necesitamos un marco de unidad lo más grande posible porque estamos asistiendo a uno de los momentos históricos en el cual nuestro pueblo está siendo más agredido y necesitamos juntar hombro con hombro para poder dar la pelea.

Además de agradecerles por estar aquí, les pedimos por favor por la continuidad del espacio y que también nos ayuden y nos marquen, de alguna manera, cuáles son los pasos a seguir a quienes estamos convencidos de que el cine es una industria de todos los argentinos y que tiene que ver con el acervo cultural y con la posibilidad de la constitución de un proyecto nacional.

También ahí hay una discusión, Mauricio Macri tiene una idea de lo que es el ser nacional. Mauricio Macri tiene una idea de lo que es la Nación. Mauricio Macri tiene una idea de lo que es el pueblo. No nos vamos a poner de acuerdo ahí por lo que mencioné antes, que hace doscientos años que venimos discutiendo. Pero si nos juntamos, la cantidad de actores y protagonistas de la vida política que queremos defender al pueblo y construir su felicidad, seguramente vamos a poder dar la pelea exitosamente. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Carlos Abbate.

SR. ABBATE Va a haber que tener cuidado en la forma de preguntar sobre el respeto a las instituciones, porque cuando nos reunimos ayer en la escuela con Hayek nos dijo que Rovito renunció.

Si me mandan este mensaje durante cuatro días, todo el mundo se queda callado y hacen pelota a dos familias, es difícil hablar y poder renunciar. Nadie dijo nada de nosotros, entonces renunciaron y cuando renunciaron dijeron: "son buena gente, no el problema es otro". Entonces hay que tener cuidado como se pregunta.

Y otra cosa que quiero mencionar, que no dije en mi intervención anterior, con respecto a la escuela, es que con Rovito comenzó la federalización concreta. Hoy la Escuela Nacional de Cine tiene cuatro sedes en las regiones del país donde se estudia cine con los mejores profesionales que tiene la Argentina y se está formando para que los alumnos tengan su propia mirada. Porque a nosotros, al menos a mí me interesa mucho que alguien me cuente una historia de Jujuy y me la cuente con su mirada, concretamente.

¿Ustedes se acuerdan del que bailaba tango vestido de gaucho? O sea ese error no lo podemos cometer ahora. Entonces la escuela tiene cuatro sedes y tiene una quinta en proyecto, que espero que no se pare. Eso es muy importante y es un paso concreto.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Para una aclaración tiene la palabra David Blaustein "Coco" y luego la diputada Donda Pérez.

SR. BLAUSTEIN Yo tenía ganas de hacer un comentario cinematográfico. No sé si es casualidad o a propósito, pero hay una cantidad de diputados que han trabajado en el cine. Sobre Victoria se ha hecho una película; el señor Eduardo Seminara ha sido participante de una película y el señor Felipe Solá también lo ha sido. El doctor Raffo ha sido director de una película y el señor Horacio Alonso está candidateado para dar testimonio en un documental sobre el 27 de abril de 1979, sobre una huelga de la dictadura militar en la cual el compañero ha participado como dirigente gremial.

SR. RAFFO Y un gran director...

SR. BLAUSTEIN Espero que todos los que están acá al momento de levantar la mano sean conscientes de que ellos también formaron parte de la historia del cine argentino. (Aplausos.)

SRA. DONDA PÉREZ Seré breve. Tal como decía Horacio Alonso, quizá hacer un solo proyecto de ley que nuclee a toda la oposición para enfrentar un proyecto es una expresión de deseo muy añorada, difícil, es cierto.

También estoy convencida de que en el mundo y en este país no hay dos miradas que se contraponen, hay un mundo y diversas miradas. Pero en esa diversidad de miradas sí creo que desde la oposición nos tenemos que poner de acuerdo sobre qué defendemos. Y lo que defendemos es lo que tenemos, de ahí no hay que dar un paso atrás.

Veamos con qué herramientas de las que tenemos podemos contar para pelear por aquello que hay que seguir defendiendo. (Aplausos.)

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Yo simplemente como actor de la vida he representado a varios personajes.

Quiero agradecer a todos por su presencia. No habiendo más oradores anotados en la lista, queda levantada la reunión.

En Buenos Aires, a los dieciocho días del mes de febrero de 2003, a la hora 17 y 20:
SR. PRESIDENTE FRIGERI Damos comienzo a la reunión conjunta de las comisiones de Finanzas y de Comercio, en la que recibiremos en primer lugar al señor presidente del Banco de la Nación Argentina, licenciado Horacio Ernesto Pelicori, y a los funcionarios que lo acompañan, y luego está prevista la concurrencia de los representantes de la Coordinadora de Actividades Mercantiles (CAME).

Quiero aclararles que el señor presidente de la Comisión de Comercio no ha podido llegar por problemas familiares.

Existe una serie de inquietudes que vamos a transmitir al señor presidente del Banco de la Nación Argentina para que las aclare. Una primera pregunta se refiere a los bancos BERSA, Bisel y del Suquía, que en estos momentos están dentro de la esfera del Banco de la Nación Argentina, y en las provincias donde actuaban estos bancos existe preocupación sobre el tema, por lo que queremos saber cómo va a evolucionar la cuestión.

El señor diputado Cusinato es quien ha presentado la inquietud a la comisión.

SR. CUSINATO Este es un tema que inquieta a las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.

- No se perciben las palabras del señor diputado Cusinato por no hacer uso del micrófono.
SR. CUSINATO Sabemos que se están produciendo movimientos para suspender o postergar la venta del banco de Entre Ríos. Por eso nos interesa conocer cuál va a ser el proceso de venta de estos bancos.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor presidente del Banco de la Nación Argentina.

SR. PELICOLI Señor presidente: agradezco la invitación que nos han formulado para evacuar las inquietudes de los señores diputados, pues ello nos permitirá aclarar algunos temas que son difíciles y que algunos sectores interesados tratan de hacerlos más oscuros.

El primer hecho que quiero hacerles recordar es que a las 9 de la noche del domingo 19 de mayo del año pasado, y hasta la 1 de la mañana, tuve que acompañar al entonces presidente interino de la Nación, doctor Maqueda, al Banco Central porque un banco extranjero -el cooperativo más grande del mundo, el que podía competir en perfil con el Banco de la Nación Argentina- huía del sistema financiero, entregaba las llaves el día viernes, y dos o tres bancos privados que habían negociado todo el sábado y el domingo, hasta las 8 y 55 de la noche, habían desistido de la operación.

El Banco de la Nación Argentina, con todas las dificultades que tiene y con todo su potencial, pudo hacerse cargo de los tres bancos, administrarlos, estabilizarlos y ponerlos a la venta, como reza el decreto que se dictó en ese momento.

T.2

A partir de allí comenzó un proceso donde se crearon tres sociedades anónimas nuevas en el marco de la ley de sociedades. Quiero que tengan en claro el primer tema. No se trata de bancos estatales como algunos funcionarios del gobierno nacional lo predican; desconozco si lo hacen por ignorancia o por interés. Los únicos bancos estatales según el artículo 75 de la Constitución Nacional son el Banco Nación y el Central.

El Banco Nación es accionista del BICE. No puede sostenerse, como lo indican los dictámenes de la SIGEN, que los tres bancos nuevos son estatales. Se trata de entidades privadas, regidas por la ley de sociedades, cuyas acciones pertenecen en un 99 por ciento al Banco de la Nación Argentina y el uno por ciento restante es de la fundación de dicha entidad. De acuerdo con el decreto dictado, tenemos que administrarlos, estabilizarlos y venderlos.

No sé por qué la SIGEN opina en forma distinta. Quisiera que citaran al señor Comadira para preguntarle sobre esta cuestión. Estoy luchando y teniendo serias dificultades desde el punto de vista legal.

Existe una segunda carta tratando de impedir la licitación o eventual venta, enviada por un señor cuyo padre era un ciclista famoso en la época de Sevillano, de Cortoni, llamado Humberto Varisco. El señor Varisco es el intendente de la Municipalidad de Entre Ríos. Sin ningún sustento legal propone la suspensión de la venta y no tiene autoridad para imponerlo.

También quiero aclarar que se trata de tres sociedades diferentes. Están estabilizadas, en funcionamiento y existe un fideicomiso administrado por el Banco de la Nación Argentina. Estamos terminando el pliego de licitación. La adjudicación se hará en forma conjunta entre el Banco Central -autoridad que debe aprobar la transferencia de los paquetes accionarios-, el fideicomiso -antes era de capitalización bancaria y ahora han agregado la presidencia de Feliza Miseri, producto de una norma que puso el ministro de Economía, pero no va a existir si no se hace una transferencia y licitación ya que de lo contrario el fideicomiso no aporta fondos-, SEDESA como órgano que asiste eventualmente a los compradores, el Ministerio de Economía, la Secretaría de Finanzas y el Banco de la Nación Argentina.

Ese mecanismo implica la obligación de acordar un pliego, llamar a un acto licitatorio en forma escalonada para cada uno de los bancos, generar una calificación para ver las cualidades de los oferentes tanto en su responsabilidad patrimonial como idoneidad y calidad moral para luego analizar la oferta económica.

T.3

De acuerdo con lo que soliciten los oferentes al Banco Central, en términos de flexibilización de normas y en términos de asistencia, tanto a SEDESA como al Fondo de Capitalización Bancaria, se va a determinar cuál es la oferta ganadora que merezca quedarse con el banco.

Para cualquier consulta que deseen formular, me acompañan el doctor Gustavo Gastaud, que está a cargo de la tarea vinculada con el fideicomiso, y el doctor Nicolás Labanca, quien ha negociado palmo a palmo con el Banco Central en su doble condición de asesor del Banco de la Nación y de asesor de SEDESA.

En este momento estamos en el proceso de licitación, terminando los pliegos, para que en el más breve plazo la operación salga a oferta pública.

SR. CUSINATO Desconozco la imputación del intendente...

SR. PELICORI Envió una carta y ha movilizado al Senado. Yo estuve el miércoles pasado y me dijo la senadora por Entre Ríos que también manifestaba su oposición a la venta.

SR. CUSINATO Más que oposición a la venta -esto lo charlé personalmente-, tengo entendido que se intenta postergar, en la medida de lo posible, el proceso licitatorio.

Para los entrerrianos esto constituye una preocupación. El Banco de Entre Ríos ya no es un banco estatal, y en eso coincidimos con usted. No sé la opinión en contrario a la que se hacía mención anteriormente.

Indudablemente se trata de un banco que ha servido al desarrollo de la provincia de Entre Ríos, y es agente financiero de esa jurisdicción, pese al gran esfuerzo que hicimos en la provincia para que lo fuera el Banco de la Nación, que ganó la licitación. Esto es algo que tendrá que resolver la Justicia en su momento, en cuanto a que no se adjudicó al Banco de la Nación el carácter de agente financiero -cuando presentó la oferta más conveniente-, por el solo hecho de no abrir catorce pequeñas sucursales en la provincia de Entre Ríos.

De manera que se trata de un banco muy caro a los entrerrianos, con fuerte presencia en el ámbito provincial. Reitero que es el agente financiero de la provincia y de la mayoría de los municipios, entre los cuales está el de Paraná. Entiendo entonces la preocupación del intendente Varisco, al no tener acabada información de cuál iba a ser el proceso licitatorio. A veces escuchamos las opiniones de funcionarios y representantes de los bancos, cuando quizás no es el momento más adecuado para poder evaluar la situación actual del sistema financiero.

Entonces, sin pretender transformarme en defensor del intendente Varisco, que es el intendente de la capital de la provincia, adhiero a su preocupación. Nos interesa el Banco de Entre Ríos por el desarrollo que tiene en la provincia.

Lo que nos interesaba era conocer este proceso, que no se desguace el banco y, por supuesto, proteger también las fuentes laborales. Supongo que el pliego contemplará algunas condiciones en ese sentido.

Insisto en que esta no es la preocupación solamente del intendente Varisco sino de muchos dirigentes, más allá de los partidos políticos.

SR. PELICORI En las conversaciones con las autoridades del Banco Central se mencionaron dos condiciones: no cerrar sucursales y no echar gente, porque automáticamente caía la asistencia de SEDESA y del Fondo de Capitalización Bancaria, así como la flexibilización de las normas del Banco Central.

SR. CUSINATO Si cerraran dejarían de ser agente financiero de la provincia.

SR. PELICORI En el pliego licitatorio hay una condición de ese tipo.

En una oportunidad, hará unos tres o cuatro meses, me llamó una señorita de Entre Ríos que estaba tratando de aglutinar a un conjunto de empresarios. Después no tuve más noticias, pero había un interés de las fuerzas vivas para hacer alguna presentación.

SR. CUSINATO Debe ser la presidenta del Consejo de Empresarios de Entre Ríos, señorita Silvia D' Agostino. También se había mencionado la posibilidad de una capitalización mediante acciones, y había un movimiento en la provincia de Entre Ríos para buscar la forma de que el banco quedara en manos de entrerrianos, o al menos con fuerte participación de ellos en el banco.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Corfield.

SR. CORFIELD Señor presidente: adhiero a las palabras del señor diputado Cusinato en cuanto a la preocupación que este tema despierta en todos los entrerrianos. El Banco de Entre Ríos es muy caro a los intereses de los entrerrianos.

T.4

Nació hace muchos años como un banco agrícola; realmente era un banco de fomento que prestaba apoyo a todos los sectores productivos de la provincia de Entre Ríos. Por eso lo hemos defendido con uñas y dientes en todas las situaciones que ha tenido que vivir.

Lamentamos mucho los procesos de venta que sufrió anteriormente, porque en el camino fueron dejando gente afuera y redujeron los servicios que brindaba a todos los entrerrianos. Por eso lo que nos preocupa ahora es que en el proceso licitatorio cierren algunas de las filiales, ya que es el único banco que está en todos los rincones de la provincia de Entre Ríos, más allá de que sea o no rentable.

La provincia de Entre Ríos es muy extensa, y tiene zonas -como Villa Paranacito o Ibicuy u otras regiones del Norte- donde es muy difícil llegar. Si no existieran estos entes financieros, ni siquiera el Estado nacional podría recaudar sus impuestos. Incluso el pago de algunas aplicaciones de la AFIP se tornaba sumamente difícil porque la gente tenía que trasladarse cientos de kilómetros para realizar el pago de sus obligaciones impositivas.

Por eso quiero preguntar al señor presidente del Banco Nación si dentro del pliego licitatorio de esta venta del Bisel se encuentra establecido que no se pueden cerrar sucursales, principalmente las que hoy están funcionando dentro del marco de la provincia de Entre Ríos.

SR. LABANCA A lo manifestado por el señor presidente del Banco Nación y contestando la pregunta del señor diputado preopinante, debo agregar que los aspectos fundamentales del pliego, especialmente los económico-financieros, aún no han sido completados.

Nos preocupa el aspecto que mencionaba el señor diputado, así como la estabilidad del personal y la necesidad de que la entidad en manos de un comprador responda de una manera eficiente y solvente por todos los pasivos que tiene el banco, que fundamentalmente son los depósitos. Los primeros capítulos del pliego están siendo trabajados hoy en día precisamente para asegurar que el servicio bancario que esa institución ha prestado siempre siga manteniéndose de igual forma, así como el número de personal en dimensiones razonables.

Esta es una preocupación muy viva por parte de las autoridades que intervienen en este proceso licitatorio, que no es sólo el Banco Nación sino también el Banco Central, el Ministerio de Economía y los fondos fiduciarios, los cuales están empeñados en cumplir con el mandato del decreto 838/02, que creó estos bancos para salvar los patrimonios que estaban en peligro y tratar después de reconducirlos al sector privado de donde venían.

SR. PELICORI Permanentemente el doctor Zanola me manifestó la inquietud y siempre de mi parte ha sido bandera en las negociaciones con el Banco Central que no se cierre ninguna sucursal y no se eche a nadie. De lo contrario, no habrá ningún tipo de subsidio implícito o explícito a los compradores.

SR. CORFIELD Quiero agregar algo más.

Ultimamente, luego de la euforia de apertura de filiales bancarias en el interior del país, principalmente en Entre Ríos, están cerrando varias sucursales de otras instituciones financieras debido a la falta de rentabilidad y porque se habían dado situaciones como la de Gualeguaychú, donde había doce filiales bancarias en competencia para 70.000 habitantes, lo cual nos parecía un poco exagerado.

T.5

cab

fin

Pero eso mismo preocupa porque hay localidades donde esas filiales se van cerrando, y si no tomamos las precauciones correspondientes nos vamos a encontrar con localidades chicas que no van a tener ningún tipo de servicio bancario. Creo que el complemento adecuado tiene que estar dado no sólo por el servicio del Banco de Entre Ríos sino también por el que ha venido prestando el Banco de la Nación Argentina en todos estos lugares.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Si uno hubiera conocido este detalle del pliego, creo que las cosas se habrían facilitado. No veo al Banco de la Nación Argentina cerrando sucursales, porque nunca lo ha hecho; por el contrario, las ha abierto, por más que tenga un costo adicional por mantener sucursales en lugares donde otros bancos no las tendrían.

La idea es que el BERSA no cierre sucursales, y si figura así en el pliego como condición de asistencia de SEDESA o del Banco Central, esto debe tranquilizar a las personas.

SR. GUTIERREZ (J.C.) Esa cláusula que figura en el pliego del Banco de Entre Ríos, ¿también se encuentra en el de los demás bancos?

SR. PELICORI Es común a los tres bancos: BERSA, Suquía y Bisel.

SR. CUSINATO Quisiera saber si en opinión del señor presidente del Banco de la Nación Argentina es el momento adecuado, dado el estado del sistema financiero del país, para proceder a la licitación o venta de estos bancos. ¿Está claro el panorama como para proceder así?

SR. PELICORI Hay muchas personas que tienen interés en comprar bancos, un poco porque apuestan a que hoy pueden eventualmente obtener una ventaja a largo plazo ante una futura reactivación del país en forma continua.

La segunda situación es que si no se hace eso, se corre el riesgo de que los bancos se anarquicen. Piensen ustedes que los bancos están siendo administrados por los mismos funcionarios elegidos por quien huyó. Nosotros no pudimos poner gerentes generales, gerentes financieros, gerentes de sucursales, etcétera, ni rediscutir muchas de las prebendas o privilegios que la banca Crédit Agricole les había dado, porque no hay material humano para poder sustituirlos entre la 1 de la mañana de un lunes y las 7 de la mañana del mismo día.

Hemos tratado de armar directorios con gente de experiencia. En el caso del Suquía, lo integra quien fuera ministro de Santa Fe, Hugo Arnero; en el caso de Entre Ríos, quien fuera presidente del Banco de La Pampa, el señor Cantero, y en el caso del Banco Bisel -que era el más dificultoso por los problemas que tenía por su especialidad en comercio exterior-, lo integramos con una persona que venía de la Bank and Trust, simplemente para afrontar los problemas que existían con las prefinanciaciones de exportaciones y las líneas del exterior que tenían que ser abonadas por el Crédit Agricole.

Desde ese punto de vista, de los cinco directores que asumieron hay tres que son homogéneos para los tres bancos. El directorio lo integran un abogado, tres directores por el área de personal, para unificar el mando -como acordamos con Zanola, para que no haya confusiones-, y un vicepresidente que nombramos, que era un gerente zonal del Banco Nación. En esas condiciones avanzamos, tratando de que el nombre del Banco de la Nación Argentina diera confianza a la gente. Dimos las instrucciones lo mejor posible.

Evidentemente ha habido una serie de dificultades porque esos tres bancos estaban en proceso de fusionarse en uno solo. Entonces hubo un neting entre acreencias y deudas que es necesario clarificar y darlo por terminado, para que después las mismas personas del lugar que visualizan el negocio definan con qué funcionarios van a administrar sus bancos.

Esto es fundamental porque, en el caso del Suquía, los oferentes que han aparecido hasta ahora son empresarios de la provincia de Córdoba, el Banco de San Luis y un banco provincial que es agente financiero de un Estado provincial.

T.6

En el caso del Banco Bisel han estado interesados los ex accionistas y socios del Crédit Agricole y las pequeñas cooperativas. En el caso del BERSA han manifestado su interés distintas personas del ámbito de Buenos Aires vinculadas a sectores políticos, de preeminencia radical. También hay bancos pequeños vinculados al ahorro y el préstamo y la banca de consumo. Mi sensación es que una vez que se anuncie el proceso de licitación, aparecerán los bancos Macro, COMAFI y algunos más que no han hecho ningún esfuerzo porque no saben en qué condiciones se dará el proceso licitatorio. Si quieren asegurar la estabilidad y presencia del banco, sería conveniente que se coloquen los nuevos accionistas y grupos económicos que diseñen la estrategia de cada una de las entidades.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Cuando la banca extranjera vino al país, era un buen momento porque se compraban entidades sin pasivo; entraron a competir sin pasivo. Yo creo que los bancos van a esperar el pliego licitatorio porque conocen el negocio. Hay que analizar si están cobrando servicios provinciales y cuáles son las condiciones del pliego para determinar si luego será una banca comercial.

SR. ROMERO (H.R.) ¿Vamos a conocer el pliego antes de que se haga la licitación?

SR. PELICORI La responsabilidad institucional del pliego la tiene el Banco Central de la República Argentina, a quien le hemos entregado la disponibilidad de las acciones de cada uno de los bancos en función de una norma que adoptó el directorio. Me refiero al artículo 35 bis inciso 1). Allí el Banco Central dice que no se puede renovar el plazo de facilidades otorgadas a los bancos para incumplir las relaciones técnicas a fin de que mantengan su funcionamiento. Este plazo venció el 30 de noviembre del año pasado. De tal manera que solicitaron al Banco Nación y a su fundación que pongan a disposición del Banco Central las acciones a los efectos de hacer el proceso licitatorio y el traspaso a los nuevos accionistas a fin de capitalizar las instituciones. El Banco Central debe tomar las acciones pertinentes, y sugiero que oficialmente hablen con el superintendente Levi, quien podrá indicar en qué estado se encuentra la situación.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Creo que el tema del pliego es importante. No conozco las características que tiene. Habría que pedir al Banco Central que nos brinde sus características ya que deseamos que en el mismo figure que no se deben cerrar sucursales y no se tienen que perder puestos de trabajo.

SR. LABANCA En relación con el personal de los tres bancos quiero agregar que se han mantenido reuniones con el Ministerio de Trabajo. La ministra Camaño está muy interesada en el tema y hacemos reuniones para mantenerla al tanto de lo que ocurre con el pliego. Esto se ha suspendido hasta que se termine con el pliego, lo que estimo que ocurrirá dentro de diez días.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Existe una pregunta en relación con el estado de los depósitos, pero me parece que no tiene sentido tocar el tema. Los depósitos se han ido incrementando y los bancos ofrecen la opción de pagar los CEDROS porque el costo más alto que tienen es el CER.

T.7

Los bancos dicen en general que han montado una política de crédito pero que no hay tomadores de esos créditos. Creo que puede ser cierto en cuanto a que no hay tomadores en las condiciones actuales en que se ofrecen los créditos, probablemente sin plazos ni tasas. Pero dentro de este conjunto quisiera saber cómo evolucionaron los depósitos y cómo ve la política de crédito, no solamente en el Banco de la Nación sino en el resto del sistema bancario, ya que el incremento de los depósitos ha sido general.

SR. PELICORI Estoy convencido de lo siguiente. Si el Banco de la Nación Argentina, que se encuentra en todo el país, presta a los altos, a los bajos, a los gordos, a los flacos, a los ricos y a los pobres, y a todos les cobra la misma tasa y les da el mismo tratamiento, sin ninguna distinción en las comisiones, no lidera el proceso de funcionamiento del sistema financiero y la reaparición de la banca prestando, veo el futuro del sistema financiero con muchas dificultades.

En primer término, lo que nos pasó con los bancos extranjeros en la Argentina no es exclusivo de nuestro país. De lo contrario, analicen ustedes lo que ha ocurrido en México: gran parte de la banca ha pasado a manos extranjeras; hace más de cinco años que pasó el "efecto Tequila" y los bancos no prestan a nadie.

Pareciera que lo que es un servicio público, una patente que se da para captar dinero y prestar, que es algo aceptado a nivel internacional, de repente no se ha cumplido ni en México ni en la Argentina.

La segunda observación es que muchos de los bancos oficiales de provincia que han sido privatizados -como bien se ha señalado- han dejado de prestar el servicio de asistencia a los productores locales y se han limitado a ser bancos transaccionales: les prestan a quienes compran una bicicleta, pintan su casa o refaccionan un techo, pero no al productor que tiene que sembrar, cosechar, esperar que llueva, que crezca la semilla y que pueda comercializar su producto.

En tercer lugar, no es lo mismo el Banco Río en manos de Pérez Companc, el Banco de Galicia en manos de sus antiguos dueños, el Banco de Crédito Argentino en manos de Ricardo Cairoli, el Banco Mercantil en manos de Werthein, el Banco Francés en manos de Otero Monsegur -por señalar simplemente algunos ejemplos-, que en manos de funcionarios que no saben quién es quién en la Argentina, qué producen, qué trayectoria tienen, y que de lo único que se preocupan es de cumplir con las siguientes normas: en épocas de crecimiento, ser restrictivos, y en épocas de recesión, ser súper restrictivos. Son contracíclicos en la expansión y postcíclicos en la recesión, por normas de prudencia y porque los manejan a muchos kilómetros de distancia. Entonces, no es una banca que cumpla con las necesidades que tiene la Argentina.

Tampoco podemos esperar que los déficit fiscales o las actividades productivas se financien con dinero que provenga de afuera, porque la Argentina está en default y el sistema financiero internacional ha paralizado la asistencia. De modo que tampoco vamos a tener la asistencia que recibíamos en la última etapa de la Presidencia del doctor Menem.

Por lo tanto, lo único que nos queda es el ahorro de los argentinos, que debemos administrarlo de la mejor manera posible. Para eso necesitamos que el Banco de la Nación no esté paralizado. Hoy está en un proceso de encuadramiento, al igual que el Banco de la Provincia de Buenos Aires, y estoy hablando de los dos bancos más grandes del país.

¿Pero por qué el Banco de la Nación está paralizado? Porque hemos asistido con 1.500 millones de dólares a las provincias y ellas no los pagan. Tampoco pagan los distintos municipios del país que recibieron asistencia. Además, distintas zonas que asistimos a lo largo y ancho del país sufren problemas climáticos y nos encontramos en un proceso de emergencia y desastre agropecuario.

De manera adicional, como asistimos a pobres, ricos, flacos y gordos pero no a unidades productivas pequeñas que no tienen otro modo de acceder al crédito, muchas de ellas han sufrido todas las dificultades que en primer lugar generó el proceso de sobrevaluación del peso.

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Por eso, ahora tienen todas las ventajas potenciales del tipo de cambio alto pero ninguno de los beneficios, porque simplemente no tienen capital de trabajo para aprovecharlo.

Adicionalmente a ello, como en muchas oportunidades tuvimos que hacer pasamano para cumplir en tiempo y forma con las obligaciones en el exterior del Tesoro -recibíamos del Banco Central, se lo dábamos al Tesoro y colocábamos letras-, y el Estado no nos paga, la cuestión es que tenemos una deuda con el Banco Central cercana a los 4.500 ó 5.000 millones de pesos, y una acreencia con el Estado nacional de 12.300 millones de pesos. Entonces, las normas de prudencia del Banco Central nos dicen que ni nosotros ni el Banco de la Provincia de Buenos Aires podemos prestar dinero en función de lo que se llama planes de encuadramiento. Pero si no nos dejan cancelar las deudas de los redescuentos con los préstamos garantizados o por lo menos amortizarlas en el mismo período con la misma tasa de interés, van a pasar muchos años sin que podamos realizar préstamos.

Entonces, vienen las consultoras para ver si estamos quebrados. ¡Pero cómo no vamos a estarlo si no nos paga ninguno de los deudores! ¡Cómo no vamos a estar en dificultades si los avales del Tesoro no se pagan! Estamos hablando de 180 millones de pesos en el año 2002 y de 140 millones para el 2003 en avales que otorgaba el Tesoro; nosotros honramos las obligaciones anteriores pero ellos no nos pagan.

En forma adicional, teníamos un bono de 1.100 millones de pesos, producto del resultado final de los aportes que hizo el Banco de la Nación por los procesos de privatización de las empresas estatales. Nos dieron los bonos pero por la ley de emergencia económica dejaron de pagarnos. Esos bonos tenían dos características: unos servían para reinserción productiva y otros, para cancelar...

SR. VITAR Antes de irnos del tema, de los datos que brinda el presidente se desprende que el Banco Nación habría recibido redescuentos del orden de 4.500 millones de pesos por parte del Banco Central.

SR. PELICORI Sí señor.

SR. VITAR Y a su vez, el Tesoro le habría prestado 12.000 millones de pesos.

SR. PELICORI No es así.

SR. VITAR Entonces, ¿a qué corresponde la acreencia?

SR. PELICORI 2.500 millones de dólares corresponden a las provincias argentinas. Si multiplicamos eso por 1,4 más CER surge la cifra.

SR. VITAR No me haga hacer la cuenta a mí. Le pregunto a usted cuál es la acreencia del Banco de la Nación en relación con el Tesoro...

SR. PELICORI Todo se ha transformado en préstamos garantizados; se trata de 12.200 millones de pesos.

SR. VITAR ¿Está garantizado en un ciento por ciento?

SR. PELICORI Sí, son préstamos garantizados. En el canje, la Nación asume la deuda de las provincias y luego queda como contragarantía. Si quiere desbloquear esa cifra, tendríamos que 2.500 millones de dólares corresponden a las provincias, más una masa de 500 millones de pesos a los distintos municipios como asistencias puntuales.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Pero, en definitiva, son 12.300 millones del Estado nacional, provincial o municipal que están contabilizados como acreencias del Banco Nación.

SR. PELICORI Exactamente.

SR. VITAR No alcanzo a entender bien. Usted está diciendo que esas son deudas de municipios y provincias con el Banco Nación.

SR. PELICORI Y del Estado nacional.

SR. VITAR Toda esa deuda consolidada del Estado con el Banco Nación llega a los 12.300 millones de pesos.

SR. PELICORI Exactamente, señor diputado.

SR. VITAR Deseo formular otra pregunta. ¿Usted tiene información acerca de cuánto se incrementaron los depósitos en plazo fijo del Banco Nación desde el comienzo de la crisis?

SR. PELICORI En términos absolutos se incrementó muy poco, pero si medimos nuestra participación en el sistema en términos porcentuales, pasamos del 12 por ciento el 31 de diciembre de 2001 al 22 por ciento en la actualidad. Esto significa que mientras nosotros nos mantuvimos prácticamente en los mismos niveles, los otros bancos perdieron depósitos. No es que nosotros hayamos aumentado sino que los otros han visto reducidos los depósitos.

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SR. VITAR Es decir que el Banco Nación aumentó su proporción en el total de los plazos fijos del sistema bancario, a pesar de haber mantenido el mismo nivel de depósitos, pero no aumentó la capacidad disponible del banco.

SR. PELICORI No.

SR. PRESIDENTE FRIGERI En el año 1999 el Banco de la Nación Argentina competía con el Banco de la Provincia de Buenos Aires por el primer puesto en cantidad de depósitos, y hoy el Banco Nación tiene 12 mil millones mientras que el Provincia tiene 5.800. Es decir que este último perdió casi 7 mil millones, y el Banco Nación aumentó su participación al 22 por ciento, porque el resto de los bancos perdieron depósitos mientras que él no. Esto significa que hubo confianza para depositar en dicha entidad.

SR. PELICORI En el Banco Nación se mantuvo el nivel en términos absolutos, mientras que en los demás bancos se fueron yendo los depósitos.

Los procesos de asistencia hacia el banco se agudizan cuando se produce una desilusión de parte de los ahorristas al saber que las casas matrices no responderían por los dólares tomados por las sucursales; hay una especie de revancha o desilusión, que se termina de completar cuando el Crédit Agricole y el Scotiabank se van de la Argentina. Entonces, sobre todo en el interior del país, se produce un nuevo realineamiento de depósitos, ante el temor de que los bancos extranjeros se vayan y los ahorristas queden con sus acreencias colgadas y tengan que litigar en el exterior.

SR. VITAR ¿Qué idea tienen en relación con la implementación de líneas de crédito, sobre todo respecto de actividades de economías regionales, como sería por ejemplo la próxima zafra azucarera?

SR. PELICORI En el año 2001 dimos muy poca asistencia; en el año 2002 no pudimos dar nada porque no lo podíamos hacer en función del plan de encuadramiento. Hasta que el Banco Central no nos levante esa restricción no podemos asistir a nadie. De allí -por lo que dicen los diarios, no porque me hayan consultado- la inquietud que tiene el ministro de Economía de hacer algún tipo de tratamiento para los bancos oficiales, de modo de poder arreglar el problema que existe entre los redescuentos que se les dieron y las acreencias que ellos tienen con el Estado, y así poder levantarles esa sanción de no poder prestar.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Hoy existen dos temas en los que el gobierno se está ocupando. Uno sin duda es que el Banco de la Nación Argentina, que fue uno de los pocos que durante la crisis rusa de 1998 prestó para sembrar -el resto de la banca dejó de prestar-, no puede prestar porque debe 4.500 millones, pero a su vez le deben 12.300 millones del sector público.

Otra cosa que se está estudiando ahora y que no es pequeña -donde nosotros intervenimos muy poco- es de qué manera se refinancian deudas a productores que están atrasados en el pago de sus cuotas. Nosotros, que hablamos de la prolijidad, somos muy lentos para modificar las normas.

Sigo dando el siguiente ejemplo que se dio durante el "efecto Tequila": en enero de 1995 se aplicó la ley de previsionamiento, cuando la cadena de pagos se llevó de 30 o 60 días a un mínimo de 180 días, cuando la Argentina pasó de un desempleo del 12 por ciento en octubre de 1994 al 18 por ciento en mayo de 1995, es decir, más desempleo que un país en guerra y en un período tan corto. Eso fue producto de no escucharnos, porque previsionar los créditos en ese momento y mandar a pérdida a quien debía 30, 60, 90 o 180 días hizo que fueran a pérdida muchas empresas. En ese momento, estando yo en un banco, venían los contratistas a pedir ayuda para empresas que hacía diez años que trabajaban con ellos y a las que se las estaba sacando del mercado.

Parecía que habíamos aprendido la lección, pero no: luego de cuatro años de recesión tenemos normas que se hicieron más flexibles y otras que no, y seguimos mandando a pérdida a aquellas personas que tienen una demora de 30 o 60 días, cuando en el mejor de los casos la cadena de pagos en los años 2001 y 2002 volvió a 120 o 180 días; y hoy se rompió y se paga al contado.

Hoy el Estado está estudiando el tema con el Banco Central y creo que debe escuchar la experiencia de los bancos. Si queremos solidez en el sistema financiero no podemos tomar medidas que no lo hagan sólido. Cuando uno mata a la empresa deudora, en última instancia genera la debilidad del sistema financiero. Este es un tema muy delicado que hoy se está estudiando, y creo que vale la pena decir que si el Banco de la Nación Argentina no presta estamos sacando un resorte fundamental en materia de crédito para todo el interior del país.

No tengo ninguna duda de que esto hay que resolverlo de alguna manera, sea uno a uno o como sea; no sé cuál será el mecanismo. Si presta un peso que se le devuelva un peso, si es que se puede hacer.

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Este tema es central para que vuelva el crédito. Si el Banco Central no actúa en el crédito, el resto no se dinamiza.

SR. PELICORI Como préstamos garantizados totales, la deuda estatal nacional, provincial y municipal -todavía no ha finalizado el proceso de canje-, tenemos una cifra de 12.200 millones de pesos aproximadamente.

SR. BRIOZZO Existe un concepto denominado bonos que abarca 1.100 millones de pesos.

SR. PELICORI Está incluido en la cifra que acabo de dar.

SR. BRIOZZO Sería bueno que reiterara claramente cómo se conforma el importe.

SR. PELICORI Los 2.500 millones de pesos eran de las provincias, 500 millones de pesos de los municipios, 1.500 millones adicionales deben convertirse a 1,40 más el CER por la pesificación de deudas. El resto proviene de avales caídos del Tesoro nacional, de títulos públicos que el banco tenía en su cartera, como inversionista, y de letras del Tesoro que no fueron honrados en tiempo y forma. De esta manera es que llegamos a la cifra mencionada.

SR. GUTIERREZ (J.) En alguna medida el Estado está cumpliendo con los préstamos garantizados. ¿Qué pasa con los créditos que fueron pesificados?

SR. GUTIERREZ (J.) ¿Qué opina sobre la idea de que el 10 por ciento del capital accionario del banco cotice en la Bolsa, una de las alternativas que se planteaba desde el Ministerio de Economía?

SR. PELICORI Cuando me hicieron esta pregunta desde el Banco Mundial en Estados Unidos indiqué que manejamos un banco creado por el Congreso de la Nación y que es este último quien debe tomar la decisión. Ningún funcionario del Poder Ejecutivo puede modificar en forma unilateral la Carta Orgánica aprobada en el año 2001.

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Puede ser que él esté convencido de que esa sea una manera más eficiente de manejar el banco, pero yo creo que el banco se maneja de manera más eficiente con algunas disposiciones que lo hagan más flexible, y me refiero no sólo a las normas que nos traban permanentemente -muchas veces nos quieren asimilar a lo que es la función pública- sino a que nos deberían dejar manejar, como dice la carta orgánica, como un banco privado, que hace todo lo que autoriza dicha carta en pos de obtener la mayor rentabilidad posible.

De repente, ningún banco privado asume la ley de emergencia y desastre agropecuario. Un seguro agrícola sería la solución para todos los productores, porque cada vez que llueve en exceso, se produce una sequía o cualquier circunstancia, ellos redoblan la apuesta y primero pierden el 50 por ciento del campo, después el campo entero, luego la casa y finalmente no les queda nada para mantenerse en pie. Entonces, un seguro agrícola podría ser una solución para la cuestión climática.

Pero a su vez hubo acuerdos -como los dos pactos fiscales que se gestaron al inicio de la gestión del doctor de la Rúa, y después, durante el primer año de su gestión- que nos obligaron a que les diéramos plata a las provincias para que éstas les pagaran a los bancos privados. Son obligaciones que ningún banco normal puede afrontar o, en su defecto, debería preverse la contrapartida presupuestaria suficiente.

Después vienen los períodos de espera, las leyes de emergencia, planes "Trabajar", etcétera. Tenemos que pagar las peores y más bajas retribuciones de jubilados, tanto en el Banco de la Provincia como en el Banco de la Nación, en los lugares más alejados. Cuando uno ve cómo se distribuyen los planes del Anses salta a la vista que los bancos más exquisitos reciben los mejores beneficios, mientras que los bancos públicos sufrimos la carga pesada y no se nos reconoce ninguna comisión. Entonces, se torna muy difícil llevar todas las de perder. En este punto creo que se necesita una mayor racionalidad y firmeza.

Como bien se ha dicho acá, prestamos servicio a lo largo y ancho del país: pagamos a la policía, a los maestros, a los jubilados, y también los planes "Trabajar" o de "Jefes y jefas de hogar". ¿Alguien vio que la DGI nos diera alguna comisión o reconocimiento? De acuerdo con las estadísticas, 200 de nuestras 650 sucursales dan pérdida. Pero tenemos que brindar un servicio, y necesitamos que sea compensado con algún tipo de tratamiento. No tenemos ninguna discriminación ni en las normas del Banco Central ni en cuanto a las obligaciones fiscales o laborales. Estamos regidos por la Ley de Contrato de Trabajo, por el estatuto bancario y por las convenciones colectivas. Entonces, si nos desarrollamos en iguales condiciones pero nos ponen determinadas trabas, la situación se torna muy difícil.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Me parece perfecto que venga una consultora y haga un estudio de la banca pública para ver en qué se puede mejorar. Me parece mucho más compleja la insinuación de algunas medidas que he escuchado, porque en el mercado financiero argentino no fue poco el ruido para disputarse los ingresos por servicios entre la banca pública y la banca privada. Sobre 300 millones de dólares mensuales, el Banco Provincia llevaba 30 millones de dólares por mes de comisiones, y el Banco de la Nación llevaba otro tanto o incluso más que el Banco Provincia.

Esas comisiones se generan por los créditos que se prestan, pero son destinados a pequeños productores. Estoy seguro de que el 90 o 95 por ciento de los créditos otorgados por el Banco de la Nación deben ser de menos de un millón de pesos. Pero también se atiende a clientes que dan servicios. Fijarle hoy al Banco de la Nación un tope de un millón de pesos para prestar, en aras de protegerlo, me parece que implica desconocer el sistema financiero. Se dice que puede prestar más si un banco nacional lo acompaña. Ahora bien, sin desmerecer a nadie me pregunto si el banco Macro está en condiciones de acompañar al Banco de la Nación en un proyecto cuando éste tiene 12.000 millones en depósitos y aquél tiene 500 millones.

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Realmente preferiría contratar diez consultoras más, pero no limitar el seguimiento de un proyecto que pueda tener el banco.

¿Esa limitación de un millón de pesos está vigente o es teórica?

SR. PELICORI Cuando el secretario de Finanzas me envió la carta diciendo que venía la famosa consultora, con fondos que en primer término iban a provenir del Banco Mundial y luego del BID, le respondí -con aprobación del Directorio- más o menos en los siguientes términos: "Me es muy grato comunicarle a Usted que todo esfuerzo que se haga por elevar la eficiencia y mejor servicio para el bien de todos los argentinos, estamos dispuestos a hacerlo. Pero así como Usted quiere llevar a buen puerto el análisis de la consultora -donde nos desnudan por todos lados, porque piden análisis de todo tipo-, previo a ese análisis le sugiero que tome las decisiones que correspondan en el área del Ministerio a los efectos de que se solucionen los siguientes temas: la pesificación asimétrica; el bono de compensación, que todavía no sabemos cómo va a ser; los famosos mil millones de pesos que nos pagaban puntualmente; los avales caídos; las deudas y el descalce que teníamos entre los redescuentos y los préstamos garantizados; la ley de emergencia y desastre agropecuario, a través de la cual nos obligaban a un período de espera, y el tema de la diferencia entre los préstamos hipotecarios movidos por las diferencias entre la variación salarial y la evolución del CER."

Además, le decía que no se olvidara que el Banco de la Nación había devuelto 1.978 millones de pesos por decisión de la Justicia: venían los jueces o sus representantes con un soplete y nos obligaban a lo largo y ancho del país a comprar dólares y devolverlos.

En definitiva, si sacamos la cuenta entre lo que estaba contabilizado y lo que devolvíamos, veremos que esto nos provocó un quebranto de 980 millones de pesos, a lo que hay que sumar los avales caídos.

Continuaba la respuesta al señor secretario de Finanzas diciendo que en función de todo lo expresado sugeríamos que se dé solución a los temas mencionados a fin de que los resultados de la consultora no lleven a decisiones equivocadas.

En cuanto al tope de un millón de pesos, como nosotros no podemos prestar porque estamos en plan de encuadramiento, si ello satisfacía al Banco Mundial no teníamos problemas en (sostenerlo). Recuerden que ustedes mismos pusieron el tope de un millón de pesos si teníamos menos del 50 por ciento de participación del deudor dentro del sistema. Luego, venía entre 1 y 5 millones con una calificadora y más de 5 millones con dos calificadoras de riesgo; de forma tal que esto iba en línea con lo que ustedes mismos habían acotado.

Comparto la observación del señor presidente de la comisión, pero simplemente lo que hicimos fue salir del paso. En definitiva, quedamos bien sin ningún costo. Lo que aquí eventualmente está en discusión es la poca rentabilidad que queda en el sistema financiero. Como es un negocio que se achica, a través del Fondo todos los días están poniendo un palo en la rueda.

Como dije anteriormente, nadie puede decir que un cuerpo está sano si un día le sacan sangre, otro le arrancan el pelo, otro no le dan de comer, otro no le dan agua; a la larga, va a enfermar. Pero si le dan de comer, le dan agua y le ponen el pelo, puede volver a funcionar.

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SR. ROMERO (H.R.) El Banco Nación no es un banco cualquiera en el sistema financiero ni debiera serlo. Es un banco especial que debe servir a la Nación, para la refinanciación de los pequeños y medianos productores.

¿Cómo hacemos para cumplir con las normas de Basilea cada vez que en el Chaco se emite un cheque? Soy del Chaco, por lo que vengo del país de la emergencia, y me preocupa el tema porque la actual ley de emergencia -número 22.913- solamente sirve para complicarles la vida a ustedes y a los productores, porque no trae ninguna solución de fondo.

Si esa ley tuviera fondos propios, que a su vez fondearan un seguro agrícola integral -que es lo que puede llegar a solucionar todo el problema-, no tendría problemas el Banco Nación y tampoco los productores. En muchas regiones esos productores no tienen financiación. Fíjense que este año en el Chaco solamente se cultivaron 86 mil hectáreas de algodón, cuando otrora en esa provincia se sembraban más de 600 mil hectáreas. Precisamente ahora está haciendo falta algodón en el mercado y tiene un mejor precio, pero nadie financia los agroquímicos necesarios para el funcionamiento del sistema, y éste se ha desbancarizado.

La consecuencia de esto es que una lata de un producto agroquímico a 180 días cuesta exactamente el doble. Es el riesgo productor: con uno que cobren salvan a los otros cuatro a los que se les fió. Entonces, el banco que en su momento prestó el dinero no puede cobrar.

He leído en estos días en la prensa del Chaco que estuvieron allí presentes funcionarios del Banco Nación, y pienso que algo hay que hacer con ese endeudamiento, en función del mejoramiento de la rentabilidad del campo. Hay que dar un poco de tiempo, bajar algunos decibeles en los montos de las deudas, pero si no se refinancia, eso va a continuar siendo ficticio. Si no se bancarizan las operaciones de agroquímicos -que en este momento en el Chaco deben ser de alrededor de 120 millones de dólares, y donde la inversión supera los 400 millones-, todo el sistema se cae.

Sería bueno que trabajáramos estos temas en una mesa sobre seguros, que sé que funciona en el Banco Nación. No se trata de cualquier seguro; no es un seguro multi-riesgo sino que tiene otras características que no voy a explicar acá. Me da la sensación de que si hacemos una ley de emergencia con fondos propios, que no perjudique al banco y traiga soluciones automáticas a los productores, la situación mejoraría.

Por otra parte, es necesaria una refinanciación de las deudas de los productores, que están en condiciones de pagarlas pero necesitan tiempo.

SR. PELICORI Respecto de la ley de emergencia o desastre agropecuario, ella proviene del año 1983. Si ustedes la leen detalladamente, dice que quien tiene seguro agrícola y lo contrató, no tiene derecho a las esperas crediticias de ningún tipo. Sin embargo, he leído en los diarios que el secretario de Finanzas del Ministerio de Economía ha llamado a las organizaciones gremiales para poner a consideración la aplicación del seguro agropecuario y varios se han opuesto de lleno, porque pretenden que ese costo sea asumido por el Estado nacional, vía la Secretaría de Agricultura.

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La primera vez que tuve la suerte de hablar de seguros agropecuarios fue cuando conocí a una persona que hasta hoy es director del banco y antes era funcionario del gobierno de Rozas: el doctor Gabardini. Este me vino a ver al banco por una serie de problemas vinculados con el Banco del Chaco. Yo era director del fondo de desarrollo provincial. Generosamente me trajo una serie de trabajos que habían hecho con una empresa internacional para hacer seguros sobre el algodón. Yo analizaba las previsiones que había en función del atraso de los pagos. Si el cliente del banco se atrasa más de dos años en el pago, el Banco Central nos obliga a hacer una previsión y el patrimonio y las utilidades del banco desaparecen. Entonces, tomé contacto con tres empresas que consideré que eran las más especializadas: la Segunda de Rosario; la Buenos Aires y SANCOR. Existían otras dos empresas que tenían interés pero preferían mantenerse a la expectativa: una firma española y el Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Empezaron con dos condicionalidades. Primero, hicieron un dibujo que abarcaba parte de la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba. Yo les dije que el Banco de la Nación abarcaba a lo algo y ancho del país y cultivos como manzana, algodón, caña de azúcar, vid, poroto, etcétera. Se presentó un problema. En ese momento Maccarone dijo que debíamos intentar por lo menos hacer una masa crítica. Las compañías decían que no había estadísticas climáticas suficientes como para asumir un riesgo climático, y los aseguradores internacionales se oponían a asumir ese riesgo. Incluso hablé con un ex ministro español, el doctor Zolchaga, para saber por qué era viable en España y no en la Argentina. Me dio la sencilla razón de que había un subsidio de la Secretaría de Agricultura ya que tenía superávit en sus cuentas fiscales. Así superaban el problema que yo no podía solucionar.

Hicimos la campaña 2000, pero a medida que comenzaron a verse los peligros y empezaron a drenar los dólares hacia el exterior -que terminó con el default- los reaseguradores internacionales de la Argentina no quisieron reasegurar nada más.

Yo insistía con el reaseguro porque el patrimonio de las compañías es muy reducido para afrontar un quebranto de esta naturaleza. Como nosotros poníamos a las tres compañías para asegurar, luego iban a prender fuego al Banco Nación porque habíamos inducido al productor a asegurarse en una compañía que no cumplía las normas. Es una tarea dura. Sería muy bueno complementar la ley de desastre agropecuario y de emergencia con un seguro agrícola porque es lo mejor para el país y los pequeños y medianos productores.

SR. ROMERO (H.R.) ¿De dónde sale la plata para el seguro? Surge de la ley de emergencia. No todos días y años hay situaciones de desastre o de emergencia climática.

SR. PELICORI Han ocurrido desastres climáticos prácticamente en todos los últimos años.

SR. ROMERO (H.R.) Las localidades de Henderson o Bolívar hace 16 años que están en desastre.

SR. PELICORI Mis ahorros están en un tambo en Bolívar, por lo que no estoy fundido sino ahogado.

SR. ROMERO (H.R.) ¿Qué hacemos entonces con Santa Silvina?

SR. PELICORI Hay lugares con situaciones dramáticas.

SR. ROMERO (H.R.) La emergencia del litoral de 1998 costó 2.071 millones de pesos. Con la tercera parte de ese dinero se puede hacer un seguro.

SR. PELICORI Comparto que habría que prever un seguro y un fondo para emergencias climáticas, que no pueden estar cargados en las fuentes de ningún banco. En efecto, ningún banco del mundo puede cargar sobre sus espaldas un terremoto o un huracán.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Cuando acá se habló del primer seguro agrícola, la Pampa Húmeda no quiso porque el seguro valía si era obligatorio en todo el territorio nacional. Entonces, la prima era muy barata y se tornaba accesible. Cuando dice la zona marginal que la Pampa Húmeda no quiere pagar, entonces se hace un programa para la Pampa Húmeda y dejamos afuera al resto. Pero a los estados nacional, provinciales y municipales la emergencia les cuesta. Cada vez que se declara una emergencia hay impuestos y tasas que no se pagan, etcétera. Creo que vale la pena trabajar en ese sentido.

En segundo término, si hay zonas que hace doce, quince o diecisiete años que están en emergencia, significa que están dentro del río y no pueden estar sembrando más. Me parece que es una exageración.

SR. ROMERO (H.R.) Me da la sensación de que los propios productores no demuestran el suficiente celo o preocupación. Siempre les he dicho que deberían ocuparse de eso.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Ni siquiera en el sector político, que declara la emergencia a través del municipio frente a las presiones locales. Vale la pena trabajar en esto.

SR. PELICORI Muchos productores se niegan porque el seguro funciona bajo dos condiciones. La primera de ellas es que la compañía aseguradora acepte que ahí pueden sembrar el producto que ellos quieren sembrar. Entonces, si agarran para el lado de los tomates, no les aseguran el riesgo.

En segundo lugar, hasta que no crece la planta y tiene un determinado tamaño no se concreta la operación. Todo el riesgo de implantación, hasta que nace la planta y alcanza cinco o seis centímetros, respetando todas las normas y consejos del INTA, no está cubierto por el seguro. Pero ocurre que muchos trabajan a la bartola, no quieren atender al INTA, no quieren respetar las ventajas comparativas que existen en la zona y entonces se generan los problemas.

Con respecto al plan de refinanciación, a partir del 1° de marzo habrá tres tipos de planes. Uno durará desde el 1° de marzo hasta el 31 de mayo, para deudores clasificados en categorías 3, 4, 5 y 6 al 31 de diciembre del año 1997 y que al 20 de abril de 2002 continuaban en la misma categoría. Esos son los "muertos" absolutos que tenemos en los balances y tenemos que limpiarlos. Entonces, se les da una posibilidad de cancelar totalmente la deuda con el Banco de la Nación Argentina, exclusivamente en función de sus garantías.

El segundo es el famoso plan de reinserción productiva, que posiblemente ustedes recuerden. Nosotros les dábamos un bono, pagaban una cuota y a lo largo de veinte años cancelaban la deuda. Como la tasa de interés no es más del 10,5 por ciento sino que ha pasado a ser del 2 por ciento, estamos tratando de que el ministro de Economía nos mantenga esa tasa, pero la ha desechado.

De modo que tenemos dos posibilidades. Podemos rescatar los bonos y otorgar un nuevo mecanismo, o dejar el mismo mecanismo y, cuando llegan a los veinte años, a los que puntualmente cumplieron les quedaría más o menos un 20 por ciento de la deuda sin pagar. Nosotros podemos suponer que, con lo que ellos pagaron, reinvertimos y obtuvimos una ganancia. De modo que les podríamos decir: "Cancelaron la deuda". Estamos haciendo los cálculos financieros para que no haya problemas.

El tercer plan es el siguiente. Para entrar en la refinanciación se les va a pedir, como demostración de pago, que abonen el 3 por ciento de la deuda...

SR. ROMERO (H.R.) ¿En cuál refinanciación? ¿En la reinserción productiva?

SR. PELICORI No; eso se acabó. Es decir que podemos rescatar los bonos o dejar el sistema como está.

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Luego viene la refinanciación. Uno es cancelación de deuda total. En el otro caso -la reinserción productiva-, estamos estudiando si dejamos el mismo mecanismo y un beneficio a favor del que cumplió como un premio, o si hay algún impedimento de tipo legal que nos impida hacer eso. A priori, mi decisión es que se mantenga y que se lleve el premio el que cumplió.

La tercera son las refinanciaciones de aquellos deudores que estaban clasificados como categorías 3, 4, 5 y 6 al 30 de abril del año 2002, para lo que se va a llevar un plan de refinanciación mediante el cual tienen que manifestar voluntad de pago del 3 por ciento de lo adeudado, y luego cada uno de los calendarios de amortizaciones van a ser trimestral, semestral o anual, según la evolución de la comercialización de los productos que ellos producen a lo largo y ancho del país, producto por producto. Es decir que si en el pasado el Chaco tenía una economía donde producían algodón pero ahora se dedican a la soja, voy a cobrarle a cada deudor en función del producto que elabora.

SR. ROMERO (H.R.) ¿El ciclo ganadero también va a ser respetado?

SR. PELICORI Por supuesto. Entonces, cada uno va a pagar en el momento en que el producto que ellos elaboran se comercializa. Es como si fuera un traje a medida a lo largo y ancho del país, provincia por provincia, de forma tal que el productor de vino de Mendoza va a pagar en una fecha distinta al de La Rioja, al de Catamarca o al de San Juan. Del mismo modo, el productor de caña de azúcar de Santiago del Estero tendrá una fecha de pago distinta a la del productor de Salta o de Tucumán, y así sucesivamente.

Hemos trabajado con una matriz compleja que elaboramos en conjunto con la Secretaría de Agricultura. Esto fue producto de una decisión que asumí yo. Lo manifesté el miércoles pasado en el bloque de senadores y hoy lo vuelvo a reiterar. Esto debe ser aprobado por el Directorio el jueves próximo, pero en lo que a mí respecta está firme.

SR. ROMERO (H.R.) En la región -Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Entre Ríos, Corrientes, Misiones- se está constituyendo una suerte de frente de deudores precisamente porque se está apuntando a la vuelta al crédito. Es decir que los productores quieren pagar mínimamente para volver al crédito porque de lo contrario no puede crecer la producción.

Vamos a esperar el anuncio oficial por parte del banco pero mientras tanto voy a ir informando a las entidades cuál es la situación.

SR. PELICORI En los acuerdos de deudores muchas veces ellos proponen quitas que nosotros no podemos hacer. He estado reunido con el presidente de la Federación Agraria, quien vino acompañado por cincuenta productores de distintas zonas de Entre Ríos, entre los cuales había un citrícola que vino a pedir un subsidio al Directorio del banco. Le tuve que decir que se había equivocado de puerta; si su negocio no era rentable debía cambiar de actividad y si necesitaba un subsidio debía solicitárselo al Tesoro nacional o provincial, pero el Banco Nación no podía solucionar los problemas que él tenía.

De todas formas, fuimos muy respetuosos y consideramos un plazo de hasta ocho años, en función de la evolución de sus ingresos, con una tasa variable, como la de cualquier banco. Supongamos que alguien debe 100 y dice que paga el 10 por ciento; en ese caso, tendrá una quita de los intereses punitorios de equis porcentaje, que todavía está en discusión. Si paga el 25 por ciento de la deuda y refinancia el 75 por ciento, se sacan los intereses punitorios y tendrá una quita más alta de los intereses compensatorios. Y si paga el 50 por ciento y refinancia el 50 por ciento restante, desaparece el 50 por ciento de los intereses compensatorios.

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SR. GONZALEZ (R.A.) Durante el año pasado, que fue un año de crisis, pude verificar en muchas circunstancias la buena voluntad del directorio del banco y de sus cuerpos superiores para solucionar problemas. Pero también he verificado efectivamente que muchas buenas intenciones a nivel de conducción del banco no se traducen en el gerenciamiento territorial.

Como diputados de la Nación recibimos las protestas de la gente y las tenemos que canalizar. Son infinitas las anécdotas que tenemos respecto a informar a la gente sobre lo que está haciendo el Banco Nación, pero esa gente luego nos dice que el gerente de la localidad les señala que no tiene información, que no sabe nada de eso. Es como si los mecanismos de comunicación hacia el personal no funcionaran, o si la estructura, que tiene que defender al propio banco, se quedara en la posición más fácil.

Se da la circunstancia de que todo el mundo defiende al Banco de la Nación Argentina, la Asociación Bancaria hace actos en su defensa, pero hay que transmitir que también tienen que participar en esa defensa los que lo operan, y tienen que ser efectivos, amistosos, acogedores, rígidos en la aplicación de las normas, y a su vez tener una vocación de informarse sobre lo que hace el directorio.

Estoy absolutamente seguro de que luego de que el directorio dicte estas medidas habrá muchos problemas en las localidades del interior, donde los gerentes dirán que no saben nada al respecto.

SR. PELICORI Temerosos de cómo estábamos manejando el banco y la adhesión de la gente, hicimos una encuesta por medio de Gallup, de la que surgió que toda la confianza y predilección de la gente es para el Banco Nación, muy por encima de los demás bancos. En cambio, cuando preguntamos sobre los niveles de atención y comunicación a los clientes, el resultado fue demoledor. De modo que comparto la inquietud del señor diputado.

Respecto de la segunda cuestión, también me la transmitieron el senador López Arias -quien me decía que a Salta nunca llegaba ninguna norma- y una senadora por Formosa.

En cualquier organización puede existir un 10 por ciento del personal que sea menos vivo que los demás. De los 653 gerentes de las sucursales que tenemos, con que 65 entren en ese promedio, tendríamos bloqueadas igual número de sucursales. Por ello propuse tres cosas: en primer lugar, dar látigo -con perdón de la expresión- o impulso a la línea interna; en segundo término, contratar un programa por Radio Nacional todos los días, de 14 a 17, a cargo de Alejandro Mancini, que llega en cadena a todos los lugares del país, para transmitir nuestras comunicaciones; y en tercer lugar, enviar al senador Pichetto y demás jefes de bloque de senadores, y a quien designen los señores diputados, las normas que hemos dictado. De esta manera ustedes sabrán lo que hemos hecho y nos irán transmitiendo sus inquietudes y ayudando a solucionar los problemas que tenemos. Si no lo hacemos así, no tengo otra manera de llegar al interior del país, aparte de publicar las normas en todos los diarios locales.

SR. BRIOZZO Nos puede mandar las normas por e-mail.

SR. PELICORI Si me dan las direcciones de mail, no tengo ningún problema.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Este es un tema que creo no debe dejar dormir al directorio del banco hasta que funcione. Creo que al gerente que dice que no sabe hay que sancionarlo. Se podría habilitar una línea directa para recibir quejas.

SR. PELICORI Hay una línea 0-800. Y hay un centro de Internet de donde levantamos todos los días las quejas de los usuarios.

SR. ROMERO (H.R.) En el Chaco las quejas más fuertes fueron contra los gerentes de Resistencia y de Machagai.

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En la localidad de Machagai, un gerente de banco tiene un lazo detrás de su asiento, y cuando un productor le dice que no puede pagar, él responde que si no puede pagar, tiene el lazo para colgarse.

SR. PELICORI Por razones de seguridad tenemos que rotar los gerentes. ¿Saben cómo nos damos cuenta de que el gerente ha sido un desastre para el banco? Cuando llega la carta del comerciante del barrio, del portero del colegio o del club de deudores. Ahí sentimos que estamos en lo cierto. Hay una especie de criterio dentro de los gerentes del banco que junto con el intendente, el comisario y el párroco son los que distribuyen plata, pero cuando tienen que ir a golpear las puertas para cobrar, no cobran, no tienen carácter, no tienen fe y vamos a la quiebra.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Agradecemos la presencia del señor Pelicori. Esperamos realizar otra reunión para continuar con el debate.

Se retira de la sala de reunión el presidente del Banco de la Nación Argentina, licenciado Horacio Ernesto Pelicori.
Luego de unos instantes:
SR. PRESIDENTE FRIGERI Continúa la reunión conjunta de las comisiones de Comercio y de Finanzas con la presencia de los señores Cornide y Lamacchia.

Nos hemos atrasado con el comienzo de este plenario porque estuvimos con representantes del Banco de la Nación y tuvimos muchas preguntas más de las que esperábamos. Como las respuestas también fueron muy buenas, nos demoramos más de lo esperado. A continuación cedemos la palabra a los representantes de CAME.

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SR. CORNIDE En primer lugar quiero agradecer al señor presidente de la Comisión de Finanzas, diputado Frigeri, y al señor presidente de la Comisión de Comercio, diputado Romero, así como a los demás legisladores de los diversos partidos políticos, por atendernos en este momento.

Quiero que comprendan que para nosotros -no digo para los que vivimos en la Capital sino para la gente del interior que ha venido hasta acá, desde Misiones o desde la Patagonia, presidentes de cámaras, federaciones, centros, etcétera- es un gran esfuerzo venir un día hábil de febrero, dejando nuestras ocupaciones de cada lugar para asistir a esta reunión.

A nosotros nos convocan fundamentalmente tres motivos, que incluso me gustaría separarlos, porque mezclarlos podría implicar una demora.

El motivo fundamental por el cual queremos una rápida acción por parte de esta Cámara está relacionado con el veto del Poder Ejecutivo al artículo que contemplaba la no actualización mediante el CER de los créditos de hasta 100.000 pesos. Según nuestros estudios, esto involucra a unas 140.000 pymes deudoras, por un valor de aproximadamente 2.800 millones de pesos. La no actualización, por este 38 por ciento, significa alrededor de 1.000 millones.

Quiero ser breve y muy franco en este aspecto. En estos días se ha vuelto a anunciar que se van a dar instrucciones a los bancos para que éstos lleven crédito al sector privado, especialmente a las pymes, que como todo el mundo sabe, son el motor que puede tomar gente y reactivar la economía. Cae como un balde de agua fría que en un momento como este se vete un artículo de una ley que implica aliviar en algo la "mochila" que pesa sobre las pymes, producto de años de endeudamiento a tasas usurarias y con recesión económica.

Nosotros podemos compartir o no las críticas que se realizan a la labor del Congreso y, en particular, de la Cámara de Diputados. Pero varios de los señores diputados acá presentes saben que cada vez que concurrimos aquí obtuvimos un respaldo implícito o explícito.

Quiero volver a traer a colación el tema de la ley de tarjetas de crédito, que fue vetada en su momento por el Poder Ejecutivo, y que merced a la labor tanto de diputados como de senadores se logró la insistencia y hoy es una ley que nos brinda un importante amparo. Además, en reuniones que mantuvimos con las comisiones de Finanzas y de Comercio hace cuatro o cinco meses se logró que las empresas de tarjetas de crédito, que se sentían absolutamente todopoderosas, se sentaran a negociar. Así pudimos lograr una baja en el porcentaje de los descuentos por débito y un acuerdo con los proveedores para el descuento de cupones.

Ustedes saben que cuando un conflicto deja de ser individual y pasa a ser colectivo, la única manera que existe de solucionarlo a favor de los más débiles es con la intervención del Estado. Las cosas no se solucionan solas.

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En este caso, la representación del Estado y de la gente la ejerce el Congreso. Nosotros confiamos en que el Congreso insista con la sanción de la ley que aprobó, cuyo artículo relacionado con el tope de los 100.000 pesos fue vetado por el Poder Ejecutivo.

También quiero señalar que en nuestro sector existe una grave preocupación con respecto al monto, aunque reitero que, en nuestra opinión, esto debería resolverse a través de una nueva norma. No queremos mezclar las dos cosas porque no queremos que esto dificulte la insistencia sobre el tema de los 100.000 pesos.

Siempre hemos pedido que no se tenga en cuenta el CER hasta 300.000 pesos. Con varios legisladores -tanto diputados como senadores- llegamos a una coincidencia en el sentido de que se extendiera el monto hasta 300.000 pesos para todos los que están vinculados al mercado interno, ya que no ha habido condiciones de mejora como para obtener rentabilidad y así poder pagar las deudas atrasadas, cosa que afortunadamente han podido disfrutar sectores vinculados con la exportación o con la sustitución de importaciones a partir de la devaluación.

Por último, estamos muy preocupados por el tema de las ejecuciones. Creemos que la mediación es una medida positiva, pero entendemos que por ley debería pautarse una reestructuración de pasivos, porque los montos adeudados no son susceptibles de ser saldados en las condiciones actuales.

El "verso" que hacen los banqueros, incluidos algunos que tienen imagen de populistas -no sé si porque pertenecen a un club de gran popularidad o porque presiden bancos nacionales-, es que los bancos prefieren cobrar a tener que quedarse con las propiedades. Esto es claro hasta para un chico de tres años. Pero lo que no dicen es que si el deudor se sienta frente al banquero y en el medio no hay nada importante, el banquero pone todas las condiciones y termina haciéndole vender la propiedad a cualquier precio para cobrar la deuda.

Es obvio que el banco no quiere quedarse con departamentos y casas para no tener que sostener una estructura que administre eso, pero sí quiere tener el control absoluto para imponer a la mayoría deudora las condiciones que se acostumbraron a imponer en este país, bajo diferentes gobiernos del más distinto signo.

En síntesis, planteé las tres cuestiones que nos preocupan pero vinimos aquí principalmente por la primera de ellas.

Si los presidentes de las comisiones de Finanzas y de Comercio me lo permiten, me gustaría que algunos delegados del interior hicieran uso de la palabra para que aporten la experiencia que ellos viven en sus respectivas regiones.

No está en nuestro ánimo generar un gran debate ni hacerles perder mucho tiempo. Simplemente queremos clarificar esto que preocupa a nuestro sector, para que luego ustedes puedan actuar consecuentemente.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor Lamacchia, vicepresidente de CAME y presidente de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires.

SR. LAMACCHIA El presidente de CAME ha sido muy claro en su exposición. Simplemente voy a hacer mención de algunas cuestiones que me parecen importantes.

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En primer lugar, creo que este Congreso, en particular la Cámara de Diputados, siempre ha tenido sensibilidad para escucharnos en la defensa de nuestro sector y de las pymes, en diversas circunstancias que ya se han dicho. Eso sin duda se puso de manifiesto cuando fue discutida esta ley, donde CAME vino muchas veces a plantear su posición para que se establezca un límite de 300.000 pesos, pero la ley fijó 100.000, con la unanimidad de ambas Cámaras y el acuerdo total de los sectores políticos.

Como decimos siempre, nosotros no tenemos el poder económico sino nada más que el poder de la gente, de la gran cantidad de gente que se ve afectada en estos momentos, que viene con una profunda recesión desde hace cuatro años, que hoy ve una lucecita en cuanto a la reactivación de algunos sectores, pero que no está en condiciones de subirse al tren porque tiene una mochila muy grande que no puede afrontar, y muchos no tienen hoy líneas crediticias para capital de trabajo y para aprovechar una situación competitiva que favorece a nuestra industria y comercio.

Por eso consideramos que es indispensable buscar una solución para la gran cantidad de gente afectada por la aplicación del CER, muchos de los cuales directamente no van a poder afrontar la actualización. Por eso nos parece que esta comisión y la Cámara de Diputados nos van a seguir dando su apoyo y respaldo en la insistencia en esta ley.

El Gobierno nacional manifiesta permanentemente la importancia de poner el eje de un modelo económico en la producción y desarrollo productivo. Nuestro sector es extremadamente dinámico y con un poco de ayuda puede generar infinidad de puestos de trabajo. Por eso, esto que ha sido sin duda una presión muy grande del sector bancario sobre el Poder Ejecutivo, si se revierte va a significar una ayuda para que muchas de nuestras empresas generen una mayor actividad. Estamos hablando de 140 mil empresas y 350 mil puestos de trabajo.

En la provincia de Buenos Aires -de donde provengo- quizás esté la mayor cantidad de empresas endeudadas con el sistema financiero. Creo que el Estado ha hecho muchos esfuerzos en esta transición tan cruda, difícil y cruenta, y creemos que es necesario un esfuerzo más en el sentido de que el Congreso ratifique una ley justa y equitativa, que va a permitir que mucha gente se pueda desarrollar y crecer. Ese sería realmente un hecho auspicioso, así como lo fue cuando el Congreso insistió en el tema de las tarjetas de crédito, que nadie pensaba que lo iba a hacer pero lo hizo con una mayoría del mismo partido que el titular del Poder Ejecutivo nacional. Hoy que se dan las mismas condiciones, la sensibilidad de nuestros legisladores va a ser reconocida por nuestro sector, que es importante y está esperando que esto se concrete.

Muchas gracias por recibirnos hoy y demostrarnos una vez más que están abiertos al diálogo. Nos acompaña gente de muchas partes del país, que quiso estar presente para manifestar la angustia que vive en distintos lugares. Son los pequeños y medianos comerciantes e industriales afectados por esta situación.

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SR. GOMEZ Soy secretario General de la Federación Económica del Chaco y vicepresidente regional del NEA de la CAME.

Quiero agradecer a los presidentes de las comisiones de Finanzas y de Comercio, diputados Héctor Romero y Rafael González, nuestros coprovincianos, a quienes anticipamos nuestra posición vía fax. No obstante, haremos extensiva nuestra opinión al resto de la comisión.

Nuestra provincia es periférica y en los años 1998 y 1999 sufrió el problema de las inundaciones y de la recesión que caracterizó a todo el país. En este momento vemos una luz de esperanza porque se está levantando la producción primaria ganadera, pero tenemos el grave problema de la mochila financiera. Debemos solucionar este inconveniente porque de lo contrario más de cinco mil empresas pymes en nuestra provincia, con su mano de obra, pasarían a buscar un "plan Trabajar". No sé cuál será el costo económico. El doctor Héctor Romero siempre nos acompaña en Federación y luchó por las deudas con el Banco Nación. Solicito a todos mis coprovincianos que tengan compromiso en este tema.

SR. OMODEO Soy directivo de CAME en representación de la Federación Económica de Tucumán.

Hemos llegado hasta aquí para dar testimonio de la necesidad de la insistencia en lo que ha sido vetado. Nada mejor que los señores diputados por Tucumán para dar testimonio y fe de que además de los problemas que existen y que han aparecido en todos los medios con respecto a la desnutrición -Tucumán tiene el triste privilegio de ser la tercera provincia argentina con el mayor número de desocupados y de indigentes- tenemos un problema diario que es tremendo. En este momento la provincia de Tucumán es un verdadero infierno porque tenemos los caminos bloqueados y no podemos acceder al centro; permanentemente estamos ante grupos que responden a distintas asociaciones de piqueteros o empleados públicos. En este momento en la Municipalidad de la capital no hay atención y está bloqueado el microcentro. En la Plaza Independencia hay carpas y ollas populares. El comercio del microcentro no puede ejercer sus actividades. No se van a iniciar las clases porque exigen aumento de sueldo. Las municipalidades están esperando el auxilio del gobierno, sobre todo del nacional, para que envíe fondos. En definitiva, tenemos enormes dificultades.

En algún momento creíamos que podíamos superar esas dificultades, habida cuenta de que tenemos producciones importantes y cíclicas que aseguran un cierto ingreso y actividad, como la azucarera. Quiero puntualizar que hemos recibido un doble golpe de efecto. Primero nos vetaron la ley azucarera. Esto significó eliminar y alejar cualquier esperanza de evolución de esa industria, creando un desconcierto y la inseguridad de mantener la salvaguarda de esa industria. Entonces nadie quiere invertir.

Alguien que tiene un ingenio y es el principal productor de caramelos ha paralizado las inversiones. A la semana siguiente hemos tenido la desgracia de que se vetara el artículo relacionado con el CER.

En este momento, en una provincia con grandes conflictos se crea la imposibilidad cierta y el desaliento para quien quiere hacer honor a sus deudas. ¡Cómo alguien va a imaginar que para quien está fundido o todavía no ha cerrado su negocio -porque tiene que tratar de seguir, porque tiene empleados, familia y compromisos- es lo mismo pagar cien pesos que ciento cuarenta!

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Resulta que ahora se han tomado medidas sin pensar en aquellos a quienes se iba a perjudicar sino sólo en aquellos a quienes se iba a beneficiar.

Esta situación resulta intolerable e injusta, y nosotros nos sentimos agraviados. Creemos que es necesario persistir en esta sensibilidad de la que han hablado los señores diputados para insistir en este punto, que no sólo implica la necesidad de lograr ese auxilio o ese eufemismo -que hasta ahora no se ha practicado- en el sentido de que se debe ayudar a las pymes, sino además sostener fuentes de trabajo y tratar de transmitir tranquilidad frente a una situación que se ha hecho carne en la provincia de Tucumán. Me refiero a la desesperanza y a la anarquía que se advierte en el equilibrio social que debería existir.

Por eso, es indispensable -casi un ruego- insistir en la eximición correspondiente, no solamente por esta situación que atraviesan las pymes sino por algo que los legisladores no deben dejar como una materia pendiente; me refiero a la refinanciación de pasivos. Habrá algunos que no quieran pagar, pero la mayoría de quienes no lo han hecho es porque no pueden hacerlo. Tienen que priorizar -y doy fe de que eso ocurre en mi provincia- necesidades fundamentales, que van más allá del pago de las obligaciones por alquileres, e incluso alcanzan a los servicios públicos y a los propios sueldos. Hay empresas y comercios demasiado importantes que tienen que mantener sus puertas cerradas porque la provincia está tomada. Esta es una ayuda importante e indispensable, y vuestra insistencia colaborará en la búsqueda de un poco de aire fresco que alivie esta situación.

SR. CABRERA Mi nombre es Guillermo Cabrera y soy vicepresidente de la Federación Económica de San Juan.

Vengo en representación de una provincia donde, como todos conocen, prácticamente el 85 por ciento es pyme, al igual que en muchas jurisdicciones de nuestro país.

Como también es de público conocimiento, más allá de la crisis que vivió todo el país, San Juan ha atravesado una crisis muy especial el año pasado, que prácticamente destruyó el 25 por ciento de la pequeña y mediana empresa, sin posibilidad de recuperarse. Algunas están recuperándose medianamente en este momento, pero atraviesan una difícil situación.

En reuniones de todas las cámaras nucleadas en la Federación Económica conversábamos sobre este tema, y les puedo asegurar que mi presencia, a través de este mensaje, transmite el clamor de todas las cámaras empresariales. Por sobre todas las cosas, les solicitamos la especial atención en el tema CER, porque de lo contrario se destruirán definitivamente muchas pequeñas y medianas empresas, como se ha dicho hace unos instantes.

Hoy tenemos la necesidad fundamental, como país y como provincia, de recuperar la producción. Solamente algunos sectores están beneficiándose, pero les puedo asegurar que eso no ocurre con la gran mayoría. Si esto se concreta, sería totalmente lapidario, y lo más lamentable es que caeríamos en la misma situación de siempre: beneficiar a otros en desmedro de la producción argentina.

SR. MANTILLA Mi nombre es Francisco Mantilla, y soy vicepresidente de CAME, organización que integro en representación de la Federación Argentina de Librerías y Papelerías.

Cuando tratamos este problema se habla mucho del impacto que significa la eliminación del CER en este tramo crediticio de hasta 100.000 pesos.

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Nosotros hemos estimado que se trata de alrededor de 1.100 millones de pesos. Si en un cálculo optimista consideramos que la aplicación del CER quita del mercado sólo al 50 por ciento de las empresas afectadas y afecta al 50 por ciento de los trabajadores que este segmento empresario ocupa, ello significaría en un año una caída del salario de alrededor de mil millones de pesos.

Si además consideramos el costo social que implicaría ese grupo de desocupados y la salida de este segmento empresario en términos de caída de la producción y su repercusión para las poblaciones donde esas empresas están radicadas, llegaremos a la conclusión de que para el Estado resulta menos oneroso la eliminación de la aplicación del CER a estas empresas, asumiendo el costo de 1.100 millones de pesos, que el costo social y económico que significará la aplicación del CER a todo este segmento empresario. Sin lugar a dudas, es mucho más barato no aplicar el CER a estas empresas.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor Díaz Beltrán, integrante del Comité de Presidencia de CAME y vicepresidente de la Comisión Económica de la provincia de Misiones.

SR. DIAZ BELTRAN La problemática de la provincia de Misiones es similar a la que se vive en el resto del país. Quienes me antecedieron en el uso de la palabra han sido muy claros y no hace falta agregar mucho más.

Por ello, en nombre de CAME y de mi provincia en particular solicitaría a los señores diputados que con la misma convicción con la que han votado esa ley insistan en su sanción. También espero que puedan transmitir al gobierno nacional que todo el dinero que el Estado podría ahorrarse si el veto del Poder Ejecutivo tiene vigencia será revertido con creces por el costo social y los "planes Trabajar" que tendrán que pagar.

Quienes estamos en la actividad comercial, de servicios o productiva pretendemos que todos trabajen y ganen dignamente, en lugar de que todos tengamos que poner algo de dinero para soportar a quienes no trabajan, ya que ese es un costo que pagamos todos y una salida que indiscutiblemente no va a llevar al país adelante.

SR. ROMERO (H.R.) Con esa inteligencia obramos cuando hicimos lo que hicimos. Oficialistas y no oficialistas estamos de acuerdo en este tema, pero no viene mal la participación activa de ustedes.

No sólo estamos tratando este tema porque personalmente creo que esto es inconstitucional sino también porque entendemos que la aplicación del CER es absolutamente negativa para la economía. De manera tal que vamos a insistir en esta postura.

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Quiero decirles que he presentado un pedido para que el tema sea tratado en sesiones extraordinarias. No creo que prospere, pero vamos a estar preparados cuando comience el período de sesiones ordinarias.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Cuando comenzamos a trabajar sobre este tema fue sobre la base de un proyecto de ley que tenía cuatro ejes. El primero era atender la aplicación del CER en los créditos personales, prendarios e hipotecarios superiores a 12.000, 30.000 y 250.000 pesos, respectivamente.

El segundo eje que discutimos en las reuniones que hicimos durante cuatro meses, que luego por un conflicto con el sector bancario y el Congreso se interrumpieron -creo que habría que retomarlas porque eran muy buenas y allí aprobamos estos ejes-, era el tema de la mediación. El Ministerio de Justicia iba a elaborar un proyecto -que todavía no conocemos- para introducir la mediación y levantar las ejecuciones, porque un sistema crediticio no funciona si permanentemente se impide cumplir los compromisos asumidos. Como en el país se habían desbalanceado variables económicas muy importantes, hacía falta una mediación, y el Ministerio de Justicia estaba elaborando el proyecto.

Como tercer eje había un pedido de aplicar una suerte de pago con títulos de deuda hasta 300.000 pesos, creo que por un lapso de hasta 90 días, destinado especialmente para las pymes del interior. Esta posibilidad no fue bien comunicada cuando se aceptó el pago con bonos.

Y además había un pedido de no aplicar el CER a las deudas de hasta 300.000 pesos.

Se discutió mucho, se presentaron algunos proyectos que luego fueron vetados; nunca nos dijeron totalmente que sí al pago de deudas con bonos, pero sí se elevó al Poder Ejecutivo el tema de no aplicar el CER a los créditos personales, prendarios e hipotecarios con determinados límites, y aun en el caso de los hipotecarios cuando se trataba de una pyme y el bien dado en garantía por el crédito del comercio era una vivienda única. Eso se propuso conjuntamente con no aplicar el CER acumulado a las deudas de hasta 100.000 pesos. Esto se habló en ABA y ABAPPRA, donde primero no les gustó pero luego dijeron que sí y el CER comenzaba a aplicarse a partir de septiembre u octubre, condonándose los meses desde marzo hasta esa fecha.

Discutimos el costo: creo que no son 1.100 porque uno tiene que pensar que si se aplica hoy el CER hay que bajar la tasa de interés al 6 u 8 por ciento, según tenga garantías o no. Creo que muchos de estos créditos están arrancando con el 20 por ciento. Entonces uno tiene que decir que si se aplica el CER hay que descontar la tasa, porque si se aplican ambas cosas sería algo muy horrible que no tiene lógica en este momento, pues el que paga CER tiene un tope de tasa.

Esto fue expuesto en reunión de prensa por el jefe de Gabinete.

Todos nos sorprendimos con el veto, y vamos a trabajar en este tema. Cada bancada tiene una posición asumida; algunos dicen que el tema se va a tratar en sesiones ordinarias y que vamos a hablar con el Poder Ejecutivo. Este es un tema que fue hablado, no vino descolgado.

Insisto que el costo no son 1.100; puede estar debajo de 500 por esa diferencial de tasa de interés. Creo que es razonable lo que ustedes mencionan respecto del costo social, si de los supuestos 350 mil puestos de trabajo se pierden 170 mil. Creo que en la actividad comercial -y ustedes lo saben mejor que yo- existen hoy posibilidades de hacer cosas, pero no hay capital ni crédito, más aún aquellos que vienen con una mochila muy pesada, que tienen que ver cómo la manejan.

En este terreno vamos a trabajar con el Poder Ejecutivo en esta Cámara de Diputados respecto del límite de 100.000 pesos.

También nos preocupa la parte crediticia.

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Hoy los bancos tienen depósitos y por eso devuelven los CEDROS, porque no quieren pagarlos más caro. Sería interesante que plantearan líneas de crédito. Según los bancos, plantean líneas de créditos pero nadie las toma; si esto ocurre debe ser porque las condiciones no son buenas.

Hay dos temas para desarrollar. La banca que inicia todo el círculo crediticio es la banca pública, como ocurrió en 1990. Hoy la banca pública está impedida de prestar por los planes de encuadramiento.

Hace unos minutos se retiró el presidente del Banco Nación, quien manifestó que tiene redescuentos tomados con el Banco Central por 4.500 millones. La deuda que el sector público nacional, provincial y municipal tiene con el Banco Nación es de 12.500 millones.

El Banco Nación hoy tiene 12.800 millones de pesos de depósitos, ya que no sólo no los ha perdido sino que aumentó su participación en el mercado -dado que las otras entidades perdieron fondos- pasando del 2 al 22 por ciento. No tengo dudas de que es una herramienta vital para iniciar la etapa crediticia. Sería muy importante que le permitieran hacerlo y que pudiera cancelar las deudas con el Estado y el Central uno a uno sin que nadie perdiera. Si el Banco Nación no inicia esta etapa, el crédito va a demorar mucho más de lo que nos conviene. Aclaro que si no hay reactivación, todo lo que hablamos se puede diluir muy rápido.

Me comprometo junto a la comisión a hablar otro tema con el Banco Central. Acá se han sucedido hechos muy pesados en cuanto a las variables económicas. Cuando hablamos de refinanciar créditos, tenemos que hablar con el Central sin perjudicar la solvencia bancaria. No se pueden refinanciar créditos que en las medidas de previsionamiento se computan en categoría 3 o 4. El sector que presta hace el siguiente análisis: si tiene que mandar a pérdida la mitad del crédito, no refinancia nada. Se queda con cualquier cosa porque el resto lo perdió.

El gobierno está intentando ver cómo replanteamos esa calificación ante la emergencia económica que vivimos para permitir a muchos que tienen crédito y quieren pagar, refinanciarlo y sacarle la mochila de la categoría. Por lo tanto, primero debemos llegar a un acuerdo entre el Banco Central y los bancos públicos para que se puedan otorgar préstamos por la capacidad prestable. Creo que vale la pena sentarse a conversar teniendo en cuenta que le deben al Banco Nación 4.500 millones y éste debe 12.500 millones. De esta manera le podemos dar dinamismo a un banco que puede iniciar la cadena creditica muy rápidamente. Lo mismo ocurre con la calificación.

Este proyecto de ley lo discutimos mucho, estábamos todos de acuerdo, y conocíamos los costos que tenía. Se había conversado al respecto con el sector bancario y el productivo.

SR. CORNIDE Agradecemos profundamente lo manifestado por el señor presidente de la Comisión de Finanzas.

Nos gustaría irnos con la tranquilidad y seguridad de que la Cámara va a insistir en el proyecto aprobado oportunamente y que fuera vetado. En cada lugar, ciudad y provincia de donde han venido representantes vamos a manifestar que la reunión en la Cámara de Diputados ha sido positiva para el sector.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Quiero aclarar que desde mi bloque vamos a hablar con el Poder Ejecutivo para replantear la medida. Esto fue votado por unanimidad.

Vamos a explicar al Ejecutivo que esta medida tiene un costo que no es el que estamos mencionando, pero que es mucho más grande si realmente lesiona la actividad comercial en un porcentaje importante.

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Como estamos apostando a la reactivación, creo que esto se puede contemplar perfectamente; es un pago más con los bancos, o no, porque yo les podría discutir diciéndoles que ellos cobran el CER por la deuda que tiene el Estado con los bancos. El Estado les debe a los bancos el 60 por ciento de sus créditos. Para hacerlo sencillo, el Estado le está debiendo casi 90.000 millones al sistema bancario, y si el Estado paga el CER, los bancos no tienen tal problema con los depositantes, porque les alcanza perfectamente para pagarlo.

Hay costos que son reales y otros que son discutibles. Entonces, tenemos que discutir los tres factores en esto: los bancos, el Poder Ejecutivo y el Congreso. En esta Cámara existió una vez la voluntad de aprobar algo, porque reitero que se analizó y se discutió profundamente; bajamos de 300.000 a 100.000 y tanto ABA como ABAPRA dieron su consentimiento. Lo mismo sucedió con los créditos, aspecto que a mi juicio resulta muy importante. Y por qué no ver qué es lo que pasa en cuanto a la calificación o clasificación de las deudas viejas, porque no se puede refinanciar algo que tiene una "mochila" de previsionamiento muy grande. Si alguien tiene una garantía va a querer ejecutarla.

Tenemos que conversar estos puntos, y nos reuniremos próximamente para ver cómo avanzamos en ellos. En el período de sesiones extraordinarias no podemos tratar esta ley; por eso ahora tenemos que conversar con el Poder Ejecutivo. De lo contrario, el tratamiento se tendrá que producir en marzo.

Tiene la palabra el señor diputado Briozzo.

SR. BRIOZZO Señor presidente: además de agradecer la presencia de todas las personas que nos acompañan, quiero señalar que tengo la satisfacción de conocer a mucha de esta gente, con quienes compartimos una pelea común en materia de abusos de los hipermercados y de la defensa del pequeño comercio.

Quiero resaltar el argumento central que aquí se ha planteado, que de alguna manera ha sido nuestra bandera en la pulseada que hemos tenido casi todo el año pasado con el Poder Ejecutivo.

El argumento tiene que ver con el hecho de empezar a instalar en la Argentina una lógica vinculada con la producción y el empleo, en lugar de una lógica basada en estimar el costo fiscal y lanzar permanentemente oleadas de nuevos desocupados, que luego intentamos paliar con los planes "Trabajar" o como se llamen en cada momento. Ahora tenemos más de 2 millones de esos planes, y con esa lógica cada vez serán mayores los subsidios que habrá que pagar a la gente que dejemos en la calle.

Me parece que ese es el punto central de esta discusión, y lo compartimos: tenemos que cambiar esta lógica. En mi caso, sinceramente debo señalar que adhiero a algunos de los cambios producidos el año pasado en la política económica. Me refiero básicamente a lo que tiene que ver con un dólar alto, que protege a nuestra producción nacional, y con el reacomodo de los precios relativos a favor de los bienes transables y de la economía real, lo que también se ha producido, así como la recuperación de las políticas cambiaria y monetaria por parte del Estado, y de la moneda nacional. Me parece que esto también es positivo para la Argentina.

Pero la gran pelea que hay que dar en la Argentina -y por eso rescato el tema del argumento central- consiste en poder instalar esta lógica que nos lleve al círculo virtuoso de la producción y el empleo, al círculo virtuoso del mantenimiento de la fuente de trabajo. Aunque ese mantenimiento implique en el cortísimo plazo un costo fiscal, en el mediano plazo va a significar que haya fuentes de trabajo y que no tengamos que volcar miles de millones de pesos en planes de empleo, como ocurre hoy en la Argentina.

A pesar de que los dos presidentes de las comisiones ya lo han planteado, debo señalar que los demás diputados que estamos aquí presentes compartimos esto, y la misma pelea que dimos el año pasado la vamos a dar cuando llegue el momento -creo que será en los primeros días de marzo- de tratar el rechazo del veto del Poder Ejecutivo.

SR. PRESIDENTE FRIGERI Tiene la palabra el señor diputado Tanoni.

SR. TANONI Señor presidente: si bien no es el tema central de esta convocatoria, voy a referirme a algo que tiró sobre la mesa el amigo de Tucumán.

Le quiero decir que es absolutamente improbable que en esta Cámara no consigamos los dos tercios necesarios para revertir el veto en el tema de la protección arancelaria del azúcar.

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Ante la prepotencia brasilera, que ingresa en la Argentina el azúcar subsidiada -tal como lo viene haciendo desde hace veinte o treinta años-, lo que nos cuesta 100 mil desocupados, no creo que haya representante del pueblo que no vaya a levantar la mano para volver a insistir en la sanción de la ley que este Congreso aprobó por unanimidad.

SR. PRESIDENTE FRIGERI No habiendo más asuntos que tratar, agradecemos la presencia de todos ustedes y damos por levantada la reunión.

- Es la hora 19 y 36.