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COMUNICACIONES E INFORMATICA

Comisión Permanente

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  • COMUNICACIONES E INFORMATICA

Reunión del día 31/05/2016

- MEDIOS AUDIOVISUALES

- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los treinta y un días del mes de mayo de 2016, a la hora 17 y 37:
SR. PRESIDENTE BRÜGGE Buenas tardes a todos, damos la bienvenida a los invitados.

Esta reunión de la Comisión de Comunicaciones e Informática es una consecución de la tarea que venimos desarrollando de cara a tratar de recabar datos en función de que esta Cámara convalidó un decreto de necesidad y urgencia que establece la constitución de una comisión encargada de actualizar, modificar y unificar la legislación vigente sobre medios audiovisuales; por ejemplo, la Ley de Argentina Digital.

Hasta que recibamos ese proyecto que está elaborando esa comisión en la órbita del Ministerio de Comunicaciones, hemos considerado oportuno comenzar con esta ronda de reuniones a fin de que los diputados podamos ilustrarnos sobre distintas cuestiones que atañen al sector en el que vienen desarrollando su tarea desde hace varios años quienes hoy nos visitan. Concretamente, queremos conocer las necesidades que existen respecto de las conectividades y en materia tecnológica, por un lado, y los impedimentos para desarrollarse y los desafíos que entienden que habrá en el futuro, por el otro.

Queremos saber si el sector considera que es necesaria una reconversión, como asimismo los aspectos económicos, culturales y sociales que entienden que son de interés, a fin de que esta comisión pueda ilustrarse y, cuando reciba el proyecto de ley, ya tenga una plataforma de información que le permita avanzar sobre la realidad.

Entendemos que las asociaciones que nos visitan tienen una amplia representatividad a nivel del territorio nacional, con lo cual ese sentir federal servirá a esta comisión para conocer la situación en toda la República Argentina.

Hecha esta introducción, a medida que nuestros invitados hagan uso de la palabra, el señor secretario de la comisión dirá a qué institución representan. Han sido invitadas tres, pero asistieron representantes de dos de ellas.

SR. SECRETARIO En primer lugar, tiene la palabra el señor Héctor Ricardo Huarte, representante de FARBAP.

SR. HUARTE Señor presidente: en primer lugar, quiero agradecer a la comisión que haya tomado una iniciativa que para nosotros es muy importante porque se vincula con la inclusión, algo por lo que venimos luchando desde hace muchos años.

Desde la Federación Argentina de Radiodifusores de Baja Potencia entendemos que la política y los políticos deben a la República una ley federal de radiodifusión sin exclusiones.

Venimos de padecer la ley 22.285, del gobierno de facto, con la connivencia de ARPA, y venimos de padecer la actual ley 26.522, también con la connivencia de ARPA. Entendemos que la pluralidad no solo refiere a los medios de la Capital Federal, ya que en cada rincón del territorio nacional existe una radio de baja potencia -una AM o una FM- o un canal de televisión de baja potencia. Si esto no es pluralidad, nos quieren vender gato por liebre.

No creemos que el hecho de haber pasado tantos años sin el debate necesario para la nueva ley habilite a que, entre gallos y medianoche, se decida el futuro de la comunicación y la información en toda la Argentina.

Los argentinos nos merecemos un debate serio y abierto, sin chicanas ni aprietes, con la claridad que exige un tema como la libertad de expresión. La ley de radiodifusión debe respetar la Constitución Nacional y estar empapada de democracia, de república y de federalismo.

Las radios del interior de nuestro país no estamos dispuestas a dejar en la calle a más de 170.000 familias. El Estado nacional ha mirado la falacia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, 26.522, en lo atinente a los grandes grupos, resolviéndoles los problemas en cuanto a los artículos que rozan sus intereses, pero no la estructura de esta norma discriminativa, que fue hecha solo para amparar la corrupción mediática, creando grupos paramediáticos que se robaron el dinero de los jubilados de la ANSES utilizando a la agencia oficial Télam como cabecera y a la AFSCA como encubridora necesaria. Inventaron organizaciones representativas de los medios pymes, que se quedaron con todas las operaciones del FOMECA y usaron la ley de medios para inventar medios fantasmas con el censo de 2010, que convirtió a las diecisiete zonas de conflicto creadas por la Comisión Nacional de Comunicaciones entre 1998 y 1999 en zonas de desastre.

Luego se valieron de la ley de medios para formalizar llamados a concurso con el fin de obtener licencias de radiodifusión para FM de baja potencia solo para blanquear la corrupción de los operadores/consultores, que hicieron pingües negocios. Entregaron licencias, en su gran mayoría a los amigotes, falsos comunitarios, quienes además se repartieron una porción de la torta de la pauta publicitaria oficial, manipulándola desde Télam y pautando en una gran cantidad de medios que jamás salieron al aire.

En materia de televisión de baja potencia, arreglaron la ley para entregarse a sí mismos licencias de operadores de televisión abierta, incumpliendo esa misma norma para una gran cantidad de medios que confiamos en lograr la normalización. Estos medios quedaron en el camino, aun cuando son los que realmente están en el aire, y no tanto licenciatarios que solo son eso: licenciatarios, porque sus canales de televisión no existen y jamás salieron al aire.

Sin embargo, obtuvieron hasta dinero del FOMECA para comprar todo el equipamiento del canal.

Aquí está fallando el gobierno nacional por no convocar a quienes hemos sido víctimas de la corrupción de la AFSCA y de algunos de sus funcionarios. Decimos "algunos" porque tenemos la total seguridad de que hay otros que realmente han trabajado a conciencia y con verdadera honestidad, aunque son los menos.

Somos radios analógicas que no participamos de las escaramuzas partidarias de quienes quieren una monarquía en nuestra patria. Somos trabajadores de los medios de baja potencia que derrochamos pluralidad y trabajo sin apoyo oficial en nuestros medios.

Somos los mismos medios que cuando el gobierno kirchnerista lanzaba una operatoria de créditos para pymes, paradójicamente no éramos sujetos de crédito.

Somos los mismos medios que no podemos contratar directamente con Télam porque nos exigen un representante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de un listado que el gobierno anterior conocía muy bien, y por eso debíamos dejarle suculentas ganancias para quedarnos con las migajas. Por ello, nada tuvimos.

Somos los pequeños medios que no nos aglutinamos en organizaciones fantasmas para mendigar la pauta publicitaria oficial, sino que nos integramos en organizaciones serias y con personería jurídica. Hemos demostrado que luchamos arduamente por la legalidad del conjunto en beneficio de todos y no de sectarismos que discriminan como el COFECA- Consejo Federal de Comunicación Audiovisual-, que con la anuencia de ARPA fue conformado a nuestras espaldas desconociendo nuestra representación.

Somos los responsables del acuerdo nacional de 2005 que logró la apertura de la normalización con el ex COMFER, que después desvirtuara primero el ex interventor Gabriel Mariotto y luego Martín Sabbatella.

Somos los que participamos de todos los foros de la ley de medios, aquellos a quienes censuraron sus alocuciones en un 90 por ciento y jamás les publicaron sus propuestas.

Somos a quienes quisieron acallar en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y a los que nos censuraron en la Honorable Cámara de Senadores de la Nación.

Somos FARBAP, Federación Argentina de Radiodifusores de Baja Potencia, medios que por ser de baja potencia somos locales y estamos al lado de la gente todos los días, y a través de sus asociaciones tenemos la información necesaria para un diagnóstico importante sobre la verdadera situación y la problemática nacional de la radiodifusión.

Por eso y por mucho más, tenemos nuestra propuesta de normalización, que dejamos en la comisión porque creemos verdaderamente que es posible. Queremos ser parte de la modificación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, pero venimos a exigir que haya un debate digno de la democracia, de la república y del federalismo. No consideramos que ser parte de la creación de la nueva norma tenga que ver con diez minutos de una exposición. De esa forma no se puede debatir; no es posible demostrar en diez minutos la real situación de la radiodifusión argentina de baja potencia.

Venimos a exigir ser parte del trabajo fehaciente que nos permita tener una norma que nos contenga y ampare por mucho más de treinta años, que contemple no solo nuestra situación sino también la permanencia y la constante participación en la inclusión de las nuevas tecnologías.

Entendemos -porque así ha sido históricamente- que los grandes medios, los grandes grupos, son lo que son porque han vivido amparados por la publicidad oficial, con gigantescas pautas publicitarias, con subsidios y reparaciones económicas millonarias.

La ley 25.750, de preservación de bienes y patrimonios culturales, sancionada el 18 de junio de 2003, hace mención en su artículo 1º, inciso d) al espectro radioeléctrico y a los medios de comunicación, aclarando qué debe entenderse por estos últimos en su artículo 3º, inciso b). Pero jamás el Estado miró hacia el interior, ni para acompañarnos en la difícil situación económica que vivimos desde siempre los radiodifusores de baja potencia ni para salvarnos de la debacle económica; mucho menos para distribuir la pauta publicitaria nacional con la que ha nutrido -en forma serial y muchas veces corrupta- a los grandes grupos mediáticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Fuimos parte de este cambio que se dio en las urnas en 2015 porque informamos la verdad sin intereses espurios -a diferencia de los grandes grupos- ya que verdaderamente queremos terminar con la corrupción. Pedimos una audiencia con el señor presidente de la Nación en la Casa Rosada mediante nota, pero fuimos desviados hacia el señor ministro de Comunicaciones, a quien respetamos. Con él pensábamos tratar temas técnicos; era nuestro siguiente paso. Olvidó el señor presidente de la Nación su promesa de recibirnos cuando, durante la campaña, yo mismo le pregunté en una conferencia de prensa en el Club Bouquet Roldán de la ciudad de Neuquén si nos iba a recibir. Dijo que sí. Pasamos la nota para obtener la audiencia y nos derivó con el ministro de Comunicaciones.

Entendemos, dada la tremenda tarea que tiene el señor presidente, el olvido; pero no podemos dejar de solicitar su atención para explicarle, en pocos minutos, nuestras necesidades.

Somos empresas pequeñas, pero empresas al fin. Somos más de 170.000 trabajadores, que fuimos discriminados y arrasados durante más de una década, que venimos no a pedir un plan social sino a hablar de un proyecto que presentamos el año pasado a través de uno de los legisladores de nuestro país. Dejaremos esta iniciativa en la comisión, aunque seguramente ya la tiene, en una carpeta junto con alguna información de lo que venimos haciendo desde hace muchos años en nuestras asociaciones y desde 2007 en la federación.

Tanto hemos sido perseguidos que tardamos nueve años en poder inscribir nuestra federación; creo que vamos a estar en el libro Guinness. No puedo entender que la IGJ, o una persona jurídica de alguna provincia, haya tardado nueve años en dar la inscripción a una organización conformada por muchas otras con personería jurídica. Estas son algunas de las situaciones que hemos padecido del gobierno anterior.

Entendemos que están pasando muchas cosas, y por eso queremos que el proyecto de ley que va a modificar y unificar legislación vigente nos contenga. Cuando decimos "nos contenga", no estamos pidiendo que nos metan en la misma bolsa y quedemos comprendidos en el artículo 49 de la llamada "ley de la democracia" -la 26.522-, titulado: Régimen especial para emisoras de baja potencia. Después la ley se olvida de nosotros; no existimos más. ¿Por qué? Porque luego se empieza a hablar de emisoras de muy pero muy baja potencia, que no sé de donde las sacaron dado que técnicamente ni la resolución 142 de la CNC -un material excelente realizado en la Argentina, que apoyamos- habla de ellas. Las únicas radios de baja potencia que existen son categorías E, F y G; no hay más.

El invento del gobierno anterior para dejarnos una vez más fuera de la ley 26.522 -y de su decreto reglamentario 1.225-, no hizo más que demostrar que nunca tuvieron la intención de sancionar una "ley de la democracia". Solamente plantearon que nosotros estábamos contemplados porque el artículo 49 se titula: Régimen especial para emisoras de baja potencia.

No tenemos derechos; tenemos obligaciones. En virtud de esta ley nos dieron una licencia que no nos ampara absolutamente nada. Tanto es así que vivimos denunciando, antes en la CNC y después en la AFTIC, por interferencias a nuestros licenciatarios, a nuestros permisionarios y a los actores contemplados por la resolución 753, organizaciones sin fines de lucro que también forman parte de nuestra organización.

Ni la AFTIC ni la AFSCA -del gobierno anterior- defendieron absolutamente a ningún licenciatario.

Hemos tenido delegados de la AFSCA en nuestras provincias que hicieron negocios con los censos de 2010. Se hicieron concursos para obtener licencias y, lamentablemente, los delegados negociaron para cambiar la frecuencia del licenciatario de pura palabra nada más, porque tocaba a un amigo de ellos que ni siquiera había ganado el concurso. Estas cosas pasaron.

Es necesario que esta comisión y el Congreso sepan lo que realmente pasa en cada una de nuestras provincias, porque los radiodifusores de baja potencia hemos sido avasallados durante muchísimos años. Hoy es un lujo para nosotros poder sentarnos a una mesa y contar lo que hemos vivido durante muchos años.

Mi radio va a cumplir 31 años y tengo un PPP. ¿Saben lo que quieren decir PPP?

SR. RAFFO Permiso precario y provisorio.

SR. HUARTE Lo dijo el señor diputado: permiso precario y provisorio que, en nuestro caso, cumplirá 31 años. Increíble en mi querida Argentina, que tiene democracia y que decimos que es federal. Nosotros pretendemos que esto cambie de una vez por todas.

Es un gusto participar en esta comisión y encontrarnos cara a cara con la gente de ARPA, asociación que nos traicionó todas las veces e incluso cuando se creó el COFECA. En aquella ocasión, hicimos una reunión en ARPA para elegir a nuestros representantes; quien les habla fue elegido delegado titular y la asociación de Tucumán, suplente. Sin embargo, de la noche a la mañana se reunieron a escondidas y se olvidaron de nosotros; también en esta comisión dejamos algunas de las cartas documento que nuestras asociaciones enviamos al COFECA y a la AFSCA para denunciar esa corrupción. Jamás nos atendieron ni nos dieron respuesta ni fuimos parte del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, creado por la "ley de la democracia".

Damos gracias a todos los diputados por la oportunidad de estar aquí. Para terminar, insisto en que queremos ser parte de un montón de reuniones más que hagan esta comisión, la de Libertad de Expresión y otras en el marco del Congreso, porque tenemos mucho para contar y aportar.

No somos solamente una radio del interior; no somos una radio que muchos creen chiquitita pero que en realidad no lo es, porque a la hora de hacer campaña para las elecciones nos visitan muchos diputados nacionales, ya que nos escucha mucha gente.

Queremos que se terminen las cadenas permanentes de las radios que se dicen nacionales pero que son de la Capital Federal. Sin las radios de baja potencia no llegarían ni a la esquina; solamente a la Capital Federal.

Pedimos a este Congreso que legisle verdaderamente con democracia y federalismo, pero sobre todo que la Constitución Nacional empape la nueva ley que reclamamos desde el interior del país.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE La Presidencia invita a hacer un pequeño intervalo en las exposiciones para que por Secretaría se listen los despachos recaídos en proyectos de declaración o de resolución, a fin de que los señores diputados puedan suscribirlos y quede constancia en el libro de actas.



SR. SECRETARIO El listado está compuesto por los siguientes asuntos: proyecto de declaración de la señora diputada Troiano y otros, contenido en el expediente 0392-d-2016, por el que se solicita al Poder Ejecutivo que adopte las medidas necesarias para disponer la emisión, en el año 2017, de una serie de sellos postales del Correo Oficial de la República Argentina en homenaje a la lucha de mujeres argentinas por lograr la igualdad de género en todos los órdenes; proyecto de declaración del señor diputado Rubin, contenido en el expediente 1839-d-2016, por el que se expresa el beneplácito por los 25 años de existencia de la radio FM Total, 90.9, de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes; proyecto de resolución del señor diputado Rubin, contenido en el expediente 1840-d-2016, por el que se declaran de interés de la Honorable Cámara los actos por el vigésimo aniversario de la radio FM Horizonte, 94.1, de la ciudad de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, y proyecto de resolución del señor diputado Guillermo Snopek, contenido en el expediente 2369-d-2016, por el que se expresa la adhesión al quincuagésimo aniversario del Canal 7 de la provincia de Jujuy.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor diputado D'Agostino.

SR. D'AGOSTINO Señor presidente: quisiera formular una pregunta al señor Huarte.

Siendo periodista y encontrándose en la casa de las leyes, el señor Huarte tiene todo el derecho de pensar como quiera y de expresarlo, opinando objetiva y subjetivamente como lo acaba de hacer, con independencia de que uno pueda tener o no una opinión igual a la suya.

En la primera parte de su disertación apuntó a la ley 26.522 -omitamos la referencia a la ley 22.285-, respecto de la cual no puede decirse que no se hayan hecho consultas. Tanto FARBAP como las asociaciones que forman parte de ella fueron consultadas, pero el señor Huarte acaba de manifestar que algunas de sus propuestas no se tuvieron en cuenta.

Ahora bien, como esta es la Comisión de Comunicaciones e Informática y en su momento, por consenso o por disenso, dictaminaremos respecto de un proyecto de ley de regulación de las comunicaciones, me gustaría saber qué parte de la ley 26.522 discrimina a las radios de baja potencia.

En cuanto a lo que manifestó respecto del artículo 49, lo suscribo abierta y totalmente porque en mi criterio es correcto; pero me gustaría saber cómo debería haber sido la ley 26.522, respecto de la cual no se puede decir que no hubo consultas. Independientemente de toda la problemática, las diferencias y las discusiones que generó, esa norma fue debatida; como bien dijo el señor Huarte en dos oportunidades, es la ley de la democracia. Entonces, me gustaría saber qué tendría que haber contemplado para satisfacer tanto a él como a la organización a la que representa.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Huarte.

SR. HUARTE Señor presidente: disiento con el señor diputado cuando dice que hubo debate. En los foros no lo hubo jamás, solamente fueron funcionarios que después de hablar se retiraron y nos dejaron solos. En todos los foros fue igual: hicieron discursos y no hubo discusión. Debate es esto, señor diputado: usted pregunta y yo puedo responder. No hubo eso en los foros.

Por otra parte, cuando hablo de democracia y de la ley 26.522, me refiero claramente a una norma que se dio en tiempos de democracia; no a una ley democrática.

Además, cuando digo que es discriminatoria también lo puedo fundamentar: lo que realmente es discriminatorio en esta ley es lo que no está, y lo que no está somos nosotros. Hay apartados donde se habla de las radios universitarias, de las del Estado, de las que pertenecen a ONG y de las son de los pueblos originarios; pero de las 17.000 radios comerciales de baja potencia, que somos la mayoría porque todos esos otros medios no llegan a 2.000, la ley no dispone nada. No dice nada sobre cómo funcionamos, cómo se puede ser titular de una licencia, cómo nos financiamos y cuáles son nuestras obligaciones como radiodifusores de baja potencia; en cambio, sí lo hace respecto de otros sectores: ONG, universidades, Estados municipales, provinciales y nacional, etcétera.

SR. BASSO Quisiera agregar un comentario, señor presidente.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Basso.

SR. BASSO Señor presidente: sentimos que la 26.522 es una ley que a las radios chiquitas las expulsa; no las contiene, no le interesan.

Conocido es por todos que esa norma reparte el único dial que existe -de 88 a 108 megahertz- en tres: 33 por ciento para las ONG, 33 por ciento para el Estado y 33 por ciento para las radios comerciales. Es decir que en esta última franja tenemos que coexistir las radios de baja y de alta potencia.

Las radios comerciales que ocupan este 33 por ciento deben comprar los pliegos y, si resultan adjudicadas, tienen que hacer una carpeta técnica con mediciones no ionizantes, cuando lo que produce ionización en el aire son las antenas de Telecom, de Telefónica y de todos aquellos que tienen potencia irradiada extraordinaria; no nosotros con 300 o 500 vatios. Esta carpeta con mediciones no ionizantes que debemos presentar nos significa un costo extraordinario, de 4.000 o 5.000 pesos, y encima hay que buscar un ingeniero inscripto en el Copitec. No es fácil encontrarlo en Entre Ríos, porque el Copitec funciona aquí, en la jaula de cemento, como yo la denomino. Allá no hay. Te dicen que sí, que hacen el trabajo, pero cobrando el viaje y la estadía. ¿Pero por qué tenemos que presentar una carpeta con mediciones no ionizantes si nosotros no ionizamos el aire?

Otro tema que nos preocupa es que pululan las radios de las ONG. La escuelita de Bajada Grande, en Paraná, puso la radio Barrilete. ¿Cómo se sostienen? Los muchachos salen y venden publicidad. Ahora se suman las radios municipales, que no pagan impuestos ni hacen carpetas pero compiten con nosotros.

Entonces, lo que estamos pidiendo es que en la ley se aclare que las ONG y las radios del Estado no pueden irradiar publicidad de ninguna manera. Por ejemplo, en Paraná estamos compitiendo con las radios Universidad, Baxada, FM Corazón, Barrilete, etcétera. ¿Qué hacen cuando vamos a venderles publicidad? Nos dicen: no, muchachos. Ya se la pasamos a los muchachos de la municipal; les dimos veinte chorizos y nos hacen propaganda todo el mes.

Claro, se la reparten. Me pregunto dónde inscriben a los trabajadores, a los locutores, a los operadores y a los periodistas. Nosotros, que integramos ese 33 por ciento acotado y privado, tenemos que llevar el registro de nuestros empleados: qué hacen, qué no hacen, quiénes están inscriptos, dónde está la ART, etcétera. En cambio, las ONG no deben hacerlo porque son asociados que trabajan, que cumple una función. Por eso digo que nos sentimos discriminados por la "ley de la democracia". Por más debate que hayan podido dar, no cumplen con eso.

Necesitamos que se ponga en pleno funcionamiento la resolución 142 del año 1996, porque a nosotros nos soluciona los problemas. Es la primera vez que veo al señor diputado Pretto, quien trabajó en la elaboración de esa resolución, y por eso aprovecho la ocasión para felicitarlo, porque realmente nos ha traído soluciones. Por eso pedimos que la ley la contemple y enseguida se ponga en pleno funcionamiento.

Por otra parte, nos preguntamos por qué no somos sujeto de crédito. Resulta que nosotros tenemos que presentar una carpeta patrimonial donde se detalle el origen del capital para poder poner una radio de 300 vatios. ¿Saben lo que eso significa? Tener los deditos limpios en la AFIP. Pero no somos sujetos de crédito para recurrir al Banco Nación; tenemos CUIT y todo lo que nos han pedido, pero no somos sujeto de crédito. "No está para ustedes." "Están malos los caminos, no llegó el crédito." Eso es lo que nos dicen.

Voy a contar algo que me pasó un tiempo atrás. Hace 40 años que tengo una radio FM; aquí hay testigos que pueden ratificar lo que estoy diciendo. En uno de esos tantos viajes que hacía para venir al COMFER a traer algún papel, me bajé en Retiro y subí a un taxi. El conductor iba escuchando la radio Rock & Pop; en la tanda publicitaria, una propaganda anunciaba que había crédito para semillas en el Banco Nación. ¿Cómo se iban a enterar los productores de Crucesitas Séptima de estos créditos si la propaganda sonaba en la Rock & Pop? Seguramente, el locutor de turno o el operador tendría algún amigo; qué sé yo.

Así es como nosotros quedamos "mirándola". Hasta una audiencia tuvimos cuando el señor Mariotto era subsecretario de Medios; recuerdo que nos prometió que al día siguiente salía la pauta, pero jamás nos dieron una moneda. En cambio, teníamos que ver clarito cuando Szpolski recibía 50 millones.

Por estas cuestiones pido a los señores diputados que nos entiendan. Tener la posibilidad de hablar y de consensuar sabiendo que nuestros comentarios no van a caer en saco roto, nos anima. Por eso, agradezco que nos escuchen.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra la señora diputada Rossi.

SRA. ROSSI Señor presidente: he escuchado atentamente las exposiciones y quiero decir que vengo "del palo" porque trabajé durante 40 años en radio.

Empecé en una radio de baja potencia. Yo era muy jovencita, recién salía del colegio secundario. Recuerdo que el director, que era como quienes hoy nos visitan porque era el que ponía el hombro y juntaba peso tras peso para pagarnos, decía que teníamos que ser creíbles y lograr que la gente nos escuchara, ya que de esa manera nos manteníamos.

Luego de oír las distintas exposiciones, en las que advertí una larga lista de reclamos permanentes, me surge una duda.

Sin referirme a un gobierno en particular, y más allá de que pueda coincidir o no con su pensamiento político, reconozco que la anterior gestión incluyó a las radios de los pueblos originarios. Entonces, mi pregunta es: ¿por qué creen que a las 170.000 personas que trabajan en las radios de baja potencia nunca se las escuchó y nadie quiere darles un crédito? ¿Cuál sería el motivo por el cual están pasando esta situación?

Después de mis primeros petates en la locución, tuve la suerte de pertenecer a dos radios integrantes de ARPA, Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas. Yo no sabía que estuvieron en connivencia con el gobierno dictatorial y luego con la gestión anterior; era una empleada, no lo sabía y pido disculpas por eso.

Siempre trabajamos con la publicidad no solo del Estado sino también con la privada. Nos rompíamos el lomo -expresión poco agraciada tal vez, pero creo que se entiende lo que quiero decir- para que la gente nos escuchara.

Reitero la pregunta: ¿por qué creen que las 170.000 personas que trabajan en el sector nunca fueron escuchadas ni tuvieron la posibilidad de acceder a un crédito?

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Huarte, a quien le pido que sea breve.

SR. HUARTE Señor presidente: agradezco a la señora diputada por su pregunta. La respuesta es que nosotros no negociamos; la pauta no la íbamos a repartir con quien nos la diese por amiguismo o por política porque nosotros respondemos a las asociaciones que representamos y a FARBAP. Nosotros no acordamos con los militares la ley de 1980 ni con el gobierno anterior la 26.522, llamada "ley de la democracia". Siempre luchamos para todos, no para el grupito que se prestaba a la corrupción. Nosotros somos las asociaciones que integran FARBAP; no ARPA. Por eso es que nunca se atendieron nuestros reclamos.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor diputado Pretto.

SR. PRETTO Señor presidente: como decía el representante de una de las asociaciones, fui parte de la comisión redactora de la resolución 142. Si se me permite, quisiera hacer un comentario y asumir un compromiso.

El comentario es que el criterio seguido en la resolución 142 era muy básico, pero de sentido común: establecía un orden de prioridades para resolver los problemas derivados de la asignación de licencias, que funcionaba de la siguiente manera. Primero, se resolvía la situación de todas las estaciones de frecuencia modulada que no tenían conflicto, que eran básicamente todas las del interior. Si no había interferencias ni puja por un mismo punto en el dial ni conflicto alguno se resolvía todo; esto era muy simple hacerlo en el interior. Obviamente, los problemas se concentraban en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y, en algunos casos, también en Mendoza, Tucumán y Salta.

Entonces, una vez resuelta la situación de las estaciones de baja potencia que no se interferían, ante un conflicto se mantenía el criterio: primero en el tiempo, primero en el derecho. Quien contaba con un PPP -como el señor Huarte- o alguna licencia, obviamente tenía la prioridad. A igualdad de condiciones, la prioridad era para quien estaba primero en el tiempo. Ahora bien, cuando en igualdad de condiciones el conflicto vinculado con la interferencia o la potencia no se podía resolver, se entraba en un proceso de concursos. Si éste no daba resultado, se iba a un sorteo.

En suma, la resolución establecía un mecanismo para resolver los conflictos. Después, por una cuestión política de otra área del mismo gobierno, se dio marcha atrás y muchos casos quedaron sin solución hasta el día de hoy, a pesar de las leyes sancionadas con posterioridad.

Ahora bien, como el señor Basso sostiene que el criterio de la resolución 142 puede ser tenido en cuenta, si el señor presidente y las autoridades lo admiten, me comprometo a acercar la iniciativa que han elaborado para rever los conceptos plasmados en esa norma con el fin de analizar la forma de adaptarla a la realidad actual considerando la legislación vigente. Recordemos que una comisión de notables está trabajando en la redacción de la futura ley, que obviamente también deberá contemplar este importante servicio.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Por Secretaría se anunciará al siguiente orador.

SR. SECRETARIO En representación de ARPA, tiene la palabra el señor Héctor Parreira.

SR. PARREIRA Señor presidente: quiero agradecer a usted y a los diputados de esta comisión por esta invitación que nos permite brindar nuestros aportes para una futura ley que contemple las aspiraciones de todos los hombres que, como en nuestro caso en particular, desde hace más de cincuenta años venimos haciendo radiodifusión.

Reitero que hemos venido a hacer nuestro aporte, pero lamentablemente advertimos que es fácil atacar cuando no se tienen pruebas. No quiero entrar en el terreno de una disputa que no tendría sentido, fundamentalmente por el respeto que me merecen los señores diputados, pero no puedo dejar de señalar que quien no sabe respetar, tampoco sabe escuchar.

Como representante de ARPA, quiero desmentir las anuencias a las cuales se hizo referencia. Al igual que otras asociaciones -algunas de las cuales están aquí representadas-, nosotros tampoco fuimos escuchados cuando se discutió la ley 26.522. Pudimos exponer y presentar nuestras ideas, pero nos encontramos con un texto prácticamente preestablecido. Cuando fundamentando nuestras razones quisimos explicitar algunos hechos que luego se dieron en la práctica, nos contestaron que era imposible introducir modificaciones porque había que promulgarla el 10 de septiembre de 2009 y no había tiempo para que el proyecto volviera a las comisiones originarias.

Sin embargo, insisto en que no es ese el motivo de esta convocatoria. Además, considero que ni los señores diputados ni nosotros -que sí queremos mirar con la frente alta el futuro de la radiodifusión argentina- ganamos algo entrando en la chicana de referirnos a cuestiones del pasado que, insisto, en la mayoría de los casos son casi imposibles de demostrar. Es fácil decir, pero es difícil comprobar o justificar.

Nos remitiremos entonces al motivo original de vuestra invitación -agradeciéndola una vez más-, que es el de aportar humildemente lo que nosotros venimos haciendo desde hace más de 58 años. Esa es la edad que tiene ARPA, ya que fue fundada en 1958.

Desde aquel entonces han sido innumerables los hombres -a quienes para algunos puede ser fácil denostar hoy sin pruebas- que han dejado cincelado en la historia de nuestro querido país cómo se hace radiodifusión.

Recién la señora diputada Rossi contaba una anécdota personal. En mi caso particular, soy un locutor que empezó a los 15 años y que hoy lleva sesenta años trabajando en esta actividad.

Nunca creímos que el futuro estaba en tratar de decir que el otro no sirve. Siempre quisimos demostrar lo que nosotros podíamos aportar y ver con espíritu constructivo, porque esa es la única manera en la que podemos solucionar los problemas.

Nuestra asociación ha sido convocada por la comisión para la elaboración del proyecto de actualización, modificación y unificación de las leyes 26.522 y 27.078. Mañana, precisamente, haremos nuestra presentación. Luego de esto, que no pretende ser una exposición sino simplemente la enumeración de todo lo que pudimos aquilatar a lo largo de tantos años, nos comprometemos a hacer llegar a los señores diputados no digo nuestro proyecto, porque no nos consideramos tan soberbios como para decir que es la ley que sirve, pero sí nuestro aporte. A partir de ahí, los señores diputados, con el espíritu que siempre los animó y en la seguridad de que harán lo mejor para el pueblo argentino, podrán plasmar ese aporte en una ley que definitivamente sea la que todos los hombres de la radiodifusión venimos esperando desde hace largos años.

Hay más o menos 20.000 estaciones de radios operativas. Insisto en que no es mi intención enfrentar y desmentir, pero somos la única organización que hace un relevamiento para actualizar mensualmente la cantidad de emisoras que existen en el país. Ni la AFSCA lo tuvo y mucho menos el ENACOM.

Por un sistema que algunos de los amigos conocen, nosotros mantenemos una relación casi constante con más o menos 20.000 operadores de radio, de los cuales -y esto es lo grave- apenas 4.000 o 4.500 tienen lo que nosotros calificamos como legalidad: una licencia o autorización. El resto transita en eso que damos en llamar simplemente "ilegalidad", porque no existe otra palabra. En un tiempo se usaba la palabra "clandestinas", pero en este caso no lo son porque todos sabemos dónde están.

Mal podemos entonces -tampoco lo hacemos- pedir que las erradiquen. En absoluto; cada cual tiene el derecho de hacer de su vida lo que quiere, de ejercer la profesión que cree tener o que le gusta y, por sobre todo, de tener la convicción de hacer una buena radio. Lo que no se puede permitir es que haya un espectro con un grado de polución tal que no permita solucionar el problema.

Hace un rato se habló de los PPP. Todos sabemos que en 2006 -durante la última convocatoria que celebró el COMFER-, se intentó solucionar este problema, pero no se logró hacerlo en las zonas conflictivas. AMBA, Rosario, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Tucumán son zonas conflictivas donde es imposible solucionar el problema del espectro.

Para que los señores diputados tengan una idea, solo en Capital Federal hay 220 emisoras de frecuencia modulada operativas. Si hablamos del conurbano y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hay 126 emisoras de radio AM independientemente de las 50 que son oficiales.

Somos el único país del mundo que tiene más de 100 emisoras de radio AM operativas en el espectro. Eso hace que resulte prácticamente imposible -aclaro que no soy técnico sino que solo me valgo de la opinión de los ingenieros- atacar el problema en serio. Más que en serio, diría con voluntad política.

Insisto en que no pensamos en absoluto en erradicar a alguien. Simplemente creemos necesario que en el espectro radioeléctrico tengan plena vigencia las potencias y las emisoras incursas en él.

En ningún lugar del mundo existe, como decía, semejante número de estaciones de carácter comercial sin licencia. En el país hay más o menos 15.000 emisoras comerciales que, en su mayoría, operan sin licencia ni autorización de ningún tipo.

Coincidimos en que existen -con la competencia desleal que ello supone- emisoras de ONG, de los municipios y en algunos casos de obispados que tienen licencia pero que necesariamente no deben sustentarse en la publicidad comercial. Nuestra forma de vivir es única: vivimos de la publicidad comercial y no tenemos ningún otro aporte que nos permita sustentarnos.

En consecuencia, trabajar sin licencia, en muchos casos colgados de la energía eléctrica, sin tributar impuesto alguno y con sus trabajadores no registrados, constituyen puntos de competencia desleal que afectan no solamente a los socios de ARPA sino a todas las emisoras con licencia, legales y autorizadas que están trasmitiendo actualmente en el país.

Son varios los puntos que nos gustaría abordar, pero no quiero molestar a los señores diputados con una larga charla. Por lo tanto, nos comprometemos a hacer llegar en el transcurso de los próximos veinte días nuestra posición oficial referente a cómo pensamos que debe ser una nueva ley que contemple la vida de los medios de radiodifusión en la República Argentina.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Si ningún otro legislador quiere formular preguntas, me permito hacer una que me parece interesante a los representantes de las dos asociaciones, no sin antes agradecerles, por supuesto, la gentileza de haber venido para expresar sus inquietudes. Nos han dado información muy sensible que será importante a la hora de evaluar el día de mañana el proyecto de actualización y unificación de la legislación vigente.

Creo que estamos en la senda correcta, porque si una parte de las asociaciones tiene que exponer en la comisión de expertos, significa que nos estamos ilustrando sobre el tema.

Quiero preguntar, acerca de las nuevas tecnologías, de qué manera van a impactar tanto en el ámbito de las radios de baja potencia como en el sector comercial, independientemente de las capacidades económicas que tiene cada una de las asociaciones. Es evidente que hay casos donde ya se está trabajando en la digitalización y en la posibilidad de tener repetidoras. Entiendo, cuando hace un rato se habló del número de emisoras, que están comprendidas las repetidoras.

SR. PARREIRA No, señor presidente. Son emisoras que emiten propiamente.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE A eso hay que agregar también, me imagino, la estadística de las repetidoras...

SR. PARREIRA En muchos de los casos, obviamente.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE ...que generarían un número aún mayor al mencionado.

SR. PARREIRA Así es.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE He pedido la aclaración para que entendamos que todo lo que nos explicaron es la punta del iceberg de lo que aún puede venir en esa línea.

Concretamente, mi pregunta es de qué manera van a impactar, o están impactando ya, la transformación tecnológica y la capacidad de potencia, sobre todo en el espectro de las radios de baja potencia.

¿Pueden mejorar? ¿Cuál es la situación de los costos, de la accesibilidad, etcétera?

Tiene la palabra el señor Huarte.

SR. HUARTE Señor presidente: primero quiero comentar que los dos sectores, no solamente ARPA, fuimos invitados a participar en la comisión redactora.

Respecto de la parte técnica, entendemos que hemos sido discriminados durante muchos años. Económicamente nos cuesta mucho lograr esa convergencia y el cambio que implica el paso tecnológico hacia la digitalización.

La República Argentina todavía no está preparada para ese apagón analógico, no solo porque lamentablemente no existe una gran cantidad de receptores digitales sino además porque tal vez sean muy caros para la ciudadanía en general.

Nuestros medios van a seguir siendo analógicos mucho tiempo más, no por deseo sino lamentablemente porque antes tenemos que lograr que nos escuchen. Si nos obligaran a pasar de lo analógico a lo digital en un año y no tenemos gente que nos escuche, ¿de qué nos servirá tener la tecnología si nadie va a recibir lo que hacemos? Así como la Ley de Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales, que mencionamos, logró resolver situaciones de algunos empresarios muy importantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que querían defender sus medios, el Congreso podría sancionar una norma que nos permita llegar a esa convergencia de la mejor manera y que propicie el ingreso a la Argentina de receptores que puedan ser adquiridos por todos. La cuestión no pasa por elegir la norma y el año del apagón analógico sino por la necesidad de que nos escuchen cuando converjamos en el cambio.

En cuanto a lo económico, reiteramos que no somos sujetos de crédito ni tenemos pauta publicitaria oficial ni estamos contemplados en la ley. Hay muchas situaciones que se pueden ir dando en el camino para revertir esa realidad, pero nuestra situación económica es la que acabo de detallar.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor Parreira.

SR. PARREIRA Señor presidente: respecto del tema tecnológico -reitero que no soy técnico, pero gracias a Dios tengo buena memoria y al menos puedo repetir como un lorito las explicaciones de los ingenieros-, la radio digital ha fracasado prácticamente en todo el mundo. Primero en Europa, fundamentalmente en España, y después en los Estados Unidos. El sistema IBOC, que era uno de los que se pensaba que podía venir a nuestro país, no se discontinuó pero prácticamente no hay receptores en este momento. El futuro de la tecnología para la radiodifusión está precisamente en la plataforma digital, que no requiere receptores especiales. Ahí es donde tenemos que ir.

En cambio, en los Estados Unidos se está experimentando un mecanismo para obligar a las proveedoras de servicios de telefonía celular a activar el correspondiente chip -porque, al parecer, la tecnología está dentro del aparato pero es necesaria la activación- para que en esos teléfonos y en las tabletas se pueda escuchar la frecuencia modulada.

Ese es el futuro de la radiodifusión como nosotros lo vislumbramos. Luego, tal como ya está ocurriendo en muchos casos, se transformaría a las radios en lo que son hoy, es decir, en generadoras de producto, porque eso es lo que son muchas emisoras.

Nosotros también somos federales; no somos simplemente una asociación de la Capital Federal, ya que tenemos más de 300 socios diseminados por todo el interior del país. De cualquier manera, son pocos, porque si sabemos que hay 20.000, tener 300 es prácticamente nada. Pero nos jactamos de decir que entre esos 400 socios -si sumamos a los de la Capital Federal- tenemos el 85 por ciento de la audiencia y el 85 por ciento de la facturación comercial de todo el país. Ese es el capital que tiene ARPA, que quería mencionar aunque no venga al caso.

Retomando lo que quería decir, el futuro de la radiodifusión argentina está en transformarse, sobre todo las grandes emisoras, en productoras de contenidos que puedan subirse a la plataforma digital y bajarse a través de estos dispositivos, que es donde inevitablemente, nos guste o no, recalará el futuro de nuestra actividad.

Con todo el respeto y el valor que merecen los radiodifusores chicos, medianos y también grandes que intentan defender todo lo posible su producto, su empresa y su capacidad de generar trabajo, insisto en que el futuro no está en la radio digital sino en la plataforma digital y en que se está trabajando -no nosotros, pero sí en otras partes del mundo- en viabilizar precisamente ese sistema para el futuro.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE Tiene la palabra el señor diputado Raffo.

SR. RAFFO Señor presidente: yo también me siento "del palo" porque tuve una emisora de baja potencia, de 100 vatios, para radioaficionados, como las que tienen muchas emisoras. Era un aparato que armé yo y que me dio muchas emociones. Entonces, cuando oigo a nuestros invitados me siento representado frente a este problema.

Se ha generado una imagen de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual como si fuera la panacea. Admito que fue algo importante, que constituyó un avance, al que contribuimos y aplaudimos. Personalmente contribuí a que el espacio político que yo integraba la apoyara, y así fue. No nos arrepentimos de ello. Pero también es cierto que, a último momento, una mano misteriosa fue torciendo muchos de sus destinos.

En defensa de las radios comunitarias voy a agregar algo respecto del maltrato sufrido por las radios de baja potencia: el artículo 49 no las contempla, ya que tienen que ser radios de muy baja potencia. Además, la norma establece que se les adjudicará excepcionalmente, en circunstancias de probada disponibilidad del espectro y en sitios de alta vulnerabilidad social. Se trata de muchos requisitos que no se establecen para otras emisoras que también reciben su licencia por adjudicación directa como, por ejemplo, las muy respetables de la Iglesia Católica. En su momento yo trabajé en el COMFER y sé que muchos obispados -dicho con todo respeto- las alquilan a empresas comerciales. Entonces, las adquieren por adjudicación directa, nadie les pide nada, se las dan y salen a competir.

El artículo 49 establece que la autoridad de aplicación a nivel federal no autorizará en ningún caso el aumento de potencia efectiva radiada o el cambio de localidad para estas estaciones, exigencia que no se aplica en los otros casos. En efecto, las otras pueden aumentar a piacere -si no, pregunten a Radio 10 o a Radio Mitre- sin que nunca la autoridad de aplicación haya dicho: no, esta licencia se concedió con otra potencia y no con esta.

Han cambiado de lugar las antenas. El Canal 2 de La Plata, en su momento, trajo las suyas al límite con la Capital Federal para actuar como un canal más. Entonces, quienes hoy nos visitan tienen razón al plantear estos reclamos.

Termino señalando algo que ellos no dijeron pero que, como soy "del palo", quiero recordar. Respecto de las exenciones impositivas, el artículo 98 dice que se prevén exenciones del 20 por ciento para las licenciatarias que cumplan con ciertas condiciones; por ejemplo, tener más de diez empleados. Pero también establece una reducción del 10 por ciento para aquellas que reúnan determinados requisitos: entre ellos, tener más de diez empleados. El decreto reglamentario de la presidenta de entonces, dispone que deberán ser diez empleados directos de la emisora. Quiere decir que si un periodista toma el espacio o una comunidad viene y hace un programa, no son empleados. No he preguntado, pero creo que no debe haber ninguna de baja potencia que cumpla con esa condición.

Esta ley nació maltratando a las emisoras de baja potencia. Por eso quiero contribuir escuchando a estos amigos que vinieron a ilustrarnos y, en el marco del trabajo de esta comisión, procurando que ese maltrato desaparezca en la próxima norma.

SR. PRESIDENTE BRÜGGE La Presidencia agradece a los representantes de las asociaciones que hoy nos visitaron su presencia en esta reunión, haciéndoles saber que las puertas de esta comisión están abiertas y que serán convocados nuevamente cuando ingrese el proyecto.

No habiendo otros asuntos que tratar, declaro finalizada la reunión.

Es la hora 18 y 46.