Expresar su más enérgico repudio a las amenazas sufridas por el Diputado Fernando Iglesias, quien a la salida del acto de apertura de sesiones ordinarias fue agredido verbalmente y amenazado por un grupo de militantes del partido oficialista.

Señor presidente:

La posibilidad de disentir y la convivencia en la diversidad sin dudas constituyen uno de los pilares básicos de la vida democrática. Aun así, esto que debería ser poco más que una verdad evidente resulta cuestionada por algunos sectores marginales del quehacer político nacional, los que se resisten a la modernidad y prefieren conducirse por pautas y prácticas propias de un estado autocrático.

Algo de ello es lo que le pasó a nuestro colega Fernando Iglesias, quien al retirarse del acto de apertura de sesiones ordinarias fue increpado por un grupo de militantes de la fuerza política oficialista, los que además de propinarle varios insultos lo amenazaron diciéndole “Asesino, tenés que ir preso”.

El poco apego hacia la posibilidad de que el otro tenga ideas distintas por parte de un grupo radicalizado de adherentes del oficialismo resulta un dato sin dudas conocido, aunque no por ello debe ser asimilado y aceptado como algo deseado. La democracia entendida en su máxima amplitud nos requiere denunciar y repudiar esta clase de actos violentos que en nada suponen la construcción de un país mejor, los que pretenden en última instancia eliminar la pluralidad de voces democráticas al pretender amedrentar a los legisladores de la oposición.

Es por ese motivo que pongo el presente a consideración de los diputados y las diputadas para que me acompañen con su sanción.