El Senado y Cámara de Diputados...

ARTÍCULO 1° — Declárese lugar histórico nacional, en los términos de las Leyes Nros. 12.665 y 24.252, al predio ubicado en Puerto Argentino, Isla Soledad, Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur, donde aterrizó el 28 de septiembre de 1966 el avión Douglas DC-4 LV-AGG de Aerolíneas Argentinas en el marco del Operativo Cóndor, comandado por el militante peronista Dardo Cabo.

ARTÍCULO 2° — Constitúyase una comisión de carácter consultivo conformada por protagonistas del Operativo Cóndor, y por familiares y descendientes directos de éstos, cuyas funciones serán difundir este hecho histórico de reafirmación de la soberanía nacional, acompañar las acciones reivindicativas del mismo y resguardar la exhibición de las banderas argentinas desplegadas durante el Operativo en los lugares asignados por el Poder Ejecutivo Nacional en el año 2012, hasta que puedan flamear nuevamente en Puerto Argentino.

Los miembros de la misma trabajarán ad honórem.

Una vez que la República Argentina recupere el pleno ejercicio soberano sobre las Islas Malvinas, la comisión participará de la elaboración del proyecto que deberá diseñar el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, a fines de delimitar, acondicionar y poner en valor el predio de referencia.

ARTÍCULO 3° — De forma comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

Señor presidente:

El 28 de septiembre de 1966 un grupo de 18 jóvenes argentinos, comandados por el militante peronista Dardo Cabo, desviaron hacia las Islas Malvinas un avión Douglas DC-4 LV-AGG de Aerolíneas Argentinas, que tenía como destino final la ciudad de Río Gallegos, en la Provincia de Santa Cruz.

El grupo estaba integrado por: María Cristina Verrier, dramaturga y periodista (27 años); Fernando Aguirre, empleado (20); Ricardo Ahe, empleado de (20); Pedro Bernardini, obrero metalúrgico (28); Juan Bovo, obrero metalúrgico (21); Luis Caprara, estudiante de ingeniería (20); Andrés Castillo, empleado de la Caja de Ahorro (23); Víctor Chazarreta, obrero metalúrgico (32); Alejandro Giovenco Romero (21); Norberto Karasiewicz, obrero matalúrgico (20); Fernando Lisardo, empleado (20); Edelmiro Jesús Ramón Navarro, empleado (27); Aldo Ramírez, estudiante (18); Juan Carlos Rodríguez, empleado (31); Edgardo Salcedo, estudiante (24); Ramón Sánchez, obrero (20); Pedro Tursi, empleado (29).

El avión, con 35 pasajeros, había despegado desde Buenos Aires a las 00:34 hs. A las seis de la mañana, mientras la aeronave sobrevolaba la ciudad de Puerto Santa Cruz, fue tomada por los jóvenes, exigiéndole al piloto el cambio de rumbo. A las 8:42 el avión aterrizó en una pista de carreras de caballos que se encontraba detrás de la residencia del gobernador inglés, en la Isla Soledad.

Los jóvenes descendieron, desplegaron e izaron siete banderas argentinas y bautizaron el sitio como “Puerto Rivero”, en honor al gaucho Antonio Rivero que en 1833 hiciera lo propio resistiendo la invasión británica. Cinco banderas argentinas fueron colocadas en los alambrados, una en el avión y otra restante en una especie de poste de hierro que sirvió de mástil.

Entre los pasajeros del vuelo se encontraba Héctor García, director del diario Crónica, que documentó la gesta dejándola luego plasmada en un libro.

También viajaba en ese vuelo el contralmirante José María Guzmán, gobernador de facto del territorio de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, uno de los motivos de la fecha elegida para el Operativo. El otro tema que habría influido en la elección de ese día, fue la presencia en Buenos Aires, en su carácter de Presidente de la Federación Ecuestre Internacional, del esposo de la reina de Inglaterra, Felipe de Edimburgo.

Algunos de los británicos habitantes de las Islas que se acercaron al avión fueron tomados como rehenes, entre ellos el jefe de policía y el jefe de los marines. A los restantes, el grupo de jóvenes les distribuyó una proclama en inglés donde se les informaba que ellos no eran agresores sino que eran argentinos que se consideraban en su propio país.

A las 09:57, utilizando la radio del avión, los jóvenes transmitieron un comunicado:

“Operación Cóndor cumplida. Pasajeros, tripulantes y equipo sin novedad. Posición Puerto Rivero (Islas Malvinas), autoridades inglesas nos consideran detenidos. Jefe de Policía e Infantería tomados como rehenes por nosotros hasta tanto gobernador inglés anule detención y reconozca que estamos en territorio argentino”.

Alrededor de cien personas, entre militares y civiles, rodearon la nave. Un radioaficionado inglés, de apellido Hardy reprodujo la noticia. Su señal fue captada en Trelew, Punta Arenas (Chile) y Río Gallegos, retransmitiéndose a Buenos Aires.

Por la tarde, civiles y militares británicos instalaron reflectores, altoparlantes con música marcial, rodeando el avión con jeeps y algunos de ellos portando ametralladoras. Los jóvenes argentinos quedaron amotinados en el avión. Con la mediación del cura católico local, Rodolfo Roel, en una negociación que duró 48 horas, los jóvenes depusieron las armas. Tanto los tripulantes como el resto de los pasajeros pudieron ser alojados en casas de familia de isleños. Los jóvenes salieron del fuselaje del avión, con el pabellón en los brazos entonaron el Himno Nacional Argentino, luego marcharon con sus banderas argentinas y fueron acogidos en la Iglesia Católica por el sacerdote.

Cuarenta y ocho horas después los británicos requisaron el salón parroquial. Los jóvenes decidieron que lo único que defenderían serían las banderas argentinas. Cuatro de ellos, Cabo, Giovenco, Rodríguez y Navarro, envolvieron su pecho con ellas.

El 1° de octubre a las 19:30 todos los integrantes del Operativo fueron llevados hacia el ARA Bahía Buen Suceso. Antes de partir, Dardo Cabo entregó las banderas argentinas al almirante Guzmán, pronunciando las siguientes palabras:

“Señor gobernador de nuestras Islas Malvinas, le entrego como máxima autoridad aquí de nuestra patria, estas siete banderas. Una de ellas flameó durante 36 horas en estas islas y bajo su amparo se cantó por primera vez el Himno Nacional”

El operativo había sido ideado y preparado durante tres años. El joven dirigente peronista Dardo Cabo y la dramaturga y periodista Cristina Verrier, fueron los mentores del plan que constaba de un secuestro en vuelo, un aterrizaje sorpresa, la toma de tres secciones de la Isla y su recuperación.

En palabras de Ricardo Ahe “El objetivo de mínima era simbólico y el de máxima, recuperar las Islas”.

Los jóvenes integrantes del Operativo, fueron enviados por el gobierno militar al penal de Río Gallegos, fueron juzgados y apresados entre nueve meses y tres años, fueron tildados de piratas por el propio presidente de facto Juan Carlos Onganía y fueron repudiados por los militares argentinos.

Juan Domingo Perón, desde el exilio en Madrid, les envió su “enhorabuena y mejores deseos”… “extensivo a todos los compañeros fieles a nuestras banderas…”. Expresando que “Un día llegará que la canalla dictatorial, entregada y entregadora, sentirá vergüenza de lo que han hecho con Ustedes y así tendrán el mayor premio al patriotismo y al arrojo que ellos no han sido ni serán jamás de sentir ni practicar.”

Finalizando escribió: “Queda, como un hito en la Historia, un gesto que no puede sino honrar a los ejecutores de la ‘Operación Cóndor’ que la bandada de gorriones de la dictadura no podrán comprender nunca.”

En el año 2012 la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió la visita de María Cristina Verrier, única mujer del operativo, quien le dirigió una carta y entregó en mano un viejo sombrerero que contenía seis de las siete banderas que flamearon en nuestras Islas Malvinas durante el operativo. Cada una con su certificación correspondiente. La séptima bandera fue entregada también a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el Intendente de Lezama, Provincia de Buenos Aires.

Cabe destacar que mediante el Decreto N° 1734/84 Puerto Argentino, junto a otros lugares en donde perdieron sus vidas los argentinos que lucharon por la recuperación de las Islas Malvinas, fue declarado Lugar Histórico Nacional mediante el Decreto. Si bien toda la zona es un sitio de valor histórico innegable para nuestro país por el motivo citado, también resulta necesario reivindicar la gesta patriótica que fue el Operativo Cóndor mediante la demarcación y puesta en valor con las características que la autoridad competente considere, del lugar específico donde el avión de Aerolíneas Argentinas aterrizó y donde flamearon las siete banderas argentinas durante un día y medio aquella primavera de 1966.

No es casualidad que todos los integrantes del grupo que realizó el Operativo Cóndor hayan sido jóvenes que no llegaban a los treinta años. Desde las luchas por la independencia hasta nuestros días, los jóvenes han sido protagonistas de cada uno de los momentos que afianzaron nuestra identidad como pueblo soberano. Lo hicieron destacándose por su alto compromiso con las causas nacionales, y su voluntad para sostenerlas aun en las circunstancias más difíciles como la última dictadura cívico militar, la más sangrienta de la historia de América latina.

La historia de la reivindicación de nuestras Islas Malvinas no ha estado exenta de esa lógica, ni siquiera cuando el gobierno dictatorial tomó la decisión de embarcar al país en una guerra con una potencia militar.

Tampoco es casualidad que los jóvenes que llevaron adelante el Operativo Cóndor hayan sido denostados por la dictadura que gobernaba los destinos de nuestra patria en 1966. Mucho menos casual fue la reivindicación que de este hecho hicieron en ese momento el movimiento obrero organizado, a través de la CGT, el General Juan Domingo Perón, desde el exilio, y los manifestantes que salieron a la calle en varias ciudades de nuestro país apoyando el accionar de los jóvenes patriotas. Esas tres reivindicaciones, la de los trabajadores, la del líder popular proscripto y la del pueblo manifestándose quiero destacar especialmente. Porque reconocieron el valor histórico de la gesta patriótica en el momento que estos jóvenes argentinos la protagonizaban, sentando las bases para que ese hecho no fuera olvidado o escrito en los libros según la historia oficial de la dictadura de Onganía.

Por todo lo expuesto, por ser el Operativo Cóndor un hito ineludible de la reivindicación de nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.