La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que solicita al Poder Ejecutivo que declare de Interés Nacional, los festejos a realizarse a lo largo del 2017, y en especial entre el 18 de enero y el 8 de febrero de dicho año, por la conmemoración de la “Gesta Libertadora del Cruce de los Andes”, cuyo epicentro será el Departamento de Las Heras, Provincia de Mendoza, cuna de la gesta y lugar donde se encuentra el Campo de Instrucción del Ejército de los Andes, también conocido como “Campo Histórico El Plumerillo”.

Señor presidente:

Sobre la huella de los Jesuitas expulsados pero que habían dejado su simiente, el General José Francisco San Martín, el hombre al que para que liberara la Patria, Mendoza le había dado todo: sus hijos, sus animales, su trabajo, planificaba una de las grandes gestas militares de la historia. Entre el 18 y 19 de enero de 1817 ante la voz de vamos, salían las columnas principales del Ejercito de los Andes. Mendoza se envolvía con la emoción del silencio, roto solo por la oración de sus habitantes, quienes siguiendo el ejemplo de su general, rezaban a nuestra Señora del Carmen, proclamada por Belgrano Patrona del Ejército.

Tras centenares de fuegos apagados, quedaba atrás el campamento y comenzaba el cruce de la Cordillera de los Andes. Eran 6 columnas, porque así lo había planificado San Martín para Libertar a Argentina, Chile y Perú.

El 12 de enero habían comenzado a salir las columnas auxiliares del Ejército de los Andes, San Martín utilizó un inteligente plan de invasión a chile mandando cuatro columnas señuelo, por los caminos más cortos y otras dos, las principales, por los caminos más largos e inesperados.

La idea era desgastar a los realistas comandados por Don Francisco Casimiro Marcó del Pont y para ello utilizó la estrategia de guerra de guerrillas, y la guerra psicológica, conocidos como Guerra de Zapa, para que las tropas enemigas no supieran ni cuándo ni por donde invadiría y para multiplicar la creencia del poder de nuestra fuerza ofensiva. Ramón Carrillo, señaló en una conferencia en la Escuela de Altos Estudios del Ejército que la jerga “guerra de zapa” era utilizada por San Martín como sinónimo de guerra de nervios y la Escuela de Altos Estudios de Berlín estudió la relevancia de las campañas de San Martín en este aspecto.

El eje de la estrategia de distracción tendiente a colocar al enemigo en el sur de Santiago en el lugar donde sería más vulnerable. Para eso se valió de la astucia de Miguel Rodríguez y otros “montoneros” chilenos, convertidos en míticos personaje.. Se cuenta que Manuel Rodríguez logró burlar al poder al punto de apodarse de la recaudación de impuestos para la causa y que recibió una moneda del mismo Marcó del Pont al abrirle la puerta de la diligencia.

“Los realistas sabían que esa larga y oscura caravana, que venía del otro lado de la cordillera, avanzaba a marcha de guerra a muerte, para devolver la libertad a los chilenos, y que esos Granaderos que traían la fama de San Lorenzo habrían jurado atar sus palenques en la capital de Chile, donde Don Francisco Casimiro Marcó del Pont… se encuentra a la espera de las noticias que le proporcionan sus generales, quienes han recibido la orden de detener y escarmentar al rebelde San Martín y a cuantos han tenido la osadía de acompañarlo”…(El Libertador Cabalga T I pg. 252/3)

Lo cierto es que el Cruce de los Andes se gestó en el Departamento de Las Heras, en el Campamento del Plumerillo. Y este pueblo quiere conmemorar su acto de Fe, porque puso sus bienes y su alma en la Gesta del Cruce de los Andes.

San Martín mandó primero cuatro columnas que cruzaron la cordillera por los pasos de Come Caballos, Guana, Portillo, y Planchón. Los dos primeros estaban al norte y los dos segundos al sur de los verdaderamente seleccionados para el ataque. Eran las columnas de Cabot, Freire, Zelada y Lemos. Las columnas principales están comandadas: 1) por San Martín, Soler y O Higgins la que cruzò el paso de Uspallata y 2) la de Las Heras que lo hizo por el paso de Los Patos.

Para trazar esta estrategia, San Martín contaba con la pericia del tucumano Juan Antonio Álvarez Condarco, que había trazado detallados y excelentes planos de toda la zona, yendo y viniendo con diferentes consignas, el conocía muy bien todos los recovecos, y en especial los más difíciles que eran los verdaderamente elegidos para la embestida: Uspallata y Los Patos. De esta manera se creó un frente distractivo de 2000 kilómetros.

La dispersión de las tropas españolas realistas por la acción de las montoneras embarcadas exitosamente en la guerra de zapa, diezmaron la moral de las tropas de Casimiro Marcó del Pont y sus fuerzas ya estaban debilitadas a la llegada de San Martín y Las Heras. La mayoría de la población chilena estaba a favor de los patriotas, los realistas. El cruce de los Andes culminó el 8 de febrero pero los dos ejércitos se unificaron en la cuesta de Chacabuco y allí el Ejército de los Andes obtuvo su victoria, logrando detener al Gobernador y a su plana mayor.

San Martín desplegó muchas estrategias para convencer al pueblo chileno de su empresa libertaria inspirada en los más nobles principios de las revoluciones independentistas: Dice la proclama remitida en Diciembre de 1816:

“El General en jefe del Ejército de los Andes a los habitantes de Chile.

¡Chilenos, amigos y compatriotas!

El ejército de mi mando viene a libraros de los tiranos, que oprimen ese precioso suelo. Yo me estremezco, cuando medito las ansias recíprocas de abrazarse tantas familias privadas de la sociedad de su patria, o por un destierro violento o por una emigración necesaria. La tranquila posesión de sus hogares es para mí un objeto el más interesante. Vosotros podéis acelerar ese dulce momento, preparándoos a cooperar con vuestros libertadores que recibirán con la mayor cordialidad a cuantos quieran reunírseles para tan grande empresa. La tropa está prevenida de una disciplina vigorosa, y del respeto que debe a la religión, a las propiedades y al honor de todo ciudadano. No es de nuestro juicio entrar en el examen de las opiniones: conocemos que el temor y la seguridad, arrancan muchas veces las más extraviadas contra los sentimientos del corazón. Yo os protesto por mi honor y por la independencia de nuestra cara patria, que nadie será repulsado al presentarse de buena fe. El soldado se incorporará en nuestras filas con la misma distinción de los que las componen, y con un premio especial el que trajere sus armas. El paisano hospitalario y auxiliador del ejército, será recompensado por su mérito, y tendrá la gratitud de sus hermanos. Se castigará con severidad el menor insulto. Me prometo que no se cometerá alguno bajo las banderas americanas, y que se arrepentirá tarde y sin recurso, el que las ofenda. Estos son los sentimientos del Gobierno Supremo de las provincias Unidas en Sud América que me manda desprendiéndose de una parte principal de sus fuerzas, para romper las cadenas ensangrentadas que os ligan al carro infame de los tiranos, son los míos, y los de mis compañeros en la campaña. Ella se emprende para salvaros. ¡Chilenos generosos! Corresponded a los designios de los que arrostran la muerte por la libertad de la Patria. José de San Martín”

Hoy tenemos caminos, que incluso se cierran con las nevadas, San Martín y sus hombres lo hicieron a lomo de burro, sin caminos, por lugares insondables. Nuestra libertad, junto con la de Chile y Perú vino teñida por esta epopeya y por eso solicitamos que los eventos sean declarados de Interés de la Nación.