El Senado y Cámara de Diputados...

SEGURO AL DESOCUPADO

Art. 1°: Se aumenta el Seguro al Desocupado instaurado en la Ley N° 24.013 Nacional de Empleo, que cobrara todo trabajador despedido a un 60% del mejor salario recibido en los 6 meses previos a la cesantía.

Art. 2°: Financiase este monto de aumento con el dinero del Fondo de Desempleo, que controla el ANSES. En caso que el mismo no alcance, se aplicara una contribución especial a las patronales, hasta llegar a la cifra necesaria para cubrir este fin.

Art. 3°: La ANSES constituirá una Bolsa de Trabajo, a fin de ofrecer posibilidades de empleo al trabajador desocupado. El cobro de este Seguro al Desocupado se extenderá hasta que el trabajador despedido vuelve a ingresar, efectivamente, en un empleo formal, en blanco. En caso que sea despedido durante el período de prueba en el nuevo empleo, retomara automáticamente el derecho a cobrar el Seguro al Desocupado en los mismos términos que lo venía haciendo antes.

Art. 4°: Se incorpora al cobro de este beneficio, a los trabajadores ‘en negro’ despedidos. El Ministerio de Trabajo habilitara un protocolo automático, para que sobre la base de una declaración jurada, firmada por el despedido y dos testigos fehacientes, pase a gozar del derecho al cobro del Seguro, mientras el Estado organiza la inspección laboral que termine con esta práctica ilegal.

Art. 5°: El trabajador despedido tendrá derecho en todo el período que este cobrando el Seguro al Desocupado a seguir usufructuando la conquista de la Obra Social en la que se encontraba inscripto.

Art. 6°: Derogase todos los artículos de la Ley N° 24.013 Nacional de Empleo que se contradigan con lo votado en este articulado.

Art. 7°: De forma.

Señor presidente:

Actualmente el monto del llamado Seguro al Desocupado está fijado en un tope máximo de 3000 pesos mensuales. Esa cifra se paga durante los primeros cuatro meses, para descender al 85% los cuatro meses siguientes y al 70% los últimos cuatro meses. Al año cesa de percibirse. ¡Es una burla!

Esta cifra, pasó de $300 a $ 400 en el 2006 por un decreto del presidente Néstor Kirchner. Ya entonces representaba un monto miserable, que sólo se modificó diez años después a un valor que representa menos de la mitad del (también miserable) salario mínimo, hoy en $6810.

Originalmente, se planteó que el Seguro al Desocupado debía ser igual al 50% del mejor salario que hubiera cobrado el trabajador en los seis meses previos a su despido.

Es necesario terminar con esta arbitrariedad antiobrera del Poder Ejecutivo. Para ello, debe cumplirse con el planteo de que se abone al desocupado un porcentaje del mejor salario que hubiera cobrado en los seis meses previos a su despido. Planteamos que un 60% del mejor salario cobrado en los 6 últimos meses de su trabajo como asalariado, sin techo alguno.

El ajuste que aplica el gobierno nacional y los gobiernos provinciales en todo el país ha provocado despidos y suspensiones masivas, con más de 150.000 trabajadores que han perdido su empleo en lo que va de este año. Los informes de la AFIP de junio de 2016 dan cuenta de más de 62.500 despidos solo en el sector privado. La política económica oficial no hizo más que recrudecer la recesión, mediante la devaluación, el pacto con los fondos buitre y el recurso al engrosamiento de la deuda del Banco Central para contener la expansión monetaria. La difusión de los datos de la actividad económica en los primeros meses del año muestra que después de la devaluación de diciembre, la actividad agropecuaria registró una caída del 5% en el primer trimestre, el mismo porcentual que marcó la industria de la construcción. En el país que aguardaba la “lluvia de dólares”, la inversión fija retrocedió un 3,8%. Y el curso de la crisis capitalista mundial, después del Brexit, y en particular el impacto de la quiebra brasileña en la economía nacional argentina, agravan el panorama y contradicen de cabo a rabo el relato oficialista de la bonanza prometida para el “segundo semestre”.

No se puede entonces, limitar en el tiempo, el Seguro al Desocupado a un año solamente. Porque si el trabajador no encontrará ubicación en un nuevo empleo, sería condenado a la miseria. Mientras dure esta emergencia de crisis y recesiva el Seguro al Desocupado debe mantenerse, hasta que el trabajador despedido vuelve a encontrar empleo.

También debe ser sostenida la Obra Social para el trabajador despedido y su familia. Con el despido, crece más aún en importancia, la cobertura de salud para la familia obrera. Y es necesario, también extender este beneficio del Seguro al Desocupado, para los trabajadores en negro que sean despedidos. Por eso, hemos sugerido un mecanismo ejecutivo que supere la morosidad cómplice del Ministerio de Trabajo con las patronales negreras.

El monto miserable del seguro de desempleo, así como la jubilación mínima (hoy en $4.969) es la consecuencia del desvío de fondos de la ANSES al pago de una deuda externa usuraria. Esos fondos deben ser recuperados para el pago de un auténtico Seguro al Desocupado, como el señalado en este Proyecto de Ley. Por eso hemos planteado que si no alcanzara esa suma para cubrir los pagos, se fije una contribución a las patronales que permita cumplir con los mismos.

Esta medida no resuelve el problema de la desocupación, que proviene de una crisis del régimen capitalista de producción. La propuesta aquí volcada solo busca morigerar su efecto sobre las masas trabajadoras, para que no sean estas las que terminen de pagar los platos rotos de un sistema de explotación en el que ellos son las víctimas.

Hace falta una reorganización general de la Nación sobre nuevas bases sociales, donde prime el interés de garantizar la vida y el bienestar de las mayorías trabajadoras y no las ganancias de los banqueros y grandes capitalistas. Para ello como medida de transición, sería necesario repartir todas las horas de trabajo disponibles entre toda la masa de trabajadores, impidiendo los despidos, reduciendo la jornada laboral, pero no los salarios que venían cobrando. De esa forma, la crisis la estarían pagando las patronales capitalistas y no las masas.

Como un paso en esa dirección planteamos que se apruebe este Proyecto de Ley.